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Confinamiento, teletrabajo y estrés

Por: Manuel Bernales

¿Qué pueden hacer las organizaciones para ayudar a sus trabajadores frente al estrés y la presión laboral?

Me frustra mucho en la noche, cuando quiero acompañar a mis hijos a acostarse, tener que estar atendiendo cosas “urgentes” del trabajo, mientras mis hijos me esperan y yo no llego.

Padre

Acabo de terminar otro taller más sobre “Estrategias de Bienestar frente al Escenario de Presión Laboral” para un organismo de Naciones Unidas. Hace poco hice otros similares para el equipo del Tribunal Constitucional y otras organizaciones privadas también. ¿Qué han tenido en común estos talleres? Que la organización reconoce que su equipo humano está siendo impactado negativamente por el confinamiento y el teletrabajo. Esto causa estrés y buscan ofrecer herramientas para fomentar el bienestar de su personal.

Información básica, herramientas e intercambio

Ejercicio, alimentos, amistades y sueño.

La información que brindo en estos talleres incluye elementos básicos, tales como, nutrición, sueño, deporte o socializar con los amigos. También incluye consejos prácticos para esta situación especial que estamos enfrentando producto del Covid-19. Pero, el valor principal es lograr, durante una hora o dos, crear un espacio en el cual nos escuchamos. En esos minutos las personas se abren y sienten que el problema con sus hijos, con sus parejas o con su madre no es algo solo de ellos. Se comparten experiencias y se apoyan entre sí. Hay que recordar que el soporte social, es decir, el apoyo de la familia, amigos o colegas de trabajo es una vacuna poderosa contra el estrés, así como un mecanismo de alivio para enfrentar eventos negativos.

Cuatro pilares

Una herramienta que suelo presentar está referida a los cuatro pilares: familia, amigos, trabajo y pareja. Estos deben ser pilares de bienestar. Y si uno está mal los otros deben ser puntos de apoyo. No podemos darnos el lujo de tener dos o más pilares como fuentes de problema. Eso nos pasará una factura emocional y física.

Los cuatro pilares para nuestro bienestar

Y es a partir de este esquema que los participantes pueden hacer una breve evaluación de sus pilares de bienestar. Para ello utilizamos la siguiente herramienta:

Con esta matriz puedes evaluar tus pilares de bienestar

Conociendo a nuestros colegas

Pero, lo más valioso, tal como les decía, es la oportunidad de escucharnos. Por lo general, al hablar de teletrabajo y estrés pensamos en las mujeres que tienen roles de madre que deben de compatibilizar con su trabajo, que sin duda es una situación generalizada en nuestra sociedad y frente a la cual debemos de ser sensibles. Este espacio nos permite redescubrir a nuestros colegas. Algunos que cuidan de su madre o padre de edad avanzada; padres que quieren aprovechar el tiempo con sus hijos y se les hace difícil lograrlo por lo que experimentan frustración, personas que deben además estar doblemente alerta por sus condiciones de salud tales como hipertensión, diabetes, migraña u otros. Todas estas situaciones nos hacen ver a nuestros compañeros de trabajo en una dimensión integral que normalmente no percibimos. Darnos este tiempo nos permite tener una mejor disposición para construir un mejor clima laboral.

Separando espacios

Los consejos prácticos no pueden dejar de faltar en este tipo de reuniones. Aprovecho mucho de escuchar las prácticas que los propios participantes ejecutan para enfrentar algunos problemas difíciles. Y resulta aleccionador escucharlas. Tal como decía una persona hoy: “no hay recetas mágicas” pero sí funciona cuidarnos a nosotros mismos para, con ese bienestar, poder cuidar mejor a nuestros colegas y familia.

