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China: LGBTQ en el deporte chino: tolerado, pero nada más

El número de atletas de alto nivel chinos que se han atrevido a “salir del armario” se puede contar con una mano. La diversidad sexual se tolera en China, siempre y cuando se mantenga en privado y no se exijan derechos.

La futbolista china Li Ying está de vuelta. La entrenadora de la selección femenina de fútbol de China, Shui Qingxia, convocó a la delantera Li, de 29 años, para la próxima Copa Asiática en la India (del 20 de enero al 6 de febrero de 2022). A primera vista, esta noticia no sorprende. Al fin y al cabo, en la última edición del torneo, celebrada en Jordania en 2018, Li ganó la «Bota de Oro» como máxima goleadora y China terminó tercera en el torneo.

También se pudo confiar en ella en el Mundial de Francia 2019: marcó el único gol en la victoria por 1-0 contra Sudáfrica en la ronda preliminar del torneo, en el que las chinas solo llegaron hasta los octavos de final. Sin embargo, para los Juegos Olímpicos de Tokio, Li, que ya tiene más de 100 partidos y 30 goles en su haber, no fue convocada. Muchos sospecharon que esto tenía que ver con su «salida del armario”.

Con un mensaje en Weibo, la versión china de Twitter, Li Ying hizo pública su relación con la influencer Chen Leilei en junio de 2021. La publicación se hizo viral y fue ampliamente comentada. «No es ningún secreto que hay homosexuales en el fútbol femenino, pero Li Ying es la primera que se atreve a revelar públicamente su orientación sexual y presentar a su novia. La felicito por su coraje», escribió Zhao Zen, periodista y bloguero de fútbol con más de cinco millones de seguidores. También hubo comentarios homófobos y poco después de que Li publicara el mensaje en Weibo, este desapareció de su cuenta. ¿Por presión?

«Sí, soy gay»

Es muy raro que los deportistas de alto nivel de China hablen o escriban abiertamente sobre su homosexualidad. Los casos todavía se pueden contar con los dedos de una mano. Después de Li Ying, la jugadora de voleibol Sun Wenjing también se atrevió a «salir del armario”, pero dos años después de ponerle fin a su carrera.

En 2018, el surfista profesional Xu Jingsen anunció en Weibo que participaría en los Gay Games de París. «Sí, soy gay», escribió entonces Xu junto a una imagen en la que aparecía sobre una tabla de surf, con una bandera de arcoíris de fondo: «Tenemos derecho a amar y a ser amados. El género, la edad y el color de la piel no son grilletes».

Xu compitió en los Gay Games de París, llevando la bandera de su país en la ceremonia de apertura junto a los 69 atletas de la China continental. Los próximos Gay Games se iban a llevar a cabo este 2022 en Hong Kong, pero se han pospuesto hasta noviembre de 2023 debido a la pandemia del coronavirus. Los atletas homosexuales de Taiwán ya han anunciado que no participarán en los Juegos por temor a su seguridad.

Cuentas de redes sociales bloqueadas

En 2019, Taiwán se convirtió en el primer país asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. En la China continental todavía está prohibido. La diversidad sexual es tolerada por el gobierno comunista, pero solo mientras se mantenga en privado. Exigir derechos públicamente podría traer problemas. En 2020, por ejemplo, se canceló el «Orgullo de Shangái», el mayor y más antiguo evento LGBTQ de China, con desfiles en bicicleta, fiestas, foros y exposiciones.

En julio de 2021, el ministerio de Asuntos Civiles bloqueó y eliminó cientos de páginas web y cuentas de usuarios de redes sociales de la escena LGBTQ, especialmente en las universidades. «Es imposible que China lidere el camino en este sentido», defendió Hu Xijin, redactor jefe del diario estatal Global Times. «Nuestro cierto conservadurismo es necesario y razonable», escribió en su blog. En septiembre pasado, el presidente Xi Jingping ordenó que se prohibiera en la televisión a los «hombres afeminados».

Participantes del Orgullo de Shanghái en junio de 2015.Participantes del «Orgullo de Shanghái» en junio de 2015.

Más cautelosos

La escena LGBTQ se ha tenido que acostumbrar a esta postura más dura. «Desde que las autoridades chinas han tomado medidas enérgicas contra las organizaciones que defienden los derechos LGBTQ en el campus, somos muy cautelosos y tratamos de no centrar demasiado los eventos en temas LGBTQ», explica el universitario Robin a DW.

Se calcula que en China hay unos 70 millones de personas que son lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o queer. El país, con 1.400 millones de habitantes, aún está lejos de tratar abiertamente la diversidad sexual. «Las personas que pertenecen a una minoría sexual o de género siguen viviendo en la clandestinidad en China. Solo el cinco por ciento está dispuesto a vivir su diversidad abiertamente», según un estudio de 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La discriminación, agrega el PNUD, «sigue costando puestos de trabajo a las personas LGBTQ, disminuyendo sus perspectivas profesionales y su potencial de aprendizaje en las escuelas».

Fuente: https://www.dw.com/es/lgbtq-en-el-deporte-chino-tolerado-pero-nada-m%C3%A1s/a-60485755

 

 

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Los “Don nadie” con rostro humano

Por: Sergio Ferrari

Seres humanos sin identidad ni coordenadas. Figuras escondidas y fantasmagóricas diseminadas en todas las regiones del planeta. Desclasados, necesarios, a veces imprescindibles, casi siempre ‘desechables’.

