Ya hubo más paros docentes en todo el país que en igual período de 2018

Por: María Elena Polack.

Chaco desplazó a Santa Cruz y este año lidera el ranking de provincias con más cantidad de huelgas docentes. Desde que comenzó el ciclo lectivo, en marzo pasado, en esa provincia ya hubo 35 días de paro de los gremios educativos. Santa Cruz, que batió todas las marcas en 2017 y tuvo que extender el ciclo de ese año hasta abril de 2018, contabiliza 14 días sin actividades en las aulas y Salta, con 12 jornadas de protesta gremial, completa el trío más complejo de un panorama que se extiende en todo el país.

Según un relevamiento del Centro de Investigación en Política Educativa y Educación Superior de la Universidad Austral, lo paradójico de las huelgas docentes de 2019 es que mayoritariamente suceden en momentos en que los acuerdos salariales alcanzados con las administraciones provinciales son mejores que el año pasado y más cercanos a los índices de inflación oficiales.

Así surge de un análisis de la Universidad Austral sobre datos comparados hasta el 7 de este mes; sin embargo, se cerraron más negociaciones paritarias y con mejores aumentos salariales
Así surge de un análisis de la Universidad Austral sobre datos comparados hasta el 7 de este mes; sin embargo, se cerraron más negociaciones paritarias y con mejores aumentos salariales Fuente: Archivo – Crédito: Santiago Hafford

«La dinámica que observamos es de continuo y permanente agravamiento del conflicto. Las circunstancias políticas tienen un peso creciente, y no solo por la politización de los gremios que resulta evidente, sino también por el uso político que hace el Gobierno del tema», sostuvo Julio Durand, que lideró esta investigación y es el director de la maestría en Dirección de Instituciones Educativas de la Escuela de Educación de esa casa de estudios.

«Esto se vio claramente el año pasado al empeñarse la provincia de Buenos Aires en mantener abierto el conflicto, negándose a admitir el deterioro y los estragos que estaba produciendo la crisis económica en el poder adquisitivo del salario docente. Este año se ha buscado un acuerdo temprano, lo que veníamos recomendando, y de esa manera dejar en evidencia manipulaciones de carácter electoral que puedan encarar los actores gremiales», amplió Durand.

De las 24 provincias, aún no lograron acuerdos paritarios salariales para este año Córdoba, La Rioja, Neuquén, Santa Cruz y San Luis. En 2018, por esa situación pasaron Buenos Aires, Chaco, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Fuente: LA NACION – Crédito: Daniel Jayo

Los gremios de Formosa alcanzaron el mejor aumento para el actual ciclo lectivo, 42% en dos tramos, le siguen los de Santiago del Estero, 40%; Salta, 38% de forma escalonada; Chubut, 37,9%, y Chaco, con 30%. En cambio, en cinco distritos los sindicatos solo obtuvieron incrementos menores al 20%. Fueron los casos de Jujuy (10%), Santa Fe (15%), Río Negro (15%, en tres tramos), Buenos Aires (15,6%) y La Pampa (16%).

El relevamiento permitió conocer que el promedio de días de paros en las provincias en lo que va del actual ciclo lectivo es de 6,12 jornadas. En 2018, el promedio total fue de 18,33 días y en 2017, de 17,33. «Si se toma el promedio de los días de paro efectuados hasta el 7 de mayo de 2018, este fue de 5,16 días. Esto refleja que, hasta el momento, 2019 es más conflictivo que el año pasado con respecto a la cantidad de días que los alumnos de todo el país llevan sin clases, dado que se supera el promedio obtenido hasta el 7 de mayo de 2018 por 0,96 días», señaló el trabajo de la Universidad Austral.

En 2018, los alumnos más afectados por la falta de clases fueron los de Neuquén (55 días de paro), Chaco (54), Santa Cruz (33), Chubut (32) y Buenos Aires (30). En solo dos distritos se registraron menos de diez días sin asistencia al aula: Santiago del Estero (6) y San Luis (9). En el resto del país, las huelgas quitaron entre 10 y 18 días de clases, aproximadamente, al calendario oficial.

Si se mira en cambio el conflicto desde el punto de vista de las negociaciones paritarias, este año el promedio de aumento fue de 25,08%, mientras que el año pasado fue de 23,83%. Al menos en seis provincias (Formosa, Mendoza, Río Negro, Salta, San Juan y Tucumán), las mejoras salariales se darán de forma escalonada a lo largo del año.

