08 de noviembre de 2017 / Por: Europa Press / Fuente: http://www.eleconomista.es/
El informe constata que en algunos países se definen «competencias» consideradas «esenciales»
La reforma educativa de 2013 en España eliminó la obligación para las Comunidades Autónomas
La Comisión Europea ha alertado este martes de que se presta «menos atención» a la Educación para la Ciudadanía en estudios de Formación Profesional que en los sistemas educativos generales en los países de la Unión Europea.
«Se presta menos atención a la educación para la ciudadanía en escuelas de FP en comparación con la educación general», ha avisado el Ejecutivo comunitario en un informe sobre los diferentes modelos de impartir Educación para la Ciudadanía en las aulas en los 28 países de la UE, Macedonia, Islandia, Liechtenstein, Montenegro, Noruega, Serbia, Suiza y Turquía.
El informe alerta de que en términos «en un tercio de los sistemas educativos, los enfoques curriculares» respecto a la Educación para la Ciudadanía que se utilizan en los sistemas educativos generales «o no se utilizan en FP o se utilizan en menor medida» y en general los estudiantes de FP tienen «menos asignaturas obligatorias que integran la educación para la ciudadanía, menos asignaturas optativas» que la integran, «ninguna asignatura separada optativa», «menos» asignaturas o módulos separados obligatorios y «menos temáticas multicurricualres relevantes para educación para la ciudadanía».
Sólo Bélgica (el sistema flamenco), Croacia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovenia y Reino Unido prevén para «algunos estudiantes» de FP exámenes nacionales en Educación para la Ciudadanía y un número «significativamente menor» de sistemas educativos «ofrecen directrices y material de apoyo para profesores» en Educación para la Ciudadanía en Formación Profesional.
El informe constata que los exámenes nacionales que cubren Educación para la Ciudadanía se realizan en los sistemas educativos generales de 17 países «en algún momento», tanto si se trata de una asignatura obligatoria separada o como parte de otra asignatura o temática multicurricular.
En la mayoría de los casos, los exámenes nacionales que cubren Educación para la Ciudadanía tienen por objetivo evaluar los logros de los alumnos al final de un año escolar, antes de pasar al siguiente ciclo educativo, con la excepción de los sistemas educativos de España, Bélgica (comunidad flamenca), República Checa, Estonia, Francia, Lituania, Eslovenia y Finlandia, donde este tipo de exámenes busca evaluar el sistema educativo en su conjunto y/o a las escuelas individuales de cara a lograr mejoras en la enseñanza y aprendizaje en el área de Educación para la Ciudadanía y no los progresos de los alumnos.
En la mayoría de países Educación para la Ciudadanía se integra en otras asignaturas o como materia multicurricular, tanto en Educación Primaria como Secundaria y apenas se estudia como asignatura obligatoria separada en siete países a nivel de Primaria y en 12 en Secundaria. La reforma educativa de 2013 en España eliminó la obligación para las Comunidades Autónomas de impartirla como asignatura obligatoria separada en toda la Educación General y tienen elección para decidirlo.
En comunidades como Andalucía y Extremadura Educación para la Ciudadanía es una asignatura obligatoria separada, que está integrada en otras asignaturas obligatorias en Educación General o como temática multicurricular, de acuerdo con el currículo básico que establece el Ministerio de Educación a nivel nacional.
Bélgica (comunidad francófona) y Francia son los países donde Educación para la Ciudadanía se imparten más horas en Primaria (25 y 36 horas al año respectivamente), mientras que en Secundaria se imparten más horas, entre 25 y 30, en Estonia, Finlandia y Luxemburgo, mientras que en los países donde Educación para la Ciudadanía sólo se enseña en un curso se recomiendan casi 20 horas anuales en Grecia y 12 en España.
DIFERENCIAS EN LA ESPECIALIZACIÓN DEL PROFESORADO
El informe también alerta de las diferencias «significativas» respecto a la especialización del profesorado en materia de Educación para la Ciudadanía entre países.
Sólo Reino Unido ofrecía en 2010/2011 la posibilidad a los profesores de una especialización «inicial» en Educación para la Ciudadanía, algo que ya es posible también en los sistemas educativos de Bélgica (sistema francófono), Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y, desde otoño de 2017, en Dinamarca, mientras que otros siete países -República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Austria, Polonia y Eslovaquia también forman a los profesores para que sean «semi especialistas».
El informe constata que en algunos países se definen «competencias» consideradas «esenciales» para los profesores en esta área aunque «menos países» identifican competencias para evaluar la capacidad de los profesores de «mejorar su enseñanza y prácticas docentes, así como su entendimiento y concienciación de los valores en el corazón de Educación para la Ciudadanía tales como la democracia, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y la igualdad».
