América del sur/Paraguay/06 Diciembre 2018/Fuente: Prensa Latina
El rechazo rotundo de más de 20 organizaciones al acuerdo entre el Ministerio de Hacienda y el Banco Mundial (BM) de cara al proyecto de reforma educativa 2030, matiza hoy el panorama del sector que pide su rescisión.
Líderes de entidades religiosas, docentes, estudiantes, académicos de universidades públicas y de la Universidad Católica así como sindicatos de docentes y funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), rechazaron el tratado al que le auguran un fracaso total.
Según se pudo conocer, todos ellos criticaron fuertemente al MEC por su postura improvisada en la audiencia pública celebrada la víspera en la biblioteca del Congreso Nacional.
La mayoría consideró que la reforma de la década de los años 90, asesorada por el BM, resultó un fracaso.
Por esa razón -dijeron las fuentes-, todas las organizaciones presentes en el Congreso y en particular los docentes y funcionarios del MEC, pidieron igualmente que sea la cartera educativa la que encabece el proyecto de reforma 2030.
En ese sentido, también indicaron que ni la Unidad Ejecutora (UEPP), ni el consejo del Fondo de Excelencia para la Educación y la Investigación (FEEI), con fuerte influencia del sector privado, encabecen esta iniciativa.
Un millón de dólares le costará al Estado paraguayo el acuerdo con la entidad bancaria que elegirá asesores, sin recursos y ‘proyectará un programa mercantil de la educación’, aseguraron los conocedores
El acuerdo entre el Hacienda y el BM fue firmado en noviembre del año pasado, acto al que no fue invitado el MEC, que no tuvo participación alguna en la elaboración de ese documento.
No obstante que la contienda por la educación incluye a bastantes actores, diversas posiciones políticas y orientaciones ideológicas, a veces es conveniente agruparlas en reductos polares para entresacar las aristas cardinales de los debates. Pongamos por ejemplo la evaluación docente dentro de la Reforma Educativa que el próximo gobierno quiere enterrar y que el que fenecerá en menos de dos semanas todavía defiende. Lo hace con proclamas y los pocos instrumentos políticos que le quedan.
El que viene tiene activos por delante, pero no se vislumbra cuáles serán sus herramientas institucionales; las políticas están a la vista: una coalición de intereses de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de Morena, bajo el mando del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Aun desde antes de que naciera el Servicio Profesional Docente y entrara en vigor la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, una narrativa contestataria comenzó a penetrar el ambiente. Rezaba que, por instrucciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y otros organismos intergubernamentales, se trataba de evaluar a los maestros para denostarlos, castigarlos, someterlos y tenerlos bajo un control autoritario al servicio del neoliberalismo. En suma, para desprestigiar a la profesión docente.
El discurso oficial de la reforma, por el contrario, puso el acento en una evaluación para mejorar la práctica pedagógica y regular los procedimientos de ingreso, promoción, recompensa y permanencia en el servicio educativo. Si bien sus abogados reconocían la influencia de tendencias globales, insistían en la necesidad de que México conociera cuál es el estado profesional de los docentes, sus fortalezas y debilidades con el fin de diseñar mecanismos para incrementar las primeras y empequeñecer las segundas.
La narrativa disidente nunca quitó el dedo del renglón, imputó —y lo hizo con eficacia— que la reforma era laboral, no educativa y que la evaluación es punitiva. Para reforzar sus argumentos recurrió al parlamento de la movilización, una propaganda conveniente a sus propósitos de ganar adeptos más allá de los estados donde la CNTE es dominante. Intelectuales y periodistas hicieron suyo el reclamo y abonaron con sus análisis a censurar al INEE y, en consecuencia, a debilitar la prosopopeya de la Secretaría de Educación Pública y del Instituto.
El INEE y la SEP pusieron en juego artefactos sólidos en su estructura metódica, pero con escasa penetración en la plaza pública. No construyeron un discurso vigoroso para transferir al magisterio las bondades del SPD, es decir, la oferta de profesionalización y crecimiento intelectual y moral. Los activos de la reforma quedaron incrustados en la ley con un lenguaje burocrático, aunque es el arreglo del proceso legislativo. Mas no pudieron traducirlo a palabras propias de los maestros, a pesar de que pusieron el acento en las cataduras de mejoría, como énfasis en el aprendizaje (situado, activo), la escuela al centro y porciones de autonomía para ejercer la práctica curricular. Las proclamas fueron infructuosas contra la oratoria incendiaria.
