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India: Las universidades públicas que no participen en el ranking del país podrían enfrentar sanciones

Asia/India/universityworldnews.

Prakash Javadekar, ministro de desarrollo de recursos humanos de la India responsable de la educación superior, ha dicho que las universidades públicas que no participen en el ranking del país podrían enfrentar sanciones, posiblemente recortes de fondos.

La advertencia fue emitida después de que varias universidades no pudieron proporcionar datos y documentación para los últimos rankings nacionales publicados la semana pasada.

Por ejemplo, algunos de los 90 colegios constitutivos de la Universidad de Delhi no proporcionaron datos y, como resultado, el ranking de la universidad en su conjunto -es el séptimo en la lista de universidades- puede no ser un fiel reflejo de su fortaleza.

La participación en los rankings, presentada por primera vez hace tres años, había sido opcional. Este año, 4.500 instituciones participaron en el ranking del Ministerio de Clasificación Institucional Nacional (NIRF) en comparación con 3.300 en 2017, pero una fuente del ministerio dijo que el ministerio esperaba que unas 10.000 universidades e institutos brinden información.

Javadekar dijo el martes pasado que todos los colegios y universidades públicas deben participar. «Las instituciones públicas que no tomarán parte en esto enfrentarán un recorte de fondos», dijo.

La clasificación nacional de este año agrupa a las instituciones en nueve listas clasificadas por separado que comprenden la categoría general, universidades, facultades e ingeniería, derecho, administración, medicina, Las

principales instituciones en los últimos rankings se encuentran principalmente en las ciudades más grandes de la India con el Instituto de Ciencias Indio (IISc) en Bangalore, la mejor institución en general. el país por tercera vez consecutiva, aunque los funcionarios dijeron que su puntaje había disminuido levemente. Los Institutos Indios de Tecnología (IIT) en Madrás, Bombay, Delhi y Kharagpur ocuparon los siguientes cuatro lugares con Jawaharlal Nehru University (JNU) en Nueva Delhi, sexto .

iisc encabezó la clasificación de universidades, seguido de JNU, Universidad hindú de Benarés, Universidad de Anna en Chennai, la Universidad de Hyderabad, Jadavpur Universi ty en Kolkata y la Universidad de Delhi.

Debajo de las universidades, que reciben una ponderación más baja para la investigación, cinco de las 10 mejores fueron universidades constituyentes de la Universidad de Delhi, con Miranda House y St Stephen’s, que participaron por primera vez, encabezando la lista.

Parámetros modificados

Los parámetros utilizados para el ranking de la India 2018 son muy similares a los utilizados en años anteriores «con algunos ajustes aquí y allá», basados ​​en los comentarios de las instituciones, Surendra Prasad, presidente de la Junta Nacional de Acreditación, que acredita a técnicos nacionales programas como gestión e ingeniería, dijo durante el lanzamiento de los resultados de clasificación en Nueva Delhi el 3 de abril.

Las instituciones se analizan y clasifican en función de cinco parámetros, incluidos la enseñanza, el aprendizaje y los recursos, con una ponderación del 30% o del 40%, según la categoría de la institución; investigación y práctica profesional: 30% (o 15% para las universidades); resultados de graduación: 20% (25% para universidades); alcance e inclusión – 10%; y percepción 10%.

Para las universidades, las ponderaciones para la investigación y el desarrollo se han reducido este año «para reconocer el hecho de que las universidades de grado general se dedican principalmente a la enseñanza de pregrado», dijo Prasad. En consecuencia, se han aumentado los pesos para la enseñanza, el aprendizaje y los resultados de graduación.

Para evaluar el impacto de la investigación en particular, se han mejorado los parámetros de calidad de las publicaciones para incluir el número de artículos altamente citados. Este año, la ponderación de los resultados de posgrado se ha incrementado, mientras que las ganancias de patentes se han dejado de lado por falta de datos.

Parte de la información está disponible en la Encuesta de Educación Superior de la India, una base de datos estadísticos del gobierno. Pero el ministerio confía en las propias instituciones para proporcionar detalles sobre patentes, publicaciones, proyectos de investigación y otra información no disponible en el portal.

Precisión y omisiones

«Tuvimos que dejar de lado lo que consideramos una medida importante del rendimiento, un subparámetro bajo investigación llamado ganancias de patentes y derechos de propiedad intelectual [derechos de propiedad intelectual]», dijo Prasad.Aunque el gobierno considera que es una medida importante, las instituciones de autoinforme claramente tenían una «falta de comprensión» de lo que significa.

La intención es traerlo de vuelta en años futuros, dijo Prasad.

Mientras aludía a cierta «inflación de datos creativos» y «algunos administradores muy groseros» durante la fase de recopilación de datos, Prasad dijo que, en general, «las instituciones se han vuelto más meticulosas al proporcionar datos precisos».

«Aunque hay algunas preocupaciones, unas pocas ovejas negras se cuelan en nuestra clasificación de alguna manera cada año, en términos generales, hay una mejora en la calidad de los datos que ahora tenemos que manejar, en los años anteriores».

Del análisis de la datos el ministerio también encontró una correlación entre el rango general de una institución en un campo determinado y el rango de investigación correspondiente de la misma institución, basado en citas externas de datos y publicaciones, señaló Prasad, una indicación de que el sistema basado en el mérito de los rankings indios fue comparable a los rankings internacionales.

