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Serbia no se unirá a OTAN: No olvidaremos a niños asesinados en 1999

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dice que su país no debe unirse a la OTAN debido a los crímenes de la Alianza contra los niños yugoslavos en 1999.

“Creo que Serbia no debe unirse a la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte]. Serbia es un país libre y un país militarmente neutral, y quiere defender su propia tierra y su propio cielo”, afirmó el lunes Vucic durante un discurso pronunciado desde la ciudad serbia de Kikinda, en el marco de su campaña electoral.

El mandatario serbio consideró que su país tiene que desarrollarse, pensar en su economía, los sueldos y las jubilaciones. Dijo además que los serbios no pueden olvidar los bombardeos de la OTAN sobre la antigua Yugoslavia en 1999.

“Nuestro deber es perdonar y nuestro deber es no olvidar. No tenemos derecho a olvidarse de esto. Seremos mucho más fuertes de lo que éramos en esos días, cuando los irresponsables, los arrogantes y los presuntuosos nos bombardeaban y libraban una guerra de agresión contra nosotros y nuestro país”, agregó el jefe de Estado, al mismo tiempo que mencionó el nombre de niños y bebés asesinados en distintas regiones de Yugoslavia, como Merdare, Batajnica y Varvarin.

Es más, denunció que los medios occidentales muestran “cochecitos sin niños” en Ucrania, algo que no hicieron durante el bombardeo de la OTAN contra Yugoslavia, agregó.

El 24 de marzo al 10 de junio de 1999, la OTAN intervino en el conflicto armado, estallado en 1998 en el territorio de la antigua Yugoslavia, sin la aprobación de las Naciones Unidas. La agresión de la OTAN contra Yugoslavia duró 78 días y la alianza argumentó que la razón principal de la operación, cuyo nombre en código era ‘Fuerza Aliada’ era evitar el genocidio de los albaneses de Kosovo.

Según informa la agencia rusa de noticias TASS, citando a fuentes de la OTAN, aviones de la Alianza Atlántica realizaron 38 000 incursiones y llevaron a cabo 10 000 bombardeos, matando a entre 3500 y 4000 personas e hiriendo a unos 10 000 heridos, dos tercios de ellos civiles. Los daños materiales también ascendieron a 100 000 millones de dólares.

Durante los tres meses de bombardeos, agrega TASS, las fuerzas de la OTAN lanzaron sobre Serbia 15 toneladas de uranio empobrecido en bombas y proyectiles. Después de eso, la tasa de cáncer del país subió al primer lugar en Europa. En los primeros diez años que siguieron a los bombardeos, se diagnosticó cáncer a unas 30 000 personas y se estima que murieron entre 10 000 y 18 000.

Fuente de la información: https://www.tercerainformacion.es

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El cuento de la lechera

Por: Carolina Vásquez Araya

El sueño norteamericano de la hegemonía absoluta es una trampa mortal.

Cuenta la fábula de Samaniego cómo una lecherita construía castillos en el aire con el producto de la venta de la leche, hasta tropezar y romper la vasija que la contenía, perdiéndolo todo. Una lección de vida, pero también un ejemplo de cómo la ambición lleva al ser humano a perder la perspectiva. Enfrentado al riesgo inminente de una guerra insensata -como todas las guerras- con el objetivo primordial de expandir sus dominios geopolíticos, territoriales y acabar ¡por fin! con su más acendrado enemigo, el eje occidental, liderado por Estados Unidos, tiene al mundo en vilo.

Los detalles de esta saga brutal en cuya trayectoria, ya en estos momentos, pierden la vida y la seguridad de su hogar miles de seres humanos inocentes, se exhiben sin cesar por medio de los noticiarios y periódicos, por las redes sociales y cualquier recurso mediático capaz de mantener la atención e imprimir el tono del mensaje elaborado desde los centros de poder occidentales. La guerra es un instrumento útil y provechoso en manos de gobernantes de cualquier tendencia, de cualquier bando, cuyo fin nunca ha sido la libertad ni el bienestar de los pueblos involucrados, sino la satisfacción de sus afanes expansionistas.

