“Las niñas tenemos una visión amplia del futuro”: Sandra Camila, embajadora de Francia por un día

Por @EEColombia2020

Hoy, el Día de la Niña, esta joven de 17 años, de Buenos Aires, Cauca, ocupa el puesto del embajador de Francia, Gautier Mignot, en representación de las niñas de su región. Quiere ser abogada para seguir luchando por la igualdad.

¿Por qué estás en Bogotá?

¿Qué tipo de problemas aquejan a las niñas de tu región?

Una es la violencia física, sexual y psicológica, además de la frustración porque muchas no tienen las oportunidades para estudiar una carrera y muchas veces les queda la opción de quedarse en casa ayudando a sus padres y depender totalmente de un hombre. Por otro lado, la gran mayoría ve la violencia como parte de su vida cotidiana. Que si sales a la calle y te dicen “mamacita rica”, seamos conscientes de que eso no está bien. Eso es acoso. Cada quien tiene derecho a hacer uso de su libre expresión y vestirse y manifestarse como desee sin temor a ser juzgadas.

¿Cómo es la vida para las niñas en estos municipios donde está la violencia y el narcotráfico?

Las mujeres y niñas fueron usadas como objetos de guerra. Han sido víctimas de violencia sexual, muchas secuestradas e incluso hay mujeres que han tenido hijos de excombatientes, producto de un abuso, lo que les ha causado daños físicos y emocionales. Incluso sus hijos han tenido que sufrir la discriminación. Las mujeres han sido pisoteadas. Nos han querido ver sumisas. Pero esta situación está empezando a cambiar, ahora las mujeres están empezando a alzar su voz y están dejando de ser temerosas.

¿Qué tanto hablan las niñas de estos temas?

¿A qué te dedicas?

Me gradué el año pasado en el colegio de Buenos Aires, Cauca. Aprendí muchas cosas, pero me hubiera gustado que la educación fuera mejor, porque la institución educativa no cuenta con implementos necesarios para fortalecer los aprendizajes. Tengo un grupo de niños a los que les doy clases de lectura y les enseño sobre derecho e igualdad de género. Participo en espacios de mi comunidad y sobre todo en la Fundación Plan, que ha hecho un muy buen trabajo con las niñas de mi comunidad.

¿Quiénes son esos niños y niñas que ayudas?

Son del grado tercero de la escuela. Es importante enseñarles sus derechos para que desde pequeños sepan cómo exigirlos. Aprenden a qué entidades tienen que acudir en caso de violencia sexual, física y psicológica. Pero también les enseño sobre valores, como el compañerismo, respeto, amistad, que mejoren sus comportamientos y para que en un futuro sean mejores personas. Es un programa que se llama Construyendo el mundo que queremos.

¿Y cuál es el mundo que quieres?

Quiero un mundo en el que las mujeres y las niñas tengan más oportunidades para acceder a una universidad, tener una educación de calidad; en el que el trabajo del hogar sea compartido; en el que las mujeres adultas tengan los mismos ingresos en sus trabajos que los hombres.

¿Cuál es tu sueño?

¿Qué falta para que puedas entrar a la universidad?

La mayor limitante es la falta de recursos. Las ganas las tengo.

¿Dónde has aprendido todo esto?

En la Fundación Plan gran parte. Desde niña he participado este proceso, comencé a los nueve años en los semilleros. Ha sido un proceso arduo de empoderamiento y creo que ya está dando frutos.

¿Qué dice tu familia y tus amigos sobre esto?

A mi mamá le parece muy bien que participe y sea una chica destacada, que me preocupe por salir adelante. Mi familia me apoya mucho. En ese sentido, le gusta que estudie, que aprenda cosas nuevas. Tengo un hermano de 9 años y otra hermanita de 4. En mi casa también hay trabajo. A mi hermano le enseño que a las mujeres hay que tratarlas bien, respetarlas, porque tenemos los mismos derechos. Y a mi hermanita le leo un libro que me entregó Plan llamado Cuento de buenas noches para niñas rebeldes, para que ella encuentre inspiración y crezca con ese pensar de que las mujeres venimos al mundo a ser y hacer muchas otras cosas diferentes a ser amas de casa o parir, que es la imagen que tienen muchas personas machistas.

¿Cómo cambiar la mentalidad de niñas y niños que están influenciados por conductas machistas?

Hay que empezar no sólo con las niñas sino también con los niños. Si se educa a los niños para que en un futuro sean hombres comprometidos con esta causa y crean en la igualdad, las mujeres vamos a estar más protegidas y unidas. Pero el trabajo debe estar principalmente en las niñas. Aún hay mujeres que no se reconocen como feministas y no comparten los ideales para acabar con esa desigualdad. También hay que trabajar con las familias, con los padres y las madres, que entiendan que las mujeres tenemos más capacidades de lo que se imaginan y vinimos al mundo a ser fuertes, luchadoras, empoderadas, a salir adelante.

