España: «Pau», un cómic educativo para visibilizar a jóvenes Lgtbq y prevenir acoso

España / 16 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La Vanguardia

La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y CC.OO. han presentado hoy «Pau», un cómic sobre diversidad afectivo-sexual para adolescentes y docentes que pretende visibilizar al colectivo de jóvenes Lgtbq y prevenir situaciones de acoso escolar.

Según estudios de la Felgtb, el acoso escolar a lesbianas, gais y bisexuales lleva al 43 % de quienes lo sufren a plantearse el suicidio, y, según una investigación de 2015 del Colectivo Gay de Madrid (Cogam) en la Comunidad de Madrid, el 60 % de adolescentes ha presenciado agresiones homófobas en su instituto.

Además, el informe de Unicef de 2018 «STOP Violencia Infantil» denuncia que durante la adolescencia los menores son con frecuencia objetivo de agresiones por su orientación sexual y su identidad de género, y el 50 % del alumnado Lgtbi de la etapa de educación Secundaria ha experimentado acoso presencial y por las redes.

Por ello, la Felgtb y CC.OO. han puesto en marcha esta guía, que podrá consultarse en internet, ya que, además de en la prevención, recalcan la importancia de trabajar con el alumnado que presencia el acoso, así como reforzar la autoestima de las víctimas.

«Queremos reforzar nuestro compromiso para trabajar en favor de la diversidad en las aulas», ha asegurado Francisco García Suárez, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC.OO., quien ha insistido en que «la diversidad es la condición para que pueda haber igualdad y equidad» porque «cuando no se trabaja la diversidad la escuela se vuelve más excluyente».

Ambas instituciones han elaborado durante un año este cómic, que narra varias historias de Pau, una adolescente trans.

Además, García Suárez ha criticado que la «vigente ley educativa, la Lomce, niega la atención a la diversidad y no apuesta por una educación libre de sexismos» y ha denunciado que «durante los años de la crisis y de gobierno del PP se dejó de lado todo lo que tenía que ver con la gestión de las emociones, la coeducación o la educación no sexista».

Ha anunciado que no cejarán en el empeño de exigir los cambios necesarios para hacer de la escuela un lugar de respeto y aprecio por las diferencias.

En este sentido, García Suárez ha propuesto la figura de los docentes agentes de igualdad, con crédito horario para dedicarse a «velar por la igualdad, promover la igualdad y promover el respeto a la diversidad».

Por su parte, Uge Sangil, presidenta de la Felgtb, ha explicado que «solo podrá existir una verdadera igualdad» en los centros docentes cuando se apruebe la proposición de Ley de Igualdad Lgtbi, «estancada en trámite parlamentario en el Congreso».

La edición de este cómic ha sido valorada por Paris Espinosa, una joven trans, que ha intervenido en el acto para testificar que estas iniciativas «son «muy necesarias» y ha asegurado que debería ser obligatorio dar información a los centros.

Fuente de la Noticia:

https://www.lavanguardia.com/vida/20180911/451769266935/pau-un-comic-educativo-para-visibilizar-a-jovenes-lgtbq-y-prevenir-acoso.html

Fuente de la Imagen:

http://www.europapress.es/sociedad/educacion-00468/noticia-pau-protagoniza-comic-diversidad-afectivo-sexual-educar-estudiantes-docentes-familias-20180911134459.html

ove/mahv

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Desvertebración educativa.

Por: Saturnino Acosta.

Una única ley educativa y 17 sistemas educativos distintos, con 17 evaluaciones distintas, con 17 resultados distintos, con 17 gestiones distintas y como resultado de los 17 currículos autonómicos distintos, un mínimo de 816 asignaturas distintas en la ESO, ni hablamos ya de los libros de texto, los cuales pueden parecerse de un extremo a otro de España lo mismo que un huevo y una castaña.

Ante la posibilidad de alcanzar un pacto educativo, y tras ya muchas comparecencias en la subcomisión creada a tal efecto, parece que los medios especializados están centrando sus miras en la desvertebración educativa que sufrimos.

