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Paraguay se compromete ante UNESCO mejorar la educación

Paraguay / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Ignacio Martínez / Fuente: Ñandutí Digital

Paraguay ratificó su compromiso con la Agenda Mundial de Educación 2030 promovida por un organismo especializado de las Naciones Unidas. Eso se oficializó en la 39ª Conferencia General de la UNESCO, donde estuvo presente el ministro de Educación, Enrique Riera

El titular de la cartera educativa participó de la reunión del Grupo de Comisiones Nacionales de América Latina y el Caribe, donde se dotó de contenidos y propuestas de acción a las áreas de trabajo colectivo: gobernanza y financiamiento, políticas y estrategias, comunicaciones, alianzas y estructura de coordinación regional, monitoreo y reporte.

El encuentro de coordinación de oficiales de educación de la UNESCO para la planificación del 38C/5 y Educación 2030 es una instancia de trabajo interno de los especialistas de la organización, que tiene entre sus metas lograr acuerdos de trabajo conjunto para apoyar a los países de la región a implementar todo lo necesario para lograr el Objetivo N°4 de Desarrollo Sostenible (ODS-4): “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.

Por otro lado, el ministro Riera mantuvo un desayuno de confraternidad y trabajo con su par de Francia, el profesor Jean-Michel Blanquer, sobre las políticas educacionales implementadas, las capacitaciones de docentes paraguayos en el país europeo a través del Programa Nacional de Becas de Postgrado en el Exterior, y una posible agenda bilateral a futuro entre ambas naciones.

Fuente de la Noticia:

http://www.nanduti.com.py/2017/11/01/paraguay-se-compromete-ante-unesco-mejorar-la-educacion/

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La educación no es un plan de desarrollo

América del Sur/ Colombia/ 04.11.2017/ Fuente: www.las2orillas.co. Autor: Diego Andrés Cortés Peña.

Aunque el país ha pretendido responder en los términos del marco de la Declaración Universal de Derechos Humanos en lo que corresponde al artículo 26 y a las inscritas disposiciones del artículo 67 de la Constitución Política de Colombia de 1991, pareciera, incluso como agravante, que estas obligaciones solo han venido implementándose de conformidad con las medidas retóricas y lejos de las prácticas.

En términos de pertinencia, la educación debe ser garantizada en una extensión no menor a cualquier Estado soberano, es decir, debe ser otorgada a todo habitante nacionalizado que ocupe un lugar en la geografía del ordenamiento territorial del Estado. Así mismo, la educación tiene que facilitar estructuras generadoras de igualdad y progreso, en donde a través de su implementación sistemática se elimine toda posibilidad de desequilibrio social.

En la actualidad es seguro que la lucha por alfabetizar a los colombianos haya alcanzado cifras que antes era imposible imaginar, pero está claro que hablar de una cobertura decente en desarrollo de la demanda actual, es un intento por legitimar el populismo del político ad portas de la rapiña electoral.

El Plan Nacional de Desarrollo 2014–2018 “Todos por un Nuevo País” promovido e implementado por el gobierno del actual presidente Juan Manuel Santos, asume la educación en los siguientes términos:

“El más poderoso instrumento de igualdad social y crecimiento económico en el largo plazo, con una visión orientada a cerrar brechas en acceso y calidad al sistema educativo, entre individuos, grupos poblacionales y entre regiones, acercando al país a altos estándares internacionales y logrando la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos”.

A través de una premisa más que seductora: “Colombia la mejor educada de América Latina en el 2025”.

Si bien es menester del órgano superior del poder ejecutivo establecer los lineamientos para el desarrollo social de la nación, respaldado a través de los resultados previos del Consejo Nacional de Política Económica y Social, también es obligación del legislativo propender por la garantía constitucional de todas aquellas leyes que insten para ser soporte o vínculo directo con dichos planteamientos, toda vez que es el Congreso de la República quien ostenta las facultades legislativas.

Hoy la constitución incluye la educación en los términos que dispone el artículo 72 de la Ley 115 de 1994 (Ley General de Educación), en donde se establece lo siguiente:

“El Ministerio de Educación Nacional, en coordinación con las entidades territoriales, preparará por lo menos cada diez (10) años el Plan Nacional de Desarrollo Educativo que incluirá las acciones correspondientes para dar cumplimiento a los mandatos constitucionales y legales sobre la prestación del servicio educativo. Este plan tendrá carácter indicativo, será evaluado, revisado permanentemente y considerado en los planes nacionales y territoriales de desarrollo”.