Fuente: http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20180405200123911

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Brasil: Las claves del éxito de Unicamp, la mejor universidad latinoamericana

Brasil / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Grandes Medios

Times Higher Education, revista británica, publicó su nuevo ranking de las mejores universidades. Para el área de América Latina, Unicamp se llevó el primer puesto. Destacó por sus más de 1.000 patentes, su porcentaje de impuestos y su conexión con la industria.

El listado publicado es liderado por Unicamp y está conformado por más de 80 centros. El centro de estudios está situado en Brasil, específicamente en Sao Paulo. Es público y gratuito. Unicamp, Universidad Estatal de Campinas, superó a otra prestigiosa institución de la localidad: la Universidad de Sao Paulo.

Marcelo Knoble es actualmente el rector. También es físico de profesión. Nació en Argentina, pero llegó a Brasil cuando aún era un niño. El diario BBC Mundo entrevistó a Knoble y a Phil Baty, el editor a cargo de la creación del ranking publicado por Timer Higher Education. En ella dejaron plasmado las claves que llevaron a Unicamp al éxito.

Emprendimientos y patentes

Entre los criterios tomados en consideración por Times Higher Education, está el intercambio recurrente entre la universidad y la industria. Mientras la universidad transfiere conocimientos a la industria, la industria lo retribuye al aportar fondos para la universidad.

La idea de la creación de esta institución surgió hace 20 años. De acuerdo con Knoble, el planteamiento era crear una agencia de innovación. La propuesta convirtió a la institución en pionera tanto en Brasil como en América Latina.

Entre las instituciones residentes en Brasil, Unicamp ocupa el tercer puesto de las que mayor número de patentes posee. Solo es superada por Petrobras y Whirlpool.

En la actualidad, la universidad posee más de 1.000 patentes.

Para ello, trabajan directamente con start ups y emprendimientos. Por lo general, de la mano de antiguos alumnos y profesores. La universidad se encarga de crear el ambiente adecuado para que las compañías emergentes consigan triunfar.

A estas empresas las llaman coloquialmente “las hijas de la Unicamp”. Ahora mismo, 430 de esas empresas se encuentran activas y han generado más de 22.000 empleos directo. Cuentan, además, con una facturación anual que ronda los 1.000 millones de dólares.

Unicamp fomenta la creación de empresas y tiene más de 1.000 patentes.

Estos antiguos profesores y alumnos reciben entrenamiento y un espacio en donde trabajar. Esto es conocido como incubación de empresas. Y Unicamp ofrece todas las condiciones para conseguirlo.

Las empresas pasan luego a formar parte de un grupo que lleva por nombre Unicamp Ventures. Se trata de una agrupación conformada por empresas que incubaron en Unicamp, tuvieron éxito y que ahora invierten dinero para ayudar a nuevas empresas emergentes.

Menos preocupaciones por fondos

Sao Paulo es el estado más rico de Brasil. Muchas instituciones universitarias que tienen allí su sede sacan ventaja de ese hecho. Unicamp es una de ellas.

Unicamp, USP y Unesp tienen autonomía financiera y de gestión desde el año 1989. Según Knoble, esta es una condición fundamental. Gracias a ello, llegaron a un acuerdo con el gobierno del estado para que otorgue un porcentaje fijo cada mes. Esto como consecuencia del impuesto de circulación de mercaderías, que no es otra cosa que el IVA que es cobrado en otras regiones de Brasil.

Gracias a ello, la institución cuenta con una cantidad mínima para dedicar a planeamiento. La ventaja es que las negociaciones con el gobierno quedan en el pasado. Las autoridades no tienen que ir de forma mensual o anual a discutir sobre cuánto les será otorgado por impuesto de circulación de mercaderías.

El porcentaje establecido es de 2,1958% de los impuestos del estado de Sao Paulo.

Eso equivale a 1.000 millones de dólares aproximados de forma anual.

Otro beneficio de gran importancia es que en el estado de Sao Paulo existe FAPESP, una fundación de apoyo a la investigación.

La fundación también se beneficia del IVA del estado de Sao Paulo y recibe un 1%.

Así, Unicamp puede garantizar que tendrá dinero para promover investigaciones que cuenten con una alta calidad.

La universidad tiene cerca de 35.000 estudiantes.

Por otro lado, tienen acceso también a un porcentaje de ingresos de proyectos. Proviene de fundaciones, empresas y otras organizaciones. A través de ese porcentaje reciben un aproximado de 300 millones de dólares anuales.

La universidad también recibe regalías divididas con inventores cuando una patente corresponde a un producto licenciado. Es difícil establecer la cantidad de ingreso que esto genera, pues aún se encuentra en crecimiento. Pero se estima que genera entre 200.000 y 300.000 dólares anuales.

Todos estos beneficios fueron considerados por los miembros de Times Higher Education. De acuerdo con ellos, es de gran importancia que los gobiernos comprendan que financiar universidades y promover educación superior de alta calidad es una inversión. Y que siempre es recuperada gracias a los trabajadores que pagan más impuestos y que tienen un impacto positivo en el desarrollo económico del país.

Profesores altamente calificados

Muchos estudiantes dejan de apostar por las universidades públicas porque consideran que no tienen los mecanismos necesarios para evaluar a los profesores y a su desempeño. Por tanto, no pueden garantizar excelencia a los estudiantes.

Para Unicamp, la excelencia es más bien parte de la identidad que se han creado como institución.

El mecanismo de ingreso exige que quienes quieran ser profesores participen en un concurso público. Allí hay una gran competitividad y se exige un nivel mínimo que los consolidará como trabajadores públicos en la universidad.

