Saltar al contenido principal
Page 1 of 115
1 2 3 115

Paraguay finalmente recibe clases de educación sexual, pero muchos se preocupan por las lecciones

Antes de cumplir 15 años, el cuerpo de Diana Zalazar había crecido tanto que ya no cabía en el vestido que compró para su fiesta de quince años para celebrar su paso a la edad adulta en Paraguay.

Su madre buscó la ayuda de un médico, quien sospechó que dentro de la niña de 14 años del coro católico podría estar creciendo un tumor gigante. Lo siguiente que supo Zalazar fue que un ginecólogo estaba limpiando la sonda que le había aplicado en el vientre y le informó que estaba en su sexto mes de embarazo.

Esto no tenía sentido para Zalazar, quien recientemente había tenido relaciones sexuales por primera vez sin darse cuenta de que podría quedar embarazada.

En el católico Paraguay, que tiene la tasa más alta de embarazo adolescente en Sudamérica, muchas madres jóvenes explicaron a The Related Press que sus embarazos adolescentes eran el resultado de haber crecido en un país donde los padres evitan a toda costa el diálogo sobre los pájaros y las abejas y educación sexual nacional es indistinguible de una lección de higiene.

“Yo no decidí ser madre”, dijo Zalazar. “No tuve la oportunidad de elegir porque no tenía los conocimientos necesarios”.

A lo largo de los años que Zalazar, que ahora tiene 39 años, ha pasado de la ignorancia y la vergüenza sexual a criar a su hijo de 23 años y defender los derechos de los niños, la falta de educación sexual en Paraguay no ha cambiado… hasta ahora. Por primera vez, el Ministerio de Educación ha respaldado un plan de estudios nacional de educación sexual. Pero en un giro sorprendente, son los educadores en salud sexual y las feministas quienes están en pánico. Los lobbystas conservadores están encantados.

El programa, del que AP obtuvo una copia, promueve la abstinencia, explica el sexo como “una invención de Dios para la gente casada”, advierte sobre la ineficacia de los condones y no cube nada sobre la orientación o identidad sexual.

“Tenemos una cultura judeocristiana muy fuerte que aún prevalece, y hay una resistencia feroz a cualquier cosa que vaya en contra de nuestros principios”, dijo Miguel Ortigoza, un defensor clave del plan de estudios y pastor evangélico de Capitol Ministries, una organización sin fines de lucro con sede en Washington que dirigió estudios bíblicos para el gabinete del expresidente Donald Trump.

Como una nueva generación de activistas que hacen campaña por aborto authorized Y mientras los derechos de los homosexuales ganan en América Latina, en Paraguay se ha generado una reacción conservadora. El país ya tiene una de las leyes de aborto más estrictas del mundo. castigable con pena de prisión incluso en casos de incesto o violación, aunque no cuando esté en peligro la vida de la madre.

“En todas partes las leyes permiten ahora que las niñas maten a sus bebés, pero Paraguay es uno de los pocos países que todavía cube no, por amor a Jesús”, dijo Oscar Ávila, director de un refugio antiabortista para madres jóvenes en la capital de Paraguay. En una misa matutina celebrada hace poco, las niñas de no más de 15 años llenaban los bancos, algunas con avanzados embarazos, otras con bebés en sus caderas.

Los críticos explican el enorme poder de los grupos de presión de derecha de Paraguay como consecuencia de una historia peculiar. El conservador Partido Colorado ha gobernado el país durante 76 de los últimos 80 años, incluso durante una dictadura abiertamente simpatizante de Adolf Hitler.

“Cuando crecí bajo la dictadura, me decían que la homosexualidad period una desviación”, dijo Simón Cazal, fundador del grupo paraguayo de derechos LGBTQ+ SomosGay. “La dictadura terminó legalmente, pero los mismos clanes políticos siguieron dirigiendo el espectáculo”.

Más recientemente, el ascenso de la extrema derecha en América Latina ha dado a la plataforma del partido gobernante, compuesta por religión, familia y “patria”, una nueva resonancia, envalentonando a los guerreros culturales conservadores con vínculos evangélicos a llevar sus batallas a las aulas.

En 2017, Paraguay se convirtió en el primer país en prohibir los debates sobre identidad de género en las escuelas, una iniciativa involuntaria de los populistas europeos y los gobernadores republicanos. Ahora, su programa de educación sexual se ha convertido en un punto de conflicto nacional.

“El texto es muy peligroso, es un atentado contra la ciencia”, dijo la senadora izquierdista Esperanza Martínez ante un comité gubernamental convocado recientemente para debatir el plan de estudios.

El ministro de Educación, Luis Fernando Ramírez, restó importancia a la controversia y destacó que aún hay tiempo para mejorar el currículo antes de implementarlo. “No hay gasto de fondos estatales”, dijo a los legisladores. “No juzguemos hasta que hagamos un trabajo más profundo”.

Las autoridades han reunido equipos para revisar el programa, denominado “12 ciencias de la educación sexual y afectiva”, que se prevé poner a prueba en septiembre en cinco regiones del este antes de extenderlo a nivel nacional. Los grupos de derechos de los padres elogian los 12 libros, uno para cada grado, como una forma de enseñar ethical y proteger a los jóvenes.

“Es una verdadera batalla por la vida, por la familia, por los verdaderos derechos de los niños y por la libertad de los padres”, dijo la autora del plan de estudios, María Judith Turriaga. “Es la razón por la que los padres lucharon para que se incluyera en las escuelas públicas”.

