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El magisterio Uruguayo, lecciones para hacer una campaña frente a la privatización educativa.

América del sur/Uruguay/17.10.2017/Autor y Fuente: http://www.observatorioeducacion.org/

Los sindicatos de la educación uruguaya construyeron una campaña que podría considerarse un ejemplo en la lucha contra la privatización y el comercio educativo, pues expuso un proceso privatizador que parecía oculto. En el marco del encuentro «Educar, No Lucrar» de la Internacional de la Educación, José Olivera (FeNaPes) y Elbia Pereira (FUM-Tep) expusieron cómo fue el proceso de la campaña. Conversamos sobre esto con ellos. Este es un resumen de sus respuestas.

¿Cuál fue el punto de partida? ¿Qué les hizo decir «necesitamos establecer una estrategia contra la privatización educativa»?

José Olivera (JO): Fue el ataque a la educación pública desde sectores vinculados a intereses empresariales, corporativos, que construyen una idea de que lo privado es mejor que lo público, por lo que deben crearse condiciones para que el sector privado provea lo que ellos llaman «el servicio educativo». Otro punto es el ataque a organizaciones sindicales y a educadores, señalados como culpables del fracaso en las dudosas pruebas PISA.

¿Qué función cumplió la investigación como un eje de este proceso de campaña?

Elbia Pereira (EP): Fue la puerta de ingreso a hacer visible aspectos sobre una privatización que no era completamente evidente o clara. Pero lo que encontramos en la investigación lanzaba señales de alerta y decía que se ubicaba «latente», por lo que debíamos lanzar la campaña desde ese lugar.

¿Cuáles eran los puntos clave que detectaron que tenían que trabajar? ¿Cuáles eran las principales acciones a ejecutar?

JO: Teníamos que contrarrestar esta idea de que la educación es únicamente un tema de «expertos», supuestamente «apolíticos» que niegan la participación de las organizaciones sindicales en el debate. También había que contrarrestar ese discurso de que lo privado es mejor que lo público. Había que «correr el velo» de un proceso subterráneo de privatización que estaba latente. Y además, en lo legal, teníamos que atacar una iniciativa de reforma que direccionaba fondos públicos a subvencionar la oferta educativa privada.

Sus organizaciones comprendieron que era necesario generar un frente articulado con el sector del campo popular. El asunto, que no es menor, es que efectivamente lograron esa articulación. ¿Qué se requirió para conseguir esto?

EP: Un elemento clave es que todas las organizaciones estamos agrupadas bajo una única central sindical. Esto hace que se enriquezca el trabajo y nos permite llegar con más facilidad a las organizaciones del campo popular, y después al conjunto de la sociedad. Cuando se descubrió el proceso latente de privatización, se «corrió el velo» para todas las organizaciones del campo popular, más allá de las de la educación. Así se logró la articulación.

Esta es una lucha que hay que darla en el terreno de los medios de prensa, que muchas veces para los sectores democrático-populares es casi un «terreno minado». ¿Cómo describirían la estrategia empleada para lograr mayor efectividad en el espacio mediático?

JO: Creo que hay una mezcla de factores. Hicimos una campaña sistemática, pensada, organizada y estratégica… no una ocurrencia de un día. Combinamos incidencia en medios masivos, ubicados en la capital, con medios ubicados en las diferentes zonas rurales. Además, utilizamos métodos históricos de propaganda y lucha del campo democrático-popular (pegatinas, pintadas de murales, manifestaciones, etc.), junto a las redes sociales (donde faltan cosas por explotar y aún hay mucho potencial). Y tomamos decisiones no solo políticas sino técnicas, con el criterio que nos aportó un equipo de la Central de Trabajadores.

EP: Podemos ser organizaciones «grandes» en términos del número de personas afiliadas, pero no en términos del financiamiento económico. Entonces tenés que buscar elementos o canales que te hagan llegar a otros, escuchando a otros. Conforme avanzó la campaña fuimos aprendiendo esto y muchas otras cosas, de las experiencias buscamos mejorar.

Por último, ¿cuáles son los principales retos para la campaña en este momento, qué queda de camino a seguir?

JO: Hay una última gran tarea: incidir en las próximas elecciones. Uruguay es ahora una especie de excepción en la región: estamos rodeados de gobiernos de derecha, privatizadores, golpistas… y en Uruguay eso no sucede. Pero la siguiente elección es un debate entre dos modelos de estado. Queremos incidir con propuestas propias, desnudando las contradicciones de los programas de la derecha, y mejorando los programas de los partidos de la izquierda. No le diremos a la gente por quién votar, pero sí les tenemos que decir qué implica una cosa o la otra para la educación.

FENAPES y FUM-TEP son organizazciones afiliadas a la Internacional de la Educación América Latina.

Fuente: http://www.observatorioeducacion.org/noticias/el-magisterio-uruguayo-lecciones-para-hacer-una-campana-frente-la-privatizacion-educativa

Imagen: http://www.observatorioeducacion.org/sites/default/files/styles/noticia-interna/public/content/20170922_fesieal_educarnolucrar_uruguay.jpg?itok=vu6ldQIZ

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Sindicatos reclaman que se tenga en cuenta a los profesores para el pacto educativo.

