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España: La educación diferenciada, una batalla que dura casi veinte años

Europa/España/ 16.04.2018/ Fuente: sevilla.abc.es.

Fue Manuel Pezzi allá por 1999 el primero en iniciar en Andalucía la batalla contra la diferenciada. «Si no aceptan la coeducación le retiraremos la subvención». La frase, la misma que hoy mantienen los dirigentes de la Junta de Andalucía, la pronunció hace cerca de veinte años. Lo dijo iniciando una batalla del ejecutivo andaluz contra los colegios concertados que separaban a niños y niñas. Unos centros cuyos dirigentes y los padres que los eligen denominan «diferenciados» y que la Junta tilda de «segregada».

Son muy pocos los que quedan en Sevilla con ese modelo que sí existe en otros países de la UE sin problema y cuyo debate esconde un trasfondo ideológico con defensores y detractores. En Sevilla hay seis concertados con este modelo: Ribamar, Albaydar, Altair, Angela Guerrero, Elcható de Brenes y Nuestra Señora de Lourdes en Carmona.

Son centros que, como dice Javier Delgado, director de Altair, se alejan del concepto que muchos tienen de centro elitista al estar en el distrito Tres Barrios-Amate que engloba «Los pajaritos», uno de los barrios más pobres de España. Y tienen más demanda que oferta. En pleno proceso de escolarización Altair tiene 63 solicitudes para las 50 plazas en 3 años y 35 para 30 en la ESO.

Pero la Junta emprendió su batalla. «Fue el consejero de Educación Pezzi que abrió un expediente a Altair diciéndonos que teníamos que admitir a alumnos y alumnas», recuerda Delgado. En el centro se opusieron, decidieron que no estaban dispuestos a aceptarlo y se fueron a los tribunales a defender el derecho de los padres a defender el modelo de educación que querían para sus hijos.

A partir de ahí todos y cada uno de los titulares de Educación han seguido la misma batalla cuyo punto álgido llegó cuando en febrero de 2017. la anterior consejera, Adelaida de la Calle, decidió retirarles el concierto. Semanas después se veía obligada a rectificar tras la sentencia del Tribunal Supremo que avalaba este modelo y debía devolverles el concierto.

Pese a ello, la Junta de Andalucía se adhería al recurso que presentaron los diputados socialistas a la LOMCE y seguía en sus trece. Esta semana seguía insistiendo en que defenderá una educación «no segregadora». A la Junta le quedan dos recursos: uno del TC prácticamente igual al del PSOE y otro, de 2013, en el TS. Dos tribunales que han avalado la diferenciada y que raramente se pronuncian en contra de sus propios criterios.

Es una maraña judicial de recursos que ha provocado más de cuarenta resoluciones y que esconde un trasfondo ideológico. Por eso Angustias García Guillén, directora de Albaydar, un centro que ofrece bachillerato y FPa chicas, está harta de que la educación esté tan influenciada por las «tendencias políticas» que, a su juicio, «no dejan ver lo bueno que tiene esta educación». Una educación que, como recuerda la directora, se aleja del concepto elitista que tienen. «Estoy harta de que llamen a este centro elitista y luego comprueben que no es así». Albaydar se considera un centro «que trabaja por y para la mujer» y que lucha por su inserción laboral.

Fuente de la noticia: http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-educacion-diferenciada-batalla-dura-casi-veinte-anos-201804142021_noticia.html

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Uganda: New Curriculum Good, but Beware of Pitfalls

Africa/Uganda/ 16.04.2018 / From: allafrica.com.

The government has rolled out a revised curriculum for Ordinary Level with ambitious reforms that have seen 20 subjects either dropped or consolidated with others to bring down the number of examinable units to 13. Even among the retained subjects, there have been changes. Topics that are deemed irrelevant have been scrapped.

Teachers have expressed reservations on the implementation of the curriculum, saying they were not consulted as the tail-end implementers, which may impede the execution and realisation of the objective.

 But that aside, the most critical reform in the new curriculum, which might bring more challenges than the intended good, is the change of grading system in the final Ordinary Level examinations for the lower secondary learners.

From: http://allafrica.com/stories/201804120152.html

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Educación para la democracia

Por Carlos Ornelas.

