Entrevista a Nadia Fink: “A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa”

Por: Meritxell Freixas Martorell

«El feminismo es replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas», dice Nadia Fink. Para ello, junto a otras, comenzó la colección «Antiprincesas», una serie de libros infantiles sobre algunas mujeres relevantes de Latinoamérica que desde hace poco han llegado a España de manos de Akal. Frida Khalo, Violeta Parra, Juana Azurduy o Evita son algunas de las mujeres sobre las que ya han escrito. Otros referentes para otra educación.

Una niña se encuentra una perra por la calle y la bautiza como Frida “porque es niña y tiene bigote”; acaba de leer la historia de Frida Kahlo. Otra, hija de madre soltera, que dice: “Mamá, Violeta también se quedó sola con sus niños”, porque acaba de conocer la historia de la cantante chilena Violeta Parra. Son los efectos que produce en las niñas Antiprincesas, la colección que muestra las luchas de mujeres latinoamericanas y rompe con los estereotipos de género de las mujeres. Una de sus creadoras es Nadia Fink, periodista y escritora argentina, que se ha atrevido a hablar a las más pequeñas sobre la vida de otras mujeres, desde el feminismo, la perspectiva de género y en su propio lenguaje. La pintora mexicana Frida Kahlo, la artista chilena Violeta Parra o la coronela boliviana Juana Azurduy, son algunas de las protagonistas de estas historias que ponen de relieve las obras y logros de todas ellas, y dejan atrás su vida romántica o sentimental.

El proyecto es una apuesta de la editorial infantil Chirimbote y se complementa con la colección Antihéroes, pensada para deconstruir la idea clásica del superhéroe fuerte y valiente que todos los niños quieren imitar. La colección se dirige a niños y niñas de entre 6 y 12 años, pero también se está utilizando en párvulos e, incluso, para adolescentes que quieren aprender las biografías de estos personajes.

Desde hace dos meses, los cuentos están disponibles en España de la mano de la editorial Akal, de Madrid. Una propuesta para hacer llegar a los niños y niñas del otro lado del Atlántico los referentes latinoamericanos desde otra mirada, “más allá de la idea de la Pocahontas”, como dice Fink.

“Antiprincesas” nace en 2015, un momento en el que el feminismo en Argentina ya tenía mucha fuerza. ¿Cómo influyó en el impulso del proyecto?

Empezamos en enero de 2015 con Frida, que fue el primero y fue un poco previo al estallido en Argentina de #NiUnaMenos, que llegó poco después y sacó a mucha gente en la calle. Queríamos mostrar historias de mujeres contadas para niñas, que era una parte que no estaba considerada para las infancias. Empezábamos a hablar desde el periodismo y las editoriales para gente adolescente y adulta, pero dejábamos las infancias para las grandes industrias. Cuando sale “Violeta Parra” en junio de ese año fue justo cuando aparece #NiUnaMenos”, y ahí se termina de dar un impulso grande a la colección Antiprincesas.

¿Cuáles son los criterios para elegir a las mujeres protagonistas de la colección?

Pensamos que fueran latinoamericanas, ya que los cuentos que leen las niñas vienen de contextos europeos y es bueno contarles su contexto latinoamericano, sus paisajes, sus colores, sus cuerpos, sus herencias y orígenes. Otra es que fueran mujeres comunes que hicieron cosas importantes. A veces nos preguntan: «¿Son feministas o no son feministas?». Bueno la mayoría de nuestras mujeres no se decían feministas, pero hicieron mucho y aportaron por el feminismo popular que estamos viviendo ahora. También pensamos en que rotaran por todas las disciplinas: hay escritoras, cantantes, luchadoras, trabas [travestis], [activistas como] las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo… La idea era que se vieran todas las posibilidades que tenemos las mujeres.

  

Pensando en el eje de la política tradicional, ¿la selección responde a un perfil político determinado?

Desde el foco de política tradicional, podría verse que hay una mirada determinada de parte nuestra, pero para nosotros la política atraviesa lo cotidiano y nos cuesta pensarlo tan limitadamente. Si lo vemos así, es más de izquierdas. Pero, por ejemplo, partimos con Frida Kahlo, que hoy es un personaje de moda y que muchas veces está vacío de contenido. Ella es la pintora lisiada que vemos en todas las carteras y almohadas y decidimos partir del estereotipo que se genera de ella para desandar la vida de otras maneras.

¿Qué tipo de estereotipos derriban los relatos que escriben?

