HRW pide a África leyes específicas para garantizar la educación de las niñas y jóvenes embarazadas

Redacción: Europa Press

A pesar del progreso generalizado, al menos tres países — Sierra Leona, Tanzania y Guinea Ecuatorial — prohíben que estas mujeres acudan a la escuela.

La ONG pide a las organizaciones de ayuda internacional que incluyan programas educativos para ellas dentro de sus paquetes de asistencia.

Cada año, decenas de miles de niñas embarazadas y madres adolescentes de África ven rechazado su derecho a la educación, hasta el punto de que tres países del continente — Sierra Leona, Tanzania y Guinea Ecuatorial — prohíben explícitamente que las jóvenes embarazadas acudan a la escuela; un castigo durísimo, en particular en casos donde los embarazos no son planeados, sino fruto de la explotación y de la violencia sexual.

La ONG Human Rights Watch (HRW) plantea esta crisis educativa en un informe publicado con motivo del Día del Niño de la Unión Africana, en el que destaca no obstante los esfuerzos llevados llevados acabo por varios países del continente, tanto más meritorios por ocurrir en pleno conflicto armado o desastre natural.

«Un número sorprendente de niñas en toda África se convierten en madres antes de que crezcan, incluidas las que se encuentran atrapadas en crisis humanitarias», ha explicado la investigadora de la ONG Elin Martínez. «Muchas madres adolescentes no regresan a la escuela porque sus escuelas las excluyen, o sus familias no les permiten continuar su educación», lamenta.

Estas prohibiciones no han quedado sin respuesta internacional. En noviembre de 2018, el Banco Mundial retuvo un préstamo de 300 millones d edólares para la educación secundaria en Tanzania, en una medida de presión para terminar con su exclusión educativa de niñas embarazadas y madres adolescentes. El presidente John Magufuli, lamenta HRW, no ha cumplido las promesas que hizo a la comunidad internacional a cambio del dinero.

Las medidas no han quedado ahí. El mes que viene, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) escuchará un caso contra Sierra Leona sobre la discriminación del país contra las niñas embarazadas; una prohibición vigente desde el brote de ébola en 2015, cuando los embarazos de adolescentes aumentaron debido a la violencia sexual generalizada contra las niñas, según Amnistía Internacional.

CASI TREINTA PAÍSES EN EL BUEN CAMINO

Sin embargo, HRW también pone de manifiesto que un total de 27 países africanos ahora tienen leyes o políticas que protegen la educación de las adolescentes durante el embarazo y la maternidad. Uno de los episodios más destacados fue el protagonizado por Burundi en julio de 2018, cuando el Gobierno anuló el decreto de prohibición contra la escolarización de las embarazadas, como ya lo hiciera Mozambique en 2003. En febrero de este año, Zimbabue presentó un proyecto de ley de educación modificado que protege a las niñas embarazadas de la exclusión.

HRW recuerda que todos los niños, incluidas las niñas embarazadas y las madres jóvenes, tienen el derecho a continuar o reanudar su educación durante las crisis humanitarias, y a participar en programas educativos acelerados si han estado fuera de la escuela por un período prolongado.

De hecho, países con crisis humanitarias en curso, como la República Democrática del Congo, Nigeria y Sudán del Sur, han adoptado leyes que protegen el derecho de las madres jóvenes a regresar a la escuela, pero necesitan políticas educativas para asegurarse de que se cumplan las leyes. Pero este progreso, como se ha visto, no es completo. De hecho, países como Burkina Faso y la República Centroafricana carecen de una ley o política específica.

CRISIS EN RDC: ESTIGMA Y MIEDO

Una situación especialmente crítica se da en República Democrática del Congo, donde más del 48 por ciento de las niñas y mujeres de 15 a 19 años están embarazadas o ya son madres.

Un informe de la Coalición Mundial para Prevenir los Ataques a la Educación concluyó que las niñas luchan contra el estigma como sobrevivientes de violación, violencia sexual y embarazo como resultado de esos delitos. Algunas niñas dijeron que no podían obtener servicios psicosocialeso recibir apoyo para reanudar la educación. Muchas luchan contra el rechazo en sus familias y comunidades, en particular las niñas que anteriormente eran miembros de grupos armados.

En estos países afectados por la crisis, ni los planes nacionales del sector educativo ni los planes humanitarios liderados por la ONU incluyen las necesidades educativas de las niñas embarazadas o que tienen hijos, ha lamentado Human Rights Watch. Esto significa que las intervenciones para ayudar a los niños a continuar o reanudar la educación en tiempos de crisis no logran abordar las necesidades educativas de las niñas embarazadas y las madres jóvenes.

