Europa /España/ 02.04.2018/ Fuente: www.hoy.es.
Cualquiera podría pensar que hay una relación directa de causa-efecto entre lo que se invierte en un producto y la calidad de este, que el coche es diferente, por ejemplo, si en su compra se han gastado 20.000 o 40.000 euros; y que el que cuesta más, es mejor.
Sin embargo, los números en Educación son otra cosa o, lo que es lo mismo, en el caso extremeño al menos, la relación causa-efecto no se está produciendo. Es decir, lo que la Administración está invirtiendo en las aulas no está conllevando mejores resultados académicos.
El Consejo Escolar del Estado ha hecho públicas recientemente sus recomendaciones para mejorar el sistema educativo tras chequearlo a fondo. De forma general, hace un llamamiento a los gobiernos para que recuperen la inversión destinada a Educación de antes de la crisis económica, un 5,2% del PIB, con el objetivo de alcanzar el 6% en los próximos años, y teniendo claro que el techo inversor debe elevarse hasta el 7%.
El objetivo, destinar más dinero para mejorar el sistema. Una asignatura pendiente en todas las comunidades autónomas del país, porque ninguna alcanza el 5%, excepto para Extremadura. Nuestra región bate todos los récords con un gasto de la Consejería de Educación equivalente al 7,54% del Producto Interior Bruto (PIB). Una cifra que no solo no alcanzan en el resto del país, sino tampoco en Europa. Lo datos económicos dados a conocer por el Consejo Escolar del Estado ponen de manifiesto que ni los grandes referentes educativos de la Unión, como son Dinamarca, Finlandia y Suecia, alcanzan el 7,54% extremeño. Están cerca, no obstante, especialmente el país danés con un 7,2%, como muestran los gráficos que ilustran esta información.
Además de en la clasificación del PIB, la comunidad autónoma tampoco está mal colocada en el ranking realizado en función del gasto por alumno. En este caso, si la media española sitúa el gasto medio por alumno en centros públicos en 5.169 euros y en 4.537 en los colegios privados, ambas cifras se elevan hasta los 5.881 y los 5.276 euros en Extremadura.
Algunas recomendaciones del Consejo Escolar del Estado
- Gasto
- Impulsar desde la Administración pública una política de eficiencia del gasto educativo y promover la formación de los directores de centro, entre otras cuestiones, en la gestión y control eficiente del gasto educativo.
- Inversión
- Recuperar la inversión destinada a educación de antes de la crisis económica, un 5,2% del PIB, con el objetivo de alcanzar, al menos, el 6% en los próximos años.
- Docentes
- Eliminación, con carácter permanente, de la tasa de reposición en el ámbito de la función pública docente; convocatoria de amplias ofertas de empleo público en todos los cuerpos docentes durante los próximos años para asegurar la prestación del servicio educativo en condiciones de calidad.
- Evaluaciones
- Que el Ministerio evite la inestabilidad entre los estudiantes publicando las características de las pruebas finales de Primaria, Secundaria y acceso a la Universidad con la suficiente antelación.
- ‘MIR’ educativo
- Que se estudie la posibilidad de un MIR educativo, cuyas condiciones serán debatidas por todos los agentes sociales implicados y la comunidad educativa.
No obstante, no es la comunidad con mayor gasto por alumno en el conjunto del país, aunque sí se encuentra en la parte alta de la tabla. Por encima están los casi 9.000 euros del País Vasco, los más de 6.000 que destinan Navarra, Galicia, Cantabria y Asturias, y también los 5.981 euros en los centros públicos de Castilla y León.
Sin embargo, la realidad desvela que los resultados académicos que obtienen los alumnos extremeños no están en sintonía con la inversión educativa.
Los resultados
El indicador más habitual es, por su trascendencia global y por su amplia muestra, el informe PISA. Y el último señaló que, aunque los resultados suponían una leve mejoría con respecto al anterior, Extremadura está a la cola en Ciencias, Matemática y Lectura junto a Canarias y Andalucía.
Por el contrario, Castilla y León, Madrid y Navarra son las comunidades que copan los primeros puestos en España, uno de los 72 países participantes (35 miembros de la OCDE y 37 países asociados) en esta evaluación que se realiza cada tres años y que, de nuevo, volverá a repetirse este 2018 y Extremadura, como ha anunciado ya la Consejería de Educación, volverá a participar.
El rendimiento del alumno también se refleja en lo que el Consejo Escolar del Estado llama tasa de idoneidad, el porcentaje de estudiantes que están en el curso que les corresponde dada su edad, es decir, los que no han repetido curso. Y en esta clasificación, Extremadura también sale mal parada. Entre los escolares de 10 y 12 años, la región no alcanza la media nacional, como tampoco lo hace con los de 15 años. Solo en lo referente a los alumnos de 14 años, con una tasa de idoneidad del 71,2%, está por encima ligeramente de la media nacional.
No obstante, además de inversión y resultados, para analizar la realidad educativa de un territorio hay que tener en cuenta otros muchos parámetros. Entre ellos, sin duda, su realidad socioeconómica y su dispersión geográfica. Y en el caso de Extremadura es preciso resaltar la apuesta de la Consejería de Educación por mantener las escuelas rurales, aulas con un número de alumnos muy por debajo de la ratio establecida. Una situación que seguro que introduce algún elemento de ineficiencia en el gasto, pero una medida con la que se contribuye al sostenimiento del territorio.
