Con el eventual regreso a clases presenciales en agosto, poco más de 240 mil docentes están en condición de riesgo ante la covid-19 por ser mayores de 60 años o padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad o cáncer.
La organización México Evalúa encontró que, con base en los registros de IMSS e ISSSTE, entre el 20 y el 30 por ciento de 1.2 millones de docentes del país no estarían en condiciones para regresar a las aulas porque se consideran población vulnerable.
Marco A. Fernández, investigador de México Evalúa, recordó que la autoridad ha prometido que no pondrá en riesgo la salud de la comunidad educativa, incluidos los docentes, por lo que ellos no podrían regresar frente a grupo.
El problema, dijo, es que la Secretaría de Educación Pública (SEP), no cuenta con un presupuesto destinado a contratar maestros interinos, y mucho menos adelantar jubilaciones.
“No hay dinero. El presidente ha decidido implementar un recorte del 75 por ciento y eso ha afectado de manera profunda a la Secretaría de Educación Pública que la está viendo negra para tratar de tener los recursos necesarios para tener una mejor respuesta que hasta ahorita no se ha logrado.
“Hay un problema mayúsculo y no sé cómo le vamos a hacer porque tenemos entre un 20 y 30 por ciento, varía, lo hemos hablado con autoridades en los estados, de maestros que en educación básica, por su edad, su condición de diabetes y obesidad serían personas que están en peligro”, dijo.
Hasta ahora la SEP no ha publicado un plan para la atención de este grupo vulnerable y se buscó a la dependencia para tener información al respecto, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
En tanto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde la semana pasada comenzó a realizar una encuesta nacional para conocer el estado de salud y laboral del magisterio, así como las condiciones e infraestructura de cada escuela.
El SNTE envío un cuestionario a las autoridades educativas de los diferentes niveles de educación básica con preguntas como “En su escuela, ¿cuánto personal tiene los siguientes rasgos: 60 años o más, con diabetes, hipertensión, cáncer, lupus y trabajadoras embarazadas”.
En días recientes, en un comunicado, el secretario general del SNTE aseguró que ya trabaja con la autoridad educativa para analizar cómo se procederá con los mayores de 60 años y con quienes padecen enfermedades crónico degenerativas, pues en caso de contraer covid-19 son más susceptibles de tener síntomas graves.
Carlos Jonguitud, líder del Sindicato para los Trabajadores de la Educación (STE) coincidió en que alrededor del 23 por ciento del magisterio estaría en riesgo por su condición, por lo que la SEP debe emitir un acuerdo que brinde solución a esta problemática, que incluya posibles jubilaciones.
No obstante, también auguró que habrá serios problemas presupuestales ante ello. Alberto Hernández Meneses, integrante de la dirigencia nacional de Maestros por México, reclamó que no ha habido información suficiente y clara sobre qué ocurrirá con los docentes en esta condición.
Aseguró que, la SEP desconoce las condiciones de salud del magisterio, por lo que primero deberá hacer un diagnóstico general y con ello diseñar políticas que no contravengan los derechos laborales de los docentes. “Hay muchos riegos y no sabemos nada.
Se dice que puede haber la pretensión de ofrecer un bono y con ello animar a jubilarse, pero, ¿cómo va a estar el manejo de recursos, con qué se va a contratar al nuevo? Ahora, también ocurre que se congela la plaza y no se contrata otro trabajador. ¿qué ocurre?, por el ejemplo, al director de escuela le queda un grupo de segundo, tercero, y ya no se lo pagan, es decir, ya no le ponen maestro, entonces junta dos grupos y así en lugar de 25 atiende a 50”, explicó.
Por otro lado, los docentes y estudiantes tampoco tendrían garantizadas las condiciones sanitarias para regresar, ya que un 20 por ciento de las escuelas del país, más de 40 mil planteles, no cuenta con agua potable, además de que un importante número carece de insumos de higiene como papel, jabón y gel antibacterial.