El análisis de necesidades humanitarias típicamente se enfoca exclusivamente en la salud y las necesidades nutricionales de las madres y sus hijos.

«Regresé a la escuela porque quiero continuar con mis estudios, pero no es fácil», ha explicado Olivia B., una estudiante universitaria de 24 años de Kananga, en la región congoleña de Kasai, que fue violada por un miliciano.

«Los estudiantes se están burlando de mí. No me siento bien en la escuela. Ellos me critican. Me siento asustada y avergonzada. Ningún maestro, profesor ni nadie ha intervenido para ayudarme. No hay ningún programa ni nada que me apoye», lamenta.

Por todo ello, HRW exige programas de educación humanitaria de carácter integral, que garanticen que los entornos e infraestructuras escolares tanto temporales como permanentes se adapten a las necesidades de las niñas.

Y a los gobiernos africanos, HRW exige protecciones legales para las niñas embarazadas y garantizar que sus planes nacionales de educación, incluida la educación en situaciones de emergencia, incluyan medidas para permitir que las niñas embarazadas y las madres adolescentes continúen su educación.

Fuente: https://www.europapress.es/internacional/noticia-hrw-pide-africa-leyes-especificas-garantizar-educacion-ninas-jovenes-embarazadas-20190616095210.html

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La ciencia busca diferencias entre sexos y se topa con los prejuicios

Redacción: Noticias de la Ciencia

“Una vez asistí a un congreso sobre feministas en biología”, cuenta el biólogo evolutivo británico John Maynard Smith a su colega Richard Dawkins. “Eran gente amable, no me agredieron”. La conversación tiene lugar a mediados de la década de 1990. Maynard Smith, de unos 76 años entonces, admite coincidir con dos de las principales ideas feministas en ese encuentro: que “algo debe hacerse” contra la discriminación de las científicas; y que, si entre los estudiosos del comportamiento animal hubiera habido más mujeres, “habrían visto cosas distintas”.

Ha pasado un cuarto de siglo y los sesgos siguen centrando el debate en torno a si hay o no diferencias en el comportamiento entre sexos –diferencias además de la gestación, parto y lactancia–. La brecha entre quienes niegan grandes variaciones cerebrales y quienes, en cambio, las consideran demostradas, sigue hoy día más abierta que nunca, y para muchos la causa está en los profundos prejuicios que lastran el área.

La discusión es acalorada y no solo entre el público, sino entre científicos con el máximo pedigrí. La última muestra se vio hace unas semanas, en las reacciones a la publicación del libro de Gina Rippon. Esta experta en neuroimagen cognitiva de la Universidad de Aston (Reino Unido) afirma que se han buscado diferencias “vigorosamente a lo largo de los años con todas las técnicas al alcance de la ciencia”, sin que nada de lo hallado pueda ser extrapolado al comportamiento ni servir de base a las históricas y actuales desigualdades sociales entre sexos.

Rippon se suma así a una reciente oleada de autoras, como Cordelia Fine, psicóloga y catedrática de historia de la ciencia en la Universidad de Melbourne (Australia) y madre del término neurosexismo, y la periodista Ángela Saini, que denuncian que los prejuicios sobre las diferencias entre hombres y mujeres condicionan estudios que acaban mostrando solo lo que se quiere ver.

Como resultado se genera “neurobasura” –dice Rippon– que refuerza estereotipos que ya se han demostrado falsos, como que ellos destacan en matemáticas y ellas en comunicación verbal, o que ellos son más promiscuos y tienen más tendencia al liderazgo.

Para los autores de esos estudios el sesgo está en negar las evidencias que ellos aportan. Larry Cahill, neurocientífico de la Universidad de California (EE UU), afirmaba en 2015 en la prestigiosa revista Neuron: “La cuestión de la influencia del sexo en el cerebro se está moviendo rápidamente hacia el primer plano, impulsada por los abundantes resultados que demuestran que el sexo del individuo altera, e incluso revierte, los hallazgos de la neurociencia”.

Para Cahill está más que demostrado que el sexo de la persona influye marcadamente en la función cerebral. También para Simon Baron-Cohen (Universidad de Cambridge) y Ruben Gur (Universidad de Pensilvania), que aseguran poder demostrar que los hombres son “sistematizadores” y las mujeres “empáticas” (Baron-Cohen); y que las conexiones cerebrales en ambos sexos son distintas para garantizar su “complementariedad” (Gur).