La contienda por la conducción del sistema educativo mexicano es de larga data, no se terminará con el arribo del nuevo gobierno. Cada reforma, aunque sea frágil, deja una impronta en el sistema. Lo que nos enseña la historia es que la escuela es una institución perdurable, que genera mecanismos de defensa contra embates de todo tipo. De que ha cambiado, ha cambiado, pero ha sido de manera gradual, no con grandes trancos. Incluso, las reformas trascendentes, como la de la educación socialista y la de la unidad nacional, o las no tan cimeras como las de los gobiernos de Echeverría y de Salinas de Gortari, o la más nociva que benéfica producto de la alianza entre el presidente Calderón y Elba Esther Gordillo, dejaron huella. La del gobierno de Peña Nieto dejará muchos puntos, aunque los legisladores —que se comportan como opositores y no como parte del grupo gobernante— no quieran dejarle ni una coma.
Lo mismo pasará con la evaluación. El debate seguirá. El INEE con su estructura actual desaparecerá, pero ciertas de sus funciones permanecerán, ya dentro de la SEP o en un Instituto sin autonomía. La narrativa, sin embargo, tal vez mude. La evaluación ya no será punitiva sino espléndida.
RETAZOS
Llegué a la conclusión de que el tiempo mexicano dura seis años, ni un minuto más.
Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/evaluacion-punitiva-evaluacion-formativa/
Asia/China/29 Noviembre 2018/Fuente: Spanish.xinhuaç
El Ministerio de Educación de China ha prometido que corregirá problemas detectados en la educación preescolar en aspectos como los jardines de infancia comunitarios, las guarderías sin licencia y las que están demasiado orientadas a obtener beneficios o que se exceden en la presión de estudio de los niños.
«Las guarderías creadas por comunidades se transformarán en jardines de infancia públicos o en guarderías privadas asequibles», afirmó hoy miércoles un funcionario de educación elemental del ministerio chino, Lyu Yugang.
Lyu hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Jinan, en la provincia oriental china de Shandong, en la que dio detalles sobre una directriz acerca de la reforma de la educación preescolar publicada este mes.
Las autoridades inspeccionarán las guarderías que carecen de licencia, certificarán aquellas que están cualificadas y suspenderán o cerrarán aquellas que no cumplan los estándares de seguridad e higiene.
«Se restringirá estrictamente la creación y funcionamiento de las guarderías que se centran demasiado en la búsqueda de beneficios», añadió Lyu.
Suramérica / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Sofia Quisbert / Fuente: Abyayala TV
A diferencia del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hace inversiones en proyectos de reforma educativa, sino que se enfoca en Programas de Ajuste Estructural (PAE) o sectorial (PAS). Sin embargo, según diversos analistas, estas políticas de ajuste tienen más impacto en la educación que los mismos proyectos, influyendo en la “oferta” y la “demanda” de los servicios.
En varios países de América Latina con el modelo neoliberal del FMI, la orientación fue la misma: privatización y descentralización, y posteriormente, eliminación del presupuesto y de las transferencia, participaciones federales, así como la subejecución de recursos, eliminación de políticas públicas y sociales relacionadas con bonos o incentivos productivos.
Ecuador, Colombia, Chile, Brasil y Argentina siguieron al pie de la letra la receta del FMI respecto al recorte del presupuesto en la educación e incentivó su privatización.
Ecuador
Estudiantes de la Universidad Central del Ecuador (UCE) y de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), marcharon el lunes por las principales calles de Quito, en Ecuador, en protesta por la reducción de recursos financieros para el período fiscal 2019 que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, envió a la Asamblea Nacional para su aprobación, se evidencia un recorte de 145 millones de dólares.
“Nuestra mejor arma es la educación pública y gratuita”, “contra la educación mercantil, está la organización estudiantil“, “la universidad no se vende, se defiende”, se leía entre los carteles que portaban los jóvenes.
“Si no hay educación para el pueblo, no hay paz para el Gobierno“; “la lucha no tiene rostro, esto va por todos”; “educación pública resiste”; “la Universidad no se vende, se defiende”; “señor, señora, salgan a luchar para que sus hijos puedan estudiar”, gritaban una y otra vez los estudiantes durante la movilización.
Los manifestantes intentaron llegar a la Plaza Grande, frente al Palacio de Carondelet, sede del gobierno central, para entregar su denuncia al mandatario, pero un contingente de policías les impidió el paso. “Queremos pasar, solo a saludar”, se oía entre los cánticos.
Colombia
Este lunes, en paralelo a las negociaciones los estudiantes de diferentes lugares del país llegaron a Bogotá para protestar. Estuvieron hasta 14 días caminando para llegar a la capital colombiana y hacer visible sus demandas de incremento del presupuesto de las universidades públicas a 1,5 billones de pesos por año (unos $us 489.067.593), lo que representa por lo menos el 3,2 por ciento del presupuesto nacional anual.