En apenas una semana, han salido a la palestra dos cuestiones que cuestionan la cohesión y vertebración del sistema educativo español.

La primera son los hasta ahora resultados en la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), próxima EBAU (Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad), que posibilitan elegir estudios universitarios.

Parece ser que una comunidad cercana, pone en tela de juicio las elevadas notas de ciertas comunidades, como Extremadura y Canarias.

Si bien es cierto que debiera existir una prueba común para un acceso común con una evaluación común, no es menos cierto que la prueba se realiza en concordancia con el desarrollo del currículo autonómico por lo que lo único demostrable que denotaría unas notas bajas, sería que el currículo no se corresponde con la prueba o viceversa, lo cual dice poco de la coordinación existente dentro de la propia comunidad o del desarrollo del currículo en las aulas con quien elabora la prueba.

Si el trabajo es «serio» y «riguroso» (por alusiones a Extremadura y a los extremeños, docentes y alumnos) dentro y fuera del aula, los resultados deben ser favorables, así que !Ole! por Extremadura, sus responsables educativos y sus docentes. La segunda son los libros de texto. El presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y material de enseñanza, en su paso por la subcomisión para el pacto, se ha quejado incluso insinuado dependiendo de qué partido gobierne y el espíritu de cada comunidad, de las múltiples peticiones o presiones recibidas para incluir ésto o lo otro, y la disparidad de los libros de texto en cada comunidad.

Un pacto educativo estatal será papel mojado si las Comunidades no participan, consensúan, asumen y cumplen en los tres ámbitos de concreción educativas.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/desvertebracion-educativa_1017069.html

Imagen:http://o.aolcdn.com/images/dims?thumbnail=2000%2C1000&image_uri=http%3A%2F%2Fi.huffpost.com%2Fgen%2F3237322%2Fimages%2Fn-CAOS-EDUCACION09-628×314.jpg&client=cbc79c14efcebee57402&signature=0bcc803a9cdee963fd0bb791c6c18b8a1476cdbe

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Doña Selectividad Posmoderna.

Por: Francisco García Pérez.

Se me paran los pulsos al leer las disposiciones del Boletín Oficial del Estado que regulan la antigua PAU, hoy posmoderna PAU, a la que llamarán EBAU o tal vez EVAU, que en esto de cambiar nombres son los legisladores la pera limonera, unos titanes. Me he quedado con la copla de algunas expresiones. Por ejemplo, ´contextualizar en entornos´. Dice el BOE: «Preferentemente, las pruebas se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado: situaciones personales, familiares, escolares y sociales, además de entornos científicos y humanísticos». A partir de ahora un servidor va a ´contextualizar en entornos´ que es un primor. He puesto un cartel a la puerta de mi estudio que reza así: «No molesten. Estoy contextualizando en entornos». Y mi tarjeta de visita ya dice: «Francisco García Pérez / Contextualizador en entornos».

Ahora, cojan ustedes aliento. Tengan a mano un complejo vitamínico, algo de jamón y una bebida isotónica. ¿Está? Ya pueden leer lo que sigue: «Las matrices de especificaciones establecen la concreción de los estándares de aprendizaje evaluables asociados a cada uno de los bloques de contenidos, que darán cuerpo al proceso de evaluación. Así mismo, indican el peso o porcentaje orientativo que corresponde a cada uno de los bloques de contenidos». No, no es un trabalenguas. No, no está escrito por alguien aquejado de severos trastornos de lenguaje o galopante demencia. No, no es una traducción automática de google. Es un párrafo del BOE, 23 de diciembre de 2016, que define las características, el diseño y el contenido de la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad. De modo que padres, madres, alumnado y público en general deben saber (para desentrañar ese disparate idiomático cuyos efectos habrán de sufrir en forma de calificaciones importantísimas para elegir carrera) lo que es una matriz de especificaciones. También, lo que es la concreción de los estándares, la concreción de los estándares de aprendizaje, la concreción de los estándares de aprendizaje evaluables y la concreción de los estándares de aprendizaje evaluables asociados. Han de dilucidar si el misterioso relativo ´que´ se refiere a ´bloques de contenidos´ o a alguna palabra o sintagma anterior. Tienen que desentrañar el significado de ´dar cuerpo´, que puede ser ´espesar lo que está claro o demasiado líquido´ o ´realizar algo que se ha pensado antes´ o, Dios no lo permita, tratarse de una confusión por ´dar de cuerpo´, o sea, ´defecar´. No ignorarán qué es el peso o porcentaje ni tampoco qué es el peso o porcentaje orientativo.