USAR AUDÍFONOS MÁS VISIBLES AYUDA A QUE VEAN CUANDO NECESITAMOS PRIVACIDAD EN NUESTRO TRABAJO

Un consejo que ofrezco con regularidad es evidenciar cuando no podemos ser interrumpidos. Avisar sobre este horario y usar, por ejemplo, audífonos más grandes ayuda a que sea fácil para nuestros familiares en casa darse cuenta cuando necesitamos privacidad. Pero, del mismo modo que exigimos privacidad para nuestro trabajo, corresponde tener un tiempo para la familia, como puede ser los almuerzos y cenas, o el momento de acostar a los pequeño para quienes tienen hijos menores, o la hora de las cartas para quienes les gusta disfrutar con sus padres de esta actividad.

Finalmente, instalar rutinas saludables ayudará mucho a cuidar y desarrollar nuestro bienestar. Las rutinas harán que nuestro esfuerzo se instale y se normalice. Haga su plan personal.

Fuente de la información e imagen: https://transforma.lamula.pe/

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El Salvador: Se duplica importación de computadoras en primeros meses del año

América Central/El Salvador/06-06-2021/Autor(a): Magdalena Reyes/Fuente: www.elsalvador.com

La búsqueda de aparatos nuevos para realizar actividades de estudio y trabajo desde casa, dinamizó la demanda. La compra de estos aparatos desde el extranjero fue la que más despuntó en el rubro de las tecnologías de la información.

Las obligaciones de trabajo desde casa y las clases en línea incrementaron la demanda dicen los expertos. Foto EDH / Shuttestock.

Las clases en línea, el trabajo desde casa, la necesidad de los emprendedores de mantener sus ventas a través de las plataformas digitales y la búsqueda de reparación de computadoras hicieron que la demanda y por ende la importación de estos aparatos se duplicara en los primeros cuatro meses de 2021, en comparación con enero-abril de 2020.

Según los datos del Banco Central de Reserva (BCR) la importación de computadoras y periféricos representó entre enero y abril de 2021 $110.2 millones, es decir $68.4 millones más que en el mismo periodo de 2019, lo que significa un 163.5% de alza. Este es el mayor incremento en el rubro de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

La importación de estos productos en el mismo periodo de 2019 fue de $52.8 millones, con un leve descenso a $41.8 en 2020, cuando el comercio y la mayoría de las actividades productivas estaban paradas en el país por la prolongada cuarentena debido al COVID-19.

Según el gerente de atención al cliente de la empresa especialista en comercio electrónico StarShip Shopping, Miguel Avolevan, solo en esta compañía las ventas de repuestos para computadoras se incrementaron en un 80 %, aparte de la demanda de computadoras nuevas.

“Debido al teletrabajo, a los estudiantes que hacen sus clases en línea, aunque muchos de ellos ya tenían por lo menos una computadora en casa, pero les tocó comprar una computadora más porque muchos no podían ocupar la misma computadora simultáneamente en el mismo horario, entonces los clientes optaron por importarlas”, detalló el gerente.

Las personas también debieron comprar cámaras web para sus actividades y si la computadora ya estaba un poco desfasada también gastaron en especializarla, mejorar la memoria RAM, cambios de baterías, teclados, pantallas y los cargadores, entre otros.
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“También tenemos clientes que trabajan con su taller y tuvieron un aumento en sus importaciones de repuestos”, explicó.

Los clientes únicamente de esta tienda gastaron, en promedio, unos $150 en implementos para reparación de computadoras y unos $450 en la compra de un nuevo equipo.

Afirma que en el caso de las computadoras para estudiantes de colegios, estas instituciones dieron las especificaciones de procesador, memoria RAM y memoria de disco duro. Las personas se ceñían a esos lineamiento para buscar su aparato.

Algunas de las personas aprovecharon las compras de computadoras restauradas, con las características que pedían los colegios y en buen estado. Estas se importan desde Estados Unidos y se cotizan hasta por 40 % menos de su valor en el mercado, agregó.

El despunte en las importaciones de computadoras hizo que este artículo se colocara en el quinto más buscado por los salvadoreños, por arriba de camisas y camisetas, así como vehículos de transporte para sector turismo y especiales, según datos del BCR.

En general, la importación de las tecnología de información y comunicación (TIC) creció 77 % en los primeros cuatro meses del año, es decir, que sumó $130.2 millones más que en 2019.