Ucrania es un país rico en recursos y con una posición geográfica y estratégica que lo coloca en la mira de las potencias de ambos lados. Con más de 40 millones de habitantes y una superficie de 600 mil kilómetros cuadrados, en donde abundan los recursos minerales, es un “bocatto di cardinale” en términos de explotación, pero también un enclave fundamental para adentrarse en la esfera rusa del poder. Con la inexcusable complicidad de Europa y la OTAN como palanca para presionar los límites de la tolerancia y encender la mecha de una guerra de proporciones incalculables, Estados Unidos vuelve a demostrar una falta de sensatez capaz de hacer estallar al planeta.

Destaca, en este momento histórico, la labilidad del ejercicio periodístico. Esa facilidad de cambio -labilidad- hacia objetivos ajenos a su naturaleza y a su compromiso con la verdad. El daño que puede hacer una campaña bien orquestada de desinformación hacia grandes conglomerados humanos, carentes de recursos de comparación, es inmenso. Hoy, la población está obligada a investigar por su cuenta y ese ejercicio solo surge en pequeñas minorías, mientras las masas quedan a merced de la manipulación ideológica y de los cuentos de terror.

Mientras se observa con horror una escalada bélica cuyas consecuencias serán devastadoras para los países involucrados, pero también para todo el resto de naciones, los líderes mundiales parecen haber perdido la capacidad de raciocinio y se enfrentan en un duelo del cual no habrá vencedor. El mundo es más reducido de lo que se piensa y en caso de estallar la guerra que todos temen, no habrá ninguna posibilidad de estar indemne de sus consecuencias. Los países en desarrollo, los más vulnerables, sufrirán la ola expansiva en términos económicos, políticos y en una pérdida brutal de oportunidades de desarrollo. El costo de una guerra se refleja en un quiebre histórico cuya cauda es siempre la pobreza y la pérdida de vidas humanas. La ambición desmedida por el poder geopolítico no es excusa para detonar esa conflagración. A Estados Unidos y sus aliados ya se les ha roto la vasija antes de esta coyuntura, pero no parecen haber aprendido la lección.

La verdad en el periodismo es un bien escaso, inasible y en peligro de extinción.

Fuente de la información e imagen: www.carolinavasquezaraya.com

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¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Por: Boaventura de Sousa Santos

La respuesta a la pregunta radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos.

La soberanía de Ucrania no puede cuestionarse. La invasión de Ucrania es ilegal y debe ser condenada. La movilización de civiles decretada por el presidente de Ucrania puede considerarse un acto desesperado, pero presagia una futura guerra de guerrillas. Putin debería tener en cuenta la experiencia de Estados Unidos en Vietnam: el ejército regular de un invasor, por poderoso que sea, acabará siendo derrotado si el pueblo en armas se moviliza contra él. Todo esto augura pérdidas incalculables de vidas humanas inocentes. Apenas recuperada de la pandemia, Europa se prepara para un nuevo desafío de proporciones desconocidas. La perplejidad ante ello no podría ser mayor.

 

La pregunta es: ¿cómo y por qué hemos llegado hasta aquí? Hace treinta años Rusia (entonces la Unión Soviética) salió derrotada de la Guerra Fría, se desmembró, abrió sus puertas a la inversión occidental, desmanteló el Pacto de Varsovia (el equivalente soviético de la OTAN), los países de Europa del Este se emanciparon de la subordinación soviética y prometieron democracias liberales en una amplia zona de Europa. ¿Qué ha pasado desde entonces para que Occidente vuelva a enfrentarse ahora a Rusia? Dada la diferencia de poder entre Rusia y las potencias occidentales en 1990, la respuesta más inmediata apunta a que esto se debe a la absoluta ineptitud de los líderes occidentales para capitalizar los dividendos del colapso de la Unión Soviética. Sin duda, la ineptitud es evidente y define bien el comportamiento de la Unión Europea a lo largo de estos años. Ha sido incapaz de construir una base sólida para la seguridad europea que obviamente tendría que construirse con Rusia, y no contra Rusia, aunque solo fuera para honrar la memoria de cerca de veinticuatro millones de muertos, el precio que Rusia pagó para liberarse y liberar a Europa del yugo nazi.

