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Colombia: Generación E. La respuesta de los rectores de las universidades públicas al programa de Duque

América del sur/Colombia/25 Octubre 2018/Fuente: Semana

Luego de que el pasado 20 de octubre el presidente diera a conocer las reformas al programa que reemplazará a Ser Pilo Paga, el Consejo de Rectores del Sistema Universitario Estatal ha expresado su mirada crítica a la apuesta del gobierno que, para ellos, no resuelve en absoluto las necesidades planteadas.

El Sistema Universitario Estatal (SUE) es el ente que hace varias semanas le entregó al país las cifras que revelan el monumental déficit del sistema de educación superior pública. Los cerca de 20 billones de pesos que hacen falta para las 61 instituciones son los que tienen hoy a las universidades públicas en cese de actividades.

A diferencia de los estudiantes (quienes hasta el momento lideran una fuerza inamovible que sigue pujando al gobierno para que cumpla sus exigencias), los rectores han mostrado una posición más mesurada con el fin de avanzar de forma conjunta en las peticiones para sus universidades.

Hace una semana, el SUE se pronunció reiterando su voluntad de trabajo en equipo, la solicitud de que los 500.000 millones adicionados fueran exclusivamente destinados a la base presupuestal de las 32 universidades, y la inconveniencia que representa dar continuidad a un programa de excelencia que reemplazaría a Ser Pilo Paga.

Sin embargo, tras el resultado de los últimos días en materia de presupuesto presentado por el Gobierno Nacional, el análisis realizado por el SUE y expuesto en mesas de trabajo desarrolladas con el Ministerio de Educación Nacional (MEN), no surtió el efecto esperado. De los 500.000 millones solo 55.000 van a la base presupuestal de los claustros públicos. Además, Generación E, el programa para financiar la educación superior de este gobierno, será el que reemplace a Ser Pilo Paga.

Así, los rectores vuelven a manifestar su punto de vista frente a los no tan eficaces esfuerzos del presidente Duque y el MEN por salvar a las universidades. Según ellos, la raíz de la crisis es estructural y el billón y medio que está intentando conseguir Duque no se acerca, según ellos, a las urgencias de sus instituciones.

“En un escenario tan crítico como el que atraviesan las IES públicas, posponer el ingreso de importantes rubros presupuestales aumenta la liquidez en caja e impide el pago oportuno de nóminas y compromisos contractuales”, expresó Jairo Miguel Torres, presidente del SUE y actual rector de la Universidad de Córdoba.

Así mismo, Torres explicó que la forma de financiamiento que propone el gobierno en el componente de Excelencia no les funciona. “Reiniciar programas de naturaleza similar a Ser Pilo Paga, sin fuentes claras de financiamiento, que no contemplan el sostenimiento pleno al estudiante, que lo endeudan a futuro y que se apropian de recursos destinados o que deben dirigirse a la ampliación y calidad de la oferta pública, no es nuestro interés. Colombia debe asumir, por el contrario, el acceso a la educación superior la cual puede fortalecerse con calidad desde lo público. Por ende, todos los recursos posibles deben apuntar a dicho propósito”.

Pese a que la ministra dijo que el gobierno asume el 100 por ciento de los costos si el estudiante decide estudiar en una universidad pública, Torres argumenta que si el alumno elige una universidad privada el Estado le condona el 50 por ciento (su aporte a la matrícula) y este tendría que asumir el 25 por ciento que, seguramente, se reflejaría en deudas para poder formarse.

Así mismo lo consideró Leonardo Fabio Martínez, rector de la Universidad Pedagógica y quien hasta la fecha continúa con la huelga de hambre como protesta por más inversión. Martínez dijo que con el nuevo programa que se implementará en 2019 esta será la generación de los endeudados.

El SUE también critica el componente de “Equidad, avance en la gratuidad”, puesto que les generará más gastos de funcionamiento para verificar el estrato social y Sisben de sus futuros estudiantes. ¿Con qué lo pagarían? Esa es la pregunta que se seguirán haciendo los rectores, pues las diferencias entre lo que dará el Gobierno y lo que ellos consideran necesitan hay, todavía, una diferencia abismal.

Como alternativa a lo anterior proponemos con base en la información histórica de matrículas, la clasificación por estrato social que se posee de los estudiantes admitidos y el reconocimiento del costo operacional neto de cada programa, estableciendo un monto que puesto en la base presupuestal de las IES, garantice el cubrimiento de cada cohorte con el primer ingreso, agilice procesos y elimine trámites burocráticos engorrosos con su respectivo costo, y produzca ahorros en funcionamiento para las IES, el MEN y el Icetex. En este sentido, se benefician la oferta educativa, el costo operativo del programa y las propias IES”, manifestaron hace unas horas los rectores.

Por el momento, aparte de esta nueva propuesta, el SUE comparte la urgencia por estructurar una mesa de diálogo intersectorial para mirar con más detenimiento y con todos los actores los problemas y sus soluciones a corto, mediano y largo plazo. La apuesta del SUE sigue siendo mejorar y fortalecer el acceso de los jóvenes del país a la educación superior pública.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/generacion-e-la-respuesta-de-los-rectores-de-las-universidades-publicas-al-programa-de-duque/587815

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La transformación que Duque propone para Ser Pilo Paga

Por: Semana Educación

El gobierno estudia lanzar un programa de becas en las que el Estado ponga una parte y las universidades otra. Del mismo modo, busca fortalecer el presupuesto de las universidades públicas. El objetivo es que más estudiantes puedan acceder a la educación superior.

