¿Qué es la alfabetización mediática y por qué es importante?

Todo el mundo desde el Presidente de los Estados Unidos a un niño pequeño puede llevar un iPhone y enviar mensajes de masa a cientos y miles de personas en línea. Nos conectamos con el toque de un botón y tomamos decisiones con el movimiento de una muñeca. Como resultado, es especialmente importante que los empleados, los estudiantes, los influyentes y los usuarios cotidianos tengan conocimientos de medios y comprendan las consecuencias que siguen las acciones que se ejecutan en la web.

Los educadores se han adaptado a los tiempos e incorporado las habilidades de alfabetización mediática en los estándares educativos de cada estado a través de una variedad de temas. Desde las artes lingüísticas hasta las matemáticas, las humanidades y las ciencias sociales, todo currículo puede tocar la mensajería digital.

No importa cómo se introduzca la alfabetización mediática, pero si es importante que los educadores ayuden a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico y comprendan el impacto que la mensajería de los medios tiene en la sociedad. Los maestros también deben enseñar a los estudiantes a evaluar la validez de las palabras, producir contenido original y usar su voz para mejorar el paisaje de los medios de comunicación y todos aquellos afectados por un botón SEND, UPLOAD o TWEET.

¿Qué es la alfabetización mediática?

Según la Asociación Nacional para la Educación en Alfabetización de Medios, la alfabetización mediática es la capacidad de acceder, analizar, evaluar, crear y actuar utilizando todas las formas de comunicación. La alfabetización mediática significa desde la interpretación de emojis hasta la comprensión de los mensajes subyacentes en los anuncios en línea, la producción de contenido de video viral y el reconocimiento de la publicidad nativa.

Mientras que la alfabetización mediática suena como una habilidad práctica entendida por todos con acceso a Internet, es asombroso cuántos usuarios en línea no son conscientes de su impacto en los demás y su propia susceptibilidad a la manipulación de los medios.

Estamos desglosando tres razones por las que es importante que los usuarios jóvenes y profesionales conectados por igual para ser fluido en el caos de los medios de comunicación.

Pensamiento crítico

La alfabetización mediática tiene que ver con la historia no contada debajo de clips de películas, anuncios de radio y artículos periodísticos. Incluso el contenido corporativo patrocinado tiene mensajes ocultos que nos desafían a pensar más allá de lo que oímos y vemos.

Por ejemplo, enseñar a los estudiantes a desconstruir los mensajes en un anuncio de la pluma que degrada la inteligencia de las mujeres consumidoras , les desafía a expandir su nivel de pensamiento y se niegan a aceptar contenido cuestionable.

Comprender por qué una empresa comercializa bolígrafos de color rosa para las niñas y lo que eso significa para la sociedad, obliga a los estudiantes a dar un salto mental: la publicidad a la aplicación del mundo real.

El desarrollo de habilidades de pensamiento crítico a través de la mensajería de los medios también refuerza las habilidades de observación.

¿Por qué esto importa?

La observación y la interpretación son habilidades que se extienden más allá del ámbito de la resistencia a la publicidad defectuosa. Cuestionar la norma y reinterpretar las capas de la mensajería cotidiana da a los estudiantes todo lo que necesitan para convertirse en tomadores de decisiones inteligentes en escenarios del mundo real. 

Autoexpresión

Los estudiantes de cine ven películas clásicas para entender cómo los directores capturan una emoción de manera efectiva y artística. Los aspirantes a diseñadores analizan los anuncios exitosos para determinar cómo el color, la proximidad, la fuente, las imágenes y el texto contribuyen a la mensajería confiable. Los escritores leen novelas, guiones y artículos de revistas para entender la estructura de oraciones y las imágenes poderosas.

Estudiando cómo los demás transmiten los medios para comunicar un mensaje o una emoción en particular,

Ayuda a los estudiantes a conceptualizar y producir sus propios contenidos.