Tengo miedo, pero no me quiero jubilar Con 60 años de edad e hipertenso, Eleazar Hernández Ramírez, supervisor de la zona escolar 63, región Naucalpan, municipio Tutltilán, manifestó su preocupación por el posible retorno a clases.
Consideró que se siente vulnerable al contagio, ya que interactúa con docentes, autoridades educativas y padres de familia. Con 60 años de edad e hipertenso, Eleazar Hernández Ramírez, supervisor de la zona escolar 63. Tras 40 años de servicio, no está en los planes de Eleazar jubilarse pronto pues aún se siente en condiciones para realizar su trabajo.
“No es justo porque si uno se siente bien, le gusta su trabajo, puede seguir, porque en el momento que se jubila uno ya no percibe su salario en salarios mínimos, sino en UMAS y eso reduce el salario del jubilado”, manifestó.
El regreso obligatorio a clases en Francia para la enseñanza primaria y secundaria llevó a las aulas a ocho de cada 10 niños, aseguró hoy el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, quien consideró elevadas las ausencias.
De acuerdo con el funcionario, que un 20 por ciento de los alumnos no esté de vuelta es mucho, aunque la llegada del verano resulta un factor a tener en cuenta, además del impacto de la Covid-19.
En tiempos normales, en junio del año pasado y de 2018, no tuvimos el ciento por ciento de asistencia a clases, porque a fin de mes algunos parten de vacaciones, dijo Blanquer a la cadena de radio RTL.
Como parte de una nueva etapa del desconfinamiento que comenzó el 11 de mayo, el gobierno estableció la reincorporación obligatoria el 22 de junio para los círculos infantiles, las escuelas primarias y los colegios (secundaria).
La medida no fue bien recibida en amplios sectores de la sociedad, incluyendo muchos padres, al considerar que el coronavirus SARS-CoV-2 sigue circulando y que el retorno a las aulas solo sería por dos semanas, ante las vacaciones.
Blanquer insistió en que el regreso a clases resulta ‘fundamental y esencial’, en medio del esfuerzo por el retorno paulatino a la vida social, tras dos meses de confinamiento.
Según el titular, genera placer la presencia de los niños con su alegría en las escuelas y colegios.
Asimismo, manifestó sus expectativas de que en septiembre inicie el nuevo curso en condiciones normales.
A la escuela le toca rediseñar espacios, preparar protocolos, evaluar riesgos, avanzar en la innovación tecnológica. El Ministerio de Educación asomó la posibilidad de reabrir los planteles en septiembre. Especialistas en Políticas Públicas Educativas destacan que se debe hacer una evaluación de la infraestructura, una consulta ciudadana, garantizar las medidas de higiene y limpieza, fortalecer la enseñanza de la educación virtual.Caracas. No es tan fácil imaginar el retorno a las aulas. La educación ya no podrá ser la misma. A la escuela le toca rediseñar espacios, preparar protocolos, evaluar riesgos, disminuir la cantidad de estudiantes por salón, organizar turnos de recreo, idas al baño, la llegada a clase, garantizar productos de higiene, profundizar en las medidas de higiene y de distanciamiento. Pero, sobre todo, la necesidad —ya urgente— de avanzar en la actualización tecnológica y de sus contenidos. Es un nuevo modelo de escuela que ya no puede esperar.La pandemia amplió las brechas, las desigualdades: estudiar desde casa no ha sido igual para todos. El salón de clases, que da las mismas oportunidades de acceso al conocimiento, no ha estado habilitado durante más de cuatro meses. Del Ministerio de Educación ya asomaron la posibilidad de volver en septiembre a la escuela. El 10 de junio el ministro de ese despacho, Aristóbulo Istúriz, anunció que tenían “algunas propuestas sobre la transición de la pospandemia en educación”. Venezuela ya supera los 4000 contagiados por COVID-19. En las últimas semanas, los casos que reportan diarios suelen superar los 100.
