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Panamá: Rezagos en educación y consumo responsable

Rezagos en educación y consumo responsable

Panamá retrocede en unos indicadores y se mantiene estancado en otros relacionados con la agenda internacional para poner fin a la pobreza y proteger el planeta, con metas específicas para 2030, conocida como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En ese contexto, el Centro de los ODS para América Latina y el Caribe publicó esta semana el Índice ODS 2021 para América Latina y el Caribe, el cual analiza los avances de esta agenda.

Los resultados revelan que el progreso de la región ha sido “reducido” y se encuentran retos importantes en la totalidad de los indicadores debido a la pandemia de la covid-19. De hecho, muchos de los ODS vieron un fuerte retroceso durante los años 2020 y 2021.

En el caso de Panamá, se ubica en la posición 16 de los 23 países de América Latina en cuanto al cumplimiento de los ODS y salió mal parado en los objetivos 4 y sobre “educación de calidad” y “producción y consumo responsable”, respectivamente.

Ya un anterior informe había reportado rezagos en materia educativa en Panamá y los especialistas en el tema no tienen duda que el cierre de casi dos años de los centros escolares (principalmente los del sector oficial) guarda una relación estrecha con ese escenario.

Panamá cerró sus escuelas en marzo de 2020, cuando se proclamó la pandemia de la covid-19, y las volvió a abrir por completo en marzo de 2022, aunque a partir de junio de 2021 se impartieron clases de forma semipresencial en algunos centros escolares. Junto a Venezuela, fueron los dos países de la región que más tiempo mantuvieron las escuelas cerradas. El retroceso en los aprendizajes causado por la pandemia se agravó con el paro de labores decretado por los gremios docentes en julio pasado.

En su momento, especialistas como Aida Alfaro, directora de la Fundación para la Promoción de la Excelencia Educativa, hicieron un llamado a no seguir perdiendo clases, porque está “en riesgo” el futuro de los jóvenes y el país.

El Ministerio de Educación plantea que cualquier mejoría del sistema educativo, luego de la pandemia, debe pasar por colocar la recuperación académica en lo más alto de la agenda pública, reintegrar a todos los niños y niñas que han abandonado la escuela y recuperar el aprendizaje de calidad en las aulas.

Producción y consumo

En cuanto al ODS sobre producción y consumo responsable, el informe apunta a temas como los residuos electrónicos generados o los residuos sólidos municipales, así como a la huella material de la población.

Actualmente, hay una crisis en la disposición y recolección de los desechos en el país. Ambientalistas como Susana Serracín, de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, señalan que el manejo de los desechos en Panamá es un problema de salud pública.

 

Fuente de la Información: https://noticias24pty.com/rezagos-en-educacion-y-consumo-responsable/

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Sudáfrica: Conferencia mundial busca liberar a millones de niños del trabajo infantil

Conferencia mundial busca liberar a millones de niños del trabajo infantil

Joyce Chimbi

Fuentes: IPS [Imagen: Un niño sostiene un dibujo que representa la violencia doméstica, en el Centro para el Empoderamiento de la Juventud y la Educación Cívica de Lilongüe, la capital de Malawi, que se asoció con la OIT para apoyar el plan de acción nacional de combate al trabajo infantil. Foto: Marcel Crozet / OIT]

NAIROBI – Los niños que lavan la ropa en los ríos, los que mendigan en las calles, los que venden en forma ambulante, los que caminan kilómetros en busca de agua y leña, los que compiten con manos más viejas y experimentadas en la recolección de café o té, o los que trabajan como niños soldados, son imágenes familiares en el Sur en desarrollo.

Los expertos en derechos de la infancia de reiteran que la tolerancia y la normalización de los niños trabajadores, muchos de los cuales laboran en condiciones y circunstancias peligrosas, y la apatía por el fenómeno han estancado el progreso hacia la eliminación del trabajo infantil.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que son más de 160 millones  los niños y niñas que trabajan en el mundo.

Con ese telón de fondo, es que se celebra la 5 Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, que se celebrará en la ciudad de Durban, en Sudáfrica, del 15 al 20 de mayo.

Allí se estudiará cómo alcanzar una meta específica sobre el problema del 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el referido al Trabajo Decente y Crecimiento Económico.

En ese objetivo, la meta 8.7 plantea la adopción de medidas inmediatas para “asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.

En Durban también se revisarán los avances del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil que se centra precisamente en su eliminación para 2025.

La Conferencia será inaugurada por el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, quien compartirá escenario con el presidente de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, en inglés) y presidente de Malawi, Lazarus McCarthy Chakwera y el director general de la OIT, Guy Ryder. También participará en forma virtual el presidente de Argentina, Alberto Fernández.

