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KiVa, el programa finlandés contra el acoso escolar, llega a España

España/Marzo de 2017/Autor: Pablo Soler/Fuente: El Mundo

Aproximadamente, uno de cada 10 alumnos de todo el mundo sufre acoso escolar», asegura Tiina Makela, doctora en Ciencias de la Educación. Con la intención de erradicar esta situación, se puso en marcha en 2007, en la Universidad finlandesa de Turku, el programa contra el acoso escolar KiVa, reduciendo el primer año, en más de la mitad los casos de bullying.

Su éxito se extendió hasta llegar al 90% de las escuelas de Finlandia y se exportó a otros países como Reino Unido, Holanda, Alemania, Suecia y Bélgica. Ahora, la Universidad de Finlandia y Macmillan Education traen a España KiVa para que los centros educativos de nuestro país puedan comenzar a implantarlo.

Bien es cierto que no es la primera vez que KiVa, acrónimo de Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar), está en España. Ikastolas de Euskadi y Navarra y algunos centros educativos finlandeses, ya cuentan con el programa pero de manera individualizada. La intención actual es que el propio proyecto llegue a todo el país mediante su traducción al castellano, tal y como se ha indicado en el acuerdo que ha tenido lugar este martes en la Embajada de Finlandia.

Pasi Kaskinen, vicepresidente ejecutivo de la Universidad de Finlandia, asegura que «KiVa tiene los mejores resultados en la lucha contra el acoso escolar aunque no sea perfecto». Por ello, relata que su intención es la de ser capaz de llegar al mayor número de centros educativos y que «podamos ver resultados positivos en un futuro no muy lejano y la única manera de hacerlo es trabajar de manera constante y con un proyecto de largo recorrido como KiVa».

Los retos en nuestro país

Para la implantación del proyecto en España, la directora general de Macmillan, Marta Martínez, señala que la idea es incluir en los colegios e institutos equipos especializados con el que los propios docentes puedan trabajar y aprender. De esta manera y con la ayuda de los expertos, hacer de los centros unas «escuelas amables donde no hay lugar para el bullying«. Por su parte, Martínez asegura que todavía no se han puesto en contacto con las distintas delegaciones para poder estudiar una vía de implantación aunque ya hay algunas que «muestran interés».

Traer un proyecto como KiVa a España tiene una serie de dificultades que no presentan otro tipo de países como puede ser Finlandia. «Allí contamos con una cultura colaborativa y el tema de la educación es primodial. No hay lugar para las peleas a la hora de la toma de decisiones, sino que se opta por colaborar», afirma Tiina Makela, doctora en Ciencias de la Educación de la Universidad de Jyväskylä de Finlandia. Espera que el desacuerdo en materia educativa que existe en España no suponga un problema ya que «el acoso escolar es una traba que no mide números, sino vidas».

Otro factor clave es la financiación del proyecto, que depende del tamaño de las escuelas a las que va destinado. A pesar de los buenos resultados de KiVa, el Ministerio de Educación finlandés, el principal impulsor del programa, dejó de financiarlo en 2011. Según Makela, esto se debe a que los propios centros educativos de este país nórdico ya cuentan con la formación necesaria para desarrollar el programa. A día de hoy, el 40% de las escuelas finlandesas están inscritas a KiVa y las demás «han optado por pagar para comprar las actualizaciones de las herramientas cuando están disponibles».

Cómo funciona KiVa

En la actualidad, el programa está presente en 234 escuelas y se benefician de él más de 30.000 alumnos de entre siete y 15 años. La principal idea, según Makela, es la de que los menores pasen de pensar «yo no he hecho nada» a «qué podría hacer«. Asegura que todo el mundo es responsable del acoso escolar, tanto el agresor, como el entorno del mismo, «que puede apoyarle o actuar de una forma pasiva».

