Delfina Gómez: Las clases de la “Clase Política”

 Juan Carlos Miranda Arroyo

Una de las preguntas que me planteo con frecuencia, para no caer en el pesimismo ni en el determinismo social durante los análisis de coyuntura, es: ¿Cuál es el papel que juegan las y los docentes, sobre todo de la escuela pública, en la definición de las decisiones que se toman en materia de políticas pública educativas?

Me parece que la respuesta a esa pregunta tiene que ver con las dinámicas que se generan durante los procesos de formación y constitución estructural, institucional, de las élites dirigentes, así como con la organización de los colegiados magisteriales que se crean y se recrean en las comunidades educativas. Por ello, y si vamos por partes, en esta oportunidad haré una breve caracterización sobre las élites que gobiernan en México, y describiré algunas de las lecciones que éstas nos dejan y que son recuperables para entender las dinámicas complejas de la formación y ejercicio del poder público.

Observo, de entrada, que las dirigencias políticas y económicas son élites proclives al “mimetismo” (1). Más que una “clase política” con una cierta unicidad, hay personajes y grupos de las élites políticas y económicas -en plural- que se acomodan para mantener el poder y privilegios… Observo que no hay, en contraparte, un empoderamiento ciudadano, ni una construcción ciudadana del poder político, sino élites políticas que buscan cíclicamente la legitimación social. Para el caso de la caracterización del empoderamiento de las y los docentes de la escuela pública en México, se da una negación o una anulación sistemática de estos actores sociales y sus proyectos alternativos.

Vamos a un caso específico: Delfina Gómez. Sin desacreditar de antemano el trabajo que pueda realizar en su paso por la Secretaría de Educación Pública (SEP), al ocupar próximamente el más alto cargo en la cima de la burocracia educativa, observo que la trayectoria de la Maestra Delfina da pistas acerca de su ubicación como miembro de la élite política emergente del régimen de la “4T”.

Como se sabe, Delfina “se desempeñó como maestra de educación primaria durante la mayor parte de su carrera profesional, desde 1982 hasta 1999; de 1998 a 2012 fue además Subdirectora Auxiliar de Proyectos en la Secretaría de Educación del estado de México.” (WP) Ha sido dirigente sindical del magisterio mexiquense; ha formado parte de una agrupación política con intencionalidades partidistas electorales (el GAP de Higinio Martínez); se ha desarrollado también como política de carrera, pues ha sido presidenta municipal de Texcoco, diputada federal y senadora; fue candidata de Morena a la gubernatura de su estado natal; enlace del gobierno federal actual para coordinar los programas sociales en el Estado de México, y hoy es claramente un personaje cercano al presidente López Obrador.

Pero no solamente con nombramientos en altos cargos del gobierno federal o de las entidades se podría hacer la reconstrucción histórica de las élites, sino también con la movilidad de personajes y grupos que forman parte de la llamada “clase política”, -o dicho en términos más amplios: del “establishment” político nacional o local-, se podría también mirar cómo estas élites dirigentes operan, (lo digo como fenómeno de estudio sociológico o politológico), en diferentes naciones y sistemas políticos.

En México, se podría dar seguimiento a las trayectorias políticas de personajes como Elba Esther Gordillo, del mismo Esteban Moctezuma; o de Marcelo Ebrard, de Ricardo Monreal, Manuel Barttlet y un largo etcétera, que se han beneficiado de su condición de miembros privilegiados de la élite política nacional, tanto con el anterior régimen político hegemónico priista como con el actual, de la “4T”. Queda claro que algunas y algunos de ellos han cerrado filas o han establecido acuerdos cupulares con el presidente López Obrador, como parte de los impulsos políticos de la “4T” y su movimiento social, pero queda pendiente analizar de qué manera estos personajes se vinculan con la ciudadanía y sus demandas sociales, o no, pues sólo servirían al poder o se servirían de él.