Con motivo del Día Mundial del Docente, piden que se valore el papel de estos profesionales, «claves» en el sistema de enseñanza

Por: La Opinión A coruña.

Varios sindicatos del profesorado reclamaron ayer que se ponga en valor la labor de los profesionales de la educación y que se tenga en cuenta su voz para que el pacto educativo en el que se trabaja sirva para mejorar el sistema. Con motivo del Día Mundial de los Docentes -que se celebró ayer bajo el lema Enseñar en libertad, reconociendo la capacidad de los docentes-, sindicatos como ANPE y STES (enseñanza pública) o FSIE (concertada y privada) solicitaron asimismo una mejora en las condiciones de trabajo del profesorado.

«Recordamos el papel fundamental del profesorado» porque «ninguna reforma educativa puede arraigar si en ella no se le implica», señaló ANPE.

Además, la organización sindical indica que «ante la situación de inestabilidad e incertidumbre política y de crisis institucional que vivimos en este momento, es necesario, ahora más que nunca, un pacto de Estado político, social y territorial que preserve a la educación de la confrontación ideológica permanente».

STES aboga por tres conceptos que también se han escuchado recientemente en la Asamblea general de la ONU: financiación, valores democráticos y escuela pública. La organización critica que «cuando a nivel internacional se pone de relieve la importancia de esos pilares, en España durante los últimos años, los sucesivos gobiernos del PP han llevado a cabo una involución que ha hecho disminuir el gasto educativo en miles de millones de euros, situándolo por debajo del 4% del PIB», lejos del 7% de los países más avanzados.

Por su lado, FSIE apuesta por el respeto a la libertad de enseñanza y el reconocimiento de la autoridad del docente. FSIE también llama «a realizar los esfuerzos necesarios» para que el pacto educativo «sea una realidad» en la que todos tengan un sitio e insta a tener muy en cuenta «a los que sin duda son pilar esencial del sistema: los docentes».

Por su lado, la ONG InteRed apuesta por «una educación transformadora para cambiar la sociedad en la que vivimos por otra más justa y solidaria».

Fuente: http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2017/10/06/sindicatos-reclaman-tenga-cuenta-profesores/1223676.html

Imagen: http://www.anpe-madrid.com/uploads/Consejo%20Sindical%20XXIII_1487776703.JPG

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Políticas –no ministros– de educación

Perú / 1 de octubre de 2017 / Autor: Rafael Roncagliolo / Fuente: La República

Ojalá que superada la deleznable campaña contra los dos últimos ministros de educación pueda, ahora sí, recuperarse un debate público sobre la naturaleza, política y alcances de la educación peruana, y retomarse una polémica sustantiva que tiene larga data.

En materia de educación hay, entre varios otros, dos dilemas centrales y complementarios que no pueden dejarse de lado: uno atañe a la función social de la escuela y el otro a su lógica financiera.

La escuela puede entenderse, y se entiende en la mayor parte del mundo, como un mecanismo de movilización y democratización de la sociedad. El caso paradigmático es el de la República de Corea, donde un esfuerzo intenso y sostenido en el largo plazo ha llevado al país a promedios de ingreso per cápita y medianas de ingreso insospechables décadas atrás. Esta concepción, por supuesto, supera la idea según la cual la educación es ante todo un buen negocio, limitado a los alumnos cuyas familias pueden financiar sus elevados costos. Un detalle muy importante para entender la educación coreana consiste precisamente en la escasa diferencia de calidad existente entre la escuela privada y la pública. El estado coreano es un Estado volcado a la educación. Emulados por su ejemplo nos propusimos, en el Acuerdo Nacional, llevar la inversión peruana en educación a un modestísimo 6 % del Producto Bruto Nacional.

El segundo, y complementario, dilema, corresponde a la alternativa entre entender la educación como un mecanismo de acceso y movilización sociales o, por el contrario, como una manera de incrementar y / o perpetuar las diferencias. Parafraseando a Pierre Bourdieu, la educación sirve, desde esta última y tradicional perspectiva para asegurar el capital cultural, la legitimidad y la distinción de los que están arriba frente a los que están abajo. Cuando alguien pregunta “¿En qué colegio estudiaste?” está preguntando por el origen social de la familia, sus habilidades culturales, sus antecedentes económicos y, en el Perú, hasta raciales.

Hay un dato muy interesante para la actual discusión peruana sobre la evaluación magisterial. Se trata de una referencia que utiliza Andrés Oppenheimer (cuya perspectiva general es por supuesto, más que controversial) en un artículo reciente en el que se refiere a las calificaciones de los profesores coreanos. “Solo aquellos que están en el 5 por ciento de los graduados universitarios con los mejores promedios pueden aspirar a ser maestros en Corea del Sur. En América Latina, los sindicatos consideran a los maestros “trabajadores de la educación”, en lugar de profesionales”.

Nuestro desafío consiste en considerar a los maestros como trabajadores, por supuesto, pero también (como ocurría tiempo atrás, cuando ser llamado profesor era un símbolo de status) como élite de los trabajadores más destacados. Devolver a los maestros esta dignidad implica, por supuesto y entre otras cosas, mejorar de manera progresiva y constante sus niveles salariales.