Para ello, KiVa se divide en tres fases. Una primera y más general que es la de prevención, donde se conciencia a los alumnos de qué es el bullying y cuáles son sus consecuencias. Una segunda parte, donde los profesionales y docentes intervienen mediante entrevistas y determinadas herramientas y una última de seguimiento de la situación en el centro y los cambios que se van produciendo.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2017/03/21/58d11e56468aeb82578b45b8.html

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La prevención del acoso desde sus raíces en Infantil

Por: Seño Punk

Autoestima y autoconcepto. Esta es, para mí, la clave. Y es algo que se debe trabajar desde la más tierna infancia y desde una triple vertiente.

Las palabras bullying y abuso se están convirtiendo, tristemente, en palabras demasiado habituales en el periodismo educativo de nuestro país. Es muy triste comprobar y sobre todo imaginar la gran cantidad de niños que van con miedo al cole cada día porque son objeto de burlas, insultos, ridiculizaciones e incluso violencia física por parte de sus propios compañeros de clase. No es de extrañar que salten las alarmas y las familias estén cada vez más preocupadas por este tema.

¿Qué se hace desde las escuelas para tratar este problema?

Hasta ahora lo que se hacía era básicamente intentar castigar a los abusadores y tratar de proteger a las víctimas. Y digo intentar porque es una tarea muy difícil. Los tiranos de esta historia suelen ser alumnos que han renunciado a sacarse siquiera el graduado escolar, por lo que sermones, todo tipo de sanciones y expulsiones tienen nulo efecto sobre su manera de proceder.

Esto provoca que los profesionales de la educación se queden sin herramientas ante un problema que está haciendo un infierno de la vida de una persona, ni para castigar al violento, ni tampoco para proteger a la víctima. Yo he visto como profesores, jefes de estudios, directores e incluso inspectores pasaban de “hay que hacer algo con esto, reunámonos para saber qué está pasando y cómo solucionarlo” a “lo siento, no podemos hacer nada” e incluso, aunque parezca increíble, “algo habrá hecho para que le traten así”. Prometo que no me lo invento. Es un problema infinitamente grande para el que carecemos de formación y herramientas, y, tristemente, he podido comprobar como algunos profesionales acaban intentando zafarse de la situación de la manera más fácil posible, e incluso llegar a negarla. Una suerte de ira mezclada con desesperanza es lo que se siente al otro lado.

Ahora se está empezando a intentar dar voz a las víctimas, se les anima a contar lo que les pasa, e incluso se pone a su disposición un número de teléfono para que busquen ayuda más allá de la que les pueda proporcionar la familia. Pero los escolares son muy conscientes de que, en gran parte de las ocasiones, las personas que les hacen la vida imposible tienen muy poco que perder, que sus compañeros no se van a mojar por ellos por miedo a que les caiga encima el papel de víctima, y además en muchas ocasiones reciben amenazas explícitas de lo que les puede ocurrir si piden ayuda, de manera que es una vía, si no muerta, casi moribunda.

Así que esto no funciona. ¿Qué más podemos hacer?

Parece que cuando nos damos cuenta de que tenemos un problema a nivel educativo, en este país tendemos a mirar hacia el norte, concretamente a Finlandia, pues se nos ha vendido que son la perfección hecha sistema educativo. Y en Finlandia tienen el programa KiVa, que, según leo, tiene una efectividad del 98% al desplazar el objetivo de la víctima y el acosador o los acosadores hacia el resto de compañeros, aquellos que presencian los actos de abuso y, por lo general, y como se dijo anteriormente, callan por miedo.

Parece que hay varios problemas para implantar este programa en España, pues se necesita apoyo económico por parte de la administración, que parece que tiene mejores cosas en las que pensar, un duro sistema de evaluación, y, creo yo, las mismas condiciones de las que parten los niños en Finlandia, porque allí la infancia es lo más preciado, y por tanto algo en lo que no duele nada invertir. Partiendo de la base de que aquí lo llamarían gastar, es muy probable que sea difícil implantar ese programa en las escuelas españolas, y si se hiciera probablemente no daría el mismo resultado.

Aun así, creo que es evidente que se debe intentar, y espero que se produzca una fuerte apuesta por algo que ya ha demostrado su valor en otros países, pero sobre todo que se debe intentar hacer bien, evitando chapuzas a las que nos tienen acostumbrados desde arriba, y luego “ay, no ha valido para nada, menudo desperdicio” y si te he visto no me acuerdo…

¿Y qué podemos hacer desde las aulas mientras desde la administración se deciden o no a adoptar un programa como KiVa?