 

Pero esta respuesta es insuficiente si tenemos en mente la política exterior de Estados Unidos en los últimos treinta años. Con el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos sintió que era el dueño del mundo, un mundo que finalmente era unipolar. Las potencias nucleares que podían amenazarlo fueron neutralizadas o eran amigas. Las ideas de correlación de fuerzas y de equilibrio de poderes desaparecieron de su vocabulario. Esta tranquilidad incluso llevó a algunos a predecir el fin de la OTAN por falta de propósito. Pero estaba Yugoslavia, el país que, tras el fin de la ocupación nazi en 1945, el general Tito había transformado en una federación de regiones (Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Serbia, Kosovo, Macedonia), un régimen que pretendía ser independiente tanto de la Unión Soviética como de Occidente.  Con el apoyo entusiasta de Alemania, Estados Unidos pensó que era hora de que Yugoslavia colapsara. Los graves conflictos internos y las crisis financieras de la década de 1980 se utilizaron para fomentar la división y el odio.  De ese modo, una región donde antes había florecido la convivencia interétnica e interreligiosa, se convirtió en un campo de odio. La nueva guerra de los Balcanes, a principios de la década de 1990, se convirtió así en la primera guerra en suelo europeo después de 1945. Todos los contendientes cometieron una violencia inaudita, pero para Occidente los villanos fueron solo los serbios, todos los demás pueblos eran heroicos nacionalistas. Los países occidentales (Alemania a la cabeza) se apresuraron a reconocer la independencia de las nuevas repúblicas en nombre de los derechos humanos y la protección de las minorías. En 1991, Kosovo exigió en referéndum su independencia de Serbia y ocho años más tarde la OTAN bombardeó Belgrado para imponer la voluntad de los kosovares.

 

¿Cuál es la diferencia entre Kosovo y Donbass, donde las repúblicas étnicamente rusas celebraron referéndums en los que se pronunciaron a favor de la independencia? Ninguna, excepto que Kosovo fue apoyado por la OTAN y las repúblicas de Donbass son apoyadas por Rusia. Los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 preveían la gran autonomía de estas regiones. Ucrania se negó a cumplirlos. Por lo tanto, tales acuerdos fueron rotos mucho antes de que Putin hiciera lo mismo. ¿Cuál es la diferencia entre la amenaza a su seguridad que siente Rusia ante el avance de la OTAN y la “crisis de los misiles” de 1962, cuando los soviéticos intentaron instalar misiles en Cuba y Estados Unidos, amenazado en su seguridad, prometió defenderse con todos los medios, incluida la guerra nuclear?

 

La respuesta a la pregunta de cómo y por qué hemos llegado hasta aquí radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos. Cuando terminó la primera Guerra Fría, China estaba creciendo, con el apoyo entusiasta de las empresas estadounidenses en busca de salarios bajos. Así germinó el nuevo rival estadounidense, y con él la nueva guerra fría en la que estamos entrando, potencialmente más grave que la anterior. Apostados en no reconocer su declive, desde la caótica salida de Afganistán hasta el mediocre desempeño en la pandemia, Estados Unidos insiste en las escapadas hacia adelante, y en esa estrategia pretende arrastrar a Europa. Esta pagará una factura alta por lo que está pasando. La más alta de todas recaerá sobre Alemania, motor de la economía europea y único competidor verdadero de Estados Unidos. Es fácil concluir quién se beneficiará de la crisis que se avecina, y no me refiero solo a quién suministrará el petróleo y el gas. A su vez, el intento de aislar a Rusia, especialmente a partir de 2014, se dirige sobre todo a China. Será otro error estratégico pensar que de esa manera se debilita a China. China acaba de declarar que no hay comparación posible entre Ucrania y Taiwán porque, para ella, Taiwán es territorio chino. La implicación es clara: para China, Ucrania no es territorio ruso. Pero pensar que se está creando una división entre China y Rusia es puro autoengaño.

 

No tengo ninguna duda de que un mundo multipolar regido por reglas de convivencia pacífica entre las grandes potencias es mejor que un mundo dominado exclusivamente por un solo país, porque si eso llega a suceder, será a costa de mucho sufrimiento humano. La invasión de Ucrania es inaceptable. Lo que no se puede decir es que no fue provocada. Rusia, como gran potencia que es, no debió dejarse provocar. ¿Será que la invasión de Ucrania es más una muestra de debilidad que de fuerza? Los tiempos venideros lo dirán.

