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Pandemia “congela” la educación de millones de niños en Latinoamérica

América del Sur/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Informe difundido por Unicef indica que la pandemia ha privado al 97% de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual. Señala que la reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos.

El cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe por la pandemia de covid-19 amenaza la formación de millones de niños, especialmente los más pobres, por lo cual es prioritario reabrir los colegios, señala un informe difundido este lunes por Unicef.

El estudio indica que la pandemia “ha privado al 97 por ciento de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual” debido al cierre de las escuela para evitar la propagación del virus.

Esta pérdida de clases “tiene graves implicaciones” para el futuro de los niños y cada día que pasa con las escuelas cerradas “se va dando forma a una catástrofe generacional, que tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto”, advierte el informe.

La semana pasada, un informe de la Unesco destacó en ese sentido que América Latina, la región más desigual del mundo, podría enfrentar un “desastre generacional” debido al impacto del coronavirus en la educación.

“El covid-19 ha puesto en pausa, ha congelado los progresos en la educación de la mayoría de los niños y las niñas en América Latina y el Caribe”, dijo a la AFP Laurent Duvillier, jefe regional de comunicación de Unicef.

Según esta agencia de Naciones Unidas, solo Uruguay, Costa Rica, Surinam y Haití tienen las escuelas completamente abiertas, mientras que en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Cuba la apertura es parcial. 

El cierre prolongado de las escuelas, que en algunos países supera los siete meses, impide el regreso a las aulas de 137 millones de niños de la región, aunque más de un tercio acceden a educación a distancia.

“El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa, donde no necesariamente hay una conexión a internet, una computadora o un escritorio”, alegó Duvillier.

“A causa de la pandemia, estos niños corren cada día mas riesgo de quedarse fuera del colegio y atrapados en un círculo vicioso de pobreza en el futuro”, añadió.

El informe detalla que mientras las tres cuartas partes de los estudiantes de los colegios privados pueden acceder a la educación a distancia, solo la mitad de los que asisten a las escuelas públicas pueden hacerlo.

Además, un 21% de los niños, niñas y adolescentes de los hogares más pobres no reciben educación alguna, en comparación con 14% de los que pertenecen a los hogares más ricos.

Los menores con discapacidades cognitivas y físicas, los refugiados y migrantes, así como las niñas enfrentan “un riesgo mayor de exclusión” en su proceso de aprendizaje, según Unicef.

En Latinoamérica se han producido 12 millones de contagios y 412.000 defunciones por el nuevo coronavirus. Brasil, México, Perú y Argentina presentan el mayor número de muertos por covid-19.

El estudio advierte que un 16% de las escuelas de la región carece de servicios de agua, un 12% no tiene instalaciones para lavarse las manos y poco más de una cuarta parte tiene infraestructura para el lavado de manos pero sin jabón.

Sin embargo, Unicef considera que los colegios deben reabrirse con los protocolos de bioseguridad necesarios para que los niños sigan su ciclo educativo.

“La reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos tan pronto como sea seguro”, señaló el documento.

Sin embargo, Bernt Aasen, director regional interino de Unicef, para América Latina y el Caribe, aclaró que antes de la reapertura “es urgente preparar las escuelas” para que cumplan con todas las medidas biosanitarias.

Los expertos temen también que la crisis fulmine los avances de los últimos años en acceso a la educación y obligue a los niños más pobres a buscar trabajo.

“En América Latina y el Caribe, el COVID-19 ha empujado a millones de familias a la pobreza. Sin ayuda, muchos padres no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos. Es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela”, alertó Aasen.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/pandemia-congela-la-educacion-de-millones-de-ninos-en-latinoamerica-segun-unicef/
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Ni escriben al revés ni son niños «tontos» o vagos. Diez falsos mitos sobre la dislexia

Por: ABC

Este trastorno afecta a entre el 5 y el 10 % de la población.

Ni confundir izquierda y derecha es un síntoma determinante de dislexia, ni los niños disléxicos tienen un cociente intelectual más bajo. Alrededor de este trastorno que afecta a entre el 5 y el 10 % de la población existen muchos mitos que confunden a la sociedad.