Pues tras mucho reflexionar sobre ejemplos que he vivido de cerca, así como analizar lo que he vivido en mi propia adolescencia, y comparar diversos resultados proporcionados por situaciones muy parecidas, creo que debemos centrarnos en la prevención y enfocar nuestros esfuerzos en evitar que nuestros alumnos se conviertan en víctimas potenciales.

Es de vital importancia crear un fuerte vínculo entre los alumnos, un sentimiento de empatía y solidaridad entre todos los compañeros, para que, una vez se produce un caso de abuso, les merezca la pena exponerse y arriesgarse a denunciarlo e incluso a defenderles. Pero creo que es todavía más importante fomentar la fortaleza de los posibles objetivos de bullying.

No quiero que se me entienda mal, no quiero decir que las víctimas tomen ese papel porque sean débiles, ni mucho menos que podrían evitar serlo y no lo hacen. No, si eres el objetivo a derribar de alguien, es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, tener la habilidad de quitártelo de encima. Pero si habéis observado el comportamiento de los “matones” de clase, estaréis de acuerdo en que no eligen a sus víctimas al azar, ni empiezan el acoso de un día para otro, de 0 a 100. En realidad, saben muy bien quiénes pueden ser posibles candidatos, y prueban y vuelven a probar sus reacciones a “pequeñas trastadas” que les gastan, hasta que se convencen de que pueden con ellos, porque, permítanme la expresión, son así de valientes.

Así que, en mi opinión, es ahí donde hay que construir una barrera, un grueso muro en la propia personalidad, en su manera de relacionarse con los demás, para que esas pruebas y esas “pequeñas trastadas” iniciales reboten como si fueran balones lanzados a dicha pared de seguridad.

Autoestima y autoconcepto. Esa es, para mí, la clave. Y es algo que se debe trabajar desde la más tierna infancia y desde una triple vertiente.

Por un lado, los niños deben aprender a quererse ellos mismos antes de querer a nadie más, deben saber que son capaces de muchas cosas, deben conocer sus puntos débiles, sí, pero más importante todavía es que conozcan sus puntos fuertes, lo que se les da bien, en lo que destacan, deben conocerse a sí mismos y tener un autoconcepto ajustado a lo que realmente son. ¿Cuántos adultos conoces que se minusvaloran? Soy diferente pero me gusta serlo. Soy así y nadie me va a cambiar. Soy capaz de muchas cosas y me siento seguro de mí mismo. Esto es algo que se suele pedir a menudo a los adolescentes, partiendo de cero y con un bagaje nulo al respecto, siendo, por tanto, difícilmente realizable, cuando la personalidad está en desarrollo desde mucho antes, por lo que debemos concienciarnos de la importancia de su trabajo desde la etapa de Educación Infantil.

Por otro lado, también se debe fomentar que entre los compañeros se estrechen lazos. No se puede obligar a nadie a ser muy amigo de otra persona, ni siquiera a que le caiga bien. Pero sí que deben conocerse, saber quiénes son sus compañeros de clase, cómo son y por qué. Y sobre todo deben saber expresar tanto lo que saben de los demás como sus sentimientos hacia ellos, porque la opinión de los demás nos importa, y porque todo lo que se expresa se refuerza y es difícil querer hacer daño a alguien a quien conoces y respetas. De nuevo, esto es algo que no puede surgir de un mes para otro, sino que requiere dedicación y esfuerzo desde las primeras manifestaciones de relaciones de amistad hacia los 3-4 años, pues de esa manera crecen sabiendo que ser compañeros significa algo más que asistir a la misma clase y tener los mismos profesores.

