La escuela primaria Mitchell en Bridgewater, Massachusetts, está en el punto de mira después de publicar la fotografía de una niña negra hincada ante dos niños blancos que la mantienen sujeta con cuerdas.
La dirección de la escuela primaria Mitchell, situada en el estado de Massachusetts, EE.UU., se ha visto obligada a presentar explicaciones por una imagen que publicó en Facebook. En la fotografía se ve a tres niños y una adulta vestidos como peregrinos, pero uno de los menores es una niña negra que aparece de rodillas y es sujetada con cuerdas por los blancos, a la manera de una esclava, según CBS Boston.
«Si miras esa imagen fuera de contexto, ¿qué vas a pensar? Es claramente lo que parece: repugnante», dijo uno de los padres e integrantes de la comunidad educativa, que se negó a ser identificado.
La escuela aseguró posteriormente que las cuerdas atadas a la pequeña, de 8 años, sólo pretendían imitar las correas utilizadas en el siglo XVII para evitar que los niños se alejaran corriendo, pero muchos padres cuestionaron el hecho de que fuese una niña de color la elegida para ser mostrada en situación de inferioridad.
«Nunca fue nuestra intención el degradar a una persona o grupo», aseguró el director de la escuela, Derek Swenson. «El Distrito Escolar Regional de Bridgewater-Raynham se disculpa sinceramente con los alumnos, el personal y la comunidad en general por este desafortunado incidente», agregó.
Contribuir en la construcción de espacios de reflexión, diálogo y cocreación sobre el estado de la educación en Bolivia, y cómo las experiencias de Finlandia pueden ayudar a generar cambios en el aula y en el hogar, es uno de los objetivos del «1er Encuentro Pedagógico: Innovar en la Educación es Posible. Finlandia Sabe Cómo Hacerlo», evento organizado por Learning Scoop Finland International Representative, la UPSA y Jopoi Escuela Infantil.
Sobre el evento. El mismo se desarrollará bajo la metodología de conferencias y talleres dirigidos a profesores de colegio, docentes universitarios, psicopedagogos, psicólogos, directores de colegio, padres de familia y estudiantes.
Los talleres estarán dirigidos por Martta Elina Harju, Ellimaija María Ahonen y Jukka Tapio Miettune, tres profesionales formados en Learning Scoop. Los mismos estarán acompañados por una coordinadora general que también realizará las traducciones.
Los talleres, que se realizarán en la UPSA, serán del 26 de octubre hasta el 1 de noviembre.
«Estos expertos van a brindar las experiencias en sus estrategias de trabajo en Finlandia, para metodologías sobre la enseñanza en las aulas con los chicos o cómo trabajar en ambientes difíciles. Son temáticas que tienen que ver con áreas que involucran a los psicopedagogos», dijo Lauren Weber, vocera de Learning Scoop.
Trabajo en conjunto. Por otro lado, Katherine Rojas, directora de Jopoi Escuela Infantil, explicó que la selección de temas de los talleres fue un trabajo en conjunto, porque se partió de la necesidad de un conocimiento de las necesidades en el medio, «y ellos parten de la experiencia que han hecho a través de los años en los que vienen trabajando, entonces ha sido un ir y venir hasta llegar a esta propuesta».
A poco menos de una semana los talleres, que tienen una capacidad para 70 personas se encuentran llenos, habiendo solamente espacio para la conferencia taller a realizarse el sábado 28, donde se esperan 400 personas.
La importancia del evento. Finalmente Julvi Molina, directora académica de la UPSA, dijo que este evento abre las puertas, para poder trabajar más adelante, en el tema estrategias y que poco a poco, estas nos ayuden a trabajar con padres y profesores.
El Ministerio de Educación (Minedu) se reafirma en la necesidad de mantener los lineamientos, vigentes desde 2011, que establecen el 31 de marzo como la fecha de corte de edad límite para que un niño pueda ser matriculado en inicial o primaria, tal como ocurre en países vecinos como Brasil, Chile, Colombia y Ecuador.
En tal sentido, el Minedu exhorta a los padres y madres de familia a comprender que esta medida garantiza el adecuado desarrollo y aprendizaje de los menores, respetando su proceso de maduración y teniendo como prioridad el “interés superior del niño”.
Si esto no se respeta y un niño es matriculado en un ciclo o nivel que no le corresponde, entonces será sometido a situaciones que pueden generarle estrés, daño cerebral, sentimientos de fracaso y, por ende, un impacto negativo en su personalidad, que redundará en su trayectoria educativa y en toda su vida, remarcó la directora de Educación Inicial del Minedu, Patricia González Simón.
