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¿Por qué la hipervigilancia no es una solución para las escuelas?

Por: Sofía García-Bullé

¿Cuántas medidas de seguridad son demasiadas?

Mantener a los alumnos seguros mientras estudian es una prioridad de carácter muy sensible, tanto a padres como a maestros nos aterra la idea de un tiroteo escolar, un suicidio en nuestro grupo, un caso severo de bullying que no detectamos y detuvimos a tiempo. Todas estas son situaciones que pueden prevenirse estando atentos y tomando las decisiones correctas.

Sin embargo, con las estrategias de seguridad que implementamos para vigilar a los alumnos que tenemos bajo nuestro cuidado, podríamos estar cayendo en un exceso con dimensiones tan desastrosas como las que queremos evitar en un principio. El tema amerita una reflexión mayor que simplemente reaccionar ante el temor a una amenaza, o las consecuencias de un evento negativo. Es necesario considerar si la hipervigilancia es la mejor manera de mantener seguros a los estudiantes.

La transparencia que no resuelve

El tiroteo en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida (Tiroteo de Parkland) y el anterior sucedido en la escuela Sandy Hook (Connecticut), entre otros, además de los casos recientes en México, como el de Monterrey y Coahuila, han obligado a las instituciones educativas a replantear estrategias de seguridad. En el caso particular de Estados Unidos, ante una continua negación de la sociedad y el aparato de poder americano con respecto a la necesidad de controlar el flujo de armas en el país, las autoridades educativas se tornaron hacia lo único que podían controlar: los estudiantes.

El objetivo principal es no permitir que un arma de fuego vuelva a entrar a una escuela, la única forma de lograrlo, según consideraron, es poder ver exactamente lo que lleva cada estudiante en su mochila. Fue así como algunas escuelas empezaron a implementar las mochilas transparentes como medida obligatoria (medida que también se ha implementado en algunas escuelas de México); otras recurrieron a la popular medida de instalar detectores de metal en sus entradas, mientras que otras buscaron incluso el apoyo de la policía.

Sin embargo, no se han mostrado ni cifras ni estadísticas definitivas que demuestren que el uso de las mochilas transparentes sea una medida que disminuya la frecuencia de tiroteos escolares. Sí puede decirse que son buenos disuasorios para muchos estudiantes, evitando que ingresen a la escuela con artículos no permitidos, pero esta disminución institucional de la privacidad estudiantil podría estar potencializando otro viejo problema de la experiencia educativa: el bullying.

Connor Fulbright, alumno de preparatoria en el Distrito Escolar Independiente Cypress-Fairbanks inició una petición en Change.org especificamente dirigida a Mark Henry, el superintendente del distrito. “Una mochila transparente no hará nada más que aumentar el riesgo de otra tragedia, la raíz de la mayoría de los tiroteos escolares es el bullying. Exponer los artículos personales de los estudiantes aumentará las instancias de bullying e inevitablemente elevará el riesgo de un tiroteo escolar”, mencionaba la petición.

El estudiante sosntiene que el bullying es el primer indicador de que una escuela no es segura, el canario en la mina, si los estudiantes en una institución educativa sufren de acoso escolar frecuentemente, es mucho más probable que lleven armas a la escuela.

De acuerdo con un reporte del Centro Nacional de Estadísticas de Educación publicado en 2017, 16 % de los estudiantes entre los 12 y 9 años declararon haber portado armas, 4 % reportaron haber entrado a sus escuelas con ellas. Un alarmante 95 % de los autores de violencia por arma de fuego en instituciones educativas son educandos. 

Un estudio del Centro Nacional de Análisis de Amenazas encontró que la mayoría de los estudiantes que cometen ataques en las instituciones educativas en la última década han experimentado bullying severo y presentado problemas tanto de disciplina como de conducta que nunca fueron reportados.

“Una mochila transparente no hará nada más que aumentar el riesgo de otra tragedia, la raíz de la mayoría de los tiroteos escolares es el bullying. Exponer los artículos personales de los estudiantes aumentará las instancias de bullying e inevitablemente elevará el riesgo de un tiroteo escolar”.

El talón de Aquiles de la mochila transparente y cualquier otra medida restrictiva, como los detectores en las entradas o la vigilancia cibernética, es que estas medidas se enfocan en controlar en vez de solucionar.