El principal proveedor de bienes TIC para El Salvador fue la República Popular de China con $197.3 millones, seguido de Vietnam con $35.2 millones y de México con $27.2 millones, entre otros.

La necesidad de conexión inmediata también incrementó la importación de teléfonos celulares inteligentes.

Celulares también están entre los más buscados

Los teléfonos celulares también tuvieron un despunte en las importaciones pues de enero a abril de 2019 las compras al extranjero de teléfonos celulares fue de $90.1 millones, luego bajó un poco ($87.1 millones) en 2020 y en 2021 las importaciones de estos artículos aumentaron a $119.4 millones en el mismo periodo, de acuerdo a datos del BCR. Este artículo sigue siendo uno de los 10 más importados de los últimos tres años.

La dinamización de la compra de celulares pudo deberse a que algunas empresas para reducir de costos, ya no brindaron el aparato celular a sus colaboradores y fueron ellos quienes debieron buscar su propio aparato, estima Avolevan.

“Incluso hay una marca famosa que la gente comenzó a buscar por internet y muchos incluso los compraron en el mayoreo para venderlos acá”, dijo Avolevan.

Esto sumado a que muchas personas se quedaron sin empleo y se dedicaron a traer artículos tecnológicos para vender y los que más rápido se colocan son los teléfonos celulares, afirma el experto.

Países desde donde más se importa

En los primeros cuatro meses del año los principales países desde donde se hicieron las importaciones fueron Estados Unidos, con $1,225.20 en ventas y una alza de 24.4% comparado con el mismo periodo de 2020, seguido de la República Popular China país al que se le compró $770.14 con la mayor alza en compras del 70.1%.

De la República de China, El Salvador compró el año pasado, en plena cuarentena, $452 millones, mientras que entre enero y abril de 2019 sin la pandemia, importó $549 millones.

Otros de los socios comerciales en materia de importaciones es Guatemala al que se le compró $503.13 millones con un alza del 29.0%; a México, $375.90 millones, es decir 28.7% más; y a Honduras, $290.14 millones, con un crecimiento del 39.5%.

España es otro de los países que vendió productos por $89.5 millones a El Salvador en los primeros cuatro meses del año.

Los países antes mencionados representan el 72.2% del total de las compras comerciales que realizó El Salvador en materia de importaciones.

Subió la factura petrolera

La tendencia al alza de los precios del petróleo y la dinamización del consumo con la reactivación económica provocaron que la factura petrolera en los primeros cuatro meses del año 2021 acumulara un valor de $523.2 millones en total, cifra que representa un incremento de $139.6 millones y un crecimiento de 36.4%.

En la factura petrolera destacan las gasolinas con $174.3 millones, el diesel, por $138.2 millones, los gases propano y licuado con $120.2 millones, así como los aceites y grasas lubricantes con $36.3 millones.

Los datos del consumo de petróleo se comparan con las datos del cifras a abril de 2020, cuando la factura acumulada totalizó $382.1 millones, reportado una considerable disminución de $103.4 millones, 21.3% menos respecto al mismo período del año 2019.

Esto obedecía a la reducción en la importación de productos por el confinamiento obligatorio.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/importacion-vetadecomputadoras-tecnologia/841697/2021/

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Maestras feministas llaman a paro de teletrabajo en Uruguay

Ante la violencia feminicida en Latinoamérica, un colectivo de maestras feministas de Uruguay llaman a parar el teletrabajo el próximo 3 de junio para encontrarse en los espacios públicos y velar a sus compañeras asesinadas.

«Necesitamos tiempo para nosotras, para encontrarnos y duelar nuestrxs muertxs, necesitamos parar este tiempo vertiginoso y agobiante que niega la vida y no deja procesar nuestros dolores,» afirmaron en redes sociales en su convocatoria de paro de teletrabajo para el próximo jueves.