Pero una parte muy importante también en esta cuestión somos nosotros, los docentes. Somos sus espejos, y confían tanto en nuestro reflejo que si queremos que nuestros alumnos tengan una imagen ajustada de sí mismos, no podemos devolverles una imagen distorsionada. Eliminemos expresiones como “no puedes”, “no sabes”, o “es que nunca vas a aprender” y confiemos realmente en sus posibilidades. Realmente. No les transmitamos la idea de que son peor que alguien en ningún aspecto. Ni siquiera cuando creemos que son demasiado pequeños para darse cuenta, porque todo cala y deja huella. Transmitámosles esa seguridad que necesitan para que esas pequeñas pruebas iniciales no les hagan daño y por tanto no valgan la pena como objetivo a destruir.

El currículo debería llevar menos letras y números, y más refuerzo de personalidades, autoestimas y autoconceptos, y no sólo desde que se empiezan a manifestar los primeros problemas, sino desde la raíz de sus causas, es decir, desde Infantil. Prácticamente no lo contempla, pero es tan importante que debe ir por encima de los objetivos y contenidos reflejados en el currículo. No quiero alumnos que sepan muchas matemáticas pero no tengan ni idea de cómo quererse o por qué son importantes todos y cada uno de sus compañeros.
¿Eliminará esto el bullying de nuestras vidas? No lo sé, pero vale la pena intentarlo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/02/23/la-prevencion-del-acoso-desde-sus-raices-en-infantil/

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Unos 15.000 salvadoreños dejaron la escuela en 2016 por violencia de pandillas

El Salvador/Enero de 2018/Fuente: Emisoras Unidas 89.7

Unos 15.000 estudiantes dejaron la escuela en 2016 por la ola de violencia generada por las pandillas en El Salvador, informó Educaciel Gobierno.

El ministro de Educación, Carlos Canjura, explicó en una conferencia de prensa que aproximadamente 36.000 estudiantes abandonaron el sistema educativo salvadoreño en 2016, de los que un estimado de “alrededor de 14.000 y 15.000” lo hicieron por la violencia.

Fuentes policiales y de maestros consultadas por Efe señalan que las pandillas infiltran a su miembros menores de edad en las instituciones educativas para reclutar a otros o para traficar drogas al menudeo.

Canjura aseguró a la prensa que el Ministerio de Educación no posee estadísticas sobre los estudiantes que posiblemente pertenezcan a las pandillas porque es un “tema muy delicado y difícil” de registrar.

El director de la Policía salvadoreña, Howard Cotto, señaló que ninguno de los 71 asesinatos de estudiantes en 2016 se registró en un centro escolar.

Estas declaraciones fueron dadas durante la presentación de un plan de seguridad escolar que se aplicará en 1.200 escuelas de las 5.136 que posee el sistema público.

Con esta iniciativa unos 1.500 policías, apoyados por un número no revelado de soldados, darán “seguridad perimetral” a las escuelas y a las rutas en las que se movilizan los alumnos.

Las autoridades de seguridad impartirán “programas preventivos” en unas 250 instituciones; en 2016 estas capacitaciones beneficiaron a 268.632 educandos.

El Salvador es asediado por las pandillas Barrio 18, Mara Salvatrucha (MS13) y otras minoritarias, que buscan reclutar a niños y adolescentes para funciones de vigilancia, cobro de extorsiones, narcotráfico y sicariato.

Estas estructuras son acusadas también de mantener la alta tasa de asesinatos en el país. En 2016 fue de 81,7 por cada 100.000 habitantes, que sitúa al país centroamericano como uno de los más violentos del mundo.

Fuente: http://emisorasunidas.com/noticias/internacionales/unos-15000-salvadorenos-dejaron-la-escuela-en-2016-por-violencia-de-pandillas/

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España: Ministerio de Educación pone en marcha un teléfono contra el acoso escolar

Europa/España/21 octubre 2016/ Fuente: Info Libre.

  • El número estará disponible a todas horas todos los días del año y el servicio será gratuito, confidencial y no dejará rastro en la factura telefónica.
  • Lo atenderá casi una veintena de psicólogos, trabajadores sociales, juristas y especialistas en lengua de signos.

El nuevo teléfono contra el acoso escolar y malos tratos es el 900 018 018 y comenzará a funcionar el martes 1 de noviembre, según ha informado el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, durante la presentación este jueves de esta nueva herramienta en el Ministerio de Educación, y recoge Europa Press.