“Hay múltiples factores que impulsan el trabajo infantil en África, y muchos de ellos están interconectados», dice Minoru Ogasawara, asesor técnico jefe de la «Acción acelerada para la eliminación del trabajo infantil en las cadenas de suministro en África» (ACCEL, en inglés), establecida dentro de la OIT.

Habla de la alta prevalencia de niños que trabajan en la agricultura, estrechamente vinculada a la pobreza y a las estrategias de supervivencia de las familias.

El rápido crecimiento de la población africana, dice Ogasawara, ha ejercido una importante presión sobre los presupuestos públicos para mantener o aumentar el nivel de los servicios necesarios para luchar contra el trabajo infantil, como la educación y la protección social.

En el caso de África se subraya que el continente está muy lejos del compromiso colectivo de acabar con todas las formas de trabajo infantil para 2025. Otra alerta es que el número de niños que trabajan en la región de África subsahariana es superior al del resto del mundo.

“De ahí el llamamiento a aumentar sustancialmente la financiación a través de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), los presupuestos nacionales y las contribuciones del sector privado dirigidas al trabajo infantil y sus causas fundamentales», observa Ogasawara.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) afirma que aproximadamente 12 % de los niños de entre 5 y 14 años trabajan, lo que supone un coste para su infancia, su educación y su futuro.

De los 160 millones de niños que trabajan en todo el mundo, más de la mitad se encuentran en el África subsahariana, y 53 millones no están escolarizados, lo que supone  28 % de entre 5 y 11 años y otro 35 % de entre 12 y 14 años, según las estimaciones mundiales más recientes sobre el trabajo infantil realizadas por OIT y Unicef.

Con este sombrío escenario, los premios Nobel de la Paz Kailash Satyarthi (de India) y Leymah Gbowee (de Liberia), así como el ex primer ministro de Suecia Stefan Löfven, intervendrán en la Conferencia, que se espera que ponga en perspectiva cómo y por qué los niños siguen sufriendo algunas de las peores y más graves formas de explotación laboral.

Entre esas formas destacan el trabajo en régimen de servidumbre, la servidumbre doméstica, los niños soldados, el tráfico de drogas y la explotación sexual comercial.

“Estoy trabajando en colaboración con otros premios Nobel y líderes mundiales. Exigimos la creación de un mecanismo internacional de protección social. Durante la pandemia de covid-19, hemos calculado que con 53 000 millones de dólares anuales se podría garantizar la protección social de todos los niños en todos los países de bajos ingresos, así como de las mujeres embarazadas”, subrayó Satyarthi, Nobel de la Paz de 2014.

Satyarthi ha estado a la vanguardia de la movilización de apoyo mundial para la erradicación del trabajo infantil, así como el derecho a la educación de los niños y a que tengan una vida libre de explotación y violencia.

“El aumento de la protección social, el acceso a una educación gratuita de calidad, la atención sanitaria, las oportunidades de trabajo decente para los adultos y los servicios básicos crean un entorno propicio que reduce la vulnerabilidad de los hogares al trabajo infantil», subraya Ogasawara por su parte.

Señala la necesidad urgente de introducir y o ampliar rápidamente la seguridad social y otras medidas de protección social adecuadas para la economía informal, como las transferencias de efectivo, la alimentación escolar, los subsidios para los costes directos de la educación y la cobertura de la atención sanitaria.

Hay que destacar, aduce el especialista africano, la necesidad de una transición de la escuela al trabajo y de «centrarse en los niños de hogares pobres, aumentar el acceso a la educación y reducir la necesidad de combinar la escuela con el trabajo entre los niños por debajo de la edad mínima para trabajar».

En ausencia de estas redes de seguridad de protección social, la OIT destaca que existe el peligro de que nueve millones de niños más engrosen las filas laborales antes de fin de año, lo que evidencia que la lucha contra el fenómeno tiene obstáculos recurrentes.

En este contexto, la Conferencia de Durban representa una oportunidad para evaluar los progresos realizados en la consecución de la meta 8.7 de los ODS, debatir sobre las buenas prácticas aplicadas por diferentes actores en todo el mundo e identificar las lagunas y las medidas urgentes necesarias para acelerar la eliminación tanto del trabajo infantil como del trabajo forzoso.

El momento es crucial, subraya la OIT, ya que solo quedan tres años para lograr el objetivo de la eliminación de todo el trabajo infantil para 2025 y solo ocho años para la eliminación del trabajo forzoso para 2030.

La Conferencia Mundial también contará con la participación activa de jóvenes supervivientes del trabajo infantil en India y países africanos. Compartirán sus relatos en primera persona y sus experiencias vividas en sintonía con el tema central del debate.

