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Colombia: FECODE se suma a jornada Nacional de Movilización convocada por la Central Unitaria de Trabajadores –CUT, 17 de octubre

FECODE /16/10/2019

El Comité Ejecutivo de Fecode orienta a nuestros sindicatos filiales y, en particular, al magisterio colombiano, a sumarnos y participar en esta jornada de movilización convocada para el 17 octubre de 2019, en correspondencia y atendiendo las condiciones y programación de la CUT y las coordinaciones regionales.

Lo anterior, en cumplimiento de las directrices de la Central Unitaria de Trabajadores – CUT- y el Encuentro Nacional de Emergencia del Movimiento Social, Sindical y Estudiantil, presidido por: Comando Nacional Unitario (CUT, CGT, CTC, CPC), COS, Cumbre Agraria, Aconalferros, CRIC, UNEES, ACREES.

Tenemos razones para movilizarnos:

El gobierno continúa con su propósito de imponer reformas de carácter laboral y pensional, a costa de eliminar y marchitar Colpensiones, cumpliendo los mandatos ordenados por la OCDE.

Es notable el afán de aplicar el Artículo 331 del Plan Nacional de Desarrollo -PND-, (Ley 1955 de 2019) y la creación del “Holding Financiero Estatal” con la finalidad de transferir los dineros manejados y administrados directamente por el Estado, al sector financiero privado para su negocio de especulación y golpear directamente el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio -FOMAG-.

Se incumplen, desconocen y destruyen los Acuerdos del Proceso de Paz, simultáneamente se irrespeta a la JEP y sus herramientas e instrumentos para su funcionamiento.

La protesta social, masiva y pacífica se reprime con agresión policial excesiva, sin límites y con extremada violencia, continúa la campaña para legislar con el objeto de estigmatizarla, prohibirla y penalizarla; no cesan los señalamientos, la persecución y los asesinatos de líderes sociales, sindicales y populares.

Se incumple abiertamente con los acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y FECODE, el movimiento universitario y demás sectores de la sociedad.

Arrecian las políticas de Gobiernos que como las del presidente Iván Duque, se empeñan en golpear los derechos de los ciudadanos en general y, en particular, de los educadores y la educación pública. Ante estas situaciones nos corresponde seguir enarbolando las banderas de la movilización, la protesta y la lucha organizada.

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México: Los think tanks de la Nueva Escuela Mexicana

América del Norte/México/13-10-2016/Autor: Mauro Jarquin/Fuente: jornada.com.mx

Por: Mauro Jarquin

Aspen Institute es un think tank fundado en Estados Unidos a mediados del siglo pasado. Su interés se ha dirigido históricamente a la defensa del libre comercio entre América Latina y nuestro vecino del norte, el fomento a la inversión extranjera directa en la región y la generación y fortalecimiento de organizaciones civiles situadas en Latinoamérica estrechamente vinculadas a ciertos sectores de la clase política estadunidense.

Desde principios de la década de los 90, se ha interesado en la construcción –y ejecución– de un proyecto de reforma educativa en la región asociado a un nuevo modelo de desarrollo. Como compañero de ruta en tal empresa educativa, Aspen ha colaborado con Interamerican Dialogue, otro poderoso think tank creado a principios de la década de los 80. Por años, Dialogue ha impulsado programas de reforma educativa gerencial en América Latina apoyado por grupos empresariales, asociaciones civiles vinculadas a corporativos y otras fuerzas políticas. Ambas organizaciones comparten un logro en común: influir directamente en la conformación de la Nueva Escuela Mexicana.

Los think tanks pueden ser definidos como entidades generadoras de conocimiento aplicable al desarrollo de políticas públicas. Para tener éxito, echan mano de mecanismos de difusión de sus ideas, tales como campañas mediáticas, reuniones con políticos de alto nivel y foros de discusión con otras organizaciones. Mantienen su trabajo gracias a aportes brindados por fundaciones corporativas y consorcios empresariales, quienes pueden colocar varios intereses en la agenda de dichas organizaciones. Aunque la intervención de think tanks estadunidenses y sus redes internacionales en la política educativa nacional no es un tema nuevo, sí es novedosa la forma con la cual el fenómeno se ha presentado en el actual proceso de reforma. Si antes dichas organizaciones se hacían presentes con fines de consultoría, a solicitud de instancias gubernamentales, ahora han pasado a formar parte del proceso político mismo, ya sea realizando trabajo logístico (Aspen), dotando de contenido a determinadas políticas (Dialogue) o desarrollando iniciativas constitucionales (México Evalúa).