 

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

 

– Boaventura de Sousa Santos, académico portugués, es catedrático de la Facultad de Economía y Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo.

 

Fuente de la información: https://www.other-news

Imagen:  alainet

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El cerebro como campo de batalla

¿Qué hay de nuevo, doc?

Dicen en la OTAN que en esta guerra “nueva”, además de manipular pensamientos, se manipulará el modo de producirlos. ¡Por nuestro bien!. Tras esas revelaciones, atribuidas a Francois du Cluzel, entre otros, una lista larga de analistas y expertos piensa que se trata de una “nueva” fase de combate. ¿Pero es realmente nueva? Por qué llama tanto la atención la declaración del informe de la OTAN Innovation for Defence Excellence and Security (IDEaS), también conocido como Innovation Hub, que tiene su sede en Canadá, y dice: “La guerra cognitiva es una guerra ideológica que busca erosionar la confianza sobre la que ha sido construida la sociedad… La desinformación se aprovecha de las vulnerabilidades cognitivas de sus objetivos, especialmente las ansiedades o creencias que predisponen a sus objetivos a considerar como verdadera toda clase de información falsa. Todo ello requiere que el agresor posea un vasto conocimiento de las dinámicas sociopolíticas de su enemigo, al igual que saber cuándo y cómo atacar con tal de explotar las vulnerabilidades de su oponente”. Lo único “nuevo” es su cuota de cinismo y ni con mucho se acerca a los clásicos de este género en agencias de publicidad, o de propaganda burgueses. Aquí el esperpento de la OTAN: https://www.canada.ca/en/department-national-defence/campaigns/fall-2021-nato-innovation-challenge.html

Estos “genios” dicen que usarán, combinadas, ciertas “armas” con capacidades no cinéticas y cibernéticas para manipular la información, la psicología y los vínculos sociales. Dicen que así ganarán todas las luchas sin necesidad de “interacción física”. De paso es más barato, pensarán relamiéndose. Insisten en que es un nuevo tipo de guerra que se vale de la “opinión pública” como arma para desestabilizar una nación. Anhelan abarcar mucho mediante muy poco, llevando su lógica productivista al extremo de realizar el sueño imperial: dominar mucho pero con costos cero. Dicen que eso lo lograrán si influyen no sólo en el pensamiento sino en el modo de producirlo. Los “targets” son poblaciones enteras y también individuos, comunidades u organizaciones incómodas. Anhelan con su novedad bélica sembrar modos del pensar, el pensamientos, el sentir y el actuar capaces de modificar la realidad material.

Dicen que es una manera distinta de actuar, que no son los métodos tradicionales de guerra, para controlar a la población, porque esta novísima versión de guerra busca controlar cómo piensa y actúa una población ante acontecimientos específicos. Es una guerra para atacar los sistemas de información/influencia y para alcanzar a dominar al adversario mediante un ataque directo a su sistema nervioso. Esto se parece mucho a la desesperación vocinglera de los vendedores de “Control Social”, empeñados en enamorar inversionistas burgueses para experimentar anhelos de manipulación “in extremo”. Pero a bajo costo y casi invisible, los responsables se notan menos.

Suena a “paraíso de la alienación” y suena a lo ya visto hasta el hartazgo. No es suficiente que el cliente compre compulsivamente los productos monopolizados por un solo dueño, hace falta que crea que es lo mejor que pudo pasarle y además consuma con la necesidad del vendedor antes que con la razón de su bolsillo. Incluso que maneje, por sí mismo, la “caja registradora” que le cobra las mercancías super inflacionarias. Que crea que la violencia de los supermercados burgueses es un paraíso del progreso; que está muy bien que vendan caro; que es necesaria la vigilancia para que nadie le robe al capital ni un céntimo. Que debemos ser agradecidos y fieles a las marcas, que el crédito siempre es una dádiva generosa… que cumplir con las deudas (usureras) es honrar la vida. ¿Qué hay de nuevo?

