Los solteros de Japón ya no se pueden conocer en bares, sino en Zoom. Y están contentísimos

Las restricciones impuestas durante la pandemia han transformado nuestras relaciones sociales de arriba a abajo. Eso también incluye al amor. El uso de aplicaciones como Tinder se ha disparado en buena parte del mundo. Miles de parejashan pasado meses sin verse. En Japón, país de excepcional soltería, la epidemia ha puesto en jaque los tradicionales puntos de encuentro para las citas y las reuniones románticas.

Y al parecer, los japoneses están contentísimos con ellos.

Al alza. Lo cuenta este reportaje de The Washington Post. Cerrados los bares, las empresas dedicadas a encontrar pareja para los millones de solteros japoneses han optado por alternativas telemáticas. La más popular es Zoom. Donde antes dos interesados se conocían en persona, frente a un plato de comida o a una bebida, ahora lo hacen desde sus casas, por videoconferencia. Las agencias locales hablan de un pequeño y feliz boom.

Tímidos. Los japoneses tienden a ser tímidos. Y que las videoconferencias eliminan los laboriosos protocolos de las reuniones físicas. «Para quienes son más reservados, la posibilidad de reunirte desde tu castillo, desde tu casa, lo hace todo más sencillo, mucho antes que verte superado por un sitio extraño y lleno de gente», explica un afortunado hombre de 31 años que se acaba de casar con una mujer a la que conoció por Zoom.

Tendencia. No hay datos oficiales, pero decenas de miles de personas recurren anualmente a empresas dedicadas profesionalmente a emparejar a japoneses. Es algo más que Tinder: es un agente del amor, del mismo modo que un agente inmobiliario te ayuda a navegar en las oscuras aguas del mercado de pisos. Muchas de estas empresas organizan reuniones grupales de solteros interesados en conocer a otra gente. Son encuentros útiles para romper el hielo y evitar las incomodidades del cara a cara.

La distancia social, en fin, triunfa en Japón.

Arreglos. Es una peculiaridad cultural. El volumen de jóvenes solteros es tan alto que los padres se involucran en el hallazgo de un esposo como pudieran hacerlo siglos atrás. Son ya frecuentes las reuniones de celestinos que acuden a fiestas privadas y exclusivas, a razón de $100 la entrada, con el perfil de sus hijos. Hablan con otros padres en similares situaciones, intercambian perfiles y arreglan una cita entre ambos pretendientes.

Intervencionismo. El amor no es un accidente en Japón, ni siquiera un destino seguro por más que se busque. De ahí que junto a las agencias privadas y a los propios familiares, el estado se haya puesto manos a la obra. En 2017, más del 50% de municipios de Japón habían organizado «citas grupales» en las que habían participado 376.000 personas. Fueron un pequeño éxito, logrando más de 6.100 matrimonios. Si el mercado funciona de manera imperfecta, aparecen las autoridades.

Se trata de la cultura del celestino, institucionalizada a todos los niveles de la vida pública. Es al fin y al cabo una política demográfica. Prefecturas rurales y envejecidas como Saga ejercen de cupidos atrayendo a mujeres jóvenes y urbanas a base de futuros maridos y rebajas fiscales.

Gravedad. Cuesta culparles. En 1950, apenas un 1% de los hombres japoneses se declaraba soltero. El porcentaje hoy supera el 23%. La situación es especialmente preocupante entre los jóvenes. En 2015, el 47% de los hombres y el 34% de las mujeres entre los 30 y los 34 años no se habían casado. El porcentaje superaba el 70% para los varones entre los 25 y los 29 años. Y no es que los japoneses simplemente hayan abandonado el altar: el 70% de los solteros hasta los 34 años no tenía pareja.

Ni sexo. El 42% y el 44% de los hombres y mujeres solteros por debajo de los 34 sigue sin haber tenido relaciones. Japón es el país más asexual del planeta. Una losa demográfica en una nación envejecida, donde 450.000 personas más mueren al año de las que nacen. Un ocaso poblacional que podría reducir un 40% su población a mitad de siglo.