Ciudadanos de segunda categoría, los 272 millones de migrantes a nivel mundial, avivan pasiones y atizan discursos xenofóbicos con cálculos electorales en buena parte de la geografía planetaria.

Integran un sector sumamente vulnerable a los impactos sanitarios, económicos y sociales de la actual pandemia. Al mismo tiempo, por su aporte a nivel económico y laboral, constituyen un resorte importante –a veces esencial- para la recuperación económica integral.

Así lo entiende, en todo caso, las Naciones Unidas.  En particular, su Programa para el Desarrollo Humano (PNUD), que publicó el 21 de octubre un informe donde analiza las migraciones en la última década.

Movilidad humana, oportunidades compartidasAnálisis del Informe sobre Desarrollo Humano 2009 y la ruta hacia delante (https://www.undp.org/content//human-mobility/en/home.html)  examina las grandes tendencias pasadas y , al mismo tiempo, arriesga anticipar pistas futuras para facilitar una migración segura, ordenada y regular.

Escondidos detrás de los números, cuadros y análisis, se desvanecen ciertos mitos ligados a la migración, que sigue siendo una temática de principal actualidad civilizatoria, atravesada-manipulada por retóricas políticas y convertida en espantapájaros en el debate societario mundial.

Con expresiones simbólicas muy fuertes, como la construcción del muro entre Estados Unidos y México o bien la ‘barrera de seguridad’ instalada por la Unión Europea en las aguas del Mediterráneo o el chantaje permanente de Turquía hacia la Unión Europea, al tener en sus manos una gigante llave maestra migratoria.

Algunos de esos mitos son repetidos hasta el cansancio por muchos medios de información y un importante sector de la clase política y el poder. Que la migración mundial es incontrolable cuantitativamente a nivel planetario; que es una población que aprovecha de las ventajas de países más ricos a donde se dirige; que el impacto de los refugiados –una ínfima parte de dicho grupo humano- amenaza la paz interna de las regiones más estables del planeta.

Población minoritaria

La Organización Internacional de Migraciones (OIM) calcula en su Informe 2020 la existencia de unos 272 millones de migrantes internacionales, cifra que representa apenas un 3.5% de la población mundial. (https://publications.iom.int/books/informe-sobre-las-migraciones-en-el-mundo-2020)

La tendencia es creciente. Las cifras actuales superan las proyecciones hechas para el año 2050, que pronosticaban un 2,6%, es decir 230 millones de migrantes internacionales, recién dentro de tres décadas. Sin embargo, los porcentajes siguen siendo mínimos en el marco demográfico mundial.

Como lo sostiene la OIM, la escala y el ritmo de la migración internacional son muy difíciles de predecir con exactitud, porque están estrechamente relacionados con acontecimientos puntuales o de duración limitada, como las situaciones de inestabilidad grave, crisis económica o conflicto. Además del impacto que pueden tener las tendencias a largo plazo, que también tienen una repercusión esencial: los cambios demográficos, el diferente desarrollo económico regional, los avances de la tecnología de las comunicaciones y el acceso al transporte.

En cuanto a coordenadas geográficas, India sigue siendo el principal país de origen de migrantes internacionales (17,5 millones).  El segundo en importancia es México con 11,8 millones y China se ubica en tercer lugar con algo más de 10 millones. Si se analizan el destino, los Estados Unidos mantienen el primer lugar, captando más de 50 millones migrantes internacionales.

Tres cuartas partes de los 272 millones -52 % hombres y 48% mujeres- tienen entre 20 y 64 años y constituyen una fuerza de trabajo potencialmente activa.

Las remesas internacionales que origina ese movimiento migratorio ascendieron en 2018 a los 689.000 millones de dólares estadounidense. Las mismas terminan en un sin número de países. Tres de ellos son los principales receptores: India, China, y México. Sin embargo, en regiones enteras, como Centroamérica y el Caribe o la África subsahariana, el impacto económico de las remesas impacta en la sobrevivencia misma de numerosas familias o comunidades. Para Haití representan un 37,1 % del Producto Interno Bruto (PIB). Para Honduras, un 22 %; El Salvador, 21%; Jamaica,16 %; Nicaragua y Guatemala, 13,1%. El Banco Mundial calcula que, en 2019, América Latina y el Caribe recibió, en conjunto, 96.000 millones de dólares en transferencias enviadas por los migrantes.

Según el reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (PNUD), la migración forzosa – desplazados internos y refugiados- si bien se ha duplicado en los últimos 10 años significa actualmente unos 79 millones de personas.  Una pequeña minoría en el contexto ya minoritario del conjunto del movimiento migratorio a nivel mundial.

Actor productivo

El discurso xenofóbico de enorme impacto a nivel mediático internacional subraya el “oportunismo”, cuando no el “ocio”, de los migrantes que llegan a países de alto o mediano desarrollo.  Cuando este discurso se embebe de componentes raciales, como sucede en Europa con los inmigrantes provenientes del África subsahariana o de países árabes, el coctel resulta socialmente explosivo, discriminador y racista.

Sin embargo, “bien gestionada, la movilidad humana impulsa el crecimiento económico, reduce inequidades y conecta a sociedades diversas”, subraya el nuevo Informe del PNUD, desmitificando una parte de los argumentos descalificadores. Y subraya que “aunque únicamente representan el 3,5% de la población mundial, las personas migrantes generaron el 9% del PIB mundial en 2015”.

Otros estudios de instituciones internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, citados por el PNUD en su informe, “muestran que un aumento porcentual de la proporción de migrantes en países de altos ingresos aumenta el ingreso per cápita en un 2%”. Y anticipa que “si las personas inmigrantes aumentaran la mano de obra de los países ricos en 3%, el Producto Interno Bruto mundial incrementaría 356.000 millones de dólares para 2025.

Con la mirada retrospectiva, el PNUD reconoce que desde 2009 se ha avanzado poco en cuanto a abordar la movilidad de personas migrantes poco cualificadas. Los derechos de las personas migrantes están más protegidos en el papel; pero, en la mayoría de los países, su acceso a protección y servicios sociales sigue siendo limitado. Y los costos de transacciónpara documentos, desplazamiento y transferencias monetarias siguen siendo obstinadamente elevados.

La crisis sanitaria mundial no debería ser un factor para cerrar aun más las fronteras. Al presentar el estudio, Asako Okai, administradora adjunta y directora de la Oficina de Crisis del PNUD enfatiza que “las economías y las sociedades saludables dependen de la movilidad humana. Los esfuerzos de recuperación de la COVID-19 deben incluir a las personas migrantes, asegurando que sus derechos no sean marginados y que no se desperdicie su contribución”.

«Nadie está seguro hasta que todos estén seguros» enfatiza el resumen técnico del informe, lo que implica la necesidad de “una respuesta inclusiva”, que integre a las personas migrantes.

Humanizar la migración

Movilidad Humana, oportunidades compartidas no se queda en el diagnóstico, sino que propone pasos concretos para valorizar y dignificar la migración.

Recomienda tomar y asumir ciertas decisiones políticas internacionales. Entre las cuales:  ampliar las rutas legales, reducir los costos de transacción de las remesas, garantizar los derechos de las personas migrantes, especialmente para las mujeres, fomentar la integración y la cohesión social, y movilizar a las diásporas.

Y concluye que «la pandemia y la pausa en los viajes son una oportunidad para redefinir la movilidad humana y construir un mundo mejor”.  El Administrador de la PNUD Achim Steiner al presentar el nuevo informe sobre las Migraciones 2020, sostuvo que “promover los beneficios, reducir los costos y hacer que la migración sea una opción nos preparará hoy para hacer frente a los nuevos retos que plantee el cambio climático, la creciente inequidad y la transformación digital del trabajo de mañana».

A la crisis económica mundial de 2008 le siguió una década de un debate muy politizado, algunos avances y muchas oportunidades desperdiciadas en relación con la movilidad humana, enfatizó Steiner.  Debemos redoblar esfuerzos ahora y centrarnos en los progresos en los próximos diez años si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible», enfatizó.

El PNUD anticipa, de cara al futuro, nuevos enfoques para potenciar los beneficios de la movilidad humana, tanto para las personas migrantes y sus familias, como para los países de origen y destino. Van en la dirección de ampliar las rutas legales de migración, innovaciones digitales para ayudar a las personas a ganarse la vida mientras están en tránsito, un enfoque renovado en protección social y la participación de las diásporas en las políticas de los países de origen.

Las imágenes casi cotidianas definen el argumentario planetario. Los migrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos vía México. O las barcazas repletas de hombres, mujeres y niños africanos golpeando a las puertas europeas – solo el año pasado murieron 1.283 en la travesía en tanto 110 mil lograron entrar al Viejo Mundo. Lo que esconden los reflectores mediáticos es, sin embargo, lo esencial: el enorme aporte de los trabajadores migrantes a las economías de los países centrales, así como el efecto de oxigenación intercultural imprescindible para las tan ricas como envejecidas sociedades opulentas.

Fuente: https://rebelion.org/los-don-nadie-con-rostro-humano/

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La prueba de que es posible reducir la pobreza en una crisis sanitaria está en Sierra Leona

Por: Alejandra Agudo

El Índice de Pobreza Multidimensional muestra que se habían mejorado las condiciones de vida más allá del ingreso de millones de personas. La covid-19 pone en riesgo el progreso, pero no es imposible seguir avanzando, según los datos del PNUD

Sierra Leona es un país muy pobre. Un 40% de su población vive con menos de 1,90 euros al día, el 58% no tiene combustible saludable para cocinar, el 54,4% carece de saneamiento adecuado y casi el mismo porcentaje (54,5%) no tiene acceso a electricidad. Pero todas esas cifras, recogidas en 2017, son mejores que las que registraba en 2013, cuando la proporción de personas que padecían estas privaciones era unos 20 puntos superior. De hecho, el país es el que más rápido ha reducido la pobreza multidimensional, que se mide con 10 indicadores de salud, condiciones de vida y educación en esos años. Su situación es todavía muy precaria y el país ocupaba la posición 181 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano de 2019, pero todo ese progreso lo consiguió durante uno de sus períodos más críticos: en plena crisis del ébola.

Estos datos, recogidos en el último informe de pobreza multidimensional del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), demuestran que «en las peores circunstancias, la esperanza es posible; se puede reconstruir mejor», opina Sabina Alkire, directora de la Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI), entidad que firma el estudio. «Sierra Leona es inspiradora. Durante la crisis del ébola se puso la atención en prevenir muertes y, por ello, en campañas para promover el lavado de manos, programas contra la desnutrición y educación», comenta la líder del equipo de autores en una entrevista telefónica tras la presentación telemática del estudio. «Se enfocaron en los más pobres porque no tenían ni acceso al agua». Gracias a eso, explica, la pobreza multidimensional en el país africano pasó de afectar al 74% de la población en 2013 al 58% en 2017. «Y mejoraron en todos los indicadores, sobre todo en acceso a electricidad y combustibles limpios para cocinar», detalla.

Como Sierra Leona, otros países venían realizando importantes progresos en la reducción de la pobreza multidimensional entre el 2000 y 2019. Concretamente, 65 de los 75 analizados (que abarcan a 5.000 millones de personas) en este estudio. «Estos son logros notables y no tienen que ver solo con recursos económicos, sino con voluntad política», considera Alkire. Según los datos del informe, India es el país en el que más personas salieron de la pobreza multidimensional, unos 270 millones entre 2005/2006 y 2015/2016. En China, 70 millones entre 2010 y 2014. Y en Bangladés fueron 19 millones entre 2014 y 2019. «Nos dimos cuenta de que para luchar contra la pobreza teníamos que tomar medidas, pero que no solo tenían que ver con el ingreso; teníamos que abordar todas las caras de la pobreza», comenta Muhammad Abdul Mannan, ministro de Planificación del país asiático en su intervención en la presentación del informe.

Con todo, todavía 1.300 millones de personas padecen pobreza multidimensional, el 98,8% sufren más de tres carencias del listado de diez, como no disponer de agua potable, un suelo pavimentado en la vivienda o estar desnutridos. El 83,5% viven privados de más de cinco de estos parámetros. La mitad son niños menores de 18 años. ¿Dónde? África subsahariana concentra la mayor parte de este problema.  El 55 % de su población (558 millones de personas) se encuentra en situación de pobreza multidimensional. De estas, el 98 % (547 millones) no tienen acceso a combustible de cocina limpio, el 84 % (470 millones) carece de electricidad, y el 66 % (366 millones) no tiene acceso a agua potable.

«Pero todo esto era antes de la covid», apunta Alkire. Todos los avances conseguidos —47 países estaban en la buena senda de reducir a la mitad su pobreza multidimensional para 2030— están ahora en peligro, advierte el PNUD. Un temor compartido por el mandatario bangladesí que estima que 35 millones de los más de 160 millones habitantes del país están en riesgo de caer en la miseria debido a la crisis desencadenada por la pandemia. Más optimista, Achim Steiner, administrador del PNUD, ve en el momento actual «una oportunidad para repensar el desarrollo y reconstruir mejor». Algo indispensable, anota, porque «habrá nuevas crisis, sobre todo teniendo en cuenta el impacto del cambio climático».

En este sentido, los participantes en el encuentro digital, coinciden en destacar la importancia de usar la información del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) para tomar decisiones políticas acertadas para la reducción de la miseria. «Esto no es una herramienta para controlar a los Gobiernos, sino ara apoyarles a medir sus avances», precisa Isabel Saint Malo, ex vicepresidenta de Panamá. Así, la asesora técnica en equidad de la Organización Mundial de la Salud, Theadora Swift Koller, sugiere observar los datos de distribución de la pobreza entre áreas urbanas y rurales. «Estas últimas concentran el 85% de los pobres multidimensionales y tienen peor acceso a la salud. En este contexto de recuperación, hay que invertir más en recursos humanos sanitarios para reducir la desigualdad en el acceso a la salud en áreas rurales», plantea.

«Aprendamos las lecciones de los países que lo han hecho bien», pide Steiner. «No es imposible reducir la pobreza, no es tan difícil como ir a la luna; sería un cambio histórico que en este tiempo de covid-19 se hiciera más para proteger a los más pobres», apunta Alkire. Pero ve que en algunos países las ayudas están llegando a clases acomodadas y no a los más necesitados quienes, además, no tienen voz para reclamar apoyo. Otros, matiza la experta, «sí tratan de obtener información de cómo es la situación de la gente con voluntad de responder a sus necesidades». Así lo hizo Sierra Leona, según muestran los datos, en una crisis sanitaria de gran magnitud. Las ayudas internacionales sirvieron al propósito de mejorar la vida de los más pobres.

En esta ocasión, hace falta todavía el primer paso: que haya suficiente ayuda internacional. La ONU ha lanzado tres llamamientos para recaudar 10.300 millones de dólares (9.000 millones de euros) para su Plan Global de Respuesta Humanitaria. Desde el primero, en marzo, cuando se solicitaron 2.000 millones a la comunidad internacional, apenas se han recaudado 1.700 millones dólares. «La respuesta hasta ahora de las naciones ricas (…) a situaciones en otros países ha sido extremadamente inadecuada», ha criticado recientemente Mark Lowcock, subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios. «Existe un grave riesgo de hambrunas múltiples a fines de este año y principios del próximo. Tenemos que invertir ahora para evitarlo», ha advertido.

La OPHI y el equipo de investigadores del PNUD han realizado sus propias proyecciones de cuántos pobres multidimensionales habrá debido al impacto de la pandemia. Con simulaciones para 70 países (4.800 millones de personas) en desarrollo a partir de los efectos anticipados en cuanto a nutrición y asistencia escolar, la conclusión es que, en el escenario más conservador —que un 25% de las personas en pobreza multidimensional o vulnerables entren en situación de desnutrición, y la mitad de los niños en edad de educación primaria dejen de asistir a la escuela—, los niveles de pobreza podrían volver a los de hace nueve años, lo que significa que 490 millones de personas más caerían en situación de pobreza multidimensional.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/16/planeta_futuro/1594916645_258161.html

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ONU advierte retroceso en el desarrollo global por pandemia

Redacción: TeleSUR

La caída del IDH afectará a países ricos y pobres, aunque se espera que sus efectos sean más profundos  en las naciones en desarrollo.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emitió este miércoles un informe en el que advierte que la pandemia de la Covid-19 causará el primer retroceso en desarrollo desde 1990.

La crisis sanitaria global provocará una afectación sin precedentes desde hace 30 años al Índice de Desarrollo Humano (IDH), indicador que elabora la Organización de Naciones Unidas (ONU) para medir el progreso global en educación, salud y estándares de vida.

El PNUD alerta sobre un retroceso en la esperanza de vida, debido a que la Covid-19 ha causado el desceso de más de 300.000 personas en el mundo, asimismo, advierte que miles de niños podrían morir indirectamente  por causas prevenibles durante los próximos meses.

 

De acuerdo a datos oficiales ofrecidos por el PNUD, casi el 60 por ciento de los niños con edad para cursar la educación primaria, no están yendo ahora mismo a clases, lo que muestra una realidad no vista desde los años 80.

En medio de ese panorama, hay que mencionar una dura recesión económica, con una caída de cuatro puntos porcentuales en el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita a nivel global.

«Es una crisis que nos golpea en los distintos frentes y por esto es que esta vez, por primera vez desde que el concepto fue creado para el mundo en su conjunto, vemos una caída sin precedentes», señaló Heriberto Tapia, investigador senior del PNUD y uno de los autores del informe.

Heriberto Tapia significó el rápido avance de esta crisis multisistémica y, también la importante incertidumbre que hay por delante, «dado que es razonable suponer que los problemas van a continuar como mínimo durante la segunda mitad del año», añadió.

La caída del IDH afectará a países ricos y pobres, aunque se espera que sus efectos sean más profundos  en las naciones en desarrollo, cuya capacidad para lidiar con las repercusiones sociales y económicas de la pandemia es mucho menor que las desarrolladas.

“Si no sumamos la equidad al conjunto de herramientas de políticas, muchos quedarán aún más atrás”, aseveró el director de la oficina del PNUD, Pedro Conceição.

El PNUD también sostuvo que la crisis de la Covid-19 reveló, la fortaleza de la acción colectiva de cara a una amenaza común e instó al mundo a mostrar la misma fuerza ante el cambio climático.

 Fuente: https://www.telesurtv.net/news/onu-advierte-retroceso-desarrollo-global-pandemia-20200520-0038.html

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Cae el desarrollo humano por primera vez desde 1990

Noticia/21 Mayo 2020/elpais.com

La ONU advierte que los efectos de la pandemia en la educación, la salud y las condiciones de vida provocará una caída del índice que mide el progreso de los países

Cada año el mundo progresaba un poco, con más niños en las escuelas, más esperanza de vida y mejores indicadores de salud. Quizá no lo suficiente ni lo rápido que se deseaba, pero se avanzaba. Hasta 2020. Este año, por primera vez desde 1990, se va a retroceder. Esta es la advertencia que lanza el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que elabora desde hace tres décadas el llamado Índice de Desarrollo Humano (IDH) y que para su edición de 2020 no obtiene datos esperanzadores.

«El mundo ha visto muchas crisis en 30 años, incluida la financiera de 2008. Todas han golpeado con fuerza al desarrollo humano pero, en general, a nivel global se ha conseguido avanzar cada año», ha explicado Achim Steiner, administrador del PNUD, en un encuentro virtual con periodistas. Pero la que vive ahora el planeta por el virus SARS-CoV-2 «es distinta», apunta Heriberto Tapia, investigador del organismo, en una conversación telefónica posterior. Lo es porque la pandemia de covid-19 impacta de lleno y de forma simultánea en todos los elementos de la existencia con los que se mide el desarrollo humano: la salud, la educación y los ingresos de las personas. Lo que no solo provocará que el mundo retroceda, sino que además lo hará de una forma «significativa, equivalente a las variaciones de seis años de progreso», concreta.

Los tres valores han experimentado retrocesos desde el comienzo de la crisis, tanto en los países pobres como en los ricos de todas las regiones. Si bien, las previsiones del PNUD apuntan que la caída será desigual. Los menos adelantados, que cuentan con menos recursos para gestionar los efectos sociales y económicos, sufrirán la peor parte. «Hay gente que puede trabajar y estudiar desde casa. Pero otra población no tiene esas oportunidades. La mitad del planeta no tiene acceso a Internet. Hay 3.000 millones de personas que ni siquiera puede lavarse las manos en su hogar», reflexiona Tapia.

Los efectos sobre la salud son evidentes. Hasta la fecha, más de cinco millones de personas se han contagiado del nuevo coronavirus y más de 325.000 han fallecido por él. Además, las medidas de confinamiento y el desvío de fondos sanitarios a la atención de la covid-19, afectarán de forma negativa. «Este año, se calcula que se producirán entre 250.000 y 1,2 millones de muertes infantiles adicionales. Con el número menor, este 2020, la esperanza de vida no va a aumentar, como venía creciendo anualmente, sino que se va a mantener», detalla Tapia.

La educación no se libra de la debacle. El cierre de escuelas ha afectado a entre 1.400 y 1.500 millones de niños; pero mientras los hay que pueden continuar su formación a través de Internet, otros no tienen esa opción. Según los cálculos del PNUD, el 60% de los pequeños en edad de cursar enseñanza primaria no está recibiendo ninguna educación. «Para fin de año, la tasa efectiva de niños sin escolarizar será la que tenía el mundo en los años ochenta», anota Tapia.

Los más pobres serán los paganos. El informe presentado este miércoles señala que el 86 % de los niños de primaria se encuentran actualmente sin escolarizar en los países con un desarrollo humano bajo, frente al 20% en las naciones en la parte alta de la tabla. De no mejorar en lo que queda de 2020, este indicador será otro lastre para el progreso del mundo que se mide con el IDH.

Los ingresos de las familias y su calidad de vida son las otras variables con las que se calcula el desarrollo humano. Y tampoco registran datos para la esperanza. La recesión económica —el Banco Mundial calcula una caída de casi el 5% del PIB mundial para 2020— y la pérdida de empleos es un mazazo para el progreso y la lucha contra la pobreza extrema, en la que podrían caer 60 millones de personas, según esta entidad, además de las 736 millones que ya viven con menos de 1.90 dólares al día.

«Y estamos en mayo; esta es nuestra evaluación, relativamente conservadora, de cómo podríamos estar a final de año», previene Tapia. Pero no es inevitable. «Podemos frenar el retroceso, pero se necesita una acción decidida. Es fundamental que se tomen las medidas correctas», dice el investigador del PNUD. «Con el tratamiento adecuado se podrá volver a la normalidad con rapidez, aunque hay el riesgo de que se abandone la senda positiva del progreso», agrega.

Para el experto es muy importante la colaboración internacional. «Los países en desarrollo no tienen la capacidad para implementar grandes paquetes de ayuda como los que están aprobando las naciones más ricas. Y tampoco para endeudarse», anota Tapia. Y van a necesitar apoyo. Hasta ahora, dice, la mayoría de los casos se han dado en países desarrollados, pero en los últimos días se observa «un vuelco» en este sentido. «Nos espera un segundo semestre de año duro», avanza. Aunque, «por suerte, los menos adelantados han sido rápidos en poner en marcha políticas para frenar el avance del virus, necesitarán ayuda para garantizar la salud y la educación a su población», apostilla.

Un mensaje que el propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reiteró este miércoles, con la mirada puesta en África, que concentra la mayor parte de países con un Índice de Desarrollo Humano bajo. «La pandemia amenaza el progreso de África. Agravará las antiguas desigualdades y aumentará el hambre, la desnutrición y la vulnerabilidad a las enfermedades», dijo en un comunicado. Por eso, pidió «solidaridad» con el continente, donde el nuevo coronavirus se ha cobrado casi 3.000 vidas hasta la fecha y se han reportado más de 95.000 casos confirmados. Menos de los que se temían, pero que podrían aumentar rápidamente, advirtió el mandatario.

«Los países africanos también deberían tener acceso rápido, equitativo y asequible a cualquier vacuna y tratamiento, que deben considerarse bienes públicos mundiales», reclamó Guterres en su declaración. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo apunta a otros apoyos en su estudio. Así, para esta institución, una medida fundamental para que el retroceso del mundo no sea el que muestran los números es cerrar la brecha digital.

El PNUD calcula que cerrar la brecha digital en los países de renta media y baja costaría apenas un 1% de los extraordinarios paquetes de medidas fiscales —ocho billones de dólares— de apoyo aprobados hasta el momento en todo el mundo en respuesta a la covid-19. «Nosotros no lanzamos recomendaciones fijas para cada país, pero esperamos que haya énfasis en modernizar el mundo», anota Tapia. «Se puede salir de esta crisis ayudando a las personas ahora y para que estén mejor preparadas para el futuro». Hará falta porque las tensiones que había antes de que todo quedase en pausa por la pandemia, las protestas contra la desigualdad y el cambio climático, volverán. «Y puede que más fuertes».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/05/20/planeta_futuro/1589966420_653612.html

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Las creencias con las que se fabrica el techo de cristal

Por: Alejandra Aguado 

No hay una sola mujer que habite hoy el planeta que vaya a conocer la igualdad de género. Al menos, no de continuar el ritmo actual de progreso hacia tal objetivo. Una niña nacida hoy tendría que vivir más de 202 años para experimentar qué significa tener las mismas oportunidades, salario, derechos, poder, voz… Que los hombres. Pese a los avances conseguidos desde la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 en la lucha contra la violencia de género, la reducción de la mortalidad materna o garantizar la educación para las niñas, los prejuicios representan un lastre que ha ralentizado el paso. Todavía en 2020, un 47,4% de la población del mundo dice que los varones son mejores líderes políticos y un 41,4% cree que son más idóneos para mandar en los negocios. Es lo que ha encontrado un estudio del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicado este jueves.

«Es inaceptable e insatisfactorio. Los cambios no suceden a la velocidad y escala necesarias», opina Raquel Lagunas, asesora para cuestiones de igualdad de género en el PNUD, sobre los dos siglos que llevará cerrar la brecha de género. «Las normas sociales, las expectativas, los prejuicios, los sesgos de género, el sistema de creencias son los mayores obstáculos para seguir progresando», explica por teléfono. Para Pedro Conceição, director del equipo encargado del Informe sobre Desarrollo Humano, un ejemplo claro se ve en la participación política. «Las mujeres no tenían derecho al voto a principios del siglo XX. Ahora sí, es un progreso básico. Pero si miras a los jefes de Estado, ellas apenas representan un 5%», apunta desde su despacho en Nueva York.

El techo de cristal no solo impide el ascenso de las mujeres en la esfera del poder político, sino también económico y social. Mientras que algunas leyes y programas han abierto algunas grietas, esta barrera se mantiene fuerte a base de ideas contrarias a la igualdad de género. De acuerdo con el estudio, el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres de los 75 países (81% de la población global) en los que se han realizado encuestas tienen al menos uno de esos pensamientos machistas. Aparte de los ya citados sobre la capacidad para ser líderes, un 30% cree que está justificado que un varón pegue a su pareja y el 50% de los hombres cree que ellos tienen más derecho a un trabajo.

Estos prejuicios no son solo cosa de hombres. De hecho, las mujeres también tienen incorporadas estas ideas machistas en sus pensamientos que acaban paralizando el progreso de todas y también de ellas mismas. «Los sesgos de género son inhibidores de oportunidades. Por ejemplo, a partir de los 12 años, las niñas empiezan a levantar menos la mano en clase; con lo que se restan posibilidades de expresar sus ideas. Es tres veces más difícil para las mujeres llegar a ser políticas por barreras externas, pero también por sesgos propios», apunta Lagunas.

Esto se traduce en una sobre representación de la población femenina en trabajos informales y precarios, así como no remunerados en el hogar. Pero apenas un 21% son empleadoras y un 12% millonarias. «Las mujeres hoy son las más cualificadas de la historia (…) Pero parece que eso no es suficiente para conseguir la igualdad en la edad adulta», escriben los autores. La elección de las opciones educativas también están condicionadas por los prejuicios. Así, solo un 15% de las graduadas en carreras relacionadas con la ciencia, tecnología y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son chicas.

En la esfera privada, las normas sociales también tienen un impacto negativo sobre la vida de las mujeres. Cada año, 12 millones de niñas son víctimas de matrimonios forzados, lo que en la mayoría de los casos significa que tienen que dejar sus estudios, quedan embarazadas a muy temprana edad y están expuestas a un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el parto. «Por regiones, las mayores tasas se dan en África con un 36% de mujeres enlazadas antes de cumplir los 18, y el sur de Asia con un 29%», destaca el estudio del PNUD. Además, cuatro millones están en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital femenina anualmente. El 70% de las víctimas de trata detectadas en todo el mundo son niñas y mujeres, la mayoría de ellas con fines de explotación sexual. «Es sorprendente que una de cada 20 niñas de 15 a 19 años —alrededor de 13 millones— haya sufrido un acto de violación en su vida, una de las formas más violentas de abuso sexual que pueden sufrir», denuncia un informe lanzado por Unicef en el marco de la campaña Generación Igualdad.

«El sistema de normas y creencias lo incorporamos desde que somos pequeños; son sesgos inconscientes de género sobre lo que significa ser hombre y mujer», analiza Lagunas. En general, la sociedad espera que ellas sean las encargadas del hogar y ellos lleven el pan a casa, detalla el informe. «Trabajar esto requiere una nueva metodología», anota la experta. «Tiene que haber un cambio sistémico en la familia, que es la institución más resistente al cambio porque se considera privada, y también en la escuela, la religión, los medios de comunicación, la cultura… En definitiva en los espacios de socialización».

El documento del PNUD insta a los Gobiernos a tomar una batería de medidas en esta línea. Dar un salto de lo tangible —leyes, políticas, compromisos y declaraciones públicas— a lo invisible. Cambiar mentalidades requiere de intervenciones «más complejas», reconoce Lagunas. «Pero se puede conseguir cerrar la brecha», comenta positiva. «Ahora se necesitan otras políticas. Lo más efectivo en este sentido es crear conciencia, un sistema de incentivos y más inversión en educación», enumera Conceição. Una vía es, por ejemplo, impulsar los permisos de paternidad. «Esto cambiará la expectativa de que siempre será la madre quien cuide del bebé», explica. Lagunas propone «conversaciones significativas» como se trabaja en algunos programas sobre igualdad de género del PNUD. «Es una cuenta pendiente cómo trabajar con hombres y niños», añade.

Además de la complejidad, este tipo de intervenciones enfrentan otros retos. Uno de ellos es que los resultados se observarán en el largo plazo y los mandatarios suelen buscar resultados rápido. La igualdad de género tiene que convertirse en un «compromiso de país», afirma Lagunas. La calle, tomada por una marea morada de mujeres a nivel global, lo está reclamando. El movimiento feminista ha tomado fuerza en los últimos años; fenómenos como el Me Too, el Ni una menos y más recientemente la expansión del himno Un violador en tu camino dan cuenta de ello. Pero algunos líderes no solo son cortoplacistas, sino que no creen que la igualdad de género sea un objetivo a perseguir, como establece la Agenda 2030 de desarrollo sostenible que acordaron todos los países miembros de las Naciones Unidas. «La sociedad tiene sesgos de género, no es sorprendente que se reflejen en sus líderes», opina Conceição.

Otra piedra en el camino hacia la igualdad de género es el surgimiento de nuevas discriminaciones. El director del informe de desarrollo humano del PNUD apunta dos. Las que generan el cambio climático y las nuevas tecnologías.  Ellas son «más vulnerables» al primero pues son quienes mayoritariamente desempeñas labores relacionadas con la naturaleza, como la agricultura. En cuanto a la brecha digital, Conceição subraya cómo los algoritmos y la inteligencia artificial «restan oportunidades de trabajo a las mujeres pues los sesgos de género hacen que se oferten las opciones mejor remuneradas a los hombres».

El horizonte dibujado en la Declaración de Beijin, «el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer», según ONU Mujeres, sigue lejos. “Hace 25 años, los gobiernos del mundo asumieron un compromiso con las mujeres y las niñas, pero solo han cumplido parcialmente su promesa. Aunque la comunidad internacional ha demostrado la voluntad política necesaria para enviar a muchas niñas a la escuela, ha fracasado vergonzosamente a la hora de dotarlas de las aptitudes y el apoyo que necesitan no solo para labrarse su propio futuro, sino para vivir con seguridad y dignidad”, afirma en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. “El acceso a la educación no es suficiente, debemos también cambiar los comportamientos y las actitudes hacia las niñas. La verdadera igualdad solo llegará cuando todas las niñas estén a salvo de la violencia, sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida”, zanja.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/02/26/planeta_futuro/1582741781_843286.html

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Representante PNUD destaca los avances de la educación en la República Dominicana

Centroamérica/Santo Domingo/ 25 Octubre 2019/Redacción de Almomento.net

La representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Inka Mattila, destacó los avances alcanzados en materia de educación en República Dominicana, con el aumento del 4% obtenido del presupuesto destinado a la enseñanza preuniversitaria y la implementación del Programa República Digital, con lo que se busca garantizar una educación de calidad para todos.

Resaltó que la implementación de la estrategia de República Digital Educación está apostando fuertemente para que la educación sea más digital, moderna y oportuna, para que tanto los maestros como los alumnos tengan acceso a este tipo de medios para aprender con la mejor calidad posible.

“Eso quiere decir que se ha logrado avanzar, pero no se debe bajar la guardia, porque se debe continuar con el trabajo”, sostuvo Mattila, al ser abordada previo al inicio de un acto donde se lanzó la iniciativa del Laboratorio de Aceleración, un centro del nuevo modelo de negocios del PNUD para expandir oportunidades, proponer soluciones a los desafíos actuales y emergentes, a fin de acelerar el progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Explicó que la educación, que abarca la formación de las personas desde la infancia hasta la edad adulta, es un punto importante a tocar en esta nueva concepción de desarrollo sostenible, puesto que el proceso de enseñanza-aprendizaje continuo está en el centro de los objetivos de esta iniciativa.

Precisó que la educación sigue siendo uno de los pilares fundamentales para la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que ocupa un lugar muy especial en su mesa de trabajo.

El Gobierno Dominicano que encabeza el presidente Danilo Medina, a través del Ministerio de Educación, ha impactado en la primera fase del Programa República Digital Educación a más de 300 mil estudiantes en programas de robótica y ciencias; más de 600 centros educativos han sido dotados con equipos de robóticas; más de 20 mil estudiantes del Nivel Primario utilizan tabletas en las aulas, y unos 38 mil alumnos de secundaria han sido beneficiados con laptops.

Asimismo, 4,203 docentes han sido capacitados en las TICs, como recurso pedagógico en las diferentes áreas curriculares y 2,188 aulas han sido equipadas con pantallas inteligentes en 147 centros educativos.

En la segunda fase de República Digital Educación unos 19,448 estudiantes estarán involucrados en programas de robótica y ciencias; 330 mil alumnos serán dotados de laptops, cuya entrega ya empezó, y más de 79 mil docentes recibirán computadoras, con lo que se persigue, entre otras cosas, mejorar la práctica docente, la gestión de los centros y la calidad de los aprendizajes, garantizando el acceso universal y gratuito a la Tecnología de la Información y la Comunicación para reducir la brecha digital y del conocimiento.

Fuente:https://almomento.net/representante-pnud-destaca-avances-de-la-educacion-en-la-rep-dominicana/

Imagen: https: /almomento.net/wp-content/uploads/2019/10/phpThumb_generated_thumbnail-4.jpeg

 

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