En todos los distritos del país ya ha habido al menos un día de paro este año. Por lo cual otra vez no se cumplirá la meta mínima de 180 días de clases fijada por la ley 25.865, aprobada en 2003. Y mucho menos, la posibilidad de caminar hacia los 190 días de clases establecidos por las resoluciones 94/10 y 165/11 del Consejo Federal de Educación, que buscaba de forma progresiva sumar días de trabajo en el aula.

Ante la consulta de LA NACION, Durand no negó que 2019 pueda ser uno de los de mayor conflictividad de los gremios docentes, teniendo en cuenta que coincide con un año netamente político con las elecciones de recambio presidencial que sucederán en octubre próximo. «Podría ocurrir que algunos sectores políticos intenten mostrar una imagen de moderación que no han tenido en años anteriores, tratando de ‘lavar’ la dinámica extorsiva que le dieron a sus acciones en el conflicto docente», argumentó el especialista en educación.

A su criterio, «la preocupación por el cumplimiento de la cantidad mínima de días de clases ha sido puramente declamativa, sin acompañamiento efectivo de acciones o sanciones. Lo más efectivo se puede observar en provincias como Mendoza que adoptaron la cláusula de presentismo, logrando quebrar la dinámica de pérdida de días de clases. Claramente, esta sería otra recomendación de acción a generalizar para cambiar el escenario decadente y de perjuicio a los chicos».

El informe relevó la situación hasta el 7 del actual. «Si bien a esta altura del año [en alusión a fin de abril] la cantidad de provincias que han cerrado sus paritarias supera por una a la cantidad de distritos que en marzo de 2018 alcanzaron sus acuerdos, esto no quiere decir que la conflictividad haya mermado de un año a otro. La cantidad de días de paro que se efectuaron en 2019 es un indicador de que el conflicto no ha disminuido, sino que escala año tras año».

No solo se efectuó un relevamiento sobre la situación en cada una de las provincias, sino que también se plantean algunas sugerencias como «sacar a los chicos de la ecuación del conflicto docente».

El trabajo de la Universidad Austral plantea que «no es verdad que el único modo de visibilizar el reclamo docente sea la pérdida de días de clases. Esto debería ser lo último en ejecutarse y no un mecanismo habitual como lo es desde hace muchísimos años».

Al recordarse que «la educación pública y los chicos de sectores vulnerables son los más afectados por la pérdida de días de clases», ese relevamiento advirtió que «la politización del conflicto lo único que ha logrado es perjudicar a los más vulnerables» y que «tampoco parece haber una política pública claramente delineada para la educación y acompañada de los recursos acordes».

En ese aspecto, se advierte que «el ajuste económico que el país todo se ha visto obligado a sufrir por el desmanejo de gobiernos sucesivos se agrava si no se mantiene una línea constante o una política de Estado en cuestiones educativas de fondo que permita medir y avanzar en la dirección correcta».

Además, se señaló que «la opinión pública considera que el gasto público excesivo nunca se da en educación y esto es objetivamente comprobable si se atienden los indicadores presupuestarios, el deterioro edilicio y el deterioro de los salarios docentes, entre otros tantos aspectos», por lo cual hace hincapié en que «la politización del conflicto lo único que ha logrado es perjudicar a los más vulnerables».

Aunque suele ser usual que los funcionarios públicos responsables de la educación adviertan ante la pérdida de días de clases que se buscarán formas de compensación, Durand admitió que esa posibilidad es «siempre parcial y relativa».

«Se puede atorar a los chicos y cumplir con los contenidos mínimos, pero claramente el daño se ha producido. Además existen daños colaterales a las familias más pobres, con chicos expuestos al abandono por ausencia de los dos padres trabajadores», advirtió.

¿Podría encontrarse un mecanismo que permita mantener la discusión salarial sin perjudicar la enseñanza en el aula? Para Durand, «la sugerencia no es limitar la discusión al tema salarial, sino realizar un abordaje integral de la profesión docente que lleve a la reforma del estatuto docente, al rediseño de la

formación docente con la transformación de los Institutos de Formación Docente en instituciones de nivel universitario, con carreras de nivel y titulación universitaria».

En ese camino de articulación entre el conflicto gremial y la enseñanza, concluyó también en la necesidad de «la ampliación de la autonomía de cada escuela y su equipo directivo para impulsar proyectos educativos de calidad, premiando el desempeño virtuoso de los buenos docentes, disponiendo planes de mejora para los desempeños deficientes».