Fuente: https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/solteros-japon-no-se-pueden-conocer-bares-sino-zoom-estan-contentisimos

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Nuevo revés para las restricciones al aborto legal en Estados Unidos

América del Norte/ Estados Unidos/ 30.06.2020/ Por: Celeste Murillo/ Fuente: www.laizquierdadiario.com.ve.

La Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de las restricciones al aborto legal que instalaba una ley del del estado de Louisiana. Nuevo revés para Donald Trump y la agenda contra las mujeres y personas LGBT.

El lunes, la Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de una ley de Louisiana que restringía el acceso al aborto legal en el estado. Este fallo es el primero desde el nombramiento de dos jueces conservadores, herramienta clave para la agenda ultra conservadora que apoya el gobierno de Donald Trump en materia de derechos. La Casa Blanca reaccionó al fallo con un comunicado en el que se refirió a la medida como «desafortunada» y que «devalúa» el valor de la vida del “niño por nacer”.

En Estados Unidos, el aborto legal está garantizado desde 1973 por el fallo de la Corte Suprema en el caso Roe versus Wade. Pero desde esa misma fecha, las iglesias cristianas y la derecha conservadora han intentado recortarlo. Durante las últimas décadas se impulsaron más de 1200 restricciones al derecho a decidir de las mujeres, y casi el 30 % fueron promulgadas de 2010 en adelante (es decir durante las administraciones de Barack Obama y la actual de Donald Trump).

Este fallo se da en un contexto en el que el acceso al aborto legal está en la mira. A los recortes provocados por las restricciones estatales se le sumaron los obstáculos que resultan de la crisis sanitarias provocada por el Covid-19. Esa combinación resulta un escenario muy complicado para la mayoría de las mujeres que deben interrumpir un embarazo durante la pandemia. El Guttmacher Institute, que sigue de cerca la situación del aborto legal en Estados Unidos, estima que la mitad de todas las mujeres del país vive en estados que son hostiles al derecho al aborto legal.

Nadie quiere salir en la foto con Donald Trump

La decisión de la Corte es un revés para Donald Trump que atraviesa un momento crítico de su administración, signado por las protestas contra el racismo y la crisis económica. No es la primera, a mediados de junio, se conoció el fallo que impedía la discriminación por identidad de género y orientación sexual en el lugar de trabajo y el que apoya el programa de los llamados dreamers, hijos e hijas menores migrantes.

La Corte Suprema cuenta hoy con mayoría conservadora pero eso no significa luz verde para la agenda de la ultraderecha. El fallo contra la ley de Louisiana, que buscaba restringir el acceso al aborto legal obligando a las clínicas que realizan abortos a tener acuerdos derivación automática a hospitales de mayor complejidad. De haber sido aprobada hubiera significado el cierre completo de dos tercios de ese tipo de clínicas en el estado.

La ley que votó la legislatura estatal de Louisiana en 2014 obligaba a clínicas y profesionales que realizan interrupciones legales del embarazo a tener un permiso de derivación a hospitales de alta complejidad en un radio de 50 kilómetros. Esto complicaba a los centros de salud alejados de los grandes centros urbanos. Con la excusa de garantizar la atención médica se buscó reducir la cantidad de clínicas y así restringir el acceso a un derecho.

Política oficial

El gobierno de Donald Trump se involucró de forma directa en la campaña contra el acceso al aborto legal desde su asunción. Una de las primeras órdenes ejecutivas que firmó como presidente fue la que prohíbe el uso de fondos públicos para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto legal en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que Barack Obama había cancelado.

En 2017, por primera vez, un miembro del poder Ejecutivo en funciones participó de la llamada “Marcha por la vida”. El vicepresidente Mike Pence, ultraconservador y conocido por su perfil homofóbico y opositor al derecho de las mujeres a decidir, fue el primer vicepresidente de EE. UU. en funciones en encabezar la marcha en Washington contra el derecho al aborto.