La reunión tendrá lugar en el contexto de la pandemia de covid, en medio de los temores y la preocupación de que la erradicación del trabajo infantil pierda importancia en la agenda internacional a medida que el mundo hace frente al impacto de la pandemia.

Esto podría revertir los numerosos logros alcanzados en la lucha contra el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de niños y niñas.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

T: MF / ED: EG

Fuente: https://ipsnoticias.net/2022/05/conferencia-mundial-busca-liberar-a-millones-de-ninos-del-trabajo-infantil/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/conferencia-mundial-busca-liberar-a-millones-de-ninos-del-trabajo-infantil/

 

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Education Progress The GEM Report’s new online interactive tool exploring progress made towards SDG 4

UNESCO/PrensaGem Report

El Informe Global de Monitoreo de la Educación ha lanzado una nueva herramienta interactiva en línea, el Progreso de la Educación . Disponible en siete idiomas principales, el sitio reúne datos de varios productores, en particular el Instituto de Estadística de la UNESCO, para explorar el progreso realizado hacia el ODS 4, el objetivo de educación global. Muestra el progreso realizado por cada país, así como los cuellos de botella y las prioridades políticas desde ahora hasta 2030 en cinco temas clave, que se detallan a continuación.

Lo invitamos a explorar el sitio, cuyas visualizaciones permiten a los usuarios observar diferentes países, regiones y niveles educativos para descubrir nuevas formas de pensar sobre el progreso educativo en todo el mundo .


To mark International Education Day, the Global Education Monitoring Report has launched a new online interactive tool, Education Progress. Available in seven major languages, the site brings together data from various producers, notably the UNESCO Institute for Statistics, to explore the progress made towards SDG 4, the global education goal. It shows the progress being made by each country, as well as the bottlenecks and policy priorities from now until 2030 in five key themes, covered in brief below.

We invite you to explore the site, whose visualisations enable users to look at different countries, regions and education levels to uncover new ways of thinking about education progress around the world.

accessAccess Globally, 88% of children complete primary school, 72% complete lower secondary school and 53% of youth complete upper secondary school

One of these issues includes the gravity of children who are over-age when they enroll. In Haiti and Liberia, for instance, almost one in ten of 20-year-olds are still in primary school, increasing the likelihood of further repeating grades, failing exams and eventually dropping out of school.

Using innovative and interactive data-visualisations, which can be changed by country, the site also shows the impact of population growth on out-of-school numbers. In sub-Saharan Africa, for example, the primary school-aged population has more than doubled between 1990 and 2017. As a result, even though the rate of out-of-school children has more than halved during this period, the number of children out-of-school has barely changed.

The tool also enables the comparison of trends in completion rates between counties. Out-of-school rates go in completely opposite directions from 2005 onwards for Eritrea and Ethiopia, for instance, as the two countries have chosen different paths in their investment to education.

equityEquity There has been progress globally towards gender parity in education, but still only two in three countries have achieved gender parity at the primary level, one in two at the lower secondary level and one in four at the upper secondary level.

The data also digs into the persistent inequalities in education still needing to be addressed.

It shows that there has been a move towards gender parity globally, and girls and young women in many, mostly richer, parts of the world now outnumber boys and young men in schools and universities. In tertiary education two –thirds of countries have extreme disparity at the expense of boys, a situation that is becoming worse over time.

Overall, education gaps between girls and boys are not as wide as between those in rural and urban areas, however, and between the rich and the poor. In sub-Saharan Africa, the gaps between the poorest and richest grow over the course of the education trajectory, with fewer than 10 of the poorest girls, compared to 90 of the richest for every 100 boys attending tertiary education.

learningLearning In one out of four countries in sub-Saharan Africa, more than half of students at the end of primary school achieve below the minimum proficiency level in reading.

Crucial to SDG 4, Education Progress also examines the status of learning, highlighting the importance of a focus on quality education. It shows that, worldwide, of those who completed the equivalent to a primary education, one in two were unable to read a simple sentence. This rises to eight out of ten in Central and Southern Asia and  sub-Saharan Africa.

Some countries, such as Saudi Arabia, have seen the share of students achieving minimum learning levels stagnate over time. In other countries, such as Morocco, rates increased fast enough to bring them on track of reaching the SDG 4 education target by 2030.

Adult education is examined as well. Illiteracy remains widespread in many countries, especially among women. If it is increasing at all, new data visualisations show the extent to which this is down to literate young people growing up, and not because adults are getting a second chance at an education.