Gracias a la feroz competencia y a la saturación del mercado, los medios de comunicación hoy en día son más exitosos que nunca, y ver lo mejor de lo mejor es suficiente para inspirar la creatividad en cualquiera.

Incluso los propietarios de fondos de cobertura y los mejores abogados y contadores financieros confían en sus músculos creativos para resolver problemas. Así que trabajar temprano e implementar la alfabetización mediática en cada plan de lección!

Responsabilidad cívica

Las ediciones actuales se expresan entre las cortinas de demostraciones atrasadas de la comedia de la noche, las cubiertas de la revista, y los anuncios políticos de treinta segundos de espalda con espalda.

En unos cuantos años llenos de educación, los alumnos serán los cerebros detrás de estos vídeos virales, campañas presidenciales y publicaciones brillantes. Y cuando el contenido es justo y justo, el conocimiento de la alfabetización mediática es siempre el modelo ético detrás de él.

Sin estudiar los ins-and-outs del caos de los medios de comunicación, nos perdemos las directrices morales tácitas que llevan a cada decisión digital. Entonces, ¿por qué no hacer todo lo posible para asegurar que los gerentes de campaña de mañana rechacen el odio?

Sin mencionar, es imposible descifrar la falsedad de los hechos sin distinguir exitosamente entre la sátira de la campaña y la verdad política, la propaganda y la publicidad justa.

En un mundo donde los medios de comunicación se expanden más rápido que el aire, la alfabetización mediática es la clave para mantener a las comunidades bien informadas y bien representadas.

En conclusión…

Todos los días nos vemos viendo un anuncio televisado, escuchando una emisión de radio, mirando una película, leyendo una revista e interpretando mensajes complejos enviados a través de una variedad de canales digitales diferentes.

Si usted es un educador que busca maneras de darle vida a un plan de lecciones o alentar el aprendizaje comprometido, considere la posibilidad de vincular su currículo típico a la alfabetización mediática.

La próxima generación de consumidores inteligentes le agradecerá.

Fuente: http://www.theedadvocate.org/media-literacy-matter/

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Aprender a mirar como competencia básica del siglo XXI

De Cristina Pedroche a Carolina Bescansa

María Acaso

Estos últimos meses los medios de comunicación y por consecuencia directa, la sociedad civil, han tenido muy en cuenta tres imágenes. En la primera de ellas la presentadora Cristina Pedroche anunció las campanadas de fin de año con un vestido semitransparente que se convirtió en la noticia más comentada del inicio del año. En la segunda imagen, la diputada de Podemos Carolina Bescansa dio un golpe de efecto que revolucionó el congreso al ejercer su puesto profesional acompañada por su hija de pocos meses. Y en la tercera imagen, generada la semana pasada, el torero Francisco Rivera ha ocupado artículos y debates al publicar desde su cuenta de Instagram una foto con su hija de cinco meses en brazos pero en una postura bastante diferente a la de Bescansa, porque en vez de figurar sentado aparece de pie y no haciendo cualquier cosa sino toreando.

Las imágenes de Cristina Pedroche con su vestido de fiesta y la de Francisco Rivera con su hija y su toro, son imágenes que (al margen de su pertinencia y de otros factores en los que no voy a meterme a discutir en este texto) transmiten un tipo de mensaje muy profundo desde su aparente frivolidad. Representan el epítome de la feminidad y la masculinidad del siglo XXI, en el primer caso ligado a la condición de las mujeres como objetos sexuales y en el segundo ligado a la condición de los hombres como “protectores” de sus familias, como si estas familias estuviesen siempre en peligro, fuesen incapaces de actuar por sí mismas y necesitasen siempre de la figura insustituible del macho alfa salvador de turno. Es decir, ambas son imágenes que tienen como objetivo mantener un orden social establecido desde lógicas inmovilistas que pretenden mantener un status quo determinado.