Es tiempo de campañas políticas; mucha gente quiere hacerle llegar sus propuestas a los aspirantes a la Presidencia y, si no se puede, a los postulantes a puestos menores. Estoy convencido de que la mayoría de los proyectos que personas y organizaciones presentan a los candidatos son ejercicios en optimismo. No los van a leer, menos a tomar en cuenta. Hoy hago una maniobra de otra índole. Me pregunto cómo pudiera ponerse en práctica —a partir de lo existente— un gobierno democrático de las escuelas.

La educación para la democracia transita por el gobierno democrático de las escuelas (Dewey dixit). Complemento: el gobierno es política, no nada más administración. Con todo y que repruebo el uso de la palabra gobernanza, ciertos de los razonamientos expuestos en el Capítulo V del Modelo educativo para la educación obligatoria que propone la SEP abren la puerta —o al menos ofrecen la oportunidad— para ampliar la deliberación democrática en la base del sistema, en cada escuela. El Modelo asienta una estrategia de arriba hacia abajo.

Sin embargo, casi de inmediato despliega la posibilidad de franquear ese trazado al destacar que: “El nuevo esquema que coloca la escuela al centro del sistema educativo no sólo supone un cambio en la gestión y en la pedagogía, sino que implica una transformación cultural de la mayor relevancia, en la cual se subordina todo ejercicio de la autoridad al aprendizaje de los estudiantes”. De acuerdo, es oferta, no realidad.

En lugar de nada más criticar esta propuesta, pienso que vale la pena tomar en serio la idea de colocar la escuela al centro de la política educativa. Veo una coyuntura para poner en práctica la estrategia que propuso Jacques Delors, en su célebre, La educación encierra un tesoro: “La participación de la comunidad local en valorar necesidades por medio del diálogo con las autoridades y grupos interesados en la sociedad es una primera, esencial, etapa para ensanchar el acceso y mejora de la educación”. El desafío consiste en cómo involucrar al mayor número de maestros que conciban a la democracia como un ejercicio de la crítica y la acción libre.

Impugno la idea de que hacer huelgas, marchar por las calles y sitiar a las autoridades son acciones democráticas. La defensa de la educación pública —no de intereses de grupo o salvaguarda de privilegios— es más eficaz con un trabajo profesional. Los maestros la deben practicar —lo hacen ya en cierta medida— con su acción en la escuela y en las relaciones cotidianas con sus pares, alumnos y padres de familia; también con las autoridades inmediatas, pero no con un talante de subordinación, sino de respeto. La jerarquía, en las relaciones democráticas, no desaparece, pero se basa en la deliberación.

Ésa es una aspiración para el plazo largo. No obstante, ese vencimiento se compone de términos breves. El requisito previo es desmantelar la hegemonía del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, acabar con su temple vertical y autoritario que se funda en su estructura nacional. En lugar de la afiliación obligatoria, implantar sindicatos libres donde los maestros funcionen en libertad sustancial para elegir a sus representantes y actuar en su profesión. El gobierno, cualquier gobierno, no atentará contra el SNTE, liberarse del yugo corporativo es una tarea de los maestros mismos.

No me hago ilusiones, abogo por un proyecto democrático para la educación nacional, pero conozco las barreras que impone el corporativismo. El sindicalismo libre es el antídoto contra el autoritarismo y un instrumento clave del gobierno democrático de las escuelas. No me engaño con la idea de que el cambio democrático venga de arriba, por eso no me preocupa si los candidatos a cualquier puesto de elección popular no leen mi pieza.

Fuente del artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-experto-nacional/educacion-para-la-democracia/1232555.

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España: La plataforma Yo estudié en la pública edita un nuevo vídeo sobre PISA y evaluación

Evaluación, PISA, reválidas, pruebas de diagnóstico… diferentes nombres para exámenes muy similares. ¿Mejoran la educación? ¿Son un instrumento de control? ¿Quién decide su contenido y cómo influye en la política nacional?

La evaluación, la rendición de cuentas, se ha conversito en lo que va de siglo en uno de los puntos de fricción mayores entre las diferentes concepciones de lo educativo. Organizaciones o corporaciones como la OCDE, la IEA o McKinsey dedican esfuerzos titánicos en pruebas como PISA, TIMSS o PIRLS y van marcando, así, la política educativa no solo de algunos países, si no de todos.