El alcance político de tales organizaciones se mostró con claridad el pasado 8 de octubre con la presentación del Laboratorio de Educación, un proyecto realizado entre la organización Méxicos Posibles y Aspen Institute, con colaboración de la consultora internacional Reos Partners, vinculada en otro momento a Todos pela Educação, una organización hermana de Mexicanos Primero, situada en Brasil. El acto fue presidido por el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, acompañado de políticos de distintos partidos, integrantes de Mexicanos Primero, autoridades educativas locales y representantes sindicales del magisterio, tanto oficiales como disidentes.

El Laboratorio inició sus trabajos en noviembre de 2018 con la finalidad de apoyar los esfuerzos de transformación de la educación para mejorar el aprendizaje de los niños y adolescentes de México. Para ello, se convocó a actores clave de los sectores público, privado y social. Entre ellos podemos encontrar a David Calderón y Jennifer O’Donoghue (Mexicanos Primero), Patricia Vázquez (ex consejera del INEE), Irán Santiago (Morena), Enrique Ku (Conalep), Beatriz Paredes (PRI), Carlos Jonjitud (hijo del ex dirigente del SNTE) y Víctor Zavala (CNTE), entre otros.

Por otro lado, los trabajos del Laboratorio contaron con un significativo financiamiento de fundaciones privadas tradicionalmente interesadas en intervenir en el campo educativo, como Coppel Comunidad, Fundación Bimbo, Fundación Cinépolis, Fundación UVM, Grupo Salinas y el SNTE.

Más allá de la composición del grupo, resultan interesantes los resultados y conclusiones obtenidas a partir del trabajo que el equipo llevó a cabo durante casi un año, los cuales embonan claramente con el contenido de los cambios constitucionales y las nuevas leyes secundarias. Estos resultados tomaron forma de proyectos educativos que buscarán probarse a nivel piloto, para posteriormente ser lanzados a escala nacional. Hay algunos elementos preocupantes. Tales como:

Asignación presupuestal directa a las escuelas con el fin de aumentar las posibilidades de resolver problemas identificados por la comunidad y desarrollar proyectos propios. Dicha propuesta, elemento constante en las políticas de autogestión escolar, representa un riesgo para la condición de gratuidad en la educación. Al ampliar el margen de intervención de los padres de familia, se amplían también sus responsabilidades con respecto a las necesidades de manutención escolar.

Educación para la paz y participación ciudadana en el modelo pedagógico y en el currículo. Al igual que en las leyes secundarias, se mantiene el esquema de gobernanza en educación, que en términos concretos ha significado la inclusión de grupos privados, representantes de la sociedad civil, a la esfera de toma de decisiones sobre el destino educativo nacional.

Liderazgo escolar que ejerce el directivo. Con ello se busca que éste se constituya como el agente disciplinario del espacio escolar. Sin embargo, la mejora educativa no requiere más coerción, sino cooperación entre quienes integran las comunidades educativas.

La primavera de los think tanks ya está aquí. Y ante el soberbio arribo del conocimiento experto apuntalado por el nuevo oficialismo, la apuesta vigente es aún construir futuros desde nuestras escuelas.

Fuente: https://jornada.com.mx/2019/10/12/opinion/016a2pol

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Banco Mundial apoya educación en Marruecos con préstamo de 500 millones de dólares

África/Marruecos/10 Octubre 2019/Spanish.china

Banco Mundial apoya educación en Marruecos con préstamo de 500 millones de dólares

El Banco Mundial prestó 500 millones de dólares a Marruecos para apoyar el sector educativo.

El préstamo apoyará el objetivo de mejorar el sistema educativo por el que el desembolso de fondos se condiciona a la consecución de resultados, según datos dados a conocer hoy en Rabat por el Ministerio de Educación de Marruecos.

El préstamo es parte del apoyo del Banco Mundial para la implementación de la reforma educativa estratégica de Marruecos de 2015 a 2030.

La finalidad del préstamo es establecer condiciones para una educación preescolar calificada, mejorar la formación de los profesores y reforzar las capacidades de formación en gestión y rendición de cuentas.