Explica que las evidencias científicas, pedagógicas y psicológicas, tanto nacionales como internacionales, demuestran que no se debe apresurar los aprendizajes porque hay que respetar los procesos de maduración en todas sus dimensiones: socioemocional, afectiva, cognitiva, física y motriz para dar paso al aprendizaje progresivo. Indicó que, aunque un niño haya aprendido a leer o a escribir antes de lo esperado, eso no significa que esté maduro en todos los aspectos o que se pueda adelantar su proceso de aprendizaje.
Osdiel Montesinos cursa el cuarto grado en la escuela especial José Martí de Pinar del Río, y aunque le resta un año para utilizar máquinas Braille, será testigo de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba.
En el aula multigrado de tercero, cuarto de la institución vueltabajera, la defectóloga integral Maiciel Hernández dijo a la ACN que los aditamentos empleados por los ciegos para la escritura sufren roturas frecuentes por los años de explotación.
Hernández se refirió a la imposibilidad de contar con más piezas de repuesto o adquirir esos aparatos nuevos debido al cerco norteamericano impuesto hace más de medio siglo contra este país caribeño.
Eso obliga a utilizar alternativas como la confección de medios de enseñanza y la intervención de un técnico, de cara al aprendizaje de Osdiel, de nueve años de edad, y otros infantes con iguales discapacidades visuales, explicó.
Yureimy Márquez, directora del centro, precisó que el costo de una máquina Braille para Cuba, que tiene que acudir a terceros países, ronda los mil 200 dólares; en cambio, de poder adquirirla en el mercado estadounidense, resultaría mucho más barata.
Márquez aclaró que pese a ello, tienen las regletas y el papel Braille necesarios para cada clase.
Si bien Osdiel todavía no tiene claro qué estudiar cuando sea grande y existen limitaciones objetivas para su preparación académica, cuenta con la voluntad de un sistema socialista que no discrimina y se esfuerza por brindarle un futuro digno, afirmó.
Una situación similar enfrentan los niños sordos e hipoacúsicos en la escuela pinareña, los que carecen de computadoras, grabadora, video voz y los instrumentos musicales adecuados, en pos de desarrollar la audición.
Según María Antonia Hernández, maestra de educación auditiva y tratamiento del desarrollo de habilidades comunicativas, tampoco disponen de un local con amortiguadores acústicos para que no penetren los ruidos y permita el trabajo con sus nueve alumnos.
Agregó que a causa de esa hostil política imperialista, están privados de equipos amplificadores de sonido, presentes tiempo atrás en la institución, pero sin posibilidades de reponerlos frente a averías.
La maestra indicó que se dificulta la confección de las prótesis auditivas, que no se pueden elaborar en Pinar del Río, con lo cual, los niños requieren viajar hacia La Habana.
Durante casi seis décadas, el cerco ha ocasionado pérdidas a esta nación caribeña estimadas en 822 mil 280 millones de dólares, según el informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
El texto, que será presentado por Cuba en noviembre próximo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, advierte que el bloqueo afecta los programas cubanos para asegurar una educación de calidad, universal y gratuita en todos los niveles.
Durante el período analizado en ese informe, de abril de 2016 a marzo de 2017, el sector de la educación en Cuba sufrió pérdidas equivalentes a dos millones 832 mil 830 dólares.
Esas pérdidas, de acuerdo con el texto, estuvieron mayormente asociadas al encarecimiento de los fletes para la importación al país de los insumos escolares desde terceros países, por la imposibilidad de comprarlos en territorio estadounidense. /
Un país sometido a tensiones entre comunidades y conmocionado por los atentados yihadistas.
La enseñanza sobre religión y la educación moral se intensificó en los últimos años en Francia, un país sometido a tensiones entre comunidades y conmocionado por los atentados yihadistas. Pero los profesores del sistema público laico avanzan con prudencia.
¿Se puede enseñar religión en la escuela?
No hay cursos específicos de religión para los 10 millones de alumnos del sistema público, salvo en Alsacia y Mosela, territorios alemanes cuando nació la escuela laica en 1882.
Pero el ministerio de Educación programó una “enseñanza laica de hechos religiosos”, a partir de un informe elaborado por el filósofo Régis Debray, varios meses después del 11 de septiembre de 2001. Estos son impartidos en materias como historia y geografía, arte y filosofía, como “elemento de comprensión de nuestro patrimonio cultural y del mundo contemporáneo”.