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Por el contrario, la imagen de Carolina Bescansa lo que intenta precisamente es desregular el status quo. De manera paradójica, las fotos de Bescansa (que representan una vez más la figura clásica de “la madre con el niño”), resultan increíblemente subversivas al situar esta representación en un contexto donde nunca estas imágenes han sido puestas en escena: el congreso de los diputados y su halo de profesionalidad. Precisamente la introducción en un contexto profesional y masculino del apego, la ternura y la lactancia, resulta altamente subversivo lo que convierte la representación de Bescansa en una imagen “progresista” que pretende dar la vuelta al orden social establecido y denunciar la crianza sin apego como un mal mayor de nuestra sociedad.

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Francisco Rivera toreando con su hija de cinco meses en brazos

Pues bien, estas tres imágenes tienen importantes consecuencias en nuestras vidas y nos afectan de manera directa porque la imágenes no solo relatan o dicen mensajes, sino que las imágenes hacen: nos hacen sentirnos mal, nos hacen ir al gimnasio, nos hacen enfadarnos con nuestra pareja porque no cumple las expectativas visuales que deseamos, nos hacen odiar, gritar y fundamentalmente, nos hacen comprar. Y siento decir que SÍ, que tanto Cristina Pedroche, como Francisco Rivera como Carolina Bescansa son responsables de dichas consecuencias, porque sus respectivas condiciones de figuras públicas les debería obligar a repensar la potencialidad de sus representaciones, que es una potencialidad extrema.

08 Amalia Pica

Amalia Pica

Por supuesto que Cristina Pedroche es responsable del retroceso de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y que sucesos como el que esta señora encarna tienen que ver con que las relaciones entre adolescentes reproduzcan estructuras increíblemente machistas en las que las figuras femeninas no tienen otro rol que el de ser el objeto del placer del otro. Por supuesto que es responsable del aumento de los procesos de cosificación del cuerpo femenino que preceden de manera directa a los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, porque cuando se entiende el cuerpo femenino como un objeto, podemos hacer con este objeto lo que se nos antoje.

03 Carl Andre

Carl Andre

Por supuesto que Francisco Rivera es responsable de losdesgraciadamente frecuentes suicidios de preadolescentes que no encajan en el modelo hegemónico de hombría, porque cuando este señor replica que está “protegiendo a su hija”, renueva el imaginario caduco que nos dice que la función de los “hombres” es proteger a sus familias y que, por lo tanto, ellos mismos no pueden ser frágiles (en este punto me viene a la cabeza el término de “hombre blandengue” desarrollado por el Fary en los años 80https://www.youtube.com/watch?v=M8xfzsjB2jI). Esta imagen tiene como consecuencia directa que todos los hombres que ansían ser protegidos se sientan fuera de lugar porque esta y otras muchas imágenes les impiden ser blandos, quebradizos y flojos.

04 Olafur Eliasson

Olafur Eliasson

Y por supuesto que Carolina Bescansa es responsable de que por fin en este país se ponga encima de la mesa la problemática de la crianza sin apego y que más y más mujeres acudan a sus lugares de trabajo con sus hijos pegados a sus cuerpos. La imagen de Bescansa nos obliga a reflexionar sobre el enorme problema que tenemos en España de que muchos niños y niñas se escolaricen desde los cuatro meses de vida y pasen ocho horas abandonados en lugares donde quizás les cambien los pañales y les alimenten, pero es muy improbable que les den las relaciones de afectos que un recién nacido necesita para sobrevivir más allá de la mera supervivencia biológica.