Comparte este contenido:

Los daños colaterales de los paros docentes

Por: Pablo Helman. 

Especialistas en educación analizan el círculo vicioso que se produce a partir de los salarios bajos de docentes y la cantidad de días de huelga que se repiten año a año.

Cuando Mauricio Macri habló de los alumnos que “caen en la escuela pública” despertó una inevitable polémica. Más allá de lo ideológico encerrado en sus palabras, conscientemente o no, Macri describía un fenómeno que se dio lentamente en la sociedad y que se acrecentó en los últimos años. La educación pública, algo que era un orgullo, ya no ocupa el lugar de privilegio y de excelencia.

La educación privada –con la inequidad que implica, ya que acceden a ella los que pueden pagarla– ocupa ese lugar. Como diría Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios por la Educación de la Universidad de Belgrano: “Pregunte entre nuestros parlamentarios quiénes mandan a sus hijos a la escuela pública.

La respuesta es la explicación de lo que está pasando”. David Jaume, el economista que midió para el Observatorio Argentinos por la Educación, brindará uno de los dos datos que parecen explicar –al menos en parte– el porqué de la tendencia: “De los 35 años escolares desde la vuelta a la democracia se han perdido 2,3 solo por paros docentes”. Estadísticas.

Dos investigaciones hablan de un círculo vicioso complejo: hay más días de paro y, sin embargo, los sueldos docentes no dejan de bajar. Mientras que la Ley N° 25.864 de 2003 fijó un piso de 180 días de clases para el ciclo lectivo en todo el país, desde el retorno de la democracia, hubo un promedio de 12 días de paro docente por año a nivel nacional.

Al tomar el promedio anual, las provincias con más días de paro docente desde 1983 hasta 2018 son Neuquén y Santa Cruz (16 días por año cada una) mientras que en Chubut, Jujuy, Río Negro y Tucumán el número asciende a 15 días en cada caso. Entre las provincias con el promedio más bajo se encuentran Formosa y La Pampa (seis días cada una).

En Ciudad de Buenos Aires, Misiones y San Luis el número es siete días de paro docente promedio por año en cada caso. En 2018 el promedio, a nivel nacional, de paros docentes, fue de 13 paros docentes en el nivel primario. Las tres jurisdicciones con mayor cantidad de días de paro docente fueron Chubut (78 días de paro), Neuquén (53 días de paro) y Buenos Aires (25 días de paro).

Las provincias con menor cantidad de días de paro fueron Catamarca, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis y Tucumán, en todos los casos con tres días de paro. En cuanto a la retribución: Argentina se ubica entre los países con sueldos docentes más bajos. Los maestros argentinos ganan casi un 50% menos que los chilenos, según el informe de la Universidad de Belgrano.

Además, en nuestro país, la proporción de cargos docentes en relación con los alumnos es más alta que en toda la región y que en los países con mayor nivel educativo. Definir objetivos. Magdalena Fernández Lemos es directora ejecutiva de Enseñá por Argentina. En diálogo con PERFIL dijo: “Hay una relación directa entre calidad educativa y las horas de clase. Desde mi propia experiencia, te puedo decir que cada momento en el aula es algo valioso.

Pero también es esencial jerarquizar la docencia, debe ser reconocida la labor de los maestros. Y ese reconocimiento debe ser también económico. No se trata de mirar únicamente si se trata de paros o días de clase, sino de encontrar alguna perspectiva más superadora: y en este sentido, es clave generar unos nuevos consensos sobre lo que se pretende de la escuela”. Para la entrevistada, “a la hora de buscar consensos, no se trata de pensar en cómo lo solucionó, por ejemplo, Finlandia, pese a que tiene aspectos muy interesantes para tener en cuenta. Lo interesante, en materia de educación, es que nunca hay una sola respuesta para los distintos problemas”.

Los “consensos son la estrategia que puede garantizar las soluciones a largo plazo y requieren la intervención de toda la sociedad”. Cumplir con los 180 días de clase. Rodrigo Miguel es autor del libro El poder de la educación. Sostiene que “el tema de la educación es central para salir de estos atolladeros que, en el fondo, son económicos. Aquí no hay una discusión académica ni estrictamente de educación. El tema es salarial, económico.