El presidente de Colombia, Iván Duque, condicionó su participación en el diálogo con los estudiantes que están en paro desde el pasado 10 de octubre y que encontraron maneras creativas para dar a conocer sus demandas haciendo uso de, incluso, las Redes Sociales
Chile
El Gobierno de Sebastián Piñera, desde un inicio arremetió contra la educación y recortó el presupuesto en perjuicio de la población en los aspectos claves que fomentan el desarrollo y bienestar de la sociedad.
Piñera recortó 32.000 millones de pesos en educación dejando a 14.000 estudiantes sin la Beca Bicentenario. Este recorte se suma a los 18.000 millones de pesos menos destinados a la educación superior que denunciaron las universidades agrupadas en el Consorcio de Universidades del Estado (Couech) y también las que pertenecen al Consejo de Rectores (Cruch). Sumados ambos recortes, se trata de 50.000 millones de pesos menos destinados a Educación.
Brasil
El Producto Interno Bruto (PIB) del Brasilen la gestión de 2017 fue de $us 2,056 billones y de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, Brasil gasta en educación pública cerca del 6% del PIB, un valor superior al promedio del 5,5% en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de Argentina (5,3%), Chile (4,8%) y Estados Unidos (5,4%).
El estudio cuestiona la eficiencia de las medidas de Bolsonaro en la Educación ya que en su programa de gobierno, Bolsonaro resalta que los gastos con educación en Brasil son comparables a los de países desarrollados, pero los resultados están entre los peores del mundo. Y propone una “reversión de la pirámide” de gastos para priorizar la educación básica.
Argentina
El gobierno de Mauricio Macri profundizó el desfinanciamiento de la educación pública desde que asumió el Gobierno. Tras el nuevo acuerdo con el FMI se trascenderá una mayor reducción del gasto público con un gran impacto que incidirá en la transformación global del trabajo docente, becas a estudiantes, entre otros.
México / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias
Habrá con seguridad otros tantos componentes orientados hacia la transformación del sistema educativo, más finos y más específicos, entre los que destacan los siguientes aspectos:
La semana pasada comenté en este espacio los contenidos de un libro interesante, de reciente publicación, acerca de la “Reforma Educativa, a revisión…” (1). En un ensayo introductorio de ese texto, los autores afirman que las Reformas Educativasinducidas en México (no usan el término “impuestas”) por los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, fueron las que se caracterizaron por su orientación hacia el “cambio” (según un análisis comparativo y documentado), mientras que las “reformas” comprendidas entre los años 1994 y 2012, es decir, durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, y Felipe Calderón, no hubo dichos “cambios”, sino, en todo caso, solo alcanzaron “estabilidad” sin demasiados cambios o cambios que impactaron levemente a la estructura y funcionamiento del sistema educativo nacional. (2)
A reserva de polemizar o no en relación con esa interpretación referida acerca de las “Reformas Educativas” del pasado, me pregunto ¿cuál será la profundidad del cambioque le dará el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador a la Educación Pública durante el período 2018-2024? ¿Cuáles serán los contenidos de la ola democrática mexicana (resultado de esa revuelta cívica iniciada en julio pasado), hacia el ámbito educativo, que es relevante en la ruta de transformación de la vida nacional?
Aquí lo que valdrá la pena verificar es si hay, en la agenda del nuevo gobierno de AMLO, un planteamiento integrador o no, acerca del problema educativo a resolver, en términos de “transformar de raíz” el sistema. A propósito de ello, surgen algunas cuestiones: ¿La idea del nuevo Plan o Acuerdo Educativo de la Cuarta Transformación (4T) incluye cambios al marco constitucional? ¿O solo se quedará en el ajuste leve, es decir, en simples enmiendas (o “parches” dicen algunos) a las leyes secundarias o específicas del sector?
El régimen político de la 4T tiene la opción de promover cambios o activarlos en varios niveles, siempre y cuando cuente con una base social que lo sustente y legitime. ¿Es suficiente o no el voto ciudadano expresado en las urnas en julio pasado?
Antes de emprender cambios al marco legal, considero que existen las condiciones propicias para promover, antes, un debate amplio y diverso entre distintos sectores de la sociedad mexicana, acerca de lo que en México entendemos o “debemos” entender por “calidad de la educación”; así mismo, será necesario y pertinente, a esta hora en que la viabilidad del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se discute públicamente: ¿Qué entendemos por “evaluación de la educación” o por “equidad e inclusión educativas”, en términos de principios generales o como esquemas de orientación, que deben ser plasmados en el texto Constitucional?