Fuente del Artículo:

http://larepublica.pe/politica/1101833-politicas-no-ministros-de-educaciOn

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El conocimiento, fundamento de la educación

España / 1 de octubre de 2017 / Autor: Pablo García de Vicuña / Fuente: El Diario

Esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Recientemente, a través de un buen amigo que me procura lecturas interesantes, he tenido conocimiento de un artículo que mezclaba de forma inteligente política y educación. Concretamente, a lo largo de varias páginas, y desde el portal electrónico Sin Permiso, pretendía contestarse a la pregunta que enmarcaba su trabajo: ¿Ayuda a la extrema derecha la displicente actitud de la izquierda hacia la enseñanza de conocimientos? ( Russell, Richard).

No es la primera vez que hemos escrito sobre ambos conceptos, política y educación;  en junio, sin ir más lejos, hablamos de ello por cuestiones relacionadas con unas declaraciones de la Consejera Uriarte [Despolitizar la educación. eldiarionorte.es 6 junio 2017), adjetivando la educación vasca de politizada ante las reivindicaciones sociolaborales que hacíamos los sindicatos. Ahora, sin embargo, es otro el matiz del artículo del maestro británico: potenciar el valor del conocimiento como herramienta educativa fundamental en la tarea formativa y reivindicarlo  desde posiciones políticas de izquierda. Para ello –y siempre desde su punto de vista- se vale de la crítica a actuaciones presentes que relegan el aprendizaje a cuestiones de habilidades hechas a espaldas de la creatividad y de la crítica. “Sin conocimiento, el pensamiento crítico resulta inútil”, afirma con rotundidad.  Y no se puede dejar esa defensa solo a la ideología conservadora.

Cuenta Paulo Freire, en ‘A la sombra del árbol’, que en cierta ocasión le narraron cómo militantes de izquierda rechazaban sus enseñanzas bajo el argumento de que carecían de sentido; que la educación que se necesitaba nada tenía que ver con sueños, utopías y concienciación, sino con formación técnica y profesional del educando. A lo cual el admirado pedagogo contestó: “Por formación en­tendían entrenamiento. Eso es exactamente lo que siempre interesó a las clases dominantes: la despoliti­zación de la educación. La educación, en verdad, necesita tanto de formación técnica, científica y profesio­nal como de sueños y de utopía.”

Y tal afirmación me trasladó a los estimulantes debates sobre el pensamiento único, tan en boga en la década final del siglo pasado. Aquellos encendidos alegatos de  divulgadores -José Luis Sampedro, Noham Chomsky, Ignacio Ramonet, Joaquín Estefanía, o Josep Fontana, entre  tantos otros- formando un frente intelectual ante la dictadura neoliberal que disfrazada de investigación pseudohistórica avanzó Francis  Fukuyama y su célebre tesis sobre el fin de la historia. La caída del bloque socialista y, por ende, de la Guerra Fría que había condicionado totalmente la política internacional durante la segunda mitad del siglo XX, demostraba para la corriente conservadora el triunfo de la democracia liberal, la genuina, la representada en esencia por los EE.UU y el Reino Unido de Reagan y Thatcher. La diferencia estriba en que aquella izquierda era combativa y oteó un verdadero peligro en la posición ultraliberal de los neoconservadores, reaccionando adecuadamente. La actual, en opinión del articulista, no.

Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos

Volviendo a Russell y a su impulso motivador, se muestra desesperado cuando relata la incomprensión de ciertas familias hacia ese profesorado que continúa formando en el conocimiento en vez de hacerlo  a través de Google. Y no le falta razón en su enfado si pensamos que esta era de la globalización y de acceso inmediato a la información está llevando, sin tapujos, a un descrédito de todo aquello anterior a la época exclusivamente digital.

Lo que algunos/as no perciben, sin embargo, es que también está arrastrando a situaciones peligrosas de desinformación y bulos y  a formar personas cada vez más iletradas. Así, demagogos y manipuladores de todo tipo brillan con luz propia en esta época de la posverdad. Son cada vez más quienes explican los éxitos inesperados de la campaña del Brexit o del propio D. Trump en  clave de dominio de esta posverdad o mentira emotiva que crea o modela la opinión pública hasta el extremo de desechar las fuentes de información contrastadas. (Por cierto, hasta la propia RAE ha considerado necesario incluir este mismo año tal neologismo en su nuevo diccionario. Que no se tache luego a la institución de no estar al día en la actualización del castellano).

Obtener conocimiento significa desterrar teorías acientíficas, como el creacionismo, por ejemplo, que, asombrosamente es defendido por el 42% de los y las estadounidenses en la actualidad. Desde que comenzó el año 2017 y al calor del impulso que tal teoría está viviendo en la nueva era Trump, cuatro estados estudian leyes dirigidas a autorizar su enseñanza en las clases de ciencias de los institutos, a igual nivel que la teoría de la evolución.