¿Qué mensaje envía a quienes viven en las ciudades y piden que siga la guerra?

Que se pongan en nuestro lugar. Es nuestra familia, es nuestro territorio, no pueden pedir que siga la guerra si no la han vivido como la hemos vivido nosotros. A las personas que vivimos en el campo nos duele la guerra, queremos salir adelante, estudiar y trabajar sin miedo. A pesas personas las invito a que vayan a vivir a mi municipio al menos un mes para que cambien esa visión.

Fuente: https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/las-ninas-tenemos-una-vision-amplia-del-futuro-sandra-camila-embajadora-de-francia-por-un-dia-articulo-885383

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Escuchen nuestra voz: el reclamo de adolescentes latinoamericanos

América del Sur/Chile/SANTIAGO (IPS) 

Cincuenta jóvenes de 16 países latinoamericanos denunciaron crecientes abusos sexuales y discriminación por razones como las étnicas, contra la población infantil y adolescente de la región, y reclamaron mayor participación en la solución de los problemas que los aquejan, durante un encuentro en la capital chilena.

Bajo el lema “En la ruta de la Igualdad: a 30 años de la Convención de los Derechos del Niño”, durante el primer Conversatorio Regional de América Latina y el Caribe se presentaron 17 proyectos, seleccionados entre 696 propuestas de  innovación social, que grupos de jóvenes desarrollan han creado y ejecutan para impulsar una mayor igualdad y desarrollo sostenible en sus países.

Más de 2.000 jóvenes de la región postularon sus proyectos en el marco de la iniciativa Concausa 2030, promovida, como el encuentro en Santiago, por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

“La desigualdad, la falta de oportunidades, la mala calidad  educativa, las situaciones económicas desfavorables, las pandillas, patrones de violencia a nivel familiar y la falta de efectividad de los gobiernos al momento de recibir las denuncias, darle seguimiento y hacer políticas públicas para prevenir estos actos, son factores que inciden en el  incremento de la violencia”.

Durante la reunión realizada entre el martes 27 y el jueves 29, adolescentes de entre 15 y 17 demandaron, junto con mayor participación, educación  gratuita y de calidad, medidas a favor de la inclusión y contra la discriminación, y políticas para su inserción laboral y contra la violencia de que son víctimas especiales.

“Escuchen nuestra voz, entiendan nuestra voz, respeten nuestra voz, acepten nuestra voz, implementen nuestra voz”, gritaron los jóvenes en la sesión de clausura donde leyeron sus conclusiones en presencia de representantes de los gobiernos de la región y de agencias de Naciones Unidas.

“No queremos más violencia en contra de nosotras, las niñas y mujeres  jóvenes de Guatemala, de América Latina y del mundo”, dijo a IPS la guatemalteca Alejandra Teleguario, de 17 años, quien cursa segundo año de la carrera de magisterio infantil bilingüe intercultural en su país.

“En Guatemala hay un alto índice de  acoso sexual en contra de niñas jóvenes y mujeres. La tasa es bastante alta  en el departamento de Quetzaltenango, adonde nosotros estamos. Hasta octubre del 2018 se han registrado 4.000 casos de embarazos de niñas y adolescentes de entre 10 a 17 años. A nivel nacional hay más de 65.000 casos”, desgranó antes de destacar que situaciones similares se repiten en la región.

“Creemos que las  injusticias siempre prevalecen y todos esos casos no han sido resueltos por nuestras autoridades” agregó, para después expresar su alegría porque pudieron plantear esta realidad  ante el vicepresidente de Guatemala, Jafeth Cabrera, presente en la sesión en la cual explicaron su proyecto: “Niñas ayudando a niñas”.

Su iniciativa brinda talleres de autoayuda y de bisutería a mujeres víctimas de diferentes formar de maltrato, incluido el abuso sexual.

Cabrera reconoció que su país enfrenta desafíos para garantizar los derechos de la infancia, sin embargo, destacó que “estamos en camino de trazar una hoja de ruta que realmente cambie a nuestro país”.

En la inauguración del Conversatorio, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena sostuvo que “la participación juvenil es ineludible para alcanzar la Agenda 2030: un desarrollo sostenible que tiene como horizonte la igualdad no puede lograrse sin el compromiso de todos”.

“Los jóvenes no son indiferentes al deterioro ambiental ni a la desigualdad. Mucho menos a la violencia y la desigualdad de género”, agregó.

La población de América Latina y el Caribe alcanzó este año a 652 millones de habitantes de los cuales 193 millones son niños, niñas y adolescentes.