El plan de estudios enseña a los niños a tratar a los demás con respeto y cultivar relaciones saludables.

Pero al desalentar la anticoncepción y hacer cumplir las normas de género tradicionales, se ha convertido en un pararrayos de tensiones sociales. Los críticos dicen que perpetúa estereotipos sexistas: “Los hombres conquistan, no seducen”, “las niñas tienen cerebros más pequeños y livianos”, “los niños no lloran fácilmente”, “a las niñas no les gusta correr riesgos”.

La masturbación, cube, causa “frustración y aislamiento”. El amor conyugal dura para siempre. Las chicas deben tener cuidado con “cómo su forma de vestir hace que los hombres se comporten”. La pubertad femenina es “el cuerpo que se prepara para convertirse en esposa y madre”.

Los libros también están llenos de afirmaciones inesperadas: “Los niños no perciben claramente las voces agudas”, cube.

Cualquier conversación sobre sexo se refiere al ámbito heterosexual.

“Sin una educación verdaderamente inclusiva que te permita entender tu realidad, da miedo”, dijo Yren Rotela, una activista trans cuya identidad como mujer a los 13 años la empujó a la servidumbre por deudas y al trabajo sexual en un país donde la identidad transgénero no está legalmente reconocida, no hay legislación que reconozca los crímenes de odio y la discriminación está muy extendida.

En un taller realizado en agosto, los participantes expresaron su alarma sobre partes del plan de estudios que enfatizan el deber de obediencia a los padres y las autoridades e instan a las adolescentes embarazadas a confiar en sus familias, incluso cuando las agresiones sexuales suelen perpetrarse en el hogar.

“Nunca recibí ayuda de mi familia, me amenazaban para que no se lo contara a nadie”, dijo Liliana, quien fue violada por su padrastro y quedó embarazada a los 13 años, hablando bajo condición de que solo se usara su primer nombre porque su caso está bajo investigación.

El énfasis en la deferencia incuestionable conlleva una carga política en Paraguay, donde los expertos dicen que la dictadura más antigua de América Latina inculcó una tradición autocrática duradera.

“En este país es fácil crear proyectos autoritarios que jueguen con los miedos de la gente”, dijo Adriana Closs, presidenta de Feipar, un grupo paraguayo que promueve la educación integral. “Las facciones políticas se están aprovechando de esto debido al contexto world favorable”.

Mientras la política del conservadurismo social se expande desde Brasil hasta Hungría, los legisladores paraguayos han encontrado una inmensa promesa en la agitación contra lo que consideran una conspiración occidental para feminizar a los niños y convertir a las niñas en homosexuales.

El pánico por la influencia extranjera se nutre del trauma colectivo de la Guerra de la Triple Alianza, que enfrentó a Paraguay con Argentina, Brasil y Uruguay y diezmó a más de la mitad de su población. Los paraguayos todavía tienen la costumbre de evocar el conflicto de 1865-1870 como si hubiera ocurrido la semana pasada.

“Paraguay es el caldo de cultivo perfecto para las conspiraciones globalistas”, dijo Esteban Caballero, asesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, un grupo de investigación regional. “No se trata de un grupo marginal de fanáticos que promueven esta narrativa, es una sociedad conservadora aterrorizada por las identidades no binarias. Eso significa votos”.

Antes de las elecciones parlamentarias de 2023, una transferencia anual de fondos de la Unión Europea al Ministerio de Educación de Paraguay sumió a los políticos en una batalla galvanizadora.

El debate electoral giró desde la corrupción rampante de Paraguay y las escuelas descuidadas hasta las acusaciones de que la UE adoctrina a los niños sobre la “ideología de género” a través de su acuerdo de financiación “Transformando la Educación”.

El Senado rechazó por un estrecho margen un proyecto de ley que arrasó en la Cámara Baja y que ordenaba a las autoridades revocar los fondos de la UE que en realidad apoyan iniciativas contra el hambre.

En medio de la controversia, diplomáticos europeos celebraron una ceremonia para cambiar el nombre del acuerdo a “Fortalecimiento de la Educación” por temor a que la palabra “transformación” resultara ofensiva. El presidente Santiago Peña apareció en la iglesia evangélica más grande de Paraguay y prometió a los líderes religiosos una mayor influencia sobre la agenda educativa nacional.

“Vemos un apoyo más fuerte que en ocasiones anteriores”, dijo el pastor Ortigoza. “Hay una mayor sensibilidad hacia nuestras causas”.

fuente

Comparte este contenido:

Prohibida la educación sexual en el Reino Unido a los niños menores de 13 años

Los profesores del Reino Unido no podrán enseñar contenidos de identidad sexual a los menores de 13 años.

Los profesores de las escuelas inglesas no podrán enseñar a los niños temas relacionados con su identidad sexual. Deben evitar conversaciones ‘explícitas’ sobre sexo hasta que cumplan 13 años, según ha anunciado el Gobierno británico. Aspectos que se incluyen en una guía que será comunicada a los centros escolares este jueves.

Se advertirá este jueves a las escuelas que la identidad de géneroes un tema muy controvertido. Hay que advertir a los menores que este tipo de enseñanzas podría tener implicaciones perjudicialespara los niños. Se le indicará explícitamente al personal que evite enseñar de manera proactiva a los niños sobre la identidad de género. Si los escolares lo demandan y así lo solicitan, los profesores deberían enseñar datos ‘biológicos’ sobre el sexo. Son algunas de las recomendaciones que se incluyen en una guía que se distribuirá en los centros escolares.