Una persona formada en el conocimiento será capaz de aumentar su libertad de elección, porque discernirá, de modo más correcto y entre variadas opciones,  lo mejor para ella misma.  Enseñar a conocer también es aprender a admirar, cuestión difícil hoy en día para una parte de la juventud anestesiada si no recibe imágenes flaseadas a ritmos vertiginosos. Luis García Montero afina con delicadeza sobre el valor de la admiración, cuando defiende que el derecho a admirar merece ser cultivado en estos tiempos “Forma parte de la ética de la resistencia dentro de una sociedad dominada por el descrédito (…)Reclamar el derecho a la admiración supone afirmar que (…) hay cosas que merecen un aplauso, esfuerzos que dieron resultado, acciones que llegaron a buen puerto, bellezas que forman parte del mundo con el mismo derecho que la basura y los desperdicios.” (“Un velero bergantín. Defensa de la Literatura”. Visor libros, 2014).

En el artículo aludido, Russell finaliza ofreciendo reividicar desde posiciones progresistas el valor del conocimiento; eso hará retroceder la marea del extremismo conservador, apunta.  Añadiría  -volviendo a  Paulo Freire (citado por Chomsky en “La (des) educación”) – que aunque  la educación no puede lograrlo todo, los educadores ( y las educadoras) deben descubrir qué resulta factible para contribuir a la transformacion del mundo para hacerlo más redondeado, menos anguloso, más humano. Y en ello, la formación basada en el conocimiento tiene mucho que aportar. El propio lema de la Universidad Pública Vasca,“Eman ta zabal zazu”, cierra cualquier duda al respecto: Dalo y difúndelo; conoce y extiende tu conocimiento. De tal estímulo, todas, todos saldremos beneficiadas/os.

Fuente del Artículo:

http://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/conocimiento-fundamento-educacion_6_690540960.html

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“Quieren hacer del trabajo docente algo fácilmente sustituible”

Uruguay / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Juan Dal Maso / Fuente: La Izquierda Diario

Pablo Messina trabaja estrechamente con organizaciones sindicales del Uruguay en el análisis de presupuestos y problemas económicos. En esta entrevista abordamos algunos de los temas sobre los que viene investigando, relacionados con el avance de las reformas capitalistas en la educación pública.

¿Qué son las políticas de reforma educativa?

Hay una suerte de agenda neoconservadora a nivel global que va a por la educación pública. Siempre se presentan como salvadores de una crisis. El primer argumento es “la educación pública está en crisis”. Y esa educación pública en crisis va a ser “salvada” por estas propuestas de reforma, que en general tienen un fuerte componente mercantil y privatizador, conjugando una diversidad de propuestas de política según los distintos momentos de implementación.

Hablando de eso ¿se puede hacer una periodización de los distintos momentos por los que han transitado estas políticas?

La periodización que a mí más me convence es la que dentro de la agenda neoliberal distingue tres períodos. Uno de la década de los ’80 donde la reforma educativa es indisociable de los procesos de ajuste estructural típicos del advenimiento del neoliberalismo en el mundo. Otro período que abarca las reformas de los ’90 que son las que más se llamó neoliberales, pero no necesariamente van acompañadas de procesos de ajuste, hay diferencias según el lugar, y tienen dos ejes fundamentales. Uno es continuar con los avances mercantilizadores, a través de la descentralización y municipalización del gasto. Esto genera diferencias regionales muy fuertes. Por ejemplo si uno mira el gasto por matriculado en Neuquén, que es una zona vinculada con la extracción petrolera y lo compara con el gasto en matriculado en Jujuy, las diferencias son muy importantes. El otro eje es la “autonomía del centro” o sea que cada centro educativo sabe cuáles son sus prioridades y puede gestionar por sí mismo los recursos. Entonces las direcciones pasan a jugar un rol de administración y en vez de ser un compañero de trabajo con una responsabilidad diferencial, la idea es que el director sea alguien que pueda contratar docentes, calificar para despedir o recontratar, cambia drásticamente su rol. Y eso en los ’90 en general si bien se quiso hacer no logró avanzar, principalmente por la resistencia de los sindicatos docentes.

Uruguay venía de un proceso de ajuste muy fuerte desde la dictadura en el gasto educativo que casi no cambió en la reapertura democrática, siguió un proceso de descenso en la ejecución presupuestal hasta el año ’96 que es el año de instrumentación de la reforma educativa, conocida como la “Reforma Rama” y en realidad significó una inyección de recursos muy fuerte. Aunque hubo resistencia sindical, el principal actor uruguayo que intentó resistir la reforma en los ’90 fue el movimiento estudiantil. Esto es interesante, porque si bien uno puede pensar que en la medida en que degrada las condiciones docentes en el mediano y largo plazo podía significar ajuste la reforma, no necesariamente es así en su fase instrumental. Uruguay no es el único caso pero es un caso bien paradigmático.