Las réplicas y contrarréplicas que generan en las propias revistas científicas los trabajos de estos investigadores, y los de quienes restan peso a las diferencias, son de una fiereza inusual. En una publicación, Cahill, sintiéndose llamado neurosexista, se refiere a Fine, Rippon y otras investigadoras como “mujeres académicas”, sin más; en otra, Baron-Cohen critica el “determinismo social extremo” de Fine, basado “más en la política que en la ciencia”.

No ayuda a la calma, probablemente, que el estudio de las bases biológicas del comportamiento humano –desde la neurociencia u otros ámbitos, como la biología evolutiva– haya servido de base históricamente a injusticias contra las mujeres e incluso, ya en el siglo XXI, para explicar la violencia sexual en términos que fácilmente pueden interpretarse como una justificación.

El biólogo evolutivo Randy Thornhill postuló en su Historia Natural de la Violación (2000, The MIT Press) que todos los hombres, por una mera cuestión evolutiva, sienten la pulsión de violar –esta teoría, decía Thornhill, ayudaba a las mujeres a decidir cómo vestirse, pues las hacía conscientes de que “su blusa ajustada puede ser interpretada como una invitación al sexo”–.

Pero incluso admitiendo que la historia del área encienda los ánimos, ¿por qué ni una mejor tecnología, ni más datos, ni el sistema de peer review zanjan la polémica sobre las diferencias entre sexos?

Sucede que el sexo “es especial”, afirma Melissa Hines, psicóloga experta en neuroendocrinología de la Universidad de Cambridge y autora de Brain Gender, publicado en 2005 y obra de referencia indiscutida para ambos bandos. “Los individuos tienen sus propias perspectivas y opiniones sobre las diferencias de sexos, estén o no estudiándolas científicamente. Esto no suele ocurrir en física nuclear o en lingüística”.

“Todo el mundo está interesado en las diferencias entre sexos y tiene prejuicios cognitivos al respecto que, aunque inconscientes, ejercen una influencia poderosa sobre la percepción”, dice Hines. Ella no habla de neurosexismo, pero coincide en que se tiende a “sobreenfatizar los hallazgos de la neurociencia excluyendo los factores sociales”.

 

La brecha entre quienes niegan grandes variaciones cerebrales entre sexos y quienes, en cambio, las consideran demostradas, sigue hoy día más abierta que nunca. (Ilustración: Wearbeard / SINC)

 

Denunciar sesgos en el área no es nuevo ni exclusivo de la neurociencia. En aquel encuentro sobre feminismo y evolución de mediados de los años 90 con el que comienza este reportaje hubo abundantes ejemplos de comportamiento animal que contradecían uno de los paradigmas más sólidos de la biología evolutiva.

Las hembras generan menos óvulos (muy grandes) que los machos espermatozoides (muy pequeños). La reproducción es más costosa para ellas que para ellos. Según las ideas aceptadas, eso hace que ellos sean promiscuos y compitan entre sí para acceder a las hembras, mientras ellas, que se juegan más, son selectivas y monógamas.

Sin embargo, los muchos ejemplos discordantes en la naturaleza estaban a la vista –señalaron las ponentes en el congreso feminista– y habían sido básicamente ignorados.

El propio Maynard-Smith reconoció entonces –según la crónica del New York Times– sentirse “molesto” consigo mismo porque “simplemente nunca se me había ocurrido” dudar del saber establecido.

La organizadora de ese encuentro, la bióloga evolutiva Patricia Adair Gowaty, de la Universidad de California en Los Ángeles, sí cuestionó el paradigma, y en 2012 halló –y publicó en PNAS– que el principal experimento en que se sustenta, un estudio con moscas de la fruta realizado en 1948 por el británico Angus Bateman, era irreproducible.

Tenía graves fallos de diseño que invalidaban los resultados, “y a día de hoy me persigue la pregunta de cómo nadie los vio antes, por qué pasó tanto tiempo antes de que alguien intentara replicar exactamente el experimento, dado su impacto”, dice Gowaty a Sinc.

El Times recogió en 1994 esta cita suya: “Decir ‘bióloga evolutiva feminista’ tiene connotaciones peyorativas; se podría pensar que hago ciencia por política, en lugar de por la ciencia misma. Yo creo que ser consciente de mis sesgos me hace mejor científica”.

“Decir ‘bióloga evolutiva feminista’ tiene connotaciones peyorativas; se podría pensar que hago ciencia por política, en lugar de por la ciencia misma”, dijo Gotawy

Hoy dice Gowaty: “Muchas cosas han cambiado desde ese encuentro, pero algunas parece que no cambian nunca”. Alude a la fuerte reacción que provocó su demostración de que Bateman basó sus conclusiones en datos erróneos, un caso claro, en su opinión, de “tenacidad de la teoría”, esto es, de “adhesión persistente a una teoría a pesar de las evidencias contrarias”.