La Escuela Técnica Industrial San José Obrero de Fe y Alegría, ubicada en Antímano, abrió sus puertas a los estudiantes el 10, 11 y 12 de junio para aplicar una prueba de conocimiento a 150 aspirantes a estudiar primer año en esa institución. La prueba estaba programada para marzo. El director Rafael Peña cree que la experiencia fue “un ejercicio piloto que se aprovechó para ver cómo podría ser el regreso a clases”.
Fueron 150 estudiantes de aproximadamente 18 colegios de Antímano, atendieron a 50 cada día entre miércoles, jueves y viernes. Por día, los dividieron en dos grupos de 25 personas, distribuidos a su vez en dos horarios. “Pensamos todos los días en la dinámica”, dice Peña. Leyeron protocolos aplicados en otros países para reabrir los planteles y la organización del espacio.
En los salones hay menos de 13 pupitres, el resto fue amontonado en las esquinas. Entre cada mesa hay más de un metro de distancia, apenas cuatro estudiantes por fila. La semana previa, Protección Civil desinfectó la escuela. También les dejaron hipoclorito para continuar la limpieza durante los días de evaluación.
“Se tomaron todas las medidas para que ustedes estuviesen aquí”, le dice Peña a los padres y representantes que esperan que sus hijos pasen a los salones. Hay rayas fluorescentes a lo largo del pasillo que orientan el distanciamiento. La institución elaboró un instructivo que fue enviado a los padres sobre las previsiones, cómo sería el proceso y cómo debían ir los estudiantes.
Los niños se miran entre ellos, algunos visten de uniforme. Mientras caminan hacia los salones, varios retrasan el paso, cada tanto una pausa y vuelven a avanzar. “El distanciamiento”, se escucha. “Cada quien tiene que tener su lápiz, sacapuntas, borra, porque no podemos pedirlo al compañero por medidas de seguridad”, les repite Peña.
Entran en fila al salón, uno a uno. Lucen extrañados, como si faltara algo más. Al sentarse ya las piernas no quedan flexionadas, las estiran. Quienes tienen guantes, se los quitan para responder la prueba que ya está en el pupitre. “Mamá, ¿y cuándo se va el coronavirus?”, leen.
“Yo que soy kinestésico, no sé qué haré”, dice el profesor Domingo García, encargado de aplicar a un grupo la prueba diagnóstica. Él también luce extrañado, después de 30 años dando clases, el confinamiento rompió su rutina de planificación de día a día en el plantel. “La escuela es un medio de contingencia”, es su respuesta sobre la necesidad del retorno a la escuela. Pero entiende que para eso deben garantizarse la medidas de bioseguridad.
Ahora el pensamiento está en cómo iniciar el año escolar 2020-2021. Peña cree que la atención será por grupos pequeños de entre 13 y 15 estudiantes por salón durante una semana, mientras que el resto continúa con actividades en casa. Luego la siguiente semana se intercambia. También han pensado en un modelo interdiario. “Tendrá que ser en doble modalidad: virtual y presencial”, asegura Peña.
Para el profesor José Castro es necesario evaluar la experiencia que empezó el 16 de marzo cuando comenzaron a atender a los estudiantes por teléfono, correo, WhatsApp. “Se trata de ver lo que funcionó y lo que no”.
Castro se hace muchas preguntas sobre el retorno: ¿Quién va a proporcionar el antibacterial y las mascarillas? ¿Cómo vamos a desinfectar cada día? ¿Quién va a tomar la temperatura? También tiene certezas: “En el recreo no podrán salir todos, tampoco podremos trabajar actividades grupales”.
“Tenemos que entrar en un discusión porque nadie tiene una respuesta clara, hay que tomar medidas que eviten el mayor riesgo posible”, opina Peña. Él ya adelanta un proyecto para pedir a España materiales de seguridad para la escuela: alcohol, mascarillas, gel antibacterial, entre otros. Fe y Alegría se encuentra en un proceso reflexivo sobre cómo será el nuevo año escolar.