Básicamente, los estereotipos de género, cómo las mujeres fueron contadas en los cuentos clásicos para las infancias. Mujeres que siempre estuvieron a la espera de que las rescatasen, que vivieron siempre para su imagen, cuidando su cuerpo y vestimenta, que tuvieron que seguir una tradición familiar, que siguieron un legado que no tuvo que ver con la elección o el deseo; se peleaban entre ellas y eran muy competitivas. Queríamos desandar estos estereotipos y en vez de decir que eso estaba mal, optamos por mostrar otras mujeres haciendo otro tipo de cosas. Nos pareció una manera propositiva de enseñar a las niñas espejos más reales en los que reflejarse. En cualquier cumpleaños infantil a las niñas las disfrazan de princesas y a los niños de superhéroes, y eso genera un contexto y una forma de tener que ser que es siempre inalcanzable.

Habla de “ni princesas Disney ni Barbie”, precisamente dos hitos infantiles para muchas generaciones.

Por un lado hay el tema de la belleza focalizada sólo en lo físico, una belleza que, además, es inalcanzable. Una Barbie representa una modelo y unos estándares imposibles que tienen que ver con dedicarte todo el día al cuerpo, operarte, enfermarte o, incluso, mentir, porque después vemos que cuando sacan una foto a una modelo sin Photoshop y tiene celulitis se le viene el mundo abajo. Me llama la atención cómo se sexualiza a las niñas vestidas como princesas de Disney. Una niña de ocho años no tiene formas –es regordeta o es plana–, pero no puede caber en un vestido de princesa que, además, es un dibujito animado y que tiene dimensiones irreales. Esas cinturas que no pueden existir; o el pelo necesariamente liso, porque rizado es como si fuera la antibelleza. Tiene que ver con poder ser a partir de lo imperfectas que somos y quererse como una es. A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa. Ojalá que esto aporte y ayude para que las niñas crezcan con más cariño para sí mismas.

Tu fuiste educadora infantil. ¿Cómo se puede trasladar toda esta pedagogía con enfoque de género a las aulas infantiles?

Según las edades, hay diferentes estrategias. En las escuelas aún hay muchos modelos que desarmar. Hay cosas muy establecidas: desde las listas y las filas separadas por niños y niñas, que ya de por sí es una separación molesta, sobre todo si hablamos de personas trans; hasta los colores, los tipos de juegos y los juguetes o los espacios que ocupan en los patios, etc. Son cosas estructurales que hay que empezar a ver. Después habrá que ir desarmando lo más chiquito, como los problemas de matemáticas, que todavía hablan de que la mamá va a comprar verduras y el papá es arquitecto. Tenemos que desarmarlo con mucha minuciosidad y poniendo la mirada hacia el interior de cada docente porque todas estamos atravesadas por los machismos y por nuestras crianzas. Se trata de mirar profundamente cuánto nos pudo haber dañado ese tipo de estructura y hacer que las infancias de hoy lo vivan con más naturalidad para ser lo que cada quien quiera ser.

Ahora que estamos en época navideña, hay varias campañas y movimientos que han levantado el mensaje de los juguetes no sexistas. ¿Se ha avanzado algo en esa idea de mirar a las infancias sin tratar de imponer un rol de género desde pequeños?

Eso es un tema que se naturalizó por mucho tiempo y desde el feminismo se empezó a cambiar la mirada y el punto de vista. El feminismo es eso: replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas. Al no haber observado nunca las infancias desde posiciones más progresistas, no nos dábamos cuenta y naturalizábamos que regalar una escobita estaba bien. Sí creo que ha empeorado el tema del rosa asociado a las niñas. Hasta las cocinitas son rosas. Más allá de eso, me parece que en el momento actual vamos a por todas: se cuestionan los juguetes, las películas, los libros… Hay una corrida de este adultocentrismo que mandó durante tanto tiempo y que está sacudiéndose porque somos generaciones que criamos con más libertades, familias criadas en democracias que, necesariamente, generaron infancias más libres y más cuestionadoras.

Muchos hombres también han empezado a mirarse y a tratar de entender de qué va todo esto. Se sienten interpelados y algunos incluso ponen en cuestión determinados modelos de masculinidad.

En nuestra colección Antihéroes pensamos cómo estos estereotipos también afectan a los niños porque les piden que sean fuertes, que se preparen para ser proveedores de su hogar, cubrir las expectativas, etc. Estos circuitos perjudican a niños y niñas. Nos parecía importante plantear que en la historia de Latinoamérica hubo hombres que no eran superhéroes, que sus superpoderes pasaban por cosas más cotidianas y que, además, enfrentaron miedos, porque ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarlo. Hablamos de Cortázar, del Che Guevara, de Galeano…

 

¿Qué opina del fenómeno de Las Tesis, que desde Chile se ha expandido a nivel mundial?