El intento de restringir el aborto legal en Louisiana no es el primero. En 2016, una prohibición en el estado de Texas había llegado a la Corte Suprema con un objetivo similar: revertir el fallo Roe vs. Wade que legalizó el derecho al aborto en Estados Unidos. El argumento para fallar contra esas restricciones es similar: no existen beneficios para la salud de las pacientes y representa un obstáculo al acceso a un derecho.

Louisiana es uno de los estados con más prohibiciones relacionadas con la salud reproductiva. La ley de derivación automática es una de las 89 restricciones estatales promulgadas desde 1973. Estas medidas impactan sobre todo en la mujeres pobres, que no pueden pagar prácticas privadas, viajar a otros estados y otras formas de sortear los obstáculos al aborto legal.

El otro debate sobre el que deberá pronunciarse la Corte Suprema es la cobertura de métodos anticonceptivos. Bajo el plan de salud impulsado por el expresidente Barack Obama, las iglesias e instituciones educativas religiosas estaban exentas de proveer cobertura médica que fuera en contra de sus creencias. Esa concesión permitía a los empleadores religiosos no garantizar acceso a los métodos anticonceptivos, pero no prohibía que los agentes de salud los proveyeran.

La administración de Trump y la ONG católica Little Sisters of the Poor llevaron el caso al Tribunal Supremo. Buscan extender las exenciones para todos los empleadores que no quieran brindar cobertura de anticonceptivos por motivos religiosos. Si la Corte fallara a favor de Trump, se estima que entre 70 mil y 126 mil mujeres podrían perder acceso a anticonceptivos mediante su cobertura médica.

Advertencia

Las organizaciones feministas y que defienden los derechos reproductivos de las mujeres y las personas con capacidad de gestar recibieron el fallo como una victoria. Sin embargo, alertaron sobre nuevos avances contra el aborto legal.

Es una advertencia adecuada: desde que se reconoció el derecho de las mujeres a decidir en 1973, muchos estados avanzaron en restricciones y prohibiciones. Se estima que en Estados Unidos, 29 estados tienen legislaciones hostiles al derecho al aborto y 6 de cada 10 mujeres en edad reproductiva viven en estos estados.

El aborto legal es la única garantía para el acceso igualitario a un derecho elemental. Cualquier retroceso no significará menos interrupciones voluntarias sino más desigualdad: solo aquellas mujeres que puedan pagarlos accederán a abortos seguros. El resto será arrojado a la clandestinidad y los riesgos para la salud.

Fuente de la noticia: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Nuevo-reves-para-las-restricciones-al-aborto-legal-en-Estados-Unidos

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Las leyes de datos de la UE ponen en riesgo las colaboraciones de investigación de China

Asia/China/.universityworldnews.com

Universidades en Europa que comparten datos de investigación con instituciones en China podrían violar las nuevas leyes de la Unión Europea sobre protección de datos, dijeron expertos legales en una advertencia que podría tener un impacto en las colaboraciones de investigación Europa-China, particularmente en el campo médico y algunas áreas de inteligencia artificial. 

El nuevo Reglamento general de protección de datos de la UE (GDPR), que entró en vigor en mayo, establece normas estrictas para el uso de datos personales, incluidas todas las áreas de investigación académica y científica, y abarca la transferencia de datos fuera de la UE, incluida China.

«El camino es algo accidentado cuando se trata de compartir datos personales en colaboraciones de investigación con China», dijo Henk Kummeling, rector (rector magnificus) de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos y profesor de derecho, economía y gobierno. 

La cooperación en el campo académico con China «ofrece oportunidades únicas, pero también riesgos cuando se trata del manejo de datos, especialmente datos de investigación personal», dijo en un seminario sobre cooperación Europa-China celebrado en Oxford en el Reino Unido el 1 de octubre. 