Durante el paro, llaman a encontrarse en las calles, plazas, barrios con nuestras amigas/es, compañeras/es, vecinas/es, colegas y conversar con la apertura de las preguntas: ¿Qué vida queremos?, ¿Qué educación queremos?» ¿Qué es lo que estamos sosteniendo en la virtualidad? ¿Qué cuerpos sostienen la virtualidad?

A continuación la convocatoria difundida en redes sociales:

3 de junio

                              NI UNA MENOS
VIVAS NOS QUEREMOS

Ante tanta muerte nosotras seguimos defendiendo y sosteniendo la Vida. En un mundo que parece normalizar las miles de muertes diarias volvemos a gritar: Vivas nos queremos. Necesitamos tiempo para nosotras, para encontrarnos y duelar nuestrxs muertxs, necesitamos parar este tiempo vertiginoso y agobiante que niega la vida y no deja procesar nuestros dolores.

Llamamos a PARAR el teletrabajo por un día y a encontrarnos en las calles, plazas, barrios con nuestras amigas/es, compañeras/es, vecinas/es, colegas.

Abrimos las preguntas sobre ¿Qué vida queremos? ¿Qué educación queremos? ¿Qué es lo que estamos sosteniendo en la virtualidad? ¿Qué cuerpos sostienen la virtualidad?

¡Nos queremos vivas y eligiendo qué vida queremos!

¡Ni una menos!

Hacia una trama feminista de la educación

#VivasNosQueremos
#NiUnaMenos
#ParamosElTeletrabajo
#3J

                                                   Colectivo de maestras feministas de Uruguay

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/maestras-feministas-llaman-a-paro-de-teletrabajo-en-uruguay/

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Desconexión digital: 5 claves para conseguirla

Por: Educación 3.0

El proceso acelerado de digitalización ha afectado al bienestar de estudiantes, docentes y familias, que tienen dificultades para combinar la vida virtual con la desconexión digital.

Una de las principales consecuencias de la pandemia de la Covid-19 ha sido la digitalización de la sociedad. El consumo de pantallas y las horas delante de dispositivos electrónicos se dispararon notablemente durante el confinamiento. A esto se le suman el teletrabajo y la educación virtual que hace que el día a día de muchas personas gire en torno al mundo digital. Esta situación puede afectar a la salud mental y emocional si no se sabe gestionar adecuadamente. Por ello es necesario más que nunca saber desconectar y centrarse en el mundo real.

Con el objetivo de que estudiantes, docentes y familias sean capaces de combinar lo mejor posible la vida virtual con la digital, Marta Calderero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC ofrece algunas claves:

desconexión

1.  Reorganiza tu realidad: diseña tu hogar y tu entorno de trabajo para que te sientas cómodo interactuando en el entorno físico y el virtual, con mobiliario adecuado para el uso de la tecnología y también espacios donde la desconexión esté asegurada.

2.  Aplica una desconexión digital intermitente: intenta incluir en tu rutina diaria el hábito de desconectar unos treinta minutos dos o tres veces al día; de este modo conseguirás que tu cerebro se recargue de energía. También es muy recomendable establecer unos límites de uso de los programas y dispositivos, ya que perdemos mucho tiempo al día consultando continuamente el móvil y comprobando si hemos recibido nuevos correos electrónicos. Haz un esfuerzo y elimina todas las distracciones, como suscripciones y notificaciones innecesarias.

3.   Potencia el optimismo: al principio del día consulta las cuentas de redes sociales que contengan información inspiradora, pues te ayudarán a reducir el sesgo atencional negativo que generan las noticias que copan los titulares del día.

4.   Vive experiencias únicas: siempre que sea posible, prioriza las relaciones sociales en el contexto físico, y cuando las lleves a cabo en el entorno virtual es mejor que intentes conectar con personas más que con información impersonal.