Cabe resaltar que las modificaciones a los preceptos constitucionales, hoy, habrán de ser el resultado de una amplia consulta pública sobre dichos principios generales, en especial de aquellos que fueron modificados en 2013, y que sin duda habrán de orientar los derechos de los ciudadanos, así como precisar las obligaciones de las instituciones del Estado mexicano en materia de educación pública.
Otro escenario de decisiones importantes y que se avecinan en este proceso de transición 2018-2019, es el que se refiere a la equidad educativa, la inclusión y los diferentes componentes de actuación de las diferentes figuras educativas (docentes, directivos escolares y asesores técnicos) en el ámbito de las prácticas cotidianas en las escuelas. ¿Cómo habrá de evaluarse el trabajo docente, de asesoría y directivo? ¿Qué dispositivos de capacitación y actualización estarán presentes en el momento en que se detecten necesidades de acompañamiento hacia estas importantes figuras educativas?
Habrá con seguridad otros tantos componentes orientados hacia la transformación del sistema educativo, más finos y más específicos, entre los que destacan los siguientes aspectos: Los salarios base, las prestaciones y los incentivos económicos que forman parte del paquete de reconocimientos al desempeño de docentes, directivos y asesores técnicos, (aspecto que reemplazó al Programa de Carrera Magisterial, establecido en 1992 y que operó hasta el año 2013-2014).
También quedarán pendientes temas como la definición o redefinición de los contenidos de los planes y programas de la Educación Básica y Media Superior (¿O ya está agotada esa discusión?). ¿Qué sucederá con los métodos de enseñanza y con los enfoques relativos a los campos de formación que se encuentran definidos en dichos planes y programas, a partir del enfoque general denominado “desarrollo de competencias”? ¿Qué sucederá precisamente con ese marco conceptual (del diseño curricular) que ha sido adoptado y usado durante los últimos años en México (el enfoque “competencial”), para diseñar el marco curricular común en EMS, así como de los planes y programas de estudio de la Educación Básica?
En fin, los escenarios de las políticas públicas para la Educación en México, que prevalecerán durante los próximos seis años, se tendrán que definir en los próximos meses, por ley, y deberán reflejarse en el Plan Nacional o Sectorial de Educación 2019-2024.
Queda a los distintos actores sociales involucrados en los asuntos de la Educación, estar atentos a las iniciativas que provengan del gobierno federal entrante, así como de la coordinación que éste tenga con los grupos parlamentarios, que ya están en posición de emprender cambios al marco legal, todo ello a efecto de empujar las políticas públicas educativas de la 4T, sin embargo, quedan todavía algunas dudas: ¿Cuáles son las prioridades educativas del régimen político que viene? ¿Están claramente identificadas las necesidades nacionales y regionales de México en materia educativa? ¿Con qué recursos públicos se cuenta para emprender dichas iniciativas de “cambio”?
Los escenarios próximos en materia educativa, sin embargo, están por construirse sobre la base de un nuevo código de entendimiento entre sociedad y gobierno; un tipo diferente de conversación en el cual lo que estará sobre la mesa no será el monólogo ni el “aplastamiento político del otro” –espero-, sino la posibilidad de abrir el diálogo hacia las distintas formas de contribuir al ejercicio pleno del derecho a la educación para todos los mexicanos.
(1) El libro es de Arcelia Martínez Bordón y Alejandro Navarro Arredondo (coordinadores). “La Reforma Educativa a revisión: apuntes y reflexiones para la elaboración de una agenda educativa 2018-2024”. Instituto Belisario Domínguez, Senado de la República. Agosto, 2018. (Comentado en SDP Noticias, del 14 de nov., 2018)
(2) “…Se identificó que la política educativa mexicana respondió a un largo periodo de estabilidad que inició con las modificaciones inducidas por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1988, las cuales prevalecieron hasta la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, en 2012. Dicha estabilidad se mantuvo durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, pues hubo una continuidad en la política educativa o se presentaron cambios, pero muy marginales.” (Ver ensayo: “Para entender mejor la Reforma Educativa: estabilidad y cambio en el sistema educativo mexicano”, de Erika Gómez Zamarripa y Alejandro Navarro Arredondo; en: Martínez y Navarro, obra citada, 2018, p. 40)
México / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Arcelia Martínez Bordón y Alejandro Navarro Arredondo (Coordinadores/ Fuente: Bibliteca Digital Senado de la República
Título:
La Reforma Educativa a revisión: apuntes y reflexiones para la elaboración de una agenda educativa 2018-2024
La Reforma Educativa es, tal vez, la más controversial de las reformas estructurales recientemente aprobadas. En ese sentido, hay varios elementos que la convierten en un asunto ampliamente debatido. En este libro se recuperan algunos de estos elementos como son el contexto, el proceso, los problemas y las soluciones.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 25 de noviembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
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