El programa  Ser Pilo Paga  podría vivir en pocos días una transformación inesperada. Después del anuncio de la ministra de Educación, María Victoria Angulo, sobre la desfinanciación en que encontró esta iniciativa, se creía que la política de becar a los estudiantes menos favorecidos había llegado a su fin. Sin embargo, el presidente Duque entregó un parte de tranquilidad el pasado sábado. Ese día aseguró que mantendría su promesa de campaña de cumplir con los 40.000 jóvenes que lo conforman y además, entregó algunas puntadas de lo que tiene en mente. «Esos muchachos pueden estar tranquilos que van a terminar sus carreras», dijo.

En el Taller Construyendo País, la reunión que el primer mandatario hace cada semana en las regiones, Duque aseguró que existe una necesidad de aumentar más la cobertura de la educación superior. Con esto, el presidente tocaba el corazón a la principal crítica que tuvo el programa bandera de Juan Manuel Santos. Los más duros cuestionamientos se centraron siempre en que este apenas lograba beneficiar a 10.000 estudiantes por año, una cifra muy lejana de las necesidades del país.

El presidente presentó una fórmula diferente para poder becar a los estudiantes.»La cobertura exige que nosotros podamos incluir más universidades públicas en un programa de gratuidad y decirles a las universidades privadas que también pongan», aseguró. En esas dos vías está marcada la nueva propuesta que se presentará en un mes. La idea más que eliminar el programa es extenderlo a otros estudiantes y cambiar el sistema de negociación con los centros académicos.

El problema central de la continuidad de Ser Pilo Paga, tal y como lo diseñó la exministra Gina Parody, es la financiación. Según dijo la ministra de Educación, María Victoria Angulo, en diferentes entrevistas radiales, se necesitan cerca de 2 billones de pesos para financiar a los 39.990 estudiantes que hacen parte de este. Expertos consultados por SEMANA aseguraron que desde antes ya se sabía que el programa era insostenible. Como los jóvenes podían elegir no solo la carrera, sino también la universidad y la ciudad donde querían estudiar, el resultado fue que el 79 por ciento de los muchachos terminaron en las universidades privadas más costosas del país, en las carreras más caras y se concentraron solo en tres ciudades, Bogotá, Medellín y Cali.

El hecho de que universidades privadas como Los Andes, la Javeriana y la Sabana se quedaran con el mayor número de “pilos”, como se les llama a los jóvenes del programa, hizo que esos recursos que el Estado destinaba para ese fin nunca llegaran a las universidades públicas, y también disminuyó el dinero que estas últimas recibían del Estado. El 50 por ciento del presupuesto de la nación terminó en la bolsa de Ser Pilo Paga.

Un modelo que logre integrar tanto a las universidades públicas como a las privadas será la apuesta del nuevo gobierno. Se están estudiando sistemas como los que existen en otros países, en los que el Estado financia un monto, pero las universidades ponen una contrapartida. Gracias a Ser Pilo Paga algunos centros educativos privados recibieron un número muy alto de estudiantes becados por la Nación. En los primeros años, la Universidad de la Salle, la Javeriana y la Universidad del Norte contaban con más de mil alumnos por año. Mientras Los Andes, por ejemplo, cerca de 600 estudiantes, que representaban la tercera parte de todos los que ingresaban allí. Aunque algunas de estas pusieron ayudas para la manutención de los estudiantes, el grueso de los gastos corría por cuenta del Estado.

Otras universidades fueron más cautas y limitaron el número. Algunos rectores consultados por SEMANA sostuvieron que como no había seguridad de que el programa estuviera financiado por muchos años, decidieron ser prudentes para que luego, en caso de que este se acabara, los presupuestos de las instituciones no se afectaran. Los directivos cuentan que cada año el gobierno los llamaba a preguntarles si era posible que la universidad pusiera una parte, pero que esas ayudas nunca se pudieron concretar. «Estos programas se usan en el mundo, pero en Colombia -a diferencia de lo que sucede en otros países- no tuvieron cofinanciación. Si el Estado estaba pagando 40.000 estudiantes, por lo menos se esperaría que las universidades pusieran el 50 por ciento del valor de la matrícula», explica Julián de Zubiría, rector del colegio Alberto Merani.

Más allá de los costos el programa sí representó una verdadera revolución social para quienes fueron beneficiarios. Por primera vez, miles de jóvenes de los lugares más apartados del país lograron llegar a universidades de elite que sin la estrategia de Ser Pilo Paga, ni siquiera habrían podido soñar. Con esto, se logró reducir la brecha de inequidad, hubo un valor agregado del intercambio cultural y se aumentaron las probabilidades del 30 al 70 por ciento de que jóvenes de escasos recursos llegaran a universidades como Los Andes. Las historias de jóvenes de veredas, muchas golpeadas por el conflicto armado, entrando a estos centros académicos conmovieron al país.

El rector de la Universidad Icesi de Cali, Francisco Piedrahita, asegura que el programa «no es tan costoso como lo pintan» y que su desempeño no puede verse solo en números presupuestales. Agrega que «dejaron que el programa se difamara cuando era un éxito y que sufriera todo tipo de ataques. Lamentablemente el éxito, como en todo, solo se ve con el tiempo. En unos años se sabrá qué significó llevar a la universidad a estos estudiantes».