¿ Los docentes son reticentes ?
Puesto que no se trata de una enseñanza confesional y que es neutra respecto a todas las religiones, no hay una oposición destacable de los profesores, pero en una sociedad en que la práctica y la cultura religiosas están en retroceso, “los profesores, excepto quizás los de historia y filosofía, no se sienten muy bien armados” para enseñar al respecto, estima el presidente del Observatorio del Laicismo, Jean-Louis Bianco.
“Algunos profesores se dicen que deben conocer el Corán, la Biblia, la Torá. Pero se les explica que esta no es la cuestión y que no deben sobre todo entrar en controversias con los alumnos que defienden su religión”, asegura Bianco.
Desde enero de 2015 y la ola de atentados terroristas que dejaron 241 muertos en Francia en nombre de un islam radical, el Estado emprendió iniciativas para formar a los docentes, pero estas chocan con la falta de tiempo. “Si los profesores se pasan todo el día hablando a los alumnos sentados en una silla, no hay lugar para la innovación”, según Philippe Gaudin, director adjunto del Instituto Europeo en Ciencia de Religiones.
En junio, un profesor de una escuela de primaria fue transferido a otro centro por haber consagrado demasiado tiempo al estudio de la Biblia. “Todo es cuestión de medida”, según Bianco.
¿Cómo reaccionan los alumnos?
Niños y adolescentes son raramente hostiles a la enseñanza de los hechos religiosos, según el sociólogo Sébastien Urbanski, miembro del grupo de investigación “Religiones, discriminaciones y racismo en el entorno escolar”. “Los profesores saben resolver determinadas situaciones, como cuando un alumno dice ‘Usted no puede hablar del islam porque no es musulmán’. El curso se imparte igualmente”.
Para Bianco, la oposición de los alumnos, que no “es muy frecuente”, no se da siempre sobre religión, sino también sobre el Holocausto y el conflicto israelo-palestino. Y no procede forzosamente de alumnos musulmanes. “En algunos círculos cristianos se oponen a Darwin”, recuerda.
“Es un arte pedagógico enseñar que ‘lo que escuchas en tu casa, no es superior, es simplemente de otro orden. Aquí te damos lo necesario para que desarrolles un razonamiento personal’. Es este posicionamiento entre saber y creer que no es fácil”, agrega Bianco.
¿ Y la moral laica?
Además de la impartición de hechos religiosos, el sistema educativo francés ha priorizado, tras los atentados de enero de 2015, una “enseñanza moral y cívica”, con el fin de promover los valores republicanos, el sentido crítico, el pluralismo de opiniones… Pero con media hora por semana “no se logra gran cosa”, lamenta Eric Favey, de la asociación Liga de la Enseñanza.
Esta joven parisina de origen español decidió «infiltrarse» en el sistema educativo francés para, tras estudiar cómo aprenden las personas, demostrar que «podíamos tener resultados increíbles si respetábamos más las leyes naturales del niño».
“Ah, no soy profesora”, dice Céline Alvarez poco antes de despedirse. Esta parisina de 34 años, de cuyo padre inmigrante español le queda un excelente manejo de la lengua, está presentando Las leyes naturales del niño (Aguilar), un libro donde explica su manera de ver al niño y cómo aprenden. Alvarez sí fue profesora, pero lo considera “una anécdota” que duró tres años y solo para demostrar que sus teorías, basadas en la neurociencia y los últimos conocimientos sobre el desarrollo humano y los mecanismos de aprendizaje, son correctas. El experimento en un aula de infantil del municipio deprimido de Gennevilliers, al noroeste de París, fue un éxito rotundo que ha llevado a cientos de maestros galos a emular su manera de ver la educación. “Pero no es un método”, pide al periodista que no le encorsete. “El método encierra en un sistema fijado, acabado, es la antítesis de lo que pienso. Prefiero hablar de de proceso educativo abierto, científico, evolutivo”.
Si no es profesora, ¿qué es?