Fuente: http://spanish.china.org.cn/economic/txt/2019-10/09/content_75281226.htm

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La apuesta de la educación

Por: José Elías Romero Apis. 

Las naciones deben a la educación más que a todos sus otros tesoros. El saber es infinitamente superior al poder y al tener. Las naciones más opulentas y más poderosas lo han entendido bien. La más cercana en la vecindad ha demostrado que valora más a su escuela y a su universidad que a su tesoro o a su ejército. Gracias a lo que es su escuela es lo que es su hacienda, su hospital, su fábrica y su tribunal

Hace tiempo, en mi tesis de ingreso a la Academia Mexicana de la Educación, sostuve que algunos países, algo así como 20, son los que decidieron ser lo que son y otros, algo así como 180, tan sólo son lo que les pudo salir. Estados Unidos, algunos europeos y algunos asiáticos, hoy son lo que quisieron ser.

Las naciones deben a la educación más que a todos sus otros tesoros. El saber es infinitamente superior al poder y al tener. Las naciones más opulentas y más poderosas lo han entendido bien. La más cercana en la vecindad ha demostrado que valora más a su escuela y a su universidad que a su tesoro o a su ejército. Gracias a lo que es su escuela es lo que es su hacienda, su hospital, su fábrica y su tribunal.

Todos los que decidieron su futuro le apostaron a la educación. Todos están escolarizados, tecnificados y capacitados. Por eso, tomando a la industria electrónica como ejemplo, vemos que Corea del Sur así apostó más que muchas naciones europeas. Por eso, ahora su empresa electrónica es líder en teléfonos celulares, mientras la otrora famosa compañía europea no fabrica esos instrumentos. Lo mismo sucede en televisores y en reproductores.

También nos sirve de muestra la industria automotriz. El automóvil es uno de los artefactos de mayor complejidad tecnológica. El país que logra fabricarlo con alta integración nacional, ya está “del otro lado”. Sus 6,000 partes componentes requieren de una capacitación impensable.

Pues bien, hoy en día, de las 10 marcas de mayor venta en Estados Unidos, seis son asiáticas, concretamente japonesas y sudcoreanas. Y, de las 20 de mayor producción mundial, 9 son asiáticas. De ésas, el “top 6” cuenta con 4 asiáticas, una alemana y una norteamericana.

Ésa es una consecuencia de la apuesta de la educación. El planteamiento es muy simple en su enunciado. Producir más y mejor. Esto se refiere a personas y a cosas. No sólo me refiero a la mayor y mejor producción de cosas, tema de la fábrica. Me refiero a la mayor y mejor producción de personas, tema de la escuela.

Así, me he preguntado, ¿por qué, en México, no hemos tenido una política educativa? Y, en consecuencia seguida, si ¿deberíamos tenerla? Desde luego, no me refiero a este sexenio y gobierno, sino a que no la hemos tenido durante ya varias décadas.

Porque una cosa es mejorar la escuela y otra, muy distinta, es perfeccionar la educación. Reconozco que hemos trabajado en lo primero. Mejorar la escuela es un presupuesto ineludible para la mejoría de la educación. Pero no son lo mismo ni debemos confundirlo. Reformar la escuela es mejorar el maestro, el aula, el programa, el sistema, el temario y el calendario.

Mejorar la educación es atender el sentido, la finalidad y el destino de la producción profesional. Lo primero, concedo que lo hemos atendido. La anterior “reforma educativa”, aunque positiva, fue una mera reforma escolar. Pero la reforma educativa de fondo no se vio y se nos quedó postergada. Espero que, en el futuro, pueda avanzar.

Para ello, ahora me pregunto, ¿sabemos lo que queremos? ¿Cuántos médicos necesitamos tener dentro de 30 años? ¿Cuántos deberán ser especialistas en huesos o cuántos expertos en genomas? ¿Qué vamos a hacer para que los que resulten excelentes no se vayan a los hospitales del extranjero? ¿A cuántos futuros profesionistas arrojaremos a las filas de la desocupación y de la frustración? Y, ¿de qué tamaño será nuestro déficit en otras profesiones?

¿Debemos seguir teniendo lo que sea y en la cantidad que sea? ¿Debemos permitir que cada quien instale y opere una universidad cuando se le antoje? ¿Es bueno que, en este país, una cantina se encuentre sujeta a mayor control y vigilancia que una universidad?

