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La Universidad de Cartagena se convierte en la morada de las cenizas de García Márquez

Por iniciativa de la familia García Márquez Barcha las cenizas de Gabriel García Marquez volvieron a Cartagena, señala la resolución expedida por la Universidad de Cartagena para esta ceremonia. Expresó el rector Parra Chacón, quien aseguró que es “un honor acoger las cenizas de nuestro nobel inmortal”.

Por Redacción / Sin Embargo mayo 22, 2016

Cartagena (Colombia), 22 de mayo (EFE).- Dos años largos después de su fallecimiento, el nobel colombiano Gabriel García Márquez regresó hoy para siempre a Cartagena de Indias, donde sus cenizas, con aura de inmortal, reposarán en un memorial construido en su honor en el Claustro de la Merced.

En esta ciudad en la que vivió cuando joven, se inició en el oficio del periodismo y fue fuente de inspiración de su obra, García Márquez recibió hoy un homenaje póstumo para que Cartagena de Indias sea “su morada eterna en el Caribe”, según la resolución de la Universidad de Cartagena, institución a la que pertenece el Claustro.

El rector de la Universidad, Edgar Parra Chacón, recordó que en 1948 el joven García Márquez tuvo que interrumpir sus estudios de derecho en Bogotá por la violencia de “El Bogotazo” desatada por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, y se instaló en Cartagena, donde se matriculó en esa institución.

Pese a que poco tiempo después abandonó las clases de derecho, su nombre quedó para siempre ligado a la Universidad de Cartagena, ciudad “por la que confirmó sus más caros afectos”, dijo el Gobernador del departamento de Bolívar, cuya capital es Cartagena, Dumek Turbay.

“Bienvenido de nuevo a casa, Gabo, Gabriel, Gabito, acá con nosotros por siempre”, manifestó el Gobernador Turbay.

Junto a las cenizas del Nobel de Literatura de 1982, fallecido a los 87 años de edad, el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, fue desvelado un busto suyo, esculpido por la artista británica Katie Murray, que fue instalado sobre una plataforma flotante construida en el patio central del Claustro de la Merced, construcción española de los tiempos de la Colonia.

El busto de bronce, que estaba cubierto por un manto amarillo, como las rosas que adornan la base del pedestal, o como los enjambres de mariposas que rodeaban siempre a Mauricio Babilonia en “Cien años de soledad”, fue desvelado al caer de la tarde por los hijos y nietos del nobel al ritmo de la “Pequeña Suite”, composición del maestro colombiano Adolfo Mejía.

“Las cenizas de Gabo, solicitadas en muchos lugares del mundo, habrán de reposar en este espacio”, expresó el rector Parra Chacón, quien dirigiéndose a la viuda de García Márquez, Mercedes Barcha, y a sus hijos Gonzalo y Rodrigo, aseguró que es “un honor acoger las cenizas de nuestro nobel inmortal”.

Fue “por iniciativa de la familia García Márquez Barcha” que las cenizas de Gabo volvieron a Cartagena, señala la resolución expedida por la Universidad para esta ceremonia.

“Él mismo quiso que fuera así, me lo contó de su propia boca y jamás se lo he contado a nadie, nunca he escrito esa historia ocurrida hace más de 20 años”, dijo en el acto uno de sus amigos, el escritor y periodista Juan Gossaín, quien reveló que el nobel le dijo en esa ocasión: “La gente sabe que a mí me gusta Cartagena y me gustaría que me entierren en Cartagena”.

“No estamos aquí para participar en una ceremonia fúnebre, ni en un ritual de exequias, esto es una reunión de amigos, y los amigos verdaderos nunca desaparecen, y menos aún si se trata, como en este caso, de un amigo inmortal”, manifestó Gossaín.

Entre los presentes hoy en la ceremonia estuvieron, además de su esposa, hijos y nietos, algunos de sus hermanos, y otras autoridades como la ministra de Cultura, Mariana Garcés, o el alcalde de Cartagena, Manuel Vicente Duque.

Precisamente uno de sus nietos, Mateo García Márquez, leyó un fragmento del capítulo seis de Vivir para contarla, su obra de memorias, en el que relata su llegada a Cartagena.