El problema real no son los objetos con los que los alumnos entran a la escuela ni las redes sociales a las que están suscritos, sino la falta de una estrategia educativa que entrene las conductas necesarias para que los alumnos no presenten la compulsión de agredir o el miedo a ser agredidos. Que sepan manejar el estrés ante una situación adversa, que tengan las herramientas para resolver conflictos, sin sentir la necesidad de atacar. Estas medidas pueden hacer mucho más por la seguridad en una escuela que cualquier instancia de control y vigilancia sobre los estudiantes.

Estrategias que educan más allá de solo vigilar

Observar y restringir con base en lo que se observa es una estrategia muy visible, del tipo que se implementa cuando se quiere mostrar que se está haciendo algo por evitar que un incidente violento se vuelva a repetir en las escuelas pero, ¿se dirige a las raíces que provocaron el incidente violento en primer lugar?

La Dra. Susan Rivers, cofundadora y subdirectora del Centro de Inteligencia Emocional en Yale, explica las implicaciones de diversos enfoques para mantener la paz en las escuelas. “Hay maneras efectivas y no tan efectivas de lidiar con el bullying.” Rivers elabora citando estrategias inmediatas, pero sin fondo, como reportar los incidentes, decir a los alumnos que paren o poner en práctica protocolos legales. Para la Dra. Rivers, estas opciones son una moneda al aire, pueden funcionar si el problema no es severo, pero si se trata de una situación frecuente y crónica, estas soluciones pueden ser desde inútiles hasta contraproducentes y destructivas.

Un mejor camino, argumenta Rivers, empieza por descifrar por qué los niños cometen acoso escolar. Bajo este contexto, la mayoría de las veces los estudiantes ejercen este tipo de maltrato cuando no han aprendido a regular efectivamente sus emociones, ni a crear y mantener relaciones con base en el apoyo mutuo. Cuando les falta esa seguridad y “suelo emocional” es posible que se abrumen de emociones negativas que dirijan sus acciones, así como pueden darse incidentes violentos en las escuelas.

Existen programas que parten de estrategias con base en el desarrollo de la inteligencia emocional y la empatía, así como la comunicación efectiva para equilibrar desbalances de poder en relaciones de pares y el acompañamiento a través de problemas como la depresión, la ansiedad y el estrés.

Ya sea como maestros o como padres de familia, el problema de la seguridad en las escuelas siempre será prioridad, pero para obtener resultados que perduren, es indispensable entender que sin importar cuantas medidas de vigilancia y control se apliquen, es imposible tener a los estudiantes (y lo que hacen) a la vista todo el tiempo. Lo que es más importante y necesario es darles las herramientas y las habilidades para confiar que estarán seguros en un ambiente escolar en el que todos tendrán mecanismos para generar una convivencia no violenta.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/hipervigilancia-escuelas

Imagen: https://pixabay.com/es/photos/prisi%C3%B3n-ddr-la-stasi-monitoreo-4759937/

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Cada día 200 personas intentan suicidarse en España: ¿debe incluirse la educación emocional en los colegios?

Vivimos en una sociedad que nos obliga a ser siempre felices, pero que no nos enseña a solucionar los problemas cuando aparecen

Lo normal es tener caídas, bajones. Por eso, entender que no siempre tenemos que ser felices es una de las claves para prevenir el suicidio. Tolerar la frustración y aceptar los fracasos. Hacía ahí debe dirigirse nuestra educación emocional., diez personas se quitan la vida en España, un total de 2.000 al año. La mayoría, el 90%, sufre una enfermedad mental, generalmente depresión.

José Luis lo ha intentado varias veces. Ahora, hace terapia y se siente acompañado. «He resucitado como el ave fenix«, reconoce, aunque admite que la estimagtización sigue siendo una carga.

Por eso piden medidas efectivas, como por ejemplo un teléfono de tres cifras gratuito y fácil de recordar. Es necesario, aseguran, que la salud mental sea una prioridad en la agenda política por una cuestión de derechos humanos.