En estricto cumplimiento con el ejercicio de la anterior ley, el Ministerio de Educación tiene establecido el Plan Nacional Decenal de Educación (PNDE) renovado apenas hace un año, por medio del cual establece la implementación de un plan en función de un mecanismo único de consulta, en el que la educación se convierte en un compromiso de todos los colombianos y uno de los principales temas de la agenda pública.

En esta entrada es notable que la educación es un tema coyuntural en todas las políticas al interior del Estado. Lo que no queda demostrado es la efectividad de las mismas para garantizar el aumento en los índices de calidad, ingreso, sostenimiento y cobertura. Pero ¿por qué?

Veamos un par de ejemplos: como política de gobierno, debidamente respaldada por el Conpes y como medida para lograr los objetivos del Plan de Desarrollo Nacional, se estableció con apoyo del Ministerio de Educación el programa Ser Pilo Paga (SPP), cuyo propósito fue desde su implementación: fomentar el acceso y la excelencia en la educación superior, a través de créditos condonables en las instituciones de educación superior (IES) acreditadas en alta calidad.

El programa proyectó un indicador para el 2018 de 40.000 estudiantes beneficiados con un aporte inicial de 155.000 millones de pesos por año. Con ello se pensó en estimular a aquellos estudiantes que por méritos académicos y puntajes bajos del Sisbén pudieran estudiar una carrera de pregrado en cualquier universidad de alta calidad del país, siempre y cuando fueran admitidos.

Hay que decir que las IES se facultaron para que actuaran, como es debido, en virtud de su autonomía para seleccionar a los aspirantes, es decir, nunca estuvieron obligadas a recibir beneficiarios de este programa.

Este modelo lleva más de tres años y según el informe de rendición de cuentas del Ministerio de Educación ante el Congreso de la República, el programa contó para el 2016 con una destinación de recursos de 374.000 millones de pesos, o sea, más del doble de recursos estimados inicialmente por año. Además, estableció que a junio del 2017 solo se han otorgado 31.940 créditos condonables.

En este sentido, se puede hacer un análisis de incremento sobre el costo en la financiación del programa y una estimación negativa de las metas respecto de la población que debía verse favorecida.

Desde esta perspectiva, queda clara la ineficiencia que el programa (SPP) ha desarrollado en consecuencia con su objetivo, obteniendo como resultado el rechazo enfático de algunos analistas y académicos que lo definen como una brecha que fomenta la exclusión y el aumento de la desfinanciación de universidades públicas.

Como es de suponerse, el Estado por su parte, juega su papel de auspiciador del aparente éxito mientras omite su responsabilidad presupuestal para subsanar el abismo fiscal de más de 2 billones de pesos que tienen hoy las 32 universidades públicas del país.

Respecto al debate, el rector de la Universidad Nacional de Colombia, el Dr. Ignacio Mantilla, manifestó en su columna del 24 de octubre del diario El Espectador, una serie de cambios que él haría al programa, en tanto deja la siguiente reflexión:

“Naturalmente, la cifra del costo es cuestionable, y por tal razón el debate se ha centrado en este punto, ya que con un tercio de lo que reciben las universidades públicas, que forman a 600.000 estudiantes, se financiará a sólo 40.000 estudiantes de SPP (…)”.

Sin embargo, este no es el único problema, pues además de estar fallando en materia presupuestal con vínculo a la universidad pública, hay inconsistencias graves en temas de cobertura en todo lo que se entiende como educación.

De manera que lo que preocupa es: ¿cómo lograr la ambiciosa meta de ser el país más educado de América Latina para el 2025, si ni siquiera los reportes se ajustan a la realidad?

Según las cifras del Ministerio de Educación en su rendición de cuentas final, el año 2016 cerró con 2’394.000 jóvenes matriculados en programas de educación superior, es decir que, el año pasado se contó con una cobertura de 51,5%, avanzando 14 puntos porcentuales respecto de la tasa reportada para el año 2010.

Estas cifras son tan pretenciosas que lejos están de ajustarse a la realidad, pues el número de personas que componen la población juvenil y que establecen la demanda de la educación superior en virtud de la ley estatutaria 1622 de 2013, asciende a 25.514.080 personas, (Cifras tomadas del Sistema Nacional de Información Juventud y Adolescencia de Colombia) es decir, un 52% de toda la población colombiana y una cobertura del 9,4% con respecto a la cifra de matriculados del Ministerio.