En fin, que los neopostpedagogos están desatados, que ya nos han metido hasta en el BOE su chauchau palabrístico, que dicen lo de siempre pero con las nuevas palabras de la tribu que les permiten organizar cursos, cursillos y cursazos para propagarlas y que la educación de los chavales siga como siempre (mal) aparentando que ha mejorado la leche. Y es que no conoce límites su insensatez palabrística: «Al menos el 70% de la calificación de cada prueba deberá obtenerse evaluando estándares de aprendizaje seleccionados entre los definidos en la matriz de especificaciones de la materia correspondiente».

Con lo cual, el profesor informará así: «Su hijo anda muy mal en los estándares de aprendizaje que hemos seleccionado entre los definidos en la matriz de especificaciones de Lengua». Ojo, hay que andarse con cuidado, que la gente está muy nerviosa y algo encabronada por lo general, que luego pasa lo que pasa.

Y siguen: «Las administraciones educativas podrán administrar cuestionarios de contexto». Me parece muy bien que las administraciones administren, ole. Pero, repito, hay que andarse con cuidado, que la gente está muy nerviosa y algo encabronada por lo general, que luego pasa lo que pasa cuando papá y mamá tienen que escuchar a la tutora decirles: «A su hija, la administración educativa le administró varios cuestionarios de contexto».

Precaución, amigo profesor. Lo digo en serio: ¿por qué no aprenden español los que legislan en español?

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/02/04/dona-selectividad-posmoderna/803202.html

Imagen: http://mas.farodevigo.es/modules/canales/selectividad/img/examenes-selectividad-galicia.jpg

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Urgencias, incertidumbres e incongruencias en la educación.

Se necesita una hoja de ruta y un calendario que no olvida la derogación de la LOMCE y su sustitución por una nueva ley.

Por: Vicente Diaz.

Iniciamos un nuevo curso escolar en un sistema educativo atribulado por la presencia de viejas y nuevas urgencias, así como por la aparición de nuevas incertidumbres y preocupantes incongruencias.Sabemos que la educación es un bien público que nos concierne a todos, que nuestro futuro depende en buena medida de su calidad y que, precisamente por eso, no puede administrarse desde planteamientos políticos e ideológicos particulares, sino que debiera ser la sociedad en su conjunto, en su multiplicidad de tendencias ideológicas y culturales, quien se ocupara de él, evitando su modelación cíclica en función de los vaivenes electorales. Así pues, sabemos de la urgencia de alcanzar el pacto inteligente que precisa nuestro sistema educativo, a fin de abordar, cuanto antes, la mejora de algunos indicadores educativos esenciales en la sociedad del aprendizaje: la mejora del abandono educativo prematuro de nuestros jóvenes, elevar la tasa de graduación en secundaria postobligatoria de nuestra población activa…. Una urgencia tan encallada como la conformación del nuevo Gobierno.