“La educación universitaria en América Latina todavía se realiza en general con un estilo anticuado, de charlas dictadas desde un podio”, señaló Phil Baty.

Cuando se abren los concursos, se presentan en promedio 30 o 40 personas. Todas conocen que se exige un estándar de calidad mínimo, y están dispuestas a cumplirlos. Por lo general, los candidatos cuentan con postdoctorados cursados en el exterior.

Esta situación también se presenta en los estudiantes que quieren cursar algún programa de Unicamp.

De acuerdo con Knobel, cada año ofrecen 3.300 plazas y reciben alrededor de 75.000 candidaturas. Esto significa que solo 5% de los aplicantes consiguen ingresar. De allí, que el nivel de los estudiantes sea tan alto.

El rector también expresó que existe un obstáculo que aún deben superar las universidades latinoamericanas.

Todas ellas necesitan aumentar la calidad en la gobernanza de la universidad.

El problema deriva del sistema de gestión, que es aún muy anticuado. Hace falta una gestión más profesional. Knobel propone informatizar procesos internos, crear contratos más transparentes, y mejorar los ritmos de trabajo.

Promover publicaciones en inglés

Time Higher Education presta gran atención a la cantidad de publicaciones realizadas por la institución, y qué tan frecuentemente son citadas a nivel internacional.

De hecho, en un panorama global este es un indicador de éxito para las instituciones. En China se promueve en los profesores la publicación de textos en inglés. Universidades de Francia también han notado la importancia de dictar maestrías en inglés.

Muchos profesores de América Latina, Rusia, Portugal y España llegaron en momentos de dictaduras o crisis políticas y económicas en sus propios países.

Las revistas internacionales suelen publicar los trabajos en inglés. Por eso, América Latina en su totalidad enfrenta una gran barrera cuando hablamos del idioma.

Unicamp intenta combatir la barrera al implementar un centro de enseñanzas de lenguas. Allí, sus estudiantes pueden estudiar inglés y también tienen la oportunidad de aprender otros idiomas.

Sus programas de pregrado son dictados en portugués, el idioma oficial de Brasil. Pero se trata de un centro de estudios que reúne estudiantes de diferentes regiones latinoamericanas. Tienen estudiantes que provienen de Colombia, Perú, Argentina y Chile. La ventaja es que el portugués y el español son idiomas relativamente similares.

Los postgrados, por el contrario, sí cuentan con algunas lecciones dictadas en inglés. Pero lo hacen de forma que quienes no manejen el inglés puedan cursar los programas también.

Influencia internacional

Según Baty, un campus internacional se convierte en un campus saludable.

Durante la creación del ranking, hicieron gran énfasis en que los miembros del listado tuvieran contacto con instituciones en el exterior. También estudiaron el porcentaje de alumnos y profesores extranjeros que poseen.

“Un campus internacional es un campus saludable”, señaló Baty a BBC Mundo.

Unicamp cuenta con programas de intercambio, en los que estudiantes pasan una temporada en otro país. Los profesores también salen de Brasil para asistir a congresos o hacen postdoctorados en el extranjero. El instituto recibe a estudiantes que provienen de distintos países del mundo.

Las actividades programadas para motivar la conexión internacional buscan la diversidad cultural y la diversidad en ideas y perspectivas.  Así, la universidad tiene acceso a ideas y pensamientos más frescos e innovadores que son otorgados por las personas, sus pensamientos y sus formas de ver el mundo.

Las acciones van de la mano de la filosofía planteada por Unicamp. Alrededor del 5% de los profesores y alumnos son extranjeros. La cifra sigue estando muy por debajo de las universidades de Estados Unidos y de Europa. Algunas de ellas cuentan con 20 o 30% de estudiantes y profesores extranjeros.

Unicamp cuenta con una política de puertas abiertas, que permite la entrada de extranjeros a sus aulas cuando sus países atraviesan ciertas crisis, como dictaduras. Parte de los profesores extranjeros en el instituto llegaron de esa forma.

El mismo Knobel vivió una situación similar. Su padre llegó a la universidad de Campinas en 1976, cuando se dio un golpe militar en Argentina. Knobel tenía solo ocho años.

De hecho, muchos de los profesores extranjeros que forman parte de Unicamp llegaron de Argentina en ese tiempo. También hay uruguayos, chilenos y profesores rusos que llegaron cuando su país atravesaba una fuerte crisis.

Los profesores extranjeros más recientes llegaron de Portugal y de España, debido a la fuerte crisis que esos países atravesaban.

Además de eso, la universidad creó un programa que invita a profesores extranjeros a realizar postdoctorados y abrió concursos públicos para hacer posibles que se quedaran.

Innovación en la enseñanza

Time Higher Education explicó que los planes de estudio en América Latina aún son muy antiguados. Mientras que otras universidades del mundo continúan promoviendo el aprendizaje innovador.

Caltech, el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, es uno de los ejemplos más notables. Desde el inicio de clases, los estudiantes deben unirse a un proyecto de investigación y trabajar junto a eminencias entre los profesores, algunos de ellos han incluso ganado premios Nobel. Allí, forman parte activa del proceso de investigación y comprenden con la práctica cómo pueden enfrentar los obstáculos de forma creativa.

“Uno de los mejores ejemplos en mi opinión es Caltech, el Instituto de Tecnología de California, donde los estudiantes se unen apenas ingresan a un laboratorio de investigación y trabajan con profesores, incluso premios Nobel, en la resolución de problemas”.