07 Wilfredo Prieto

Wilfredo Prieto

Por todas estas razones es necesario gritar en voz alta que TODAS LAS IMÁGENES TIENEN CONSECUENCIAS, consecuencias tan importantes como ganar una guerra (así se ganó la guerra fría con la imagen de El Hombre Norteamericano pisando la luna), como justificar otra (pensemos en este momento en las espectaculares imágenes de la caída de las Torres Gemelas), como contribuir el aumento de las muertes por violencia de género. Las imágenes son símbolos que nos performan, que producen cambios en nuestra manera de entender la vida y de vivirla y son especialmente potentes las imágenes mainstream, esas que se repiten al ritmo machacón del entretenimiento, la publicidad y la replicabilidad de las redes sociales, esas que se convierten en norma estableciendo modelos de pensamiento, modelos políticos y modelos de vida.

05 Ignasi Aballi

Ignasi Aballi

Y todas y todos sabemos por qué esto ocurre. Y ocurre porque nadie nos ha enseñado a mirar las imágenes. El problema fundamental de la potencialidad de los mundos visuales que nos rodean consiste en cómo los consumimos, porque los consumimos de manera directa y sin trabas…, porque son muy pocas las personas que desarrollan una visión crítica sobre las imágenes. Por esta razón sostengo que la potencia profundamente política de todas estas imágenes, así como su poder transformador de la sociedad, se desarticularía dando lugar a una sociedad diferente si aprender a mirar fuese considerada como una competencia básica para el mundo que tenemos, y para el que nos espera.

06 Jonathas de Andrade

Jonathas de Andrade

Una competencia que situase a Pedroche en el centro mediático, pero para denunciar la cosificación y que, precisamente por la exacerbada crueldad de su vestido, sirviese para denunciar los lugares donde no queremos estar muchas mujeres. Una competencia que situase a Rivera en el centro de la revisión de los estereotipos de género, haciendo posibles otras masculinidades, otras posturas, otros gestos desde construir alternativas al modelo hegemónico masculino. Y una competencia que situase a Bescansa en el centro del análisis de la institución familiar y de los modelos de crianza donde las madres y los padres se ven obligados a renunciar a permanecer con sus hijos recién nacidos por las lógicas capitalistas que infectan nuestro día a día.

09 Lisa Alvarado

Lisa Alvarado

Las asignaturas y competencias relacionadas con desarrollar la capacidad crítica ante los mundos visuales que nos rodean nunca han sido tan necesarias, porque nunca antes han existido tantas imágenes en nuestras vidas y nunca antes su poder transformador ha sido tan fuerte. Y es que si queremos que dicho poder convierta al mundo en un lugar más simétrico, debemos potenciar la educación artística como una de las áreas de trabajo principales en la educación que queremos crear, solo así seremos capaces de pararnos a pensar y decidir por nosotros mismos lo que las imágenes pueden o no pueden hacer con nosotros.

* este texto va acompañado de las tres imágenes de las que el mismo texto parte y de las imagenes de diferentes artistas contemporáneos en un intento por demostrar las diferentes consecuencias entre los macro y los micro relatos

Fuente: http://www.mariaacaso.es/de-cristina-pedroche-a-carolina-bescansa-aprender-a-mirar-como-competencia-basica-del-siglo-xxi/#more-1611

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El escritor y semiólogo, autor de “El nombre de la rosa”, habla del libro impreso, la semiótica, la filosofía y la traducción.

RedEducativaMundial(REDEM)/Por: Eric Fottorino

Cuando se dice “Umberto Eco”, ¿de quién se habla: de un escritor, de un semiólogo? “Yo estudié filosofía. Por lo tanto me considero un filósofo, sobre todo porque considero que la semiótica es la única forma de filosofía posible en este momento – todo el resto es literatura”, se define a sí mismo, y provoca, el autor de El nombre de la Rosa y El péndulo de Foucault, nacido en Italia en 1932. Y enseguida refiere a su otra vocación, la literatura: “Yo soy un filósofo que hace filosofía de lunes a viernes y que, los fines de semana, escribe novelas… desde la edad de 48 años”.

Es un joven novelista… La editorial de Harvard va a publicar conferencias que di en Atlanta sobre la forma en que escribo. El título es Confesión de un joven escritor . Sí, me considero un joven escritor de 30 años.