Y la tercera fase, desde fines de los ’90 hasta ahora se caracteriza por un mayor énfasis en el cambio del rol docente. Los que presentan la reforma, dicen que “hay que cambiar la educación, hay que centrarla en el estudiante, los estudiantes no necesitan aprender determinadas cosas sino que tienen que aprender a aprender, tienen que aprender en un mundo que está en permanente cambio, tienen que aprender a navegar en la incertidumbre”. Eso en Argentina suena mucho pero en todos lados se dice más o menos parecido. Yo diría que su interés principal no son los estudiantes sino los docentes: cambiar el trabajo docente tal cual lo concebíamos, “proletarizándolo” de alguna forma, volviéndole cada vez más un aplicador de manuales de texto, un ejecutor de planes de estudio y de programas sin capacidad de elaboración propia ni de crítica, incluso volviéndole alguien fácilmente sustituible por talleristas. En Uruguay desde que el Banco Central cambió su carta orgánica y tiene la formación financiera como un eje central, cada vez es más común ver que a los estudiantes les suspendan las clases de matemática, historia o filosofía y que vengan unos talleristas vinculados a ONG o funcionarios del Banco Central a dar clases de educación financiera. Aunque todavía es algo marginal muestra el objetivo que persiguen.

¿Quiénes son los que promueven la reforma?

Hay vínculos muy fuertes entre algunos organismos internacionales como la OCDE – yo diría que es el más importante- y grupos empresariales o de poder económico como Pearson, una transnacional que genera contenidos educativos, es la que diseña las “pruebas PISA” y tiene alianzas empresariales a partir de las cuales fomenta ciertos colegios, por nombrar una de las más importantes. Hay instituciones muy metidas en la educación, en créditos estudiantiles, como el Banco Santander. Hay empresas creadas en Gran Bretaña que tienen redes internacionales de escuelas privadas de bajo costo, como las “escuelas garage” que en países como Argentina y Uruguay no tienen mucha manifestación, pero sí en el caso peruano, también tienen mucha presencia en la India o algunos países del África subsahariana. O sea que los que las promueven son organismos multilaterales de diversa índole y algunas empresas de las que destacaría Pearson y Banco Santander por ser las que tienen más incidencia en nuestro continente.

¿Qué rol jugaron los gobiernos posneoliberales latinoamericanos en relación con estas reformas?

Aprovechando un momento particular de bonanza, de aumento de las materias primas, implicaron aumentos presupuestales importantes incluyendo en general aumentos de salario docente o inversión en infraestructura.

Pero sea por acción o por omisión, la privatización de la educación, que venía de antes, continuó avanzando.

La excepción es Bolivia porque tuvo una expansión presupuestal y de la matricula muy fuerte, que no redujo la privada, pero ésta no se expandió tanto y se expandió más la pública. El caso chileno es un caso vidrioso porque había sido punta de lanza de las reformas neoliberales desde larga data y ha habido un mínimo retroceso.

En el caso argentino, la privatización tiene una trayectoria histórica muy fuerte, desde el año ’47 se subsidia a la educación privada, entonces tiene un peso muy importante, llegando a más del 50% de la matricula privada en Buenos Aires. Es algo anterior a la “era progresista” pero no ha retrocedido durante ésta de ninguna forma. Después hay casos donde el avance privatizador ha sido incremental pero constante como el caso brasilero en los últimos 20 o 25 años y en la era posneoliberal tampoco se modificó y así podríamos citar otros ejemplos.

Uruguay tiene una doble particularidad. La privatización educativa es menor al promedio del continente y menor a la argentina, pero su incremento tiene un carácter híbrido. Por un lado hay un fomento a la privatización de larga data, que viene de la Constitución del ’34, de la dictadura de Terra, que habilita no el subsidio pero sí la exoneración fiscal de todo tipo de impuestos a la educación privada. En los ’90 se la exonera además de los aportes patronales. Ese es un rasgo histórico del fomento a la educación privada en Uruguay, pero que tiene en los gobiernos progresistas algunos avances importantes. Muchos quedaron en el intento, por ejemplo la idea de pagar salarios por productividad que se quiso hacer de modo experimental con el Plan Pro-Mejora primero y después hubo intentos en 2015 de volver a poner en el convenio salarial los salarios por productividad, ambos frenados por la resistencia sindical.

Pero buena parte de las medidas que implican mayores avances privatizadores en la educación los últimos 20 o 25 años las tomó el gobierno de Mujica. Con la Ley de Presupuesto del año 2010 modifica una vieja ley de mecenazgo y donaciones especiales que podía usarse solamente para donar recursos a la educación pública, habilitando que se done a instituciones privadas. Esto implica que sobre todo a partir de 2011 empiezan a proliferar una serie de escuelas charter, escuelas públicas de gestión privada que cada vez son más y que tienen un gasto por matriculado de más del doble de la educación pública y el monto de las exoneraciones fiscales que financian eso también es bastante mayor que lo que se gasta por matriculado en la educación pública. Ahora hay una propuesta de la fundación Ceres para generar 136 liceos con 80.000 matriculados con esta modalidad, lo cual implicaría básicamente un 26 o 27% de la matricula en secundaria bajo escuelas públicas de gestión privada. Todavía no se instrumentó, hay experiencias más bien piloto que fueron alentadas y promovidas por el gobierno de Mujica en connivencia con grandes grupos de poder económico, que redobló la apuesta en 2013 habilitando que el monto de las donaciones que hacen las empresas sea mayor que lo dispuesto en 2010.