5.   Participa en comunidades que tengan tus mismos intereses: aunque parezca que la felicidad es un concepto unipersonal, la percepción de felicidad colectiva tiene mucho peso en nuestro bienestar. Por ello es muy recomendable que aproveches el entorno digital para conectar con aquellas personas que, aunque viven lejos de ti, comparten tus mismas aficiones. En este sentido, las redes sociales pueden ser una herramienta muy positiva.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/desconexion-digital/

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No todo es positivo con el teletrabajo: está causando estrés, ansiedad, depresión…

La pandemia está teniendo un efecto negativo en la salud mental de la población, aumentado el estrés, la ansiedad, la depresión y la sensación de agotamiento.

Se están estudiando las causas y el impacto, pero numerosos estudios apuntan a que el teletrabajo está detrás de muchos de estos síntomas y la mayoría de los expertos temen que el deterioro de la salud mental persista después de que ésta haya terminado.

De hecho, según datos que maneja Wellness Coach Institute, la consultora especializada en programas de bienestar corporativo, cuatro de cada seis personas que teletrabajan han declarado tener ansiedad o depresión. Además, las limitadas interacciones sociales de la gente durante la pandemia, unido a las tensiones entre los miembros de una misma familia encerrada en casa y al miedo a la enfermedad están contribuyendo también a aumentar una sensación de angustia entre los trabajadores.

Muchas personas han pasado de llevar una vida bastante activa en la que salían de casa por la mañana, hacían multitud de actividades, tenían reuniones con otros trabajadores, comían fuera… a teletrabajar, cambiando también sus hábitos de ocio hacia actividades mucho menos activas en el propio domicilio y sobre todo con muchas llamadas y videollamadas que son un potencial generador de estrés si no se gestionan bien.

Entonces ¿qué podemos hacer para combatir esa sensación de ansiedad, estrés y cansancio que nos provoca teletrabajar? Desde la consultora Wellness Coach Institute indican algunos consejos:

1. Limitar el uso de las videollamadas

El número de servicios de videollamada móvil alcanzó los 1.800 millones a nivel mundial en 2020; aumentando desde los 1.200 millones de 2019. Esto representa un crecimiento del 50 % en 12 meses. Muchas de las conversaciones que un trabajador realiza mediante videollamada también se pueden resolver por email, al escribir cada uno gestiona sus tiempos, se pueden hacer pausas y no hay que estar 100 % pendientes de la pantalla, lo que resulta agotador. Hay que tratar de agendar las videollamadas de manera espaciada a lo largo de la semana para no tenerlas todas el mismo día.

2. Planificar el día

En lugar de levantarse sin más, conviene emplear cinco minutos para repasar cómo se va a afrontar el día: ¿Nos duele algo? ¿hemos descansado bien? ¿a qué vamos a dedicar más energía hoy? Revisar cuales son los posibles potenciadores de estrés que uno puede tener y preparar cómo podemos reaccionar frente a ellos: esa reunión que no nos apetece, tener que ir al supermercado, una charla incómoda que hay que tener en casa… muchas de las cosas que nos estresan y que ya sabemos que van a pasar. Hacer una proyección mental de esa situación, y planear cómo podemos reaccionar, nos ayudará mucho a afrontarla.

3. Frecuencia mejor que intensidad

También hay que dedicar otros cinco minutos a calentar nuestros músculos y articulaciones antes de ir a la ducha o a desayunar. Debemos pensar en nuestro cuerpo como si fuera un coche, que necesita coger temperatura antes de que podamos acelerar. Poco es mejor que nada, y frecuencia mejor que intensidad, mejor moverse cada día 20 minutos que una hora a la semana en máxima intensidad.

4. Evitar el Multitasking

La capacidad de atención del ser humano, es decir, la cantidad de tiempo concentrado que una persona puede dedicar a una tarea sin distraerse, se ha reducido a ocho segundos, lo que supone una disminución de casi el 25 % en los últimos 15 años. El multitasking (hacer varias cosas a la vez) nos distrae aún más y evita que seamos productivos. Por ello, cuando vayamos a abordar una parte concreta de nuestra jornada de trabajo en la que necesitemos estar concentrados, hay que tratar de no tener otros estímulos externos: apagar las notificaciones de los emails, las alarmas del móvil, evitar tener ruidos de fondo, no tener varias pestañas de navegación abiertas en el ordenador, silenciar el móvil, y no contestar a nuestros mensajes de Whatsapp cada pocos minutos. Se puede tratar de hacer un descanso cada hora de cinco minutos o cada dos horas de diez minutos para revisar emails personales, y contestar mensajes en el móvil.

