En primera persona: «He dado positivo, usado Radar Covid y no ha servido para nada»
Mario González, un joven mallorquín, cuenta su experiencia con la ‘app’ Radar Covid tras su positivo. Tardó un día en recibir el código y sus contactos estrechos, hasta ocho días en recibir alerta
Me llamo Mario, tengo 30 años, vivo en Mallorca y el pasado martes 15 de septiembre me dieron el resultado de mi PCR: soy positivo por coronavirus. Todo empezó unos días antes, sobre el 9 de septiembre, cuando comencé a sentir cansancio y dolores de cabeza. Lo atribuí al trabajo, estaba con jornadas de 12 horas y durmiendo muy poco, pero la cosa fue a más. Dos días después, llegó la tos. Tampoco le di más importancia, no eran síntomas fuertes ni tenía fiebre. El domingo fui con mi chica, con la que vivo, y un amigo a comer, pero esa tarde los síntomas fueron a peor: se añadió un fuerte dolor en los ojos y visión borrosa.
Al llegar a casa, llamé inmediatamente al número de InfoCovid en Mallorca y me dijeron que no eran suficientes síntomas. Estaba preocupado, trabajo en una oficina, mis padres son población de riesgo… pero no llegué a tener más de 37,5 de fiebre. «Nada, nada, ni caso, tú a tu casa tranquilo y si te encuentras peor, nos vuelves a llamar, pero de momento no tiene sentido hacer PCR«, me dijeron. Tengo la gran suerte de que mi suegra es enfermera, trabaja en la Sanidad Pública, y a través de ella logré que al día siguiente, el lunes, nos hicieran la prueba a mí y a mi novia. En menos de 24 horas, el martes 15, me avisan del centro de salud: mi chica da negativo y yo positivo.
Se pone el protocolo en marcha, me llama una rastreadora, me pide todos los contactos con los que he estado y entonces le pregunto: «¿Me puedes dar un código para meter en Radar Covid y notificar el positivo?». Yo tenía instalada la ‘app’ desde agosto, soy un poco friki, pruebo todas estas cosas, en cuanto estuvo disponible me la bajé. Mi sorpresa fue escuchar su respuesta. «No tengo ni idea, no sé cómo funciona eso ni tengo el código«. Me pide que llame otra vez a InfoCovid y se empiezan a pasar la pelota unos a otros. Me tiré buena parte del día telefoneando a un sitio y a otro para que me lo dieran. A la cuarta llamada lo conseguí, me llegó el código por SMS.
Esto es lo primero que me pareció increíble. Igual que te llaman para informarte de que eres positivo, en ese momento creo yo que te deberían decir, «si tienes la ‘app’, te podemos pasar el código, por favor, utilízalo». Pero no solo no lo hacen sino que, tras pedirlo yo a todo el mundo, el centro de salud, mi médico, la rastreadora, el InfoCovid… nadie sabía nada y parecía que les hablaba en chino.
Me aislé en casa, bajaba a la cocina solo para desayunar, comer y cenar, y le preguntaba a mi chicha, «oye, ¿te ha llegado alguna alerta de la ‘app’?». Su respuesta era siempre la misma: no. Preguntaba a los amigos con los que había estado mucho más de 15 minutos a menos de dos metros. Nada. A mi chica le acabó llegando cinco días después de meter el código. A mi cuñado, ocho días después. A un amigo con el que estuve justo el día anterior de mi PCR comiendo codo con codo, que se ha aislado, todavía no le ha llegado nada. A algunos de estos contactos les han hecho rastreo tradicional, a otros no. Pero si a ellos les ha tardado tanto en llegar la alerta, a los contactos que yo no he facilitado como estrechos porque no los conozco les habrá pasado lo mismo.
¿Mi opinión personal? Esta ‘app’, así, no es útil. En mi caso, al menos, no lo ha sido. Si no se notifica a todos los contactos estrechos y los que sí reciben la alerta la reciben con tantos días de retraso, ¿de qué vale? Antes de ocurrirme esto, yo creía ciegamente en esta idea. Y ojalá se solucionen estos problemas, porque creo que puede ser de gran ayuda, pero hoy por hoy, con este funcionamiento, no sirve para nada. Si estuviéramos en marzo o en abril, entendería estos fallos. Pero estamos en septiembre, hemos tenido tiempo para solucionar estas cosas. A raíz de esto, lo que les he dicho a mis amigos, familiares y personas cercanas con quienes he estado en contacto es muy sencillo: protegeros vosotros mismos porque ni la ‘app’ ni el sistema funcionan como tendrían que funcionar.
A raíz de este caso, que no es en absoluto aislado (más aquí, aquí o aquí), Teknautas ha hablado con varios programadores conocedores del funcionamiento de Radar Covid y señalan dos problemas y responsables diferentes: el retraso en la entrega de los códigos es cosa de cada comunidad, mientras que el retraso en el envío de las alertas está en el tejado de la Secretaría de Digitalización e Inteligencia Artificial (Sedia). Es este organismo quien gestiona el servidor que comprueba dos veces al día las listas de claves de positivos y contactos estrechos. Este diario se ha puesto en contacto tanto con la Sedia como con fuentes del Gobierno de Baleares para conocer su versión sobre esta problemática.
¿Por qué los rastreadores desconocen cómo facilitar un código a un positivo en coronavirus? «La verdad es que no lo sé. En teoría, todos están formados, tanto en la central de covid, que es donde están los rastreadores que realizan las llamadas, como en los centros sanitarios, pero siempre se puede escapar algún caso que no esté al tanto de cómo funciona el sistema«, explica una fuente del Departamento de Tecnología del Gobierno de Baleares, responsable de la ‘app’.
¿Por qué los contactos estrechos de este contagiado tardaron hasta ocho días en recibir la alerta y otros ni siquiera la han recibido? Preguntados al respecto, fuentes de la Sedia explican que «las alertas no las envía el servidor. Este pone a disposición de los terminales los ficheros de claves infectadas que se descargan y cada terminal hace una comparación con sus claves almacenadas para ver si ha habido exposición al riesgo (siempre en el móvil). En este caso puntual, podría haber habido problemas de acceso a internet en esos dispositivos«, explican. Mario lo niega: en ningún momento hubo problemas de acceso a internet.
Las fuentes del Gobierno balear también discrepan. «El tema de las alertas claramente está en el tejado de la Sedia. Cuando tú metes un código en el móvil, la ‘app’ consulta el registro de códigos de teléfonos con los que has estado en contacto en los últimos cinco días. Luego lanza una petición al servidor de la Sedia para contrastar esa lista con la actualizada en el servidor. Esto lo hace dos veces al día. Si no se han enviado alertas en hasta ocho días, quiere decir que esas peticiones no están entrando ni saliendo del servidor de Sedia. Y eso es un problema serio. Son 16 peticiones que no han podido validarse. Es algo que no debería ocurrir y habría que analizar en detalle».