La guía también impondrá límites de edad a la educación sexual por primera vez. Se considera que hasta los 13 años los niños no están capacitados para abordar estas cuestiones sensibles. Unas pautas que se deberán cumplir por ley. De esta manera, se veta cualquier forma de educación sexual.

La información debe ser limitada a los datos básicos de concepción y nacimiento, nada de hablar de forma explícita sobre el acto sexual antes de los 13 años, incluyendo materias como la anticoncepción, las enfermedades de transmisión sexual y el aborto.

Por las quejas de los padres

Las nuevas normas son la respuesta del Gobierno inglés ante la preocupación de que algunos niños estén recibiendo educación sobre relaciones, sexo y salud inapropiada para su edad. Así se lo ha asegurado el gobierno. Según el periódico ‘The Times’, las escuelas deberán proporcionar a los padres muestras del material que se les enseñará a sus hijos para calmar estos temores.

A los alumnos de secundaria se les enseñan temas más complejos, como la pubertad, las relaciones sexuales, el consentimiento, las relaciones inseguras y los daños en línea. El Primer Ministro encargó una revisión del plan de estudios después de escuchar preocupaciones, incluso de parlamentarios conservadores, de que los niños recibían lecciones de educación sexual a una edad demasiado temprana.

Esa revisión fue anunciada por el primer ministro Rishi Sunak. El gobierno cree que unas normas más claras brindarán apoyo a los profesores y tranquilidad a los padres. El jefe de la Asociación de Directores de Primaria de Suffolk dijo que las propuestas del gobierno no harían «mucha diferencia». Rebecca Leek, que también es directora interina de una escuela primaria al norte de Ipswich, dijo al programa Today de ‘BBC Radio 4’ que la educación sexual normalmente no se enseña en las escuelas primarias hasta el año 6 y que «los padres ya tienen derecho a retirar» a sus hijos si ellos desean.

https://www.antena3.com/noticias/mundo/prohibida-educacion-sexual-reino-unido-ninos-menores-13-anos_2024051566448f3369f85800013d2750.html

Comparte este contenido:

Psicólogo revela cuál es la edad adecuada para enseñar educación sexual

Un polémico debate se ha generado en las redes sociales tras las revelaciones de un psicólogo sobre la edad idónea para iniciar la educación sexual. Descubre las pautas brindadas en relación a la crianza de los niños.

En una entrevista para el canal de YouTube Plus 51, el psicólogo y sexólogo Pedro Rondón sugirió que la educación sexual debe comenzar a una edad mucho más temprana de lo que comúnmente se cree.

En la era digital, los debates sobre la educación sexual infantil están más vigentes que nunca. El clip de esta entrevista se volvió viral en TikTok, generando opiniones encontradas y destacando la necesidad de abordarlo de manera responsable y efectiva desde una edad temprana.

Derrumbando mitos

El psicólogo Rondón ofreció revelaciones que han capturado la atención de millones de personas. Según sus declaraciones, a la pronta edad de los 2 o 3 años, los niños deben comenzar a recibir información básica sobre su cuerpo, diferencias de género y límites personales.

Con esta afirmación, sugiere que la educación sexual se fundamenta en mucho más que la simple comprensión del acto sexual. Implica la enseñanza de valores, el respeto a la intimidad y los límites personales, así como la promoción de las relaciones sanas. Es un proceso integral que busca empoderar a los individuos para tomar decisiones informadas y responsables sobre su sexualidad en todas las etapas de la vida.

Rondón enfatizó la importancia de establecer una base sólida para la comprensión de la sexualidaddesde la infancia, argumentando que esto fomenta una relación más saludable y respetuosa con el cuerpo y la sexualidad en la vida adulta.

Sus declaraciones han desatado un intenso debate sobre la idoneidad y la efectividad de enseñar educación sexual a tan temprana edad.

El rol de los padres

Otro punto destacado en las afirmaciones de Rondón fue el papel crítico de los padres en este proceso educativo.

Recomendó que los padres se involucren activamente en el baño de sus hijos hasta los 4 años, proporcionándoles orientación sobre el cuidado de sus genitales y promoviendo la autonomía gradualmente. Además, enfatizó la importancia de establecer normas claras y enseñar a los niños sobre la privacidad y el respeto a su cuerpo desde una edad temprana.

Estas sugerencias han suscitado reflexiones sobre el papel de los padres en la educación sexual de sus hijos y la necesidad de una comunicación abierta y honesta sobre temas delicados pero fundamentales.

Promoviendo el diálogo

La entrevista de Rondón también abordó la necesidad de aclarar dudas y promover la comprensión adecuada de la sexualidad a medida que los niños crecen.

Desde los 6 años en adelante, es común que los niños comiencen a tener preguntas sobre cómo se hacen los bebés y otros aspectos relacionados con la sexualidad.

Rondón instó a los padres a asumir el desafío de proporcionar respuestas claras y apropiadas a estas preguntas, abordando conceptos como la reproducción, la anatomía y los límites personales.