Stijn van Deursen, investigador de la Universidad de Utrecht, dijo que el GDPR se aplica al uso de datos personales en la investigación y cubre el procesamiento de datos, incluida su distribución y eliminación, con las normas de la UE que hacen que el investigador y la universidad sean responsables del control de los datos y de cualquier Violaciones de la GDPR.

«El principal objetivo [de la GDPR] es garantizar la protección del régimen de la UE que viaja con los datos, donde sea que vayan los datos», por lo que las protecciones se conservan incluso si los datos se comparten o utilizan fuera de la UE con terceros países, dijo . 

Acuerdos vinculantes con terceros países

Con respecto a terceros países fuera de la UE, las normas de protección deben establecerse en acuerdos vinculantes y deben ser reglas «que no puedan verse afectadas por el poder del estado», dijo Van Deursen. 

Algunos países, como Australia, ya han indicado que se ajustarán al régimen GDPR de la UE y Japón ha anunciado que también pondrá sus propias leyes en línea con el GDPR. 

Pero Kummeling señaló un posible «choque cultural» con China. La UE consagra derechos individuales, por ejemplo en sus leyes y en el nivel constitucional, pero en China «está en algún lugar en la legislación pero no en la constitución, y en la medida en que está en la constitución [china], una pequeña parte, es No es legalmente vinculante ”, dijo. 

De acuerdo con la nueva ley, el consentimiento para el uso de datos personales debe obtenerse y el consentimiento «debe ser explícito y dado libremente». Los datos solo se pueden transferir si no son «repetitivos» y «se refieren solo a un número limitado de personas interesadas».

«Los datos personales son cualquier tipo de datos que se pueden rastrear directa o indirectamente a un individuo, una persona viva natural, una definición muy amplia que también cubre los datos cubiertos en un contexto de investigación», dijo Van Deursen, agregando que la regulación de la UE es particularmente estricto en la información personal sensible que puede revelar preferencias religiosas o sexuales. 

Problema de la supervisión independiente

«Mirando a través de este lente en China, vemos algunos problemas que podrían obstaculizar la cooperación en la investigación», dijo Van Deursen. «No existe un marco coherente [en China] con respecto a la protección de datos personales», como sería requerido por la UE. Más particularmente, algunos organismos públicos chinos están excluidos del alcance de las propias regulaciones de China.

«China tampoco tiene una autoridad de supervisión independiente, lo que sería problemático desde el punto de vista de la UE, y derechos de datos menos exigibles para los sujetos en comparación con la UE, como el derecho a la corrección y el derecho a no ser olvidado», dijo Van Deursen. 

«El estado de derecho parece estar menos establecido en China», señaló. «Muchos acuerdos concertados entre universidades e investigadores pueden verse afectados por todo tipo de fuerzas gubernamentales, lo que, por supuesto, reduce las posibilidades de establecer salvaguardas para garantizar la protección de datos», dijo en el seminario. 

Dentro de China, las regulaciones se hicieron públicas en abril.Todos los datos deben enviarse a los centros de datos del gobierno chino, lo que «desde una perspectiva de protección de datos también es un desarrollo muy preocupante», dijo Van Deursen. Las normas de la UE dicen que el uso de datos debe ser supervisado por una «autoridad independiente en el país de origen». 

La ley de protección de la información personal de China está actualmente pendiente ante el Congreso Nacional Popular de China, que los investigadores chinos creen que cumplirá con los requisitos del GDPR.

«No estamos muy seguros de eso», dijo Kummeling, señalando los estrictos requisitos de GDPR, «pero lo que sí estamos seguros es que esta nueva legislación en China no entrará en vigor antes del año 2023, así que mientras tanto puede estar seguro de que habrá problemas en la evaluación de la transferencia de datos personales dentro del marco legal de la UE y también en el intercambio de investigaciones ”. 

Las normas existentes sobre datos personales en China permiten el consentimiento implícito o silencioso del uso de datos que sería inadecuado desde la perspectiva de la UE. 