Marcando de tal manera que los gobiernos de medio mundo pelean para, no tanto mejorar sus sistemas educativos, como para alcanzar mejores posiciones dentro de la lista.

Esto marca, sin que se haya producido ninguna discusión previa, qué es importante aprender, cuándo y cómo. La comunidad educativa, la sociedad queda fuera de la toma de decisión sobre qué debe ocurrir en el sistema educativo.

Estas son algunas de las cuestiones que el nuevo vídeo de la plataforma Yo Estudié en la Pública acaba de publicar. En él cuenta con expertos de diferentes campos como Miguel Ángel Santos Guerra, profesor de didáctica en la Universidad de Málaga; Jurjo Torres, de la Univerisida de A Coruña; Xavier Bonald, sociólogo de la Universidad de Barcelona; Jordi Adell, de la Jaume I; Mercè Mas, miembro del colectivo Rosa Sensat, o Eugenia Alcántara, inspectora de Educación en la Comunidad de Madrid.

Una invitación a la reflexión no solo sobre los intereses económicos y empresariales en lo relativo a la implementación de los diferentes test y pruebas, si no también, sobre los intereses políticos de quienes, de una manera u otra pueden estar influyendo en cuáles son los conocimientos relevantes que deben ser enseñados en las escuelas de todo el mundo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/04/11/la-plataforma-yo-estudie-en-la-publica-edita-un-nuevo-video-sobre-pisa-y-evaluacion/

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México: Maestros deben tomar decisiones sobre calidad educativa: Martha Araiza

América del Norte/México/20minutos

La candidata a la gubernatura de Jalisco por el partido Nueva Alianza, Martha Rosa Araiza Soltero, manifestó hoy que las decisiones sobre la calidad educativa las deben tomar los maestros. Así se… La candidata a la gubernatura de Jalisco por el partido Nueva Alianza, Martha Rosa Araiza Soltero, manifestó hoy que las decisiones sobre la calidad educativa las deben tomar los maestros.

Así se expresó tras rechazar la propuesta realizada por otro aspirante a la gubernatura, quien se pronunció por involucrar en el esquema de la educación «a una de las instituciones que se ha caracterizado por sus intenciones de privatizar la educación, en detrimento de la educación pública, laica, gratuita y de calidad». La abanderada del partido Nueva Alianza puntualizó que «las decisiones sobre la calidad educativa las tomamos los maestros, los padres de familia y los alumnos».

«Me sorprende escuchar que otro candidato está empoderando a organismos civiles al respecto de la educación», manifestó. Subrayó que los candidatos de Nueva Alianza están a favor de tener escuelas dignas, «en donde sus espacios sean confortables, con plantillas completas de maestros; que a los docentes se les cumpla, porque al magisterio se le debe mucho».

Ver más en: https://www.20minutos.com.mx/noticia/354134/0/maestros-deben-tomar-decisiones-sobre-calidad-educativa-martha-araiza/#xtor=AD-1&xts=513356

 

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México: Firman INEE y CREFAL convenio para formar especialistas en evaluación educativa

América del norte/México/12 Abril 2018/Fuente: Educación Futura

El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos de América Latina y el Caribe (CREFAL) firmaron un convenio de colaboración que permitirá formar especialistas en educación y evaluación.

Eduardo Backhoff Escudero, presidente de la Junta de Gobierno del INEE, y Sergio Cárdenas Denham, director general del CREFAL, signaron el documento en el que se establecen las bases para realizar actividades encaminadas a la superación académica, la formación de personal especializado, y de capacitación de investigadores.

Eduardo Backhoff destacó que para el INEE firmar convenios con instituciones de los estados del país es una acción de gran importancia y que a través de sus direcciones en las entidades federativas se abren puertas para cumplir con un gran mandato y con una gran misión: la mejora de la educación en el país.

Informó que el INEE coordina el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, grupo de trabajo donde participan los secretarios de Educación de los estados, que impulsa, fomenta y ayuda a las autoridades educativas estatales en la supervisión de las evaluaciones que cada entidad juzga convenientes.