Ha sido increíble, es algo muy creativo, y esa creatividad en el feminismo se está imponiendo y es lo novedoso. Romper con un ritmo tan sencillo y tan simple, explicar el patriarcado con cuatro palabras cantadas, relacionando el Estado y el capitalismo. Me parece maravilloso y, más allá de la repercusión mundial, también la que ha tenido en lugares más pequeños que han buscado cómo hacerlo y han querido participar. Todo lo que se haga para interpelar a la mayor parte de gente posible me parece genial. El feminismo entiende que las cosas hay que decirlas de todas las maneras posibles, y en eso tienen mucho que ver los feminismos populares, que no se quedan en los recintos académicos, sino que salen a interpelar a todas las personas. A veces el feminismo puede ser una palabra muy fuerte para alguien o, incluso, una palabra con connotaciones negativas, pero cuando profundizan se dan cuenta de que es una manera de salvarte la vida.

Muchas mujeres hablaban de un ejercicio reparador para ellas, lo que está directamente asociado a las violencias de todo tipo que enfrentan en su cotidianidad.

Es una reparación colectiva, que es lo que ocurre con las cosas masivas. Hay personas que para mejorar un mal día van al fútbol y gritan con mucha gente, o a un concierto. Son ese tipo de cosas colectivas que también tienen algo de exorcismo, de brujería. Pararse, poner el cuerpo, acusar y señalar colectivamente es algo a lo que el feminismo va dando cada vez mejor forma.

¿Cómo el feminismo y las nuevas generaciones tendrán que enfrentar el desafío de la ultraderecha?

Si tuviera la fórmula, me hubiera presentado como candidata [se ríe]. Creo que estamos haciendo un aporte desde cada lugar que podemos para que se empoderen las infancias y se sostengan. Estas ultraderechas tiene unos rasgos muy terribles. Más allá de ser conservadoras, son poco profundas y están atravesadas por el fundamentalismo. No digo que las ultraderechas anteriores hayan sido mejores, pero tenían una base que se podían sostener desde lugares ideológicos, filosóficos o teóricos. Ahora hay un rejunte de oportunistas, con pocos estudios y muchas oportunidades, sumado al Evangelismo que creció. Esto es un error de las izquierdas y de muchas militancias sociales, que no vieron venir lo que hacía el Evangelismo en los sectores más empobrecidos; y los grandes negocios que hay detrás de todo esto: desde la explotación de cuerpos y territorios hasta el narcotráfico. Es un combo muy difícil. Pero están creciendo una gran cantidad de infancias bien distintas y bien cuestionadoras. Por eso es tan importante el feminismo popular, el que atraviesa todos los sectores, no sólo a un sector universitario que lo puede pensar desde una teoría. En el feminismo popular cada quien se encuentra feminista dentro de su propio campo de acción.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/23/a-los-ninos-se-les-ensena-el-ego-y-las-ninas-se-les-ensena-la-culpa/

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Las otras reformas para las otras educaciones

México / 21 de julio de 2019 / Autor: Miguel Ángel Pérez / Fuente: Educación Futura

Ha iniciado el proceso de consulta para construir y acordar las leyes secundarias de la reforma educativa aprobada hace algunos meses. En dicha consulta se puede participar de manera directa en los Foros de consulta y de manera indirecta en las distintas instancias de la plataforma digital diseñada para tal efecto. En todo ello, lo que se coloca en el centro es el curso de acción que tendrá o debiera tener una reforma que pretende (al menos en sus declaraciones), superar los contenidos y los excesos en el procedimiento de la reforma anterior de Enrique Peña.

Necesitamos construir otra reforma para otra educación y de igual manera diseñar otras educaciones para darle curso de acción a una nueva reforma. Estamos entrando a un escenario de política educativa en donde aparecen los mensajes de doble vínculo o de doble moral. Por un lado se habla de abrir amplios espacios para la consulta y por el otro se hacen negociaciones en lo oscurito entre grupos de poder incluyendo al SNTE, se habla de que están abiertos los espacios para participar pero en otro lado, ya se tienen las conclusiones y los acuerdos han sido cocinados con antelación, se habla de que todas las propuestas serán tomadas en cuenta, pero por otro lado los Foros son filtrados y amañados en donde sólo hablan parcialmente las voces a modo de quienes se quiere escuchar; todo ello nos lleva a concluir que más que un dialogo es un monologo de la reforma construido desde el poder.

Cuando se habla de una nueva reforma para una mejor educación, se piensa en tres atributos básicos:

  1. Garantizar la autonomía de la escuela.
  2. Pensar en la construcción colectiva de un proyecto de escuela desde el colectivo escolar el cual deberá ser respetado y validado. Y
  3. Generar un liderazgo que facilite dichos proceso a partir de mirar hacia arriba a partir de un proceso pedagógico construido desde cada centro de trabajo.