«Las instituciones de investigación no son plenamente conscientes de cuáles serán las implicaciones del GDPR», reconoció Van Deursen. Pero «el paso más importante es decidir qué son los datos personales y cuáles no».

Donde la investigación involucra datos personales, «entonces es muy problemático compartir con China. Debe dejar de compartir datos con China o con cualquier otro país que no coincida con las normas de la UE «.

Fuente: http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20181005135517574

Imagen tomada de: http://www.netimperative.com/wp-content/uploads/2015/06/eu-data.jpg

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Racismo y restricciones, el otro lado de Corea del Sur

Redacción:La Silla Rota

Corea del Sur tiene muchos mejores índices de crecimiento y prosperidad, pero también tiene un lado plagado de racismo y nacionalismo extremo

Para ser un país tan pequeño —ocupa el puesto número 109 en el mundo en cuanto a área total, justo detrás de Islandia— Corea del Sur es uno de los países con la economía más floreciente.

Con un PIB de US$38.000 per cápita, según datos de la OCDE, su economía supera a países como España o México y se coloca muy cerca del nivel de potencias europeas como el Reino Unido.

El éxito económico surcoreano se debe en parte a un tejido empresarial competitivo, inversión extranjera y un sistema educativo competente.

Todavía está lejos de alcanzar el patrimonio Estados Unidos, pero en 50 años los ingresos medios de sus habitantes han recortado la distancia con el ciudadano medio estadounidense en un 60%, según la misma fuente.

Ciertamente, Corea del Sur tiene muchos mejores índices de crecimiento, prosperidad y democracia que su vecina Corea del Norte, pero también tiene un lado más oscuro, especialmente en cuanto a la recepción de inmigrantes, por razones humanitarias o no, dio a conocer BBC Mundo.

Nacionalismo étnico

Corea del Sur ha sido una nación tradicionalmente homogénea étnicamente, una condición impulsada desde un nacionalismo étnico muy arraigado que se extiende también a los coreanos del norte de la península.

Este patriotismo exacerbado se remonta a miles de años atrás, durante el nacimiento de la nación y de lo que se llama minjok, la raza coreana.

Pero fue la ocupación japonesa que vivió la península en gran parte de la primera mitad del siglo XX la que hizo resurgir un nacionalismo moderno de corte más moderno y, si cabe, más polémico.


«Es un nacionalismo de ‘sangre y tierra’ como el que se puede encontrar en otros países», explica a BBC Mundo Steve Denney, experto en estudios Asiáticos de la Universidad de Toronto.

Es, dice, como cualquier buena tradición nacional o historia nacionalista, «una invención destinada a justificar una causa política. En este caso, la soberanía del estado-nación coreano».

La península coreana estuvo bajo dominio nipón entre 1910-1945 y era considerada «colonia japonesa» hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Miller, el doctor que antes valoraba la calidad de la democracia en el país, no ve particularidades destacables en el caso surcoreano.

Él sostiene que, efectivamente, nació como una respuesta a la colonización japonesa pero también influenciado por las corrientes sobre racismo, socialismo darwiniano y nacionalismo étnico que a finales del XIX y principios del XX llegaban desde Europa y fueron filtradas por Japón durante la ocupación.

«El nacionalismo étnico coreano y japonés tiene muchas similitudes y se centra en ideas como linajes sanguíneos y razas únicas, pero no es algo único de Corea del Sur, puede verse en otro lugares».

Pureza de la raza

Pero es precisamente este tipo de nomenclatura, con alusiones a sangre y razas, lo que hace ver este nacionalismo con desconfianza. Hasta hace muy poco en Corea del Sur se usaba de forma institucionalizada el término danil minjok para referirse a la «raza pura» coreana.


«Es la idea de que Corea ha mantenido su yo distintivo y racialmente ‘puro’ al rechazar a los invasores, evitando así la disgregación de su linaje sanguíneo con extranjeros. Implica que Corea es y debe seguir siendo un país étnicamente homogéneo», aclara Denney.