Luego de destacar que este convenio representa la oportunidad para generar conocimiento que permita la toma de decisiones para mejorar la calidad y la equidad de la educación, dio a conocer que una de las atribuciones del INEE es fomentar la cultura de la evaluación, por lo que es importante unir esfuerzos con instituciones que capaciten y tengan relación con los actores educativos.

El titular del CREFAL afirmó que esta unión de esfuerzos será productiva, pues está caracterizada por la buena disposición para encontrar oportunidades que contribuyan en la mejorara de la calidad de los sistemas educativos del país. Destacó que este Centro tiene como tarea principal la formación de personas y la investigación y el desarrollo de modelos de intervención educativa, que benefician no sólo a Michoacán, sino al resto del país.

El secretario de Educación de Michoacán, Alberto Frutis Solís, aseveró que en la entidad también se está arraigando la cultura de la evaluación en los centros escolares.

La prueba Planea (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes) “nos da insumos para que todas las instituciones puedan redireccionar sus políticas y sus formas en las cuales desarrollan el hecho educativo, ejemplificó.

“Sabemos que este convenio rendirá importantes frutos. Sé que algunos añoran que las cosas sigan cómo estaban, todo bajo el velo del oscurantismo, de la opacidad, hablando en términos de transparencia”, finalizó.

En la ceremonia estuvo presente la directora general adjunta del INEE en ese estado, Juana Ma Estrada

INEE y CREFAL se comprometieron a diseñar programas de formación y actualización de recursos humanos, y de divulgación académica, científica, cultural y tecnológica.

El convenio establece que para el adecuado desarrollo de las actividades se integrará una comisión técnica que tendrá a su cargo la instrumentación técnica y evaluación de los alcances del acuerdo, así como los proyectos que de él deriven.

Las dos instituciones gozarán de los mismos derechos que otorgan las leyes en materia de propiedad intelectual, tanto en la República Mexicana como en otros países, sobre los productos y los resultados de las investigaciones que desarrollen.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/firman-inee-y-crefal-convenio-para-formar-especialistas-en-evaluacion-educativa/

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Reformas educativas en Latinoamérica. Derecho a la educación en Argentina

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ)

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente

La tensión entre la lógica de la educación como derecho o como servicio a ser intercambiado en el mercado, atraviesa la historia reciente en la Argentina. La matriz fundacional de la educación moderna que priorizaba la formación del ciudadano y del trabajador, está muy arraigada en este país de fuerte inmigración, que encontró en la escuela uno de los principales lugares de inserción y movilidad social.

Con la dictadura militar iniciada en 1976 comenzó a instalarse el mercado educativo, que luego se profundizó en los gobiernos democráticos especialmente en la década de 1990. Una nueva etapa se inició en el 2003 durante los gobiernos nacional populares de Néstor Kirchner (desde el 25 de mayo de 2003) al que siguió el de Cristina Fernández de Kirchner (10-12-2007-09-12-2015).

Durante esos años el sector educativo, en el marco de las políticas sociales, estuvo orientado a la ampliación de derechos e inclusión. Se realizaron transformaciones muy importantes, pero también quedaron muchos aspectos pendientes. Sobre esas debilidades se asienta el discurso educativo de esta nueva derecha, a partir de la asunción del presidente Macri en diciembre del 2015.

Dos leyes fundamentales marcaron la gestión kirchnerista en el terreno educativo. En el 2006, con la sanción de la Ley de Educación Nacional No. 26.206 se derogó la Ley Federal de Educación N° 24195 de 1993, de inspiración neoliberal. La educación pasó a ser considerada como un “bien social y responsabilidad común” (Art.1), “bien público y un derecho personal y social” y se estableció que ese derecho “está garantizado por el Estado nacional” (Art. 2). Una segunda Ley fundamental promulgada también en el 2006 fue la Nº 26075, conocida como Ley de Financiamiento Educativo, que estableció la aplicación del 6% del PBI al sector, y el apoyo nacional a las jurisdicciones para garantizar un piso salarial común. [1]