La dislexia es una dificultad específica del aprendizaje cuyo origen es neurobiológico, explica Llorenç Andreu, director del máster universitario de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje de la UOC. Se caracteriza por una serie de dificultades en el reconocimiento preciso y fluido de palabras y por problemas de ortografía y decodificación. Según la definición que hace de este trastorno la Asociación Internacional de la Dislexia, «estas dificultades provienen de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que es inesperado en relación con otras habilidades cognitivas que se desarrollan con normalidad. Las consecuencias o los efectos secundarios se reflejan en problemas de comprensión y experiencia pobre con el lenguaje impreso que impiden el desarrollo de vocabulario».

«Esta dificultad a la hora de leer y escribir se traduce en problemas de aprendizaje», añade Beatriz Gavilán, neuropsicóloga y profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, «y esto, además, puede afectar a la autoestima del niño, que percibe cómo el resto de sus compañeros aprenden más rápido y con menos esfuerzo, lo que puede hacerle pensar que es «tonto»». Por eso es importante diagnosticar la dislexia «cuanto antes», advierte Gavilán. Y para ello es fundamental que padres y profesionales sepan reconocer los síntomas y no los confundan. Estos son los mitos alrededor de la dislexia:

1- Es una enfermedad que se cura con el tratamiento adecuado

La dislexia no es una enfermedad: es un trastorno del aprendizaje que no se cura, sino que se mejora. Con una intervención adecuada y centrada en el trabajo de la fonología y la conversión de grafemas a fonemas se puede compensar y se pueden minimizar sus efectos, explica Andreu, que también es codirector del grupo de investigación en Cognición y Lenguaje (GRECIL) de la UOC. «Es importante hacer un diagnóstico temprano, porque el cerebro de los niños es plástico y cuanto antes se trabaje sobre estas conexiones neuronales que dificultan el aprendizaje lector, mejores serán los resultados y menos riesgo habrá de fracaso escolar», explica Gavilán.

2- Si el niño escribe palabras en espejo, confunde las letras o no sabe cuál es la derecha y cuál la izquierda, es disléxico

Ninguna de las tres cosas es cierta. «La dislexia es fundamentalmente una dificultad que afecta a la automatización de la lectura y que tiene como consecuencia una velocidad de lectura muy lenta. Los niños con este trastorno tienen una especial dificultad para establecer la relación entre las grafías y los fonemas», informa Andreu. Por ello, este proceso no se automatiza y siempre es muy lento. En estadios iniciales se confunden algunas letras, pero posteriormente estos errores desaparecen.

3- Si le cuesta aprender a leer y escribir, significa que es disléxico

No siempre es así, dice Beatriz Gavilán. «Hay que hacer una valoración para cerciorarse de si es realmente dislexia y no una discapacidad intelectual, por ejemplo». Según la neuropsicóloga, actualmente muchos profesores tienen la formación necesaria para detectar cuándo un niño puede ser disléxico, «por lo que es recomendable que los padres estén atentos, pero que confíen en el criterio del colegio. En el caso de que exista sospecha y el centro no haya informado, no está de más acudir a un especialista».

4- La dislexia no se manifiesta hasta los siete años

No se puede diagnosticar hasta los siete años, ya que normalmente la adquisición de la lectura se empieza hacia los seis años y se da otro curso de margen, explica Gavilán. Sin embargo, se puede empezar a sospechar ya desde la etapa de infantil. «Aquellos niños que a finales de primero de educación primaria tienen muchas dificultades para automatizar la lectura deben comenzar a tener un trabajo más intensivo y, si no se produce una mejora notable durante el segundo curso, tienen mucha probabilidad de ser diagnosticados como disléxicos», añade Andreu.

5- De padre disléxico, hijo disléxico

No es exactamente así, pero este mito sí tiene un trasfondo de realidad, ya que la dislexia «tiene un gran componente genético», admite Gavilán. «De hecho, entre un 40 y un 80 % de los casos de niños con dislexia tienen antecedentes familiares con problemas de lectura», añade el director del máster universitario de Dificultades del Aprendizaje y Trastornos del Lenguaje.