Fuente de la Información: https://www.lasexta.com/noticias/sociedad/suicidio_201909235d891e210cf26bfff8a728b4.html

 

 

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Casitas de Escucha: una esperanza para reducir tasa de suicidios entre adolescentes indígenas en Costa Rica

Redacción: El Observador

El suicidio es la tercera causa de muerte entre adolescentes costarricenses de 15 a 19 años, según el informe anual 2018 del Fondo para la Niñez de las Naciones Unidas (Unicef, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, entre jóvenes que pertenecen a comunidades indígenas la tasa es cuatro veces más alta. A nivel nacional, el promedio se registra en 3.48 por cada 100.000 habitantes, pero en estas sociedades aumenta a 13.92.

La situación ha obligado a las instituciones involucradas a desarrollar políticas focalizadas en función de las particularidades de los adolescentes que pertenecen a estas comunidades. Un ejemplo de esto es el proyecto Casitas de Escucha.

Desde mayo del 2017, este plan desarrollado por la fundación Fundamentes, el Hospital Nacional Psiquiátrico, el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ofrece un espacio a niños y jóvenes “que están en riesgo psicosocial”.

Una de las estrategias para ayudar a fomentar la inclusión social es por medio de los deportes. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

El proyecto

La psicóloga Helga Arroyo, coordinadora del programa, explicó a El Observador que la idea nació como una respuesta preventiva ante los altos niveles de incidencia de suicidio con jóvenes.

“El suicidio es multicausal y es un pasaje al acto que no busca acabar con la vida, sino con un profundo sufrimiento que me es insoportable. Es un grito que busca ser escuchado y cuando logramos escuchar y construir vías singulares para darle otros significados al sufrimiento, podemos mirar a la vida”, añadió.

De momento, son seis Casitas las que operan; cuatro de ellas se ubican en el cantón de Talamanca. Estas se encuentran en los poblados de Sepeque, Shiroles, Sixaola y Puerto Viejo.

Las otras dos están en las comunidades de Corales y Cieneguita, las cuales pertenecen al cantón central de Limón. En total, el programa ayuda a más de 600 menores de edad.

La expresión artística es vista como una alternativa a la comunicación normal y algo que ayuda a los jóvenes a ser más abiertos. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Ejes fundamentales

Arroyo explicó que el programa se basa en un modelo integral de tres ejes: el clínico, el educativo y el creativo.

En el eje clínico se ofrece acompañamiento clínico terapéutico, por medio de talleres de prevención y sesiones terapéuticas individuales, grupales y familiares.

En el educativo, a través de tutoría personalizadas, se acompaña a los jóvenes con las materias que les cuesta para que se mantengan estudiando, “porque estamos convencidos que la educación es la vía para construir un proyecto de vida”, aseguró.

Por último está el eje creativo, el cual, por medio de talleres creativos, busca generar espacios que incentiven la imaginación y formas alternativas de comunicación, a través de la expresión artística.

 

https://www.facebook.com/UNICEFCostaRica/videos/2298679983730600/

Para Gordon Jonathan Lewis, representante de Unicef en Costa Rica, este tipo de proyectos son vitales para revertir la preocupante tendencia ya que también ayudan a potenciar elementos positivos de la cultura indígena.

“Los adolescentes que se desarrollan en comunidades indígenas, están clamando por diferentes espacios de interacción positiva. Estos centros tienen la bondad de que pueden operar aisladamente, pero también articular con la propia familia”.

Según Arroyo, el trabajo en conjunto del programa con las comunidades ha permitido la disminución de los índices de suicidio.

Destacó que el año pasado, el cantón de Talamanca recibió el Premio Nacional por el Mejoramiento de la Calidad de Vida, el cual es otorgado por la Defensoría de los Habitantes.

Urge financiamiento

A pesar de esto, la coordinadora externó a este medio su preocupación, ya que el programa solo tiene asegurado su financiamiento hasta diciembre de este año y “necesitamos que el Gobierno se siga comprometiendo en su sostenibilidad”.

Además de recibir fondos del PANI, el plan obtiene financiamiento del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD). A raíz de la duda, la Municipalidad de Talamanca declaró el proyecto de interés público, la semana pasada, explicó Arroyo.

“En Talamanca persisten condiciones de vulnerabilidad, violencia y exclusión social. Las áreas de salud no cuentan con profesionales en psicología para garantizar la atención de una población en riesgo.

“En este momento, es el único dispositivo comunitario que se cuenta como factor de protección ante el suicidio”, añadió.