Ese proceso democratizador caducó con la llegada al gobierno nacional de la Alianza Cambiemos en diciembre del 2015. El modelo educativo de mercado nuevamente pasó a ser asumido por la política nacional, pero a diferencia de las décadas del setenta y noventa, está ahora mucho más afinado, y ha mejorado su forma de ser comunicado al conjunto de la sociedad. Las declaraciones y documentos formales son cuidadosos en las formas teniendo en cuenta la fuerte tradición de la cultura argentina de defensa de la escuela pública, respeto al trabajo docente y a la creencia en la movilidad social por los créditos escolares. Pero en algunos momentos, quizás por descuido o porque también representa parte de lo que somos como sociedad, los principales funcionarios deslizan frases o ideas que causan estupor y a veces escándalo, y suelen ser rápidamente reproducidas en las redes sociales. Por ejemplo: “esta es la nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas con educación”, dijo el que fuera primer ministro de Educación de este gobierno – Esteban Bullrich -, en setiembre del 2016, al inaugurar el Hospital Escuela de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Negro, haciendo alusión, en el propio territorio de la Patagonia Argentina, a la masacre a los pueblos originarios ocurrida a fines del siglo XIX, que la historia oficial y conservadora enalteció con esa denominación.

En marzo del 2017, a tres semanas de inicio de paros docentes en varias provincias, el presidente Macri presentó los resultados de las ya conocidas pruebas estandarizadas de resultados escolares, ahora llamadas Operativo Aprender. Señaló los resultados como “dolorosos”, y acuñó una expresión que se hizo histórica, descubriendo que existe una: “terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada y aquel que tiene que caeren la escuela pública”. Con esta frase, el presidente inauguró el discurso oficial de desprestigio de la escuela pública y a sus docentes, dando cuenta de su posicionamiento privatizador de la educación.

Sin embargo, no les está resultando tan fácil imponer su proyecto. Han encontrado, como ellos dicen, una “pesada herencia”. La gestión kirchnerista produjo avances en el derecho a la educación que no son fáciles de remover, sobre todo cuando son ancladas en bases normativas o institucionales, o en la conciencia social. Por ello, el nuevo gobierno debió enfrentar una cultura de valorización de la escuela y los maestros, cuyo arraigo en la historia nacional se fortaleció en esos años.

La primera medida que generó malestar fue un cambio de nombre. El que fuera Ministerio de Educación pasó a llamarse Ministerio de Educación y Deportes. Al poco tiempo, nos fuimos dando cuenta que la propuesta de supuesta ampliación de la jornada escolar tan prometida, se realizaría por fuera de la escuela, en algún tipo de articulación con instituciones deportivas y extra escolares. A dos años de gobierno no se formularon precisiones ni se produjeron avances al respecto.

Lo más grave de esos primeros días de comienzo de gestión fue que en Ley de Ministerios,  a través del DNU No 13/2015, -en algo que luego se aclaró que se había tratado de un “error”- se hizo referencia a un conjunto de normas sancionadas durante los años noventa, ya caducas (Ley Federal de Educación No 24.195 ya mencionada, la Ley de Educación Superior No 24.521 y el Pacto Federal Educativo, Ley N° 24.856), y desconociendo abiertamente las leyes de Educación Nacional, de Educación Técnica, de Educación Sexual y de Financiamiento Educativo, sancionadas durante la gestión precedente.

Apenas asumidas las funciones, en el 2016, comenzó la desarticulación de programas. A pesar de las luchas y la conflictividad gremial y social, el gobierno desarmó los equipos nacionales del Plan Nacional de Lectura, los programas de Memoria, Educación Sexual Integral, Comunidad y Convivencia Escolar y Políticas Universitarias. Otros importantes programas, como el de Finalización de la Estudios Secundarios (FinEs) fueron vaciados de financiamiento del Ministerio de Educación de la Nación, quedando su suerte en manos de las decisiones provinciales, perdiendo el status de proyecto nacional. Otro tanto ocurrió luego con los diversos proyectos del Instituto Nacional de Formación Docente que, de a poco fueron cerrando, y dejaron un vacío que apenas comienza a ser completado con propuestas y mucha incertidumbre.

Más difícil les está resultando avanzar sobre aspectos afianzados en la Legislación, y sobre todo desarticular los sujetos políticos con capacidad de plantear una oposición y construir alternativas. Este último punto parece ser en el que más energías han puesto en estos dos años, a costa de producir avances significativos en el plano de la gestión. La conflictividad gremial a nivel nacional y jurisdiccional ha acompañado al gobierno de modo constante, pero un punto central ha sido el cierre del espacio nacional para la discusión paritaria. Con esa medida el gobierno no sólo debilita a los trabajadores de la educación, sino que contribuye a una desarticulación del sistema educativo, y genera las condiciones para el desarrollo de un escenario que permita una apertura al mercado educativo internacional. Queda a la vista que no desperdicia espacios internacionales de encuentro para avanzar en esa dirección.