Sabemos desde diciembre de 2013 que, “para obtener el título de graduado en la ESO será necesaria la superación de la evaluación final” (reválida). Sabemos también que “la evaluación final de ESO correspondiente a la convocatoria que se realice en el año 2017 no tendrá efectos académicos”, por tanto, no condicionará la titulación en la ESO. Sabemos que dicha exigencia es una excepción en los sistemas educativos europeos. Y sabemos también que el título de la ESO obtenido en el presente curso, tanto por la opción de Enseñanzas Académicas como por la de Enseñanzas Aplicadas, resultará válido para proseguir estudios en la Secundaria Postobligatoria en cualquiera de sus modalidades. Pues bien, si todo ello es así y la prueba final de la ESO de 2017 ni tiene ni validez académica, ni está previsto que sirva de pilotaje para convocatorias posteriores, al tiempo que tendrá un coste significativo (deberán ser profesores externos a cada centro quienes las corrijan), ¿para qué hacerla? Resulta incongruente, inconsistente e innecesaria. Así es que estará plenamente justificada la objeción de la misma, en tanto en cuanto se puede abordar la sustitución de la LOMCE por el nuevo marco normativo que precisa la educación española.

También sabemos desde diciembre de 2013 que, “para obtener el título de Bachiller será necesaria la superación de la evaluación final” (reválida). Igualmente sabemos que “la evaluación final de Bachillerato correspondiente a las dos convocatorias que se realicen en el año 2017 únicamente se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad, pero su superación no será necesaria para obtener el título de Bachiller”. Del mismo modo, sabemos que “el titular del Ministerio de Educación establecerá, antes del 30 de noviembre de 2016, las características, el diseño y los contenidos de la prueba final de Bachillerato”, cuya realización material corresponderá a las Administraciones educativas autonómicas. Asimismo, sabemos que esa prueba final de Bachillerato se referirá a cinco materias troncales generales (una de ellas vinculada a una modalidad de Bachillerato), dos materias troncales de opción elegidas por el alumno (según la modalidad de Bachillerato cursada), una materia específica también a elección del alumno y Lengua Valenciana y Literatura.

Es urgente clarificar los procedimientos generales de admisión a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado

Pero nuestros estudiantes de 2º de Bachillerato, y sus profesores, han comenzado el curso desconociendo dichas características, así como la vinculación (y ponderación) de las modalidades de Bachillerato y de las diversas materias cursadas por aquellos con los diferentes Grados universitarios. Una evidencia de la incertidumbre en la que se halla sumido nuestro sistema educativo y de la irresponsabilidad de quienes la han generado. Una incertidumbre que ha de sumarse a la que afecta a los Técnicos Superiores de FP, de Artes Plásticas y Diseño y Enseñanzas Deportivas, desconocedores igualmente del procedimiento de admisión que hayan de superar para acceder a los estudios universitarios para el curso 2017-2018.

Tamaña incertidumbre exige la máxima urgencia en la clarificación de los procedimientos generales de admisión a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado que pudieran establecer las Universidades. Así pues, resulta imprescindible y de extraordinaria urgencia: a) hacer visible cuanto antes (por supuesto antes de Navidad) las características concretas de las pruebas de cada una de las materias; b) definir la adscripción de las materias troncales de cada modalidad de Bachillerato, y en su caso de las materias específicas que corresponda, a las ramas de conocimiento en las que figuran ordenadas las enseñanzas universitarias oficiales de Grado (por cierto, una adscripción que debiera ser válida para todas las universidades públicas españolas, como ocurría con la PAU del 2008), y c) determinar la ponderación de las materias de Bachillerato para el procedimiento de admisión a la Universidad para el curso 2017-2018.

Estas dos últimas urgencias debieran clarificarse, incluso, para antes del 31 de octubre del presente año, al tiempo que se extiende dicha clarificación a los procedimientos de admisión de los citados titulados en FP, Artes Plásticas y Diseño y Enseñanzas Deportivas.