El otro elemento es la ley de participación público-privada de 2011 que habilita que la construcción de escuelas y liceos así como otras cuestiones de infraestructura pública se pueda hacer por constructoras privadas. En el período de Mujica esto se hizo solamente para la construcción de una cárcel. Pero a partir de 2015, en el segundo gobierno de Tabaré Vázquez empezaron a hacerse licitaciones para la construcción de escuelas y liceos bajo esta modalidad publico-privada que de hecho implica construcciones mucho más costosas, como dicen todos los analistas sobre casos donde ya se vienen implementando esta modalidad hace más de 30 años, como en Inglaterra. Pero además implica la tercerización o privatización de todo lo que se llama “servicios conexos”: portería, vigilancia, mantenimiento, limpieza, comedor, todo eso estaría por fuera del sistema educativo y pasa a ser tarea de la empresa constructora que recibe un canon que va desde los 20 a los 35 años. Por otro lado habilita a las empresas constructoras, en algunas licitaciones, a que haya horarios en que esa institución pública sea de gestión mixta, por ejemplo que pueda ponerse clases particulares después del horario escolar, todo pago y rentabilizando valor para el constructor. Por eso en Uruguay hay una suerte de consenso en los sindicatos de la educación en el balance de que los gobiernos progresistas han implicando aumentos en la privatización de la educación de Mujica hasta ahora.

Una cosa llamativa es que en los planes de estas reformas se incluyen muchos temas que de entrada parecen progresistas como la «doble escolaridad» o la «inclusión», así como la idea que se implementan por consenso ¿es así?

Llamar “progresista” a la doble escolaridad o la inclusión es opinable. La idea de “aumentar el tiempo pedagógico” (como dicen los reformadores) no es a priori necesariamente mala o buena. La discusión, desde una perspectiva crítica, radica en qué es lo que vas a hacer en ese tiempo extra. Pero incluso uno podría afirmar que hay muchas formas y lugares donde se aprende y la educación no sólo transita en la institución escuela. Por lo tanto querer centrar toda la esfera formativa de la vida en una sola institución puede ser al menos problemático. Con la inclusión también tiene mucho que ver en qué se los incluye, cómo se los incluye y cuánto tiene esa inclusión de segregación. Muchas veces la inclusión tiene un correlato de formación para pobres, escuela para pobres y para ricos que difícilmente se podrían considerar aceptables desde una perspectiva de izquierda. Esto es parte de los debates que siempre están detrás de la implementación de estas reformas y son parte de sus características.

Sobre lo otro, si bien en general se habilita cierta participación y consenso no en todos lados es así. Quizás el caso más paradigmático es el de México donde la reforma es una reforma manchada de sangre y la criminalización de los docentes y los estudiantes llega hasta el asesinato. Después hay casos donde la participación docente incluso la participación popular en términos más amplios es importante. Por poner un caso uruguayo, el Congreso Educativo del 2008 tuvo participación barrial, docente, estudiantil, sindical, fue muy fuerte la participación. El movimiento popular logró de alguna forma apropiarse del proceso de discusión, después lo que pasó es que no necesariamente se instrumentaron aquellas cosas que se proponían desde el campo popular.

¿Se puede pensar en un modelo de educación alternativo a los que promueven los gobiernos, las empresas y los organismos internacionales? Contame sobre las experiencias que se dieron en Uruguay en ese sentido…

Yo creo que sí se puede y que además es fundamental. En la década del ’60 si uno se ponía como defensor a ultranza de la educación pública y se definía de izquierda era visto a lo sumo como un socialdemócrata. Esto era porque se consideraba que la escuela pública en última instancia era una institución reproductora de las contradicciones sistémicas del capitalismo. Pero lo cierto es que con los avances mercantilizadores y privatizadores de los ’80 hasta hoy y más en América Latina donde la privatización de la educación es la más alta del mundo, la defensa a ultranza de la educación pública ha sido una seña identitaria de una política de izquierda y está bien que sea así. Pero desde una perspectiva transformadora habría que decir que uno tiene que defender la educación pública y al mismo tiempo ir transformándola. Y ahí el asunto es ¿cómo se transforma?

El movimiento pedagógico uruguayo de los ’40 fue un movimiento más reformista que revolucionario pero tiene algunos aspectos metodológicos que son bien interesantes, para pensar desde el campo popular un proyecto de reforma educativa.

En primer lugar, estaba liderado por las y los docentes. Ahí hay personajes múltiples como Julio Castro, Reina Reyes, Jesualdo Sosa y podríamos citar otros.

El segundo elemento es que tenían una consigna que ya venía de los ’30, que es muy fuerte y es común a toda la pedagogía crítica que es “la escuela sola no puede”. O sea, las instituciones escolares no pueden de ninguna forma resolver solas los problemas del mundo ni de la humanidad pero ni siquiera los problemas educativos. Por lo tanto es necesario un enfoque que vaya más allá de lo educativo reducido al proceso de enseñanza-aprendizaje dentro del aula. Los docentes que lideraban este proceso también generaban teoría pedagógica general, tomando distintas experiencias, corrientes de distinto tipo, algunos influenciados por el marxismo y la mayoría por el “escolanovismo” pero todos con un pensamiento propio, situado en el Uruguay.

El tercer elemento destacable es que generaron algunos movimientos como las “misiones pedagógicas” que trascendían a los docentes e involucraban a la comunidad y el estudiantado. Un movimiento que mostraba en los hechos que “la escuela sola no puede”, ampliando los sujetos en lucha para disputar el sentido de la educación y la sociedad en que se vive.