En cualquier caso, porque inversión y resultados académicos no van de la mano, y porque es conveniente acercarlos, el propio Consejo Escolar del Estado introduce en sus recomendaciones que el gran reto es el de la eficacia y eficiencia, el de la gestión adecuada de los recursos. Para ello solicita a las administraciones que impulsen «una política de eficiencia del gasto educativo» para la que sería necesario formar «a los directores de centro, entre otras cuestiones, en la gestión y control eficiente del gasto».
Otros estudios, como ‘Eficacia, eficiencia y equidad educativas en las comunidades autónomas. Financiación pública y políticas de mejora’, elaborado en la Universidad Camilo José Cela por Francisco López Rupérez -anterior presidente del Consejo Escolar del Estado-, exponen también otras propuestas a tener en cuenta por los gestores docentes para mejorar lo que se tiene, para sacar mayor rendimiento de lo que se dispone. Y una de las líneas a seguir, no la única que se recoge en el documento, es potenciar las medidas encaminadas a los alumnos socialmente desfavorecidos. En el caso de Extremadura, una línea a estudiar si se tiene en cuenta que en la región los escolares cuyas familias tienen pocos recursos económicos suspenden más.
Las notas y el dinero
Esta última cuestión acaba de ser estudiada de modo pormenorizado en un informe pionero. Lo firman Rosa Simancas y Gabriela Sicilia, profesoras de las universidades de Extremadura y Autónoma de Madrid, respectivamente, y se titula ‘Equidad educativa en España: comparación regional a partir de PISA 2015’. Su principal aportación es que por primera vez proporciona datos por comunidades autónomas sobre desigualdad y equidad educativa, dos conceptos relacionados pero no equivalentes. «La desigualdad educativa -explican las autoras- implica dispersión (variedad) en los resultados académicos, y por tanto, no supone necesariamente un aspecto negativo del sistema educativo». «Por el contrario -añade-, hablaríamos de inequidad del sistema educativo si las diferencias en las circunstancias socioeconómicas de los alumnos fueran las causantes de tal dispersión».
El estudio concluye que en términos generales, los estudiantes de las comunidades autónomas con más alto nivel socioeconómico obtienen mejores calificaciones, y al revés, aunque hay excepciones. Principalmente dos: Galicia y Castilla y León, que obtienen los resultados más altos en promedio pese a no presentar los niveles socioeconómicos más elevados. De hecho, Castilla y León es la mejor región de España en este y otros análisis sobre la materia. Limita con Extremadura, pero en lo que a sistema educativo se refiere, le saca una ventaja amplia. En el informe PISA 2015 -el primero en el que participaron todas las autonomías- obtuvo un 527 como puntuación media en Ciencias, la nota más alta de España, mientras que Extremadura se quedó en 494 (solo un punto más que la peor, Canarias). Para situarse: PISA, que examina a alumnos de 15 y 16 años, considera que treinta puntos de brecha -y entre extremeños y castellanoleoneses hay 33- equivalen a un curso lectivo de diferencia.
Los matices
En lo que sí está mejor la región que la media es en la nota global sobre equidad. Es decir, el nivel socioeconómico de los estudiantes condiciona sus calificaciones menos que en el conjunto del país. O visto de otra forma: en la región, obtienen peores notas que la media nacional todos, independientemente de su nivel socioeconómico.
Para medir la equidad, el informe publicado por las fundaciones Ramón Areces y Europea Sociedad y Educación toma como referencia el ISEC (Índice Social, Económico y Cultural). Se obtiene a partir de los cuestionarios que alumnos, padres, profesores y directores de centros elaboran para el PISA, y tiene en cuenta principalmente tres factores: el nivel educativo de los padres medido según los años de escolarización, el trabajo que tienen los progenitores y el número de recursos formativos y culturales que hay en el hogar, como libros o dispositivos digitales, entre otros.
Este valor permite a las autoras relacionar nivel soecionómico y resultados académicos. El entorno socioeconómico condiciona el rendimiento académico de once de cada cien alumnos. La tasa nacional es del trece, y los extremos los marcan Galicia (6 por ciento ) en el lado positivo y Murcia (17) en el negativo.
Por el contrario, Extremadura presenta el segundo porcentaje más bajo del país de alumnos resilientes, que son aquellos que logran sobreponerse a su origen socioeconómico desfavorable obteniendo altos niveles de desempeño», según definen Sicilia y Simancas.
En el capítulo de conclusiones, las autoras del estudio sitúan a Extremadura, junto a Andalucía, en el capítulo de regiones con elevados niveles de desigualdad y equidad. «Las mejores estrategias para incrementar el rendimiento promedio -aconsejan- serían aquellas diseñadas como intervenciones educativas mixtas, centradas tanto en alumnos de bajo rendimiento como en alumnos desfavorecidos».
Fuente de la noticia: http://www.hoy.es/extremadura/cuentas-salen-educacion-20180401002301-ntvo.html.