Una hoja de ruta y un calendario que no olvida la derogación de la LOMCE y su sustitución por una nueva ley de educación, aprobada a partir del pacto inteligente y responsable que la educación española necesita. Pero, mientras tanto, deberíamos entre todos (no es suficiente acuerdos parciales entre unas cuantas Universidades y/o comunidades autónomas  mirando hacia la anterior PAU) hacer frente a las incertidumbres, incongruencias y urgencias que he señalado. Para ello, nos vendría bien recordar aquellas palabras que Antonio Machado (y su Juan de Mairena): “Es más difícil estar a la altura de las circunstancias que au dessus de la mêlée”. Y las circunstancias de nuestros estudiantes de Bachillerato nos lo exigen.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/19/opinion/1474287590_561146.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/09/19/opinion/1474287590_561146_1475509861_noticia_normal_recorte1.jpg

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Desgobierno, apatía parlamentaria y responsabilidades educativas.

Por: Juan Navarro de san pio.

Esta semana, en clase de Filosofía, hemos estado reflexionando sobre el significado de la frase «Es lo que hay». Quien calla al escuchar esta frase permite ser sometido por un poder impersonal y difuso que elude sus responsabilidades. Mis alumnos han llegado a la conclusión de que una sociedad entregada a la indiferencia y a la resignación acaba enfermando.

Una sociedad que acepta lo inaceptable se instala rápidamente en el conformismo. ¿Se debe empezar un curso sin saber qué materias deben elegir los alumnos? ¿Por qué iniciarlo cuando se desconoce el modo de evaluación de los contenidos? ¿Tiene sentido enseñar esta actitud crítica y al mismo tiempo guardar silencio sobre esta negligencia educativa?

El curso 2016-2017 se ha iniciado sin disponer de información concreta sobre las pruebas de Evaluación Final (o reválidas), en la ESO y Bachillerato. Esta situación está generando una situación de incertidumbre y angustia entre alumnado, familias y profesorado. Lo que se conoce a día de hoy es únicamente una descripción general de la estructura de las pruebas (BOE 310/2016, 29 de julio), que fue publicado cuando los alumnos ya se habían matriculado. También que la aprobación de la Evaluación Final de Bachillerato durante este curso, y de modo excepcional al ser el primer año de aplicación, no será una condición necesaria para obtener la titulación de esta etapa educativa pero sí para acceder a los estudios universitarios.

A partir de ahí reina el silencio, la confusión y la irresponsabilidad. La indefinición que existe todavía respecto al modelo de examen de cada materia ocasionará consecuencias muy graves para la formación adecuada de nuestros alumnos y, especialmente, para sus aspiraciones académicas y profesionales. Esto significa que probablemente el profesor tendrá que modificar su programación didáctica a mitad de curso para ajustarla al tipo de evaluación determinada de los contenidos de su materia; lo que supondrá, en la práctica, tener que improvisar una estrategia de supervivencia para que el alumno no se estrelle en los exámenes tan decisivos que tenga que hacer. Esta indeterminación en el modo de evaluar los contenidos también resta coherencia y fiabilidad a la elección de los materiales didácticos de cada materia.

No se sabe tampoco si el sistema de ponderaciones académicas existente hasta ahora se mantendrá o no. Mediante este sistema, el alumno sabía hasta ahora si debía cursar una materia en función del valor que se le otorgaba, en tanto que formación requerida para acceder a un grado universitario. Así la calificación obtenida en la PAU tenía dos partes: una general (de 0 a 10 puntos) y otra específica (marcada por las ponderaciones, hasta un máximo de 14 puntos).

Es decir, que un alumno podría encontrarse con la circunstancia de no haber elegido adecuadamente, por falta de información, aquellas materias que más le van a favorecer para su acceso a la Universidad. Así, por ejemplo, un alumno podría tener una mayor nota de corte dependiendo del valor que tuviese la materia para acceder a un grado universitario. Al no conocerse cuál será ese valor de ponderación si es que habrá alguno, se deja al alumno en una situación de absoluta desorientación académica. Pero el problema es más grave todavía, si se tiene en cuenta que el alumnado también tendrá que examinarse de materias de 1º Bachillerato, que este año no cursan, sin saber el modelo de examen al que habrán de hacer frente y sin posibilidad ya de recibir una preparación específica.