In 37 countries in sub-Saharan Africa, over half of women cannot read. Progress has either stalled at very low levels as in Chad and Burkina Faso, where less than 5% can read, or been slow, as in Mozambique, which has improved from 5% to 15% over fifteen years.

qualityQuality : Globally, most teachers are trained but in sub-Saharan Africa, the percentage of trained teachers fell gradually from 84% in 2000 to 69% in 2018.

By selecting different countries, and putting regions alongside each other over time, the new visualizations clearly show the impact that the introduction of free education between 1990 and 2000 had on classroom sizes. In sub-Saharan Africa particularly, teacher recruitment clearly didn’t keep pace with enrolment and pupil-teacher-ratios increased often fairly dramatically as a result.

Aside from numbers of teachers, the site explores the share of teachers that are trained or qualified, showing that rates are high on average, globally, but falling in sub-Saharan Africa overtime.

The quality of education also relies upon having a good, safe learning environment, which includes having adequate sanitation facilities, electricity, the internet and water, and being free from violence and bullying. Yet, basic water was available in only 44% of primary schools in sub-Saharan Africa, 79% in Eastern and South-Eastern Asia, and 85% in Central and Southern Asia. In low income countries, 68% of primary and 48% of upper secondary schools do not even have electricity. One in three adolescents, frequently more boys than girls, are victims of bullying.

financeFinance: One in four countries do not meet either of the key finance benchmarks for governments outlined in the Education 2030 Framework for Action.

Lastly, but crucially, the site looks at finance, examining which donors are giving what and to whom, and how much of the bill households are having to pick up.

At present, as new visualisations show, only a tiny fraction of global education spending goes to low-income countries, where households are contributing a higher share than anywhere else. Every year, only 0.5% of all spending on education is spent in low income countries and households are covering a fifth of the cost of education.

Contrary to perceptions, donors only account for just 0.3% of total spending globally on education. This makes the spending by governments crucial. But, currently, more than one in four countries spend less than 4% of GDP and less than 15% of total government expenditure on education – the two financing benchmarks.

Donors’ contribution stagnated at the time of the financial crisis in 2009. The share they are giving to low income countries has fallen too. The site allows visitors to visualize all the main donors, seeing how much they allocate to poor countries, how much to basic education, and how much of their overall GNI they give to aid. In one of the most innovative visualisations on the site, visitors can also see just how much each of the top ten donors are giving to different education levels in different countries. This exposes the fact that some of the major donors are allocating most of their aid to post-secondary education, an indication that their funds are being spent on foreign students, rather than working towards equity and quality at the basic education level.}

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/01/24/education-progress-the-gem-reports-new-online-interactive-tool-exploring-progress-made-towards-sdg-4/

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Alemania: Universidades para apoyar al Sur Global en el logro de los ODS

Europa/Alemania/universityworldnews.com

Siete universidades alemanas recibirán fondos del ministerio de desarrollo del país para apoyar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas en África, Asia y América Latina.

El programa ‘Exceed’ ( Hochschulexzellenz in der Entwicklungszusammenarbeit o Higher Education Excellence in Development Cooperation) fue lanzado en 2009 por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania ( Bundesministerium für Wirtschaftliche Zusammenarbeit und Entwicklung o BMZ) y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) para apoyar y atraer más atención a la colaboración entre las universidades alemanas y sus socios en el Sur Global.

Las universidades elegidas para el período 2020-24 recibirán un total de € 30.8 millones (US $ 34 millones) de la BMZ.

En OH-Target, One Health Training and Research Global Network, la Universidad Ludwig Maximilian de Munich y el centro médico de la Universidad de Munich se dedicarán a la investigación con universidades asociadas en nueve países del Sur en tres continentes.

El proyecto está concebido para ayudar a mejorar las condiciones de salud en todo el mundo al comprender mejor los problemas estructurales de salud causados ​​por el entorno en el que viven las personas y al desarrollar enfoques específicos de contexto de manera holística y participativa. Impartir habilidades de investigación será uno de los elementos clave del programa.

Centrada en el ODS 17, la Red de Alianzas Globales (GPN) de la Universidad de Kassel involucra a 12 instituciones de educación superior y aproximadamente 20 organizaciones no gubernamentales que explorarán las perspectivas y las limitaciones de las alianzas globales en los campos de la cooperación al desarrollo, la economía global y el conocimiento. producción. Las áreas focales deben incluir acceso, responsabilidad y participación, así como agricultura, finanzas y energías renovables.

El programa SDG Nexus Network de la Universidad Justus Liebig de Giessen se basa en la observación de que los 17 ODS son en parte complementarios, y que existe una gama de conflictos de objetivos que podrían poner en peligro su consecución para 2030. El programa busca abordar este problema aplicando el Enfoque Nexus, que ha encontrado un uso generalizado en el proceso de los ODS y se centra en el supuesto de que los recursos ambientales están entrelazados.