6- Un mal hábito de lectura puede provocar la dislexia

La dislexia no se genera por una falta de hábito lector. «Ahora bien, un niño que nace sin ninguna predisposición para tener problemas lectores, si no recibe una instrucción lectora adecuada y no lee regularmente, tendrá un nivel bajo de lectura, pero no dislexia. En el momento que trabaje intensamente la lectura, mejorará rápidamente», dice Andreu.

7- Esforzándose, el niño puede aprender de forma normal

Los niños con dislexia no son vagos, sino que tienen muchas dificultades para leer e, incluso con mucho esfuerzo, pueden alcanzar un nivel lector bajo, explica Andreu. Las frases tipo «es un poquito vago» o «¿ves como si te esfuerzas lo consigues?» son especialmente «peligrosas», según Gavilán, porque transmiten al niño que, de alguna forma, es culpa suya. Además, por mucho que se esfuercen, «van a necesitar ayuda externa».

8- Los disléxicos tienen un cociente intelectual algo más bajo

Ni son más listos ni menos listos que la media. De hecho, «este no es un criterio para poder ser diagnosticado como disléxico. Si un niño tiene un cociente intelectual bajo, tendrá problemas de lectura como consecuencia de su baja capacidad cognitiva. Los disléxicos tienen problemas de lectura a pesar de tener un cociente intelectual dentro de la normalidad», explica el profesor de la UOC.

9- Los niños bilingües no pueden tener dislexia

No, la dislexia afecta del mismo modo a los niños bilingües que a los monolingües.

10- Hay que asumirlo: los niños disléxicos sacarán siempre peores notas

Ser disléxico no implica sacar siempre malas notas, «pero, en un porcentaje muy elevado, tienen problemas académicos», dice el investigador de la UOC. «Pensemos que, durante los primeros años de la escolarización, los niños aprenden a leer y posteriormente aprenden leyendo. Si una herramienta tan importante para el aprendizaje está afectada, el aprendizaje también lo estará».

En este sentido, Gavilán añade que para el buen desarrollo educativo de los niños disléxicos es importante que el colegio emprenda las adaptaciones necesarias que ayuden a los alumnos con dislexia. Las comunidades autónomas establecen unos protocolos que abarcan desde exámenes adaptados, audiolibros, letras más grandes, más tiempo para leer y escribir…

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-mundial-dislexia-escriben-reves-ninos-tontos-o-vagos-diez-falsos-mitos-sobre-dislexia-202011080305_noticia.html

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Argentina: Afirman que solo quedan 9 maternales: «Los casinos llenos de ancianos y no nos dejan cuidar niños»

América del Sur/Argentina/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

Lo aseguró una de las integrantes de la Asociación de Jardines Maternales y Primera Infancia. “No sabemos ni quién es el que nos tiene que habilitar”, sostuvo.

La situación que viven los dueños de los jardines maternales de San Juan es desesperante: llevan casi 8 meses sin trabajar por la pandemia por coronavirus. Eso afectó tanto al sector que, según aseguraron, sólo quedan 9 de estas instituciones en pie en la provincia (de las 30 que había inicialmente). Este problema ya comenzó a afectar también a los papás, ya que prácticamente todos los trabajos están habilitados y no tienen con quién dejar a sus niños de 0 a 5 años para su cuidado.

“Tenemos el protocolo aprobado por el Ministerio de Salud Pública desde hace mucho tiempo, pero no nos habilitan. En otras provincias como Mendoza, Córdoba, Buenos Aires o Tucumán, donde la situación sanitaria es más compleja que acá, ya están trabajando. Pero nosotros no podemos, nadie nos da respuestas. Es más, nuestro protocolo indica que sólo habrá 3 niños por sala y por maestra, cuando estas provincias tienen 8”, indicó Gemina Maratta, miembro de la comisión directiva de la Asociación de Jardines Maternales y Primera Infancia de la provincia.

Copia del protocolo para jardines maternales aprobado por Salud Pública.