De modo que es obvio pensar que tanto el Gobierno Nacional como el Ministerio de Educación, son culpables por omisión de la misma realidad poblacional del país que hoy se acerca a los 50.000.000 habitantes.

¡Hagan cuentas! Pero tengan en cuenta que el programa duplicó el presupuesto para el año pasado, como ya se mencionó, además que a menos de dos meses de terminar este año no se ha logrado llegar a la meta de beneficiarios pactada en principio.

Otro ejemplo de la poca eficacia de las soluciones que se plantean con el propósito de subsanar el problema de la educación, puede evidenciarse en un proyecto de ley radicado por el Senador Luis Fernando Duque García el 26 de junio del presente año ante la Secretaría General del Senado de la República: el proyecto de ley número 39 de 2017 Senado, por la cual se establece “la gratuidad en la educación superior pública y se dictan otras disposiciones”.

Dicho proyecto de ley tiene por objeto: “mejorar el acceso a la educación, estableciendo de manera gradual y progresiva la gratuidad en la educación superior pública de derechos de matrícula, conforme los requisitos que se establecen en la presente ley.”

Los requisitos son: “haber sido admitido en un programa académico de pregrado en una institución oficial de educación superior” y “pertenecer al nivel uno (1) o dos (2) del Sisbén”.

El debate, en primera instancia, es competencia de la Comisión Sexta Constitucional Permanente del Senado de la República. Allí se deberá tratar el articulado con sus debidas proposiciones, adiciones, sustituciones, etcétera; para votar posteriormente el documento en bloque. Finalmente, de hallar las respectivas ponencias, el proyecto debe ser expuesto ante la Plenaria, donde finalmente se decidirá si se aprueba o se archiva.

Con esta iniciativa se busca ampliar la cobertura de educación de manera progresiva con las capacidades del Estado para lo cual se pretende establecer una cuenta especial sin personería jurídica (Fondo Solidario de Educación) en donde el ordenador aparente del gasto es el Ministerio de Educación.

La financiación para dar pleno cumplimiento al objeto de la propuesta será el producto de contribuciones voluntarias efectuadas por otros gobiernos, organizaciones internacionales, particulares y otras sociedades como entidades financieras y almacenes de cadena. El Estado está comprometido pero no obligado para la delegación de recursos provenientes del Presupuesto General de la Nación y de las entidades Territoriales, de conformidad con lo que autorice el Gobierno Nacional.

Ahora bien, revisando el documento se pueden evidenciar fallas de fondo que por sus formas podrían parecer benefactoras.
En un primer momento es fundamental pensar en que no es el acceso a la educación superior en términos de derechos de matrícula el problema principal de los jóvenes de bajos recursos del país, sino que es el sostenimiento durante el periodo académico.

En un segundo momento no se puede resumir el problema solamente a niveles de estratificación inconsistentes como los del Sisbén, sino que también se hace obligatorio analizar los parámetros socioeconómicos en función de elementos como la pobreza multidimensional y la pobreza monetaria, índices que para el 2016 cerraron cerca de los 18 y 28 puntos porcentuales respectivamente (según estadísticas del DANE).

Generalizando el articulado y la exposición de motivos, el proyecto se muestra demasiado ambiguo y pareciera que lo que pretende es maquillar, como es costumbre, los problemas de facto respecto a la educación.

En el mismo no es posible establecer garantías rigurosas para la implementación “gradual y progresiva” de la gratuidad. No obstante, carece de fundamento jurídico y presupuestal en el sentido de aclarar la participación del Estado, la regulación y administración de los recursos, y las garantías de las contribuciones del sector privado.

En conclusión, aun sabiendo que los honorablísimos políticos de este país trabajan sin cansancio para ofrecer a sus electores las mejores soluciones a la luz de aquellas necesidades fundamentales y no en detrimento de las mismas, es pertinente invitarlos a que contemplen una reforma estructural enfocada en la educación incluyente y absoluta.

En donde la calidad de la formación primaria y media, sin excepción territorial, sea una plataforma efectiva de estudiantes preparados para el ingreso a la educación superior de calidad, y por tanto, formados para el fomento del desarrollo económico y social que tanta falta le hace al país.

No se trata de subsidiar, se trata de fomentar, de facilitar, de garantizar el sostenimiento a través del empleo y, lo más importante; de observar las realidades locales para echarlas a andar en función de las dinámicas mundiales estandarizadas. No al contrario: principio básico del verdadero desarrollo.