La Universidad Politécnica de Hong Kong también adopta técnicas novedosas. Sus estudiantes deben hacer trabajos de voluntario como parte de su programa de estudio. Y tiene que ser un trabajo que tenga relevancia para su curso.

Así, los estudiantes contribuyen a la sociedad mientras tienen contacto con el mundo real a través de su trabajo.

El sistema de Unicamp puede ser tildado de paradójico.

Mantienen un programa tradicional, pero exigen que sus estudiantes trabajen en proyectos de investigación y publiquen sus resultados.

También cuentan con el Espacio de apoyo a la enseñanza y el aprendizaje. Allí, se discuten nuevos métodos de enseñanza y problemas que surgen en las aulas.

El mundo está en constante cambio y el perfil de los estudiantes también. Por eso es importante que los métodos de enseñanza se evalúen con frecuencia para garantizar su evolución.

Fuente de la Noticia:

https://www.grandesmedios.com/claves-exito-unicamp/

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La plataforma en la que universitarios colombianos califican a sus profesores

Un estudiante de la Universidad de los Andes ha desarrollado una plataforma en la que los jóvenes de todas las instituciones de educación superior del país pueden clasificar el desempeño de sus docentes. Así funciona.

Por estos días se han hecho muy populares los rankings de universidades en donde se clasifican las mejores instituciones de educación superior en el mundo. De hecho, el listado más reciente, elaborado por la publicación británica Times Higher Education posicionó a la Universidad Estatal de Campinas en Brasil como la mejor de América Latina.

En ese ránking, las instituciones colombianas no podían quedar atrás y por eso la Universidad de los Andes ocupó el quinto lugar de la clasificación general, seguida por la Universidad de Antioquia que se posicionó en el puesto 17 y la Universidad Nacional que entró al top de las 20 mejores de todo el continente.

Para poder clasificar a las universidades, los diferentes ránkings se basan en distintas variables como la docencia, la reputación académica, la relación de estudiantes y profesores con doctorados, la investigación, las citaciones e internacionalización, entre otros. Lo cierto es que este tipo de clasificaciones son una herramienta determinante para aquellos que evalúan la posibilidad de elegir un destino en América Latina para estudiar.

Sin embargo, para muchos, estos ránkings no están teniendo en cuenta la calidad pedagógica de los maestros y esto fue lo que le pasó a Fabio Espinosa, un estudiante de Ingeniería Industrial e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de los Andes que se lanzó a crear un portal llamado ‘Los Estudiantes’, el cual pretende que los estudiantes puedan clasificar a sus profesores.

“Cuando entré a la universidad lo hice por Ingeniería Industrial y gracias a una materia que vi en primer semestre, decidí hacer doble carrera con Ingeniería de Sistemas; lo hice sobre todo por el profesor que me tocó en esa clase. Era un increíble docente, aunque me tuvo que contar, tiempo después, que la universidad no lo iba a dejar seguir dictando clase porque había una política que exigía que los maestros debían tener doctorado. Me dio muy duro que un profe como él que era tan bueno tuviera que irse y que siguieran dando clases otros que tienen doctorado pero son malos”, comenta Espinosa.

Y es que para las universidades lograr posicionarse en los ránkings internacionales, un factor determinante es el número de profesores con doctorado. “Me dije a mí mismo: ‘¿Qué pasaría si hiciéramos un ranking con base en lo que piensan los estudiantes y que refleje la opinión de todos los alumnos?’”, cuenta Espinosa, quien por esa época tenía curiosidad por aprender nuevas tecnologías y contribuir a sus compañeros al momento en el que inscriben materias.

Inspirado en una página estadounidense llamada Ratemyprofessor.com, Fabio se fue a vivir al Centro de Bogotá para programar desde cero la página ya que en su casa había demasiado ruido y no podía concentrarse. “Era imposible concentrarse porque había una construcción al lado de mi casa y por las noches un baterista tocaba”, relata Espinosa.  Luego de un mes de arduo trabajo nació en marzo de este año Los Estudiantes.

El portal tiene tres propósitos: darle a los estudiantes un espacio donde sepan con qué profesores vale la pena inscribir materias, facilitarle a los profesores un ciclo de retroalimentación para que puedan saber en qué tienen que mejorar, y hacer que las universidades sepan cuáles profesores son los más valiosos.

Como la página todavía se encuentra en desarrollo, por el momento solo se encuentran profesores de los Andes y la Universidad Nacional. La idea es que a futuro este portal sirva a la mayor cantidad de universidades y se pueda hacer un ránking de profesores por departamento y carrera también. Los Andes, por su parte, cuenta ya con casi 8.000 calificaciones a profesores y la Nacional con casi 1.000.

Por el momento, la Universidad de los Andes no está vinculada al proyecto de Espinosa. Pero el joven se ha reunido con diferentes entes de la institución para que tenga mayor impacto. “Con tanta burocracia en los Andes uno no sabe con qué departamento hablar. Sin embargo, me he reunido con la decana de Derecho, el de Economía y con el de Ingeniería para presentar la plataforma”, dice el joven.

A pesar de esto, la página ya ha empezado a generar impacto entre profesores que leen su perfil y quieren mejorar sus metodologías y estudiantes que saben qué clases ver y con quién. Además, con los días que pasan, las visitas al portal van en aumento. “hace unos días que estábamos en inscripción de materias tuvimos 4.912 visitas, 35.836 páginas vistas y una duración de sesión promedio de casi 13 minutos”, concluye Espinosa.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/los-estudiantes-pagina-de-ranking-de-profesores/534776

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La fiebre con los rankings

Por: Tomas Escudero Escorza

Un riesgo para la calidad global de las instituciones universitarias

Al final del siglo XX, respondiendo a la presión sociopolítica y mediática, se inicia la elaboración de rankings internacionales de Universidades por parte de grupos y organismos, a menudo privados, comparando una supuesta valoración de su calidad, agregando los datos de un conjunto limitado de indicadores de naturaleza diversa, relativos a cada institución, seleccionados por sus autores, siempre por razones de mensurabilidad.