Sin embargo, para muchos, entrar a la universidad no debería ser un privilegio de los más pilos, sino de muchos más. Francisco Cajiao, exrector de la Universidad Pedagógica y la Universidad Distrital, le dijo a SEMANA: “A mí también me gustaría que fueran a estudiar a Londres a Nueva York, pero tenemos que ver cuántos jóvenes tenemos y cómo repartimos la plata. El programa no podía basarse únicamente en el mérito”. Cajiao agregó que hoy la cobertura en educación superior en Colombia es solo del 35 por ciento, un porcentaje muy bajo en comparación con otros países de América Latina que tienen coberturas del 50 por ciento o más. Entre estos están Chile que ha logrado una cobertura del 87 por ciento.

Según los expertos consultados, para que el país llegue a una cobertura similar necesitaría abrir al menos 600.000 cupos más. Ese cambio, sin embargo, no sucede de la noche a la mañana. Para que una universidad pueda abrir 1.000 cupos necesita renovar su infraestructura y contratar casi que una nueva planta docente. Victoria Elena González Mantilla, docente investigadora de la Universidad Externado de Colombia, le dijo a SEMANA que celebra la decisión del presidente de fortalecer las universidades públicas. Sin embargo, se pregunta ¿cómo lo va a hacer cuando el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, redujo el presupuesto de esta cartera en 33 por ciento? “Genera preocupación es que terminen por no subsidiar al grupo pequeño de estudiosos, y que por otro lado, tampoco se pueda hacer inversión en la universidad pública por los recortes que ha anunciado el gobierno”, agrega.

En cuanto a la idea que los estudiantes paguen una parte del dinero y que las universidades paguen otra, Dustin Tahisin Gomez, docente investigador de varias universidades y estudiante del doctorado en agrociencias de la Universidad de la Salle, explicó que después de terminar la carrera los jóvenes podrían devolver el 50 por ciento de lo que costó su educación para crear una bolsa de recursos para financiar la matrícula de las generaciones. Según él, también será necesario buscar que el sector privado se involucre realmente con la academia.

Lo que viene en las próximas semanas no será fácil. El gobierno comenzará a estudiar modelos y a formular propuestas. En este momento hay un equipo dedicado a este asunto que comienza por definir un nuevo nombre para ese programa. Se ha hablado de llamarlo «Todos somos pilos», pero la fórmula no convence a algunos que sienten que evoca un poco de espejo retrovisor. Se espera que el borrador se presente después de que los bachilleres presenten sus pruebas de Estado.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/ivan-duque-programa-de-educacion-reemplazaria-a-ser-pilo-paga/582553

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¿Es posible un Pacto por la Educación en el gobierno Duque?

Por: Semana Educación

Hace cuatro años, al comenzar el segundo mandato de Juan Manuel Santos, organizaciones sociales promovieron esta iniciativa que tuvo un resultado agridulce porque no se cumplieron todos los compromisos pactados. Sin embargo, mucho de lo que se pretendía con el pacto aún sigue vigente.

En las elecciones presidenciales de hace 4 años, el movimiento Todos Por la Educación impulsó el Pacto Nacional por la Educación que tuvo el apoyo de distintos sectores, entre el sindicato de profesores, funcionarios del gobierno, empresarios, organizaciones sociales, parlamentarios y los candidatos presidenciales de ese entonces.

Los diez puntos que contenía el acuerdo incluían el aumento de los recursos para educación, la formación docente, la atención integral a la primera infancia, calidad educativa para la formación de ciudadanos integrales, la implementación de mecanismos para el control y rendición de cuentas y acceso más diverso e incluyente a la educación superior.

La mayoría de los puntos no se cumplieron, entre ellos el aumento de recursos, pues “el Gobierno no logró aumentar ni siquiera un punto porcentual del PIB en todo el cuatrienio”, y la formación docente, porque, según la organización, a pesar de que hubo avances aún persisten los retos para lograr una total mejora en la transformación de la carrera docente.

Sin embargo, según los promotores de la iniciativa, los objetivos que se habían fijado en el pacto están vigentes y, por eso, se plantea la posibilidad de que el gobierno Duque se comprometa a la firma de un nuevo Pacto por la Educación o a trabajar sobre los mismos acuerdos de hace cuatro años.

Lina Guisao, representante de Todos por la Educación, cree que la ministra designada para la cartera, María Victoria Angulo, quién además hizo parte del pacto de hace cuatro años como directora de Fundación Empresarios por la Educación (FExE), puede ser de gran ayuda para que el nuevo Gobierno se comprometa con estas iniciativas, “creemos que es una mujer que escucha, que tiene capacidad técnica y que conoce el sector”.

De igual forma, Julián Moreno asesor en FExE afirmó que “ella tiene experiencias en este tipo de estrategias, sabe cómo realizarlas, lo que esperamos es que el Ministerio muy seguramente tome la iniciativa y el liderazgo en la realización de un pacto o la actualización del Pacto por la Educación”.

El presidente electo, Iván Duque, ha estado abierto a escuchar este tipo de propuestas. Hace algunas semanas se reunió con el grupo convocado por BID, Mckinsey, ProAntioquia y otras instituciones, quienes le propusieron crear un Gran Acuerdo Nacional por el futuro de Colombia, entre ellos un Pacto por la Educación.