Por último, fueron punta de lanza de la denuncia de las condiciones de vida de los “pueblos de ratas”, de los rancheríos, Frente a un Uruguay que se creía la tacita de plata, ellos entraron a mostrar que ese Uruguay era meramente discursivo, existían contingentes muy importantes de la población viviendo en condiciones absolutamente deplorables. Y ese movimiento pedagógico, no es el único actor pero sí uno muy importante, que pelea por la reforma agraria, que pone en la agenda la reforma agraria.

Tal vez los temas no tengan que ser hoy todos los mismos, aunque muchos siguen vigentes, pero son esos cuatro elementos los que se pueden tomar para decir desde el punto de vista metodológico qué cosas deberíamos pensar para impulsar un movimiento pedagógico en la actualidad.

Fuente de la Entrevista:

https://laizquierdadiario.com/Quieren-hacer-del-trabajo-docente-algo-facilmente-sustituible

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Reino Unido: los sindicatos educativos se fusionan para formar una nueva organización

Europa/Reino Unido/12.09.2017/Autor y Fuente: https://www.ei-ie.org/

La creación de una nueva entidad educativa se ha materializado en el Reino Unido tras la fusión de la Asociación de Profesores y Docentes y el Sindicato Nacional de Docentes, que ha dado lugar al Sindicato de Educación Nacional.

Con más de 450.000 miembros, el Sindicato de Educación Nacional representa a docentes y otros profesionales del sector educativo, y ofrece un apoyo más amplio a universidades y escuelas subvencionadas e independientes, además de representar una voz de mayor peso en el debate educativo.

El Sindicato de Educación Nacional, que combina los conocimientos y la experiencia de la Asociación de Profesores y Docentes (ATL) y el Sindicato Nacional de Docentes (NUT), ambos afiliados a la Internacional de la Educación (IE), se esfuerza por conseguir que el sector educativo sea un lugar de trabajo excepcional. Seguirán haciendo campaña por una carga de trabajo sostenible, lucharán por un sistema educativo con una financiación justa y fomentarán la mejora de las condiciones laborales y salariales. Su objetivo es que el sector educativo sea un ámbito genial para enseñar, que valore y fomente la experiencia profesional y mejore a partir de datos relevantes; y también para aprender, con un currículum amplio que motive a los alumnos y les permita desarrollar sus intereses y destrezas en un futuro.

«El Sindicato de Educación Nacional supone un punto de inflexión al combinar la diversidad de miembros, excelente formación y experiencia política de la ATL con el saber hacer en cuanto a campañas y grupos de presión, y la actividad local sólida y efectiva del NUT», destacó Mary Bousted, Secretaria general adjunta del Sindicato de Educación Nacional.

Además, también señaló que este sindicato de docentes de reciente creación reúne a docentes, profesores, personal de apoyo, directores y gestores en su lugar de trabajo para compartir su experiencia y mejorar su entorno laboral, así que se trata de «un sindicato listo para cumplir con los desafíos actuales, especialmente en cuanto a financiación y carga de trabajo».

El otro Secretario general adjunto del Sindicato de Educación Nacional, Kevin Courtney, recalcó también que «estamos ante un momento crucial en la educación y los miembros necesitan una voz común para contar con mayor repercusión y autoridad a la hora de tratar los problemas de este ámbito».

La crisis de la financiación escolar, las cargas de trabajo elevadas, las amenazas sobre los salarios y condiciones laborales, y los problemas urgentes de contratación y retención de personal son temas candentes en el sector. Por eso, el Sindicato de Educación Nacional será «protagonista de renombre en el primer plano de dichos debates», añadió.

Los miembros que anteriormente formaban parte de la ATL o el NUT seguirán recibiendo apoyo del personal actual del sindicato y los funcionarios habituales hasta que concluya el periodo de transición el 1 de enero de 2019. Los secretarios generales actuales de la ATL y el NUT, Mary Bousted y Kevin Courtney, continuarán en sus cargos como secretarios generales adjuntos del Sindicato de Educación Nacional hasta 2023.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/15336/reino-unido-los-sindicatos-educativos-se-fusionan-para-formar-una-nueva-organizaci%C3%B3n

Imagen: https://www.ei-ie.org/resources/views/admin/medias/timthumb.php?src=https://www.ei-ie.org/media_gallery/fc7de.jpg&w=1200&h=536&zc=1

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País Vasco: Sindicatos anuncian una huelga el 12 de diciembre en la enseñanza no universitaria

País Vasco/11 de Septiembre de 2017/Noticias de Gipuzkoa.

Los sindicatos ELA, LAB y Steilas han pedido «cambiar de raíz la  política educativa y los recortes que el Gobierno vasco ha ido  imponiendo a lo largo de los últimos años», y han anunciado un  intenso calendario de movilizaciones que incluye la convocatoria de  una huelga de todos los sectores de educación no universitaria  -docentes, educación especial, cocina y limpieza y haurreskolak- el  próximo 12 de diciembre.