El número será gratuito, confidencial, no dejará rastro en la factura telefónica, estará activo las 24 horas del día, los 365 días del año. Lo atenderá casi una veintena de psicólogos, trabajadores sociales, juristas y especialistas en lengua de signos en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

«Si el caso va a más lo derivaríamos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», indicó Marín, que también explicó que cuando una persona llama y cuenta un caso, los especialistas lo pondrán en conocimiento de la Inspección Educativa, que recabará más información y, si se da una situación complicada, el caso se trasladará a los cuerpos policiales.

El número dos de Educación indicó que la atención a quienes llamen no sólo será psicológica sino «la que el menor necesite», incluida la derivación a un centro de salud, ministerio fiscal y otras autoridades e instituciones competentes, siempre de forma voluntaria y «asegurando en todo momento el anonimato y la confidencialidad».

El secretario de Estado señaló que, a diferencia de otros teléfonos dedicados a la atención de niños y adolescentes, como el de la Fundación ANAR, éste número «es el único específico para casos de malos tratos y acoso escolar en los centros educativos no universitarios tanto en España como en los centros españoles en el exterior».

Marín también indicó que el número lo ha cedido Google de forma gratuita, que además ayudará a su posicionamiento en Internet. Las cifras elegidas son para el secretario de Estado «fáciles de recordar», pues 018 se identifica con niños y adolescentes de cero a 18 años.

Sin embargo, no es un número de tres cifras como el 016 contra la violencia de género porque, según explicó, para ello «hace falta un volumen muy grande de llamadas». No obstante, no descartó que dentro de un tiempo se pueda reducir.

El Ministerio de Educación, que solo cuenta con datos sobre acoso escolar de un estudio de 2010, tiene intención de utilizar el registro de llamadas de este teléfono de ayuda para actualizarlos. «Sabremos cuántos casos se denuncian y tendremos este registro que aporte más información para que el Observatorio de Convivencia Escolar pueda realizar las actuaciones oportunas», subrayó Marín.

El secretario de Estado también admitió que la puesta en marcha del teléfono, anunciada hace mas de un año por el Gobierno en funciones, no ha sido todo lo rápida que les hubiera gustado en el ministerio y justificó que se ha debido a los distintos recursos interpuestos contra los pliegos del concurso para la licitación y a que el Ejecutivo se encuentra en funciones.

Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/politica/2016/10/20/educacion_pone_marcha_telefono_contra_acoso_escolar_900_018_018_56473_1012.html

 

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España: Prevenir el acoso escolar desde el minuto cero

Europa/España/13 de septiembre de 2016/Fuente: elpais

El problema crece cada año y sufre de un mismo mal: la falta de respeto.

El acoso escolar es una realidad en nuestro país. Y además, es un problema que crece cada año en torno a una misma pauta de comportamiento: la falta de respeto. Parece difícil educar a nuestros hijos en valores cuando en la televisión, en la radio, en las redes sociales se representa el insulto y la rabia como algo normal. El acoso escolar o bullying, que puede a llevar, en casos extremos, a la muerte del menor, debe ser erradicado.

Esta lacra afecta al 4 % del alumnado, según datos del Ministerio de Educación, que pondrá en marcha este curso 2016-2017 un teléfono gratuito, atendido por psicólogos y que no deja huella telefónica, similar al que está habilitado para combatir la violencia machista, según anunció el Gobierno el pasado agosto. El servicio será también accesible para personas con discapacidad.

La Fundación ANAR, asociación que ayuda a niños y adolescentes en riesgo, dispone del teléfono 900 20 20 10, «número al que los estudiantes pueden llamar con toda la libertad y en el que se aconseja a las víctimas que den a conocer su situación a la familia y al entorno de amigos para que le puedan ayudar», según explican en su web. En el año 2015, su último informe, esta organización atendió 369.969 peticiones de ayuda en toda España, de las que 25.000 referían a algún tipo de violencia escolar. Estos casos crecieron un 75% con respecto al año anterior.