Cuando se le pregunta si esa idea de raza puede ser equiparada con la de raza aria, Denney reconoce que «es en gran medida comparable con otras concepciones de pureza étnica y nacionalismos étnicos de todo el mundo».

Tras el fin de la ocupación, surcoreanos y japoneses tardaron 20 años en restablecer relaciones pero ahora son importantes socios comerciales. Presidente surcoreano Moon Jae-in y el primer ministro de Japón Shinzo Abe.

Durante décadas el mito de una raza pura fue enseñado en la escuelas. Lo explica en un artículo de opinión de el New York Times el surcoreano Se-Woong Koo, editor de un periódico en el país que recibió parte de este adoctrinamiento cuando era niño para justificar la «unidad nacional».

En 2007, una convención de la ONU para eliminar el racismo instó a Seúl a prohibir el uso de esa terminología alegando que «el énfasis puesto en la homogeneidad étnica de Corea puede representar un obstáculo para la promoción del entendimiento de la tolerancia y la amistad entre los diferentes grupos étnicos y nacionales que viven en su territorio».

Pero Koo recuerda en su artículo que los problemas persisten. A pesar del llamado de atención de Naciones Unidas, en 2009 hubo un famoso caso en los tribunales en los que un hombre indio acusó de racismo a un surcoreano.

También en 2017 hubo una polémica por un indio al que se le negó la entrada a un bar de un famoso distrito de la capital del país que reconoció negar la entrada a ciudadanos de ciertos países.

Y hace muy poco, una reciente crisis con refugiados yemeníes, un país en guerra civil desde hace más de tres años y en estado de hambruna, ha puesto de manifiesto el clima antiinmigración de Corea del Sur que se puede ver en parte de la población y también ciertas medidas que ha adoptado el propio gobierno.

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Adictos al trabajo

Los surcoreanos están tan acostumbrados a estudiar -el país tiene el nivel de educación más alto de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ya que el 98% de la población ha completado la educación secundaria y el 63% ha obtenido educación universitaria- que no pueden dejar el hábito una vez se han unido a la fuerza laboral.

Según este mapa poco convencional de thedoghousediaries, Brasil establece el estándar por los títulos de la Copa del Mundo de la FIFA y Corea del Norte ocupa el primer lugar en la categoría de «censura», pero Corea del Sur se lleva la corona por la cantidad de adictos al trabajo que hay entre su población.

Esto puedes verlo en cualquier ciudad coreana, donde las luces en los edificios permanecen encendidas hasta altas horas de la noche, mientras los empleados trabajan en exceso.

Según información recogida en 2012 por el Ministerio de Estrategia y Finanzas de Corea del Sur, los surcoreanos trabajan 44,6 horas a la semana, en comparación con el promedio de la OCDE de 32,8.

Borrachera de negocios

Cuando no están trabajando, los coreanos celebran sus últimos logros, o ahogan sus penas en soju.

Mientras muchas de las principales compañías están tratando de refrenar la cultura del trabajo/bebida, aún hay muchos jefes que arrastran a sus equipos a beber demasiadas rondas de «bombas» de soju/cerveza/whisky.

Quienes deciden no participar son tachados de maleducados o totalmente aburridos.

Sí, Japón y otros cuantos países podrían afirmar tener participación en esta categoría, pero Corea del Sur cuenta con estadísticas que respaldan el alarde de la visita a los bares.

El jinro soju fue el licor más vendido en el mundo el año pasado, por undécimo año consecutivo; su país de origen representó la mayoría de las ventas.

El fabricante surcoreano de licor destilado de arroz se vendió más que el vodka Smirnoff, el cual ocupó el segundo lugar con 37,48 millones de ventas.

Políticas restrictivas

Tras la llegada de más de 552 ciudadanos de Yemen entre enero y mayo de este año, Corea del Sur eliminó al país de una lista de estados que no necesitan visa para pisar territorio surcoreano. También ha bloqueado la salida de refugiados de la isla de Jeju, una zona libre de visa para ciudadanos de casi todo el mundo y habitual destino turístico.

