Colombia: Pacto por Educación Superior para la Paz

Colombia / alainet.org / 1 de Marzo de 2017

El 9 de febrero del presente año, encabezado por la Viceministra de Educación Superior y el Rector de la Universidad Nacional, veinte universidades públicas y nueve institutos universitarios públicos firmaron el documento denominado “Pacto Público por una Educación Superior para la Paz” a través del cual, además de formalizar la Red de Educación Superior por la Paz, se plantea, que reconociendo la ventana de oportunidad que significa el período del post acuerdo para que la educación superior ‘despliegue la realización de su misión institucional, obstaculizada por el conflicto’, señala la voluntad de asumir esfuerzos en los diferentes niveles territoriales para ‘la reflexión, intercambio y diseño de acciones conjuntas que aporten a los procesos de solución del conflicto armado y de construcción de la paz, y la consolidación de la convivencia en la sociedad colombiana.’ Igualmente plantea el documento asumir el compromiso ‘de estrechar los vínculos de la Educación Superior con todos los sectores sociales y con las autoridades públicas para desarrollar estrategias que fortalezcan la promoción de valores como la tolerancia, el entendimiento y la confrontación dialogada de ideas, así como la investigación acerca de los problemas del país y de las mejores fórmulas para su solución.’

Lo anteriormente mencionado que estoy seguro lo suscriben todas las instituciones de educación superior, públicas y privadas, plantea en grueso los desafíos que tienen frente al aporte que deben dar no sólo para cerrar el ciclo largo del conflicto armado, sino para avanzar hacia echar las bases de una democracia moderna. Igualmente debemos destacar las declaraciones de intención realizadas desde el SUE (Sistema de Universidades Estatales). En esa misma dirección se sitúa la iniciativa de la Alianza de Universidades por la Paz –entre universidad Nacional, los Andes, Javeriana, Externado, Rosario y Libre- y el trabajo que muchas instituciones de educación superior vienen adelantando en esta misma línea. Por ello es necesario recordar la importante tarea de formación, que en el pasado realizaron, frente a las desmovilizaciones insurgentes de comienzos de los 90s del siglo anterior la Universidad del Valle y la Pedagógica Nacional; la tarea estratégica de análisis, debate y pedagogía que se ha hecho desde 1997, cuando un grupo de académicos de varias universidades creamos Redunipaz en la Universidad del Valle; o la que viene realizando la Universidad Nacional, a través del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Dialogo de Paz, en relación con el proceso de La Habana y la disponibilidad que muchas voces universitarias han hecho para colaborar en los diálogos con el ELN, si se lo solicitan.

Todos estos ejemplos, desde las instituciones de educación superior, que seguramente son insuficientes, sin embargo muestran la intención, el deseo y compromiso de contribuir, desde sus actividades misionales, que son formación, investigación y extensión o relaciones con la sociedad, en la superación de uno de los problemas estratégicos de nuestra sociedad, como lo es el conflicto armado de larga duración y dar su aporte a la construcción de paz, que no es otra cosa que volver realidad la sociedad inclusiva y democrática que todos deseamos, con una democracia donde el respeto por la diferencia y la pluralidad sean principios reales de vida y no discursos que escondan la exclusión y aún la eliminación -física o simbólica- para los que no piensan igual.

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/183792

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Colombia: La educación tras la firma de los acuerdos

Colombia/ Septiembre de 2016/Semana

Las universidades también son actores del posconflicto, pues les apuestan a programas académicos enfocados en la paz.

A las puertas del plebiscito para decidir si se harán o no efectivos los acuerdos con las Farc, y en un contexto marcado por más de 50 años de guerra, Colombia se prepara para transitar hacia la paz. Esto no solo va de la mano con nuevas políticas públicas y del perdón colectivo, sino también con la educación. Por eso, las instituciones educativas le están apostando a nuevos proyectos para aterrizar el posconflicto en la academia.

Como cuenta el Ministerio de Educación en el Resumen de Indicadores de Educación Superior de 2011, Colombia tenía más de 80 universidades y 1,8 millones de jóvenes en algún programa de educación superior. Esta cifra no solo indica que hay una oferta de plazas educativas, sino también un considerable número de jóvenes en busca de alcanzar un título profesional. A la par, la realidad del país se transformó y, con ella, la mirada sobre el conflicto. Hoy en día ninguna institución superior es ajena al contexto político, y por eso hay cada vez más especializaciones, conversatorios, pregrados y grupos de investigación enfocados en lo que va a pasar tras la firma de los acuerdos.

Uno de los ejemplos es la Universidad del Norte en Barranquilla, que desde 2015 abrió UN Caribe, un grupo de investigación que se ha dedicado a indagar en el conflicto colombiano, especialmente el de la costa norte. Silvia Gloria de Vivo, su decana de Derecho, afirma que “la universidad quiere contarle a la gente lo que está pasando y explicarle por qué esta es una oportunidad histórica para repensarnos, independientemente que queramos el Sí o el No”.

Este grupo de investigación cuenta con más de 25 profesores asociados, que a su vez tienen grupos de estudiantes en diferentes programas de la universidad. Los principales temas para tratar son la fortaleza de las instituciones, la violencia histórica en la región, la influencia paramilitar y guerrillera y el análisis de los puntos acordados en La Habana.

Otro de los ejemplos es la Escuela de Posgrados de la Policía Miguel Antonio Lleras Pizarro, que desde 2009 empezó un proceso de consolidación de programas para entender la seguridad como una manifestación social. Sumado a ello, desde el último año han iniciado programas y grupos para promover los programas enfocados en la paz.

El coronel Luis Ernesto García, uno de los directivos de la escuela, asegura que“en el último año en el tema de la paz venimos preparándonos para fortalecer la educación. Ahí nos hemos apalancado básicamente de procesos de investigación sobre seguridad ciudadana”. De ellos, uno de los más importantes está orientado a comprender la seguridad en lo local.

“Para eso hemos hecho un trabajo sobre fronteras imaginarias”, agrega García, “es decir, entender cómo un territorio no solamente es tierra, sino también unas dinámicas políticas y sociales. Hemos encontrado uno de los mayores aportes allí porque sin estudios de fondo en esta materia es imposible formar líderes en seguridad, convivencia y paz”.

Aunque la Universidad del Norte y la Escuela de Posgrados están invirtiendo fuertemente en la paz desde la academia, no son las únicas. En todos los rincones del país hay una fuerte intención de abordar y estudiar el fenómeno de la violencia, pero sobre todo el del post-conflicto que se está gestando. Definitivamente Colombia está a las puertas de un cambio crucial, pero esto es posible –en gran parte– a la educación de ahora y la de las futuras generaciones.

Fuente: http://www.semana.com/nacion/articulo/acuerdos-de-paz-las-univcersidades-tambien-son-actores-del-posconflicto/494209

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