En este siglo, se han multiplicado los rankings, con diversidad en cuanto a indicadores seleccionados y ámbitos de incidencia. Aunque la referencia más reconocida son los rankings internacionales que pretenden hablar de la calidad global institucional. Entre los más famosos en este sentido, podemos citar como ejemplos el Shanghai, el Times Higher Education, y el Quacqarelli-Symonds.

Esta fiebre por los rankings ha disminuido y absorbido en parte los procesos deevaluación institucional promovidos por los sistemas universitarios a finales del siglo pasado, para asegurar la calidad institucional global y potenciar la planificación de su mejora. Por ello, es obligado preguntarse si los rankings están teniendo utilidad en el logro de dicho objetivo.

El diagnóstico parcial de los rankings es poco útil para planificar la mejora institucional global. Sin embargo, el mayor problema no es éste, sino su utilización incorrecta, pues hay un gran riesgo de que el deseo obsesivo de mejorar la posición en los rankings limite la preocupación y el intento de mejora a sus indicadores, desatendiendo la mejora del resto de aspectos relevantes, por supuesto muy numerosos y a menudo no mensurables, que condicionan y definen la globalidad de la calidad institucional universitaria. Este problema está rebajando la necesaria atención de algunas áreas académicas como, por ejemplo, las Ciencias Sociales, las Artes y las Humanidades, y de tareas universitarias claves como, por ejemplo, facetas relevantes de la docencia y el desarrollo y mejora del entorno social.

Pero es que en el propio terreno de la investigación y la productividad investigadora, máximo ámbito de medición de los rankings, y en la productividad académica en general, se está produciendo desatención de temáticas y ámbitos de trabajo relevantes, cuya publicación no encaja fácilmente en el tipo de publicaciones que contabilizan los rankings. Por lo tanto, ni siquiera en el ámbito de la investigación, los rankings están suponiendo un mecanismo para una mejora global de la misma, pues su análisis se limita a determinadas áreas, facetas y aproximaciones, generando menos atención a otras también importantes.

Otro tema preocupante son las decisiones pensando exclusivamente en la mejora de las puntuaciones en los rankings, al margen de si ello mejora la calidad de la propia institución. Un ejemplo en este sentido, recogido por la literatura de evaluación de los rankings, son las decisiones de algunos sistemas y universidades con el tema de la internacionalización, muy valorada por algunos rankings, favoreciendo procesos que aumentan las puntuaciones en dicho sentido, pero que no aseguran la mejora institucional. En concreto, en algunos sistemas e instituciones se fomenta el aumento de estudiantes extranjeros simplemente incentivando su matrícula con ayudas económicas y en otros se aumenta el registro de profesores extranjeros para que aparezcan en trabajos sin que tengan presencia física en la universidad correspondiente. En este terreno, como en todos, los números solos cuentan poco, pues hay que estudiar su significado y valor en el contexto.

Un ejemplo reciente de este problemático enfoque en nuestro sistema universitario podría ser el controvertido nuevo sistema de méritos propuesto para la acreditación de titulares y catedráticos universitarios, donde da la impresión de que más que en el fortalecimiento de la calidad global del profesorado universitario, se incide preferentemente en los méritos de aportación positiva a los rankings.

Lógicamente, los rankings, además de ser una herramienta de marketing para la captación de estudiantes y determinados contratos, están fortaleciendo algunas facetas de la actividad universitaria, pero lo descrito anteriormente nos indica que no son un mecanismo para la mejora global de la educación superior en el mundo y de sus instituciones responsables, pues están potenciando cierta pérdida de interés por algunos ámbitos relevantes de su calidad.

Por lo anterior, resulta obligado desear que la fiebre por los rankings de las Universidades desemboque en una interpretación científicamente correcta de sus significados, que se contextualicen adecuadamente y que no se perjudique a facetas importantes de la calidad universitaria. Esperamos que los responsables políticos y académicos terminen siendo conscientes de este problema y actúen en consecuencia con decisiones orientadas a la mejora global de la calidad de sus universidades y no solamente de aquellos aspectos que inciden en su posición relativa en los rankings.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/06/23/opinion/1498226306_209367.html

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La importancia de medir bien la docencia en los ránkings universitarios

Por MAR VILLASANTE

Un rosario de ránkings nacionales e internacionales ha irrumpido en los últimos años en la dinámica universitaria. Los expertos coinciden en que son una herramienta útil de evaluación, que ha contribuido a una mayor transparencia y competencia de las universidades. Sin embargo, tienen sus luces y sombras, porque también hay coincidencia en que suelen estar más centrados en la investigación que en la calidad de la enseñanza. Sus limitaciones hacen que la información que reciben los estudiantes sea insuficiente y confusa. Los términos, la metodología y los propios indicadores empleados parecen responder más a los intereses de instituciones académicas, administraciones y empresas que a los de los universitarios.