Y agregó que “tener tres niños por sala sólo nos alcanza para pagarle al maestro que esté a cargo del sector, pero bueno, necesitamos reactivarnos, aun así queremos trabajar. Incluso es un pedido al que también se han sumado los papás. Conozco mamás que tienen que llevar a sus hijos al trabajo, lo cual es todavía más peligroso. O incluso dejan a sus hijos con sus abuelos, poniéndolos en riesgo a ellos, que son la población más vulnerable de la pandemia”.

Campaña difundida en las redes sociales por papás sanjuaninos.

Maratta, explicó que ni siquiera saben qué sector del Estado deben recurrir para conseguir la habilitación. “Desde Salud Pública nos dijeron que ellos ya no tienen nada que ver, porque el protocolo ya fue aprobado por el Comité Covid, y que la decisión está ahora en manos del Gobierno. Pero, quién es el Gobierno. Llamamos a distintos organismos y no recibimos respuestas, mandamos mensajes y nos clavan el visto, es desesperante”, indicó la mujer que es dueña de tres espacios con actividades y cuidado de niños.

A la vez que, aseguró “como no dependemos del Ministerio de Educación, nos dicen que estamos bajo la órbita del Ministerio de Cultura, pero tampoco nos dan audiencias ni la posibilidad de plantear nuestra situación ahí”.

“Nosotros queremos hacer todo legal –afirmó Maratta-, pero ya no sabemos cómo. Vas a las plazas y ves los juegos llenos de niños. Los casinos están que explotan de ancianos, que son la población más vulnerable, y nosotros no podemos cuidar a los chicos bajo protocolos súper estrictos, no se entiende”.

Juegos de plazas sanjuaninas con niños menores de 5 años sin distanciamiento social.

Por otro lado, destacó que “no se trata sólo del cuidado de los niños mientras sus papás trabajan. Estamos hablando también de la parte social, cognitiva, psicológica, de la posibilidad de vincularse con sus pares. Hay niños que están sufriendo retrocesos. Nadie está pensando en su desarrollo y en las consecuencias que van a tener, es un sector completamente relegado. Tenemos informes de psicólogos, pediatras y psicopedagogos que lo explican”.

Y sostuvo: “Por eso pedimos que al menos nos permitan el desarrollo de actividades artísticas, de talleres, de actividades lúdicas, aunque sea por una hora al día, porque para los niños menores de 6 años no hay ningún tipo de actividad habilitada en la provincia”.

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Afirman-que-solo-quedan-9-maternales-Los-casinos-llenos-de-ancianos-y-no-nos-dejan-cuidar-ninos-20201110-0021.html

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Pantallismo: «En las consultas vemos menores que durante el confinamiento sobrepasaron las 9 horas de uso diario»

Por: ABC

Una experta de UIC Barcelona advierte que un nuevo encierro aumentará «de forma alarmante» la sobreexposición de los niños a las pantallas.

La psicóloga clínica Infanto-Juvenil en Support – Clínica Universitaria de Psicología y Psiquiatría de UIC Barcelona, Iris Pérez, ha advertido que un nuevo confinamiento aumentará «de forma alarmante» la sobreexposición de los niños a las pantallas. Pérez ha explicado que, durante el primer encierro domiciliario, «se incrementó notablemente el uso de dispositivos digitales por parte de los niños hasta límites insospechados» y ha destacado que en las consultas reciben a menores que «sobrepasaron incluso las nueve horas de uso diario». En este sentido, la especialista ha dejado claro que el uso de la tecnología para estudiar «tiene un efecto positivo» pero su uso «por motivos de entretenimiento sin control ni supervisión puede provocar un efecto inverso».

Pérez cree que un nuevo confinamiento domiciliario, que podría ser necesario en algún momento para frenar el avance del virus, podría suponer «un reto para la salud mental del país» y «un aumento de la incertidumbre, ya que, una vez más, habrá por delante un número indefinido de días de reclusión». En el caso de los niños, esta medida significará «otra alteración de las rutinas que, con las herramientas adecuadas, podrán superar» y, en su opinión, «será de vital importancia establecer horarios para que los niños sepan cuándo es tiempo de estudiar, de jugar, de comer, de hacer ejercicio o de dormir».