Y tiene que ver con las características del desarrollo de Argentina. Y con la situación de subdesarrollo y pobreza en la que se encuentra el país desde hace décadas. Eso se traduce en malos sueldos docentes. Pero no es algo aislado. Si miramos el sueldo de un médico, por ejemplo, un residente de un hospital nacional de alto nivel no supera los 22 mil pesos en mano. Y eso se replica en otros niveles de la administración pública. No es justificable”.

Sin embargo, la educación juega un rol esencial para cambiar este cuadro de situación. Para Miguel, “no habrá buena educación con bajos salarios. Y si analizamos los datos de los países con los mejores salarios docentes, vemos que son los países con los mejores niveles de desarrollo humano, a nivel educativo, a nivel de vida e ingresos de su población. Y también de distribución del ingreso. La educación, además de generar riqueza, es la base del capital humano.

Es una verdad evidente, pero que no es tomada por la sociedad. Muchas veces estamos esperando salvarnos con la cosecha, o con Vaca Muerta. Pero no pensamos en la educación. Argentina no va a ser un país rico si no invierte en serio en su educación”. Soluciones. Para el especialista, la educación genera riqueza. Entre los especialistas consultados, se pueden detectar distintas líneas de acción. Por un lado, se reconoce que el 6% del presupuesto es alto en la región, pero que gran parte de él se destina a cargos docentes. Por otro lado, se sugiere que la protesta docente debiera considerar también la necesidad de cumplir con la ley de los 180 días.

Que las respuestas a la crisis deben mirar procesos exitosos, como los de Ecuador, Corea del Sur o Finlandia, pero, también, deben, como dice Magdalena Fernández Lemos, asumir la particularidad argentina. Si se analizan los 35 cilcos escolares que pasaron desde la vuelta de la democracia, se han perdido 2,3 años solo por paros docentes. Rodrigo Miguel dice: “Aumentar los sueldos docentes no nos va a transformar en Holanda. Pero si no transformamos la educación, vamos a seguir siendo un país subdesarrollado, por más que se encuentre petróleo en el sur o tengamos una sucesión de buenas cosechas”.

El cambio a la educación privada se debe “a un deterioro en la educación pública que se ha profundizado en las últimas décadas. Cuando nuestros padres iban al colegio era lo mismo o mejor que la educación privada. Cuando fuimos nosotros ya había cambiado. Y hoy las diferencias son abismales”. Para Guadagni esto se debe a la demanda laboral: “Antes veíamos empresarios que no habían terminado la primaria. Ahora, esto es imposible.

El siglo XXI es el de la especialización del saber”. “Ante más huelgas docentes baja la posibilidad de ir a la universidad” David Jaume es argentino, economista e investigador del Banco de México. Fue el autor de la investigación del Observatorio Argentinos por la Educación, a partir de un estudio del Cedlas de la Universidad de La Plata. Dice que entre las conclusiones “definitivamente lo que más me sorprendió fue el elevado nivel de paros y su persistencia en el tiempo.

Desde los años 80, un niño o niña que asiste a una escuela pública que participa en los paros docentes llega a perder la mitad de un año de clases en sus 6 o 7 años de escuela primaria”. —Menos días de clase ¿afectan la calidad educativa? —Nuestro trabajo original se basó en aportar evidencia empírica sobre los efectos de largo plazo de la exposición a huelgas docentes durante la educación primaria. Nuestros resultados muestran que los días perdidos por huelgas docentes en Argentina producen efectos negativos que perduran durante muchos años, e incluso generaciones. Recopilando información de huelgas en los 80 y 90 encontramos, entre otros efectos, que mayor exposición a las huelgas docentes durante la primaria cuando niños disminuye los años de educación y la probabilidad de asistir a la universidad cuando adultos.

La reducción de los años de educación genera a su vez un efecto negativo sobre los ingresos laborales y la probabilidad de estar empleado. También se documentan efectos negativos en la siguiente generación: los hijos de las mujeres de cohortes más expuestas a huelgas docentes durante la escuela primaria tienen menos años de educación promedio que hijos de igual edad de mujeres de cohortes con menor grado de exposición. —En la Argentina está casi institucionalizado que en algunas regiones –como la provincia de Buenos Aires– no comiencen las clases el día previsto, debido a las medidas de fuerza docentes. ¿Es algo habitual en otros países? —Las huelgas docentes son comunes en muchísimos países del mundo. Sin embargo, estas tienden a ser esporádicas y de muy corta duración.