No lo sé. Soy una persona que quiere que las cosas cambien, y para eso voy a hacer lo que haga falta. He escrito un libro, quizá haga un documental. Voy a clases, hablo con profesores, con científicos… Soy una persona que nació y creció en un barrio muy desfavorecido de las afueras de París. Es una suerte, aunque al principio no lo consideraba así. Ahí empecé a ver el impacto de un sistema educativo que no era coherente con la manera de ser y desarrollarse del niño, ni con la manera natural de transmitir del adulto. Todos sufrimos esto. Los profesores estaban agotados, deprimidos. Nosotros sufríamos, nos desconectábamos de nosotros mismos, del otro y de la sociedad. Lo he vivido, tuve una escolaridad bastante mala que me provocó rabia, cólera. No entendía esta sociedad. Yo veía que teníamos tanto que dar. Pensaba en cómo podemos gastar estos potenciales cada año. Se volvió una obsesión, quería cambiar el sistema. Yo tenía poco vocabulario, cometía fallos y los psicólogos decían que iba a fracasar en el colegio. Pero tenía algo que nadie me podía quitar: esta envidia, este deseo profundo de que las cosas cambiaran rápidamente. Esto era más importante para mí que todo lo demás. Quiero que el mayor número de niños posibles puedan acceder a esta educación que yo llamo fisiológica, adaptada a la forma de aprender del ser humano.
¿Cómo va esta expansión de sus ideas?
Lo primero que hice fue estudiar las neurociencias afectivas, cognitivas y sociales para ver los grandes principios que se ponían de relieve y que se podían constituir como no negociables, universales y comunes a todos los seres humanos. Empecé a estudiar esto para tener una base científica, objetiva, sobre la que apoyarme y pensar y reflexionar. Cada año en Francia el 40% de los niños sale de Primaria con dificultades en lectura o matemáticas que son tan grandes que no pueden tener una escolaridad normal en Secundaria. Esto es inaceptable. Un niño que no sabe leer bien o hacer matemáticas como se espera no solo falla en el cole, pierde la confianza en sí mismo, empieza a ser agresivo, se desconecta del sistema. Así que decidí hacer una cosa que nunca había pensado hacer, que es infiltrarme en el sistema educativo público francés para enseñar que, sin cambiarlo todo, solo adaptándose, podíamos tener resultados increíbles si respetábamos más las leyes naturales del niño. Estamos fallando proponiendo un sistema que no responde a la forma natural de aprender de las personas.
Usted ha estudiado el conocimiento científico, sobre todo en las neurociencias. ¿Qué aprendió con sus estudios? ¿En qué consisten sus ideas?
Aprendí que lo que intuíamos era verdad. Son cosas que ya sabemos, pero no ponemos en práctica porque el sistema no es así.
Primero, que lo que más importa es el entorno. El cerebro humano es plástico y las condiciones exteriores son las que lo van a estructurar. No tenemos un potencial o talentos predefinidos determinados. Lo que va a hacer la diferencia entre todos es el entorno social, lingüístico, las experiencias que tengamos o no. Esto nos invita a reorientar la mirada hacia otro sitio que no sean los niños. El ser humano es una máquina de aprender sin esfuerzo y si no puede hacerlo no es por él, es por el entorno.
Segundo, el ser humano está predispuesto a aprender cosas que le motivan y no aprende cosas que no le interesan. Lo que dicen las neurociencias cognitivas es que el ser humano, cuando no es curioso, motivado o entusiasmo, las zonas de la memoria, del hipocampo, se activan poco. Al revés, cuando estamos motivados, curiosos, esas zonas se activan con fuerza. Hacemos que los niños pierdan confianza en ellos cuando les repetimos lo mismo todos los días. Y los deberes, otra vez lo mismo, y cursos particulares…
Tercero, no podemos aprender sin equivocarnos. El error es constitutivo del aprendizaje. Cuando el cerebro hace una predicción y luego ve que hay un desfase entre su predicción y la realidad esto se traduce en una activación muy fuerte de las neuronas y el cerebro reorganiza sus circuitos. Lo que estamos haciendo es pedir a nuestros hijos que aprendan sin equivocarse y estamos provocando en ellos una parálisis cognitiva, es normal que luego haya fobias escolares.
Cuarto, y esto sí que fue un descubrimiento que me transformó, es la importancia de la autonomía. Antes, pensábamos que el cociente intelectual era el indicador del éxito personal, escolar, laboral. Ahora, llevamos diez años sabiéndolo, resulta que el indicador más predictivo del éxito global de un individuo es el nivel de desarrollo de sus competencias ejecutivas, que nos permiten acceder a todos los objetivos que nos marcamos. Esas competencias (son tres, la memoria de trabajo, el control inhibidor y la flexibilidad cognitiva) se van a desarrollar nada más que cuando el niño está en un entorno que le ayude poco a poco a hacer las cosas por sí solo.