Por ello se ha dado una estrategia progresiva de diseño de políticas en fuerte acuerdo con los gobernadores, incluso de diversas líneas políticas.[2] En febrero del 2016, en el marco del Consejo Federal, se firmó la llamada Declaración de Purmamarca, nombre de la ciudad donde se realizó la reunión. No obstante la diversidad de colores políticos de los gobernadores, los documentos que se produjeron en su seno fueron muy negociados, y no pudieron sino basarse en la legislación heredada, que, recordemos, sostiene que “la educación y el conocimiento como un bien público y un derecho personal y social que deben ser garantizados por el Estado, acorde a lo establecido por las leyes nacionales vigentes.”
[3]

Los lineamientos de política que plantea son también de corte democratizador, aunque, al igual que la declaración de principios, no dejan de ser una expresión de deseos en la medida en que no expone los mecanismos de gestión ni los recursos para su concreción. Posiblemente sea por eso que se han realizado muy pocos avances a la fecha, bastante lejos de la Revolución Educativa que se proponía.

En julio de ese primer año de gobierno, nuevamente se acordaron una serie de líneas de política conocida como “Compromiso por la educación”, el cual se define como la creación de un ámbito de debate, con participación de los individuos, a nivel sobre todo jurisdiccional. Sin embargo, no parece haber tenido trascendencia en instalar territorialmente un movimiento de apoyo al sector.

En septiembre del 2016 se acordó en el mismo ámbito interprovincial el Plan Estratégico Nacional 2016-2021 “Argentina Enseña y Aprende”. En éste se reafirman nuevamente los principios de la ley Nacional de Educación, sosteniendo la responsabilidad indelegable del Estado y se reconoce a la educación como bien público y como derecho personal y social.

Al inicio del ciclo lectivo del año siguiente, en el marco de una fuerte conflictividad, sobre todo por la negativa del gobierno de convocar a una paritaria nacional docente y, como se mencionó antes, en el marco de la presentación de resultados del Operativo Aprender, el presidente de la Nación anunció que enviaría al congreso un proyecto de ley para el decenio 2016-2026. Eso produjo muchas críticas, tanto por el modo completamente inconsulto de su elaboración, su escasa articulación con la normativa vigente, como por los errores diversos en su formulación. Plantea seis dimensiones estratégicas y áreas prioritarias de acción, pero, como en los documentos anteriores, no establece el modo en que esas metas se lograrían, cuál sería el grado de participación provincial y nacional, ni la inversión que suponen. Parecería que se trató únicamente de una estrategia para lograr impacto mediático.

En fin, ha habido producción de documentos y firma de acuerdos con los gobiernos jurisdiccionales, que no se han traducido en un plan de trabajo que especifique mecanismos de gestión y asignación de recursos.

A pesar de los escasos avances realizados en la ampliación del derecho a la educación, no se trata de una improvisación ni la ausencia de una prospectiva de mediano plazo. Se busca generar una transformación profunda de la tradición escolar Argentina, en la valoración del espacio público y en el respeto al cuerpo docente. En el marco de un plan más general de mediano plazo, se pueden ubicar cinco puntos que se han formulado como lineamientos de política que resultan los más significativos.

El primero es la obligatoriedad del nivel inicial a partir de los tres años de edad, sobre el que prácticamente no se ha avanzado en estos dos años, ya que requiere una importantísima inversión en infraestructura sobre la que poco se ha hecho. El segundo es la propuesta de Jornada extendida, que es parte del modo confuso en que formulan sus propuestas. Se trata, como dicen, de que la “escuela salga de la escuela”, a partir de articular trabajos con otras instancias vinculadas al deporte o la recreación, pero tampoco se han realizado avances de articulación institucional o de algún apoyo de gestión, hay apenas algunas experiencias organizadas a partir de iniciativas locales.