Han ametrallado inclementemente a los pueblos con guerras psicológicas para convencerlos y convencernos de que bombardear a Hiroshima y Nagasaki, Irak, Afganistán… estuvo rete bien, que lo hicieron para democratizarlos, traerles el “bienestar” norteamericano y acompañar su desarrollo “feliz” como buenos hermanos. Así aceptamos el hambre del mundo, la miseria, el hurto, la exclusión y la expulsión de pueblos enteros. Así aceptamos que un puñado de millonarios posean las riquezas de la inmensa mayoría de los seres humanos. Así aceptamos al capitalismo con sus horrores bélicos, financieros y mediáticos. Así nos tragamos este “pastel de carne humana”, ametrallada y miserabilizada, como si fuese la gran fiesta del “progreso”. El fin de la historia. La Guerra Cognitiva está en marcha desde hace mucho tiempo. No nos duerman.

No nos digan que manipular los modos y medios de producción del pensamiento es una “novedad bélica” ideada por la OTAN. No nos digan que, con eso, pretenden eclipsar siglos de manipulación ideológica que ya hemos padecido hasta la náusea. No nos digan que es “nueva” la vieja receta de infiltrarse en las cabezas, sembrar estereotipos mentales y fabricar conductas cliché. No nos digan que sus genios mercenarios han aparecido en la mesa de las novedades científicas con una mercancía ideológica inédita, perfeccionada, para fabricar esclavos de conciencia y serviles a su propia destrucción, mientras defienden rentablemente al amo. No nos vendan como “nueva” la estulticia rancia de la burguesía imperial. A otro perro con ese hueso. Ni las más asustadas de las burguesías se tragan semejante historia, aún siendo compradoras compulsivas de baratijas represivas. La OTAN vende “pescado podrido”.

Facebook, Google, Amazon, Microsoft y otros, usan y abusan de los datos personales para la elaboración de perfiles individuales y así anticipar el comportamiento mientras van manipulándolo. ¿Qué son si no, las compras en Amazon? Ese es un problema estratégico. Esa economía política del comportamiento burgués, subordina los métodos de la investigación psicológica a los modelos económicos y con ello crea modelos más precisos para el modo de producción y las relaciones de producción capitalistas. Incluyendo al pensamiento y a las conductas. Su guerra fusiona a la psicología con la cibernética bajo el reino de su economía.

Ellos persiguen el esclarecimiento de los mecanismos que hacen posible al pensamiento, (lo que ellos entienden e imponen como pensamiento). Su ciberpsicología es una amasijo de mercenarios vendiendo conocimiento al mejor postor. Tomarán por asalto la semántica y fabricarán palabrejas nuevas y conceptos de secta, para adornar (y esconder los efectos visibles) sus “nuevas teorías” de la interacción entre seres humanos y las máquinas que ellos fabrican. Pero no es la conciencia lo que determina la realidad sino la realidad objetiva la que determina a la conciencia. Les llevamos años de avance científico en eso. Pero no lo aprovechamos para unirnos.

Su prototipo novísimo de seres humanos, apunta a crear una “psicología” de la subordinación productiva y barata, basada en la relación con las máquinas. Trabajan para desarrollar, además, una psicología de las máquinas, con software esclavista, lleno de inteligencia artificial mercantil y de los robots híbridos, ebrios de monopolio imperial. Dicen estar trabajando en una “ciberpsicología” que es un campo de guerra, científico y complejo, que abarca todos las formas de sometimiento de masas con fenómenos psicológicos manipulados con tecnológicamente. La guerra ciber-psicológica que anuncian pergeña la forma en que los humanos y las máquinas serán una sola entidad productiva feliz, mansa y auto reprimida. A bajo costo. Mientras nosotros seguimos sin meter en agenda seria, el problema de la Información, la Comunicación y la Cultura. Las cosas por su nombre.

Si la OTAN gasta fortunas en esas payasadas publicitarias de guerra, basadas en “avances científicos”, nosotros debemos responder con la organización de una Revolución Semiótica. El escenario vuelve a darse con más y peores amenazas, esta vez cínicas en extremo. Especialmente usando una tecnología que no llega a todos en un planeta de inequidad y analfabetismo tecnológico. Un mundo en el que los monopolios cierran toda posibilidad de igualdad instrumental, sin hablar de la complejidad cultural asimétrica de todo el planeta.