Ni siquiera se conoce el calendario de las pruebas: ¿Cuánto tiempo tendrán los alumnos para estudiar una vez hayan concluido 4ª ESO o 2º Bachillerato? Tampoco está clara la composición de las comisiones de evaluación, que son quienes convocan a principio de curso a los profesores de cada materia para explicarnos el funcionamiento concreto de la prueba. Nadie sabe nada de todo esto.
La incomparecencia del Gobierno y la desidia parlamentaria de la oposición, que ha sido incapaz de derogar la LOMCE o, al menos, la eliminación o aplazamiento de los aspectos más conflictivos, como las reválidas–, son los responsables de esta insólita situación. Hay un sentimiento de incredulidad, hastío y cierta resignación en la comunidad educativa. Afortunadamente, han aparecido ciertos gestos de lucidez y resistencia crítica, como la admirable iniciativa de un alumno de la ESO, Isidoro Martínez, capaz de recoger más de medio millón de firmas en unas semanas. Pero hace falta una movilización inmediata de todos los sectores educativos para detener este despropósito educativo que está truncando las esperanzas del alumnado de ESO y Bachillerato. ¿Qué se puede hacer, entonces?
Dar a conocer a toda la sociedad civil las consecuencias nefastas que está teniendo –y tendrá– la falta de información y concreción en las pruebas de Evaluación Final o reválidas.
Exigir el inmediato aplazamiento de las reválidas al no haberse presentado con suficiente antelación la estructura y contenido de las mismas.

Demandar responsabilidades políticas a quienes han tomado estas decisiones educativas (por acción u omisión) que tan gravemente perjudican el proceso de aprendizaje y enseñanza de los alumnos. Pues no hay que olvidar que, sea cual sea la opción que se adopte finalmente reválida o prolongar un curso más la PAU, el daño ya está hecho dado que supondrá la modificación de la programación y de los materiales didácticos, sin suficiente tiempo de preparación y desarrollo.

Si no reaccionamos pronto, la situación se complicará todavía más. Hoy «lo que hay» es un enorme despropósito educativo consentido por la comunidad educativa e ignorando por parte de la sociedad. Y, sin embargo, parece que hayamos empezado el curso como si nada inadmisible hubiese sucedido. En nuestras palabras y actos está la posibilidad de un rechazo masivo, una rectificación inmediata y una depuración de responsabilidades.

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/opinion/2016/09/27/desgobierno-apatia-parlamentaria-responsabilidades/1810182.html

Imagen: http://www.abc.es/Media/201208/17/7355317–644×362.jpg

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La mejora educativa pasa por reconocer, social y económicamente, al profesorado.

Todos repetimos que no se puede educar como se hacía hace veinte años, pero yo creo que no se puede hacer ni como hace cinco.

Europa/España/Fuente:http://www.laopiniondezamora.es/

Por: Antonio Rubiera.

¿Qué encomienda asume?

-Los jesuitas en España tenemos 70 centros educativos y voy a coordinar la zona centro-noroeste. Eso incluye 14 colegios. En total, 18.000 alumnos y unos mil profesores.

-¿Cuál es la línea estratégica de trabajo a desarrollar?

-La idea de la Compañía es que tener 70 colegios y cuatro universidades en España es una fuerza educativa que no tiene nadie y que hay que saber utilizar. La fuerza está en optimizar los recursos, en la unión de centros, en compartir…, es lo que intentamos en toda España y lo que tengo claro para estos 14 colegios que voy a coordinar. Cada centro puede tener grandes líneas de innovación y hay que ponerlas en común. Pero, eso sí, respetando las individualidades y la historia de cada colegio, por supuesto.

-¿Qué urge en la educación española?

-Toda la mejora educativa de este país pasa, inexorablemente, por el profesorado. Y ligado a eso hay una necesidad imperiosa de formación. Pues nosotros, que tenemos cuatro universidades, podemos hacer mucho por nuestros profesores: másteres, líneas comunes de trabajo de los colegios… Para mí es fundamental, aunque haya otras cosas. Como no consigas un profesorado formado, motivado, y eso incluye reconocido social y económicamente, no avanzaremos.