El tercer punto es el de la transformación de la escuela secundaria. Recién en marzo del 2018 el Consejo Federal aprobó el proyecto “Secundaria 2030”, se trata de una serie de lineamientos sobre los cuales cada provincia realizará sus planes. Lo más preocupante es la tendencia a vincularla fuertemente con las necesidades empresariales. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a implementarse en algunas escuelas públicas, el 50% del último año está destinado a trabajar en empresas y organizaciones.

Los documentos establecen un fuerte impulso a las pruebas estandarizadas, especialmente a través de la propuesta de Creación del Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad. Se trata nuevamente de mecanismos de control, que ligan la mejora en la calidad con ese tipo de pruebas, más que con inversión y planificación estratégica.

El tema de la formación y capacitación docente es sin duda un capitulo central. Se ha desarticulado el Instituto Nacional de Capacitación Docente. En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se propuso la transformación de la carrera docente en nivel universitario, desarticulando los tradicionales Institutos Terciarios[4] sin claridad respecto a los mecanismos para su implementación, ni formulación del Plan de Estudios.

Respecto de las políticas universitarias, la Alianza Cambiemos ha recortado el presupuesto universitario en tres mil millones de pesos y comenzó el 2018 con un congelamiento de varias obras de infraestructura en las Universidades. Así también, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de quien dependen los organismos de investigación como el prestigioso CONICET, redujeron de manera sustancial las becas y el acceso a la carrera de investigador.

La cuestión presupuestaria no es el único golpe que resiste el sector: la apertura de convocatorias a proyectos con financiamiento del Estado a las Universidades Privadas da cuenta de la lógica de este gobierno. A su vez, una batería de artículos y notas en los medios de comunicación afines a Cambiemos propone el arancelamiento de la Universidad Pública y diferentes mecanismos de limitación del acceso a carreras de grado.

La sanción, hacia finales de 2015, de una modificatoria propuesta por la entonces diputada Adriana Puiggrós a la Ley de Educación Superior les obstaculiza por el momento una avanzada privatizadora de la Universidad Pública, sin embargo, la mercantilización de la educación superior avanza en nuestro país de la mano de convenios con privados en diferentes modalidades: plataformas virtuales, equipamiento de laboratorios, compra/venta de patentes, bancarización de trabajadores, etc.

A dos años de iniciado este gobierno, parece haber más declaraciones que logros; y parecería también que las energías más importantes han sido el debilitamiento de los sectores sindicales y las organizaciones sociales.

En fin, si bien los documentos oficiales no pueden sino basarse en la legislación heredada y reconocer la educación como derecho, las formulaciones de política concreta en general sólo son, en el mejor de los casos, expresiones de deseos que no establecen ni mecanismos de gestión ni administración de recursos para su implementación. Mientras tanto, las políticas educativas efectivamente implementadas en algunas jurisdicciones, están marcadas por el desfinanciamiento, argumentadas en el progreso individual, y en lógicas de inserción en el nuevo mundo empresarial. No hay una preocupación por la formación del ciudadano, la consolidación del lazo social, y están lejos de sostenerse en el principio del derecho.

[1] La República Argentina está organizada de modo federal, en veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es además la capital de la República. Tanto las provincias como la Ciudad son jurisdicciones autónomas con poderes políticos, económicos y administrativos propios. Por lo tanto, existen leyes nacionales que regulan el sistema educativo, pero también cada provincia tiene su propia normativa y sus propias estructuras para el sector.

[2] El espacio común para la concertación de políticas es el Consejo Federal de Cultura y Educación, creado por Ley Nº 22.047 del año 1979, conformado por los 24 ministros de educación, y presidido por el Ministro Nacional. El sistema educativo argentino está conformado aproximadamente por 40.000 establecimientos de los niveles inicial, primario, secundario y/o superior no universitario y más de 100 instituciones universitarias, con un total de más de 10.000.000 de alumnos.

[3] Consejo Federal de Educación (Argentina). (2017). Declaración de Purmamarca. Buenos Aires: [Ministerio de Educación y Deportes].

[4] Los Institutos terciarios o Institutos Superiores de Formación Docente o Técnica son las instituciones que dictan las carreras docentes.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reformas-educativas-en-latinoamerica-derecho-a-la-educacion-en-argentina/

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