¿Qué hay de nuevo? Se olvidan de que los pueblos desarrollan capacidades de defensa consciente, con organización y lucha revolucionaria. Se trata de una guerra (OTAN dixit), entendámoslo correctamente, y en esos términos también los pueblos deben luchar y defenderse con sus herramientas semióticas, históricas y actualizadas. No caigamos en la emboscada de que ellos todo lo pueden. La última palabra será dicha por los pueblos que se organicen y consoliden su dirección revolucionaria. Nosotros no seremos cómplices bobos difundiendo el plan publicitario de la OTAN para que venda mejor su novísima canallada. No seremos tontos útiles propagandistas de la “genialidad” perversa de manipular pensamientos y modos de producirlos. No serviremos al plan de manipulación implícito en tomar en serio las emboscadas científico-publicitarias de la OTAN. Nosotros diremos que lo único nuevo es la lucha que construye un mundo sin capitalismo.

El cerebro como campo de batalla

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Libertad a los presos y presas politícos del HDP en Turquía

Por: Sendaguevarista

¡NO AL SILENCIO DE OCCIDENTE!

Nuevamente llega información del movimiento de liberación de los pueblos de Kurdistán sobre los atropellos del Estado Turco. El Presidente Recep Tayyip Erdogan  ha detenido en Turquía  82 destacados miembros del partido  HDP (Partido Democrático de los Pueblos) que está integrado principalmente por Kurdos, pero que contiene también a representaciones de los pueblos armenios, asirios, turcomanos. Todo una coalición de pueblos que sufre la persecución del régimen ultra-nacionalista de la coalición Gobernante el AKP-MHP.

Según informan los portavoces, Feleknas Uca y Hişyar Özsoy, de asuntos exteriores del HDP:

“El fiscal jefe de Ankara emitió órdenes de arresto contra 82 personas más. Hasta ahora, muchos de los que figuran en la lista han sido arrestados por su “rol” en las protestas por Kobane en Turquía sucedidas del 6 al 8 de octubre de 2014. El ex diputado y co-alcalde de Kars, Ayhan Bilgen, los exdiputados, la Sra. Ayla Akat Ata, el Sr. Sırrı Süreyya Önder, el Sr. Nazmi Gur, la Sra. Emine Ayna, la Sra. Beyza Ustun, el Sr. Altan Tan, el ex portavoz del partido Sr. Günay Kubilay, y el miembro de la Junta Ejecutiva Central del HDP, Alp Altınörs, se encuentran entre los detenidos. Estas personas eran entonces miembros de la Junta Ejecutiva Central del HDP. Los ex co-presidentes, el Sr. Selahattin Demirtaş y la Sra. Figen Yüksekdağ, también han sido arrestados por el caso de las protestas de Kobane.”

Aquellas movilizaciones y protestas tuvieron lugar del 6 al 8 de octubre de 2014 contra los ataques a la ciudad de Kobane en el norte de Siria por parte del ISIS, y la inacción del gobierno turco ante una inminente masacre. El ISIS (Estado Islámico de Siria e Irak) son conocidas por sus ideas conservadoras y reaccionarias, su accionar fascista y sus campañas de exterminio de minorías y pueblos que se opongan a su régimen en aquella región.

Por tanto creemos que esta nueva persecución es la continuidad de una campaña de genocidio y silenciamiento político de un gobierno facistoide que tiene el apoyo del capital transnacional y Estados Occidentales como EEUU y gran parte de la Unión Europea. No es secreto que en Turquía opera la mayor base aérea de la OTAN por la que recibe el Estado Turco miles de millones de dólares por el alquiler y otros tantos favores por aquella instalación de avanzada en oriente, ante las diputas por intereses geopoliticos contra otros estados nación como Irán, Rusia y la República Popular China. A pesar de aquellos intereses comunes, también en los últimos tiempos Erdogan ha logrado acercar posiciones con el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin. Avanzando en acuerdos oportunistas mutuos, para las burguesías de sus países, para evitar el apoyo a la Revolución en el Norte y Este de Siria, y en el caso de Rusia disputar influencia con el Gobierno Turco frente a los Estados que conforman la OTAN.