Por otro lado cuando se habla de construir una educación para una mejor reforma, aquí me refiero a la importancia de darle cabida a los capitales pedagógicos que han sido construidos y acumulados desde la mirada crítica de muchos educadores y educadoras. El capital se sintetiza en la capacidad de proponer, de hacer y de relacionarse con los colegas para emprender proyectos comunes.

Es importante que se comiencen a gestar seminarios permanentes de estudio en torno a los temas emergentes que la reforma no ha sido capaz de atender pero que dichos seminarios como espacios de confluencia, de reflexión y de estudio, concluyan en la generación de propuestas de acción y de intervención que respondan a las problemáticas sociales y educativas del entorno.

El curso de acción de la reforma y de sus principales protagonistas se ha empeñado demasiado en cuidar las negociaciones políticas sobre manera pero ha descuidado el cuidado de la vertiente pedagógica en torno a la misma.

Es importante rescatar el saber acumulado desde la experiencia docente, como también es importante rescatar el sentir de las nuevas necesidades educativas de la sociedad.

No contamos aun con el diseño de una agenda educativa que se vincule con el diseño de políticas públicas para la acción y la formación de los nuevos agentes educativos.

La reforma educativa necesita una mejor educación, como de igual manera manera la educación en nuestro país necesita de una mejor reforma educativa. Esta dialéctica deberá pasar del círculo perverso al círculo virtuoso y aquí ya no les corresponde ni a los defensores de la 4T, ni tampoco a los líderes del SNTE ni siquiera a la CNTE con su desgastada vocación democrática. Aquí le corresponde a los y las docentes de nuestro país, de cara al compromiso social y teniendo como herramienta fundamental de trabajo la propia experiencia y la autoridad que les da, el haber sido docentes y educadoras por tantos años de trabajo.

Fuente del Artículo:

Las otras reformas para las otras educaciones

Fuente de la Imagen:

https://singularshirts.com/es/avpodcast/camiseta-otra-educacion/346-29480

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 21 de julio de 2019: hora tras hora (24×24)

21 de julio de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 21 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

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Chile: Séptima semana de paro: negociaciones entre profesores y gobierno están suspendidas

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Ventajas y desventajas de las redes sociales en educación #infografia #socialmedia #education

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Brasileños marcharán en rechazo al plan de privatización de la educación superior

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Las otras reformas para las otras educaciones

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Perú: Plantean que proceso de titulación en universidades públicas sea gratuito

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Educación virtual vs. Educación presencial: Infografía

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Informe: ¿Qué tendencias afectarán a las bibliotecas universitarias de todo el mundo en los próximos 5 años? (PDF)

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Una educación significativa y alternativa es posible

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Libro: Desarrollo psicológico y educación 1. Psicología evolutiva (PDF)

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Wilson Netto: nunca hubo tantos jóvenes pobres como hoy en el sistema educativo y educación media

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Mitos y realidades de la Educación Online (Infografía)

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¿Cualquiera puede enseñar?

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Argentina: Macri le bajó el presupuesto a Educación a la vez que aumentó el que va a Defensa y Seguridad

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Idel Vexler: “No precaricen carrera pública magisterial”

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En periodo neoliberal hubo embestida contra educación pública en México: AMLO

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El Ecuador y el Aprendizaje a lo Largo de la Vida

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Brasil busca aumentar la inversión privada en universidades

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Sistema educativo de italia #infografia #infographic #education

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España: El fracaso del plan andaluz contra el fracaso escolar

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Desconcierto para la Educación Superior Pública

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Universidades de Colombia inician campaña de prevención contra el acoso sexual

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Aprendizaje Basado en Proyectos – Un Proceso de 7 Etapas | Infografía

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España: Estudiar en la universidad pública ha subido 15 veces más que los salarios

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¿Cuáles son los beneficios de la Educación Basada en Competencias? (Infografía)

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Profesora sí, tía no (Prefacio al libro de Paulo Freire)

Ecuador / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Rosa María Torres / Fuente: Otra Educación

Cuando, en Junio de 1992, Paulo Freire me pidió escribir el prefacio para un libro suyo (un libro que – según me contaba entusiasmado – se encontraba escribiendo en esos momentos, y cuyo título en portugués sería Professora sim, tia não. Cartas a quem ousa ensinar), me sentí condecorada. No solo por tratarse de un libro de Paulo, sino por tratarse de éste en particular: un libro dirigido a los maestros – y, más específicamente, a las maestras – , no para acusarles sino para defender su identidad y legimitidad como docentes, no para lisonjearles sino para desafiarles, no para bajarles orientaciones sino para dialogar con ellos.