Atajemos el acoso desde el primer día de clase (o antes)

Prevenir el acoso escolar es una labor que los padres deben comenzar en casa. “Deben educar en empatía a su hijo, a ponerse en el lugar del otro; es importantísimo que el pequeño se acepte cómo es y que se guste. Debe aprender a asumir sus defectos”, explica Silvia Álava, psicóloga, escritora y directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes. “Además, tienen que trabajar la comunicación asertiva con él, que es aquella que ‘me permite respetarme a mí mismo, respetando siempre a los demás’. Que me ayuda a expresar lo que siento, sin herir a nadie”, prosigue Álava.

Una cuestión también importante es trabajar la relación de confianza con el menor. Muchos pequeños tardan en contar lo que les está ocurriendo, por vergüenza o por miedo. “Si les transmitimos que vamos a entenderles, que les escuchamos, que comprendemos sus problemas, que pueden confiar en nosotros, será mucho más fácil que, si está ocurriendo algo, nos lo cuenten”, añade.

Además, existen algunas pistas que podemos observar en el hogar, en caso de que el niño esté inhibido o sea muy introvertido. “No son síntomas, pero pueden ayudar”, recalca Álava. “Por ejemplo, si el niño está más tristón, si, de repente, sufre cambios drásticos de conducta, como comer mucho o dejar de hacerlo, no puede conciliar el sueño, etcétera. Pero, sin duda, la clave más importante es si, de forma reiterada, el pequeño expresa que no quiere ir al colegio. Repito no son síntomas, son pequeñas pistas”. En el colegio también se pueden dar cuenta de que algo raro pasa. Normalmente, estos menores suelen estar aislados en el patio, en los cambios de clase y su material escolar, sus libros o sus gafas aparecen rotos.

Hay veces en las que los padres se deciden por un cambio de colegio y esto no soluciona nada. Cada niño es un mundo. La experta explica que si el niño solicita de forma reiterada este cambio de centro, hay que pensarlo, aunque “tampoco se trata de decirle al pequeño que tiene que aguantar». El niño necesita contar con habilidades socioemocionales. Los padres deben conseguir, con la ayuda del colegio y en algunos casos de un especialista, que sus hijos sean autónomos, que se sientan seguros y asienten unas bases de comportamiento que consigan que el niño se respete y respete a los demás”, explica la experta.

Cómo actuar cuando sabemos lo que ocurre

“Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que trabajar tanto con los padres del acosado como los del acosador. Normalmente, enfocamos solo los esfuerzos en ayudar a la víctima, pero no reeducamos al acosador, lo que puede llevar a que esta situación se dé con otros niños, que se repita”, explica la experta.

La colaboración del colegio es fundamental. «Casi todos los centros cuentan con un protocolo de actuación en el que se activan distintos puntos que afectan al profesor y a los alumnos, entre otros entornos. No hay que olvidar trabajar con los testigos mudos, que son aquellos que han visto lo sucedido y no lo cuentan. Muchas veces ellos tienen la clave». Y lo que está claro es que ante cualquier agresión verbal o burla, los docentes deben cortar la situación desde el minuto cero, a través de la enseñanza en valores como la empatía, la solidaridad y el respeto a los demás», subraya esta psicóloga.

«Con todo esto, con esta preparación previa, el alumno puede sentir que tiene herramientas y puede enfrentar el problema. Y si ha sufrido acoso, con todo esto, puede tener una nueva oportunidad y creer que las cosas pueden cambiar. Que se siente fuerte», concluye Álava.

EL 75% DE LOS PADRES NO CONTROLA EL MÓVIL DE SU HIJO

Cuando le regalamos un móvil a nuestro hijo, ¿somos conscientes de cómo lo usa? ¿sabemos a los sitios que entra? ¿con quién se comunica? Una última encuesta elaborada por S2 Grupo, especializada en ciberseguridad, asegura que no. Según este informe, el 75% de los padres no hace ningún tipo de control parental del móvil de sus hijos y el 29% regaló a su hijo un smartphone antes de los 12 años. “Los padres no podemos olvidarnos de que también debemos ejercer nuestra función de cuidado en el entorno de las nuevas tecnologías”, ha destacado, en un comunicado, Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.