Las Casitas de Escucha son espacios de interacción positiva para los menores de edad que los atienden. (cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Emergencia cantonal

Esas condiciones mencionadas por Arroyo son las que obligaron a la Municipalidad de Talamanca a declarar una emergencia cantonal, en el 2014, a raíz de un alarmante crecimiento en el número de suicidios.

Según números del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en el 2013 se reportaron seis casos y cuatro intentos. Al año siguiente este número subió a 11 y 47, respectivamente, de las 11 muertes, tres fueron menores de 18 años.

Esto es más alarmante tomando en cuenta que la población de este cantón representa sólamente el 0,66% del país.

A raíz de esto, la Universidad de Costa Rica (UCR) llevó a cabo una investigación liderada por la misma Arroyo y Damián Herrera para comprender cuáles eran los factores incidentes de suicidio, particularmente en población joven indígena Bribri.

Los hallazgos concluyeron que, el suicidio en este territorio, tiene que ver con un trauma psicosocial. “Cuando la herida es psicosocial, esto significa que es un dolor que está situado en nuestras relaciones”, afirmó Arroyo.

“Los territorios indígenas han vivido procesos históricos de mucha violencia, desigualdad e injusticia social, que han provocado daño en sus identidades, en sus formas de ser, en sus manifestaciones culturales, en su Cosmovisión y en sus vínculos”, añadió.

(cortesía Fundamentes y del TC-709 de la UCR)

Fuente: https://elobservadorcr.com/inicio/blog/2019/08/04/casitas-de-escucha-una-esperanza-para-reducir-tasa-de-suicidios-entre-adolescentes-indigenas/

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Informe de UNICEF: Por qué se triplicaron los suicidios adolescentes en Argentina

Redacción: Perfil

Un informe de Unicef encendió el alerta sobre la dramática situación de los jóvenes en nuestro país. Los factores centrales.

Los jóvenes viven circunstancias inéditas en la historia que los coloca en una posición fortalecida en algunos ámbitos pero en una vulnerabilidad excesiva en otros. Las tres grandes problemáticas en la adolescencia en la actualidad son el consumo excesivo de alcohol, el embarazo no planificado y el intento de suicidio. Este último punto encendió las alarmas en las últimas semanas, después de que Unicef presentara un reporte en el que se indica que la tasa de suicidios adolescentes se triplicó en Argentina en las últimas tres décadas. Otro dato alarmante: es la segunda causa de muerte en esa franja etaria después de los accidentes de tránsito. La organización indicó que los suicidios son más frecuentes entre varones, en personas con menor nivel educativo y entre los habitantes de municipios chicos.

No hay un motivo único para este dramático panorama, sino que se trata de un escenario multicausal que culmina en el momento en el que se produce una situación traumática muy concreta que activa el deseo final de materializar el acto de terminar con su vida.

Uno de los principales problemas es que a veces como adultos no pueden identificar la gravedad de la situación, según sostuvo el médico psicoanalista Luis Gratch a PERFIL: “Nosotros tenemos una mayor tolerancia a las problemáticas que afrontan los chicos, como el aislamiento social o el sentimiento de fracaso personal. Para ellos adquiere mayor importancia este tipo de cosas”, explicó.

Preocupa la suba de casos de suicidios en adolescentes

Para el especialista, hay dos situaciones que son polarizadas y que pueden llevar al adolescente a pensar en el suicidio. Una es la sobreprotección: «Si el chico no fue acostumbrado a manejar las frustraciones y a desarrollar tolerancia a las mismas cualquier dolor psíquico es insuperable y ante una situación vital no sabe afrontarlo», argumentó. El otro es el abandono o las malas experiencias a lo largo de los años. «Las privaciones, inestabilidad familiar o tener una vida con poco contacto afectivo le genera al adolescente la sensación de que lo que le espera va a ser puro sufrimiento y no encuentra un motivo de entusiasmo a su vida, crece con una tristeza y melancolía crónicas», señaló.

“Tenemos una tendencia a creer que una persona se suicida porque su vida carece de sentido, yo pienso lo contrario. Cuando no se tiene sentido vos tenés espacios para darle; pero, si tenés la sensación de que lo único que te espera es sufrir más y peor, ves el suicidio como un alivio”, explicó Gratch.