Sin duda alguna, podríamos estudiar a personajes que han construido una trayectoria, individual y social, es decir, que han participado en la lucha de las élites dirigentes para ocupar espacios de poder público, los cuales provienen de distintas tradiciones ideológicas o movimientos sociales diversos, lo mismo desde el Partido de Acción Nacional (PAN) que en organizaciones que intentaron romper la alternancia bipartidista, como en su momento lo hizo el Partido de la Revolución Democrática (PRD), junto con otras agrupaciones menores como el PT, MC y Partido Verde. Ahí hay mucha tela de dónde cortar para realizar una sociología de las élites políticas en México.

¿Hasta qué punto estas élites dirigentes son representativas se conectan con y atienden efectivamente a las demandas sociales? El sociólogo estadounidense, Alvin Gouldner, que se ha referido en sus obras a la dinámica de las élites burocráticas, tanto en su base como sus liderazgos, ha sugerido algunas ideas interesantes al respecto: “…analiza -por ejemplo- el conflicto que se genera en la burocracia a partir de la resistencia, la falta de consenso e incluso oposición a los lineamientos generados por las autoridades superiores de la organización.”… “muestra que la burocracia puede tener elementos positivos a condición de que se la aplique en un universo técnico-económico estable.” (2) En esta misma línea, sugiero analizar, como escenario inminente o de futuro, las resistencias que opondrá el magisterio de base, (con esto me refiero a las maestras y los maestros, así como a las y los directivos escolares que integran cotidianamente las comunidades educativas), frente a las decisiones que tome la nueva autoridad educativa nacional, el Congreso y los gobiernos de los estados.

Con todo esto, lo que quiero decir es que una de las lecciones que nos deja el nombramiento de la maestra Delfina Gómez, como titular de la SEP, es que importa su trayectoria y no solamente su origen social. Interesan las formas y los contenidos acerca de la carrera política que se ha generado y le han abierto, para convertirla en lo que es hoy: un personaje importante de la nueva élite gobernante. Y si me permiten el atrevimiento, la Maestra Delfina se encuentra, en los hechos, en la antesala de la lucha por la candidatura presidencial del 2024.

Las clases que nos da la “clase política” local pasan por los caminos del devenir histórico, sociológico y político, sin duda. Por los mimetismos, las concesiones y las anulaciones.

Con el nombramiento de la maestra Delfina Gómez al frente de la SEP, se ratifica así, una vez más, la dinámica política compleja del empoderamiento de las élites dirigentes en México.

Notas o fuentes consultadas:

(1) Se entiende por mimetismo al fenómeno que consiste en una “habilidad que ciertos seres vivos poseen para asemejarse a otros organismos y a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional. El objetivo del mimetismo es engañar a los sentidos de los otros animales que conviven en el mismo hábitat, induciendo en ellos una determinada conducta” (WP). Obviamente al escribirlo entre comillas, (“mimetismo”), hago alusión a una metáfora aplicable, libre o arbitrariamente, al ámbito social.

(2) Según Alvin Gouldner: “En la burocracia representativa las normas y reglas son promulgadas por expertos cuya autoridad es en general aceptada por todos los participantes organizacionales. En esta situación se obtiene cumplimiento organizacional con algún tipo de conflicto, pero poco conflicto manifiesto. Bajo este tipo de burocracia existe una razonable compatibilidad entre los valores de la organización y los del personal. El conflicto se diluye para fortalecer el consenso, aunque no está ausente totalmente el conflicto (Gaynor, 2009).” En: José Manuel Juárez Núñez y Sonia Comboni Salinas. Introducción al pensamiento sociológico de Alvin Gouldner. Veredas especial. UAM-Xochimilco. México, 2010, páginas 87-114.

jcmqro3@yahoo.com


Fuente e imagen:  SDPnoticias

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Abrir el aula a otras voces

Jorge Rivera Pizarro

Este comienzo de año, Twitter ha puesto a mi alcance algunas propuestas educativas hechas aquí y acullá, entre las cuales hay una que -espero- el lector encuentre tan llamativa, como la hallé yo. La propuesta está en línea con el llamado que hice a los educadores en columna anterior, para que dejemos de charlar solamente entre nosotros, miembros del pequeño mundo de iniciados, los profesionales de la enseñanza.