En efecto, las revelaciones de Pedro Rondón han desencadenado un debate crucial en las redes socialessobre la educación sexual infantil, destacando la necesidad de una educación integral, sensible y basada en la edad desde una edad temprana. Este video viral ha abierto un espacio para una discusión significativa sobre un tema que continúa siendo de gran importancia en la crianza y educación de los niños en la sociedad moderna.

https://www.exitosanoticias.pe/virales/polemico-psicologo-revela-edad-adecuada-ensenar-educacion-sexual-n124070

Comparte este contenido:

Rocío Santos Gil: «Con la menopausia empezamos a darnos la libertad para ser la mujer que queremos ser»

Entrevista a Anna Freixas autora feminista del libro «Nuestra menopausia. Una versión no oficial»

Por Rocío Santos Gil

La escritora ha reeditado ‘Nuestra menopausia. Una versión no oficial’ (Capitán Swing, 2023). Su obra reivindica las bondades de esta etapa que los mitos interesados, según explica, se han encargado de oscurecer.

 

Afirma Anna Freixas (Barcelona, 1946) que allá donde va para ofrecer una charla o conferencia consigue llenar el espacio: “Porque todos mis temas son terribles: viejas y menopausia”.

 

Lo declara con una contundencia acumulada, según dice, por los años de experiencia. No existen los paños calientes para esta escritora y profesora de la Universidad de Córdoba ya jubilada, que ha cimentado una carrera de investigación sobre la psicología con perspectiva de género, el envejecimiento de las mujeres o la coeducación, y que guarda en su haber títulos ya claves como Tan frescas. Las nuevas mujeres mayores del siglo XXI (Paidós, 2013); Abuelas, madres, hijas. La transmisión sociocultural del arte de envejecer (Icaria, 2015); Sin reglas. Erótica y libertad femenina en la madurez (Capitán Swing, 2018) o Yo vieja. Apuntes de supervivencia para seres libres (Capitán Swing, 2021).

 

Llega al MaF (Málaga de Festival) con la reedición de Nuestra menopausia. Una versión no oficial (Capitán Swing, 2023) y consigue, de nuevo, llenar un salón de actos donde, convencidas a la vez que entusiasmadas, las asistentes disfrutan y asienten con las intervenciones de Freixas, que reivindica la menopausia como una etapa llena de bondades que los mitos interesados se han encargado de oscurecer.

 

Desde esa primera edición del libro Nuestra menopausia. Una versión no oficial: ¿ha habido algún encuentro entre el relato no oficial y el relato oficial? ¿En qué has visto la evolución, en caso de haberla?

 

Creo que en el relato oficial ha habido un poquito de cambio. Es decir, en la comercialización del cuerpo de las mujeres, en su medicalización. Desde la publicación del informe de 2002 (se refiere al realizado por The Women’s Health Initiative) en el que se habló de los problemas que producía la terapia hormonal, hay mayor cuidadito, menos tendencia a la administración de hormonas. Ya no se dice que todas las mujeres que quieran pasar bien la menopausia tienen que tomarlas, sino que se específica que solo será en algunos casos. Ellos saben que las mujeres ya no van tan confiadas a la consulta. Así que ahora son más sutiles, inventan otras cosas y van con más cuidado porque también saben las consecuencias. Y, desde luego, lo que más ha cambiado en todo este tiempo son las mujeres.

 

¿Cómo ha sido la evolución de las mujeres desde que sacaste la primera edición del libro?

 

Cada vez tenemos más información y cada vez estamos más convencidas de que las cosas pueden ser de otra manera. Hablamos más entre nosotras. El tabú de la menopausia se disipa y ya las mujeres comienzan si ningún pudor a coger el abanico y a decir “oh, tengo un calor que me muero” y ya está. En este sentido las mujeres, globalmente, incluyendo a las mujeres jóvenes que hablan abiertamente de que tienen la regla o les duele la barriga, están más informadas. Dialogan más entre ellas y no confían tanto en que el otro le va a resolver algo. Empezamos a darnos cuenta de que la menopausia no es tan fiera como nos la pintan.

 

Te refieres a ti misma y usas la palabra vieja con una contundencia que sorprende. Habitualmente solemos suavizar según qué expresiones. ¿Cómo se consigue ese aplomo?

 

La edad te da una mayor seguridad. También ocurre esto porque me he dedicado a tratar de normalizar las canas, las arrugas, la vejez, la edad. A dignificarnos. Que los hombres hagan lo que quieran, pero que las mujeres podamos ir por el mundo sin pedir perdón porque eres vieja, porque estás sorda, porque tienes canas, porque estás gorda, porque eres pequeñita o porque tienes barriga o… ¡o yo qué sé! ¿Por qué tenemos que pedir perdón por tantas cosas? A veces también tengo mucho genio y lo suelto todo así, pero lo que sí he aprendido es a usar el sentido del humor, diciendo todo lo que quiero, pero suavemente.

 

¿En clase eras igual?

 

Cuando daba clases los chicos venían diciendo “¡te ha tocado la Freixas!” o “la Freixas es feminista”. Y yo lo primero que hacía era tratar de congraciarme con ellos. Les decía: aquí vamos a divertirnos, a pasarlo bien, a aprender y nos vamos a reír de todo; de nosotros, de nosotras y vamos ir abriendo los ojos. Así que se trata de relajarse. Con los chicos, en el noventa y pico por ciento, siempre he tenido muy buen rollo. Incluso me paraban para hablar por la calle en Córdoba. El aplomo es una cuestión de edad, pero también viene de aprender unas de otras.