Por su parte, la psicopedagoga María Zysman señaló a este medio cuatro factores que aumentaron las tendencias al suicidio de los adolescentes:

  1. Sentimiento de soledad. “Hay un corrimiento del adulto, que no está presente de la misma manera que estaba en otra época”, indicó Zysman.
  2. Parámetros más elevados de exigencia. Los chicos tienen una sensación grande de fracaso al compararse con el ideal de ser adolescente. “Ser joven para ellos implica tener que ser de una manera, probar ciertas cosas, saliendo, teniendo un cuerpo determinado, transgrediendo mucho más a lo que se hacía antes y tener un juego sutil con el peligro”, remarcó la experta.
  3. Baja autoestima. El sentimiento de no ser querido y no ser integrado es el que los hace sentir que su vida no vale, algo que es acumulativo. “El bullying es muy precipitador de las cosas. Con un escrache público o situaciones humillantes públicas sienten que la muerte digital o social supone el fin de su vida física. Los adolescentes tienen una sensación del tiempo especial y particular, para ellos solo está el aquí y el ahora, y estas cosa tienen más impacto”, detalló la directora de Libres de Bullying.
  4. Acceso a la información. Internet les permite obtener contenidos, información y ejemplos de formas y metodologías, algo que antes no ocurría.

Según la UCA, los casos de depresión y ansiedad se duplican en personas pobres

Otro factor a tener en cuenta es el incremento del consumo de alcohol y de drogas entre los adolescentes, en particular por los efectos que provocan. Las sustancias estimulan la impulsividad, disminuyen las barreras de la represión y exacerban el estado de ánimo en le que el sujeto las consume. Es decir, que si uno está deprimido, beber lo impulsa más hacia el abismo.

Los expertos coinciden en que la consulta con un profesional por parte de los tutores tiene que ser en carácter urgente, no hay que dilatarlo, por más que el chico se niegue o se resista. Considerar un intento de suicidio como un intento de llamar la atención tampoco es aconsejable. “No hay que evitarlo este tema, ni tiene que ser tabú. Hay que preguntar cuánto hace que piensan en ello, por qué motivo y cómo pensaba hacerlo porque lo reprimido no se extingue sino lo contrario, crece y lleva a materialización de una fantasía”, consideró Gratch.

Señales de alarma que advierten sobre el riesgo de suicidio en un adolescente

Aislamiento.

Depresión.

Desinterés (anhedonia).

Cambios en la personalidad.

Insomnio o problemas en el descanso.

Bruscas alteraciones en el estado de ánimo (euforia un día y tristeza profunda al otro).

Dejar de cuidarse y de hacer cosas que le gustaban.

Consumo de sustancias.

Empieza a cometer actividades riesgosas.

Regala objetos personales y se desprende de cosas amadas.

Muestra una situación de desprecio hacia sí mismo y hasta se autolesiona.

Habla acerca del suicidio.

¿Cómo afrontar esta problemática?

Para Zysman, hay que evitar la normalización de ciertas conductas, como el consumo de sustancias o los juegos con el peligro, porque hace que uno no vea el sufrimiento de los chicos. También considera importante poder conectar con los chicos y estar presentes porque si nombran la palabra “suicidio” y “muerte” se tengan las herramientas y la vía para poder indagar sobre qué les pasa.

“Hay que llenar de palabras las relaciones con los hijos, sacar temas de conversación, mirar series juntos o los youtubers con los cuales se identifican porque conocer el mundo virtual de los adolescentes permite encontrar el lugar de acompañamiento y saber cómo acercarse a ellos”, aconsejó la especialista.

El suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes, después de los accidentes de tránsito.

El aislamiento o la melancolía son dos señales de alarma en los adolescentes.

Gratch remarcó la necesidad de campañas de prevención: “No hay que comunicar públicamente los suicidios, porque tienen una tendencia al contagio social”. E insistió con que ante la menor aparición de los síntomas “los padres tienen que consultar con especialistas, no dejar pasar ninguno de esas señales y no minimizarlas”.

El suicidio adolescente es un problema de salud pública y las políticas de estado lo tienen que abordar más allá de lo individual. “En la Argentina hay una Ley nacional de prevención del suicidio aprobada en 2015 y no está reglamentada de la misma manera que la Ley de convivencia escolar, si bien está sancionada, hay un gran vacío desde lo legal”, alertó Zysman.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/salud/por-que-se-triplico-cifra-suicidio-adolescente-argentina.phtml

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El milagro coreano lo fabrican sus niños: suicidios y jornadas interminables de estudio por conseguir las mejores notas

Redacción: Gizmodo/14-11-2018

Corea del Sur es de los países con mejor sistema educativo del mundo. Al menos, en lo que respecta a los resultados. No es de extrañar si, incluyendo las clases suplementarias, un escolar dedica 13 a 18 horas de media al día al estudio. Incluso se pueden ver en riguroso directo.