En el congreso Building Universities Reputation, celebrado en la Universidad de Navarra y que en su segunda edición ha girado en torno a la perspectiva del estudiante, responsables de estos rangos han puesto sobre la mesa algunas de estas barreras. Para empezar, a la hora de obtener la valoración de los estudiantes sobre sus universidades. Desde la Fundación CyD, que elabora uno de los informes más completos del panorama nacional con el modelo europeo U-Multirank, Ángela Mediavilla apunta que hay una baja tasa de respuesta a las encuestas online para conocer su satisfacción en cuanto a la calidad de la enseñanza.

Esta fundación ha llevado a cabo en el último año sesiones de trabajo con universitarios en Cataluña de las que se han extraído conclusiones como la desconexión de los indicadores con los estudiantes, la complejidad del lenguaje o el desinterés que muestran hacia las cuestiones relacionadas con la investigación y la transferencia. Contrario a la inquietud por las distintas áreas de conocimiento y por todas las cuestiones que afectan al currículum. Cierto es que resulta complicado atender a todas estas necesidades de información en un modelo dirigido a distintas audiencias, entre las que los alumnos son sólo una parte, y para ello habría que recurrir a otras herramientas complementarias como el QEDU del Ministerio de Educación, que filtra contenidos por títulos, rendimiento e inserción laboral.

Lejos de la empleabilidad

Dasha Karzunina, representante del QS University Rankings, reconoce la divergencia de intereses entre la Universidad y los alumnos, ya que los primeros giran en torno a la investigación y los segundos, a la enseñanza, la empleabilidad y el futuro. El QS ha realizado un estudio para conocer la interacción de los alumnos con las clasificaciones y ha podido comprobar que, en general, no entienden gran parte de la metodología, si bien hay aspectos más asequibles como la empleabilidad o el profesorado.

Según Karzunina, y teniendo en cuenta que el QS se encuentra muy orientado a la movilidad internacional, a los estudiantes de grado les preocupan cuestiones más inmediatas, como la enseñanza, la integración social, la vivienda, el transporte o la comida, mientras que los de máster y doctorado miran al futuro y se centran en la investigación o las oportunidades de colaboración con los profesores.

Aun así, al margen de todas las matizaciones que se abren, la posición de una universidad en términos de investigación se suele vincular directamente conuna mayor calidad de enseñanza y, por tanto, con más empleabilidad. Y esto beneficia al reducido grupo de universidades que, en realidad, llegan a formar parte del ránking, especialmente de los internacionales.

El profesor Hans de Wit, director del Centro para la Educación Superior Internacional del Boston College, llama la atención sobre el problema de cómo cuantificar y comparar la enseñanza a nivel internacional. «No hay una base común en los indicadores, que no abordan las cuestiones relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje o la internacionalización de los resultados», señala.

Además, explica que las universidades públicas y privadas sin ánimo de lucro suelen ocupar los puestos más altos porque ponen el foco en la investigación, es decir, en el largo plazo, mientras que las privadas no ocupan estas posiciones porque se centran más en la enseñanza, que representa la ganancia a corto plazo. Y así las cosas, advierte del riesgo de convertir las listas de posicionamiento en un objetivo en sí mismo que dirija no sólo el trabajo de los centros, sino las políticas educativas de los países. También Mark Sudbury, de la St Mary’s University de Londres, coincide en que las listas deberían estar más enfocadas a los intereses de los universitarios, por ejemplo en cuestiones como la empleabilidad.

Crece la importancia del boca a boca

Hay evidencias, señala, de que los estudiantes los consideran como una parte en su toma de decisiones, pero no lo son todo, y además, consultan más de uno. Tampoco son suficientes a la hora de construir una reputación y una marca. Las universidades deben preocuparse por entender las motivaciones de los alumnos, la importancia del boca a boca, las herramientas digitales y la comunicación directa. «Cada vez es más importante utilizar alumnos para contar historias a los futuros y a los actuales, porque hay una tendencia a confiar menos en las institucionesy más en lo que les cuentan«, sostiene. Por eso, se ha puesto el foco en ofrecer blogs y consejos creados por estudiantes para conocer sus experiencias cuando van a otros países.

Esta relación directa resulta determinante en la colaboración con las empresas y en sus políticas de reclutamiento. «Aquí entran en juego cuestiones de reputación histórica, de prestigio a lo largo de los años y una parte de ránking que al final se traduce en calidad«, asegura Salvador Palmada, socio de la firma Spencer Stuart en España. Las empresas, a su entender, tienen bastante bien definido dónde deben acudir para reclutar talento y, aunque considera que los ránkings son cada vez más rigurosos en la evaluación de la calidad, destaca la importancia del boca a boca, que la universidad desarrolle una estructura de antiguos alumnos y que fomente elnetworking. «Son los mejores embajadores de la universidad y con ellos hay que mantener un vínculo emocional», defiende.

Palmada recuerda que la reputación de una universidad favorece el empleo de sus titulados, y precisa a este respecto que diferentes facultades tienen diferente prestigio dentro de una misma institución académica. «En ocasiones las compañías están específicamente interesadas en ciertas disciplinas o facultades de determinados campus porque la industria ha estado involucrada en el desarrollo de estos cursos», añade.

Ofrecer información clara y honesta

De ahí la importancia de ofrecer una información por áreas de la institución. La decana de la Universidad de Utrecht Marijk van der Wende sostiene que, aunque cada vez son más precisos, el hecho de que las listas por rango tiendan a evaluar la Universidad como un todo agregado y de que presten más atención a la investigación que a la enseñanza no supone un elemento de peso para los estudiantes en primera instancia. El objetivo, asegura, se debe centrar en cómo ofrecer información clara y honesta para ayudar a los universitarios a elegir de manera razonada.