Y como no podía faltar en un homenaje a Gabo, el acto se cerró con una interpretación de música vallenata, su preferida, a cargo del grupo de Adolfo Pacheco y Julio Rojas, y una lluvia de papeles amarillos cayó sobre los presentes en el patio central del Claustro de la Merced, ya entrada la noche.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/22-05-2016/1663605

Foto: EFE

Fecha de publicación en OVE: 23 Mayo 2016

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Nobel de medicina: ¨El Fármaco que Cura no es rentable para las farmacéuticas¨

www.ecoportal.net/22-05-2016/

El premio nobel de medicina británico, Richard J. Roberts, denunció a las grandes farmacéuticas de anteponer sus beneficios económicos a la salud de las personas, deteniendo el avance científico en la cura de enfermedades porque curar no es rentable.

Los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que, en cambio, sí desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada”, dijo Roberts en una entrevista a la revista digital ‘PijamaSurf’.

“Algunos fármacos que podrían curar del todo una enfermedad no son investigados. Hasta qué punto es válido que la industria de la salud se rija por los mismos valores y principios que el mercado capitalista, los cuales llegan a parecerse mucho a la mafia”, se pregunta el nobel de medicina de 1993.

El científico e investigador acusa a las farmacéuticas de olvidarse de servir a las personas y preocuparse solo de la rentabilidad económica. “He comprobado cómo en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados podrían haber descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad”, explicó.

Añade que las empresas dejan de investigar porque “no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento”.

Ante esto, señala que es habitual que la industria esté interesada en líneas de investigación, no para buscar curas a ciertas enfermedades, sino que “solo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores muchos más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre”.

Respecto a las razones del porqué los políticos no intervienen, Roberts argumenta que “en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos”.

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Harold Kroto: «La ciencia es una forma de pensar, solo cuenta lo que es verdad»

Por: Nuño Domínguez

El Nobel de Química Harold Kroto confiesa en esta entrevista que sufre “la misma enfermedad que Stephen Hawking” y que “pronto” ya no podrá hablar.

Hace algo más de un año, en medio de una rueda de prensa durante el festival científico Starmus, un brioso Harold Kroto se lanzó a una discusión acalorada con dos astronautas del programa Apolo. Los dos héroes de la carrera espacial negaban que los humanos estuviesen acelerando el cambio climático y eso fue más de lo que este acérrimo defensor de la ciencia como forma de comprender el mundo podía soportar. Aunque nada en su actitud lo delataba, ese día Kroto ya sabía que padecía una enfermedad de la neurona motora, un grupo de dolencias neurodegenerativas.

“Tengo la misma enfermedad que sufre Stephen Hawking”, explicó Kroto a El País hace dos semanas, durante la presentación en Londres de la Medalla Stephen Hawking, a la que acudió en una silla de ruedas para sorpresa de muchos asistentes. “Ahora no puedo andar y mi voz se está yendo”, detalló.

El científico británico ganó el Nobel de Química en 1996 por descubrir los fullerenos junto a los estadounidenses Robert Curl y Richard Smalley. Estas moléculas esféricas de carbono muy parecidas en estructura a un balón de fútbol eran interesantes por su potencial aplicación en nuevas terapias, aunque su hallazgo surgió de la más pura curiosidad por la formación de estos compuestos en las estrellas.

Kroto (Wisbech, Reino Unido, 1939) ha sido siempre una mente inquieta. De no haber descubierto los fullerenos podría haberse dedicado al diseño gráfico, otra de sus pasiones. También ha hecho importantes apuestas por la divulgación científica, en especial entre niños y jóvenes, y ha mantenido una activa vida política que le ha llevado a criticar públicamente a papas y presidentes. Ahora está jubilado. “Lo que hago es trabajar en mi página web, publicando en ella todo lo que he hecho, pero pronto no podré hablar”, reconoce. En esta entrevista, breve por el visible cansancio que le produce hablar, el científico discurre sobre la importancia del hallazgo que hizo en 1985 y sobre la necesidad de redirigir la investigación hacia los verdaderos problemas de la humanidad.

Hay que dirigir la investigación hacia criterios de interés humanitario
Pregunta. ¿Qué ha sido lo más excitante en su campo de trabajo?

Respuesta. Lo más excitante es que la predicción que hice hace 27 años se ha hecho realidad, que las moléculas de C60 [el fullereno hecho de 60 átomos de carbono] están por todo el universo.