Que Paulo Freire escriba un libro dirigido a los maestros – no a los educadores de adultos que trabajan en la periferia del aparato escolar sino a los educadores de niños que enseñan todos los días en las aulas – y que lo hiciera en estos términos – no apuntándoles con el dedo, ni siquiera solidarizándose con ellos desde afuera, sino interpelándoles desde un «nosotros» en el que Freire se incluye – sorprenderá a muchos, seguidores y opositores. Porque muchos, en uno y otro lado, continúan viendo en Freire el símbolo de la anti-escuela (la crítica a la escuela confundida con su negación), el anti-maestro (la crítica al sistema personificada como crítica al maestro) e inclusive la anti-enseñanza (la confusión entre autoritarismo y autoridad, entre manipulación y ejercicio de la directividad que supone toda relación pedagógica).

Y es que, a menudo, como él mismo sabe y reclama, el Freire circulado en boca en boca y de cita en cita por el mundo es un Freire simplificado, formulizado, estereotipado a partir de un conjunto de nociones fijas – educación bancariaalfabetización, educación de adultosconcientizacióndiálogopalabra generadora – y virtualmente suspendido en los años 60-70, junto con sus dos primeros libros: La educación como práctica de la libertad y la Pedagogía del Oprimido. Muchos admiradores y críticos, dentro de la propia América Latina, desconocen su trayectoria durante los últimos 25 años (¡un cuarto de siglo!): su experiencia de trabajo en Europa y Africa; su reencuentro con el Brasil después del largo exilio; su gestión como Secretario de Educación del Municipio de Sao Paulo entre 1989 y 1991; su prolífica obra, siempre inacabada, traducida a múltiples idiomas y esparcida por todo el mundo; su continuo aprendizaje y su eterna disposición para dejarse sorprender por lo nuevo o lo no percibido con anterioridad.

Me alegra – decía – la posibilidad de prologar este libro no sólo por su autor sino por su interlocutor: los maestros, los grandes relegados de la globalización educativa y de las políticas educativas. En el mismo momento en que declaraciones y acuerdos nacionales e internacionales coinciden en la centralidad de la educación para el desarrollo individual y social, en la urgencia de una transformación educativa profunda que asegure no sólo cantidad sino calidad, y en el papel protagónico de los maestros en dicha transformación y en el logro de dicha calidad, la situación de los maestros ha llegado a «un punto intolerablemente bajo», según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Intolerablemente bajos y malos son los salarios, la calidad de vida, la autoestima, la valoración social, las condiciones de enseñanza, las oportunidades de formación y perfeccionamiento, el reconocimiento y la investigación del problema, y los presupuestos destinados a resolverlo para tornar mínimamente viables los ambiciosos objetivos y metas planteados en el discurso educativo de las últimas décadas. En realidad, la educación que algunos avizoran como la educación del siglo XXI – computadores y aparatos de todo tipo, modalidades a distancia, autodidactismo, enseñanza individualizada, aprendizaje programado, paquetes multimedia – tal parecería no incluir a los maestros y tener reservado para ellos, por el contrario, un proyecto de extinción.

La «cuestión docente» es, en efecto, LA cuestión por excelencia en la problemática educativa de la época. Tema-tabú del cual nadie quiere hablar, tópico que ahuyenta el análisis y el debate, asunto que no parece encajar en ninguna agenda ni presupuesto ni organigrama ni esquema clasificatorio.

Las realidades son contundentes y se expresan a escala mundial: pauperización y proletarización de los maestros, nivel educativo precario de amplios sectores del magisterio en servicio (incluyendo pobres niveles de alfabetismo y educación básica), reducción de la matrícula y bajas expectativas y motivación de los aspirantes al magisterio (ser maestro o maestra como último recurso), ausentismo marcado, abandono de la profesión, creciente incorporación de maestros empíricos o legos, pérdida de identidad y legitimidad social del oficio docente, falta de oportunidades de avance y superación personal, huelgas y paros frecuentes y prolongados, los maestros percibidos como problema (antes que como condición y recurso) y como el obstáculo principal para la renovación y el avance educativos.