-No se suele hablar mucho de sueldos…

-Si yo quiero pedirle a un profesor que innove, que cree, que se meta en nuevas líneas pedagógicas, tengo que pagarle. Y no puedo pagar lo mismo al que se esfuerza o implementa nuevas metodologías que al que lleva 15 años dando las clases de la misma manera.

-Es discurso general que ya no se puede educar como hace décadas. ¿Se ve así de claro en los jesuitas?

-Ahora mismo todo el mundo repite esa idea: no se puede educar como hace veinte años. Pero es que tampoco se puede educar como hace cinco años. Es así. Y nosotros creemos que con la potencialidad de una red grande de colegios, como la nuestra, puedes plantearte incluso liberar a profesores para que desarrollen alguna línea metodológica de interés con tiempo y dedicación.

-¿Cómo va la educación con libros digitales, una novedad en la que ya están metidos los centros de la Compañía?

-Cuando hablamos de innovación no hablamos de cambiar al libro digital. Eso es un instrumento, casi una anécdota en la que ya estamos casi todos los centros, y los que no están, estarán. Cuando hablo de innovación está en un cambio metodológico absoluto.

-Porque la realidad es que los alumnos tienen habilidades, competencias y expectativas diferentes.

-Un artículo que leí no hace mucho decía que las salidas profesionales más demandadas ahora no existían como tales hace diez años, y algunas ni hace menos. Por eso, el libro digital es sólo una anécdota, un instrumento que vamos a utilizar todos los educadores, que te ayuda a cambiar la metodología, que es lo importante.

-¿Y el profesorado está preparado para el cambio?

-Muchos sí, pero a otros hay que darles medios, posibilidades y reconocimiento, como decía, tanto por parte de la sociedad como de la familia. También advierto que no es una cuestión de edad, hay gente veterana y joven haciendo virguerías. Yo pretendo que ese trabajo se ponga en común y se explote mejor. Aunque respecto al profesorado, para mí es ilógico que termines la carrera de Magisterio o el máster de Educación, y, sin más, te pongas a dar clases. Yo aplaudo la idea de un «Mir» en la educación, del que ya hablan algunos expertos, y también de pedir niveles de exigencia y de actualización cada equis años. Pero todo eso es dinero. Dinero invertido en Educación.

-Frente a todo eso que plantea, lo que llegan son las reválidas. ¿Eso no condiciona la acción de los docentes, haciéndoles preocuparse sólo en dar el tipo con resultados?

-Si el funcionamiento de las reválidas es semejante al funcionamiento de la PAU actual será un error garrafal. Si le preguntas a cualquier profesor de Bachillerato si su método de trabajo es el que le gustaría o está demasiado enfocado a que los alumnos aprueben la PAU, el 98% te dirá con claridad que sin la PAU ellos no darían igual la clase. Yo era profesor de Bachillerato y si mis alumnos no tuvieran que aprobar esa prueba para entrar a la Universidad habrían aprendido mucha más historia del arte, estarían más satisfechos y yo infinitamente más realizado como docente. Si las reválidas son sólo para eso, será un fracaso. Si es para unificar conocimientos en toda España, pues en cierta medida lo entiendo. Creo que un test mínimo es conveniente.

-¿Un test para diferenciar el trabajo entre centros?

-Sé que esto que voy a decir es políticamente incorrecto, pero hay colegios buenos y hay colegios malos, y los padres deben saberlo porque querrán darle algo bueno a sus hijos. Pero no creo que la reválida sea el sistema para saberlo.

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/sociedad/2016/09/03/mejora-educativa-pasa-reconocer-social/949888.html

Imagen: http://fotos02.laopiniondezamora.es/2016/09/02/318×200/mejora-educativa.jpg

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