P. ¿Qué implicaciones tiene eso?

R. Puede que sea esta la molécula que transporta carbono al lugar en el que se forman los planetas. La implicación es que el C60 puede sobrevivir y después romperse en moléculas más pequeñas

P. ¿Cree que hay vida en otros planetas?

R. Supongo que hay bacterias, formas primitivas de vida.

P. ¿Y vida inteligente?

R. Bueno, no hay vida inteligente aquí. Creo que ese es el problema. El mismo impulso que ha hecho que lleguemos hasta donde estamos actualmente puede ser autodestructivo. A medida que se desarrolla la tecnología, la gente puede usarla para destruirnos. Ahora mismo estamos mandando señales por toda la galaxia y aún no hemos visto nada. Tenemos radiotelescopios muy sensibles, pero por ahora no hay nada obvio de que haya formas de vida tan avanzadas desde el punto de vista tecnológico como nosotros.

P. En 1996 dijo que sin educación científica la humanidad no durará más allá del siglo XXI ¿Cree que han mejorado las cosas?

R. Es cierto. Mira por ejemplo el uso de combustibles fósiles. Necesitamos un gran descubrimiento rompedor en ciencia y tecnología para evitar una catástrofe. No estamos lo suficiente preparados en ese aspecto. Un montón de gente se cree falacias. La ciencia es como es y la gente no la quiere reconocer. La ciencia es una forma de pensar, mantiene que solo lo que es verdad merece ser contado. La gente que inventa cosas puede ser muy mala. Es lo que vemos hoy cada día, la gente se cree cosas y hace cosas horribles. Por ejemplo, el terrorismo. Antes tenías que matar a la gente de uno en uno, ahora puedes matar a 90 de una vez y serán posibles armas que podrán destruirnos a todos.

Si tu móvil fuese tan efectivo como rezar no lo comprarías
P. La crisis económica ha empujado a muchos gobernantes, incluidos los españoles, a reducir el presupuesto para investigación ¿Qué les diría?

R. Deberían reconocer que nuestra única esperanza es la tecnología, pero esta debe estar guiada por criterios humanitarios y no por el beneficio económico. Yo no quiero que se desarrollen aviones de combate. Tenemos que pensar en este asunto y dirigir a la sociedad y a la investigación hacia criterios de interés humanitario.

P. ¿Cuál cree que será la próxima revolución científica?

R. Soy un científico, no tengo ni idea. Pero una cosa es segura, la próxima será una gran sorpresa y vendrá a través de la ciencia básica, la fundamental, no la que usa la ciencia para hacer dinero. Mi descubrimiento se hizo gracias al interés por las estrellas, no en la nanotecnología, y ese es el problema.

P. Hace unos años firmó una carta de condena del Papa Benedicto XVI ¿Qué piensa del nuevo?

R. Bueno, ha hecho cosas buenas. El anterior era antagonista de lo secular. Por ejemplo, no reconocía que el 50% de la gente en Reino Unido declara no tener religión. No podía simplemente ignorarlos. Por eso gente como yo, que solo aceptamos la validez de la verdad, de la evidencia, reconocemos que lo que la gente inventa, las religiones, pueden ser peligrosas. Como podemos ver en Oriente Medio. El papa actual es mucho mejor que el anterior pero, aún así, se puede hacer mucho con el humanismo. El humanismo reúne todo lo bueno que hay en la religión y nada de lo malo.

P. ¿Hay algún lugar para Dios en la ciencia?

R. Yo creo que no. Nueve de cada diez científicos de élite son escépticos, solo aceptan evidencias, pruebas. Depende de a qué llames Dios. Si dices que es la naturaleza entonces sí, pero si quieres que sea el concepto de la iglesia, no hay ninguna prueba. La ciencia se basa en probar si las cosas funcionan y, si lo hacen, entonces tu móvil funciona. Si fuese tan efectivo como rezar, no lo comprarías. Las ecuaciones de Maxwell están probadas y funcionan cada vez que enciendes tu teléfono, cada vez. Billones y billones y billones de pruebas a favor de esas ecuaciones.

P. ¿Por qué le gustaría ser recordado?

R. No me importa mucho. Creo que he sido un tipo bastante decente. Intento ayudar a la gente a través de la educación, con mi web, a través de unos cuantos proyectos humanitarios, como por ejemplo escribir cartas a favor de Raif Badawi, un bloguero que está en prisión en Arabia Saudí, o hace ya tiempo escribir a Bush y Blair para que no invadieran Irak. Ese tipo de cosas son las más importantes. Ya que gané el premio Nobel, lo usé para intentar mejorar un poco las cosas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/12/28/ciencia/1451325056_934944.html

Fotografía: anbolivia.blogspot

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