Ya había una emergencia
“Entraríamos al proceso de reanudación de clases pero partiendo del contexto previo al coronavirus”, dice Olga Ramos, especialista en Políticas Públicas en Educación. Se refiere a la crisis de servicios y a la emergencia educativa que día a día interrumpía la rutina escolar.
En Venezuela, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) de 2018, “la regularidad en la asistencia es un privilegio que beneficia solo a la mitad de los escolarizados”. A diario, cientos de estudiantes no asisten o no reciben clases por falta de agua, alimentos, transporte, electricidad.
El Instituto Nacional de Estadística muestra en números este drama: de 2013 a 2017, unos 683.203 niños y adolescentes de inicial, primaria y media salieron de las aulas. La Unicef también reconoce el deterioro al afirmar en 2019 que un millón de niños están sin escolarizar.
“Además de las cosas que habría que hacer por el coronavirus, tendríamos que ver en qué condiciones estaban las escuelas antes de cerrarlas y el deterioro adicional que se ha producido”, dice Ramos. La evaluación a la que apunta consiste en revisar el estado de la infraestructura y los servicios, disponibilidad de los recursos pedagógicos y de oficina. Más un inventario del personal.
De volver al modelo de escuela que teníamos antes de la cuarentena, alerta Luis Bonilla, especialista en Políticas Públicas en Educación y exviceministro de Planificación Estratégica en Educación Universitaria, “va a haber problemas por las limitaciones en cuanto a dotación y recursos”.
Reconoce errores del pasado: “Se lo dije al presidente Chávez que era un error dar computadoras a los estudiantes —que, aunque era justo— si primero no estaban fortalecidas las escuelas”. Para Bonilla, era necesario dar capacidad tecnológica a los planteles, dotarlos de computadoras y conectividad. Bonilla se refiere al Proyecto Canaima Educativo, reconoce el esfuerzo de entregar millones de equipos, que según datos oficiales fueron 5.421.401. “No ha tenido suficiente impacto en la escuela”.
Hay un problema de actualización en las escuelas que hoy la pandemia ha puesto en evidencia, hay una presión para que sea capaz de estar actualizada. Hay que ir a un modelo de escuela que sea capaz, día a día, de incorporar la novedad si queremos que la escuela pública sobreviva”, destacó Bonilla.
El último proyecto tecnológico en educación que recuerda Bonilla fue un plan de 2011 cuando se pretendió un plan de cobertura de 100 % Internet en las universidades y que se planteó extender a las escuelas. En 2013 se frenó por la crisis económica del país. Bonilla no tiene datos sobre el avance del plan.
Con el modelo de educación virtual la desconectividad ha sido protagonista en las casas de los estudiantes. El 21 de abril Nicolás Maduro dijo: “El 44 % de los estudiantes tiene acceso a los contenidos educativos por internet”. Según el mapa de Seguimiento mundial de los cierres de escuelas de la Unesco, en Venezuela están afectados 8.989.863 estudiantes. Es decir, que 56 % de ellos no ha tenido acceso a las clases por Internet.
Esta es una de las preocupaciones de Bonilla, los estudiantes que han sido silenciados, que piden prestado equipos, que no se pueden conectar. Refiere que el país, como muchos de la región, no cuenta con una plataforma autónoma capaz de soportar a 1500 personas conectadas en el modelo de educación en casa.
“Esto es un problema que hay que resolver pronto. La pandemia nos encontró sin contenidos interactivos digitales, a mí me preocupa muchísimo, porque lo que hemos intentando hacer con el modelo de educación por televisión, no tiene nada que ver los principios de virtualidad”, expresa Bonilla. Quizá, piensa, experimentar con un modelo de radio y televisión educativa por Internet que permita la migración y acompañar la innovación del siglo XXI. También en el diseño de contenidos educativos interactivos, juegos, bibliotecas en línea.