Sin embargo, Óscar Sánchez, exsecretario de educación de Bogotá y coordinador nacional de Educapaz, dice que a pesar de que el nuevo Gobierno está proponiendo alrededor del tema, ve difícil que se logre lo que no se logró en el pasado, según él, “por la naturaleza del conflicto político en general que hay en el país, la naturaleza del conflicto que hay entre el sindicato y el Gobierno y por la escasez de recursos para atender las exigencias fiscales que tendría hacer un pacto nuevo”, y agregó, “si hace cuatro años se logró firmar, y no se cumplió, ahora yo creo que ni siquiera se va a lograr firmarlo”.

Pero, ¿qué se necesita para realizarlo y qué se logra con uno?

Guisao considera que un pacto solo es posible con la voluntad política de todos los actores de la sociedad, “es el contrato social entre la ciudadanía y los gobernantes. Es donde nos comprometemos todas las personas que tenemos que ver con la educación a una corresponsabilidad de ser veedores. Esto solo funciona si todos participan y si se hace un seguimiento exhaustivo”.

Moreno, por su lado, plantea algunos puntos que deberían servir como ruta para llevar a cabo un pacto por la educación: debe lograr atender prioridades y destinar recursos para hacerlos sostenibles en el tiempo, tiene que renovar alianzas, promover la participación y la importancia de la educación, realizar acompañamiento y seguimiento a la ejecución y por último, evaluar sus resultados e impactos.

Para Sánchez, las políticas que se sostienen en el tiempo y que apuestan a varios factores solo se logran con la realización de pactos que sean multipartidistas, incluyentes y que duren más de un periodo de gobierno, “es muy importante tener consensos en torno a la educación en general porque las políticas educativas tienen impactos de largo plazo, lo que se invierte hoy y mañana, de manera continua, se logra invertir a lo largo de una década hace mayores transformaciones en las sociedades”.

De igual forma, los expertos afirman que las necesidades en materia educativa del país son desafiantes, y las decisiones que tomará el nuevo Gobierno en la cartera tendrán que hacer frente a esas exigencias. Dentro de los puntos urgentes que se estudiaron durante el proceso de empalme se encuentran temas como la Evaluación Diagnóstico Formativa, la continuidad de la Prueba Saber 3, 5 y 9 grado y del Programa Ser Pilo Paga.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/pacto-por-la-educacion-ivan-duque/577752

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Colombia: MinEducación estudia sanciones contra ‘pilos’ Involucrados en cartel de ‘Los intelectuales’

América del sur/Colombia/14 Junio 2018/Fuente: Semana

La ministra Yaneth Giha explicó que tres de los 16 involucrados en el caso hacen parte del programa ‘Ser pilo paga’ y aunque el reglamento no contempla sanciones específicas para este tipo de conductas, se evaluará con las universidades en las que estudian qué castigo se les impondrá además del proceso penal que se sigue contra ellos.

Luego de la captura y posterior liberación de las 16 personas implicadas en la suplantación de identidades para presentar los exámenes de admisión en la Universidad del Magdalena, se determinó que tres de ellos son beneficiarios de ‘Ser Pilo Paga‘. El Ministerio de Educación precisó que aunque no están previstas, dentro del manual operativo del programa, sanciones específicas para los ‘pilos‘ que estén involucrados en este tipo de conductas, sí pueden ser sancionados por las universidades en las que estudian.

“No tenemos sanciones previstas en el manual de ‘Ser Pilo Paga‘. Sin embargo, nuestro equipo de trabajo está ya en conversación con las universidades de las que hacen parte los pilos para ver qué está previsto en sus manuales. De acuerdo con eso, tomaremos una decisión lo antes posible”, afirmó Yaneth Giha, ministra de Educación.

El reglamento del programa cuenta con nueve causales de suspensión definitiva de los desembolsos para las matrículas, entre ellas el abandono injustificado del programa académico, la adulteración de documentos o la presentación de información falsa y suspensión definitiva de los estudios. Sin embargo, esta norma no prevé sanciones para  conductas que no estén relacionadas directamente con el procedimiento del crédito condonable del que son beneficiarios.

Por lo tanto, como lo anunció el ministerio, las posibles sanciones que se podrían tomar con los estudiantes están en manos de los manuales estudiantiles de cada institución a la que pertenecen. En caso de que los pilos sean expulsados de sus universidades perderían el beneficio de crédito condonable y tendrían que pagar el total del dinero desembolsado por el Icetex.

Giha también aseguró que “Ya estamos evaluando qué tipo de sanciones vamos a dar, posiblemente vamos a terminar quitándole la beca a jóvenes de ‘Ser Pilo Paga’ involucrados en este proceso, también estamos trabajando con las universidades en las que están estos ‘pilos’, mirando qué sanciones tienen en las universidades para articularnos y poder tomar una decisión definitiva en los próximos días”.

Los 16 jóvenes detenidos, provenientes de  universidades de Cartagena, Barranquilla, Sincelejo y Bogotá, fueron denominados por las autoridades como ‘Los intelectuales’. Eran profesionales y estudiantes de semestres avanzados que habían ingresado a la institución para presentar el examen de admisión a medicina, con la promesa de recibir 2,5 millones de pesos si lograban pasarlo. Sin embargo, el cobro a los familiares de quienes querían asegurar el cupo en la universidad oscilaba entre los 20 y 25 millones de pesos.