La Red SDG Nexus comprende proyectos de colaboración que involucran instituciones de investigación extrauniversitarias, tomadores de decisiones e instituciones políticas, así como esquemas de educación adicional para científicos junior, que son vistos como posibles agentes de cambio.

El Centro Global de Métodos Espaciales para la Sostenibilidad Urbana (GCSMUS) es un proyecto respaldado por la Technische Universität Berlin que busca combinar métodos de investigación en ciencias sociales, transferencia e intercambio de conocimiento e implementación de resultados con la formulación y planificación de políticas urbanas para lograr un desarrollo urbano sostenible , que SDG 11 se refiere.

Los campos abordados incluyen el establecimiento de una red metodológica global a través de conferencias, la adquisición de habilidades aplicables a través de la implementación práctica empírica y talleres para llenar el vacío entre la investigación y la práctica.

Promoviendo la empleabilidad

El Centro Africano de Apoyo a las Habilidades para el Mejoramiento de la Carrera de la Universidad de Leipzig (ACCESS) está destinado a centrar los esquemas de colaboración ya existentes con sus universidades asociadas en África más en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta red se concibe como una interfaz entre las universidades del continente africano y las organizaciones asociadas de cooperación para el desarrollo en el Sur Global.

Las áreas de actividad del centro incluyen el desarrollo de capacidades para promover la empleabilidad en las instituciones de educación superior, así como la Academia de emprendimiento alemana africana ya establecida, que está diseñada para promover la educación emprendedora de vanguardia y desarrollar la cooperación con nuevas empresas y empresas en África.

La Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt se centra en un programa de trabajo social y de apoyo a las ONG en la cooperación para el desarrollo, Soziale Arbeit und Stärkung von ONG in der Entwicklungszusammenarbeit . El objetivo del programa es apoyar la capacitación y educación de los trabajadores sociales en los países de Asia Central, quienes juegan un papel clave en la prevención y el tratamiento de la drogadicción. También busca promover el intercambio académico entre universidades alemanas y asiáticas en los campos relevantes.

El Centro de Energías Sostenibles y Emprendimiento en el Sur Global, dirigido por la Universidad Técnica de Munich, está diseñado para realizar investigaciones sobre el suministro de energía y vincularlo con la educación superior a nivel internacional. La atención se centra en la última generación de mini redes como un componente de suministro de energía en los países del Sur Global. El programa también apoya el desarrollo empresarial.

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=2019121910232634

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El atrevido curso de la necesaria Agenda 2030

Por: Carmelo Marcén 

¿Qué razones hay para no empezar con valentía una rebelión educativa transformadora que acerque la escuela a los ODS?

¡No digan que no los conocen! Son nombrados por mucha gente, casi siempre en forma de deseos asociados a un futuro más o menos cercano. Nadie habla mal de ellos; en realidad muchos los citan a menudo, y poco más. Los buscan, eso dicen, los gobiernos, los ayuntamientos, las empresas; hasta salen como anuncio en varias cadenas de televisión. Se podría decir que va bien la cosa; incluso les han puesto una imagen chulísima: una corona circular con varios sectores de colores, que representan a la vida diversa, también a algo que tenemos o nos falta. Al menos eso pensamos bastante gente, algunos profesores y profesoras también. Por si en esa escuela no saben de quienes hablo, se los presento: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsados por la ONU y firmados/comprometidos por dos centenares de países. Son algo así como un deseo emocional, y a la vez una necesidad vital. Puestos a imaginar, serían algo parecido a un inmenso holograma social, tan magnífico que se puede divisar desde todo el mundo.

Pero claro, la riqueza emocional suele ser a menudo efímera, en particular si se encuentra con dificultades existenciales. Por eso, si deseamos que el mundo, mucha gente al menos, camine con los ODS en su tránsito hacia la equidad deberá hacerse todo lo posible por hacer realidad los deseos como: la progresiva eliminación de la pobreza, la mejora de la nutrición de las personas a través de alimentos más saludables porque quienes mandan ponen en primer lugar el consumo responsable y la reducción de la huella ecológica para no esquilmar la tierra; la promoción y universalización de la salud en un contexto liderado por los gobiernos y querido por las personas, que se hace visible, entre otros parámetros, en la considerable mejora de la calidad del aire y del agua; la drástica reducción de la pobreza energética, a partir del uso de energías limpias y sostenibles, tal que ayude a la ralentización/mejora de la crisis climática, y muchas más cosas. Todas las anteriores prácticas buscan la igualdad de derechos de las personas, que se fundamentan en la protección de sus vidas, en el dominio universal de la justicia ética y de la paz como medio de supervivencia. Esta debe ser la estampa visible, a medio plazo, de una buena parte de los ODS.