En una entrevista afirmó: “Internet es el escándalo de una memoria sin filtro, donde no se distingue el error de la verdad”.

En el futuro, la educación tendrá como objetivo aprender el arte del filtro . Ya no hace falta enseñar dónde queda Katmandú o quien fue el primer rey de Francia, porque eso se encuentra en todas partes. En cambio, habría que pedirles a los estudiantes que analicen quince sitios para determinar cuál es para ellos el más confiable. Habría que enseñarles la técnica de la comparación .

En 2010, publicó “Nadie acabará con los libros”, con Jean-Claude Carrière (Lumen). Si leí bien, hay un objeto de perfección que es el libro, el libro de papel tal como lo conocemos. ¿Por qué? Es hasta el momento la manera más segura de conservar y transmitir la información. Por tres razones. En primer lugar, creo que es el más práctico para leer, aunque ahora haya jóvenes que dicen: “No, yo leo mejor en el iPad”. Después, está el amor por el objeto. Si voy a mi sótano y veo mi “Pinocho” de cuando tenía 8 años y en el que había escrito cosas, me vuelven emociones que no encuentro en un disco que contiene el texto de Pinocho. Por último, teniendo en cuenta mi edad y si hubiera existido, no podría recuperar el disco de Pinocho porque se habría desmagnetizado. Eso es un problema: las computadoras cambian tanto que no sabemos cuál es la vida útil de un disco… ¿Considera que el saber y el conocimiento siempre se difundirán a través de lo escrito, o que en cambio la cultura de la velocidad, la de Internet, terminará afectando nuestra capacidad de juicio? Creo que es necesario restablecer una cultura de monasterios, que en algún momento –yo ya me habré muerto, quizá– los que sigan leyendo tendrán que retirarse a grandes falansterios, al campo quizá, como los Amish de Pensilvania. Allí, se conserva la cultura y el resto, que flote como pueda flotar. Con 6 mil millones de habitantes en el planeta, no se puede pretender que haya 6 mil millones de intelectuales. Debemos ser un poco aristócratas desde ese punto de vista.

¿En qué cree usted hoy? ¿En la escritura, en los libros, en la cultura? En el punto de interrogación. En la investigación. Mire, los primeros, en el siglo XIX, que tomaron en serio el espiritismo no fueron los místicos sino los hombres de ciencia. Encontré a matemáticos y lógicos que de noche iban a hacerse leer las líneas de la mano. Cuanto más se desarrolla un trabajo científico, más se necesita otra cosa. Hay políticos que piden su horóscopo. Bush por ejemplo… ¿En Italia también? Actualmente, prefieren salir con chicas jovencitas.

¿Qué relaciones tiene con las traducciones de sus libros a otros idiomas, en la medida que, precisamente, usted habla esos idiomas? En lo posible, trabajo mucho con mis traductores. Pero hay que confiar. Es imposible seguir todo. Para cada libro, envío siempre a los traductores un legajo muy rico donde aclaro que una palabra o una frase determinada es “una alusión a”, que se podría decir de tal o cual manera. Por ejemplo, en La isla del día de antes (Editorial Lumen), todos los capítulos tenían el título de un libro del siglo XVII. Y esos libros existían en todas partes. Entonces les di la lista a los traductores.

Es lo que usted quería decir al escribir ese libro que se titula “Decir casi lo mismo” (Editorial Lumen). ¿Lo que importa es el “casi”? No, lo que importa es el “casi”, el “decir” y “lo mismo”. ¿Qué es lo que se traduce? ¿La superficie literaria o el sentido profundo? Un ejemplo trivial: hay un personaje imbécil que hace un juego de palabras, una ocurrencia que demuestra lo imbécil que es. El problema no es traducir ese juego de palabras literalmente, sino encontrar un juego de palabras imbécil en su propio idioma. En ese caso, lo importante no es el juego de palabras, sino el hecho de que el tipo es un imbécil.