También de esencialismo biológico, “la idea de que hay diferencias determinantes, necesarias, intrínsecas, fundamentales entre entidades, como machos y hembras”.

El esencialismo funciona como “un potente y a menudo inconsciente marco conceptual para los biólogos evolucionistas”, dice Gowaty, una “trampa filosófica que impide pensar en hipótesis alternativas” e incita a diseñar experimentos que confirmen las propias creencias, el llamado sesgo de confirmación. Esta forma de hacer ciencia “viola el método hipotético deductivo (…)”.

Lo cierto es que en la publicación seminal de Bateman (Heredity, 1948) se explicita como objetivo el explicar “por qué es una ley general que el macho está ansioso por cualquier hembra, sin discriminación, mientras que la hembra escoge al macho”.

También en la investigación de las diferencias psicológicas entre sexos se han abordado los sesgos. Una obra de 1974, The Psychology of Sex Differences, ya señala “muchos problemas que persisten hoy”, escribe Hines. Como la “tendencia a publicar estudios que encuentran diferencias, pero no trabajos similares que no las muestran”; las “distorsiones de la percepción” –ignorar evidencias contrarias al estereotipo–; u obviar que el contexto influye en el resultado –niños y niñas pueden mostrar diferencias en una situación y no en otra–.

Hines insiste en un concepto a menudo ignorado en los mensajes al público: “La mayoría de diferencias comportamentales entre sexos son de grado, no de naturaleza”.

Salvo la identidad de género y la orientación sexual –la mayoría de las mujeres se sienten atraídas por hombres y una mayoría de los hombres por mujeres–, en los demás rasgos la diferencia es mucho menor que la media de altura entre sexos. Así, si la diferencia en la media de altura vale 2, la diferencia en habilidad para visualizar rotaciones de objetos en 3D vale 0,9. Y es el rasgo cognitivo o comportamental que muestra más diferencias. En otras palabras, el grupo de hombres y el de mujeres se solapan casi en su totalidad.

Para Hines, que los investigadores sean o no conscientes de sus propios sesgos depende en gran parte de su formación al margen de su propia especialidad. Fines y Rippon dan más recomendaciones, sobre todo para quienes trabajan con neuroimagen. En un artículo de 2014 recuerdan que “el género es una categoría fuertemente esencializada” y que “también los neurocientíficos son público no experto en lo referido al estudio del género y son susceptibles de caer en el pensamiento esencialista”.

De hecho, la investigación actual con neuroimagen parece asumir –advierten– “que la visión esencialista de los sexos es correcta” al dar por demostrado –erróneamente– que el cableado cerebral es claramente distinto entre hombres y mujeres.

Para estas autoras, los investigadores deberían recordar que los datos muestran en general mucho más solapamiento entre sexos que rasgos diferenciales; y que lo habitual es que cada individuo sea un mosaico de rasgos –anatómicos, psicológicos– catalogados como típicamente femeninos o masculinos.

Cabe resaltar que Cahill, por ejemplo, admite explícitamente su rechazo a la hipótesis de un cerebro sin diferencias funcionales entre hombres y mujeres: “La evolución ha producido cerebros de mamífero con similitudes y diferencias biológicas (…). Insistir en que de alguna forma, mágicamente, la evolución no produjo influencias biológicas de todo tipo y clase basadas en el sexo en el cerebro humano, o que esas influencias no produjeron apenas efectos en la función cerebral –comportamiento– equivale a negar que la evolución se aplica al cerebro humano”.

Baron-Cohen, por su parte, va innegablemente mucho más allá de lo que dicen sus propios datos al afirmar en su libro “La gran diferencia” que las personas “con cerebro femenino son mejores profesores de primaria, enfermeros, cuidadores, terapeutas, trabajadores sociales y asistentes”, mientras que aquellas con cerebro masculino son mejores “científicos, ingenieros, mecánicos, banqueros, programadores e incluso abogados”.

Gowaty tiene una cita favorita del físico Richard P. Feynman referida a la ciencia: “El primer principio es que no debes engañarte a ti mismo y tú eres la persona más fácil de engañar”. Pues eso.

El estudio de las diferencias entre sexos puede abordarse desde la vía de entrada –los genes, el cerebro– y la de salida –el comportamiento–. En esta última, uno de los trabajos más citados es el de la psicóloga Janet Hyde (University of Wisconsin-Madison), que tras una revisión de 46 metaanálisis de estudios sobre diferencias psicológicas entre géneros concluyó que en el 78 % de las variables las diferencias tenían valor próximo a 0. En 48% de ellas el valor estaba entre 0,11 y 0,35. Como referencia, el valor asignado a la diferencia entre la altura media de mujeres y hombres es 2.