La Fiscalía General de la Nación afirmó que “los informes revelan que los implicados estudiaban los perfiles y capacidades económicas de los alumnos recién graduados de la secundaria para contactarlos y ofrecerles el servicio, y estos a su vez, durante el proceso de selección, mostraban tarjetas de identidad y contraseñas falsas para obtener calificaciones altas y ser admitidos en los programas educativos”.

Los sindicados fueron dejados en libertad tiempo después de su captura por el juez encargado del caso por que las penas previstas para el delito por el cual se les investiga son menores a cuatro años de cárcel. Sin embargo, siguen vinculados a la investigación. Para las autoridades de la región lo primordial es establecer la estructura que está detrás de la venta de cupos en las universidades. Según las declaraciones del coronel Gustavo Berdugo, comandante de la Policía de Santa Marta, la organización delincuencial es conformada por más de 35 personas y utiliza la misma modalidad en diferentes instituciones públicas del país.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/estudiantes-de-ser-pilo-paga-involucrados-en-supuesta-suplantacion-de-personas-para-presentar-examen-de-admision/571081

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Colombia: “La universidad pública está de luto”, así transcurrieron las marchas de los universitarios

América del sur/Colombia/26 Abril 2018/Fuente: Semana

Cerca de 40.000 estudiantes universitarios de todo el país protestaron para exigir cambios en el modelo de financiación y en contra del programa Ser Pilo paga.

Desde muy temprano cientos de estudiantes de distintas universidades alistaron sus pancartas para salir a marchar por las calles de las principales ciudades de todo el país en defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad, tal y como quedó pactado en el Encuentro Nacional de Estudiantes (ENNES), celebrado en marzo, en el que se decidió llevar a cabo un paro de estudiantes desde el 24 de abril hasta el 25 del mismo mes.

Alrededor de las 9 de la mañana, en la Plaza Francisco de Paula Santander de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se empezaron a congregar los estudiantes de distintas facultades que con cánticos, comenzaron una caminata por toda la sede en busca de más compañeros para que se unieran a la iniciativa, “compañero, mirón, únase al montón”, gritaban por los salones de los edificios de la institución.

Ya en la salida de la calle 26, los universitarios salieron rumbo al punto clave de su encuentro, el Icetex. En la marcha se juntaron los estudiantes de la UNAL, la Universidad Libre y la Escuela Superior de Administración Pública. Más adelante se les incluirían la Universidad Distrital, la Pedagógica y la Universidad de Cundinamarca.

“Yo soy estudiante y quiero estudiar para cambiar la sociedad”, era lo que más repetían los jóvenes. Durante todo el recorrido muchos de ellos portaban máscaras de calaveras y otros llevaban lápidas de cartón en las que se podían leer epitafios como “aquí padecieron los no tan pilos” o “descanse en paz el Icetex, brille para él la deuda perpetua”, en representación de luto por la muerte de la universidad pública.

Al llegar a la institución de crédito educativo, la congregación llenaba los alrededores en el Parque de los Periodistas y por varias horas permanecieron allí en medio de los discursos de líderes estudiantiles que citaban los puntos por los que siguen luchando: la educación como derecho fundamental y bien financiado por el estado, acreditación con garantías, transformación del Sistema Nacional de Educación Terciaria, reconocimiento y pago de deuda histórica del gobierno con las IES, autonomía perteneciente a las comunidades universitarias, entre otras.

Hace algunas semanas se había realizado el ENEES, que acogió a alrededor de 2.000 estudiantes de distintas universidades públicas del país y en él se debatieron los temas que hoy tienen en jaque al sector como el endeudamiento de miles de estudiantes con Icetex y distintas instituciones financieras, el poco acceso a la educación superior, la precaria financiación de la universidades públicas, el Sistema de Financiación Contingente al Ingreso y ahora se le suma el programa Ser Pilo Paga.

Según las cifras, alrededor del 87% de los créditos que entrega el Icetex van dirigidos a estudiantes que entran a universidades privadas y el 12,58% para las públicas. Y de los estudiantes que hacen parte del programa Ser Pilo Paga, según cifras del Ministerio de Educación, el 82% estudia en universidades privadas y el restante 18% accede a una institución de educación pública del Estado.

Para Angie Aguirre, miembro de La Federación Estudiantil Universitaria (FEU), esta marcha se hizo con el fin de visibilizar la lucha que se está haciendo desde los gremios estudiantiles para la defensa de la educación pública y reflejar la injusticia social que se vive desde la educación, más aún en época electoral “para que el próximo gobierno entienda lo que debe y no debe hacer”, aseguró.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/galeria/los-estudiantes-de-universidades-publicas-salieron-a-marchar-contra-ser-pilo-paga/564900

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Colombia: Declaración final: Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior #ENEES 2018

Colombia / 25 de marzo de 2018 / Autor: COMOSOC / Fuente:  Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia

A cien años de la Reforma Universitaria de Córdoba, nos encontramos alrededor de dos mil estudiantes de múltiples y diversos procesos de las diferentes instituciones de educación superior del país, en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá los días 17, 18 y 19 de marzo, con el firme propósito de unir nuestros esfuerzos y voluntades por la defensa de la educación superior como un derecho fundamental y un bien común.

“Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resulto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.”

Manifiesto Liminar, Federación Universitaria de Córdoba 1918

A cien años de la Reforma Universitaria de Córdoba, nos encontramos alrededor de dos mil estudiantes de múltiples y diversos procesos de las diferentes instituciones de educación superior del país, en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá los días 17, 18 y 19 de marzo, con el firme propósito de unir nuestros esfuerzos y voluntades por la defensa de la educación superior como un derecho fundamental y un bien común.

El Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior -ENEES-, representa un nuevo momento de la unidad y el renacer de la esperanza, la imaginación y la alegría de las jóvenes generaciones de estudiantes colombianos, dispuestas a conquistar la conciencia y el corazón de las inmensas mayorías del pueblo colombiano para luchar por un proyecto de país soberano, democrático y en paz.

La educación superior en Colombia atraviesa una prolongada y profunda crisis producto del modelo neoliberal que se evidencia en la desfinanciación de las Instituciones de Educación Superior –IES- Públicas; el endeudamiento de miles de familias colombianas con créditos educativos del ICETEX e instituciones financieras; el desvío de recursos públicos para la financiación de instituciones privadas; el desmonte progresivo del bienestar universitario que impide brindar condiciones materiales dignas para garantizar la permanencia y culminación de los programas académicos por las y los estudiantes.

La asfixia presupuestal tiene como efecto el detrimento de la planta docente y con ello de la calidad, la investigación y la formación académica al interior de las instituciones de educación superior. Toda esta situación tiene una repercusión directa en el acceso a la educación superior por parte de sectores populares del país, distintos grupos étnicos y diversidades sexuales.

Frente a esta situación, exigimos plena financiación a la educación superior, el reconocimiento y pago de la deuda histórica que ha provocado el desfinanciamiento de las universidades públicas y cuyo monto asciende a cerca de 16 billones de pesos. Estos recursos son fundamentales para el mejoramiento de las condiciones de infraestructura, formalización de la planta docente, investigación y bienestar de nuestras Casas de Estudios.

Manifestamos nuestro rechazo al Sistema Nacional de Educación Terciaria y a los proyectos de Ley 262 que crea el Sistema de Financiación Contingente al Ingreso y, el proyecto de Ley 275 que convierte el programa Ser Pilo Paga en política de Estado. Estas iniciativas legislativas profundizan las lógicas de mercantilización y privatización de la educación superior mediante el fortalecimiento del subsidio a la demanda y, con ello, el endeudamiento de miles de jóvenes y familias en el país, al tiempo que desvía recursos públicos hacia el sector privado agudizando la crisis presupuestal de las IES públicas. Hacemos un llamado al estudiantado a estar alerta ante la intención de aprobación de dichas iniciativas legislativas.

Exigimos el retiro de estos proyectos y el desmonte del “Ser Pilo Paga”, garantizando la permanencia, graduación y no endeudamiento de las y los estudiantes que han accedido a este programa. A su vez, proponemos un modelo de financiación basado en los principios de la universalidad y gratuidad de la educación superior, que garantice condiciones de acceso, permanencia y graduación. Levantamos la bandera de un sistema nacional de becas y matrícula cero para estudiantes de las IES públicas como paso conducente hacia la gratuidad.

Por otra parte, la ausencia de democracia y autonomía en instituciones públicas y privadas cierra espacios de participación y vocería estudiantil, además de atar a las instituciones educativas a intereses particulares aislados de las necesidades que presenta la sociedad colombiana. Respaldamos los procesos constituyentes de reformas democráticas al interior de las IES como los que se adelantan en la Universidad Distrital y la Universidad de Nariño, donde nos jugamos el derecho constitucional a la autodeterminación de las comunidades académicas.

Llamamos a la lucha por la democracia y la autonomía universitaria. En los próximos días se elegirán en 23 universidades rectores y autoridades académicas, exigimos del gobierno garantías democráticas vinculantes para que la comunidad educativa pueda por fin definir sobre su destino. Nos solidarizamos con la movilización de las y los estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe contra la corrupción en dicha institución y las pretensiones de intervención del Ministerio de Educación Nacional desconociendo de las propuestas de la comunidad universitaria para darle solución a la crisis.

Expresamos nuestro absoluto rechazo a la estigmatización de las universidades públicas y la criminalización del movimiento estudiantil. Las declaraciones del Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, sobre los hechos presentados en la Universidad Pedagógica Nacional son irresponsables, violan la autonomía universitaria y atentan contra la integridad de la institución y sus estudiantes. No aceptamos la imposición de la fuerza pública en las IES como forma de resolver los conflictos; en nuestras Casas de Estudios privilegiamos el diálogo y la confrontación racional de las diferencias, es decir, el debate argumentado de las ideas.

Por otra parte, manifestamos nuestro dolor y repudio frente al sistemático asesinato de líderes sociales, defensores de DDHH, excombatientes y sus familiares a lo largo y ancho del país. La construcción de paz y reconciliación exigen el respeto a la vida y el derecho a la protesta. Exigimos al Estado colombiano las acciones y garantías correspondientes para que estos condenables hechos no se sigan presentando. A su vez, exigimos la libertad de las y los prisioneros políticos, en particular, del movimiento universitario.