 

De hecho por hablar entre nosotras, entre otras cosas, las que han sufrido reglas dolorosas, han acudido precisamente alarmadas por haber tenido normalizado el dolor y detectar que podía ser algo mucho más serio. Ya no nos fiamos tanto.

 

Es otro asunto que me parece muy importante, el que está relacionado con los tratamientos hormonales. Nuestro cuerpo se tiene que acostumbrar a vivir con estas hormonas. Durante la etapa de la menopausia hay un descenso en la intensidad y en la cantidad de hormonas. En la juventud teníamos pocas hormonas, después aumentaron para poder ser fértiles y luego menos. Nuestro cuerpo se tiene que acostumbrar de la misma manera que se acostumbró a vivir con muchas hormonas y teníamos dificultades: nos dolían las tetas, la cabeza y teníamos determinados problemas vinculados al ciclo. Si tú evitas las dificultades que está demostrando tu cuerpo para adaptarse a esta carencia de hormonas, estás posponiendo un tema. De aquí a cinco años tendrás el mismo problema.

 

Hay gente que dice “no puedo dejarlo [el tratamiento] porque me vuelven los sofocos”. Pues claro. Porque no has dejado que tu cuerpo se adapte a esta etapa vital. Me parece muy importante. No es que estemos enfermas por falta de hormonas, que es lo que vendieron: es que el cuerpo tiene que adaptarse a estar con unas hormonas determinadas que son las necesarias para vivir.

 

¿En qué momento decidiste que este tema era interesante para ti y que querías hablar con mujeres, poniéndolas en el centro de tus estudios?

 

Te puedo decir exactamente la fecha: alrededor de 1980, con unos 33 años. Había empezado dos tesis doctorales que no me interesaron nada y entonces Miguel Siguán, el catedrático de Psicología en la Universidad de Barcelona, un hombre muy sabio, me dijo: “¿Por qué no te interesas por el tema de las mujeres haciéndose mayores?”. De hecho, mi tesis se llamó Autopercepción del proceso de envejecimiento en la mujer entre 50 y 60 años. Allí empecé a trabajar sobre esta cuestión, que ha sido el tema de mi vida con el que he envejecido. Empecé joven y ya llevo 40 años. A medida que me he ido haciendo mayor he seguido estudiándolo junto a otras cuestiones que han ido apareciendo.

 

¿Y qué ha sido, después de estudiar en profundidad cuestiones relacionadas con el envejecimiento y la menopausia y de haber tenido tantas conversaciones con mujeres, lo que más te ha llamado la atención?

 

Piensa que cuando empecé a trabajar sobre la menopausia ya llevaba unos quince o veinte años investigando sobre estos temas en general. Cuando me paré a estudiarla, tenía ya hechas muchas conversaciones. Quizás una de las cosas que me ha impactado más, ahora que me dices esto, era el poco interés que tenían las mujeres posmenopáusicas en hablar de la menopausia. “La menopausia, sí, aquello», “Ah, bueno, eso pasó”, decían.

 

Así como las que no la teníamos o que nos encontrábamos justo en esta etapa estábamos más interesadas en saber, nos encontrábamos con el desinterés total de las mujeres posmenopáusicas. Y, en cambio, la afirmación que estoy obteniendo en los últimos tiempos cuando ahora les pregunto en mis conferencias “¿es lo mejor que nos pasa?” y todas afirman así [hace el gesto de afirmación con la cabeza]. Ayer mismo ocurrió en la charla que di. Porque, claro, es verdad que hay mujeres que lo pasan mal, pero es un porcentaje bajo. También hay niñas que pasan muy mal la regla. Entonces, ¿por qué tanto interés en una cosa y tan poco en la otra? Es sospechoso.

 

Ayer decías que el cuerpo de las mujeres es un negocio. ¿A quién beneficia?

 

Beneficia a todos. Date cuenta de que las mujeres somos las pobres del planeta. La población pobre somos nosotras. Y resulta que somos las que damos de comer a mogollón de gente: la moda, los centros de estética, las uñas, el fitness y los gimnasios, la farmacia, la industria cosmética, la médica. Porque queremos adelgazar, porque queremos engordar, porque queremos crecer. Somos un enorme negocio.

 

Desde el momento que tienes la primera regla estamos constantemente llenas de expectativas que nos tienen soliviantadas y sometidas a una presión social enorme: embarazo, estudios, creación de familias… cuando parece que llega la plenitud de tu vida y puedes estar tranquila, llega la perimenopausia, después la menopausia y se nos presenta, dentro de las referencias que tenemos, como algo terrible. ¿Cómo construimos otra imagen y derribamos los mitos?

 

Es que con la menopausia no pasa nada. La menopausia solo es un momento del ciclo vital en el que la regla desaparece. Implica que durante una serie de años antes tus hormonas descienden y tus ciclos se alargan, se acortan, tienes pérdida de sangre… hay una serie de indicadores donde vemos que las hormonas están ya despidiéndose. Y eso también ocurrió cuando tú eras niña. A los nueve años, aún sin regla, empezamos a ver señales que nos van anunciando que estamos desarrollando nuestro cuerpo de mujer, con la aparición de vello o el desarrollo del pecho. Pues esto es lo mismo.