Es decir, entre hombres y mujeres hay diferencias nulas o triviales en la gran mayoría de rasgos psicológicos medidos hasta ahora. No solo en desempeño matemático y habilidades verbales, sino también en aspectos de la personalidad como gregarismo, escrupulosidad, agresividad relacional –la que busca dañar las relaciones del agredido y que el estereotipo asocia a una supuesta astucia femenina– o estilos comunicativos –más impositivos o asertivos–.

Ni siquiera en cuestiones como la sensibilidad –considerada típicamente femenina– o el liderazgo –masculino– hay una frontera: “Aunque los estereotipos mantienen que hay grandes diferencias de género en emociones como el miedo y el orgullo, los datos, en niños y en adultos, indican que las diferencias de género en experiencias emocionales son pequeñas o, en muchos casos, triviales”, escribe Hyde.

Basándose en estos datos, Hyde postuló en 2005 la teoría de las similitudes de género, que no descarta posibles diferencias, pero defiende que mujeres y hombres “son similares en la mayoría de las variables psicológicas”. Estudios posteriores de otros autores han seguido encontrando datos a favor de este modelo.

Sin embargo, los estereotipos perviven, y los expertos los asocian a desigualdades sociales. Muchas más mujeres abandonan la carrera científica cuando son madres. Muchas menos mujeres acceden a puestos de poder (en ciencia y en general). En las universidades españolas el número de mujeres matriculadas en informática o ciencias de la computación sigue bajando: de 30 % en 1985-87, a 12 % en 2016-17. A finales de 2018 el físico Alessandro Strumia dijo en el CERN que las mujeres tenían menos aptitudes para la física.

La búsqueda de diferencias anatómicas en el cerebro de hombres y mujeres tiene una larga historia. En general hay consenso en que existen diferencias, aunque no del calibre de las que se observan, por ejemplo, en los genitales masculinos y femeninos. No hay consenso, en cambio, en la valoración de si realmente son significativas estas diferencias, ni mucho menos en la interpretación de su función.

Entre los trabajos más recientes y más discutidos están los de Simon Baron-Cohen, que parte del hecho de que el autismo se da sobre todo en hombres para concluir que, según sus datos, “la mujer típica es de media más empática y el hombre típico, de media, más sistematizador [definiendo esto como “el impulso de analizar o construir un sistema basado en reglas”].

Otro trabajo reciente es Madhura Ingalhalikar, que asegura que “los cerebros de los hombres están estructurados para facilitar la conectividad entre percepción y acción coordinada”, y los de las mujeres “están diseñados para facilitar la comunicación entre modos analítico e intuitivo” –explicar qué significa eso requeriría otro artículo–.

Muy distintos son los resultados de Daphna Joel, de la Universidad de Tel Aviv, que, tras un análisis de varias regiones cerebrales, concluye que no existen cerebros masculinos y femeninos sino cerebros “mosaico”, mezcla de rasgos anatómicos asociados a cada género. “Los humanos no tenemos cerebros con rasgos “típicamente femeninos” o “típicamente masculinos””, escribía Joel en un reciente artículo con Cordelia Fine en The New York Times. (Fuente: Mónica G. Salomone / SINC)

Fuente: https://noticiasdelaciencia.com/art/33052/la-ciencia-busca-diferencias-entre-sexos-y-se-topa-con-los-prejuicios

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Cuando la educación sexual está en la pantalla

Redacción: La Voz

  • La serie de Netflix “Sex Education” es un fenómeno entre adolescentes.
  • Cómo es su enfoque sobre la sexualidad.
  • Qué piensan ellos de estos discursos sin tabúes y cómo los relacionan con las charlas en casa y en la escuela.
  • Además, opinan expertos en la materia.

Difícil precisar si las series populares de Netflix son las que instalan temas en la discusión pública o si los temas que son relevantes en las sociedades son fuente de inspiración para ficciones de la plataforma. Lo cierto es que, así como hace unos meses la serie 13 Reasons Why puso sobre la mesa el tema del bullying, los roles de género y el acoso entre adolescentes, ahora es Sex Education la que está dando que hablar sobre otro eje: la educación sexual.

Con ocho episodios, Sex Education revuelve y reversiona al highschool comedy, ese género que creció en las décadas de 1980 y 1990 en Estados Unidos y que importó a la cultura global estereotipos de adolescentes (el “nerd” versus el “popular”) y temáticas relacionadas con el despertar sexual (con ideas propias del lenguaje metafórico del inglés americano, como “llegar a segunda base”).