Hay que entender que las omisiones nos están saliendo costosas. Hay que sentarnos a reflexionar la historia de la deuda. Hay que exigir a nuestros gobernantes una indemnización sobre el perjuicio causado a todos aquellos que no han logrado educarse. Hay que tener en cuenta a Mandela cuando dijo: “la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, pues siendo optimistas, en lo que concierne a los colombianos, lo que nos hace falta es organizar la equivocada armería política, porque la educación tiene que ser más que un plan de desarrollo

Fuente de la reseña: https://www.las2orillas.co/la-educacion-no-es-un-plan-de-desarrollo

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Perú: Consejo acuerda postergar evaluación docente

América del Sur/ Perú / 04.11.2017/ Fuente: larepublica.pe.

El Consejo Regional de Moquegua aprobó ayer una ordenanza que posterga la evaluación de desempeño docente de nivel inicial y de la educación básica regular en esta región.

El motivo:  Para consejeros regionales, Ministerio de Educación no validó instrumentos de observación en aula.

En el acuerdo, se precisa que el proceso se pospone hasta que el Ministerio de Educación (Minedu) en coordinación con el Gobierno Regional validen los instrumentos de observación en aula.

Javier Maura, Eliana Melgar y Yesnani Quilco se abstuvieron. Ambas son parte de la Comisión de Desarrollo Social que emitió el dictamen para el debate.

Eliana Melgar sostiene que no respaldó la medida porque no se presentaron los especialistas de la Gerencia de Educación para explicar las consecuencias que acarrea esta decisión. No descarta presentar un recurso de reconsideración.

El Minedu es el ente que dispuso la evaluación. La ordenanza frena su implementación. Para el consejero delegado accesitario Leonel Villanueva, esta ordenanza es legal porque está aprobada en base a la autonomía que tienen los gobiernos regionales para dictar políticas educativas.

En Cusco, los consejeros que suspendieron este proceso de evaluación fueron denunciados por el presunto delito de usurpación de funciones.

Fuente de la noticia: http://larepublica.pe/sociedad/1140000-consejo-acuerda-postergar-evaluacion-docente-en-moquegua

 

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Carrera de Magisterio

Por: Roberto Moreno Godoy.

¿A quién corresponde en Guatemala formular las políticas educativas? Según la ley, compete al Organismo Ejecutivo el ejercicio de la función administrativa y la formulación y ejecución de las políticas de gobierno. Los Ministros son los rectores de las políticas públicas vinculadas a las funciones sustantivas de cada Ministerio, incluidas las de administración general, recursos humanos, finanzas, contrataciones y adquisiciones, comunicación social y servicios generales.

De conformidad con el Artículo 33 de la Ley del Organismo Ejecutivo, corresponde al Ministerio de Educación todo lo relativo a la aplicación del régimen jurídico concerniente a los servicios escolares y extraescolares para la educación de los guatemaltecos. Para ello, tiene a su cargo, entre otras funciones, la de formular y administrar la política educativa, velando por la calidad y la cobertura de la prestación de los servicios educativos públicos y privados. Una de sus principales responsabilidades es que el sistema educativo contribuya al desarrollo integral de la persona, con base en los principios constitucionales de respeto a la vida, la libertad, la justicia, la seguridad y la paz y al carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de Guatemala.

También está llamado a coordinar esfuerzos con las universidades y otras entidades educativas del país, para lograr el mejoramiento cualitativo del sistema educativo nacional. Tomando lo anterior en consideración, no debiese caber ninguna duda de que es responsabilidad de las autoridades educativas definir todas las políticas educativas, entre las cuales se encuentra lo concerniente a formación inicial de los maestros, así como los requisitos para ejercer la profesión docente en los centros escolares del país.

Lamentablemente, algunas resoluciones recientes de la Corte de Constitucionalidad y de la Corte Suprema de Justicia son interpretadas por algunos como que dichas Cortes han venido a enderezar la plana al Ministerio de Educación, revirtiendo una reforma educativa que viene impulsándose desde hace más de una década y anulando la política vigente de formación docente. Verlo de esta manera sería atroz, pues ello violentaría los preceptos constitucionales y la independencia de los poderes del Estado.