 

Se va anunciando que las hormonas están disminuyendo. La mayoría de la gente pasa la menopausia sin enterarse. Yo misma no he tenido absolutamente ni un sofoco. Se fue después de 12 meses. Pensé “hace doce meses que no tengo la regla y esto se acabó”. O llevas seis meses y ¡pam! Tienes tres meses más de regla y después se vuelve a ir otro año. Pero lo que sirve bastante es el hablar con otras mujeres, con otras chicas que están en el mismo momento que tú: con tu madre, con tus hermanas, con tus cuñadas, con tus amigas. En absoluto quiero negar que haya personas que lo hayan pasado mal. Por supuesto que sí, personas que han tenido muchas dificultades porque su cuerpo no se adaptaba. ¿Pero decir que es la norma? Esto se da en un porcentaje que es la excepción.

 

El porcentaje de mujeres que tienen sofocos no es el cien por cien ni el cincuenta por ciento. Y dentro de este cincuenta por ciento hay de todo: hay quien tiene muchos sofocos y viven con ellos durante muchos años y a veces se alargan porque tienes otros problemas como puede ser la tiroides. Pero yo creo que hay que hablarlo y conversarlo con otras, ver cómo lo han vivido las mujeres de alrededor. Ayer me decían unas chicas, que habían sido ya menopáusicas, que no sabían cómo lo habían pasado sus madres y abuelas. No se enteraron porque estas mujeres vivieron lo que les tocó vivir. El interés por aplazar los síntomas se vende con tratamientos para continuar siendo joven y eso no es cierto. Puedes retrasar algo en algún momento pero el programa biológico está allí y las arrugas te están esperando.

 

Hablabas de la menopausia como una etapa vital de libertad, a pesar de que es un momento al que muchas mujeres temen. ¿Por qué la vinculas con la liberación?

 

No soy yo sola, lo digo yo y lo dicen otras pensadoras. Primero: no te puedes quedar embarazada. Segundo: hablamos de la caída de las hormonas. En este momento empiezas a pasar de ese modelo de feminidad, de la sumisión femenina patriarcal que consiste en gustar a los demás y empiezas a pisar más fuerte. Profesionalmente, también estás en otro momento y vas adquiriendo un mayor dominio de tu vida. A partir de aquí hay muchas libertades y muchas de ellas provienen del feminismo, porque tu situación y tu relación con otras mujeres te va dando alas. Es como si se cayera el velo y pudieras darte la libertad de empezar a ser tú. No ser tanto para otros, para tus hijtos, tu parejita, para tu mamá, para los del trabajo… empezamos a darnos la libertad y darnos permiso para ser nosotras. Para ser la mujer que queremos ser.

 

Hablas en el libro de las referentes, que tanta falta nos hacen, aunque cada vez hay más. ¿Qué referentes has tenido tú?

 

Vosotras lo tenéis mejor, tenéis más referentes. La gente de mi generación o de las siguientes a las mías no hemos tenido muchas, pero nos hemos ido fijando, por ejemplo, en actrices coetáneas como Susan Sarandon o Meryl Streep. Ese tipo de mujeres en las que hemos visto que querían ser ellas, sobre todo en lo estético. Y, aunque es más joven que yo, tenemos a Ángela Molina, por ejemplo. Pero en esto se ha mejorado.

 

Me fijo, por ejemplo, en los pies y los zapatos. Una de las cuestiones más graves de la vida de las mujeres ha sido el tema de los taconazos. Si miras ahora por la calle prácticamente no hay mujeres que vayan con ellos. Antes no. Ahora en una celebración la gente se los pone si quiere sufrir, pero es que, a veces, no se llegan a usar ni para esas ocasiones. La moda también ha cambiado y es menos restrictiva para nosotras. Es muy importante el que nos atrevamos a ser diferentes, a mostrar nuestra diferencia y nuestro ser, porque la perversión del mito de la belleza es que es inalcanzable. Y al ser así, nunca vas a estar suficientemente cerca. Es desmoralizante. Inviertes dinero y siempre estamos en el punto cero.

 

Hablas también de la importancia de los ritos. Es muy complejo porque vivimos de forma tan acelerada que hace que se pierdan ritos, otros que no dejamos que se asienten ni que se consoliden pero hay otros que se mantienen porque se capitalizan. ¿Qué ritos crees que las mujeres deberíamos asentar respecto al envejecimiento?

 

Sobre los ritos en los que más he pensado últimamente han sido los que tienen que ver con la muerte. Está muy institucionalizado y quizás necesitamos hacerlo y practicarlo a nuestra conveniencia. A raíz de una amiga mía que durante la crisis de 2008 montó un tanatorio (y me pareció una cosa increíble y divertida), pensé: las mujeres deberíamos montar un tanatorio feminista, laico y ecologista. Porque el rito de la muerte es hipercomercial y tóxico. Pesar en cómo queremos despedirnos de esta vida. No tenemos una palabra para la orfandad de una amiga. Se te va tu amiga del alma y no tienes palabra para nombrar ese estado. Sobre la menopausia, por ejemplo, hablé con mis amigas para hacer una fiesta y así dar la bienvenida a esa etapa, donde cada una llevase una cosa alusiva a la regla. Pero finalmente no se hizo. Creo que hay que pensar el divertimento y celebrarlo. Alcanzamos una edad en la que lo que más celebramos es la jubilación.

 

Libro «Nuestra menopausia Una versión no oficial» de Anna Freixas

Fuente: https://www.lamarea.com/2024/03/20/anna-freixas-con-la-menopausia-empezamos-a-darnos-la-libertad-para-ser-la-mujer-que-queremos-ser/

Comparte este contenido:

Es necesario hablar de educación sexual y de violencia basada en género: ¿cómo combatir los casos de abuso sexual en Ecuador?