Por último, si otro parámetro no es respetado, todo lo anterior no sirve para nada. Lo más importante para el ser humano, que es un ser social, es el vínculo social positivo. Si no, aunque tenga un entorno extraordinario, que le respete, que le permita equivocarse, si el niño siente que está juzgado, que no es amado, le genera un estrés orgánico al ser social que somos que bloquea el aprendizaje y el desarrollo de todas las competencias que tenemos de forma embrionaria en el cerebro. Amor, autonomía y motivación. Con esto cambiamos el mundo.
Con todos esos conocimientos, ¿cómo le fue el experimento en Gennevilliers?
Cuando entré en clase hicimos un test para ver dónde estaban los niños a nivel cognitivo. La literatura científica, con los resultados en memoria de trabajo, etc., puede hacer predicciones de los niveles de fracaso a los seis años. Hicimos los test y eran un desastre. Los niños con cuatro años no conseguían memorizar nada, no prestaban atención, etc. Seis meses después de trabajar esas competencias, solo ayudándoles a ser autónomos en el día a día, a vestirse, a ayudar a la gente, a hablar, resolver los conflictos, a pesar de las predicciones de los psicólogos, un día empezaron a entrar en la lectura y las matemáticas. Leían con tono, alegría, facilidad. Una nena no podía memorizar, pero después de este proceso de la autonomía, decidió que quería leer. Le enseñé un poco los sonidos de las letras y la mandé con su mejor amiga, que ya leía, a que la ayudara. En tres semanas, esta niña con resultados catastróficos leía. Y un año después, cuando tenía cinco e hicimos los test en lectura y matemáticas, tenía los resultados de los mejores niños de ocho años. Subestimamos el potencial de los niños porque miramos en la dirección equivocada. Focalizamos toda nuestra atención en la transmisión de los fundamentales (leer, escribir, contar), pero la mejor forma de que se apropien de ello no es centrarse en eso, sino en el desarrollo de las competencias cognitivas, que les van a permitir acceder a todo lo que quieran.
Le habrán dicho que esto del “amor” y de no enseñar a los niños cosas que no les interesen es un discurso buenista.
Me encanta cuando me dicen esto porque tengo la alegría de contestar con una experiencia real. Puedo decir, “he llevado un experimento tres años en un barrio desfavorecido, en una clase de 27 niños con grandes problemas, y a pesar de esto tenían año y medio de adelanto en el nivel escolar”. Además, la transformación de los niños fue tremenda. Esto es lo que más chocó a los padres. Lo que pasa en la personalidad de los niños es increíble. Se vuelven seres más empáticos, generosos, con confianza en sí mismos y en la sociedad. Son creativos, perseverantes, radiantes, luminosos, y aunque tengan cuatro o cinco años nos inspiran. No es una personalidad egoísta, competitiva. Al contrario, cuando creas las condiciones lo que se manifiesta es generosidad, empatía, calma, disciplina, sentido crítico, y sin buscarlas específicamente. En centenares de clases y colegios de Francia está pasando y están obteniendo resultados. No es una utopía.
Habla mucho del entorno. Pero una parte del entorno es prácticamente imposible cambiarla. Su familia, dónde nace, las circunstancias.
Yo creo que sí, por eso he escrito este libro. El libro es para todos, pero sobre todo para los padres. Para que se den cuenta de la importancia del entorno, de su rol. No es nada del otro mundo, solo estar más presentes, hablar más con los niños. No creo que nada no se pueda cambiar, aunque sí es verdad que hay niños con un entorno familiar muy complicado. Es lo que pasaba en Gennevilliers, no se imagina los problemas familiares que tenían los niños. Y aún así, cambiando las cosas en el colegio, tuvimos un impacto muy fuerte, los niños cambiaron. Empezaron a aportar otra forma de interactuar en sus casas y se ha extendido a las familias lo que hacíamos en clase. Y las familias, que yo pensaba que no tenían tiempo ni interés por lo que hacíamos en clase, vinieron al final del primer año a preguntar qué estaba pasando en clase porque sus hijos habían cambiado mucho, muy positivamente, y querían hacer algo en casa también. No podemos cambiar todo, pero sí actuar e influenciar desde un lado.
¿En qué consiste el cambio del entorno escolar?