En eso pensé cuando leí: “abrir el aula a otras voces”, una de las diez propuestas del bloguista español Salvador Rodríguez Ojaos para cambiar la educación. Pero creo que no habrá manera de abrir nuestras aulas a otras voces mientras los maestros y maestras, en su formación inicial, no las escuchen, también… El Artículo 68 del Reglamento General de las Escuelas Superiores de Formación de Maestras y Maestros (ESFM) prescribe que para enseñar en ellas, el requisito es ser profesional docente.

Sería tan bueno, por ejemplo, que los futuros promotores del modelo educativo sociocomunitario productivo recibieran lecciones de calificados productores comunitarios, como profesores de las asignaturas programáticas pertinentes.  Qué valioso sería, también, que contaran con profesionales experimentados en economía popular y solidaria. Aunque no tuvieran título docente. Se escucharían otras voces en el aula… La verdad es que no veo forma diferente de lograr un maestro “con conciencia productiva y capacidad de articular la educación al trabajo”, plausible buen propósito para los docentes de la nueva educación boliviana.

Por supuesto que en el tema de abrir el aula a otras voces ese no es el único asunto, pero ilustra bien lo que comento. Para tener maestros nuevos “con habilidad y destreza para incorporar las tecnologías de información y comunicación en los procesos formativos” hay que contar con especialistas en tic. Eso sí, no cualquier tecnólogo. El Washington Post de diciembre último -para orientar a los estudiantes que buscan profesión- publica los hallazgos del gigante Google sobre su personal. Al organizar esta empresa, sus fundadores creyeron que sólo los tecnólogos podían entender la tecnología (que parecido a eso de que solo los educadores podrían entender la educación…). Escogieron su personal entre los graduados en ciencias y matemáticas de afamadas universidades. Cuando estudiaron toda la información que habían recogido sobre sus empleados, quedaron perplejos. Entre las 8 más importantes cualidades de los mejores trabajadores de Google, ser expertos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas ocupaba el último lugar. ¿Cuáles eran las siete primeras? Juzguen ustedes: “saber conducir a otros, saber comunicar y saber escuchar, saber comprender a los otros, poseer empatía y apoyar a los colegas, pensar de modo crítico, ser capaz de resolver problemas, ser capaz de hacer conexiones entre ideas complejas” (Strauss V., The Washington Post 20/12/2017).

Saber comunicar y saber escuchar. ¡Cuánto tiene esto que ver con abrir el aula a otras voces! Y ¡cuánto tiene que ver con lo que realmente importa hoy en educación! Esas que algunos  llaman habilidades blandas, en contraposición a la habilidad para endurecer los cerebros con datos y fechas dictadas y copiadas en los cuadernos (en el aula también hay malas prácticas profesionales…).

Los viejos y cuestionados modelos de desarrollo han caído en cuenta de ello. Lección aprendida para los modelos alternativos que queremos construir. No hay diferencia en eso, al replantear la educación, tarea en la que todos coincidimos. Así como al replantear la formación inicial de los docentes. Esas cualidades, que parecen tan simples, no están expresamente contempladas en el perfil del maestro que nuestra normativa establece. La próxima versión debiera incluirlas. Por el momento, las debemos leer entre líneas, en las orientaciones para la Excelencia Académica de las ESFM

Fuente del articulo: http://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20180118/columna/abrir-aula-otras-voces

Fuente de la imagen: http://www.xarxatic.com/wp-content/uploads/2016/01/grandescambiosval.jp

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Chile: Colegios municipales con proyectos educativos alternativos suben su matrícula

América del Sur/Chile/25 de Agosto de 2016/Autora: Myriam Bustos V./Fuente: La Tercera

En 2014 eran 190 los estudiantes que llenaban los pasillos y patios del Liceo Guillermo Gronemeyer Zamorano, ubicado en Quilpué, V Región, y hoy ya son más de 350. Este establecimiento es uno de los que, a diferencia de la tendencia en el sistema municipal, han subido su matrícula.

Según los datos preliminares del Ministerio de Educación, de 2015 a este año, el sector público ha perdido 16.195 alumnos. Pero hay algunos colegios que escapan de esta tendencia gracias a sus proyectos educativos.