5. Mostrar gratitud

Todos estamos pasando por momentos muy complicados, pero seguro que tenemos muchas pequeñas cosas que agradecer. Antes de que hagamos nuestra primera actividad del día, en lugar de pensar en todo lo que no tenemos (un trabajo satisfactorio, buen sueldo, buena salud, etc.), debemos tratar de pensar en todas las pequeñas cosas que sí tenemos. Aunque sean pocas cosas, la mayoría de nosotros tenemos lo suficiente para vivir bien y muchas cosas que siempre hemos dado por hecho te hay que tenerlas porque siempre las hemos tenido. Aunque sólo sean unos segundos, hacer un ejercicio de gratitud nos ayuda a programar nuestro cerebro hacia un patrón de pensamiento positivo.

6. Buscar soluciones profesionales

Estamos viviendo en la sociedad más longeva de la historia, pero eso no significa que vivamos mejor. Tenemos un exceso de personas con obesidad, con estrés, con falta de sueño o con trabajos que llevan al sedentarismo. El problema no está en que no queramos sentirnos mejor. El problema está en que el ritmo de vida ha cambiado y hay muchas personas que no tienen la información que necesitan para crear un plan que les ayude a aprender a sentirse bien. Para poder afrontar cambios reales y duraderos necesitamos realizar un aprendizaje global del bienestar, de interiorizar la importancia de cómo nos alimentamos, cómo gestionamos el estrés o saber si descansamos lo suficiente, es decir, la suma de todos los elementos necesarios para que nos sintamos bien. Hacer una dieta pero seguir durmiendo menos de 6 horas hará que podamos estar más delgados pero menos sanos. Hacer deporte de alta intensidad tres veces por semana, pero seguir trabajando 12 horas diarias con altos niveles de estrés, puede ser peligroso para nuestra salud. Afrontar un proceso de cambio requiere desarrollar e implementar un plan integral que debe de ser personalizado para cada persona. Cada uno tenemos motivaciones, personalidades y necesidades diferentes. En este entorno empiezan a surgir consultoras de wellness corporativo, empresas especializadas en implementar programas de bienestar corporativo que desarrollan programas que incluyen talleres de yoga, de nutrición, de mindfulness… Programas que tienen éxito entre los empleados ya que: son fáciles de implementar, tienen una visión a largo plazo y son lo más personalizados posible.

Carlos Vasallo Bolander, director de Wellness Coach Institute, ha comentado«La pandemia y el teletrabajo están teniendo un efecto negativo en la salud mental de gran parte de los trabajadores españoles, lo que para algunos puede suponer un lujo, como es trabajar desde casa, para otras personas, que se han visto obligadas a hacerlo, ha supuesto un cambio en sus rutinas que a veces no han sabido como sobrellevarlo, por ello, desde Wellness Coach Institute hemos querido dar una serie de sencillos consejos para tratar de hacer el teletrabajo lo más llevadero posible y mejorar el bienestar de los empleados, hasta que la situación actual, tan inestable y cambiante, mejore, que al final es lo más importante.»

Fuente e imagen: diariocritico

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España: Ni portátil, ni internet ni soporte técnico: las empresas incumplen la ley de trabajo a distancia seis meses después de su entrada en vigor

Un 62,5% de las personas que teletrabajan asegura que la empresa no le ha dotado de portátil y un 80% se paga su conexión a internet, pese a que la ley establece que no debe ser así. “Las empresas se empeñan en ignorar sus obligaciones legales”, lamenta UGT.

Un 62,5% de las personas que teletrabajan asegura que la empresa no le ha dotado del imprescindible portátil para teletrabajar y un 80% se paga su conexión a internet, pese a que la ley establece que no debe ser así, según un sondeo del CIS.