Y en 17 países no existe normativas o recomendaciones «de ningún tipo» sobre las perspectivas de desarrollo de las competencias del profesorado en esta área en los sistemas educativos y se trata de una cuestión que queda en manos de las instituciones de Educación Superior.
Panamá / 08 de noviembre de 2017 / Fuente: http://metrolibre.com/
La especialista en educación Nivia Rossana Castrellón explicó que los resultados de la prueba censal de lectura comprensiva de los estudiantes de tercer grado revelaron que en Panamá existen tres sistemas educativos.
Datos del informe aseguran que el 89% de los estudiantes de escuelas públicas en tercer grado de las comarcas no cuentan con las competencias básicas de lectura comprensiva, que puede ir desde no saber leer hasta niveles de primer y segundo grado.
Mientras que a nivel nacional el 50% de los estudiantes no tiene los niveles apropiados en las escuelas oficiales, en comparación con el 20% de las escuelas particulares.
“Esto es preocupantes, porque al no saber leer es muy difícil que puedan tener trayectorias escolares exitosas, especialmente en las comarcas porque como sabemos allí está nuestras poblaciones más pobres, con mayor desafío y crecimiento demográfico de la República”, manifestó en declaraciones a Telemetro.
Para Castrellón la calidad de la educación de los niños, hoy, depende de donde naces (hogar, circunstancias socioeconómicas e índice sociocultural de la familia) lo que se vuelve más grave si se toma en cuenta que Panamá está entre los 10 país con mayor desigualdad. Otros resultados del informe, establece que el promedio de escolaridad de estudiantes panameños es del 9.5 años.
“Tenemos que aspirar a que todos nuestros niños se gradúen de sexto años para competir con otros países. Este fue uno de los acuerdos en el dialogo por la educación y estamos esperando que se cumpla porque ese compromiso de esos ocho sectores que nos sentamos y nos pusimos la camiseta de los panameños que queremos un mejor futuro para todos los niños de éste país. Estamos esperando que se haga mucho”, manifestó la empresaria miembro de la Fundación unidos por la Educación.
Este martes se realiza por segundo año consecutivo la evaluación del Operativo Aprender en las escuelas de todo el país. Los gremios se oponen a esta política por la falta de consulta previa con los trabajadores y las organizaciones del sector. El titular de SUTEBA La Plata, Patricio Villegas, aseguró a Info BLANCO SOBRE NEGRO que se trata de un proceso de “mercantilización de la educación”.
En la jornada que comenzará este miércoles al mediodía se expresará el rechazo gremial al “Operativo Aprender” y también a la reforma laboral. Desde las 17.30 se realizará un juicio público a la evaluación estadarizada que se lleva a cabo en escuelas de todo el país, con una exposición explicativa y alegatos que fundamentan la oposición a esta política.
En diálogo con Info BLANCOSOBRENEGRO, el secretario general de SUTEBA La Plata, Patricio Villegas, explicó: “Nos oponemos porque los docentes que son el actor principal en los procesos educativos tienen la única función de meros aplicadores. Es una prueba estandarizada en la que no se ha trabajado previamente en el aula. Además no sabemos por qué es esa prueba, es totalmente descontextualizado. Nosotros no nos oponemos a una evaluación, pero no como se está implementando”.
“Es una prueba muy sesgada que da para pensar en dobles intenciones, sobre todo cuando después de la primera prueba escuchamos a Macri decir que lamentablemente muchos chicos caían en la escuela pública, o lo que opinó el ahora senador Bullrich de que los pibes deben aprender a vivir en la incertidumbre”, agregó el dirigente gremial.
Este martes se realiza por segundo año el Operativo Aprender, una prueba multiple choice para evaluar los conocimientos de más de un millón de estudiantes y 90 mil docentes de las escuelas medias de todo el país.
“Esto es la mercantilización de la educación, con la aparición de distintas plataformas educativas que lucran, como la del ahora ministro de educación bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny que trabajo para las pruebas Pearson. Se trata de correr al Estado como sostén de la educación pública y entregar negocios a manos privadas”, señaló Villegas.
Y agregó: “Ya hay ONG’s trabajando en distintos distritos del Conurbano aportando dinero para distintos proyectos, pero no todas las escuelas lo reciben, generando escuelas con más posibilidades que otras. También están planteando la aparición de tutores para trabajar dentro del aula cuando un docente falta, se trata de un acompañante pedagógico que ni siquiera es docente”.