BILBAO. «Hasta el momento, el Gobierno vasco no ha mostrado voluntad  negociadora frente a nuestras propuestas y reivindicaciones. Por  ello, consideramos que no nos deja otra opción que la de mantener la  dinámica movilizadora y de huelgas», ha señalado en rueda de prensa  la representante del sindicato LAB, Maider Izagirre.

Los tres sindicatos realizarán desde este mes de septiembre  concentraciones en las delegaciones territoriales del Departamento de  Educación y en los centros educativos. El 20 de septiembre llevarán a  cabo un World-Café abierto a la ciudadanía en la plaza de la Virgen  Blanca de Vitoria para debatir sobre la situación y las necesidades  de la educación pública. El 28 de septiembre apostarán por «acciones  singulares» en los centros «para denunciar la situación que sufren  los trabajadores de los diferentes sectores, el alumnado y las  familias», según ha remarcado Izagirre.

Del mismo modo, a lo largo de octubre harán encierros en diversos  centros de cada territorio acompañados de asambleas, mesas redondas,  charlas, conciertos, representaciones dramáticas y recitales de  poesía y lectura. Asimismo, el 28 de octubre convocarán  manifestaciones, en las que invitan a participar a las familias y al  conjunto de la ciudadanía en Vitoria, San Sebastián y Bilbao.

Durante el mes de noviembre se producirán «semanas de lucha» en  cada sector educativo, «para socializar la situación y las  reivindicaciones de los diferentes colectivos, convocando huelga del  sector en cuestión cada jueves».

Por último, todos los sectores  llamarán conjuntamente a la huelga el 12 de diciembre.
En opinión de los sindicatos «resulta imprescindible cambiar de  raíz la política educativa y los recortes que el Gobierno vasco ha  ido imponiendo a lo largo de los últimos años y revertir la situación  que ello está provocando en la educación pública y en las  haurreskolas».

Por eso, han solicitado al Departamento de Educación que tenga en  consideración las reivindicaciones de los diferentes sectores  (docentes, educación especial, cocina y limpieza y haurreskolak) y le  han instado a que inicie un «verdadero proceso de negociación» para  la mejora de las condiciones laborales «y responder de manera  adecuada a los retos y necesidades que tiene la educación publica  actual».

DEMANDAS 

ELA, LAB y Steilas han recordado que entre sus peticiones se  encuentra aumentar la inversión en educación hasta alcanzar  progresivamente el 6%, incrementar las plantillas al menos en 2.000  personas, reducir la temporalidad del actual 40% (38% personal  docente, 41% haurreskolas, 58% educación especial y 63% cocina y  limpieza) al 6%, estabilizando más de 6.000 puestos de trabajo en los  diferentes colectivos, y disminuir las ratios de alumnado un 10%.

También abogan por recuperar el poder adquisitivo del personal de  educación, realizar las sustituciones desde el primer día, la  retribución íntegra de las bajas desde el primer día, recuperar las  medidas que facilitan y acompañan la jubilación, «sacar la LOMCE de  las aulas y derogar Heziberri», y «abandonar la mercantilización de  la educación para que, superados los actuales desequilibrios, aquella  sea un instrumento de desarrollo personal y social integral basado en  la cohesión social, integración, diversidad, igualdad y  coeducación».

El representante de ELA, Xabier Irastorza, ha manifestado que los  sindicatos han pedido al Ejecutivo vasco que se responda a las  realidades de cada uno de los sectores, «y la fórmula pueden ser  mesas sectoriales o una reunión global con el Departamento de  Educación para resolver todas las demandas».

«Hasta el momento ha habido dos reuniones de la mesa negociadora  de funcionarios docentes y una mesa negociadora en el resto de los  sectores. En todas ellas, el Gobierno Vasco no ha hecho ninguna  propuesta concreta, más allá de un planteamiento de 3.000 plazas para  estabilizar el empleo en la mesa de docentes a cuatro años vista», ha  añadido.

Irastorza ha remarcado que con esta oferta «ni siquiera se  cubrirían las jubilaciones que se van producir en ese tiempo, por lo  que mantendríamos en el sector de los docentes el 39% de  temporalidad, con lo que se puede juzgar el valor de la oferta».

El representante del sindicato ELA ha dicho que «todavía estamos a  262 millones de alcanzar el presupuesto destinado en 2009» y ha  justificado la realización en noviembre de «semanas de lucha» por  sector en que cada uno de ellos tiene su propia realidad, «alguno de  ellos dramática». «En cocina y limpieza existe un 63% de temporalidad  con una media de edad superior a los 55 años. Técnicamente es un  sector privatizado, por lo que la intención del Gobierno Vasco es  dejar pasar el tiempo para que se privatice solo», ha criticado.

Asimismo, Irastorza ha apuntado que en haurreskolak las  matriculaciones descienden por los «precios desorbitados», y las  plantillas se recortan por esos costes «cuando precisamente la  necesidad es más urgente que nunca». «En esta coyuntura de crisis es  imprescindible que haya una educación gratuita de 0-18 años, nos  jugamos el sistema educativo y la propia sociedad», ha subrayado.

Fuente: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/09/06/sociedad/euskadi/sindicatos-anuncian-una-huelga-el-12-de-diciembre-en-la-ensenanza-no-univeristaria

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