¿Qué pinta la escuela en todo esto? Primero decir sin ambages que este tiene que ser el curso de la preparación y primeros pasos de la Agenda 2030 escolar. Basta ya de escuelas enciclopédicas; va siendo hora de que se ocupen de enseñar la vida y para la vida. La escuela para la vida debe ser el principio rector que se imponga progresivamente a las tradicionales tendencias que se empeñan en la acumulación de los contenidos disciplinares. ¿Todavía hay gente que duda que la escuela es un laboratorio de vida y un teatro de aprendizaje sobre ella, en lo personal, social y ambiental? Los gobiernos y departamentos de Educación todavía no se han enterado; será por eso que no aspiran a eliminar los desperfectos sostenibles ni entienden que la escuela es una parte importante de la acción educadora en estos temas. Tampoco lo conciben en la educación no formal, de la que también son en parte responsables, y la informal, a la que también podrían contribuir.

Mírense nuestros gobiernos en el espejo de la vida. Verán que son necesarias reformas educativas contundentes. Los parches, más o menos verdes, en la educación formal y no formal no preparan al alumnado para desincentivar el caos en el que los humanos hemos metido a la entrópica vida natural. Hace falta algo más para que se comprometan de verdad en la tarea colectiva. Los departamentos educativos son poco dados a cambios profundos. Sin embargo, como principales responsables de la educación reglada y socializadora, crítica si quiere ser relevante, deberían impulsar una escuela que, como parte del colectivo, fundamente su trabajo diario en ejes didácticos que dinamicen la transversalidad de iniciativas ambientales y sociales: el ejercicio de la equidad, la promoción de una sociedad abierta, demócrata e integradora, o el respeto activo hacia el planeta. La educación obligatoria lo logrará si se desprende de los corsés curriculares, si se implica en una secuencia progresiva en torno a proyectos revisablesalrededor de estas temáticas. Este escenario aproximaría a la escuela a los ODS, pensados para las personas, en primer lugar, que transitan por un planeta incierto y maltrecho, en buena parte por la acción humana.

Hay que convencer al profesorado de que es parte principal en la generación de cambios éticos. Hay que hacerle ver la importancia de su trabajo como promotor de la igualdad y la equidad, como animador educativo para la acción positiva hacia el medioambiente. Para lograrlo, necesita escenarios de formación que lo conviertan en comprometido partícipe en la elaboración de la Agenda 2030 escolar. Así podrá seleccionar aquellos aspectos curriculares que favorezcan el tratamiento de los ODS, hasta que llegue el tan deseado y profundo cambio curricular. En el camino, los Proyectos Educativo y Curricular deben estructurarse en torno a unos aprendizajes basados en el conocimiento experimental de los 17 objetivos y las 169 metas de los ODS, en la consecución de aquellos que están más cerca de su ámbito competencial. Hoy el profesorado, como la educación y la escuela, no puede ser neutral. La multiforme crisis que tenemos delante exige la participación universal en su mejora.

En consecuencia, hay que pasar de la palabra a la acción, de los argumentos a los compromisos; además, urgentemente. Este sentido transformador en niños y niñas, adolescentes hacia el futuro, debe primar en el sistema educativo. Sirva de recordatorio que la buena voluntad, mostrada por muchas administraciones y derrochada en bastantes centros educativos, no basta hoy ante la situación de emergencia que tenemos planteada. Se necesita una estrategia educativa valiente –exigente, consensuada y participada– para que sea realidad un cambio de modelo de vida. El siempre pendiente Pacto Educativo debe fijarse más en la finalidad de la escuela y su relación con la vida que en su estructura organizativa; las circunstancias lo exigen y aquí no caben opciones políticas reservadas.

¿Qué razones hay para no empezar con valentía una rebelión educativa transformadora que acerque la escuela a los ODS?

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/09/27/el-atrevido-curso-de-la-necesaria-agenda-2030/

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¿Y la cooperación en educación? España a examen en Naciones Unidas

Europa/España/25 Agosto 2019/El país

Desde hace varios años no se ha avanzado en el acceso a primaria y secundaria, existe una necesidad de definir metas específicas por país

En el Foro Político de Alto Nivel que se celebra cada año en Nueva York para evaluar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), España sacó un notable suspenso en cuanto a su responsabilidad como donante en el cumplimiento del ODS 4: garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad a todos los niños y niñas en 2030.