“Esas organizaciones después lucran por otro lado, con una plataforma, con pruebas estandarizadas que se vende, porque esto no es gratis. Así el dinero no va a la escuela pública, sino a estas manos privadas. El presupuesto de Educación es más del 6%, hay mucha plata, el problema es cómo se ejecuta y que se subejecuta”, aseguró el titular de SUTEBA.
La jornada de esta tarde es organizada por SUTEBA, pero contará con la participación de todos los sindicatos que integran el Frente Gremial Docente y también de ATE, Judiciales y la CICOP, entre otras organizaciones.
Acompañar adolescentes frente al fracaso y el abandono temprano, guiar en el tránsito a la vida adulta y ser espejo de lo bueno que hay en cada uno, en el instituto y en el barrio es la labor del Plan Integral de Convivencia (PIC) de Villaverde (Madrid).
Víctor Ávila, sociólogo de 39 años, y uno de los socios de la cooperativa Acais, recaló en Villaverde allá por 2007, de la mano del Plan Integral de Convivencia (PIC). Este llevaba en marcha desde 2004, y había surgido como una iniciativa de la sección de educación del distrito, ante la alarma de sus técnicos porque la mayor parte de los titulares que copaba entonces Villaverde hablaban de “bandas”, “peleas” o “apuñalamientos”, en el peor de los casos.
En 2007 se inauguraba también el metro a Villaverde, lo que contribuyó un poco más a la apertura de un territorio que, en palabras de Ávila, “viene muy condicionado por sus fronteras naturales, sobre todo en el caso de barrios como San Cristóbal de los Ángeles, que tiene a un lado las vías del tren; a otro, la Avenida de Andalucía; a otro, unos terrenos del Ejército; a otro, la M-40”.
Esto supone un sentimiento de pertenencia, un orgullo de barrio importante, y que, aunque Villaverde sea Madrid (su distrito más al sur), muchas veces a sus vecinos les salga un “me voy a Madrid”, para referirse a su desplazamiento a barrios más céntricos. También, que al edificio de la junta de distrito se le llame popularmente “el ayuntamiento”.
Algo similar les pasa a algunos adolescentes. A veces les faltan herramientas para moverse en según qué ámbitos (el académico, el laboral, el de las relaciones…) que determinan su tránsito a la vida adulta.
Y ahí están Víctor, hoy coordinador del PIC, y los otros nueve educadores del plan, que trabajan, eso sí, en coordinación con los equipos educativos de varios institutos del distrito (Celestino Mutis, San Cristóbal, El Espinillo), un centro concertado, el Addis, y, desde este año, de dos colegios, el San Roque y el Navas de Tolosa. No están solos y, según los casos, requieren de la cooperación del Centro Madrid Salud (CMS), el Centro de Atención a las Adicciones (CAD), de las asociaciones de vecinos, de los dinamizadores culturales, los educadores de familia y de las distintas entidades de la Red de Recursos de Infancia y Juventud.
El PIC fue premiado en 2012 por Unicef, lo que convirtió al distrito de Villaverde en Ciudad Amiga de la Infancia, y volvía a ser reconocido el curso pasado, como una de las Buenas Prácticas Municipales para la prevención del abandono escolar y la prevención y atención del acoso destacadas por el Ministerio de Educación y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Por la mañana, en el insti
Los educadores del PIC trabajan en los centros por las mañanas, por parejas (salvo en el Addis, donde solo hay una educadora, por sus reducidas dimensiones). Lo hacen en el aula abierta, con el alumnado expulsado o derivado por jefatura de estudios u orientación. Se practica un acompañamiento y un seguimiento, bien en el centro, bien en un espacio habilitado, por ejemplo, en centros culturales, y se analiza qué ha pasado, la responsabilidad del alumno, y se incide en su vuelta, su reincorporación, dotándole de herramientas y habilidades, recordándole las normas que hay que cumplir para evitar lo sucedido y lograr una buena convivencia. Se está con ellos una o dos horas, en un número variable de sesiones (en función de la duración de la expulsión, que puede abarcar los 28 días).
Uno de los mayores riesgos de la expulsión es que derive en expulsiones crónicas, absentismo y abandono. Desde el PIC trabajan para intentar paliarlo: “Se busca que no pierdan el vínculo con el centro, a ti te asocian con él, y les ayuda el hecho de seguir viéndote, de que revises con ellos las tareas que les han asignado, pero que también les hagas conscientes de las consecuencias de la expulsión. Muchas veces te reconocen que se aburren, y ahí es donde les muestras que el centro es importante entre otras cosas porque en él están sus compañeros, sus amigos, tratas de generar un sentimiento de pertenencia”, señala Ávila.