La educación sexual se debe trabajar con los niños y adolescentes de la mano de las familias y las instituciones educativas, según una psicóloga.

Comparte este contenido:

España: «La educación afectivo sexual debería ser algo transversal, formar parte del currículum escolar»

Un informe del Ayuntamiento de Bilbao sobre el uso del preservativo concluye que un 20% no lo usa por falta de costumbre

El uso del condón entre adolescentes y jóvenes bilbainos es «elevado», según un informe elaborado por el Ayuntamiento de Bilbao en colaboración con la asociación T4. Un estudio que tiene una trayectoria de casi 15 años y que permite contar con una perspectiva. «Destacaría que se han estabilizado los usos y los hábitos, no hay nada llamativo sobre lo que poner la atención», ha asegurado en ‘Hoy por Hoy Bilbao Bizkaia’ desde la entidad, Álvaro Ortiz de Zarate.

El último se hizo con encuestas voluntarias en Aste Nagusia, a adolescentes y jóvenes entre 15 y 20 años. Entre las conclusiones: son más las mujeres que dicen utilizarlo siempre, casi un 38%, 4 puntos más que los hombres. ¿El motivo para negarse? El 40% admite que no tenía un preservativo a mano, y un 20% por falta de costumbre. «La información y la formación la tienen, el reto es llegar a ese 20% que admite que ni se lo plantea», ha explicado Ortiz de Zarate.

La asociación T4 pone el foco en la formación afectivo sexual como clave para abordar esta situación.»Cada sujeto tiene que saber cómo vivir las relaciones sexuales, ahí hay muchas diferencias entre mujeres y hombres. Obviamente las mujeres, por una cuestión biológica, son más responsables. El objetivo de los hombres es la práctica sexual. La carencia en la educación va desde los afectos, la responsabilidad, el autocuidado… tenemos que enseñar cómo vivir las relaciones», han explicado.

En ese sentido han sugerido que debe entenderse desde una perspectiva integral. «El problema es que la educación se tiende a parcelar, y la educación afectivo sexual debería ser algo transversal, formar parte incluso del currículum escolar. E incluir al profesorado porque se trata, en definitiva, de una cuestión de responsabilidad social».

Área de Salud

Desde el Ayuntamiento de Bilbao, el concejal del área, Álvaro Pérez, ha explicado que se ofrecen talleres desde Primaria hasta la ESO a través de los colegios, un trabajo que debe complementarse, decía, por parte de las familias. Han criticado la actitud de algunas que «ponen vetos» porque creen que sus hijos con 14 años «no debería hablar de follar»; o incluso, cierto machismo, al pensar que «a su hija no le va a tocar nadie y es mejor no explicarle». Desde la asociación T4 han insistido en que no se trata de hablar de «sexo práctico, como un manual de Ikea», sino que se plantea como una visión más abierta, desde el conocimiento y el empoderamiento de las relaciones afectivo sexuales «porque está demostrado que quienes lo han hablado en casa, por ejemplo, tienen otra visión sobre el porno».

https://cadenaser.com/euskadi/2024/02/14/la-educacion-afectivo-sexual-deberia-ser-algo-transversal-formar-parte-del-curriculum-escolar-radio-bilbao/

Comparte este contenido:

‘Generación Porno’: La consecuencia de abandonar la educación

Por: Loola Pérez

¿Qué efectos tiene el consumo de pornografía en la adolescencia? ¿Debería limitarse o prohibirse? Según la sexóloga y educadora sexual Loola Pérez, la ficción no es un problema, lo que es un problema es que no exista una alternativa educativa dirigida a los jóvenes.

Bajo la apariencia de un periodismo ‘comprometido’ o un activismo ‘atrevido’ se está proyectando una radiografía trivial, estereotipada y sesgada sobre la juventud y su relación con el porno. Revitalizar algunos pánicos morales en relación a este grupo social no es nuevo. Stanley Cohen señaló en los años 70, en su obra Folk devils and Moral Panics, que en determinados momentos las sociedades definen una condición, episodio, persona o grupo como una amenaza para los valores e intereses sociales. En la actualidad, el discurso de combate contra la pornografía ha servido para responsabilizar a la industria para adultos de la existencia de una supuesta ‘Generación porno’. La lucha contra el porno, que busca establecer un orden social y sexual a favor de la ciudadanía, fracasa por un motivo muy concreto: se realiza en términos ideológicos y moralistas, ignorando la racionalidad, los hábitos de consumo y la cultura sexual de toda una generación, la cual trasciende el contenido pornográfico.

Es cierto que una parte considerable de las y los jóvenes consumen pornografía y que el contacto con este contenido se inicia cada vez en edades más tempranas. El informe #DesinformaciónSexual. Análisis sobre el consumo de porno en adolescentes y el impacto en sus relaciones y desarrollo de Save the Children ya adelantaba en el año 2020 que casi 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía, a la que acceden por primera vez alrededor de los 12 años. Internet y las redes sociales facilitan el acceso a un material sexualmente explícito, de carácter gratuito y que, a menudo, reproduce los tradicionales estereotipos de género. Algunos acceden a ese contenido con la misma inquietud que un adulto: esto es, para masturbarse y obtener placer.