Es importante que todos tengamos claro que la decisión sobre cómo y en qué forma deben formarse los docentes guatemaltecos corresponde exclusivamente al Ministerio de Educación. Asimismo, es imperativo comprender que las Cortes no han puesto en duda la competencia del Ministerio de aprobar las políticas educativas, ni pretenden formular nuevas orientaciones, sino que solamente han cuestionado si, en el ejercicio de sus funciones, el Mineduc cumplió con el ordenamiento jurídico en los diversos asuntos de su competencia.

Todo es cuestión de criterio, pues, aunque varias resoluciones anteriores de ambas instancias respaldaron en su momento lo actuado por el Mineduc, las más recientes hacen un llamado a revisar los procedimientos seguidos.

Fuente: https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/11/03/carrera-de-magisterio/

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Primaria insistirá con retrasar el ingreso a la escuela hasta los 6 años en Uruguay

América del Sur/ Uruguay/ 04.11.2017/ Fuente: www.elobservador.com.uy.

El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) rechazó la idea del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) de implementar a partir de 2018 un cambio en la edad para ingresar en primer año de escuela, y establecer que los niños tengan seis años cumplidos.

La regla que existe hasta ahora indica que los niños pueden ingresar con una edad inferior si cumplen años dentro del plazo establecido hasta el 30 de abril, esto significa que si un niño tiene cinco años, pero cumple seis el 29 de abril, puede ingresar en primer año sin problema.

Según la propuesta de Primaria, para comenzar primer año escolar el niño debería tener 6 años cumplidos al 1 de enero del correspondiente año de ingreso.

Este planteamiento fue fundamentado en base a varias investigaciones. Una de ellas fue la del Departamento de Evaluación de Aprendizajes de ANEP, que tuvo como resultado que en 2015 repitió el 11% de los alumnos que habían ingresado a la escuela con seis años cumplidos, mientras el 19% era entre quienes entraron con cinco años. De estas cifras se desprende la idea de que el nivel madurativo de aquellos que no tienen la edad correspondiente al inicio de las clases, es menor.

Por parte del Codicen, se le solicitó al CEIP que presentara más elementos para el análisis del tema, ya que según explicó a El Observador el consejero de Codicen, Robert Silva, «hay que tener en cuenta otras cosas. Es un tema en el que se debe ser prudente».

Sin embargo, el consejero de Educación Inicial y Primaria, Héctor Florit, aseguró que continuarán investigando en el tema con el fin de que ese plan se pueda implementar a partir de 2019. «Tenemos todo un año por delante para poder avanzar», expresó.

Florit afirmó que este es «uno de los tantos factores» que creen que hay que atender. «Nadie desconoce que hay factores muy importantes, así como nadie desconoce que uno de ellos es la madurez, por eso creemos que estamos trabajando en todos los sentidos», afirmó el consejero.

Consultado sobre los efectos de aplazar la edad de egreso de los escolares, el consejero aseguró que «no es algo que afecte en absoluto» ya que en el caso de Finlandia, los niños ingresan a Primaria con siete años y aún así continúa siendo un sistema educativo modelo. En junio El Observador informó que Primaria y el Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (Cicea) de la Universidad de la República firmaron un convenio de colaboración académica para investigar en ese sentido.

Por su parte, la consejera del Codicen, Elizabeth Ivaldi, aseguró a El Observador que pensar que la repetición se asocia con la edad es algo que «no se entiende» porque considera que se quiere poner a los niños un problema que «es de los adultos».

La consejera afirmó que «si hay niños que no llegan a la madurez hay que preguntarse qué pasa con la familia del niño y qué sucede con los planes de apoyo que tienen». Para Ivaldi, en el caso de que esto se aplique y no funcione, el sistema educativo va a sufrir lo que se llama «extra edad», que significa que los estudiantes tendrán más edad a la hora de graduarse.

La consejera aseguró que lo que está planteando Primaria, «es cortar por el lado más fino, que son los más pequeños» y agregó que «no puede ser que el objetivo para que no haya repeticiones sea este». Además, comentó que siempre hay niños mayores y menores, y que el que tiene que adaptarse para educarlos es el maestro o profesor, no el alumno. «La responsabilidad acá la tenemos los adultos, no los niños que ‘no maduraron'».

Ivaldi dijo que defenderá su postura porque siempre estará «del lado de los niños» y afirmó que esta propuesta viene desde lo estadístico y no desde lo pedagógico.

¿Seis años como requisito o no?