Lo primero es informarse. Justo lo que no hay que hacer es decir, “qué hago”. Porque entonces vas a hacer lo que yo te diga, pero sin saber por qué y vas a caer en un método fijado, dogmático y, al final, seguro que con malos resultados. Lo importante primero es la información. Por eso he escrito el libro, tengo la web con toda la información teórica y práctica. Primero el conocimiento, de manera ligera, inspiradora si es posible. Es importante, porque entonces cada uno podrá hacer elecciones guiado por su conocimiento, por lo que puede hacer, elegir su forma de cambiar las cosas considerando lo que tiene, lo que es y los niños que tiene delante. Hay que permitir al niño que sea más autónomo, nada más. Empezar porque se pueda vestir solo (no elegir la ropa), empezar a cocinar, limpiar lo que quieran, ayudar a los pequeños, ayudarles a hablar y dejarles llegar hasta el final, porque los niños empiezan con una cosa y se lían con otras y se olvidan. Ayudarles a conseguir los objetivos que se fijen. En una clase hay muchas actividades que pueden hacer. Les vamos a presentar esas actividades y una vez que encuentren algo que les guste ponerles una alfombra roja para que lleguen hasta donde quieran. Y siempre van mucho más allá de lo que creemos posible. Otra cosa concreta es dejar de separar al ser humano por edades. ¿Cuándo vamos a dejar de separar a los niños de tres años de los de cinco? Hay que permitir otra vez a los niños crecer juntos mezclando edades. Otra cosa es crear un entorno social alrededor de los niños haciendo un entorno empático que favorezca la ayuda mutua.
Ambas agencias de las Naciones Unidas acordaron acompañar a los países latinoamericanos y caribeños en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados a la erradicación del hambre y al acceso a la educación.
La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) han iniciado el 17 de octubre de 2017 el diseño de una estrategia conjunta de trabajo para fortalecer la educación alimentaria y nutricional y promover su integración en las políticas públicas de los países latinoamericanos y caribeños.
De acuerdo al último informe de la FAO Panorama de la seguridad alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2017), la desnutrición crónica infantil en la región se ha reducido de 24,5%, en 1990 a 11% en 2016. Sin embargo, aún 5,9 millones de niñas y niños se encuentran afectados por la malnutrición. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad se han transformado en problemas de salud importantes en América Latina y el Caribe, donde el 7% de los menores de 5 años ya presenta índices de sobrepeso.
De esta manera, al firmar el acuerdo de trabajo Seguridad nutricional y alimentaria entre niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, la Oficina Regional de la FAO y la OREALC/UNESCO Santiago se unen para impulsar desde una perspectiva intersectorial el desarrollo de iniciativas, políticas y programas que desde el sector educativo contribuyan a mejorar la educación para la salud y el bienestar para lograr una mejor alimentación y nutrición de niños y niñas en edad escolar.
De acuerdo a la FAO, los programas de alimentación escolar refuerzan la continuidad del ciclo nutricional, fortalecen la cultura alimentaria y la participación social en la creación de hábitos saludables. La educación en salud para una buena nutrición y estilos de vida sana debe acompañar estos programas a lo largo del ciclo escolar, enfatiza la UNESCO.
“Las niñas y niños en etapa escolar son una prioridad para las intervenciones de nutrición y la escuela es el lugar ideal para la enseñanza de conocimientos básicos en alimentación, nutrición y salud” enfatizó Adoniram Sanches, oficial principal de Políticas de la FAO para América Latina y el Caribe.
“En comunidades con altos niveles de inseguridad alimentaria, los programas de alimentación escolar también ayudan a combatir la desnutrición y a mantener a los niños en la escuela, así como a mejorar la economía local a través del acceso a mercados públicos de abastecimiento institucional de alimentos por parte de los agricultores familiares”, agregó Sanches.
Cecilia Barbieri, directora (a.i) de la OREALC/UNESCO Santiago, explicó que “tenemos mucha evidencia de la importancia de una alimentación sana en el aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este acuerdo nos permitirá unir fuerzas para mejorar el acceso a alimentos suficientes y saludables para los jóvenes, dentro del contexto del trabajo de implementación de la Hoja de Ruta de la Agenda Educativa 2030 para América Latina y el Caribe y el Objetivo de Desarrollo Sostenible n°4”.
A través de este acuerdo de trabajo, ambos organismos impulsarán el fortalecimiento de la educación alimentaria y su integración en la formulación de políticas, considerando como base la sistematización de las políticas de seguridad alimentaria y nutricional de la región, las Guías Alimentarias basadas en Alimentos, el contenido curricular relacionado con la nutrición, educación física y temas afines y las experiencias en programas de alimentación escolar en la región.
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