Carolina Darias: «España se ha reencontrado con España»

Por: cadenaser.

 

La ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, ha anunciado que la Conferencia de Presidentes para tratar la ‘vuelta al cole’ se celebrará en la última semana de agosto y que será telemática o presencial en función de la pandemia de coronavirus.

Así lo ha puesto de manifiesto Darias tras la Conferencia de Presidentes celebrada este viernes 31 de julio de forma presencial en La Rioja. «La última semana de agosto, ya fijaremos fecha, celebraremos una Conferencia de Presidentes que versará sobre el estatus de planificación del nuevo curso escolar -ha avanzado-. Una propuesta muy bien asentida, muy bien acogida por todos los presidentes y presidentas aquí presentes porque entendían que era absolutamente necesario establecer pautas de coordinación en este sentido«.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado miércoles ante el pleno extraordinario del Congreso, que convocaría una nueva Conferencia de Presidentes a finales del mes de agosto para ultimar la ‘vuelta al cole‘.

«Tenemos que reunirnos a finales de agosto para preparar, o ultimar, mejor dicho, la vuelta al colegio de nuestros hijos y nuestras hijas, creo que eso también es muy importante», aseguró en el turno de réplica durante su comparecencia en la Cámara Baja para explicar el acuerdo del Consejo Europeo para el reparto de los fondos para la recuperación.

El Gobierno publicó el pasado 24 de junio en el BOE una orden que contiene los 14 puntos que el Ministerio de Educación y Formación Profesional acordó con 15 comunidades autónomas el pasado 11 de junio en la Conferencia Sectorial de Educación para preparar la ‘vuelta al cole’ de septiembre con garantías sanitarias frente a la pandemia del coronavirus.

El acuerdo, que suscribieron todos los gobiernos autonómicos salvo País Vasco y Madrid, establece un regreso a las aulas presencial como «principio general durante el curso 2020-2021», que comenzará en septiembre y tendrá un mínimo de 175 jornadas lectivas.

«La experiencia de este curso ha confirmado la importancia de la presencialidad para el desarrollo habitual de las tareas educativas y formativas, por lo que las administraciones educativas realizarán todos los esfuerzos necesarios para asegurar la modalidad presencial en todas las enseñanzas, niveles y etapas educativas», indica la orden en alusión a la suspensión de las clases presenciales en marzo por el confinamiento, que provocó adaptar la enseñanza a una modalidad telemática y a distancia en toda España.

El Gobierno y las comunidades pactaron recuperar los aprendizajes que el alumnado se perdió durante el confinamiento, para lo que se harán adaptaciones de las programaciones didácticas del próximo curso, y se establecerán «planes de seguimiento y apoyo para el alumnado que experimente mayores dificultades en las circunstancias actuales».

Las comunidades autónomas se comprometieron a seguir «las indicaciones establecidas por las autoridades sanitarias estatales y autonómicas». Además, los Ministerios de Educación y Sanidad remitieron una serie de recomendaciones para el próximo curso, como grupos de hasta 20 alumnos en las etapas de Infantil y Secundaria sin que tengan que mantener la distancia de seguridad de metro y medio, aunque se deja en mano de los gobiernos autonómicos poder ampliar ese número de escolares hasta 25, el máximo legal.

Con este acuerdo, las comunidades autónomas asumen la elaboración de protocolos para garantizar la higiene, la limpieza y el control sanitario en los centros. Planes que prepararán junto a los servicios de prevención de riesgos laborales, y que incluirán medidas específicas para la atención de las personas incluidas en el grupo de riesgo.

Las comunidades también se encargarán de elaborar los planes de contingencia de los centros ante las «eventualidades» que pueda provocar la evolución de la pandemia en el desarrollo del curso escolar, y tendrán que tomar «las medidas necesarias» para que los centros mantengan sus servicios de transporte y comedor escolar «en condiciones de seguridad».

Del mismo modo, recae en las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias educativas, el objetivo de «reducir la brecha digital» y «limitar» sus consecuencias entre el alumnado, aunque el Ministerio colaborará en mejorar la «oferta de recursos para el refuerzo de la competencia digital» de profesores, familias y alumnos. Los sindicatos docentes consideraron «insuficientes» las medidas sanitarias del Gobierno para la vuelta al cole en septiembre.