“Si su postura es la de ‘no aprendo nada en el insti’ les enseñamos que siempre hay algo bueno, les motivamos para titular, les explicamos que, aunque quieran hacer ‘algo de Sonido’, van a necesitar Matemáticas, les orientamos”, añade Eduardo Izquierdo, uno de los educadores PIC del IES El Espinillo.
Les ayudan en la transición a secundaria, lo que en muchos casos supone pasar de centros de línea 1 a centros de línea 9, 10 u 11. Al menos en 1º y 2º de ESO, pues los grupos se reducen mucho a partir de 3º, un filtrado que pone de manifiesto una de las grandes fallas del sistema: “Vienen del cole y de repente se les pide un trabajo más autónomo, cuando no dejan de tener 11 años, lo que en ocasiones se traduce en conflictividad en las aulas”, asevera Ávila.
La mayoría de los alumnos del aula abierta son de 1º y 2º, pero también los hay de 3º y 4º. Izquierdo lo ilustra con la diferencia en los pasillos del instituto según se va aumentando de curso. A partir de 3º, aparte del considerable descenso del número de alumnado, se percibe una sensación incluso de calma, frente a los espacios de los primeros cursos de ESO.
Con los alumnos que han sido apercibidos con partes se aborda una reflexión alternativa, a la que también deriva jefatura de estudios, el equipo de orientación o el PTSC del centro. “El caso paradigmático es el del chico o chica que no ha tenido ni un parte en todo el curso y de repente acumula tres en una mañana. En el recreo o a séptima hora se intenta ver qué está fallando y qué puede hacer”, resume Ávila. A veces se escapa el típico ‘Tú no eres así…’ porque, en realidad, el adolescente está pasando una mala racha, se ha llevado el problema puesto de casa o de la calle, y eso está repercutiendo en su situación en el instituto.
En los centros en los que operan se han convertido en una figura muy visible, de referencia, tanto para los alumnos como para los tutores. El plan de acción tutorial, por ejemplo, se elabora mano a mano, con temáticas que son recurrentes (prevención de consumos y presión grupal, en colaboración con el CAD, afectivo-sexual, con el CMS) y otros que se incorporan a demanda del tutor u orientador o de los propios educadores del PIC. Desde 2004 se ha abordado la prevención de la violencia, el buen trato, la orientación y diversidad sexual, la autoimagen, el buen uso de las redes sociales o las nuevas masculinidades. Los educadores colaboran, asimismo, con el plan de convivencia del centro, sea cual sea la fórmula elegida (alumnos ayudantes, mediación, grupos interactivos…) y desarrollan un programa de educación emocional en horas de tutoría.
Este se incorporó en 2006. Incide, de modo transversal, en la motivación para el logro académico, personal y social, pero además se centra en la prevención del acoso. A través de 12 sesiones a lo largo del curso se hace primero un diagnóstico del grupo aula para detectar sus necesidades, que se trabajarán después desde el enfoque de la inteligencia emocional.
“Se funciona en los dos niveles, el individual y el grupal, y hay una secuencia: conectar con el mundo emocional, identificar las emociones, lograr la capacidad para expresarlas y para gestionarlas”, relata Elena Segura, coordinadora del programa. “Si hay un autoconocimiento, si me doy permiso para la rabia, o para llorar, no me costará tanto darte permiso a ti para la rabia, o seré capaz de tolerar mejor tu tristeza”, sostiene.
Se busca el empoderamiento del grupo, empezando por el autoconocimiento y por la autoestima, que acaban desembocando en la empatía y el respeto: “Si yo empatizo, no tengo por qué aceptar todo lo que hace el otro, pero entiendo que le pasan cosas, lo tengo en cuenta”. “Se trata de transmitir que todas las emociones son positivas, aunque unas nos resulten agradables y otras, desagradables”, prosigue, “y tras la fase de alfabetización emocional nos volcamos bastante con la gestión del enfado y la ira, una emoción muy presente en los conflictos, para introducir los distintos estilos de regulación (inhibido, agresivo, asertivo y no violento…)”.
Aunque en un principio trabajaban solo con 1º y 2º de ESO pronto se vio la necesidad de extenderlo a 5º y 6º, de crear un itinerario de cuatro niveles en que se va dotando a los niños de una serie de habilidades y herramientas para mejorar su gestión emocional y la vida en su grupo. Además, el equipo de psicólogos y educadores sociales trabaja también en red, con los profesores, con asesorías individuales, y las familias, a través de talleres.