En esta edición se revisaron seis de los 17 ODS, incluyendo el 4 por primera vez. Las proyecciones del informe de seguimiento sobre la educación, muestran cuánto nos estamos alejando del camino hacia la consecución de este objetivo. Este hecho no es solo una mala noticia para la educación, sino también para todas las personas que trabajamos en la agenda de desarrollo sostenible.

Si no alcanzamos el objetivo de educación, tampoco alcanzaremos los demás. Es ahora o nunca. Según los datos que arroja el informe, desde hace varios años no se ha avanzado en el acceso a la educación primaria y secundaria, se alerta de que solo uno de cada dos jóvenes finaliza la secundaria. Por otro lado, aunque muchos retos son universales, existe una necesidad de definir metas específicas por país, para poder así analizar si cada uno de ellos va bien encaminado. La Unión Europea ha adoptado ciertos niveles de referencia que facilitan esta labor.

Las mismas ideas fueron repetidas en la sesión dedicada a la revisión de este objetivo donde participaron líderes de educación del mundo entero: estamos ante una crisis educativa y el progreso e implementación del ODS 4 son muy lentos.

Durante las demás sesiones relativas a la educación se han puesto de manifiesto temas tan relevantes como son la importancia de la financiación de la formación pública o la preocupante criminalización de la defensa de los derechos humanos. Ambos temas cobran especial relevancia en la región de América Latina, donde Entreculturas y Fe y Alegría trabajamos.

Las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel clave en este contexto: se precisa demandar a los Estados que cumplan con sus responsabilidades fiscales asegurando una educación inclusiva y de calidad, así como promover un modelo de educación de desarrollo sostenible desde la ciudadanía global, formando al alumnado en claves de empatía y tolerancia.

El hecho de que la educación haya sido uno de los temas centrales del Foro Político de Alto Nivel nos alerta de la importancia que tiene el ODS 4, pero lamentamos que haya sido un tema ausente en la representación española. Esta ha contado, entre otros, con Cristina Gallach, Alta Comisionada para la Agenda 2030, y Juan Pablo de Laiglesia, Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe.

El comité desplazado a la sede de Naciones Unidas para la cita ha protagonizado numerosas intervenciones en sesiones oficiales y organizado eventos paralelos en torno a diversos ODS, pero hemos echado de menos una mención más explícita a su contribución en Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) destinada a educación, cifras que hoy por hoy resultan irrisorias. Esto se refleja en los Presupuestos Generales de 2019, donde la AOD total española se ha situado en 2.938 millones, un 0,23% de la Renta Nacional Bruta (RNB).

Esta es una mala noticia para la figura de España como agente internacional en la defensa del derecho a la educación en el mundo. El cumplimiento de la Agenda 2030, por su carácter global, interdependiente y multisectorial, necesita que los países asuman con valentía las responsabilidades que tienen no solo en el entorno doméstico, sino también en su dimensión de cooperación y desde la mirada de la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible. Esto pasa por incorporar en sus estrategias unos presupuestos de ayuda al desarrollo que refuercen a los países que presentan mayores brechas educativas si es que verdaderamente el Gobierno está convencido de que estos objetivos tienen una lógica local y global que interpela a la solidaridad internacional de España y a su papel en el mundo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/08/19/planeta_futuro/1566207155_913663.html

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El feminicidio es un crimen de lesa humanidad

Por: Ricardo Lagos

La violencia contra las mujeres es una profunda injusticia mundial. Es un gran obstáculo para cumplir los derechos humanos de las mujeres y niñas y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La equidad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales para garantizar un futuro mejor para todos y todas. Son valores que subyacen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. No obstante, hay una impactante desconexión entre las declaraciones realizadas por los líderes de Nueva York y Ginebra y la vida –o muerte– en las calles en mi región, particularmente en América Latina.

Mi región alberga a 14 de los 25 países con más altas tasas de feminicidio en el mundo, es decir, de mujeres o niñas asesinadas por razón de género. En América Latina y el Caribe, 12 mujeres y niñas son asesinadas cada día. Sin embargo, el 98% de los casos no llegan a proceso judicial. Estas estadísticas alarmantes deberían avergonzarnos e instarnos a exigir acciones por parte de los líderes para salvar vidas y proteger los derechos y la dignidad de las mujeres y niñas.

Los asesinatos por razón de género son la culminación de una serie de actos violentos. En general, las personas no son conscientes de la cadena de eventos que llevan al feminicidio. En América Latina, tenemos una cultura de alta tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y niñas. Se ha normalizado la violencia. Es vista como parte de la vida de las mujeres, especialmente de las que pertenecen a comunidades social y económicamente desfavorecidas con bajos niveles de educación y desarrollo.