Los adolescentes Nallely Blas Lucas, Daniel Díaz Esquivel y Ana Karen de Jesús Martínez viven y estudian en el pueblo de San Ildefonso, en el central estado mexicano de Querétaro, donde impulsan el proyecto Comercialización Justa de Artesanías, para valorizar el trabajo de las artesanías del pueblo indígena otomí. Crédito: Orlando Milesi/IPS

Los adolescentes Nallely Blas Lucas, Daniel Díaz Esquivel y Ana Karen de Jesús Martínez viven y estudian en el pueblo de San Ildefonso, en el central estado mexicano de Querétaro, donde impulsan el proyecto Comercialización Justa de Artesanías, para valorizar el trabajo de las artesanías del pueblo indígena otomí. Crédito: Orlando Milesi/IPS

 

El acto inicial fue encabezado también por Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef,  María Cristina Perceval, directora regional para América Latina y el Caribe de la misma agencia, y Benito Baranda, presidente ejecutivo de la organización no gubernamental América Solidaria Internacional, también promotora de Concausa.

Baranda dijo a IPS que  “los problemas que tienen hoy los jóvenes de América Latina y el Caribe son muy parecidos a los de los adultos. Tienen los mismos problemas de seguridad, de pobreza y de  falta de oportunidades”.

“Por eso es tan importante que los jóvenes participen hoy día porque si ellos no exigen el respeto de sus derechos, van a sufrir lo mismo que sufrieron sus padres: una permanente violencia del Estado, de las personas y de la sociedad sobre ellos”, afirmó.

Añadió que por el período de vida,  los problemas de los jóvenes “son más urgentes porque se está hipotecando el presente y el futuro  de ellos,  se está causando un daño que después va a ser extremadamente difícil de recuperar”.

En la asamblea, Baranda urgió a los jóvenes a pasar de la indignación al compromiso y a trabajar por un trato más igualitario.

“La peor desigualdad es la de trato, color, idioma, estatura. Ustedes pueden cambiar esa desigualdad. Con un trato igualitario es muy fácil acceder a la justicia. Ustedes pueden construir un continente más igualitario”, dijo en la sesión inaugural.

Proyectos que generan cambios

Sofía Fernández, una joven uruguaya no vidente,  conmovió a todos cuando contó la campaña “Decímelo a mí”  y demandó atención  a los problemas de  salud sexual y reproductiva de ciegos y sordos, además de una educación  inclusiva.

Entre los 17 proyectos seleccionados, hubo  provenientes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,  Guatemala, Honduras,  México,  Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

En San Ildefonso Tultepec, al sur del central estado mexicano de Querétaro, donde viven unas 3.000 indígenas otomís, se desarrolla el denominado Comercialización Justa de Artesanía, que capacita a jóvenes indígenas.

“La perspectiva es concientizar sobre el valor que tiene la artesanía,  nuestra cultura, vestimenta y lengua  materna.  Queremos mejorar la economía, pero también promover nuestra cultura”, agregó.

La ecuatoriana María Belén Proaño, de 17 años, impulsa el proyecto radial Mi voz Tu voz, en el municipio de La Libertad, a dos horas de Guayaquil, la capital económica del país. “Es un programa radial que busca hacer escuchar la voz de muchos niños que no tuvieron el apoyo de sus familias”, explicó a IPS.

“Podemos reflejar con nuestras voces los problemas de bulling (acoso escolar) que pasa bastante  en la Unidad Educativa  y generamos conciencia  en niños, niñas, jóvenes  y adultos, que son  los responsables  del caminar de nosotros”, resumió Jhonny Ramírez, también de 17 años a IPS.

Antes, durante la exposición de su proyecto, contó el caso de un niño que se suicidó tras sufrir acoso escolar por sus compañeros.

“Me llena de orgullo escuchar a niños que no podían hablar  y que lo hacen a través de la radio, algunos de ocho años”, afirmó la ya estudiante universitaria Andrea Oyarvide.

“Por nosotros comienza el cambio. Lo que hacemos es tratar de reflejar seguridad en los niños que nos cuentan sus miedos, errores, metas, objetivos. Los niños están tratando de alzar su voz”, dijo convencida a IPS.

“Es muy importante proteger nuestra integridad para garantizar el buen desarrollo de un país, ya que somos personas que estamos cambiando el futuro” afirmaron los jóvenes en su declaración final, leída en español, francés, inglés, portugués, creolé  y quechua, entre aplausos de los adultos funcionarios de gobiernos, expertos, parlamentarios y periodistas.

“La desigualdad, la falta de oportunidades, la mala calidad  educativa, las situaciones económicas desfavorables, las pandillas, patrones de violencia a nivel familiar y la falta de efectividad de los gobiernos al momento de recibir las denuncias, darle seguimiento y hacer políticas públicas para prevenir estos actos, son factores que inciden en el  incremento de la violencia”, concluyeron los adolescentes.

Y por ello, proponen “mejorar las políticas públicas para que sean  inclusivas, eficientes y todos los niños, niñas y adolescentes seamos protegidos ante todo tipo de violencia”.

Edición: Estrella Gutiérrez

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2018/11/escuchen-nuestra-voz-reclamo-adolescentes-latinoamericanos/

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