SKY son las siglas de los triunfadores. Las tres mejores universidades del país son la Universidad de Seúl, la Universidad de Corea y la Yonsei, por ese orden. Hay casi 300 instituciones en todo el país, pero ir a cualquiera de las otras se consideraría un fracaso, hay que entrar en el top 3.

Imagen: Biblioteca de la Universidad Nacional de Seoul

Una lucha por ser el mejor

Para ello, los estudiantes no solo van a la escuela y hacen las tareas después de clase, también hay un enorme mercado de hagwones, instituciones de clases particulares extra. Es más, el Gobierno del país se ha visto obligado a instaurar un toque de queda para dejar de estudiar a partir de la media noche. Al menos, públicamente.

“Aprobar es lo principal para un joven coreano, y toda su vida está orientada hacia ese fin. El deber del estudiante es sacar las mejores notas posibles y eso se nota en la presión (o apoyo si son amables) de sus familias, especialmente en las madres”, afirma para Gizmodo en Español José María Contreras Espuny, exprofesor e investigador en la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros en Seúl. “Tanta es la presión social en lo que a las notas respecta que hay auténticos problemas por el alto índice de suicidios entre los jóvenes que no alcanzan las expectativas educativas que había depositado su familia en él”.

Imagen: 胡 卓亨.

Antes de que Corea del Sur fuera un país “rico”, tras lGuerra de Corea, su tasas de suicidio estaban dentro de las más bajas. Pero el nivel de vida era comparable al de Afganistán.

Sacaron al país del extremo analfabetismo en 60 años, la alfabetización ahora es casi total: alcanza el 97% (al nacer, todo surcoreano tiene un 77 por ciento de posibilidades de alcanzar la enseñanza terciaria). Lo llamaron el milagro coreano.

El año escolar coreano tiene unos 220 días, las clases duran hasta las 6 de la tarde en la mayoría de los casos y hay colegios a los que también se asiste los sábados. Los niños estudiarán desde que apaguen el despertador: repasan vocabulario mientras se cepillan los dientes, estudian entre colas o en el bus escolar, comen mientras estudian y continúan en ello en lo que les quede de recreo. Después de todo eso, y terminadas las clases particulares, algunos continuarán estudiando en sus cuartos hasta que el cuerpo les aguante. Esa presión y disciplina es la que ha llevado a Corea del Sur a lo más alto del ranking trianual de PISA.

Enséñele a ser el mejor, por favor

https://youtu.be/iCLdyACcAd4

Video: la vida de una estudiante coreana aplicada.

El sector privado de la enseñanza es, de hecho, muy popular. Los hagwones se han convertido en una industria que mueve más de 20 mil millones de dólares, y los maestros están entre los miembros de la sociedad más respetados.

“Rara vez faltan a clase y no recuerdo haber tenido que pedir silencio ni una sola vez. Conseguir sus objetivos educativos es una cuestión de vital importancia y, como es de esperar, eso repercute en la ejemplaridad de su comportamiento para con el profesor. Tienen tan asimilada la disciplina, que a veces, sobre todo en ejercicios creativos, hasta cuesta que innoven”, amplía José María.

Imagen: Cha Kil-yong. CC// SevenEdu about.

Un antiguo proverbio coreano dice que el profesor y el rey tienen el mismo estatus. Puede que esto sea una exageración, sin duda, pero lo que está claro es que hay maestros verdaderamente importantes. Por ejemplo está Cha Kil-yong, conocido como Mr. Cha, un profesor particular de matemáticas famoso por conseguir muchos estudiantes aprobados con notas buenas.

El susodicho tiene semanalmente 300.000 estudiantes en su clase en línea, SevenEdu, a la vez, y 3 millones de jóvenes totales registrados. Año a año consigue los más prestigiosos premios de calidad educativa del país. Por supuesto, si quieres que tu hijo asista a clase con esta estrella de los aprobados, le pagarás lo que haga falta. No es de extrañar que haya logrado construir una nada desdeñable fortuna en solo seis años y su capital se codee con el de las estrellas de pop nacional.