El deseo sexual no implosiona cuando una persona cumple la mayoría de edad. Si superamos determinados moralismos, podemos afirmar que el porno puede ser un recurso muy útil para explorar fantasías o preferencias sexuales de forma segura, sin necesidad o intención de que se conviertan en una vivencia real; disfrutar de nuestra sexualidad sin exponernos a determinados riesgos o a un posible rechazo (ya sea porque no tenemos mucha experiencia, nos interesan prácticas no normativas y con mayor dificultad para compartir, o porque sentimos que nuestro cuerpo no es deseable).

Para mirar (e incluso comprender) el porno tiene que existir una mirada crítica, la cual permita separar el sexo real de la representación ficticia del mismo

Otros lo hacen por curiosidad y para aprender. Quieren saber cómo es el sexo (el que se hace) y conocer cómo pueden satisfacer a una pareja. Es decir, lo utilizan como escuela, como una mala pedagogía. Como hemos insistido en otras ocasiones, aquí reside gran parte del problema: para mirar (e incluso comprender) el porno tiene que existir una mirada crítica, la cual permita separar el sexo real de la representación ficticia (y lícita) del mismo. La ficción no es un problema, lo que es un problema es que no exista una alternativa educativa dirigida a los jóvenes, que les capacite en el conocimiento de la sexualidad, que reconozca sus derechos y su capacidad de agencia.

Desde mi experiencia como sexóloga y educadora sexual, me atrevería a decir que la mayoría de las y los jóvenes son capaces de distinguir la ficción de la realidad. Si bien, al igual que ocurre con series como Élite o La que se avecina, el porno contribuye a que los jóvenes interioricen muchos estereotipos y complejos, ya sea con respecto a la apariencia de su cuerpo, su desempeño sexual, las relaciones o sus actitudes eróticas. Asimismo, el porno empobrece en muchas ocasiones la propia biografía erótica, pues los gustos sexuales vienen condicionados por lo que «se ve» y no por lo que «»se experimenta».

En el caso de algunos jóvenes, hay quien lo consume para alardear y creerse un «machote». Mientras que la iniciativa sexual continúa levantando sospechas en las mujeres y utilizándose para cuestionar su moralidad o reputación, en el caso de los varones sigue siendo una forma de reforzar su rol y estatus social. Por supuesto, hay menores que son expuestos a estos contenidos sin ni siquiera estar interesados en ellos. Los banners sobre pornografía mientras se usa un juego online, los stickers sexuales en un chat de Whatsapp o una inocente búsqueda en Google son buenos ejemplos de cómo se puede estar involuntariamente expuesto a esos contenidos. Esa exposición, más allá de incentivar la curiosidad, puede desatar otro tipo de reacciones como el asco, la culpa o el rechazo. Es una responsabilidad social educar también contemplando esas cuestiones y no solamente creyendo que la necesidad de la educación sexual debe estar motivada por el pánico.

Sin un acompañamiento de la sexualidad durante la adolescencia y la juventud, la pornografía puede generar expectativas sobre el placer, el sexo seguro, el consentimiento o lo que se tiene que esperar de mí como hombre o de mí como mujer en la intimidad. Es obvio que el porno puede reproducir relaciones de poder, pero son las mismas relaciones de poder que ocurren día tras día en nuestra cotidianeidad: sexismo, racismo, capacitismo, relaciones sexuales no consentidas, violencia estética, etc. La demonización de la pornografía no permite erradicar ninguna de las relaciones de poder ni opresiones estructurales que existen en nuestra sociedad. Al igual que ocurre con las drogas, inocular emociones como el miedo o la angustia no parece tampoco una buena estrategia para decir «no al porno».

Además, las propuestas de restricción de la pornografía tampoco van acompañadas de mejorar los programas e iniciativas en educación sexual. El prohibicionismo del porno tiene efectos perversos en cuanto a la libertad de expresión y nunca resuelve o evita los principales problemas y riesgos con respecto a la sexualidad: la mala (o nula) educación sexual, el aumento de las infecciones de transmisión sexual o la violencia sexual. El prohibicionismo se articula a través del control de la demanda y la oferta, pero no contempla ninguna acción que mejore la libertad sexual y la vida de las personas. En definitiva, la reducción de riesgos ante el consumo de pornografía no parece ni eficaz ni ética ni verosímil promoviendo su censura.

La educación es la única forma de frenar la influencia del porno en la vida sexual de los jóvenes

La educación es la única forma de frenar la influencia del porno en la vida sexual de los jóvenes. Paralelamente, también facilita una mirada pragmática y exenta de carga moral a la hora de reconocer que hay jóvenes que recurren al porno como curiosidad, referencia o para disfrutar de su sexualidad. Lo peyorativo ante el consumo solo contribuye a preocupar y estigmatizar a los aludidos (y conmovidos por el moralismo), pero rara vez supone un rechazo frontal al porno (o sus malestares). En relación a la responsabilidad de los adultos, es evidente que estamos fallando en abordar la educación sexual al margen del tabú y nuestras ansiedades sociales. No solo es que los jóvenes tengan derecho a recibir educación sexual científica, continuada y de calidad, también tienen derecho a conocer su cuerpo, gozar y desarrollar su sexualidad con bienestar, al margen de las presiones de género y sin temer al deseo o la expresión del mismo.

https://ethic.es/2023/12/generacion-porno-la-consecuencia-de-abandonar-la-educacion/
Comparte este contenido:
Page 1 of 115
1 2 3 115
OtrasVocesenEducacion.org