Pero Sex Education es una serie inglesa, del siglo 21. Y tiene muchas diferencias con sus predecesoras. Los jóvenes protagonistas no tienen los típicos tabúes con el sexo, casi ninguno es virgen, están al tanto de los métodos anticonceptivos y salir del clóset no es un problema (“La homofobia pasó de moda”, dice uno de sus personajes).

La serie plantea otros problemas, interesantes para discutir y sobre los que en varios países, incluida la Argentina, se viene hablando hace tiempo: si bien están al tanto de cuestiones “técnicas” referidas al sexo, estos jóvenes enfrentan otras incertidumbres y problemas de maduración, más relacionados con la sexualidad y sus emociones. Uno de los ejes de la serie es que educación sexual y educación sentimental no pueden ir por separado.

Qué opinan los chicos

“La serie está buena porque no muchas abarcan estos temas. Es importante que nosotros sepamos todo esto. Y si lo ves en una serie es más fácil y atractivo que, por ejemplo, en un manual. No es la mejor serie del mundo, pero es útil y no juzga”, comenta Yaco (17 años), quien, como sus amigos, ya terminó la primera temporada.

Entre las situaciones que viven los chicos de esta ficción, hay desde un pibe cuya madre es terapeuta sexual y padece esa sobreinformación, hasta una chica que no puede encender la luz porque está incómoda con su cuerpo, otro que indaga por qué no puede sostener una erección, una pareja de chicas que no logran satisfacción y un chico gay que no consigue la atención del que le gusta. Y más.

Julieta (17 años) es otra de las jóvenes espectadoras que maratoneó Sex Education. Para ella, lo mejor de la serie es la manera en la que habla sin vueltas. “No se pueden esconder esos temas como si no pasaran; tampoco suavizarlos”, dice.

Y sobre por qué la ficción da en la tecla, agrega: “Muestra las inseguridades de los adolescentes en la sexualidad. Además, habla de aborto, homosexualidad, mensajes en redes sociales, cómo manejar la desesperación de querer tener relaciones sólo para contar que no se es virgen. Me enseñó más que todo lo que aprendí en la secundaria”.

Fuente: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/cuando-educacion-sexual-esta-en-pantalla

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Puerto Rico: Nueva campaña de educación sexual a través de Facebook y YouTube

Centro América/Puerto Rico/22 Noviembre 2018/Fuente: Primera Hora

Usará caricaturas para discutir temas tabú.

La organización Profamilias lanzó su nueva campaña sobre salud sexual para discutir temas como planificación familiar, infecciones de transmisión sexual, negociación sexual y la trata humana, se informó mediante comunicado de prensa.

La campaña “Aprendiendo de salud sexual y reproductiva con Profamilias y “De la Nada” está compuesta por una serie de videos desarrollados en conjunto con Rangely García, autora de la serie “De la Nada¨, quien se ha dado a conocer por sus caricaturas en la Internet sobre temas sociales.

Según el comunicado, las conversaciones que abarcan los temas de salud sexual y reproductiva siguen siendo tabú en los hogares de Puerto Rico, esto en momento que las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y las situaciones de violencia son problemas que constantemente aquejan al País.

“Estos temas se eligieron por ser temas que interesan mucho a los jóvenes y es necesario atenderlos desde diferentes estrategias educativas”, comentó en declaraciones escritas Blanca Cuevas, directora ejecutiva de Profamilias.

La campaña tiene como objetivo visibilizar de forma llamativa temas que son difíciles de hablar o atender, pero que tienen un impacto en la salud de las personas y en esta ocasión utilizamos la tecnología para promover la educación y concienciar sobre la importancia de la prevención, añadió Cuevas.

“Me enorgullece colaborar en este proyecto para crear conciencia en la población, especialmente en los jóvenes. Mi meta siempre es hablarles claro pero informarlos a la vez, y siento que con estos videos se llega al punto de aprender y educar de una manera bien entretenida y al grano”, dijo la creadora de De la Nada sobre esta iniciativa.

La presentación de la campaña se dio en el marco de la entrega de la proclama oficial del Departamento de Estado de Puerto Rico declarando la semana del 21 al 27 de octubre como la Semana de Profamilias.  Dicha proclama fue entrega por Johanne Vélez, asesora de Calidad de Vida del Gobernador de Puerto Rico, Honorable Ricardo Rosselló, durante la actividad de presentación de la nueva campaña.