Soy político, no educador. Por eso, tengo las preguntas, aunque no tenga las respuestas. Éstas no me corresponden a mí sino a los especialistas que atienden a nuestros gobernantes. Tan sólo cuidémonos de no contar con expertos que no tengan todas las respuestas o de contar con políticos que no tengan todas las preguntas.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/jose-elias-romero-apis/la-apuesta-de-la-educacion/1339955

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La Nueva Escuela Mexicana y sus maestros

Por: Juan Carlos Yáñez

México comienza a dar sus primeros pasos en la última reforma educativa (que elimina la polémica de 2013). Por delante, varios años de implantación y muchas preguntas. Aquí, algunas para la reflexión.

En la última semana de septiembre el Gobierno mexicano consumó la aniquilación de la reforma educativa aprobada en 2013, y empezó una era bajo la narrativa simbolizada por la expresión “Nueva Escuela Mexicana”. A muchos maestros llaman la atención los componentes de la retórica: “nueva” y “mexicana”. ¿Cuál es el sentido de lo “nuevo” y la razón de ponderar lo “mexicano” en un mundo globalizado como nunca? El lenguaje no es angelical. Son interrogantes que solo enuncio.

La reforma educativa aprobada en 2019, con el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigió las baterías a destruir la anterior, aprobada en el sexenio del partido gobernante más longevo del país, el Revolucionario Institucional. No era fácil, pero sobraban motivos para conseguir adeptos que se alejaran de una reforma pésimamente comunicada y focalizada en la evaluación docente, lo que dio paso a una estigmatización feroz del proyecto reformista oficial.

Tres o cuatro consignas bastaron para aplastar el esfuerzo titánico hecho para despojar [por lo menos en el papel] al sindicato más grande de América Latina de su influencia en los procesos de asignación de plazas de maestros, o en la promoción a quienes ya estaban dentro del sistema educativo. Entre esas consignas aparecían, por ejemplo, “la mal llamada reforma educativa”, “evaluación punitiva” y la insistencia en que se trataba de una “reforma laboral y no educativa”.

Con una inquietante presencia y presión de la disidencia magisterial, representada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, movimiento dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, las fuerzas oficiales del régimen aprobaron la reforma al artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que regula la educación en el país, y luego, las leyes General de Educación, la Ley Reglamentaria del artículo tercero en materia de Mejora Continua de la Educación y la polémica Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestros y los Maestros.

Una buena parte del marco legal que regirá la educación mexicana está aprobada para los siguientes 5 años, por lo menos. Continuará un proceso de armonización de las leyes de los 32 estados de la República; la tarea en los congresos de diputados que, en la mayor parte de los casos, corresponden al mismo partido del presidente, augura una aprobación rápida y sin contratiempos, aunque eso pudiera sembrar de inconsistencias las constituciones estatales.

En los días de aprobación de la nueva reforma educativa tuve oportunidad de conversar con profesores de una escuela normal en el Estado de México, el más poblado del país. De las conversaciones derivé algunas ideas para la reflexión en las escuelas y los maestros, en el proceso inédito que vive el tercer sistema educativo más grande de América. A continuación, las enuncio, como parte de una agenda hipotética para los colectivos escolares.