Según datos del Banco Mundial, en 122 países del mundo comienzan la escuela con seis años cumplidos, en 34 países empiezan con siete años y en 22 con cinco. En el documento presentado por Primaria se explica que todas las acciones realizadas no fueron suficientes para mejorar los desempeños de los niños en primer año. «Pensar en el ingreso de los niños a primer año con más edad cronológica (con seis años cumplidos), por lo tanto con mayor madurez, podría ser una alternativa válida para fortalecer las bases de su trayectoria posterior», aseguraron en el texto .

Fuente de la noticia: https://www.elobservador.com.uy/primaria-insistira-retrasar-el-ingreso-la-escuela-los-6-anos-n1138078

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Puerto Rico: Educación estima que un 80% de las escuelas podrían abrir el lunes

Centroamérica/ Puerto Rico/ 04.11.2017/ Fuente: www.elnuevodia.com.

El Departamento de Educación (DE) y la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR) determinaron que a partir del próximo lunes las escuelas que hayan reiniciado clases y las que reanuden funciones oficiales ese día, se espera que sean un 80 por ciento en total, tendrán un horario entre las 07:30 a.m. y las 12:30 p.m. hasta que regrese el servicio de energía eléctrica.

Una vez regrese el servicio de energía eléctrica, al día siguiente tendrán el horario habitual entre las 8:00 de la mañana y las 3:00 p.m.

En las escuelas que no haya servicio eléctrico, habrá tres maestros que trabajarán hasta las 3:00 p.m. para hacerse cargo de los estudiantes cuyos padres, madres o encargados, no puedan buscarlos a las 12:30 p.m., según directrices dictadas hoy por el DE.

Esos tres maestros recibirán una remuneración especial por esta jornada parcial, asignados con fondos federales.

La expectativa de la secretaria de Educación, Julia Keleher, es que el próximo lunes el ochenta por ciento de las escuelas puedan reabrir.

Lo anterior, tomando en cuenta la opción ofrecida hoy por la titular del DE, de que los directores escolares cuyos planteles no han sido inspeccionados o certificados por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos y la compañía contratada, CSA, puedan comenzar labores.

Fuente de la noticia: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/educacionestimaqueun80delasescuelaspodrianabrirellunes-2371306/

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Educación tica muestra menor porcentaje de exclusión en una década

Centro América/Costa Rica/04 Noviembre 2017/Fuente: Prensa Latina

El porcentaje de exclusión escolar posterior a las vacaciones de medio año (julio) registró 1,7 por ciento en los centros educativos de la estrategia integral Yo me Apunto, el menor de la última década en Costa Rica.
‘Esto significa que la estrategia está funcionando, son los colegios de mayor exclusión del Ministerio de Educación Pública (MEP)’, apuntó la titular de esa cartera, Sonia Marta Mora, en conferencia de prensa sobre los resultados de la exclusión de medio año en el sistema educativo costarricense.

En cifras significa que en los colegios pertenecientes a Yo me apunto, cuatro mil 833 alumnos dejaron las aulas tras las vacaciones de medio periodo en julio , gracias a esa estrategia a nivel interinstitucional que permite darle una beca o ayudarle en los distintos problemas que lleven a un menor a dejar la escuela.

De acuerdo con el MEP, el abandono escolar intra-anual se calcula por la diferencia entre la matrícula inicial reportada por los centros educativos y la cantidad de estudiantes que regresaron a las instituciones después del descanso de julio.

Por lo anterior, el departamento de Análisis Estadístico del MEP reportó un porcentaje de exclusión a nivel nacional de un 1,6 por ciento en julio, siendo en primaria de 0,3 por ciento y en secundaria de un cuatro por ciento.

La ministra destacó algunos centro educativos que aplicaron acciones para reducir la exclusión, como el Colegio de Puntarenas que pasó de 1,4 a 0,8 por ciento entre las vacaciones de medio año de 2016 y 2017, con un programa que permite a los estudiantes comunicarse por WhatsApp con sus profesores para aclarar consultas.

Asimismo, el Colegio de Purral, donde los profesores vigilan ciertos espacios en los tiempos libres y recreos para prevenir el bullying y la violencia.

Reducir los índices de exclusión y abandono escolar en un período tan sensible como el posterior a las vacaciones de medio curso es un reto y un compromiso nacional con la educación que nos compete a todos, destacó Mora.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=128629&SEO=educacion-tica-muestra-menor-porcentaje-de-exclusion-en-una-decada
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