Fuente de la reseña: https://cadenaser.com/ser/2020/07/31/politica/1596206204_448574.html

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Cultura institucional y cultura de la trampa

Por: Rolando Niella

Barack Obama tiene una pésima opinión de Trump, dijo que era el candidato menos apto para ejercer la presidencia de toda la historia de Estados Unidos. Donald Trump tiene una pésima opinión de Obama, con su estilo excesivo dijo directamente que es “el Diablo”. Eso y mucho más es lo que se dijeron durante la campaña electoral.

Esa mala opinión mutua, sin embargo, no impidió una transición ordenada y sin incidentes mayores. Tampoco impidió que el traspaso del mando en la toma de posesión, que marcó el final del mandato de uno y el inicio del gobierno del otro, fuera personalmente educado, institucionalmente correcto y protocolarmente intachable.

La diferencia es enorme con los traspasos de mando en nuestra región que casi siempre resultan conflictivos y más aún cuando suponen que una fuerza política desplaza a otra del gobierno. El más disparatado y excesivo de estos casos ha sido el que protagonizó en Argentina Cristina Fernández de Kirchner.

Supongo que todo el mundo recuerda la actitud de la mandataria saliente y el desagradable y maleducado gesto de ni siquiera asistir a la ceremonia de toma de posesión. Pero fue mucho peor que simple mala educación; fue una calamidad, porque un mandatario no puede mostrar una falta de respeto semejante a la investidura del nuevo presidente (que hasta ese día fue también la suya), al orden institucional y a los mecanismos preestablecidos de transmisión de mando.

Por supuesto, en otro orden de cosas, también se tomó la molestia de dejarle al gobierno entrante “un campo minado”, según la expresión generalizada en el periodismo argentino, para lograr a toda costa que le vaya mal al próximo gobierno.

Pero volviendo al ordenado y correcto traspaso de mando norteamericano, cualquiera podría objetar que se trata solo de protocolo superficial donde, con algo de cinismo, personas que se odian se sonríen mutuamente; pero no es así. Se trata de respeto a la investidura más allá de quién sea la persona que la ocupa y es una muestra de fortaleza institucional y, por supuesto, de la preeminencia de lo institucional sobre la personal a la hora de afrontar temas de Estado y de gobierno.

Esa muestra de cultura institucional quedó algo opacada por la poca concurrencia al acto, los artistas que se negaron a participar y la abundancia de protestas contra el nuevo presidente. Sin embargo, en vista de los problemas que cada traspaso de mando entre adversarios políticos en la gran mayoría de los países de nuestra región, esa fortaleza institucional, que obliga a dejar de lado divergencias políticas irreconciliables e inquinas personales, debería servirnos de lección.

En Paraguay nuestros políticos son por regla general un poco menos maleducados que Cristina Fernández de Kirchner, pero en cambio igualmente especialistas en dejar suficientes palos en la rueda a sus sucesores. Hemos visto, hace poco más de un año, en los traspasos municipales suficientes casos de intendentes salientes que han dejado a sus sucesores comunas no solo desfondadas, sino también innecesariamente endeudadas.

Mientras el sistema institucional no sea lo bastante poderoso para evitar que los intereses personales o sectoriales de los mandatarios de turno estén por encima de la estabilidad de las instituciones, los cambios de gobierno serán inevitablemente traumáticos y más conflictivos aún en los casos en que la transmisión suponga alternancia en el poder.

El cumplimiento del protocolo es un síntoma, una señal visible para los ciudadanos del respeto a las instituciones, de espíritu democrático y de apego al cumplimiento de la ley. Es por el desprecio de las reglas de juego institucionales por lo que resultan dañinos y peligrosos operativos tan bochornosos y ridículos como la recolección de firmas en favor de la reelección protagonizado por un sector del Partido Colorado.

Es todo lo contrario de la cultura de la ley: la cultura de la trampa. La abundancia de firmas de ciudadanos inventados, inhabilitados, no consultados y resucitados ha llevado lo ridículo a su máxima expresión; pero lo más grave es que se recolectan firmas para quebrantar el sistema institucional, incumplir la Constitución y desconocer la autoridad del Congreso Nacional.

Es por el desprecio de las normas y de las formas legales que resulta imperdonable el asalto que los partidarios de la reelección están haciendo a la Constitución Nacional. En lugar de fortalecer las instituciones está muy cerca de destruir la poca solidez y credibilidad que el sistema institucional paraguayo ha conseguido construir en estas últimas décadas de democracia.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/cultura-institucional-y-cultura-de-la-trampa-1560058.html

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