Los videos se pueden acceder a través de la página de Facebook.com/ <http://Facebook.com/> Profamilias y en youtube donde semanalmente se publicará un nuevo video de los cuatro que componen la serie.

Imagen:https://rec-eph.primerahora.com/images/tnph3/615/304/1/1/615/304/2018/11/20/cropw0h0capture.jpg

Fuente: https://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/nuevacampanadeeducacionsexualatravesdefacebookyyoutube-1312954/

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Series y películas que abordan temas delicados de la adolescencia

Redacción: La República

Tras el lanzamiento de 13 Reasons WhyNetflix puso a disposición otras series que tocan temas delicados de la adolescencia.

13 Reasons Why puso en vitrina temas difíciles que en la mayoría de casos se viven durante la etapa de la adolescencia.

Aunque estos temas todavía son tabú para algunas personas son importantes para la evaluación de los padres. En Netflix puedes encontrar series que tocan estos temas de reflexión y que podrían ser abordados en casa.

Estas son las 10 series recomendadas en Netflix:

HASTA EL HUESO

Ellen, veinteañera con anorexia nerviosa, recorre un camino tan escabroso como gracioso para conocerse a sí misma guiada por un médico poco convencional.

MERLÍ

Un maestro de filosofía poco convencional enfada a algunos padres y compañeros de trabajo, a otros enamora e inspira a sus jóvenes alumnos, incluyendo a su hijo homosexual.

EL CLUB DE LOS CINCO

El atleta, el intelectual, el delincuente, la princesa y la rara rompen las barreras sociales del colegio secundario cuando pasan un sábado castigados.

RIVERDALE

ATYPICAL

Decidido a tener novia, una adolescente con un trastorno autista se dispone a encontrar su independencia y termina guiando a su familia por un viaje de autodescubrimiento.

THE END OF THE F***ING WORLD

Un psicópata en ciernes y una rebelde hambrienta de aventuras comparten un viaje fatídico por carretera. Serie de comedia negra basada en la novela gráfica.

 

THE FUNDAMENTALS OF CARING

Un escritor atrapado en su pasado, un adolescente con un futuro incierto, en un viaje por carretera lleno de nuevas experiencias, obtienen una nueva motivación para vivir.

 

NOT ALONE

Una joven cuya mejor amiga se suicidó a los 16 años comparte su experiencia e inquietudes con adolescentes atormentados por problemas mentales y pensamientos suicidas.

 

AUDRIE & DAISY

En este documental desgarrador, dos adolescentes son atacadas sexualmente por chicos a quienes consideraban amigos son humilladas en Internet y acosadas por sus comunidades.

FREEDOM WRITERS

Mientras sus vulnerables alumnos leen clásicos como “El Diario de Anna Frank” una maestra los convence a llevar diarios sobre sus conflictivas vidas.

Finalmente, Netflix puso a disposición la opción de ingresar un código de PIN de control parental personalizado y también para recibir algún otro tipo de 13ReasonsWhy.info.

Fuente: https://larepublica.pe/cine-series/1249062-netflix-10-series-peliculas-abordan-temas-delicados-adolescencia-13-reasons-why-hueso-video

 

 

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Ghana: Las niñas a las que les prohíben cruzar un río cuando están menstruando

Ghana/19 de Enero de 2018/Semana

Una extraña «orden divina» decretada en la Región Central de Ghana prohíbe a las niñas cruzar el río Ofin mientras estén menstruando. La medida causó indignación porque además pone trabas a la educación de las menores.

Es una ‘orden‘ de un dios del río Ofin.

Así justificaron los líderes tradicionales de Kyekyewere, en el distrito Upper Denkyira, en la Región Central de Ghana, la prohibición de que las niñas crucen el río mientras estén menstruando.

La medida no solo se aplica en los días en las que las menores tengan el período. Una segunda orden del dios del río prohíbe a todas las niñas cruzar el río los martes.

La noticia causó indignación y fueron activistas de los derechos de los niños quienes alzaron su voz contra la medida, ya que las niñas deben cruzar el río para llegar a la escuela.

Un tabú social

En muchos países del África subsahariana muchas niñas tienen dificultades para ir a la escuela durante sus días de menstruación.

 La organización científica y educativa de la ONU, Unesco, estima que 1 de cada 10 niñas de la región no asiste a la escuela porque están menstruando.

 

Y un informe del Banco Mundial señala que 11,5 millones de mujeres ghanesas carecen de las instalaciones adecuadas de higiene y saneamiento necesarias.