Por la tarde, en la calle
Pero, además, los educadores del PIC trabajan en entornos informales, también por parejas, de lunes a jueves, en rutas por las calles. Es allí donde se resuelve “lo pendiente”. Lo hacen con grupos conformados de chicos y chicas, con actividades vehiculares (baile, arte urbano, fotografía…) y con los grupos naturales (los del parquecito, los de la Rosaleda, los de Palomares…). No son agentes tutores, ni mucho menos –los chicos les saludan como a uno más del grupo, y saben que no les van a juzgar o criticar–, pero su presencia resulta disuasoria. “Al final se crea un vínculo, y les da vergüenza que les veas en una conducta poco honrosa, cuando has hablado de eso con ellos mil veces”, asegura Ávila.
“Somos como un goteo constante, gota, gota, gota… Somos muy pesados”, sonríe. En la persistencia basan su éxito. De un modo natural, en conversaciones espontáneas, los educadores extraen información de los chicos y chicas, ven cómo les va en los estudios, en casa, en sus relaciones… “Analizamos los factores de riesgo y proponemos factores de protección”, explica Ávila. Y lo hacen sin que los adolescentes lo perciban como una intromisión, de un modo sutil, y sin adoptar la pose de hermano mayor. No se rinden ante el primer “me da pereza” de los chicos, ni ante el segundo, ni ante el tercero. No les ríen las gracias cuando no hay que reírlas, o incluso les ponen en evidencia, haciéndoles cuestionar actitudes que normalmente el grupo aplaude.
En emergencias de fin de semana, no es extraño que recurran a ellos (prácticas sexuales de riesgo, consumo de sustancias) como lo hacen ante acontecimientos que les hacen sentirse inseguros (admisión en centros educativos, preparación de entrevistas de trabajo, etc.). “Nosotros no les damos la solución, ejercemos como espejo. Es una especie de “Párate, piensa”, y ellos mismos descubren cuál es el problema concreto y cómo pueden mejorar”, expone Ávila.
“Tienen un radar”, asegura una alumna, acerca de los educadores del PIC. De hecho, una de sus funciones dentro de los centros, en el apartado de mediación, es adelantarse, actuar antes de que se haya llegado a las manos e intentar lograr a un acuerdo entre las partes, con los educadores presentes. También en este caso ejercen como facilitadores, conscientes de que “si los compromisos han partido de ellos tienen más validez”.
En los márgenes del sistema
Quizá la clave de la permanencia en el tiempo del PIC (con sus altibajos, con la crisis también ellos perdieron un educador y pasaron de 30 a 25 horas semanales) es que trabaja en los márgenes del sistema, donde este no puede llegar, pero en colaboración con él. En los “te espero a la salida”, en esas expulsiones en que los chicos, de no ser por ellos, matarían el tiempo fumando porros en un banco, en las tardes entre semana, cuando hay poco qué hacer, y de repente el educador propone montar un taller de baile. Ahí está el equipo del PIC con su espejo, en el que mostrar a los chicos lo que son y lo que pueden llegar a ser. “Puede que al principio, en ese taller, no les saques del twerking, pero incluso eso lo puedes utilizar para estudiar la imagen que transmiten, lo que representan, para hablar del género, para avanzar hacia otros tipos de baile”, explica Ávila.
En el colegio Addis, su orientadora, Rosa García, trabaja en el despacho con Lexuri Martínez, educadora del PIC. Para García, es clave este trabajo en los márgenes, donde el sistema no puede (en unos casos) y no debe (en otros) llegar. El centro se transformó en 2009 en una cooperativa de 31 profesores y fue entonces cuando se abrió, entre otras cosas, a la colaboración con los educadores del PIC. “La filosofía cambió, pues para nosotros un colegio cerrado a su entorno no tiene sentido, y el tiempo nos ha dado la razón: El nivel de conflictividad es mucho menor”. El Addis cuenta con unos 400 alumnos de secundaria, y en su aula de enlace conviven unas 14 nacionalidades distintas. “El trabajo del PIC se nota con los alumnos más permeables, pero también con aquellos que no lo son tanto, a los que les ayudan en la integración en el barrio y en la adquisición de hábitos más saludables”, apunta García.
La configuración del sistema educativo tiene para esta orientadora variadas “armas de doble filo” en secundaria, como lo son el hecho, por ejemplo, de que se pueda acceder a FPB desde los 15 años, y que se otorgue al final el título de ESO. De no ser porque es necesario un informe del equipo educativo, muchos alumnos huirían en desbandada, lo que, según García, no les beneficiaría. También se muestra crítica con los PEMAR, “bien concebidos sobre el papel, pero que acaban siendo un cajón de sastre”. Muchos alumnos terminan en ellos por falta de trabajo personal, cuando la Lomce insiste en que se dirigen “a alumnado que presenta dificultades relevantes de aprendizaje que no se puedan imputar a falta de estudio o esfuerzo”.