Tal es así que cuando presento estas estadísticas en seminarios con público de otros países, estos no dejan de asombrarse por el altísimo grado de exposición de los alumnos argentinos a las huelgas docentes. En esto somos prácticamente únicos. —Las provincias patagónicas tienen un promedio mayor de días de paro que las de otras regiones del país. ¿Hay alguna explicación particular sobre esto? —Una de las principales causas del alto grado de conflicto docente tiene que ver con la exposición de su salario a los ciclos económicos. Esto es, cuando la economía marcha bien, los salarios de los docentes aumentan significativamente.

Cuando la economía está en recesión, la educación termina siendo una variable de ajuste para sanear las finanzas públicas. Cuando una provincia está más expuesta a estas fluctuaciones, ya sea por desmanejos propios o heredados, junto con características productivas específicas de cada provincia, el grado de conflictividad docente aumenta porque los cambios salariales anuales son mucho más pronunciados.

Este parece ser el caso de las provincias patagónicas y, en alguna medida, el de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, esta es solo una de la múltiples causas de la conflictividad docente. —¿Existen otro tipo de protestas y reclamos que hayan sido más eficaces que los paros? —Los paros son una medida que se utiliza para generar conocimiento de la problemática y, por supuesto, presionar para que la política dé una respuesta.

Paradójicamente, mientras más comunes se vuelven los paros, menor es la presión política de cada uno de ellos por separado. Tal es así que un paro de un día ocupa todas las tapas de los diarios en países donde no son frecuentes, pero pasan casi inadvertidas en nuestro país. En este momento nos encontramos en una situación tal que los paros parecen generar mayor costo a la imagen de los docentes y sus gremios que presión política, por lo que su contribución para resolver conflictos salariales es más bien limitada.

—¿Hay alguna manera de romper el círculo vicioso de paros y bajos salarios? —Yo soy optimista y creo que sí hay una salida, pero no es sencilla. El primer paso es poner a la educación en un lugar de prioridad. Los maestros argentinos tienen salarios bajos. Lo que hay que hacer entonces es definir como sociedad cuál es el salario real al que queremos llegar en, por ejemplo, el año 2030, y establecer a partir de allí un mecanismo que nos permita acercarnos.

Hay que resolver el problema salarial para resolver otras cuestiones estructurales. “Los gremios docentes argentinos son muy conservadores” Que un ex ministro que trabajó en los temas de ingeniería, como es el caso de Alieto Guadagni, afirme “Argentina va a progresar por la educación, no por Vaca Muerta” es una definición de principios. Lo cierto es que Guadagni hace años que viene dedicándose a estudiar los problemas educativos de Argentina. Y desde el  Centro de Estudios de la Educación Argentina elaboró el informe sobre los bajos salarios de nuestros docentes. Para él, uno de los problemas centrales está en la falta de preocupación por la cuestión educativa, por partes y de políticos. “Como dice Guillermo Jaim Etcheverry –afirma– en Argentina pasan dos cosas.

La primera es que todos los padres dicen que la educación es un desastre. La segunda es que los mismos padres piensan que la escuela de sus hijos es excelente. —¿Cómo se sale del círculo vicioso de paros y bajos salarios? —Razonemos de esta manera. Dónde estamos parados y hacia dónde debemos ir. ¿Dónde estamos parados? En un país que aumentó sustancialmente el gasto educativo en los últimos 15 años. La meta del 6% del presupuesto nacional en educación se cumplió, moneda más, moneda menos, implicó un aumento importante. Y pone a la Argentina dentro del continente que dedica más presupuesto a la educación.

Al mismo tiempo, los salarios docentes en la Argentina han bajado. Y este año, la tasa de inflación es claramente superior al aumento de salario. Por ejemplo, de septiembre a septiembre, la inflación fue 40% y el promedio de aumento salarial fue sensiblemente menor. Acá viene la pregunta ¿cómo es posible haber aumentado el gasto y no haber aumentado los salarios? La respuesta es que los gobiernos provinciales, que son los responsables directos de la educación primaria, decidieron concentrar el gasto en más cargos docentes. —¿Cuál es el promedio de docentes por alumnos en Argentina? —En provincias como Catamarca, por ejemplo, tenía en 2017 27% menos de alumnos en escuelas públicas que en el año 2003. Y la cantidad de cargos docentes había aumentado un 44%.