No podemos permanecer imparciales ante lo que es un atropello de pueblos y sus fuerzas políticas que luchan por lo mismo que los pueblos de nuestra américa. El derecho de autodeterminación por la libertad, la justicia y la dignidad para todos y todas los oprimidos y oprimidas por el imperialismo es un derecho inalienable que debemos defender sin tapujos. Los pueblos del Kurdistán, separados en 4 estados nación  por las disputas y repartijas  de las naciones imperialistas a principios del siglo XX, resisten el negacionismo de sus culturas y sus derechos como muchos pueblos originarios a ancho y largo del planeta. Por ello también al denunciar los nuevos hechos del régimen Turco es una manera también de visibilizar una lucha mundial y que la revolución de Rojava, y sus gobiernos autónomos del Norte y Este de Siria, son un ejemplo para todas esas luchas y que se intenta silenciar y ocultar con estas persecuciones que se suceden en Turquía.

Manifestamos todo nuestro apoyo a la causa del HDP y exigimos al Gobierno Turco y a la Comunidad internacional su inmediata liberación de todas y todos los presos políticos.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/libertad-a-los-presos-y-presas-politicos-del-hdp-en-turquia/

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Afganistán: Niñas se disfrazan de niños para poder estudiar

Redacción: Plumas Atómicas

La educación para las niñas sigue siendo un área restringida y empeora cada año.

En Afganistán, las niñas se disfrazan de niño para poder ir a estudiar. Esta tradición conocida como “Bacha Posh”, es la forma que las pequeñas han encontrado para acceder a la educación.

De acuerdo con información de El Mundoa pesar de 15 años de intervención internacional por parte de la ONU, OTAN y la comunidad mundial de habilitar la educación para las niñas en Afganistán , éstas siguen vistiéndose de niños para poder estudiar.

Afganistán: niñas se disfrazan de niños para poder estudiar.

Una estadística publicada por el gobierno afgano indica que “de las 13 mil estudiantes femeninas entre 1 y 15 años, matriculadas para el curso de 2016 en los grados 8 y 9, sólo 650 consiguieron graduarse”.

Abdul Qadir, director del Sistema Educativo Provincial en Kandahar, consideró que estas cifra es un poco mejor que la del año pasado pero podría ser un síntoma de que aquel tiempo en que las mujeres perdían la vida por querer estudiar o hacerlo en secreto, está volviendo a ser una realidad.

Esto, porque aunque en Afganistán existe una tradición conocida como “Bacha Posh” que consiste en dejar que las niñas vistan como hombres para poder estudiar y hasta trabajar o tener algunas libertades como los varones recientemente, esas situaciones se están complicando.

Afganistán: niñas se disfrazan de niños para poder estudiar.

El gobierno afgano, que ha recibido millones de dólares para mejoras educativas, ha señalado que estas dificultades para que las niñas estudien y los recientes ataques a escuelas para niñas, les recuerdan los tiempos en que los talibán gobernaban y no existía ni una pizca de igualdad en géneros.

Por su parte, Qadir también lamentó que pocas niñas de las 79 mil que hay inscritas a escuelas, tengan posibilidades de graduarse, pues las que no lo logre, dependerán de sus maridos o familiares para subsistir.

Afganistán: niñas se disfrazan de niños para poder estudiar.

Afganistán: niñas se disfrazan de niños para poder estudiar. (Imagen: Aristegui Noticias)

“A muchas niñas sus familias no las dejan ir a la escuelas por miedo a las malas palabras que la gente pueda decir de ellas”, comentó Roqya, una niña inscrita a la escuela en Kandahar.

Otras niñas refirieron que entre los motivos que las hacen renunciar a ir a la escuela, está que son acosadas todo el tiempo durante su camino a clases, el cual es largo, pues muchas de ellas “tienen que andar kilómetros para llegar a la escuela”.