Mapa río Ofin.
Sus derechos

La embajadora la Unicef para la higiene menstrual, Shamima Muslim Alhassan, le dijo a la BBC que la prohibición, que se aplica a una parte del río Ofin, viola el derecho de las niñas a la educación.

«Parece que los dioses son realmente poderosos ¿no?», dijo.

«A veces pienso que tenemos que pedir algún tipo de responsabilidad a estos dioses que continúan impidiendo que sucedan muchas cosas, para que den cuenta de cómo han usado el tremendo poder que les hemos dado», señaló la representante de Unicef.

El gobernador de la Región Central, Kwamena Duncan, indicó que trabajará con el ministro regional de Ashanti para encontrar una solución.

Hombres en Canoas sobre río en Ghana (imagen ilustrativa).Las estudiantes deben cruzar el río Ofin para llegar a la escuela (imagen ilustrativa). Foto: Getty Images

El río Ofin está en el límite entre Ashanti y la Región Central.

Muchas culturas tienen mitos y tabúes en torno a la menstruación.

En Madagascar, por ejemplo, a algunas mujeres se les dice que no se laven durante sus períodos y en Nepal algunas mujeres se ven obligadas a dormir en cabañas lejos del resto de la familia.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/las-ninas-a-las-que-les-prohiben-cruzar-un-rio-cuando-estan-menstruando-y-tambien-los-martes/553328

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Educación sexual: Nuevo estudio revela los “misterios” del orgasmo femenino

Por: El Ciudadano

Un estudio realizado en EE.UU. analizó orgasmos femeninos y preferencias sexuales de un grupo de 1.055 mujeres de entre 18 y 94 años, para ver si podían desmitificar la idea de que los orgasmos femeninos son complicados, y de paso animar a las participantes a que comunicasen efectivamente lo que les hace llegar a un orgasmo. Estos fueron los resultados.

Suele hablarse del orgasmo femenino como un gran misterio e incluso como motivo de desconcierto para muchos hombres y mujeres. Pero después de romper  viejos mitos, tabúes y puritanismos, al parecer no es tan complicado como se cree.

Un nuevo estudio, realizado por expertos en salud sexual de la Universidad de Indiana, EE.UU, analizó orgasmos femeninos y preferencias sexuales de un grupo de 1.055 mujeres en Estados Unidos, de entre 18 y 94 años, para ver si podrían desmitificar la idea de que los orgasmos femeninos son complicados, y de paso animar a las participantes a que comunicasen efectivamente lo que les hace llegar a un orgasmo.

El estudio sugiere que el orgasmo femenino no es realmente un puzzle difícil de resolver. Esto no quiere decir que las mujeres no tengan sus preferencias particulares. Como ocurre con todos los placeres, como la comida o la música, todos tenemos diferentes formas de disfrutar las cosas buenas de la vida.

Según el estudio, sólo 1 de cada 5 mujeres dijo que la relación sexual por sí sola era suficiente para el orgasmo. Más del 36% señaló que la estimulación del clítoris era necesaria para el orgasmo durante las relaciones sexuales, y un 36% dijo que la estimulación del clítoris no era necesaria durante el sexo, pero hacía que el orgasmo fuera mucho mejor. Un número considerable de mujeres, casi 1 de cada 10, afirmó que no alcanzaba el clímax durante las relaciones sexuales.

El estudio incluso investigó las diferentes maneras en que a las mujeres les gusta ser tocadas por otra persona. Aunque ciertamente había preferencias diferentes, la inmensamayoría de las mujeres gozaba de una ligera a media presión de contacto, mientras casi el 16% dijo que todas las presiones se sentían bien, y el 10% señaló que le gustaba la presión más firme. Alrededor de dos tercios de las mujeres disfrutaron tocarse en un movimiento hacia arriba y hacia abajo, el 50% en movimientos circulares y el 30% indicó preferencia por el movimiento lateral.

Los autores del estudio explican que la verdadera importancia de investigar estos detalles es “recalcar el valor de la comunicación con el compañero por el placer y la satisfacción sexual”. El único requisito concreto para divertirse en el dormitorio es la capacidad de comunicarse, tocarse y no rehuir de lo que es bueno y placentero para cada persona.

Los investigadores esperan que su estudio ayude a romper las fronteras y los tabúes del placer, facilitando a mujeres y hombres la comunicación sobre sexo. También sugieren que el desarrollo de un “vocabulario más específico para discutir y calificar sus preferencias, podría permitirles explorar mejor y transmitir a la pareja lo que les parece bien”.

 Fuente: http://www.elciudadano.cl/ciencia-tecnologia/educacion-sexual-nuevo-estudio-revela-los-misterios-del-orgasmo-femenino/09/01/
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