Su mayor enemigo en estos cursos, insiste García, es “la desidia”, “la dificultad para demorar la recompensa” de una gran parte del alumnado. Les apoyan agentes externos, como educadores del PIC, pero en muchos casos, la pata fundamental, la de la familia, cojea, “cuando es clave, y ha sido la que ha tirado de muchos de nosotros para llegar donde estamos”.
Historias de éxito
Quizá por eso, a veces los chicos y chicas a los que les han ayudado desde el PIC sueltan a un educador al que ven por la calle: “Tú fuiste casi como mi padre” o “¿Qué hubiera sido de mí sin vosotros?”. Mariam es una de ellas. Nos la encontramos a la salida del centro EHASE, donde cursa 2º de FPB en Servicios Administrativos. Se levanta cada mañana a las 7.00, come a la carrera, y por las tardes trabaja de 15.00 a 21.00 como secretaria en una empresa de mudanzas de Fuenlabrada.
Nada que ver con la Mariam que hace tres años repetía 1º de ESO en el IES Celestino Mutis, como ella misma reconoce: “Si estoy aquí es por ellos (los educadores del PIC, a los que cita: Víctor, Elena, Edu, Isa, Bea), aun hoy guardo su teléfono, por si los necesito. Yo en 1º llegué del cole al insti y me creía la mejor, no estudiaba, tonteaba con bandas, andaba con gente que no vale… Todos los días la liaba, contestaba a los profesores, les gritaba… Me ponían partes, me expulsaban, y me pasaba el día dando vueltas por ahí. Hasta que empezaron a ayudarme con sus consejos, me apunté al grupo de baile en el parque los martes y los jueves, me convertí en alumna ayudante en el insti, y fui saliendo de todo eso, motivándome para seguir estudiando y trabajar”.
Víctor Ávila, a quien, junto con su equipo, Mariam le acaba de espetar este “ha sido por vosotros”, revisa las estadísticas, en busca de alguna cifra que resuma su actuación: “586 intervenciones con alumnos el último curso en el IES Celestino Mutis (aunque algunos de los alumnos pueden repetirse, por ser objeto de distintas acciones)…”, ojea. Sin embargo, las cifras se quedan cortas, no hablan de las historias de Mariam, de Silviu, de Omar, de Rosemary, de Samuel… historias de éxito del plan, historias de chicos y chicas vulnerables al fracaso que un día descubrieron que la meta máxima no era ser reponedor del Alcampo y fardar de coche a la salida del instituto, con la música a todo volumen, que la buena vida no era levantarse a las once cada mañana y liarse un porro. Que su barrio, que recibe su nombre del gran número de huertas que lo poblaban en su día, no tiene por qué ser un vivero de parados, que ellos no tienen por qué engrosar irremediablemente esa estadística. Y que Villaverde, su barrio, atesora belleza, talento, potencial.
Trabajo en red
Ávila insiste en que su trabajo es en red, y en que con él les gustaría darle una vuelta al estigma que pesa sobre Villaverde. Defiende, por ejemplo, el trabajo que se está llevando a cabo por parte de distintas asociaciones, como Educación, Cultura y Solidaridad, la Liga de la Educación y OMC Radio, o el tejido vecinal. Villaverde bulle, no dejan de surgir iniciativas, también para los chicos y chicas (taller de radio, de arte urbano, grupos de barras…).
Un paseo por sus calles hace que no suenen a ironía sus nombres (Avenida de la Felicidad…), permite disfrutar del colorido del mercadillo de los jueves en Ciudad de los Ángeles, deleitarse con el crisol de suculentos aromas que, cercana ya la hora de la comida, se mezclan en el ambiente, admirar la imponente biblioteca María Moliner o hacer un alto en la camino en la apacible plaza vieja.
Hay problemas, como la elevada tasa de paro, la más alta de la capital, las dificultades en el acceso a la vivienda, con mafias proliferando en determinados puntos de San Cristóbal, o tendencias incidentes y preocupantes, aunque marginales, como el consumo de opiáceos entre la población adulta, pero también hay esperanza y, ahí es donde incide el PIC: Lla hay, y la hay de la mano de los adolescentes, un mensaje que tratan de transmitir también a los vecinos.
Uriarte asegura que estas cifras demuestran la apuesta del Gobierno vasco
El Departamento de Educación tiene previsto presupuestar el próximo año 1.200 millones de euros a la educación pública y 622,2 millones a la red concertada de la enseñanza no universitaria, unas cifras que demuestran, según la consejeraCristina Uriarte, el tipo de modelo educativo por el que apuesta el Gobierno vasco.
