Asia/China/09 Abril 2017/Fuente:spanish /Autor:Pueblo en Línea
Gracias a ser distinguida como “uno de los diez mejores profesores del mundo” por el Premio Global de Maestros, la educadora china Yang Boya podrá dar a conocer más y mejor la innovación y aporte de China en este vital sector.
Yang ha creado un centro donde los estudiantes – especialmente los niños abandonados – pueden buscar la orientación profesional de los psicólogos. También es la primera profesora china incluída en la selecta lista al Premio Global de Maestros, coordinado por la Fundación Varkey. En esta edición, se recibieron 20.000 solicitudes de 179 países.
«Al ser nominada, he ganado la oportunidad de comunicarse con mis homólogos internacionales, así como promover la labor de mis colegas chinos. Creo que en el campo de la educación internacional necesitan más voces chinas», afirmó Yang a Pueblo en Línea.
Como tradicionalmente en China se prioriza el conocimiento y el aprendizaje, las familias chinas invierten mucho dinero y recursos en la educación de sus hijos. De acuerdo a estadísticas de la BBC, la renta disponible anual per cápita en China aumentó en un 63,3 por ciento en los cinco años previos al 2012, sin embargo el gasto de los consumidores en educación aumentó casi un 94 por ciento en ese mismo período.
«En China hay un dicho que reza: el estudio libresco supera cualquier otro objetivo. Mis padres han invertido mucho en mi educación, contratan tutores y me envian a grupos de estudio. A veces me siento aturdido por tanta presión extraescolar, pero no digo nada para no decepcionarlos «, confiesa Chen Lin, estudiante capitalino de secundaria.
«Los padres chinos por lo general tienen altas expectativas con respecto al rendimiento académico de sus hijos, mientras que la salud psicológica de los niños es frecuentemente descuidada. Muchos adolescentes chinos sufren depresión y confusión, especialmente los niños “dejados atrás”, es decir, aquellos que se crian con familiares debido a que sus padres trabajan en otras ciudades», indica Yang.
Según un informe publicado en 2015 por la Universidad de Chicago, más del 21 por ciento de los niños chinos de 10 a 15 años se sienten deprimidos dos o más veces por semana, mientras que el 20 por ciento ha expresado infelicidad con la vida y otro 22 por ciento experimenta falta de confianza en el futuro. Los niños que viven en zonas rurales sufren muchos más problemas mentales que los citadinos.
La falta de ayuda profesional ha dado lugar a graves problemas sociales, entre ellos el suicidio y la violencia escolar entre los adolescentes. En 2015, cuatro niños que vivían en Bijie, provincia de Guizhou, se suicidaron debido a la ausencia de sus padres. El mayor tenía 13 años, mientras que el más joven sólo 5 años.
En el 2015, una encuesta realizada por Xinhua evidenció que el 70 por ciento de los encuestados admitió haber sido testigos de incidentes de violencia escolar.
Con el fin de abordar estos problemas, Yang ha estado llevando a cabo destacadas investigaciones sobre educación y salud mental, especialmente sobre los problemas emocionales que sufren los niños “dejados atrás”.
«Hemos avanzado en la promoción de la relación educación-salud mental. Por ejemplo, incluir el drama, el teatro y la música en los métodos de enseñanza. Esto ayuda a que los niños mejoren su salud mental y su confianza»,asegura Yang. Por otra parte, la destacada educadora inculca en los padres la idea de que ellos son cruciales para mejorar la salud mental de sus hijos.
«Los padres chinos están dispuestos a esfuerzarse e invertir en la educación académica de sus hijos, pero descuidan la educación interpersonal. De hecho, pasan muy poco tiempo con sus hijos. Incluso si quieren comunicarse mejor con un adolescente, les falta mucho conocimiento y habilidades comunicativas para construir una conversación exitosa», añade Yang.
Gracias a los nuevos métodos de Yang, son cada vez más los educadores y padres chinos que comprenden la importancia de la salud del mundo interior del niño y el adolescente. También la sociedad china, en término general, ha comenzado a brindarle más importancia al equilibrio entre el estudio y la higiene mental.
«Reconociendo que una educación integral tiene que incluir apoyo psicológico e higiene mental, Yang ha demostrado a través de su proyecto de asesoría familiar que ella piensa la educación más allá de los límites del aula tradicional», afirmó Keren Wong, cofundadora de Bridging Education and Mobility. Wong agregó que los logros de Yang demuestran que China también innova en temas de educación.
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