¿Ya sintió la tentación de escribir en otro idioma que no sea el suyo? Sí, he escrito muchos ensayos en inglés. Directamente en inglés. Sucede vez más. Todos los científicos escriben en inglés.

TRADUCCION CRISTINA SARDOY

Por Por Eric Fottorino
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/educacion-debera-ensenar-comparar-Web_0_352764926.html

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¿Murió la Crítica cinematográfica? Ética y semiótica en pantalla

 Fernando Buen Abad Domínguez 05-03-2016
Rebelión/Universidad de la Filosofía/FILM

Para que la crítica cinematográfica no se trafique como anecdotario de gustos y caprichos, exhibidos con tono erudito y desparpajo de sabiondos y para que no sea catarsis impúdica de petulantes… se rdescargaequiere método y auto-crítica. Cuanto más cerca de la ciencia1 mejor. No es exagerado decir que una de las herramientas más poderosas que el Cine generó al lado de su despliegue semántico, estético, tecnológico e industrial es el campo fértil del filosofar crítico basado en películas. Herramienta poderosa no siempre usada para emancipar cabezas porque no todos los sedicentes “críticos” están a la altura de la crítica que se necesita. Veamos.

Si “críticos” se hacen llamar los que -para cobrar un salario- rinden pleitesía a la lógica del mercado fílmico; si para llamarse “crítico” ha de reducirse el trabajo a sólo hablar de los “logros en taquilla” las productoras y las distribuidoras monopólicas2; si para exhibirse como conocedorhay que recitar el santoral bibliográfico de las “academias” de moda… o si para llamarse “crítico” se ha de pontificar con esnobismo festivalero y pedantería de ignorantes… lo que realmente queda a la vista es la pobreza enorme -y realmente existente- de la ceguera funcional que reina. También la “crítica cinematográfica” fabricó sus mercados y sus mercaditos. Una regla no escrita parece indicar que cuanto más “masivo” es el medio más simplona es la crítica y ha proliferado la, por definición, monstruosa manía de calificar películas con “estrellitas” en lugar de ideas. Y hay quien gana dinero por hacer eso.

Mientras tanto en la realidad los pueblos necesitan de un movimiento numeroso y vigoroso de críticos cinematográficos dispuestos a poner en su lugar el basurero fílmico con que se ha sobresaturado el imaginario colectivo. Es que ese imaginario es uno de los campos de batalla más codiciados por la burguesía. Ahí se disputa (entre mil cosas) la forma del conocimiento del mundo y sus procesos de nominación, incluidas las formas de la nominación al lado de las herramientas de producción de enunciados fílmicos. Ahí se diputan los imaginarios y las conductas que de ellos se derivan. Se disputan los modelos del goce estético, de los placeres y de la subjetividad expuesta a todo género de estímulos. Se disputan para someterlos y para convertirlos en negocio. Impunemente.

Bajo el disfraz de “entretenimiento”, legitimado y legalizado, el aparato ideológico de la industria cinematográfica ha desplegado su batalla alienante casi ni oposición y casi sin regulaciones gubernamentales. Eso no descarta el fardo burocrático parasitario. Con el territorio liberado, “la diversión” fílmica se adueñó de latifundios audiovisuales enormes (salas cinematográficas, centimetraje impreso, comentaristas de radio y T.V.) decorados con los anzuelos del negocio del “espectáculo” y santificados por una estética del nihilismo más a-critico dispuesta a tragarse cualquier película “chatarra” mientras sirva para complacer ilusiones y alucinaciones propias del individualismo burgués, su estética y su lógica consumista. El objetivo ideológico oligarca es que agradezcas que te exploten, que aplaudas cuando te humillan y que aceptes que ellos tienen la razón.