No obstante, para los colectivos de riesgo «el reto puede llegar a convertirse en un problema importante». «Me refiero a menores que sufren un trastorno mental anterior a la situación actual, aquellos que no lleguen a desarrollar estrategias adecuadas para hacer frente a un nuevo cambio en la rutina y aquellos menores cuyos padres/madres y figuras de apego afronten de una manera conflictiva la situación por motivos económicos, de salud mental, dificultades de convivencia, enfermedad o muerte de un familiar cercano», ha añadido.

La psicóloga clínica infantil ha querido destacar que, en general, «los niños tienen una capacidad de resiliencia única que hace que sepan afrontar situaciones estresantes de forma flexible y que se adapten mejor incluso que los adultos». Aun así, ha recomendado a los padres «explicarles muy bien, de forma clara, honesta y adaptada al nivel del lenguaje del niño, los motivos del nuevo confinamiento y cómo va a reorganizar la familia de nuevo las actividades diarias, haciéndoles partícipes de la reorganización».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-pantallismo-consultas-vemos-menores-durante-confinamiento-sobrepasaron-9-horas-diario-202011090130_noticia.html

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Federico Velázquez: «Los niños deben ser líderes del cambio en sus familias en buenos hábitos ambientales»

Por: Nieves Mira

No forma parte del currículo escolar, pero la educación ambiental está presente en casi todos los colegios de la geografía española, en parte por los hábitos adquiridos durante la LOGSE. Sin embargo, ha surgido una generación de adolescentes preocupados por el futuro del planeta, que sin prejuicios observan los desafíos del futuro y luchan por cambiar una realidad que parece imparable: el cambio climático. Desde la Asociación Española de Educación Ambiental, su presidente Federico Velázquez cuenta a ABC cómo será posible crear conciencia, tanto en los más pequeños como entre sus mayores.

¿En qué debe consistir esa educación ambiental en la que hay que formar a las futuras generaciones?

Debe tener un enfoque transversal. Damos por sentado que debe llegar a todos los sectores sociales. A veces solo se señala a los niños, pero quien hace el daño son los adultos y de ellos aprenden los niños. Deben tener a su nivel una formación ambiental. Por una parte porque es parte de su proceso formativo y por otra porque se pueden convertir en agentes dentro de sus familias para incorporar buenos hábitos ambientales.

¿Y en la escuela?

Debe incluirse también de forma transversal: que no haya asignaturas separadas sobre todo que son para la vida, porque si se cayese en esa tentación se vería como una asignatura de segundo orden y la gente lo tomaría como otra cosa. Estas enseñanzas tienen más fuerza cuando vienen a través de una figura cercana, sin necesidad de que sean unos expertos los profesores, que a través de sus materias deben ponerles en contacto con el medio. La clave será que sean figuras cercanas como padres, familiares o profesores los que le acerquen al niño al medio.

¿Cómo se les está formando actualmente en los colegios?

Al no estar regulada queda en el buen criterio de cada centro. De aquella Logse que la incluía ha quedado cierta huella y generalmente los planes suelen incorporar algo que tiene que ver con la naturaleza y el medio ambiente. La manera de desarrollarlo va a quedar a criterio de cada profesor. Una de las formas en las que la hemos visto presente es a través de actividades extraescolares y de las ciencias naturales, donde aparecen temas que tienen que ver con lo ambiental.

¿Es más fácil educar a los niños que a los mayores?

En parte sí porque el mayor puede tener ya unos hábitos. Es un desafío, porque una persona solo cambia de hábitos cuando descubre que hay un mayor interés en el cambio que lo que venía haciendo hasta ahora. El niño parte de una mente más abierta y es fácil que comprenda que no hay que maltratar a un animal o que hay que cuidar el entorno. Luego se convertirá en su círculo en un transmisor y en un vigilante para que todo eso se lleve a la práctica.