  1. Los juicios que ahora hagamos son preliminares y deben ser cautelosos, dado que la planificación de cada una de las etapas consumirá otros dos años para dar pasos firmes en la implantación del nuevo currículum nacional. El desafío es monumental especialmente para las escuelas donde se forman los maestros: ¿cómo educar para la incertidumbre, en la incertidumbre?
  2. En momentos así, inciertos, donde el gobierno apuesta a una construcción colectiva difusa, es preciso el ejercicio de la crítica, es decir, la rigurosidad en el pensamiento y la claridad de los juicios, más allá de preferencias ideológicas o partidistas. La tarea implica un examen acucioso de la reforma de 2013, sus postulados, desarrollo y resultados, así como de la génesis, construcción y perspectivas para la reforma de 2019.
  3. No existe la reforma educativa perfecta. Todas están condenadas a la extinción. Las preguntas son: ¿cómo mueren?, ¿cuándo pierden vigencia?, ¿qué legarán? Por otro lado: ¿qué bases sientan las reformas nacientes? ¿Dónde colocan los énfasis?
  4. El sistema educativo no es, está siendo. Es vivo, dialéctico. La reforma de 2019 condiciona, pero no determina; en ese sentido, abrirá espacios de libertad [cerrará otros] que los maestros pueden ensanchar o acotar.
  5. En las escuelas, los maestros tienen en sus manos y decisiones una parte del control de su trabajo. ¿Cómo lo harán? El papel del sindicato y los directores será crucial. El aula es un espacio de libertad que los profesores deben conquistar. ¿Cómo lo harán?
  6. En los años que habrán de transcurrir para la finalización de las distintas etapas de la reforma, como está programada, se abrirán incertidumbres. ¿Cómo se responderán? ¿Los escenarios jugarán a favor de la reforma o en contra? Más allá de ello, las escuelas tendrán que seguir laborando, reforzando sus procesos, y en esa perspectiva, el trabajo colegiado será imprescindible; un trabajo dirigido con sensibilidad, con destino a la mejora efectiva de las escuelas.
  7. Concomitante con lo anterior, la formación individual y de los colectivos es un desafío enorme que permitirá avanzar o retroceder. Es una perogrullada: la calidad de los sistemas educativos es la de sus maestros. Si México quiere un mejor sistema educativo, tiene que fortalecer la preparación, compromiso y condiciones de sus maestros. Es innegociable.
  8. En la mejora de las escuelas, el papel de las estructuras intermedias será clave: los supervisores escolares y los asesores técnico-pedagógicos deben ser apoyos firmes en el trabajo de las escuelas, especialmente donde las condiciones son más precarias, en los contextos rurales, en escuelas multigrado, en donde se atienden a millones de estudiantes pobres, que reciben la más mísera de las educaciones, con una pedagogía pobre y descolocada.
  9. Las escuelas normales, donde se forman los maestros mexicanos, son otra pieza estratégica en la edificación de un sistema educativo de calidad e incluyente. Su reforma, largamente postergada, es imperativa, con un proyecto pedagógico distinto y recursos suficientes.
  10. Mientras se definen las etapas que completen el diseño de la Nueva Escuela Mexicana, el trabajo de los colectivos podría marcar pautas en el sendero de la buena educación. Sin docentes trabajando en grupo y con acuerdos mínimos, las leyes aprobadas y los debates parlamentarios serán letra muerta.

Seis años, el periodo de gobierno presidencial en México, no es suficiente para apreciar las transformaciones radicales que requiere el país, pero lo es para vislumbrar si caminamos a la salida del hoyo o penetramos territorios oscuros. La apuesta, sostienen algunos, es a la estabilidad política, no a la transformación pedagógica; veremos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/01/la-nueva-escuela-mexicana-y-sus-maestros/

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¿Rectoría del Estado?

Por: Enrique Toussaint.

López Obrador y Morena cedieron ante las demandas de los sindicatos

El Presidente de la República es un firme convencido de reestablecer el papel transformador del Estado. Andrés Manuel López Obrador entiende que el poder político debe ponerle límites al poder económico. Es crítico de la fusión entre ambos poderes, algo que vimos con especial intensidad durante el peñanietismo. De esta manera, López Obrador busca garantizar la autonomía de lo político y su capacidad de cambio. Un Estado colonizado por intereses económicos es un aparato incapaz de responder al interés público. Y tiene razón el Presidente.

Sin embargo, esa apelación a la autonomía frente a los poderes empresariales, no tiene una correspondencia frente a los intereses sindicales. López Obrador no duda en llamar aliados a muchos gremios que, por décadas, fueron columna vertebral de lo que él llama el viejo régimen. No es ninguna exageración decir que la Cuarta Transformación asume a los viejos gremios oficialistas, si no como aliados naturales, sí como compañeros de viaje. Es cierto, el nuevo Gobierno apoya la democracia y la libertad sindical, pero al mismo tiempo opera para que los sindicatos hegemónicos aceiten sus correas de transmisión. Las leyes secundarias de la reforma educativa son un ejemplo de ello.

Es difícil encontrar un momento en la historia política reciente del país en donde tanto el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) estén de acuerdo en los elementos que debe contener una reforma del sistema educativo. La CNTE nace como movimiento crítico en contra del sindicalismo charro y oficialista del ex líder magisterial Carlos Jonguitud Barrios; mientras que el SNTE siempre ha visto a la CNTE como un movimiento de revoltosos y antisistema. Sin embargo, en esta coyuntura en concreto, los extraños caminos de la Cuarta Transformación pusieron de acuerdo a Elba Esther Gordillo y a la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca. Al agua y al aceite. Así de complejo es el rompecabezas obradorista.