Visto con perspectiva el “tsunami” audiovisual de cada semana, desatado desde la industria cinematográfica y sus monopolios, pone en evidencia una guerra asimétrica en la que no alcanzan las pocas buenas plumas (ni las buenas intenciones) que son capaces de poner orden, (es decir hacer crítica seria) suficientemente rica como para neutralizar los dispositivos alienantes administrados en cada film. (Violencia espuria, belicismo mercantil, padrotismo de soldaditos, policías, detectives y autoritarios adláteres, en una lógica autoritaria, racista sexista y clasista con banderas imperiales desplegadas).

No tenemos ni el 10% de los críticos cinematográficos que necesitamos. No tenemos a los críticos que luchen desde las bases. No tenemos los talleres, las escuelas ni los movimientos sociales suficientes empeñados en fundar núcleos de acción crítica en cada barrio. No tenemos la infraestructura ni tenemos la metodología social de base que se requiere para aspirar, en el plazo medio y largo, a dar una batalla semiótica emancipadora contra ese cine que nos aplasta el imaginario mientras nos roba millones dólares entre palomitas y refrescos.

Tampoco tenemos acceso al otro cine, al que se produce como se puede con lo que se tiene. Al cine que interpela la situación social, las condiciones inhumanas a que nos somete el capitalismo y el arsenal de municiones ideológicas con que nos humillan y acomplejan sistemáticamente. Sálvense todas las excepciones honrosas. No tenemos a la mano ni los medios ni los modos para ver ese cine que nos espeja con honestidad y que nos impulsa a mirar más allá de las apariencias fílmicas. No sabemos quiénes son, dónde están, cómo trabaja ni cómo viven los trabajadores del cine que no están contentos con el mundo que nos impone la burguesía. Y no lo sabemos, entre otras muchas razones, porque no contamos con ese movimiento internacionalista de críticos cinematográficos que podrían salvar a los imaginarios colectivos con ayuda de las herramientas científicas de una semiótica revolucionaria. Que tampoco está a la vista todavía.

Aquí podríamos decir que sólo cundo el capitalismo haya sido superado podremos transformar las superestructuras. Pero eso es relativamente incompleto sin un programa de lucha semiótico capaz de romper las falsas dicotomías entre la forma y el contenido, entre la ética y la estética, entre el trabajo manual y el intelectual. El debate capital-trabajo está vivo en los campos de batalla fílmicos -hacia adentro y hacia afuera- y no podremos hacerlo visible si nos sentamos a esperar a que pase ante nuestra puerta el cadáver de la industria cinematográfica dominante. Hay que darle una ayudada. Esa es, apenas, una parte de la tarea que la crítica cinematográfica emancipadora habrá de librar… otra es animarse a producir índices que marquen rumbos de lucha nuevos hacia un cine liberado del arsenal ideológico predominante, gracias a un método dialéctico afinado en la refriega metodológica diaria de mirar películas, sin concesiones, y de aportar herramientas de análisis en los que, de una vez por todas, la crítica cinematográfica deje de ser tarea de “iluminados” y sea acción social encarnada en el placer de hacer la revolución cinematográfica que la historia nos exige, también. ¿Lo veremos?

Notas

1 Elí de Gortari definió la ciencia como “la explicación objetiva y racional del universo”. Elí de Gortari, El método de las ciencias. Nociones elementales, 12a. ed., México, Editorial Grijalbo, 1996, p. 11. (Tratados y Manuales Grijalbo)

2 How to make a hit Hollywood film: http://www.economist.com/blogs/graphicdetail/2016/02/daily-chart-19?fsrc=scn/tw/te/bl/ed/howtomakeahithollywoodfilm

Fuente de la Fotografía:

  1. https://leefundente.wordpress.com/tag/critica-cinematografica/
  2. http://www.es.lapluma.net/index.php?option=com_content&view=article&id=7752:2016-03-04-21-10-03&catid=58:opinion&Itemid=182
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