Hoy, en Catarmarca hay, por cada cargo docente, seis alumnos. ¿Y cómo es en todo el resto del mundo? En toda América Latina, está entre 19, 20, 23, 24. En el orden nacional, se pasó de 16 cargos docentes a 12. Es un sobrecosto.  Ese es el lugar donde estamos parados. —¿Cuál sería el lugar adonde se debería querer llegar? —Deberíamos llegar a un punto en el que logremos lo siguiente. Que los mejores estudiantes secundarios de hoy sean los docentes de mañana. Eso le exige dos cosas: un criterio selectivo para la carrera docente, que debe ser la más difícil. En muchos países es más difícil recibirse de maestro que de abogado, esto es para mejorar la calidad de los docentes del mañana. Lo otro es obvio, si usted pretende que los mejores alumnos de hoy sean los docentes de mañana, los mejores sueldos de la administración pública tienen que ser para los maestros. Ese es el punto de llegada.

—¿Hay muchos maestros por alumnos? —Se necesitan menos cargos docentes. Hoy muchos de los cargos no están en el aula: son supervisores, controladores de supervisores, el inspector del inspector, en el aula. ¿Cómo se hace el tránsito? Vaya tarea, amigo. —¿Qué rol juegan los sindicatos en todo esto? —No solo en la Argentina, los sindicatos docentes son muy conservadores. Tienen una actitud muy defensiva y ante cada cambio prefieren el statu quo. Fíjese lo que le pasó a Rafael Correa, que de conservador o reaccionario no tenía nada. Sin embargo, Correa tuvo un conflicto docente, porque él impuso evaluarlo. Eso, y además de que la Constitución del Ecuador prohíbe que se pare la actividad.

—¿Cuáles son los primeros pasos que debieran darse? —Aquí hay un problema político muy grande. La clase dirigente argentina se fue de la escuela pública. Haga una encuesta usted, como periodista, de cuántos de los hijos de los diputados y los senadores. Los tres últimos candidatos a presidente son egresados de las universidades privadas. Scioli, Massa y Macri salieron de las universidades privadas. —¿Es una cuestión de impericia de los políticos? ¿De demagogia? —El sistema educativo argentino tiene tremendos problemas.

En el fondo es un sistema que consolida la desigualdad. Vamos a la escuela secundaria: todo el mundo dice que termina la escuela secundaria, el 43, 44%. Pero ojo: entre los que van a la escuela privada termina el 70%, mientras que los que van a escuela pública termina menos del 30%. Así se llega al promedio. (Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de «share» o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a perfilcom@perfil.com

Fuente del artículo: https://www.perfil.com/noticias/elobservador/los-danos-colaterales-de-los-paros-docentes.phtml

Comparte este contenido:

En los últimos 35 años, hubo 10 paros docentes por ciclo lectivo

Por: Mariana Otero.

 

  • Es el promedio anual en Córdoba desde la recuperación de la democracia hasta 2018.
  • A nivel nacional, en igual período, la media fue de 12 días sin clases al año por huelgas de maestros.

Los alumnos del nivel primario de Argentina tienen, desde hace 35 años, 12 paros docentes en promedio cada año, según revela un informe del Observatorio Argentinos por la Educación. En 2018, la media a nivel nacional fue de 13 huelgas. En Córdoba, hubo siete paros el año pasado y un promedio de 10 desde 1983 hasta la fecha.

Las tres jurisdicciones con mayor cantidad de huelgas docentes el año pasado fueron Chubut (78 días), Neuquén (53) y Buenos Aires (25). Las provincias con menor cantidad de días de protestas sin asistencia a clases fueron Catamarca, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis y Tucumán: en todos los casos fueron tres jornadas.

Los datos surgen del trabajo “¿Cuántos días de paro docente hay en Argentina en el nivel primario?”, de David Jaume, economista e investigador del Banco de México. El informe se basa en un documento de trabajo del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata, donde se recogen las cifras sobre días de paro docente en el primario en cada jurisdicción entre 1983 y 2014. Este nuevo estudio actualiza la información hasta 2018.

Al tomar el promedio anual, las provincias con más días de paro docente desde 1983 hasta 2018 son Neuquén y Santa Cruz (16 días por año cada una), mientras que en Chubut, Jujuy, Río Negro y Tucumán fueron 15 jornadas de huelga en cada caso. Formosa y La Pampa tienen el promedio más bajo en los últimos 35 años: seis días cada una. En Ciudad de Buenos Aires, Misiones y San Luis fueron siete en cada jurisdicción.