¿Cómo se crea conciencia?

Para generar conciencia hay varias vías. La educación ambiental no es saber medio ambiente sino generar conciencia, y eso ocurre solo cuando estamos ante situaciones delicadas. Viene por dos o tres vías esenciales. La primera es la participación: cuando hablamos sobre la contaminación del agua la conciencia surge cuando vas al río o al lugar y lo ves, lo analizas y confirmas lo que ahí ocurre. Cuando una persona participa a través de la práctica es cuando una conciencia puede surgir. Conviene estar atento, porque también puede venir a través de una película o una novela.

En segundo lugar tendríamos el debate. Mientras se queda en pensamiento, no dejan de ser ideas pero si se promueve también un ámbito donde la persona debate se genera conciencia porque en la medida que sale de ti algo te compromete. Y el tercer método sería una derivación del anterior y es cuando uno enseña a otros. En colegios solemos recomendar que los alumnos más mayores den charlas a los de un curso inferior. Los que se conciencian son los que las dan.

¿Podemos hacer algo los ciudadanos si las empresas y gobiernos no se involucran?

Lo ambiental compromete a todos. Todo el mundo tiene parte de responsabilidad y si hay alguna gente que no la cumple, hay algo que se queda sin cumplir. Lo ambiental tiene que haber también una respuesta política, administrativa. La educación es importante pero las obras también lo son. Si hay alguien que no cumple el papel que le corresponde el daño está hecho. La educación independientemente de lo que hagan los demás debe de tener su autonomía, sobre todo hoy donde el ciudadano es víctima y verdugo porque él mismo contribuye a generar los daños que luego sufre.

¿Cómo estamos en España respecto a otros países?

Un poco más atrasados, porque la educación ambiental parte de la educación cívica. Pero la satisfacción es ver que se va avanzando y hay aspectos en los que ya tenemos una cierta conducta, como con el reciclaje, porque ya más del 50% de la población recicla. Ahora vienen retos más difíciles y cada vez los compromisos que se van a pedir van a ser mayores, y es ahí donde la educación ambiental debe plantear otro nivel de compromisos, que tienen que ver con la movilidad, el ocio, la alimentación… Lo ambiental viene a darte una vida digna, mucho más saludable, y el desafío de los educadores es hacer ver a la población que detrás de ese cambio de hábitos se encontrarán con prácticas que beneficiarán a todos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-ninos-deben-lideres-cambio-familias-buenos-habitos-ambientales-202011040023_noticia.html

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América Latina: Invertir en que niñas acaben la educación secundaria aumenta el PIB un 10 %

Así lo señala un informe elaborado por la ONG Plan International y Citi Global Insights.

Las inversiones que permitan a las niñas y adolescentes finalizar la educación secundaria podrían impactar positivamente en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países con economías emergentes e incrementarlo en un 10 % hacia el 2030.

Así lo señaló en una entrevista con Efe la gerente regional de programas transformadores de género e influencia de Plan International en América Latina y el Caribe, Amalia Alarcón, fundamentándose en datos del informe “El Caso de la Inversión Holística en las Niñas – Mejorando Vidas, Realizando Potencial, Beneficiando a todos”, elaborado por la ONG y la institución financiera Citi Global Insights.

“En este estudio hay un enfoque holístico en el que se deja ver que si se combinan todos los enfoques el beneficio para la economía es mucho mayor como, por ejemplo, el incremento del 10 % del PIB en economías emergentes en 2030”, declaró Alarcón.

FACTOR CLAVE: INVERTIR EN TODOS LOS ELEMENTOS

De acuerdo con las conclusiones principales del documento, una inversión de 1,53 dólares diarios por cada niña en las economías emergentes tendría un “enorme impacto” en el potencial económico de los países.

La clave se encontraría en invertir en todos los elementos “multicausales” que “enfrentan las niñas durante este tiempo” y les impiden culminar su educación, resaltó Alarcón.

“Hemos visto los distintos problemas y hemos tratado de invertir en acceso en educación sin analizar otros aspectos”, añadió.