También los argumentos se repiten con sorprendente homogeneidad (y son aceptados e internalizados con sorprendente facilidad): no hay dinero para incrementar los salarios; los maestros tienen de todos modos un horario holgado y trabajan poco; los incrementos salariales (y la capacitación misma) no han traído consigo los esperados mejores resultados de aprendizaje de los alumnos; la capacitación en servicio está más al alcance y rinde más que la inversión en formación inicial, aconsejándose en particular las modalidades a distancia; invertir en textos escolares (mejor si autoinstructivos, en tanto minimizan la intervención del docente) y en la capacitación de los maestros en su manejo es más seguro, barato y fácil que intentar la compleja vía de la reforma curricular o la revisión global de las políticas de selección, formación y apoyo docente; una de las maneras de reducir costos (y, eventualmente, incrementar el presupuesto destinado a mejorar las condiciones de los maestros) es aumentar el número de alumnos por aula bajo el entendido de que, desde la perspectiva de los alumnos y de sus rendimientos de aprendizaje, no hace diferencia si el grupo es numeroso o numerosísimo (da lo mismo – nos dicen los economistas del Banco Mundial – 30 que 50 u 80 alumnos en una clase).

No es éste el lugar para discutir la discutible validez de estos argumentos. Lo cierto es que crecientemente se presentan como verdades universales, científicamente fundamentadas en estudios y evaluaciones, y que es sobre estas grandes afirmaciones que vienen diseñándose las grandes políticas y estrategias educativas especialmente en los «países en desarrollo». Políticas y estrategias que portan un determinado proyecto de sociedad, de educación, de alumno y de maestro, y que es preciso desentrañar y discutir. Políticas y estrategias que hablan de protagonismoprofesionalización, autonomía docentes, pero que continúan de hecho profundizando el perfil subordinado y subvalorado del oficio docente, condenando a los maestros a la alienación y a la mediocridad, a ser ciudadanos de segunda, implementadores de currículos y textos, facilitadores de aprendizajes en cuya definición y orientación no participan ni tienen control.

Este es el contexto que hace de este pequeño libro tanto más importante y oportuno.

Cuando la confrontación entre gobiernos y organizaciones magisteriales ha llegado en muchos países a un punto crítico, cuando todos hablan sobre los maestros pero pocos parecen dispuestos a dejar que hablen ellos, alguien tiene que construir un puente para un diálogo de tú a tú, de educador a educador. Quién mejor que Paulo Freire -persona y símbolo, colega y autoridad- para hacerlo. El Freire maestro dialoga aquí con otros maestros, sin intermediarios, adoptando el lenguaje cercano e informal de la carta, compartiendo sus experiencias personales, ilustrando a través de ellas el derecho que tiene todo maestro y maestra a ser falible y a equivocarse, a ser héroe y ser humano al mismo tiempo.

Cuando lo que prima y tiende a imponerse es una visión estrecha, minimalista e inmediatista de la formación docente – capacitación, entrenamiento, manual, cursillo, taller, métodos, técnicas, recetarios, fórmulas – alguien tiene que resucitar el imperativo de una formación integral, rigurosa y exigente de los educadores; ir al rescate de su inteligencia, su creatividad y su experiencia como materia prima de su proceso educativo; recuperar la unidad entre teoría y práctica como espacio para la reflexión y el perfeccionamiento pedagógicos; volver a los temas fundantes, aquellos sin cuya comprensión y revisión caen en terreno estéril los mejores textos, los métodos y medios más modernos de enseñanza.

Las diez cartas que componen este libro corresponden a diez de esos temas, temas que han acompañado de manera permanente y recurrente la trayectoria, la obra y la búsqueda de Freire: las fundamentales diferencias entre enseñar y aprender, las fuentes (y la aceptación) de la inseguridad y el miedo, la opción por el magisterio, las cualidades del buen educador, el primer día de clases, la relación entre educadores y educandos, la diferencia entre hablar al educando y hablar con él, los vínculos entre identidad cultural y educación así como entre contexto concreto y contexto teórico, el tema crítico de la disciplina.

Centrados en la lucha por las reivindicaciones económicas, los maestros y sus organizaciones han dejado erosionar su propia formación y capacitación permanente como un derecho y como una condición fundamental de su ejercicio y valoración profesionales. En contraste, y en un clima general de cuestionamiento a la unilateralidad y estrechez de las reivindicaciones sindicales, los no-maestros y sus organizaciones izan la consigna de la «(re)valorización» de los maestros, despojándola hasta donde es posible de sus implicaciones económicas (valorización expresada entre otros en salarios y calidad de vida dignos) y sesgándola hacia sus determinantes sociales y afectivos (respeto, legitimidad, reconocimiento, aprecio, gratificación, auto-realización, auto-estima).

En este cruce, Paulo Freire nos ofrece una entrada diferente para tratar ambos temas – (des)profesionalización y (des)valorización – al proponernos reflexionar sobre un hecho tan trivial como significativo: el apelativo de tía que, desde hace algunos años, empezara a sustituir al de profesora o maestra en escuelas, jardines de infantes y guarderías de varios países de América Latina y, en particular, del Brasil.