Desde 1983 hasta 2018, el año de mayor cantidad de huelgas a nivel nacional fue 1988, con 45 paros. Y los años con menos paros fueron 1984, con dos, y 2015, con cuatro.

Por ley, en la Argentina, desde 2003, los ciclos lectivos deben garantizar 180 días de clases en todo el país.

Según el informe, un estudiante que ingresó a primer grado y realizó su escolaridad en los seis años previstos pasó por 72 días de paro docente. Casi tres meses en seis años o el 40 por ciento de un ciclo lectivo completo de 180 días de clase.

Las cifras varían entre las provincias. Un alumno que empezó la primaria en 2013 en Santa Cruz y egresó en 2018 pasó por 261 días de paros docentes o, lo que es lo mismo, perdió un año y medio de clases (tomando el ciclo lectivo obligatorio). En Chubut tuvieron 208 días en el mismo período; en Tierra del Fuego, 181 días o un ciclo lectivo completo en seis años; y en Neuquén, 169.

En el otro extremo, un alumno que completó los seis años de la primaria en San Luis, tuvo 12 paros docentes; en San Juan, 19, y en La Pampa, 23.

“La evidencia indica que países con más horas de clases no necesariamente obtienen los mejores resultados en pruebas internacionales. Esto se debe, en parte, a que los países difieren en muchísimos más factores que en sus horas de clase. Pero sí existe evidencia clara de que incrementos en las horas y días de clases dentro de un mismo país generan mejoras en los resultados educativos”, sostiene David Jaume.

Y agrega: “No es lo mismo para un niño asistir al colegio y tener horas de clase, que no hacerlo. La formación de capital humano que tiene lugar dentro de los establecimientos educativos pone de manifiesto el rol fundamental de los maestros para mejorar el futuro de sus alumnos. Pero para ello, alumnos y docentes deben reunirse en el aula”.

Guillermina Tiramonti, investigadora del área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) opina: “El informe da cuenta de la importancia numérica de las huelgas docentes y, a la vez, de lo errático de este fenómeno ya que afecta de modo desigual a las jurisdicciones y presentan una dinámica geográfica y temporal difícil de asociar a alguna situación específica. La huelga está asociada a dos fenómenos que deben ser estudiados: uno, la dificultad política de gobernar el sistema y generar condiciones estables para el funcionamiento de las instituciones escolares y, dos, el impacto de este fenómeno en la calidad de los marcos de socialización y aprendizaje de los alumnos”.

Manuel Becerra, profesor secundario y formador docente, sostiene: “Los docentes no hacemos paro porque nos neguemos a trabajar o a la innovación. Hacemos paro, como recurso de última instancia, para atraer la atención de la ciudadanía y para defender nuestro trabajo. Aquí hay una paradoja: la huelga y, más ampliamente, la conflictividad con nuestros empleadores nos distrae de nuestro trabajo, pero si no hacemos huelga nuestro trabajo entra en peligro. ¿Quién tiene la responsabilidad real de generar buenas condiciones de trabajo, y de educabilidad para nuestros alumnos? Esa, y no otra, es la pregunta por responder entre todos”.

Fuente del artículo: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/en-ultimos-35-anos-hubo-10-paros-docentes-por-ciclo-lectivo

Comparte este contenido:

Argentina el Viernes 9: Paro y movilización de SUTEBA Multicolor

Argentina/08 junio 2017/Fuente: MST Nueva Izquierda

Ante el ajuste de Vidal y Macri: ¡Es hora de retomar la lucha!

La educación bonaerense atraviesa una fuerte crisis a lo que se suma la indignación ante los masivos y aberrantes descuentos por luchar frente al ajuste de Vidal, Macri y Cambiemos. Sólo por eso, la dirigencia de SUTEBA Provincia y el Frente Docente deberían haber convocado ya a retomar la lucha…

Además está el rechazo a la Resolución 1131 con la que pretenden que demos clases en vacaciones de invierno y mantener esos descuentos, contrarios al derecho de huelga. Pero, sobre todo, que estemos en junio con el sueldo de hace 10 meses. Hay que terminar con la tregua gremial. Por eso, en asambleas y plenarios de delegados en Matanza, Tigre, La Plata, Bahía Blanca, Escobar, Ensenada, Seccionales de SUTEBA Multicolor, dimos el primer paso ante la burocracia que transa y decidimos llamar a un paro provincial este viernes 9 y movilizar a la Casa de la Provincia en Capital. Impulsando un Plenario Provincial de Delegados para retomar el plan de lucha provincial.