Hasta el 30 de marzo, el Programa Cada Familia Una Escuela había llegado a 2,2 millones de estudiantes a través de la televisión. El 21 de abril Nicolás Maduro decidió convertir al canal nacional Vive TV en una plataforma escolar.
La nueva escuela
Es atender lo viejo y adaptar a los planteles a las nuevas necesidades y cambios tecnológicos. La aglomeración de estudiantes en el patio durante el acto cívico y los saludos en la entrada tendrán que ser modificados en el retorno a la escuela.
Para Ramos, hay que construir una cultura de relación y de dinámica social en las organizaciones educativas. “Lo primero es pensar cómo ir construyendo esa lógica con pautas que se puedan discutir en casa para que las familias tengan claro que llegar a la escuela no va a ser lo mismo de antes”.
La distribución de los estudiantes, piensa Ramos, dependerá de la capacidad del plantel y de su infraestructura, un diseño propio bajo pautas obligatorias dictadas por las autoridades. Además de una inversión para la dotación de insumos como termómetros, antibacterial, agua, mascarillas.
“La escuela ha cambiado mucho desde febrero de este año al desarrollo de la pandemia”, piensa Bonilla. Para iniciar un año escolar, todavía en pandemia, hará falta aplicar tres ejes: una consulta ciudadana sobre el tipo de educación que necesita el país en el marco de la pospandemia, qué tipo de modalidad se podría dar, las inquietudes de los padres y una consulta a los docentes sobre las necesidades educativas y en el aprendizaje.
La escuela del retorno vivirá la dualidad de educación virtual y educación presencial. Allí la importancia, en la palabras de Bonilla, de acelerar el sistema educativo para que sea capaz de acompañar la innovación. De manera que si es necesario un cierre, la continuación del año escolar esté asegurada.
Para ello, hay que convocar a los mejores talentos del país que trabajen en la actualización y en crear las condiciones. “La educación viene a ser una prioridad en el debate, que los políticos están llamados a dar”, sugiere Bonilla. Agrega: “Estamos a una década de un cambio radical y profundo que va a comenzar en 2021, en que sólo si logramos unidad en el país podemos enfrentar este desafío”.
En palabras de Bonilla el tipo de escuela que viene en el mundo en la pospandemia es distinta, acompañada de la aceleración tecnológica. “La escuela tiene que ser útil para los sectores económicos, pero también para la sociedad, en la medida que sea capaz de enseñar algo nuevo que se está generando”.
Centroamérica/El Salvador/25 Junio 2020/elsalvador.com
Carla Hananía de Varela explicó que Salud determinará cuándo volver a clases en salones en el sistema educativo nacional
La ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, explicó la mañana de este jueves en entrevista con Canal 12 que no hay claridad todavía sobre cuándo volverán los estudiantes a las clases presenciales en el país, debido al avance de la pandemia por el COVID-19.
“Estamos observando lo que sucede en El Salvador y fuera, y cómo otros países han abierto escuelas y han tenido que retroceder”, comentó la funcionaria, quien aclaró que “esta es una emergencia sanitaria, no educativa. Esto impacta en la educación, pero es el Ministerio de Salud el que va a decir en qué momento podemos llegar a las aulas sin peligro, sin riesgo a los alumnos y docentes”.
Puso de ejemplo que “supóngase que tengamos un milagro, y la pandemia empiece a descender rápidamente el próximo mes, y supongamos que podamos regresar en septiembre, octubre. No vamos a poder regresar de la misma manera, vamos a tener que ir por grupos y de manera gradual. Esto implica que vamos a seguir necesitando las otras plataformas de estudio, como Google Classrom, radio, televisión, las guías educativas. En eso estamos trabajando, en fortalecer estas modalidades de enseñanza, porque se van a quedar con nosotros”.