La violencia contra las mujeres es una profunda injusticia mundial. Es un gran obstáculo para cumplir los derechos humanos de las mujeres y niñas y alcanzar los ODS. Actualmente, ningún país está en condiciones de alcanzar la equidad de género dentro del plazo estipulado, ni en el mundo desarrollado ni en los países en desarrollo. Es una conclusión devastadora acerca de nuestras prioridades globales, que demuestra que debemos hacer más.

La Iniciativa Spotlight para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas es un paso en la dirección correcta. Esta iniciativa global impulsada por la ONU y la Unión Europea apunta a erradicar el feminicidio en cinco países de la región: Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y México.

En Argentina, la Iniciativa está apoyando la creación de Redes de Adolescentes y Jóvenes por la Igualdad. Estas redes promueven métodos de prevención comunitarios que instan a los jóvenes a reflexionar sobre roles de género y masculinidad nociva, y plantean soluciones comunitarias para erradicar los feminicidios. La Iniciativa también brinda capacitación a periodistas sobre eliminación de los estereotipos de género en la cobertura de noticias sobre violencia contra las mujeres y niñas.

En Guatemala, la Iniciativa está apoyando a la sociedad civil para que abogue por la investigación de las amenazas contra los defensores de los derechos humanos de las mujeres. En El Salvador, la Iniciativa Spotlight está permitiendo el acceso a oportunidades económicas para sobrevivientes de violencia, y en México, está ayudando a garantizar que el sistema judicial tenga las herramientas correctas y los enfoques adecuados para identificar los feminicidios y llevar adelante las causas judiciales correspondientes.

Este es un avance importante, pero no es suficiente. ¿Qué podemos hacer en otros países latinoamericanos donde la violencia misógina y la discriminación continúan prevaleciendo? ¿Cómo podemos cambiar las actitudes y políticas para proteger mejor a las mujeres en todos los niveles de la sociedad? Necesitamos que los líderes tradicionales, religiosos y políticos aborden este grave abuso de los derechos humanos, así como las personalidades notables del mundo empresarial y académico que pueden tener una influencia social considerable.

Tenemos que ponerle fin a la impunidad y fortalecer el sistema judicial para investigar, enjuiciar y sancionar a los responsables e invertir en el acceso de las mujeres a los servicios de justicia. Sobre todo, debemos invertir en servicios centrados en las sobrevivientes que alienten a las mujeres y niñas a hablar y buscar apoyo si están experimentando abuso.

Cuando introduje las reformas de bienestar y protección social como presidente de Chile a inicios de la década del 2000, aprendí rápidamente que el recurso más importante para las víctimas de violencia de género era contar con refugios donde pudieran albergarse y estar seguras, lejos de sus abusadores. Garantizar que las mujeres puedan acceder a estos servicios sin correr el riesgo de empobrecimiento era un elemento crucial de dichas reformas, y continúa siendo una prioridad actualmente en toda la región. Esto significa que diferentes sectores como salud, servicios sociales, la policía y el sistema judicial deben trabajar en forma conjunta y no en silos.

Debemos invertir en prevención de la violencia contra las mujeres. Hay cada vez más evidencia global que demuestra que la prevención es posible si se asignan los recursos necesarios y hay voluntad política.

Como hombres, debemos promover representaciones positivas de lo masculino. Tenemos que darles un buen ejemplo a nuestros hijos. Esto incluye desafiar las mentalidades tóxicas machistas que promueven la aceptación de la violencia contra las mujeres, en nuestras escuelas, en los lugares de trabajo, en las instituciones religiosas y en nuestros hogares.

También es clave que apoyemos y escuchemos a las sobrevivientes y a las organizaciones y los movimientos feministas. Deben tener voz y voto a la hora de analizar estrategias, soluciones y decisiones. Es inspirador el ejemplo de Irinea Buendía, cuya hija, Mariana Lima, fue asesinada por su marido en México. La búsqueda de justicia de esta valiente madre durante seis años sentó un precedente clave en materia de procesamiento de feminicidios en México.

Son dignas de imitar las iniciativas de promoción y litigio del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio —una alianza de 49 organizaciones de derechos humanos de México— que ha mejorado la rendición de cuentas y ha aumentado el acceso a la justicia en casos de feminicidio a lo largo de México y América Latina.

El movimiento #NiUnaMenos de Argentina ha tenido un éxito notable así como los múltiples grupos de mujeres que abogan incansablemente por el empoderamiento de las mujeres y la equidad. Tenemos que hacer más para garantizar que reciban financiamiento y apoyo suficiente que les permita continuar este importante trabajo.

No podemos abordar este problema o imaginar un mundo mejor y más justo sin ellas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/08/06/planeta_futuro/1565107246_365654.html

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