¿Has estudiado lo suficiente?

Imagen: usuario “yeongtudy” en Instagram.

No se mejora aquello que no se mide, dicen. Y los coreanos se han tomado esto muy en serio. A través de plataformas de streeming como AfreecaTVInstagram o YouTube, han decidido grabar y compartir sus horas de estudio para inspirarse, contabilizarse y competir entre ellos mismos.

Se valen de contadores. Los hay para dispositivos móviles, por ejemplo. Pero también es común comprar pequeños cronómetros de mesa.

Rara vez las estadísticas bajan de las 8 horas de contador, llegando a las 18 en algunos casos locos. Los fines de semana rondan las seis horas. Lo más parecido a un descanso es el momento del café.

“Aquí no hay vocación posible, sino el deseo por acceder a la más reputada de las universidades. En ese sentido, los niños, incluso desde muy pequeños, tienen una jornada de estudio de 18 horas”, concluye. Los niños coreanos ya no son niños, son máquinas de estudiar. La guerra por ser los mejores está dando frutos, pero a qué precio.

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Encuesta revela serias conductas de riesgo de estudiantes paraguayos

Paraguay / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Agencia de Información Paraguaya

Alta prevalencia de sobrepeso y obesidad entre los adolescentes, malos hábitos alimentarios, inicio temprano de las relaciones sexuales, consumo de alcohol, altos niveles de violencia y predisposición al suicidio, algunos de los resultados desprendidos de la “Encuesta Global de Salud Escolar”, realizada por primera vez en el país.

La presentación se realizó en la mañana de este lunes en el hotel Crowne Plaza de Asunción, con presencia de referentes de OPS/OMS, Salud y Educación.

Se trata de una encuesta aplicada a 49 escuelas y colegios de 12 departamentos del país y Asunción: 77,6 por ciento ubicados en el área urbana y el 22,4 por ciento en zona rural. El 67 por ciento de los encuestados hacen referencia a escuelas oficiales, 18,4 por ciento a las privadas subvencionadas y 14,3 por ciento a escuelas privadas.

El ministro de Salud Pública, Carlos Morínigo calificó de alarmante los resultados obtenidos. “Esta es una encuesta que nos advierte sobre la aparición de potenciales diabéticos, hipertensos, con insuficiencia cardíaca, dializados”, refirió.

Aseguró que estas cifras pueden revertirse con educación, con la adopción de hábitos saludables, a fin de evitar el desarrollo de una sociedad enferma, discapacitada, mutilada y muerta a temprana edad.

“Esto nos interpela como padres”, sostuvo, por lo que propuso a los padres de familia apartar un tiempo para escuchar y dialogar con sus hijos. Aseveró que la disciplina y la educación en valores, son claves y deben ser inculcados desde el seno familiar. “El día que hagamos esto, vamos a cambiar estos números”, alegó.

El estudio señala que la tercera parte de los estudiantes encuestados, el 32,7 por ciento cuenta con sobrepeso y obesidad, mientras que un 2 por ciento presenta bajo peso. La prevalencia de estos estados nutricionales es superior en los varones, aunque la diferencia es leve con relación al segmento femenino.

Con respecto a los hábitos alimenticios, se verificó bajo consumo de frutas y verduras, y alta ingesta de bebidas gaseosas y comidas rápidas.

Con relación a situación de violencia se observa que el 15,4 por ciento de los estudiantes refirió haber recibido algún tipo de agresión física y el 18,3 por ciento manifestó haber participado de una pelea física.

Otro dato preocupante hace referencia a las “Relaciones personales”, donde el 13,8 por ciento de los estudiantes llegó a considerar seriamente la posibilidad de suicidarse. Mientras que el 13,3 por ciento hizo planes para llevar a cabo el suicidio.

Esta encuesta verifica alto porcentaje de consumo de alcohol entre los estudiantes. El 46,7 por ciento admitió haber consumido alguna vez una bebida que contenía alcohol y que lo habría tomado por primera vez antes de los 14 años, pese a la existencia de normativas que prohíben la venta a menores de edad

En cuanto a los comportamientos sexuales, se verificaron porcentajes bastante elevados. El 21,5 por ciento de los encuestados afirmó haber tenido relaciones antes de los 14 años. El 72,5 por ciento recurrió al uso de métodos anticonceptivos como el condón.