Al poco tiempo de publicarse este libro en portugués, y hallándome en misión de trabajo en Brasil, me propuse sondear informalmente las percepciones acerca del tía entre directoras y profesoras de escuelas públicas que iba visitando en diversos Estados. Casi todas dijeron sentirse contentas y halagadas con el trato de tíaasociándolo a cariño y confianza por parte de sus alumnos, a mayor proximidad con los padres de familia, a ambiente escolar agradable, distendido, fluido. Mi mención de un libro de Paulo Freire en el que éste ponía en tela de juicio el apelativo tía, acusándolo de contribuir subrepticiamente a deslegitimar y desprofesionalizar el rol docente, causaba por lo general estupor. El estupor que se provoca cuando se tematiza y pone entre signos de interrogación el sentido común, la cotidianeidad, lo dado por obvio, lo que ha pasado ya a formar parte del reino de la ideología. Porque lo cierto es que la palabra tía, portadora de imágenes vinculadas al ámbito de la familia y los afectos, satisface por vías insospechadas la necesidad de la tan ansiada valorización (por parte de los alumnos, los padres, la comunidad), bloqueando la posibilidad de percibir su signo contradictorio, su efecto boomerang sobre la identidad del educador.

Esto es precisamente lo que hace del moderno tía -como del apóstol, el héroe, el jardinero, el guía, el conductor, el ejemplo, la vanguardia y tantos otros símiles con los que se ha ensalzado convencionalmente el ego docente – una trampa mortal. Esa profesora-tía que se siente apreciada y querida, está aceptando que es su sobrenombre de tía el que evoca afecto, no su nombre y su rol propios de profesora, de maestra. Aceptando la candidez de la tía -como el de apóstol o el de sembrador de semillas o el de forjador de juventudes – confunde y adormece, encandila y posterga, y no ha traido de hecho consigo ni mejores salarios ni mayor estatus ni condiciones adecuadas de trabajo ni profesionalización ni perspectiva de futuro. Porque nos recuerda que el apelativo de profesoramaestraeducadora – tiene valor y dignidad por sí mismo, y no necesita ni de símiles grandilocuentes ni de apodos ni de disfraces vergonzantes – facilitadormonitor, coordinadororganizador del aprendizajegestor pedagógico. Porque al desenmascarar a la tía y restituir a la profesora su derecho a dar y recibir afecto en tanto profesora, nos permite reconocer que el amor es parte integral de la calidad tanto del educador como de la educación.

Fuente del Artículo:

https://otra-educacion.blogspot.com/2011/10/profesora-si-tia-no-prefacio-al-libro.html?m=1

ove/mahv/293737

 

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Finlandia: Selección y formación docente

Ecuador / 13 de mayo de 2018 / Autor: Rosa María Torres / Fuente: Otra-educación

Preguntados sobre las claves de su modelo y de su desarrollo educativo, los finlandeses contestan siempre que la clave principal son los docentes y, en ese marco, su selección y su formación. Finlandia no tiene un sistema de evaluación docente y tampoco un sistema de inspección escolar – la abolieron en los 1990s – de modo que ni la evaluación ni la supervisión constituyen claves del desempeño profesional docente y de la confianza que la sociedad finlandesa deposita en sus docentes.

Los finlandeses han logrado hacer de la docencia una opción atractiva de estudio, de trabajo y de vida. No tanto por el salario sino por la relevancia social, la autonomía profesional y la satisfacción personal asociadas a ésta. Dicha autonomía supone un alto nivel profesional y una formación docente de alta calidad. Hoy en día, todo docente requiere tener una maestría, salvo quienes enseñan en educación inicial/infantil, a quienes se exige una diplomatura. Todos, incluidos los docentes de asignaturas, realizan prácticas en escuelas asociadas a las universidades que forman docentes, reciben una fuerte formación pedagógica, y formación en necesidades educativas especiales, a fin de poder asistir a estudiantes con algún tipo de dificultad. En 2016, 85% de los docentes finlandeses tenían formación en necesidades educativas especiales y 85% en educación de migrantes (Teachers and Principals in Finland 2016). Según un estudio realizado en 2014, 3 de cada 4 docentes dicen estar satisfechos y 9 de cada 100 abandonan la profesión.

Cada universidad tiene sus propias normas y métodos de selección de los postulantes a la carrera docente, una carrera exigente y por eso mismo sumamente valorada y respetada. Todos hemos leído o escuchado referencias a que es muy difícil en Finlandia ser aceptado en las facultades de educación. De cada 100 que postulan, 10, 12, 15 logran ingresar.