Una representante de Asociación Revolucionaria para Mujeres en Afganistán (RAWA), indicó que “la situación de la mujer en dicho país es catastrófica” pues la violencia contra ellas crece a niveles alarmantes. Señaló que las mujeres y niñas de Afganistán son víctimas de violencia doméstica, abuso sexual, asesinato, violaciones en grupo, crímenes de honor y matrimonio forzado.

Fuente: https://plumasatomicas.com/noticias/internacional/afganistan-ninas-disfraz-ninos-estudiar

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Vladímir Putin llega a los libros de texto de las escuelas de Rusia

Europa/ Rusia/ 18.11.2019/ Fuente: www.marca.com.

Desde su ascenso al poder en 1999 hasta la anexión de Crimea en 2014. La gestión de Vladímir Putin como presidente de Rusia ha llegado a los libros de texto, donde no hay atisbo alguno de crítica y apenas se mencionan las protestas contra el Kremlin o la matanza de la escuela de Beslán. «Se mantenía la amenaza de desintegración del Estado unificado…, era necesaria una revisión de toda la estrategia de desarrollo del país», señala la introducción a la ‘Vida política en Rusia a comienzos del siglo XXI’. El libro de historia de Rusia aborda en detalle los dos primeros mandatos de Putin, cuyos mayores logros serían la estabilidad política, la recuperación económica y la normalización en Chechenia.

El texto va acompañado de fotos del actual presidente ruso y un mapa en el que la antaño península ucraniana de Crimea figura ahora como parte de la Federación Rusa.La lectura de la lección 49 del libro para los estudiantes del décimo curso, el penúltimo de la educación secundaria, arranca con una descripción del desolador panorama de Rusia a finales del siglo XX: una economía en ruinas y un Cáucaso a punto de explotar. Entonces, el primer presidente ruso, Boris Yeltsin, elige a Putin como su sucesor. Después de unos pocos datos biográficos, el texto relata el fulgurante aumento de la popularidad del nuevo inquilino del Kremlin.

El repaso de sus primeros ocho años incluyen éxitos como el acercamiento entre Iglesia y Estado, la Segunda Guerra Chechena, el pago de la deuda externa o el nuevo himno nacional. Ni palabra del hundimiento en 2000 del submarino nuclear Kursk, donde fallecieron 118 tripulantes. Y sólo una breve referencia al secuestro por un comando checheno del teatro de Dubrovka en 2002, donde murieron 130 personas. Más llamativo es el escueto párrafo sobre la matanza en la escuela de Beslán en 2004, ya que habla de más de un millar de rehenes, pero no hace referencia a los 334 muertos, la mitad niños, y obvia las críticas a la confusa operación de rescate.

Los escolares deben aprender que la política exterior de Putin prioriza la seguridad nacional, la lucha contra el terrorismo internacional y la instauración de un orden multipolar justo y democrático. El texto denuncia como factores de inestabilidad los intentos de aislar a Rusia, la ampliación de la OTAN, la invasión de Irak y el abandono del tratado de defensa antimisiles por parte de Estados Unidos. Una foto con el que fuera presidente chino, Hu Jintao, demuestra el gigante asiático es el mayor aliado del Kremlin. La guerra ruso-georgiana por el control de Osetia del Sur, en 2008, es explicada como una victoriosa intervención militar en defensa de la población suroseta.

Las multitudinarias protestas contra el fraude electoral de 2011, las mayores desde la caída de la URSS, son descritas como manifestaciones y mítines a secas, que demostrarían «el aumento de la actividad política en la sociedad rusa». El último capítulo está dedicado a Crimea. Acompañado por una imagen de Putin, explica que al poder en Kiev llegaron «los nacionalistas», que derrocarían a Víktor Yanukóvich. Y recuerda que el referéndum de reunificación en Crimea fue respaldado por el 96,77 % de los habitantes de la península.

La guerra en el Donbás queda fuera de esta edición, aunque alude a que Kiev quiso derogar la ley que reconocía el ruso como lengua regional, lo que significaba prácticamente «la prohibición de su uso» en Ucrania. «En respuesta, en las regiones del sur y este de Ucrania la población rusohablante salió en defensa de sus derechos», señala, en alusión a la sublevación que desembocaría en una cruenta guerra entre Kiev y los separatistas prorrusos.

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