La llegada de ciudadanos yemeníes a Corea del Sur en los últimos seis meses es mucho mayor que en los últimos 20 años.

La población local reaccionó a la oleada de inmigrantes lanzando una petición online que obtuvo más de medio millón de firmas en apenas dos semanas. Los firmantes exigían al presidente Monn Jae-in, en su día defensor de derechos civiles, que elimine o modifique la concesión del estatus de refugiado.

El Ministerio de Justicia, en una clara respuesta a las demandas de la gente, dijo que endurecerá las leyes para evitar que los inmigrantes «se aprovechen del sistema de protección de refugiados por razones económicas o de residencia para aliviar las preocupaciones de la población».

Pero la actitud de los surcoreanos ante los refugiados, no sorprende a quien, como Koo, conocen la relación histórica del país con los inmigrantes.

Refugiados

De acuerdo con un reporte del Foro Económico Mundial, que usa datos de Amnistía Internacional de 2016 (los más actuales), el país asiático dista en más de 20 puntos de otros como Alemania, España, Reino Unido o incluso de la vecina China a la hora de recibir refugiados.

En el mundo hay 68.5 millones de personas desplazadas por motivos forzados, 25,4 millones de refugiados y más de tres millones de personas buscando asilo (ACNUR 2018).

Corea del Sur pasó a formar parte de la Convención del Estatuto del Refugiado en 1992, aunque empezó a aceptar solicitudes en 1994. Desde entonces, según datos de Human Rights Watch (HRW), solo ha aprobado el 2,1% de las solicitudes de asilo de ciudadanos que no son coreanos. La cifra no incluye a los norcoreanos que se rigen por un índice distinto.

Esto significa que de 40.470 solicitantes solo a 839 se les otorgó el estatus de refugiado.

Vestigios del pasado

El doctor Miller dice que resulta sorprendente que la idea de raza pura, instalada en los años 20 del siglo pasado y superada (hasta cierto punto) en la cultura occidental donde se originó, haya pervivido hasta hace poco en este país.

Pero encuentra dos explicaciones.


«En parte se debe al legado del régimen autoritario que hubo en Corea del Sur hasta finales de los 80 y que usaba ese tipo de discurso. Otra razón es que hasta los 90, no había muchos extranjeros. Es a partir de entonces que el país tiene que decidir si definirse como una sociedad de raza pura o multicultural».

El país optó hace unos años por el multiculturalismo o damunhwa, como se lee en los documentos oficiales. Pero se refiere sobre todo al matrimonio de coreanos con extranjeros.

Ahora, la crisis con los refugiados, las nuevas medidas anunciadas por el Ministerio de Justicia y las protestas en las calles de Seúl con gente llevando pancartas que pedían a los solicitantes de asilo que se fueran, están levantando ciertas dudas sobre lo dispuestos que los surcoreanos están preparados a abrirse a otras culturas.

Protestas en Seúl en junio contra la llegada de inmigrantes a los que acusan de ser falsos refugiados y les piden que regresen a su casa.

Porque los niveles de recepción de extranjeros no solo afecta a quienes solicitan un estatus de refugiados, sino a ciudadanos de otros países.

Los residentes no nacidos en ninguna de las dos Coreas no son más que dos millones en una población de 51 millones, de acuerdo con el censo de 2014. Es apenas un 4%, un porcentaje muy bajo comparado con otros países.

Y pese a que las parejas multirraciales (o de sangre mixta como se decía hasta 2007) dice Denney que ya no son un tabú y van en ligero aumento, sí pueden levantar las miradas de algunos, llamando más la atención aquellas personas con un color de piel más oscuro, me confiesa una colega surcoreana que estudia una maestría en Londres.

«Pero la aceptación de gente de otra raza y con un color distinto de piel, depende de las personas, como en todos lados», defiende Jiye Choi.

Fuente: https://lasillarota.com/corea-del-sur-lado-oscuro-nacionalismo-racismo/237910

 

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