Aclaró además la ministra que les será imposible entregar una computadora por alumno, porque “El Salvador no lo va a poder financiar, es demasiado. Así que entregaremos una por familia, haciendo un estudio de las condiciones de la familia. No se trata solo de llevar tecnología, sino cómo llevarla. Las computadoras de los alumnos es un tercer momento, pues necesitamos los fondos para ello, no los tenemos en este momento”.
La Ministra aseguró que se han adquirido 9,000 computadoras en una primera fase, para lo cual se invirtieron 2.7 millones de dólares. Hananía dijo que ya iniciaron la entrega de estos equipos, y están priorizando a los docentes que cumplieron la capacitación de la plataforma Google Classroom, y más a quienes tienen enfermedades crónicas y arriba de 20 años de servicio.
Según la funcionaria, para el 22 de junio ya lograron capacitar a 30,708 docentes, es decir, un 67 % de los maestros del sector público, quienes ahora ya cuentan con el conocimiento para usar la plataforma educativa virtual Google Classroom.
Daños en centros educativos
El paso de la tormenta tropical Amanda y las lluvias que han afectado al país dejaron serios daños en la red de centros educativos. Hananía de Varela detalló que “son 537 centros educativos dañados, uno con daños mayores y otros menores, los más afectados son los que tienen taludes o centros de contención. Para repararlos necesitamos 13 millones de dólares”.
Finalmente, la funcionaria explicó que Educación no ha dejado de lado la alimentación de “una buena proporción de estudiantes que son de familias en pobreza extrema. Por eso hemos diseñado una entrega focalizada para 320,000 familias que están en extrema pobreza o con problemas de desnutrición”.
Fuente e imagen tomadas de: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/ministerio-educacion-regreso-aulas-grupos-gradual/727109/2020/
Alrededor del 60 por ciento de los franceses rechaza el regreso obligatorio de los niños a las escuelas y los colegios del país a partir del lunes, revela hoy una encuesta realizada por Odoxa-Dentsu Consulting.
De acuerdo con el sondeo realizado para el diario Le Figaro y la cadena Franceinfo, con la participación en línea de mil personas, para el 56 por ciento de los entrevistados se trata de una mala decisión, criterio que sube al 59 por ciento en los casos de padres.
En su discurso a la nación el domingo, el presidente Emmanuel Macron anunció la decisión como parte del impulso al desconfinamiento, ante los progresos en la lucha contra la Covid-19.
La respuesta de la población habría sido otra si el mandatario hubiese dejado a los padres escoger qué hacer con sus hijos, opinó a propósito de la encuesta el presidente de Odoxa, Gael Sliman.
El 11 de mayo, con el comienzo del desconfinamiento, inició el regreso paulatino a las aulas, con medidas como el respeto a la distancia entre alumnos, en aras de evitar el contagio con el coronavirus SARS-CoV-2.
De cumplirse lo señalado por Macron, todos los niños de las escuelas primarias y los colegios (nivel secundario) estarían en clases por dos semanas antes de las vacaciones, aunque al parecer muchos progenitores no los enviarían por el temor a la enfermedad.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, insistió en la necesidad del retorno a las aulas, salvo por problemas de salud.
De acuerdo con la ministra serán los gobiernos locales y departamentales junto a sus Secretarías de Educación y Salud quienes se encarguen de realizar las gestiones para garantizar que se cumplan los protocolos de higiene en cada una de las instituciones educativas y, así, ver cuál es el momento oportuno para regresar a las aulas.
La reanudación será gradual y dependerá de las condiciones de cada institución educativa. Cada cual tendrá que ver si reúne las características necesarias para que asegurar que los estudiantes no correrán riesgos.
Tendrán que garantizar el distanciamiento físico de dos metros, permanecer con dotación para realizar limpieza y desinfección de calzado, tomar la temperatura a todos los estudiantes, profesores y personal administrativo al ingreso al plantel, instaurar el uso obligatorio de tapabocas correctamente, entre otras medidas.