Indicó, por ejemplo, que “si un embarazo a temprana edad afecta a la educación hay que invertir en salud reproductiva” o en caso de que sufra violencia de género “hay que invertir en políticas públicas que prevengan esa violencia”.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señalan que unas 132 millones de niñas en todo el mundo no están escolarizadas.

Esto incluye a casi 100 millones en edad de asistir a la escuela secundaria y más del 85 % de niñas de los países de bajos ingresos no terminan la escuela secundaria.

Además, 15 millones de niñas en edad de asistir a la escuela primaria nunca entrarán en un aula, según los datos de la Unesco.

“No es solo invertir en becas para que acaben (la secundaria), es invertir en todo (contra) esas barreras que les impiden acabar su educación”, explicó Alarcón.

¿QUÉ EXCLUYE A LAS NIÑAS DE LA ESCUELA?

La mayoría de las niñas “no consiguen culminar la educación secundaria por los embarazos a temprana edad”, señaló Alarcón.

Explicó que esas gestaciones a edades prematuras “están relacionados con el mal acceso a la salud y la falta de una educación sexual integral”, mientras que otros factores están vinculados a la “violencia sexual, por lo que toda la prevención basada en género es fundamental para garantizar su condición educativa”.

Consideró que los roles de género son una causa fundamental, pues “las van relegando a tareas del hogar no remuneradas, en sus casas se ven forzadas en las tareas de cuidado” y el matrimonio temprano.

“Aquí en la región (Latinoamérica) hay un 25 % de niñas que se casan antes de los 18 años, lo que significa 1 de cada 4”, agregó la gerente.

Destacó que entre las consecuencias de no completar los estudios de secundaria está la informalidad laboral, los trabajos con poca remuneración o la falta de la seguridad social.

“Cuando abordamos la informalidad laboral de las mujeres mucho se debe a un embarazo a temprana edad: una joven quiere trabajar y no tiene un sistema de cuidado que le permita dejar a su bebé en un lugar seguro y trabaja (entonces) con el bebé en brazos”, explicó.

“Si invertimos (en ellas) estamos contribuyendo a que en un futuro puedan incorporarse a una fuerza laboral en igualdad de condiciones, en trabajos formales”, remarcó Alarcón, que recomienda emprender estas acciones “desde la primera adolescencia, a los 10 años” para “no llegar tarde”.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/invertir-en-que-ninas-acaben-la-educacion-secundaria-aumenta-el-pib-un-10/

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Pedir para la calaverita

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

“Pedir para la calaverita”, consistía –al menos en la Ciudad de México- en solicitar dinero a las personas adultas o jóvenes en la calle (no necesariamente en las casas); lo hacíamos así los niños y niñas durante los años 60´s y 70´s, con una cajita de cartón, a la cual le poníamos una cara a base de tijeretazos (con dientes picudos), y una vela encendida adentro. Era muy divertido pedir para la calaverita y obtener unas cuantas monedas. No había calabazas ni disfraces.

Quizá el origen de esta tradición tenía que ver con la petición que hacían las personas, antiguamente, con sus muertos, para poder enterrarlos con dignidad y los honores correspondientes. Había entonces actitudes de solidaridad hacia los deudos del difunto, tal como sucede ahora. En términos coloquiales, podría decir que “pedir ´para la calaverita” era una tradición popular en la cual se solicitaba una cooperación para los gastos que representaba el funeral. La otra versión sobre el origen de esta práctica de “pedir…”, era el hecho de conseguir algún recurso económico para montar el altar de muertos. Al final de cuentas, la calaverita era la figura central, simbólica y representativa de esta práctica social, que se hacía los días 1 y 2 de noviembre.