Viernes 9: Unidad ante el paro y movilización

Para que sea masivo, impulsamos asambleas en las escuelas y distritos. Y exigimos a Baradel que las convoque para llamar a parar el 9, poniendo fecha al paro de 24hs aprobado en SUTEBA hace más de un mes y la dirigencia provincial nunca llamó. Los aberrantes descuentos son la última provocación, ¡es hora de retomar la lucha!

El gobierno salió con reunión paritaria el lunes 12, pero es una nueva maniobra para que SUTEBA Provincia, la FEB o UDOCBA tengan una excusa para no llamar a paro. El camino lo marcan las Seccionales Multicolor: parar y marchar el viernes 9. En cada escuela debemos hacer asambleas para debatir y votar cómo sumarnos a la medida, manteniendo la unidad de la escuela. Que la dirigencia acuerdista no nos divida. Es nuestro derecho y el camino a seguir: parar y no sólo marchar ese día. Los dirigentes deben oír el hartazgo y disposición a parar, tras los abusivos e ilegales descuentos. Y el dietazo que se votaron los diputados del PRO, UCR, Carrió, los K y el PJ.

Si de política educativa hablamos, el PRO plantea su Plan Maestr@. Un proyecto privatista y flexibilizador que no frenaremos con conferencias de prensa junto a diputados K ni con la “Escuela Itinerante”. Exigimos a CTERA un paro nacional, con nueva Marcha Federal y el apoyo a Santa Cruz, ante el ajuste de Macri, Vidal o Alicia Kirchner.

Proyectos por la educación, que sean ley

Pero esto quedaría rengo si no definimos medidas que expresen un proyecto que priorice la escuela estatal. Para transformarla y poder aspirar a una educación de calidad. Sobre todo, cuando habrá elecciones a diputados, concejales y consejeros. Y no podemos votar a los que nos gobiernan o ya gobernaron.

Para enfrentar al PRO no sirve elegir diputados que después le votan los Presupuestos de ajuste como en 2016 y 2017, reduciendo las partidas de la educación estatal y aumentando más de 140% los subsidios a la enseñanza privada y confesional. Así lo hicieron todos los bloques del PJ y FPV, incluida la Cámpora, igual que el massismo y el GEN. Como le votaron también las leyes impositivas que Vidal les pidió y el mayor endeudamiento de la historia.

Desde Alternativa Docente y el MST en Izquierda al Frente con precandidatos al Congreso como Vilma RipollAlejandro Bodart o Andrea Lanzette, de la Multicolor y precandidata a diputada bonaerense, proponemos estos proyectos para luchar porque sean ley:

  • Aumento salarial a docentes, blanqueo de todas las sumas en negro y actualización trimestral automática, por la inflación real.
  • Triplicar el Incentivo docente, con su inmediato pase al básico, con fondos del presupuesto nacional. Esto implica subir un 100% el salario básico, impactar en la escala y en los jubilados.
  • Eliminar los subsidios a la enseñanza privada y confesional para volcarlos a la estatal. Aumentar ya el Presupuesto al 10% del PBI, con impuestos a las corporaciones y no pagar la deuda externa.
  • Aumento de emergencia de las partidas para comedores, mobiliario y útiles.
  • Emergencia en infraestructura escolar, con una comisión de la comunidad para hacer los relevamientos y el control de obras.
  • ¡Basta de dietazos! Que los funcionarios políticos y diputados ganen como una directora de escuela con 10 años de antigüedad.
  • Obligatoriedad de todo funcionario o diputado a educar sus hijos en escuelas públicas y atenderse con su familia en el hospital público.
  • Evaluación Social de las Políticas Educativas y los gobiernos que las aplican. Estas y otras propuestas, queremos hacerlas realidad.

Alternativa Docente – SUTEBA Multicolor

MST en Izquierda al Frente

Facebook/AlternativaDocente.listaLila  – 08/Junio/201

Fuente: http://mst.org.ar/2017/06/08/viernes-9-paro-movilizacion-de-suteba-multicolor/

Comparte este contenido: