China: LGBTQ en el deporte chino: tolerado, pero nada más

El número de atletas de alto nivel chinos que se han atrevido a “salir del armario” se puede contar con una mano. La diversidad sexual se tolera en China, siempre y cuando se mantenga en privado y no se exijan derechos.

La futbolista china Li Ying está de vuelta. La entrenadora de la selección femenina de fútbol de China, Shui Qingxia, convocó a la delantera Li, de 29 años, para la próxima Copa Asiática en la India (del 20 de enero al 6 de febrero de 2022). A primera vista, esta noticia no sorprende. Al fin y al cabo, en la última edición del torneo, celebrada en Jordania en 2018, Li ganó la «Bota de Oro» como máxima goleadora y China terminó tercera en el torneo.

También se pudo confiar en ella en el Mundial de Francia 2019: marcó el único gol en la victoria por 1-0 contra Sudáfrica en la ronda preliminar del torneo, en el que las chinas solo llegaron hasta los octavos de final. Sin embargo, para los Juegos Olímpicos de Tokio, Li, que ya tiene más de 100 partidos y 30 goles en su haber, no fue convocada. Muchos sospecharon que esto tenía que ver con su «salida del armario”.

Con un mensaje en Weibo, la versión china de Twitter, Li Ying hizo pública su relación con la influencer Chen Leilei en junio de 2021. La publicación se hizo viral y fue ampliamente comentada. «No es ningún secreto que hay homosexuales en el fútbol femenino, pero Li Ying es la primera que se atreve a revelar públicamente su orientación sexual y presentar a su novia. La felicito por su coraje», escribió Zhao Zen, periodista y bloguero de fútbol con más de cinco millones de seguidores. También hubo comentarios homófobos y poco después de que Li publicara el mensaje en Weibo, este desapareció de su cuenta. ¿Por presión?

«Sí, soy gay»

Es muy raro que los deportistas de alto nivel de China hablen o escriban abiertamente sobre su homosexualidad. Los casos todavía se pueden contar con los dedos de una mano. Después de Li Ying, la jugadora de voleibol Sun Wenjing también se atrevió a «salir del armario”, pero dos años después de ponerle fin a su carrera.

En 2018, el surfista profesional Xu Jingsen anunció en Weibo que participaría en los Gay Games de París. «Sí, soy gay», escribió entonces Xu junto a una imagen en la que aparecía sobre una tabla de surf, con una bandera de arcoíris de fondo: «Tenemos derecho a amar y a ser amados. El género, la edad y el color de la piel no son grilletes».

Xu compitió en los Gay Games de París, llevando la bandera de su país en la ceremonia de apertura junto a los 69 atletas de la China continental. Los próximos Gay Games se iban a llevar a cabo este 2022 en Hong Kong, pero se han pospuesto hasta noviembre de 2023 debido a la pandemia del coronavirus. Los atletas homosexuales de Taiwán ya han anunciado que no participarán en los Juegos por temor a su seguridad.

Cuentas de redes sociales bloqueadas

En 2019, Taiwán se convirtió en el primer país asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. En la China continental todavía está prohibido. La diversidad sexual es tolerada por el gobierno comunista, pero solo mientras se mantenga en privado. Exigir derechos públicamente podría traer problemas. En 2020, por ejemplo, se canceló el «Orgullo de Shangái», el mayor y más antiguo evento LGBTQ de China, con desfiles en bicicleta, fiestas, foros y exposiciones.

En julio de 2021, el ministerio de Asuntos Civiles bloqueó y eliminó cientos de páginas web y cuentas de usuarios de redes sociales de la escena LGBTQ, especialmente en las universidades. «Es imposible que China lidere el camino en este sentido», defendió Hu Xijin, redactor jefe del diario estatal Global Times. «Nuestro cierto conservadurismo es necesario y razonable», escribió en su blog. En septiembre pasado, el presidente Xi Jingping ordenó que se prohibiera en la televisión a los «hombres afeminados».

Participantes del Orgullo de Shanghái en junio de 2015.Participantes del «Orgullo de Shanghái» en junio de 2015.

Más cautelosos

La escena LGBTQ se ha tenido que acostumbrar a esta postura más dura. «Desde que las autoridades chinas han tomado medidas enérgicas contra las organizaciones que defienden los derechos LGBTQ en el campus, somos muy cautelosos y tratamos de no centrar demasiado los eventos en temas LGBTQ», explica el universitario Robin a DW.

Se calcula que en China hay unos 70 millones de personas que son lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o queer. El país, con 1.400 millones de habitantes, aún está lejos de tratar abiertamente la diversidad sexual. «Las personas que pertenecen a una minoría sexual o de género siguen viviendo en la clandestinidad en China. Solo el cinco por ciento está dispuesto a vivir su diversidad abiertamente», según un estudio de 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La discriminación, agrega el PNUD, «sigue costando puestos de trabajo a las personas LGBTQ, disminuyendo sus perspectivas profesionales y su potencial de aprendizaje en las escuelas».

Fuente: https://www.dw.com/es/lgbtq-en-el-deporte-chino-tolerado-pero-nada-m%C3%A1s/a-60485755

 

 

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