Pese a sus luces y sombras, el director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Francisco Pérez, defiende que, aunque a veces puedan ser imprecisos, «los ránkings son herramientas útiles para los distintos grupos sociales con intereses en los resultados de las universidades, y aportan información fácil de interpretar para la toma de decisiones». Coincide en que la falta de indicadores fidedignos para medir la calidad de la enseñanza universitaria contribuye a que los más populares se centren más en los resultados de investigación, aunque aclara que en los nacionales resulta más fácil incorporar una solución satisfactoria.

Algunas cifras aportadas por el QS y THE revelan que sí hay demanda de información, pero más en los países asiáticos. Así, la web de QS recibe 140 millones de visitas al año, con una mayoría de usuarios de máster y doctorado. «Los estudiantes de Europa y Estados Unidos muestran una menor confianza en la clasificación y constituyen una parte menor en su toma de decisiones, mientras que en China y en Asia hay casi obsesión», concluye Dasha Karzunina.

Fuente: http://www.elmundo.es/f5/campus/2017/04/05/58e3f5da468aebbb6e8b458f.html

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Las cinco mejores universidades españolas son públicas

Europa/España/ElPais.com

Cinco universidades públicas —Pompeu Fabra, Politécnica de Cataluña,Universitat Politècnica de València, Carlos III y Rovira i Virgili— encabezan el informe sobre el sistema universitario español U-Ranking 2017, elaborado conjuntamente por la Fundación BBVA y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas). La Universitat Pompeu lidera por tercer año consecutivo este ranking.

De este resultado se extrae que Cataluña posee el mejor sistema universitario regional, seguida por Cantabria, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Navarra.

En la quinta edición de este estudio se han analizado los resultados de 61 universidades que representan más del 93% del alumnado del sistema de enseñanza superior público y más del 98% de su producción investigadora.

Los expertos han tenido en cuenta tres categorías para conocer el trabajo y la calidad de las distintas universidades españolas: desempeño en las actividades docentes, investigadoras y de innovación, y de desarrollo tecnológico. La primera posición en docencia la ocupan un grupo de cinco universidades, cuatro de ellas privadas —Universidad Antonio de Nebrija, Universidad de Navarra, Universidad de Deusto y Mondragón Uniberstatea— con la misma puntuación y una pública —Universitat Politècnica de València—.

Las cinco mejores universidades españolas son públicas
La Universtat Pompeu Fabra encabeza, además del ranking general, el de investigación. La Universidad Politécnica de Catalunya destaca por encima del resto en innovación y desarrollo tecnológico, que es el campo en que se encuentran las mayores diferencias. Todas las politécnicas marcan en esta categoría importantes distancias, y las de las comunidades de Cataluña, Valencia y Madrid son líderes.

Frente a la disparidad de resultados en investigación e innovación y desarrollo tecnológico, los datos muestran mayores similitudes en docencia.

Empleabilidad de los titulados

Este año, por primera vez, el informe evalúa la empleabilidad de los titulados según la universidad. Según el Indicador Homogéneo de Empleabilidad que analiza U-Ranking 2017, Cataluña, Aragón, Baleares, País Vasco y Madrid obtienen resultados superiores a la media.

Los autores de este estudio advierten que la información disponible no es suficiente para evaluar con precisión la facilidad para acceder a un trabajo de los titulados. Y añaden que cuando existan los datos adecuados será fundamental incorporarlos al ranking puesto que «el empleo es un resultado muy relevante de la actividad de las universidades», sostienen desde la Fundación BBVA.

El informe señala que tras las diferencias de empleabilidad entre los titulados de distintas universidades pueden existir distintas circunstancias, no todas atribuibles a las universidades. En primer lugar, pueden influir las titulaciones impartidas. En segundo lugar, la formación ofrecida en cada universidad; en tercer lugar, pueden incidir características del propio alumno y su entorno personal, así como las características del mercado de trabajo más próximo a cada universidad.

Para calcular esta tasa el Indicador Homogéneo de Empleabilidad corrige las diferentes tasas de paro regionales y obtiene resultados del cociente entre afiliación a la Seguridad Social en 2014 y el porcentaje de los universitarios ocupados ese año. Esta variable no tiene en cuenta el tipo de trabajo que ocupan los alumnos y si tiene relación con la carrera que estudiaron, conocido como tasa de adecuación. Los datos con los que trabaja el informe pertenecen al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre inserción laboral entre 2010 y 2014.

El estudio destaca que apenas hay cambios en el ranking general entre las universidades. Algunas universidades que destacan reducen su ventaja ligeramente en la lista y otras más a la cola se acercan al promedio por obtener mejores resultados de acceso al trabajo. Las actividades de investigación y desarrollo son las que más diferencian a unas universidades de otras, según el informe.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2017/06/01/actualidad/1496302410_347072.html

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“Las universidades están cansadas de los rankings” Entrevista a Louise Simpson

Europa/España/15 Abril 2017/Autor: Ramón Oliver/Fuente: El país

Durante años la británica Louise Simpson cuidó de la reputación de una de las marcas universitarias más icónicas desde su puesto de directora de comunicación de la Universidad de Cambridge. Ahora, como máxima responsable de The World 100 Reputation Network, la asociación internacional que fundó en 2007 y que aglutina a directivos de estrategia, comunicación, marketing e internacionalización de instituciones académicas de 19 países; y vela por la de 54 de las mejores universidades del mundo. Cinco de ellas, las de Navarra, Pompeu Fabra, Autónoma de Barcelona, Autónoma de Madrid y Alcalá, son españolas. A finales de marzo, Simpson asistió a la conferencia anual sobre reputación de universidades (BUR 2017) que se celebró en Pamplona, en la Universidad de Navarra.