El ENEES convoca al estudiantado de todas las instituciones de educación superior del país a fortalecer desde las bases los espacios asamblearios y las expresiones gremiales unitarias en aras de avanzar en la conquista de los objetivos programáticos del movimiento estudiantil. A su vez, hace un llamado a la más amplia confluencia de la comunidad académica, al movimiento educativo y de los diferentes sectores de la sociedad colombiana que históricamente han sido vulnerados y despojados de sus derechos, a proponer e impulsar estrategias conjuntas de pedagogía, comunicación y movilización que permitan consolidar procesos de lucha en defensa de las aspiraciones del estudiantado y del movimiento social popular.

Frente a las lesivas políticas que profundizan las desigualdades sociales y que afectan profundamente a la educación superior, convocamos a la realización del II Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación Superior, para el segundo semestre del presente año, los días 14, 15 y 16 de septiembre, con el objetivo de darle continuidad al proceso de unidad estudiantil por la defensa de nuestras Casas de Estudios.

El proceso de movilización se orientará hacia la acumulación de la fuerza estudiantil y la consolidación de un espacio amplio y democrático de articulación y coordinación nacional. El momento exige el fortalecimiento de la dinámica de movilización y la preparación de las condiciones para llamar a la realización de un paro nacional de la educación superior que confronte la crisis actual de la misma. Convocamos al estudiantado a la Jornada Nacional de Protesta los próximos días 24 y 25 de abril con un cese de actividades académicas en todo el país por la defensa del derecho a la educación, como también a sumarse a la agenda de movilización emanada de este encuentro.

Somos la Generación del Centenario, dispuestos a escribir nuestra propia historia bajo el legado de los gigantes de Córdoba y de las precedentes generaciones que entregaron todo por transformar la educación. Reafirmamos nuestro férreo compromiso por conquistar para el pueblo colombiano educación pública, gratuita y digna para toda la juventud. Queremos vivir en un Macondo en paz, digno y feliz.

¡Seamos realistas, hagamos lo imposible!
¡Nos aguarda un futuro mejor, si el presente es de lucha!

Bogotá, marzo 19 de 2018

Link para descargar la Declaración Final en formato pdf:

http://comosoc.org/IMG/pdf/declaracio_n_final_enees.pdf

Fuente de la Noticia:

http://comosoc.org/declaracion-enees-01-2018

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El problema de las pruebas de admisión en las universidades públicas

Por: Julián de Zubiría 

Como si se tratara de una paradoja, mientras las instituciones de educación privadas utilizan para sus admisiones las pruebas de Estado, las públicas se valen de exámenes específicos. ¿Qué tan conveniente es esto?

Colombia posee el sistema de evaluación de la educación más sólido y sofisticado de América Latina. El trabajo del Icfes ha sido poco reconocido, pero es de muy alta calidad. A lo largo de las dos últimas décadas puso al país en la vanguardia de los sistemas de seguimiento y evaluación de la calidad. Construyó evaluaciones de competencias que no tienen nada que envidiar a las pruebas Pisa; seleccionó muy acertadamente tres de las competencias esenciales a desarrollar en la educación básica y media, a saber: argumentar, interpretar y proponer.

Así mismo, construyó pruebas para los grados tercero, quinto, noveno y once, las cuales permiten evaluar el nivel de consolidación de algunas de las competencias esenciales en la vida. Hoy contamos con un completo sistema de seguimiento de la calidad, el cual, bien utilizado, podría tener un impacto positivo en la construcción de políticas de mejoramiento de la calidad educativa, a mediano y largo plazo en el país.

En los últimos años, el Icfes ha seguido cualificando el sistema al incorporar las pruebas Saber Pro, lo que permitió elaborar modelos de valor agregado, los cuales nos ayudarán a resolver una de las preguntas esenciales a nivel pedagógico en la educación. Si tenemos claro el nivel con el que llegan los estudiantes del colegio en competencias ciudadanas, lectura crítica, escritura y razonamiento numérico, podemos resolver hasta qué punto las universidades están consolidando las competencias esenciales.

En este sentido, debe ser claro que las pruebas Saber Pro no son un buen criterio para evaluar la calidad de las universidades, ya que no tienen en cuenta el nivel con el cual llegaron los estudiantes al culminar el bachillerato.

Aprovechando la experiencia de Minas Gerais en Brasil, el Icfes ha construido el Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE), el cual tiene la enorme ventaja de permitir comparar una institución consigo misma en los años inmediatamente anteriores, incorporar el criterio del clima del aula y diferenciar para los diversos ciclos el nivel alcanzado en cada uno de ellos.

Otro avance significativo, ha sido la inclusión de las competencias ciudadanas. Esto le da un carácter más integral al proceso evaluativo; si bien son pruebas que todavía requieren mayor consolidación y ajuste, van por muy buen camino al incluir aspectos ligados a los derechos y a las actitudes que han desarrollado los estudiantes con respecto a la discriminación de los mismos.

Sin embargo, vivimos en un país de paradojas y las excelentes pruebas de Estado fueron de tiempo atrás adoptadas como criterio de admisión por parte de las universidades privadas del país, mientras que la mayoría de las universidades públicas construyeron sus propias pruebas. Entre éstas, la Nacional y la de Antioquia. Es en extremo difícil explicar esta paradoja, ya que, económicamente, no es equitativo cobrarles a personas de estratos 1 y 2 por una evaluación, que, en la mayoría de los casos, terminan por no aprobar. Pero tampoco lo es desde el punto de vista pedagógico, ya que las pruebas Saber son más sólidas conceptualmente, están emparejadas con las pruebas internacionales y con las de egreso de las universidades colombianas.