Control parental para evitar el acoso

Los datos expuestos contradicen los temores de los padres. A un 31% le inquieta que su hijo acose a otros pequeños; que envíe fotos íntimas, entre otras cuestiones, y a un 21% le preocupa que su hijo sea víctima de acoso, según explica el texto. El 18% reconoció que su pequeño había sufrido algún tipo de acoso.

Acuerdo entre padres e hijos para el uso del móvil

Para solucionar el problema, S2 Grupo ha creado un contrato en el que se incluyen 18 puntos que intentan hacer una reflexión sobre “tener un uso responsable del móvil”. Entre estos puntos, se encuentran, siempre sin invadir la intimidad de los jóvenes, revisar periódicamente el móvil para comprobar las aplicaciones, la configuración y el estado de seguridad adecuados. Además, incluye términos relacionados con la gestión del tiempo; el envío de fotografías personales o aprender a usarlo de forma correcta en sitios públicos. “Con este acuerdo, buscamos que los más pequeños se den cuenta de que el teléfono móvil no es un juguete ya que pueden exponerse a muchos riesgos como ser víctimas de chantajes o acoso, entre otros”, concluye el texto.

Este Acuerdo entre padres e hijos para el uso del primer teléfono móvil se puede descargar e imprimir desde la página web www.Hijosdigitales.es. 

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/06/mamas_papas/1473173756_491108.html

Imagen:ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/09/06/mamas_papas/1473173756_491108_1473174376_noticia_normal_recorte1.jpg

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Gabriela Núñez: Alto al bullying

América del Norte/Nueva York/27 Agosto 2016/Autora: Tania del Ángel Pich/Fuente: El mundo newspaper

El más reciente caso de suicidio como consecuencia del hostigamiento escolar registrado en el país se dio el pasado 11 de agosto, cuando Daniel Fitzpatrick (13), estudiante de Nueva York, se ahorcó con una correa en el ático de su casa. El menor dejó una carta en la que decía que lo que vivió ‘fue suficiente’ y especificaba cómo sus compañeros de clase se burlaban de él y que los maestros no hacían nada al respecto.

El Mundo Newspaper entrevistó a Gabriela Núñez, psicóloga experta en casos familiares y de pareja, quien explica que la adolescencia es una etapa difícil en la que los jóvenes tratan de encontrar su identidad, haciéndolos vulnerables al acoso escolar. “Los padres deben mantener una buena comunicación con sus hijos, conocer a sus amistades, tener conocimiento sobre su rutina, tanto dentro como fuera de la escuela, y siempre estar al pendiente de dónde y con quién están sus hijos”, dice.

¿Cómo saber si nuestros hijos sufren de acoso escolar?

  • Si nota alteraciones drásticas en la conducta de su hijo es probable que tenga problemas en la escuela. Si observa que su hijo tiene cambios de apetito, trastorno del sueño, cambio de personalidad, no disfruta igual que antes de sus actividades favoritas, pueden ser señales de alerta de que algo está afectando a su hijo.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

  • Siempre es bueno que los padres enseñen a sus hijos a protegerse en las escuelas, que nunca estén solos, que se mantengan en grupo, sobre todo durante las horas y lugares vulnerables como el receso, entre clases, lugares como el gimnasio y la cafetería, ya que cuando una gran cantidad de alumnos se encuentran aglomerados en determinados lugares existe menos supervisión por parte de los adultos. Y es importante que los niños y adolescentes que padecen de hostigamiento lo denuncien de inmediato a los maestros y directores de la escuela.

¿Y si es nuestro hijo el acosador?

  • Si su hijo es el que está cometiendo el acoso lo primero que debe hacer es hablar con él o ella y hacerle saber las consecuencias de sus actos; también es importante escuchar la perspectiva de otros padres y de los maestros; apoyar las decisiones de la escuela y analizar que es lo que está motivando a su hijo a realizar esos actos. Podría ser una respuesta a los problemas de casa, a baja autoestima, entre otros factores.
 Fuente: http://elmundonewspaper.com/news/2016/aug/25/alto-al-bullying/
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