Uriarte ha detallado en comisión parlamentaria las principales partidas económicas previstas en el proyecto de Ley de Presupuestos para 2018 para su Departamento, el segundo de las áreas del Gobierno vasco, tras el de Salud, que cuenta con un mayor volumen de recursos, en total 2.718,8 millones de euros, un 1,9 % más que en el actual ejercicio.
Según ha expuesto, el gasto de personal representa el 47,2 % del total del presupuesto, con un incremento de 24,9 millones de euros.
Uriarte ha destacado que la estabilidad de las plantillas y la reducción de la interinidad del profesional seguirá siendo uno de los ejes de actuación fundamentales de su Departamento. Así, el proyecto contempla un incremento de 300.000 euros para la Oferta Pública de Empleo de 2018.
En esta legislatura las previsiones que maneja el Departamento es que se convoquen en total 5.000 plazas, incluidas las ya adjudicadas este año.
El Departamento destinará 3,8 millones a las sustituciones desde el primer día del profesorado de Educación Primaria a partir del próximo año y también se consolidarán, al margen de las OPE, 160 plazas de profesorado de Educación Secundaria, Kirolene y Dantzerti, junto con 50 plazas de Educación especial.
La innovación educativa y la formación permanente del profesorado contará con un partida de 47,1 millones de euros, un 2,3% más.
Destaca un año más por su importe el programa de euskaldunización del sistema educativo, que absorbe 42,6 millones de euros, un 0,5 % más que en 2017.
En cuanto a becas, el importe dedicado a este fin no sufrirá variación con respecto al de este año. Se dedicará 26 millones de euros para becas universitarias y 57 millones para las no universitarias.
La consejera ha avanzado además que durante 2018 se destinarán 41,2 millones al plan de infraestructuras y obras, un 4,3 % más, y se prevé la finalización de las obras de los institutos de Zabalgana (Vitoria) y Pagasarribide (Bilbao).
Según el proyecto de ley, el presupuesto dedicado a la Educación Infantil y Primaria asciende a 956,7 millones de euros, un 3,1 % más, mientras que para la Educación Secundaria y Formación Profesional se destinarán 967,6 millones de euros, un 0,9 % más.
Para la enseñanza universitaria la partida prevista es de 319,6 millones, un 0,9 % más.
El presupuesto para los conciertos educativos experimentará una subida del 2 % y alcanzará los 622,2 millones de euros, un incremento debido fundamentalmente a la subida salarial y la creación de nuevas aulas de educación especial, ha indicado Uriarte.
Educación dedicará además 26,6 millones para los comedores escolares, un 0,3 % menos, y la partida para transporte escolar ascenderá a 25,1 millones, la misma cantidad que en 2017.
En Formación Profesional, por ejemplo, el proyecto de presupuestos recoge un incremento del 27,2 % para la adquisición de nuevos equipos y materiales, alcanzando los 5,7 millones.
Si Sebastián Piñera gana, haría mal en repudiar las líneas políticas básicas de su predecesora
La economía chilena atraviesa por una fase de ralentización desde 2015 cuya causa principal es el descenso del precio del cobre en los mercados mundiales. Para Chile, el cobre es una especie de monocultivo; otros países dependen del petróleo, pero, claro, el cobre no está defendido en los mercados por un cártel poderoso. Cuando el precio del cobre cae, no existen herramientas eficaces para subirlo de nuevo; hay que esperar pacientemente a que se recupere. Este año la economía chilena crecerá en torno al 1,5%. Pero también hay buenas noticias: el precio del cobre se está recuperando y, por lo menos, el metal ya no constituirá un lastre para el crecimiento. No obstante, para 2018 las estimaciones de crecimiento no superan el 2%; tendrán que pasar un par de años para que se alcance una tasa de crecimiento del 4%.
Pero el avance coyuntural expuesto en números poco nos dice de la estructura económica del país, que al fin es lo que decide la calidad del bienestar y la estabilidad futura. Acaso el indicio de la dependencia del cobre revela la descompensación de las fuentes de riqueza. El equipo económico de Michelle Bachelet apenas se equivocó un milímetro en su diagnóstico sobre los flancos débiles de la economía chilena. En primer lugar, se hace necesario reducir la dependencia del cobre; condena a los chilenos a una excesiva e innecesaria volatilidad en el crecimiento económico. Claro que, como se apresuran a explicar desde las localizaciones mineras, la reducción tiene que ser paulatina. Faltaría más. Pero ya urge iniciar el viraje hacia nuevas fuentes de riqueza.