Por el contrario, las pruebas de las universidades públicas siguen evaluando contenidos demasiado específicos, les falta enfatizar en lo general, caracterizar el desarrollo por niveles y poner en uso el conocimiento para resolver problemas e inferir ideas. Por ello, seguramente, tampoco por allí está la explicación. Así mismo, los criterios de seguridad que en ocasiones se aducen, parecen difíciles de sustentar y verificar. ¿Qué explica, entonces, el que las universidades públicas utilicen como criterio de admisión unas pruebas, que muy seguramente son de menor calidad? Muy posiblemente esto sea explicado por factores ligados con la tradición.

 

Resulta que veinte años atrás, las pruebas Icfes, como se les llamaba para aquel entonces, en realidad habían sido diseñadas para evaluar conocimientos particulares y fragmentados. En este contexto, muy posiblemente, las pruebas de las universidades públicas eran de mayor calidad que las del Estado. Sin embargo, hoy en día, y pese a los avances de los dos últimos años, esto seguramente no es cierto.

Parece necesario concluir que desde hace varios años las universidades públicas deberían haber abandonado las pruebas más específicas que han venido desarrollando hasta el momento y aceptar como criterio de admisión las mismas pruebas que aplican las universidades privadas. Si se aceptara esta propuesta, se obtendrían múltiples beneficios; entre ellos:

  1. Las universidades públicas utilizarían una prueba que evalúa de manera pertinente la consolidación de algunas de las competencias esenciales que deberían haber sido trabajadas en la educación básica y media en Colombia. Son pruebas de competencias, ampliamente validadas, revisadas y ajustadas. Inicialmente abordaron trece tipos de competencias. El seguimiento riguroso permitió llegar a cinco competencias de carácter cada vez más general que se evalúan en la actualidad.
  2. Todas las universidades del país utilizarían sistemas similares de admisión, lo cual es muy conveniente desde el punto de vista tanto pedagógico como administrativo.
  3. Los aspirantes a ingresar a las universidades públicas dejarían de pagar sumas adicionales por una evaluación, que, en la mayoría de los casos, no aprueban.
  4. Las universidades públicas dejarían de incurrir en diversos costos administrativos relacionados tanto con el diseño, como con la custodia, la aplicación, la calificación y la divulgación de los resultados. Siendo actualmente pruebas diversas en cada universidad pública, el ahorro social que se alcanzaría sería significativo.

Finalmente, esto ayudaría a que diversos programas que utilizan los resultados de las pruebas de Estado tuvieran en cuenta criterios y mecanismos comparables. Esto es válido, entre otras cosas, para créditos, admisiones y subsidios; pero, por tratarse del programa más importante de la actual administración del presidente Santos en materia de educación superior, quiero agregar un argumento adicional. Actualmente, el programa Ser Pilo Paga rige para todo el país con los resultados de las pruebas Saber.

Sin embargo, por la paradoja señalada anteriormente, en algunas universidades públicas, dichos resultados no son tenidos en cuenta y ellos tienen que presentar otra prueba diferente, que, como también se señaló previamente, no tiene el mismo nivel de pertinencia, solidez, ni de calidad. Algunos directivos han creído que lo que pasa es que la Nacional selecciona a los “súper pilos”. Esto, tampoco es cierto, ya que son dos pruebas tienden a correlacionar muy poco. Obviamente, las universidades públicas, atendiendo a criterios presupuestales, pedagógicos y administrativos, pueden establecer sus propios niveles de admisión para cada carrera, como hoy en día hacen las diversas universidades privadas del país, pero para ello, no es ni conveniente ni necesario, recurrir a una prueba diferente.

Como he sostenido en diversas columnas, el país debería aprovechar la histórica oportunidad del programa Ser Pilo Paga para fortalecer la educación pública; al hacerlo, consolidaría la democracia y el derecho a la educación, consagrado en la Constitución Nacional. Por ello, reitero mi invitación: Los próximos “pilos” deberían ingresar, sin excepción, a las mejores universidades públicas del país. Ojalá de muy alta calidad y de carácter regional, como ha demostrado la reciente experiencia ecuatoriana vivida durante la última década en educación superior.

La vinculación generalizada de los próximos “pilos” a las públicas sería mucho más fácil de aplicar, si todas las universidades del país reconocieran las pruebas Saber once como el criterio esencial de admisión.  Si se logra, las universidades públicas se beneficiarían con el ingreso de algunos jóvenes de excelente balance y proyección (los llamados “pilos”), con los recursos que les giraría el Estado por ellos y con la adopción de una excelente prueba como criterio de admisión, la cual lleva dos décadas cualificándose y permite determinar el nivel alcanzado en el desarrollo del pensamiento, las competencias ciudadanas y las competencias comunicativas de los aspirantes.

Ojalá sigamos fortaleciendo y mejorando la calidad de la educación pública. Todavía nos falta mucho, especialmente en inversión, en calidad y en reflexión pedagógica, pero, al hacerlo, favorecemos la democracia y la equidad. De esta manera, será más difícil que nos dejemos quitar la esperanza de vivir en un país en paz.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/examen-de-admision-a-la-universidad-en-colombia/541749

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