Así mismo las instituciones deberán contar con comités de seguimiento y acompañamiento.
Es importante resaltar que dentro de los lineamientos se descarta el regreso a la presencialidad de profesores mayores de 60 años y niños menores de dos años, pues estos hacen parte de la población que se considera más vulnerable al contagio de coronavirus.
La ministra Angulo resaltó que lo más importante para las familias y la comunidad educativa es la seguridad de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país, así mismo dijo que es importante que las instituciones educativas fortalezcan el aprendizaje desde casa.
Centroamérica/Puerto rico/18 Junio 2020/noticel.com
Una de ellas será alternar los grados por día, educación a distancia, o una combinación de ambos.
La gerencia del Departamento de Educación (DE) y representantes de organizaciones sindicales discutieron este lunes y martes el protocolo para el reinicio de clases en agosto, informó hoy el secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez.
Aunque no hay una determinación final de la modalidad para el regreso a clases y el proceso está en etapa de ajustes y borrador, Educación adelantó el plan a los gremios para que, en conjunto, pudiesen culminar la propuesta para el inicio del año escolar, sea de forma presencial, en línea o un híbrido.
“La administración del Departamento de Educación, en su interés para que todas las partes estén orientadas, discutió el plan con todos los representantes sindicales que agrupan a los empleados de la agencia. Es un proceso inclusivo, amplio y lo que persigue es tener las recomendaciones de estas organizaciones. Una vez finalicemos el plan, evaluaremos y presentaremos en las próximas semanas la propuesta final que, sobre todo, lo que busca es proteger la salud y seguridad de todos los miembros de las comunidades escolares”, puntualizó el secretario en declaraciones escritas sobre el cónclave con la Asociación de Maestros-Local Sindical, la Asociación de Comedores y el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores.
La propuesta de Educación para agosto incluye, entre otras medidas, la reducción de grupos de estudiantes, alternar los grados por día, educación a distancia o una combinación de estos posibles escenarios. Para esto, la agencia comenzó en mayo un plan de tecnología para maestros y personal adscrito a las escuelas en el que se adiestrará sobre el uso de las herramientas, como Teams y sus funcionalidades, así como orientaciones sobre la utilización adecuada de los equipos electrónicos (laptops y tabletas) y sus aplicaciones. Al terminar el proceso, el personal docente obtendrá una computadora para su trabajo; los estudiantes también recibirán un dispositivo electrónico.
Algunas de las medidas contenidas en el plan propuesto y en evaluación son:
· El lavado continuo de manos por, al menos, 20 segundos cada dos horas
· Evitar los saludos (besos, abrazos o apretones de mano)
· Promover el distanciamiento físico
· Uso de mascarillas; el DE tendrá para los empleados, aunque la exhortación es que cada persona tenga la suya propia
· Uso de desinfectante de manos; el DE proveerá en salones, baños y otros espacios, pero la recomendación es que toda la ciudadanía tenga uno
· Se prohíbe el uso compartido de materiales de trabajo como computadoras, teléfonos, escritorios, entre otros. En las excepciones, los empleados deberán desinfectar el equipo antes y después de su uso
· La oficina central mantendrá un monitoreo diario para identificar, si alguno, posibles síntomas de miembros de las comunidades escolares
· Reuniones, adiestramientos, seminarios y orientaciones se realizarán por la plataforma Teams
Las oficinas regionales, la oficina central y otros espacios con empleados administrativos o de comedores ya fueron desinfectadas y continuamente se limpian las áreas por el personal de mantenimiento del DE y el contratado. Además, se hará una solicitud de propuestas para administrar, a todos los empleados adscritos a las escuelas, las pruebas de detección de COVID-19. Al personal que ya está ubicado en las oficinas se les realizó la prueba molecular antes de reiniciar sus labores.
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