Con la misma urgencia, o mayor, había que reformar el sistema fiscal. Cualquier observador distraído lleva a la conclusión de que los Estados que quieren contribuir al crecimiento económico —aunque sea de la manera indirecta que predica el liberalismo— están obligados a contar con una estructura recaudatoria firme y segura, que, desde luego, no quiere decir confiscatoria. Se trata sencillamente de asegurarse un flujo continuado de ingresos a los que deben contribuir las empresas y las rentas individuales de forma proporcionada. El mismo observador distraído comprenderá que la diferencia entre los países desarrollados y los emergentes es, básicamente, de seguridad fiscal.
El Estado chileno necesitaba aumentar los ingresos para cubrir las inversiones necesarias en educación, otro de los graves déficits de la sociedad chilena. Porque la educación, una externalidad para el catecismo neoliberal, es una de las formas —junto con la seguridad jurídica, por cierto— que tiene el Estado para contribuir al crecimiento. Por estas y otras razones, las decisiones económicas de Bachelet estuvieron plenamente justificadas.
El argumento dominante hoy insiste en culpar a los cambios fiscales y educativos de la caída de la inversión. «Crearon incertidumbre», se pontifica con seguridad impostada. Es probable; pero sabemos, desde que Keynes nos lo enseñó, que las decisiones de inversión dependen principalmente de las expectativas de demanda y, por lo tanto, sería más acertado suponer que la caída de la demanda es la causa previa a la depresión inversora. Por otra parte, se extiende el consenso de que las expectativas de demanda mejorarán en los próximos meses. Así que la fase depresiva de la inversión puede empezar a cerrarse en los próximos meses.
En las próximas e inmediatas elecciones (19 de noviembre) tiene ventaja el candidato de la derecha, Sebastián Piñera. Mal haría, si gana, en repudiar el diagnóstico y las líneas políticas básicas de Bachelet, salvo en lo que se refiere a la modulación de los detalles. La fiscalidad y la educación son líneas de progreso para Chile, por más que Piñera se sienta tentado de recurrir a modos de crecimiento más endebles.
Luego de que la polémica evaluación a docentes y alumnos se llevara a cabo el año pasado, varios gremios llaman a rechazar y movilizar este próximo martes ante su nueva edición. “Este sistema abre las puertas a la privatización del sistema público”, denunciaron.
Desde la Federación Nacional de Docentes llaman a un rechazo y un paro ante la nueva emisión del operativo Aprender que se llevará a cabo este martes 7 en gran parte del país y la provincia de Buenos Aires.
“Rechazamos estas evaluaciones que, lejos de intentar mejorar la Educación Pública, apuntan a su vaciamiento y desintegración buscando estigmatizar la figura del docente al responsabilizarlo de los supuestamente bajos niveles de aprendizaje de los alumnos”, manifestaron desde un comunicado distintos gremios docentes nucleados en la Federación.
Además, coincidieron que el objetivo del gobierno, lejos de buscar una evaluación honesta de los conocimientos en las escuelas, se realiza “para allanar el camino a la aplicación del Plan Maestro” que “abre las puertas a la privatización del sistema público de enseñanza, dándole fundamento a la frase del Presidente Macri de `Caer en la Escuela Pública´».
También destacaron el precedente de la reforma educativa que quiere implementarse en las escuelas porteñas, como una antesala de lo que podría esperarse para la educación en el resto del país.
“La mal llamada «Escuela del Futuro» que se intenta aplicar en educación porteña, es una muestra en tal sentido al eliminar el 5to año de la secundaria por pasantías en empresas. Entrega así a los jóvenes a empleos precarios y flexibilizados, mientras amputan la formación preuniversitaria para los sectores populares”, explicaron.
Desde la Federación Nacional de Docentes hicieron mención a los orígenes de los operativos Aprender y Enseñar que encabeza Cambiemos para la educación pública: “nos oponemos a estas Evaluaciones por ser externas al sistema Educativo, al ser diseñadas por funcionarios ligados con los intereses del Banco Mundial y la OCDE”, argumentando que además que estas evaluaciones se realizan con pruebas estandarizadas y con el cuestionado formato de “múltiple choice”, que –mencionaron- “no toman en cuenta el contexto socioeconómico donde se desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje”.
“La Escuela con capacidad de coordinar la resistencia contra las violaciones de los derechos humanos como lo demostró la comunidad educativa en el caso del asesinato de Santiago Maldonado. La Escuela como posible organizadora de las políticas de Ajuste”, expresaron en el comunicado ante una nueva jornada de paro y movilización.
La Federación Nacional Docente se suma a la convocatoria de paro que vienen anunciando varias provincias, como Chaco, Misiones, Neuquén, Santa Cruz y Buenos Aires, en rechazo al operativo Aprender 2017.
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