Ese es el caso del ahora Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer Zamorano, el que hasta el año 2014 recibía, mayoritariamente, a alumnos que  eran rechazados en otros establecimientos. Esta situación llevó a la baja en su matrícula y a una preocupación por rescatar el recinto, que tenía dos salidas: cerrar o cambiar.

Fue entonces que el municipio de Quilpué decidió darle un giro al establecimiento y cambió al equipo directivo, ahora liderado por Eduardo Castro, quien implementó un modelo de educación diferente, que llevó a un aumento de la matrícula a 353 alumnos. “De las 42 horas de clases, 21 son de artes y 21 de plan común”, señaló el director, y agregó que las clases “normales” también integran el arte.

Ximena Bravo tiene dos hijos en este establecimiento, y por mucho tiempo buscó proyectos alternativos y sólo encontró en el sector privado, “algo que para mí era imposible cancelar, por lo que seguí buscando y encontré este proyecto, que es municipal, y me di cuenta de que era lo que yo quería, que es educar a través de las artes”.  Todas las asignaturas, explicó Bravo, se entrelazan con el arte. En biología, por ejemplo, “mi hija tuvo que aprender la estructura de una célula y tuvo que hacer una en yeso, pintarla y ponerle los nombres”.

Dentro de las 21 horas de artes, el colegio da la opción de tres menciones: Interpretación Musical, Artes Visuales y Artes Escénicas. “Todo esto hace que los alumnos se interesen por las artes. La idea no es originar artistas, sino que la educación sea través de las artes”, dijo el director.

Un poco más al norte, la Escuela Básica José Miguel Carrera, de Huasco, III Región, también vio un aumento de su matrícula. Según su director, Pedro Vega, esto se debe “a una mejora en la convivencia escolar”. Algo que respalda Raquel Fernández, apoderada del colegio. Ella es ex alumna del establecimiento y con los años vio cómo la matrícula y “el sistema educativo iban bajando su nivel. Por eso, mi hijo estuvo sólo unos meses ahí”. Sin embargo, manifestó Fernández, “hace un par de años cambió la dirección del colegio y con ello el trato hacia los alumnos, por eso matriculé a mi hija aquí”.

Otra de las razones del aumento de matrícula es que el establecimiento se hizo cargo de la deserción. Hace dos años implementaron una tercera jornada, que se sumó al primer y segundo ciclo. Esta jornada es “para jóvenes que por distintos motivos han salido del sistema, ya sea por embarazos o por problemas conductuales”, dijo Vega.

Un proyecto comunal

En la Región de La Araucanía hay una comuna que se ha empeñado en subir la matrícula de sus colegios. En Teodoro Schmidt “hemos trabajado para mostrarles a los padres que sus hijos sí pueden aprender en nuestras escuelas y que los docentes están bien preparados”, señaló Teresa Tapia, directora de Educación del municipio.

El año pasado, la comuna tenía menos de 800 alumnos inscritos en sus colegios y hoy ya son 920. Para Tapia, esto ha sido todo un logro para la municipalidad, “por lo que vamos a seguir trabajando, porque pensamos que podemos seguir con el aumento de matrícula”.

La mayoría de los establecimientos tienen más de un 80% de vulnerabilidad, por lo que el municipio se ha encargado de gestionar bien los recursos de la Subvención Escolar Preferencial (SEP), para mejorar la educación. Además, muchos alumnos pertenecen a comunidades mapuches, por lo que se han implementado programas para “mantener su cultura a través del lenguaje”, dijo Tapia

Para la ministra de Educación, Adriana Delpiano, los resultados de estos colegios  demuestran el trabajo que se ha comenzado a realizar en los últimos tres años. “Hay  que felicitar a estos colegios por subir la matrícula . Es un objetivo que la educación  pública no sólo tenga buena calidad, sino que también una alta densidad, para que represente un alto porcentaje de matrícula”.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2016/08/680-693356-9-colegios-municipales-con-proyectos-educativos-alternativos-suben-su-matricula.shtml

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