En ese sentido el documento refleja que el 11,2 por ciento de los estudiantes comenzó su experiencia sexual en el octavo grado. En el segundo y tercero de la media, los porcentajes llegan al 41 por ciento y 59 por ciento, respectivamente, informó el Ministerio de Salud.

La Encuesta Global de Salud Escolar fue realizada por la OPS/OMS, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y Ciencias; con el apoyo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, EE.UU.

Fuente de la Noticia:

https://www.ip.gov.py/ip/encuesta-revela-serias-conductas-de-riesgo-de-estudiantes-paraguayos/

ove/mahv

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Para los niños y jóvenes venezolanos el juego “la ballena azul” es un peligro real

Venezuela/28 septiembre 2017/Fuente: Aporrea

«La ballena azul se está tragando a nuestros muchachos», advirtió el educador Oscar Misle, a quien le correspondió atender a los compañeros de una adolescente que se suicidó en Caracas por este «juego»

Son 50 retos destinados a niñas, niños y adolescentes, supervisados por un «monitor». Y el último de los desafíos consiste en quitarse la vida. El juego «la ballena azul», creado por el joven ruso Philipp Budeikin, ya ha cobrado vidas en el mundo, y también en Venezuela. Reportes de prensa dan cuenta de, al menos, un fallecimiento en el estado Lara en mayo pasado, y otro en Zulia durante el mes de julio. Hay, además, un tercero en Caracas.

El educador Oscar Misle, orientador y cofundador de los Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), cuenta que a la organización le tocó atender a los amigos de una joven que se suicidó en su propio colegio, en Caracas.

«La ballena azul» se convirtió en una inquietud para Cecodap porque los muchachos atendidos por la organización -en talleres, foros, charlas- hablaban sobre el tema, contó Misle durante el 63 Congreso Venezolano de Puericultura y Pediatría, celebrado la semana pasada en Caracas.

Oscar Misle: los muchachos están mucho más informados de lo que imaginamos. Foto: Ernesto García

«Se está tragando a nuestros muchachos»

Posteriormente, cuando una adolescente se suicidó en su colegio en la capital venezolana, las autoridades del plantel solicitaron el apoyo de Cecodap para procesar lo sucedido. Cuando los docentes abordaron el suicidio con estudiantes de cuarto año de bachillerato, ellos enumeraron como causas posibles el no tener con quién compartir algo que les hace daño, el consumo de alcohol o de drogas o la depresión amorosa, entre otros factores. Para mayor sorpresa de Misle, algunos de los compañeros de la muchacha encontraron razonable que ella se quitara la vida.

«La ballena azul se está tragando a nuestros muchachos», advirtió el experto, al hacer un llamado de atención para que los pediatras también estén atentos a las señales de que sus pacientes puedan estar participando en el «juego».

En los colegios, señaló el docente, opinan que si se habla de suicidio «se les da la idea» a los jóvenes, pero esta creencia es errónea porque «los muchachos están mucho más informados de lo que imaginamos». Son los factores protectores en el hogar, como el acompañamiento y la comprensión, los que evitan que «la ballena azul» se convierta en un mal acompañante para niñas, niños y adolescentes.

¿Por qué ballena y por qué retos?

El nombre «La ballena azul» supuestamente se debe al varamiento de estos animales y presuntamente su forma de equipararlo con el suicidio. Son 50 retos que deben cumplirse en 50 días, y que incluyen hacerse marcas en el cuerpo con un cuchillo o una navaja, ver películas de terror, cortarse el labio, pincharse las manos, hacerse cosas dolorosas, pararse en el borde de un puente, cumplir con misiones secretas y, finalmente, «tomar su propia vida».

El primer fallecimiento del que se tenga noticia en el país, según versiones de prensa, ocurrió en Lara, como se lo confirmó Cristina Coronado, fiscal 20 de Lara en materia de Protección Integral de la Familia, a la periodista Karina Peraza de El Impulso. La joven, de 15 años, se quitó la vida en Cabudare (Lara).

Algunas señales de alarma para madres, padres, maestras o maestros son cambios de conducta y marcas en el cuerpo. Razón suficiente para buscar ayuda.

 

Fuente: https://www.aporrea.org/ddhh/n315079.html

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