La reforma educativa del Presidente tiene aspectos innegablemente positivos. Reconoce la pluralidad nacional (error de la reforma del Pacto por México). Pone acento en la formación y no sólo en las consecuencias de reprobar la evaluación. Entiende que México debe dar el salto en la calidad educativa, pero teniendo a las y los maestros como aliados. Incorporara rasgos educativos valiosos como los Derechos Humanos, la perspectiva de género, la educación sexual. Se parte de la idea de construir comunidades educativas y la actual administración apuesta por un ingreso magisterial multidimensional, en donde se evalúe no sólo el conocimiento del profesorado, sino también sus capacidades pedagógicas.

Empero, toda esta enunciación pende de un hilo cuando las cúpulas sindicales juegan un rol que no deben en materia de la definición de la política y la nómina educativas. Es cierto, el atraso educativo en México no es sólo achacable al SNTE o a la CNTE. El fracaso educativo nacional obedece a múltiples factores: exclusión, desigualdad, deserción, falta de infraestructura, métodos de enseñanza obsoletos, violencia y un larguísimo etcétera. Sin embargo, no podemos obviar que las cúpulas sindicales también tienen su responsabilidad. Ellos, también, han optado por jugar un papel de control político, peleando por privilegios para la cúpula gremial, pero olvidando luchar por las condiciones laborales del magisterio.

Y el elemento preocupante es el retorno de las comisiones mixtas -como antes se llamaban- ahora bautizadas como comisiones tripartitas. Estos espacios de interlocución que incluyen a autoridades locales, nacionales y a los gremios, serán clave en la definición de quién ocupa una plaza en el sistema pública de educación. Cito: “las representaciones sindicales estarán incluidas para decidir la asignación de plazas, los ascensos e incluso los cambios de centros de trabajo de los empleados de la educación, esto como una garantía en el respeto de los derechos de los trabajadores”.

De esta manera, las comisiones tripartitas son, en esencia, la aceptación de que el Estado debe compartir con los gremios la rectoría de la política educativa en el país. Sabemos que no existe un mecanismo de control político más determinante que tener el poder de definir la carrera magisterial. Nunca me creí esa idea de que la reforma de Peña Nieto suponía una apuesta meritocrática, pero lo cierto es que al menos permitía que el profesorado tuviera una ruta definida para mejorar sus condiciones económicas y laborales. El regreso de las comisiones lo que hace es romper esa escalera y devolverle la pelota a los gremios. En ese sentido, será más importante quedar bien con los líderes sindicales en lugar de rendir en donde tiene que hacerlo un profesor: en el aula.

La mayor tragedia es que los elementos político-administrativos de la educación volvieron a eclipsar la discusión sobre el modelo educativo. En el mundo se están discutiendo innovaciones, tecnologías, conocimientos para revolucionar la educación en un mundo tan competitivo y en México seguimos atorados en las legislaciones que exigen los sindicatos para aceitar su control sobre el magisterio. No nos preguntamos por qué los niños mexicanos no aprenden bien matemáticas o por qué tenemos un nivel tan alto de deserción. Eso no importa a los sindicatos que querían su revancha frente al Gobierno anterior y la coalición del Pacto por México. Incluso, “no dejar ni una coma de la mal llamada reforma educativa” fue más poderoso para López Obrador que su defensa irrestricta de la rectoría del Estado en la educación.

Siempre me he negado a ver la realidad en blancos y negros. Los matices son fundamentales en momentos de tan marcado partidismo (sea del oficialismo o de la oposición). Siguiendo esta línea, la reforma educativa no es un desastre como a veces vociferan los archicríticos de López Obrador. Tampoco es cierto que hipotecó el futuro del país por unos cuantos votos. Sin embargo, como sostiene Carlos Bravo Regidor, el Presidente se apoya en una fórmula de asignación de plazas que ya demostró su fracaso en el pasado. “Pesó más la esperanza que la evidencia”, dice el académico. El Presidente, y su mayoría legislativa, prefirieron el pragmatismo, contentando a los sindicatos y a sus cúpulas corruptas. Lo dijo hace años Albert Einstein: la locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Este camino ya lo andamos y el final lo conocemos bien.

Fuente del artículo: https://www.informador.mx/mexico/Rectoria-del-Estado-20190928-0100.html

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