En realidad, la entrega de dulces a los niños y niñas, de casa en casa, es una tradición anglosajona, que se ha introducido en nuestras naciones iberoamericanas en un tiempo relativamente reciente. Lo digo así porque esto sucede no sólo en América Latina, sino que también en España, donde existe esta combinación de lo extranjero con lo local. Quizá en nuestro país tendrán unos 35 a 40 años estas jóvenes prácticas combinadas. En esta novedosa costumbre (aquí, porque en otras naciones es añeja), los niños visitan a las casas de los vecinos con disfraces y con calabacitas. También pronuncian la frase “travesura o dulce”. Bendita globalización, dirían los vendedores de caramelos, disfraces de brujas y calabazas. Dicha práctica del “Halloween” y la noche de las brujas, se ha adoptado en nuestra cultura, incluso, con una fecha diferente: desde la noche del 31 de octubre.

La mezcla de culturas y el sincretismo en las costumbres sociales han dado lugar a las prácticas actuales donde la calabaza anglosajona convive con la calaverita de azúcar; donde las brujas se aparecen junto con las catrinas. Sin embargo, hoy, y desde hace algunos años, en México se ha expresado una vigorosa resistencia cultural: El rescate de nuestra cultura (resultado de la mezcla de tradiciones de los pueblos originarios con los hábitos o prácticas religiosas impuestos durante la colonia), ha reivindicado a las calaveras pintadas en el rostro, a la colocación de altares en casas, escuelas y plazas públicas, y se ha retomado la práctica de vestirse como las catrinas de Posada. Regresamos al consumo del pan de muerto, el dulce de calabaza, o la calaverita de azúcar, y a la hechura y lectura de calaveritas literarias.

Lo que dice la tía Google:

Esto encontré en internet: “Exportar (e importar) tradiciones extranjeras es algo positivo, puesto que nos permite conocer tradiciones diferentes y disfrutar de festejos que por otro lado quizás no conoceríamos. Y en este contexto, Halloween se lleva las palmas. Cualquier excusa es buena para disfrazarse y hacer acopio de dulces y chucherías, y si no que se lo digan a los más pequeños. Aunque la tendencia apunta a que cada vez usamos más anglicismos en nuestro día a día, tenemos por costumbre castellanizar algunas palabras, y eso es justo lo que hemos hecho con una de las expresiones más reconocidas de Halloween: “trick-or-treat”. ¿Pero cuál es el significado real de esta expresión? En España se ha traducido como ‘truco o trato’, pero no se acaba de ajustar al sentido literal”.

Trato de conectar esta cuestión tangible de nuestra realidad socio cultural (con énfasis en la resistencia y la reivindicación de nuestras tradiciones) con la situación educativa actual en medio de la pandemia. Como dice la canción de Maná: “¿Dónde jugarán los niños?”. Me pregunto, entre otros temas: ¿Cómo se “pedirá para la calaverita” en tiempos de crisis sanitaria? ¿Por Zoom; a través de Meet; por Google Classroom?

Las niñas y los niños colocados detrás de una pantalla para mostrar, en sesión virtual, cómo diseñaron e instalaron sus máscaras para la noche del “Halloween” o del día de Muertos. Tendremos registro de las y los jóvenes que organizan fiestas a distancia e intercambian algunas producciones literarias en forma de calaveritas rimadas.

No cabe duda que la reconstrucción o la reinvención cultural es un movimiento que no tiene freno y que transcurre en forma compleja, paralela, no lineal. “Pedir para la calaverita” también era una práctica de socialización, necesaria, que no se enseñaba en las escuelas, sino que se desarrollaba en las calles. Lamentablemente, en la coyuntura actual, en que imperará el confinamiento voluntario junto con el obligatorio, por motivos de salud pública, surgen más preguntas: ¿Cómo se podrá rescatar y reconocer el valor pedagógico de las prácticas callejeras? ¿En qué momento inició la pérdida de nuestras tradiciones locales y cómo serán reivindicadas éstas en medio de las limitaciones (impuestas por la pandemia) a la socialización y a la convivencia directa, presencial, entre nuestras niñas, niños y jóvenes? ¿Cuánto durará este encierro que silencia nuestras necesidades de contacto social no mediatizado?

Espero que, al menos, el momento en que las niñas, los niños y l@s jóvenes “pidan para su calaverita” o “soliciten su Halloween” por internet, a través de tarjetas de crédito o débito, no llegue pronto.


Publicado en SDPnoticias

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