Pregunta. ¿Los ránkings siguen siendo los motores de la reputación universitaria?

Respuesta. Siguen teniendo un gran peso, principalmente entre los estudiantes. La tendencia en Reino Unido, sin embargo, es que en los próximos años también van a entrar en juego otros aspectos más relacionados con la satisfacción del estudiante o la empleabilidad de los graduados. Las mismas universidades están cansadas de ser valoradas solo por los criterios de los grandes ránkings: volumen e impacto de la actividad investigadora, nivel de publicaciones y reputación académica. Porque es una visión bastante limitada de lo que es una universidad y de lo que puede aportar.

P. ¿De qué otras formas se puede medir?

R. Cada vez más universidades demandan sistemas más sofisticados para medir su reputación. Nosotros acabamos de crear un sistema de seguimiento de marca por medio del cual cada año vamos a recabar la opinión de estudiantes actuales y potenciales, antiguos alumnos, profesores o empresas a través de encuestas. Además, incorporamos otros indicadores como las notas de acceso, el origen geográfico de los estudiantes o los propios ránkings. De momento, contamos con 10 universidades en el sistema, pero hay muchas otras interesadas porque supone una manera más amplia de contemplar la reputación.

P. ¿Cuáles son los principales peligros y desafíos para la reputación de las universidades?

R. Algunos de los grandes empleadores en Reino Unido han empezado a ocultar en los currículos el nombre de la universidad en la que ha estudiado el candidato. Se pretende así ayudar a que los estudiantes que no han obtenido su título en Oxford o Cambridge sean vistos en igualdad de condiciones en un proceso de selección, de manera que se ponga el foco en el individuo y no en la gigantesca maquinaria de la universidad de la que procede. Por otra parte, en general las universidades siguen teniendo que demostrar que el dinero y tiempo que sus estudiantes invierten en obtener el título les merece la pena. Hoy más que nunca, en esta era de los contenidos online, en la que tienen a su alcance un mooc de un profesor de Yale o Stanford con solo abrir su portátil.

P. ¿Qué pueden hacer las universidades más pequeñas para buscarse su hueco en un mercado tan competitivo?

R. Lo principal es decidir dónde ponen el foco de su estrategia. Definir en qué son realmente buenas y qué las hace especiales. Hay que alejarse del concepto de “soy bueno en todo” y centrar sus esfuerzos de comunicación en destacar esas tres o cuatro áreas de especialización en las de verdad son excelentes. Es complejo porque en estos entornos la tendencia es intentar complacer a todo el mundo. Pero así no lograrás diferenciarte. La Universidad de Manchester ha conseguido crear una marca alrededor de sus investigaciones sobre el grafeno, y ahora hasta sus profesores de historia o inglés están orgullosos de que su universidad sea conocida en todo el mundo gracias a este material y piensan que también sus cursos se benefician de ello.

P. Muchas universidades apelan a sus valores. ¿Pueden ser otro elemento diferenciador?

R. No creo que los valores funcionen porque todas las universidades comparten más o menos los mismos: responsabilidad social corporativa, políticas medio ambientales, colaboración… La diferenciación tiene que llegar a través de la excelencia académica, del sistema de enseñanza, de un programa concreto que es único en su campo, de un profesor brillante que es el mejor en su especialidad… Sobre todo si se quiere atraer a alumnos internacionales. Un estudiante chino puede escoger ir a España o al Reino Unido a estudiar la carrera. Es un largo camino y para que quiera hacerlo tiene que sentir que está yendo al mejor lugar posible.

P. ¿Cómo afectar una crisis a la imagen de una universitaria?

R. Toda crisis es, al mismo tiempo, una oportunidad para que la institución demuestre fortaleza, capacidad de reacción y buen gobierno. Las universidades son como pequeñas ciudades, comunidades en las que inevitablemente surgen problemas ante los que es preciso reaccionar. La diferencia ahora está en la velocidad. Ante una crisis como un caso de corrupción en el equipo de gobierno, una mala praxis en la enseñanza o un incendió en una de las facultades, hay que reaccionar deprisa y de una forma apropiada para restaurar la confianza. Porque los alumnos se van a enterar en seguida y van a empezar hablar de ello en las redes sociales.

P. ¿Son las redes sociales el nuevo campo de batalla reputacional?

R. Las universidades han entendido que las redes sociales son el canal por el que circulan ahora las noticias y que necesitan contar con especialistas cualificados en la materia dentro de sus departamentos de comunicación. En las oficinas de prensa de las facultades ahora se vuelcan más esfuerzos en la actividad en Facebook o Twitter que en las tradicionales notas de prensa o en actualizar las noticias de la web.

P. ¿Qué mejoras necesitan las universidades españolas?

R. España es un país atractivo para venir a estudiar. Tiene buen clima, las ciudades son bonitas, es un lugar seguro y tiene algunas de las mejores escuelas de negocios del mundo. Algunos de los expertos españoles con los que he hablado piensan que las universidades aquí son demasiado burocráticas y que necesitan modernizarse en aspectos organizativos. Creo que uno de los mayores frenos para las universidades españolas es la falta de profesionalización de determinados departamentos clave como Comunicación o Internacional.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2017/04/11/actualidad/1491908771_181493.html

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