«En Finlandia hoy es más difícil estudiar para maestro que para abogado» decía en 2018, en Buenos Aires, Olli-Pekka Heinonen, director de la Finnish National Agency for Education (Agencia Nacional Finlandesa para la Educación), organismo dentro del Ministerio de Educación y Cultura encargado de la educación y la capacitación, la educación inicial y el desarrollo infantil, y el aprendizaje a lo largo de la vida, así como de promover la internacionalización. Este fue, de hecho, el titular elegido por Clarín para la entrevista. Aquí, el fragmento pertinente:

– ¿Cómo se forma y selecciona a los maestros?
– «Ellos tienen que aprobar una carrera en la universidad que dura 3 años. Y tienen un período en el que van a las escuelas a hacer una suerte de entrenamiento. La principal selección está a la hora de entrar a la universidad. Les toman un examen en el que miden distintas cosas, desde actitud hasta conocimientos generales y competencias socioemocionales. Muchos jóvenes quieren ingresar a la carrera, pero solo ingresa entre el 10 y el 15 por ciento de los que aplican. En Finlandia hoy es más difícil estudiar para ser maestro que para ser abogado».

Años antes, en 2012, Pasi Sahlberg, especialista finlandés, contaba en una conferencia, también en Buenos Aires, la hoy ya célebre anécdota de su sobrina Vera que aprobó los exámenes pero no logró pasar la entrevista personal que se aplica a quienes desean estudiar magisterio. Dio respuestas incorrectas – decía Sahlberg – a la pregunta de por qué quería ser maestra: primero explicó al jurado que su tío (Sahlberg) y otras personas en la familia son o han sido maestros; luego, en la repregunta, contestó que le gustan los niños. En definitiva, no pudo explicar con claridad su pasión por la enseñanza. Al año siguiente volvió a presentarse y aprobó la entrevista.

Esto explicaba Sahlberg al final de su conferencia «La formación docente en Finlandia. Reflexiones para la Argentina»:

«En los programas de formación docente queremos tener no solo personas inteligentes a quienes les ha ido bien en la escuela, que tienen fortalezas en asuntos académicos o sociales, sino personas que tienen un compromiso moral profundo con la enseñanza.

En mi universidad tuvimos 2.000 aplicantes en la primavera pasada y estamos seleccionando 120. Cada uno de esos 120 tiene un compromiso profundo con la enseñanza y está dispuesto a servir como docente de por vida. Y es esto lo que hace una gran diferencia. Si les educas a ellos en un programa de maestría, obtienes buenos maestros.

Uno de mis mensajes esta tarde aquí es que Finlandia no tiene necesariamente un programa excepcional de formación docente, pero tenemos estudiantes muy excepcionales que podemos seleccionar. Veo que muchos de ustedes se están preguntando: ¿por qué es así?, ¿qué hace que esto sea tan especial? Hay muchas cosas en las condiciones que proveemos, pero no insistimos en que los docentes deben trabajar desde la mañana hasta la noche, no usamos pruebas estandarizadas para decidir qué docentes son buenos y qué docentes son malos, no tenemos inspección escolar. Les pedimos a los docentes que ellos mismos hagan muchas de estas cosas. Y es por eso que Vera y otros docentes piensan: «Esto es lo que quiero hacer. Quiero ser un profesional independiente, autónomo, en la escuela».

Finlandia ha tenido esto durante los últimos 20 años: elegir a los mejores jóvenes para estudiar para docentes. Hay 8 universidades en el país que proveen un programa similar. Los requerimients son los mismos. En Finlandia nunca se le pregunta a un docente dónde obtuvo su título, porque uno sabe que todos los docentes tienen un título de maestría y que es el mismo en todos lados».

Curiosamente, quienes celebran el modelo educativo finlandés reconocen por lo general la importancia de una formación docente de alta calidad pero parecen ignorar o pasar por alto lo que los propios finlandeses destacan: la indispensable selección de los candidatos a docentes.

Un cambio paradigmático, un tema estructural, radicalmente innovador, complejo y desafiante que pocos gobiernos en el mundo, y ninguno en América Latina, parecen dispuestos a considerar.

Fuente del Artículo:

http://otra-educacion.blogspot.mx/2018/05/finlandia-seleccion-y-formacion-docente.html

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¿Qué entienden hoy las élites políticas por Educación? Necesitamos otra educación – FISyP

Argentina / 8 de octubre de 2017  / Autor: FISyP Producciones Audiovisuales / Fuente: Youtube

Publicado el 5 oct. 2017
¿Qué entienden hoy las élites políticas por Educación? Muchos gobiernos y tecnócratas entienden a la educación como una herramienta para generar desarrollo económico, lo hacen para incrementar el “capital” humano a favor de las grandes empresas y capitales trasnacionales. Buscan una educación orientada hacia las necesidades del mercado .
www.fisyp.org.ar

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=-4pMnbF7iYw
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