Las respuestas a la encuesta Tendencias en la sociedad digital durante la pandemia de la covid 2019 publicada el 26 de marzo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indican que un 62,5% de quienes teletrabajan o han teletrabajado en el último año indican que la empresa no le ha dotado de un portátil del que no dispusiera antes para teletrabajar, una obligación que las empresas deben satisfacer, por ley, desde el pasado septiembre —el 35% aseguró disponer de un portátil anteriormente a la pandemia—.

Además, el 79’1% de las personas trabajadoras confirma que se paga su conexión a Internet, unos datos que llevan a UGT a afirmar que las empresas continúan incumpliendo “de forma evidente y continuada” la ley de trabajo a distancia que se aprobó en septiembre de 2020 y entró en vigor el 14 de octubre de ese año.

Los empresarios tampoco están cumpliendo con el deber de facilitar un soporte técnico de apoyo al teletrabajo, sigue UGT basándose en la encuesta del CIS —sobre una muestra de 3.014 entrevistas realizadas entre el 8 y el 17 de marzo—, donde el 28’3% de los preguntados que teletrabajan dice que su empleador no organizó el soporte técnico de apoyo para implantar el teletrabajo con eficacia.

La ley que regula el trabajo a distancia especifica en su sección sobre los derechos relativos a la dotación y mantenimiento de medios y al abono y compensación de gastos que “las personas que trabajan a distancia tienen derecho a la dotación y mantenimiento adecuado por parte de la empresa de todos los medios, equipos y herramientas necesarios para el desarrollo de la actividad, de conformidad con el inventario incorporado en el acuerdo referido en el artículo 7 y con los términos establecidos, en su caso, en el convenio o acuerdo colectivo de aplicación”.

También recoge que “se garantizará la atención precisa en el caso de dificultades técnicas, especialmente en el caso de teletrabajo” y es clara en cuanto a los gastos al establecer que “el desarrollo del trabajo a distancia deberá ser sufragado o compensado por la empresa, y no podrá suponer la asunción por parte de la persona trabajadora de gastos relacionados con los equipos, herramientas y medios vinculados al desarrollo de su actividad laboral”

Percepción del teletrabajo

El sondeo del CIS pregunta al total de las personas encuestadas si considera que el teletrabajo es positivo para las empresas o si cree que perjudicial, a lo que un 62,2% responde que es “positivo” y un 8’6% que es perjudicial.

Cuando se pregunta si creen que es positivo para las personas trabajadoras, un 49,9 piensa que es positivo y un 19,2 piensa que es perjudicial. Las razones más repetidas entre quienes piensan que es positivo son una mayor capacidad de organización del tiempo (63,5%), el hecho de que se eviten los desplazamientos (76,8%) y una supuesta facilitación de la conciliación familiar (75,5%).

Entre quienes piensan que negativo para las personas trabajadoras, las razones más repetidas son que “fomenta el aislamiento” (69,4%) o “incrementa el estrés” (51,4) junto a una mayor dificultad para desconectar del tranajo (57,9%) y el hecho de que al trabajar el casa se trabeje más hotras de las contratadas ( 63,4%). Son estas dos últimas respuestas las que llevan a UGT a afirmar que se está produciendo una “huida de la ley”, ya que la ley del trabajo a distancia regula la desconexión digital.

Lo hace en su artículo 18, que especifica que “las personas que trabajan a distancia, particularmente en teletrabajo, tienen derecho a la desconexión digital fuera de su horario de trabajo”. La ley establece que el deber empresarial de garantizar la desconexión “conlleva una limitación del uso de los medios tecnológicos de comunicación empresarial y de trabajo durante los periodos de descanso, así como el respeto a la duración máxima de la jornada y a cualesquiera límites y precauciones en materia de jornada que dispongan la normativa legal o convencional aplicables”.

El sindicato señala que solo veinte convenios firmados en 2020 contenían cláusulas reguladoras de la desconexión digital —un 3,8% del total frente al 2,8% del año anterior—. “De ello se puede concluir que la regulación de la desconexión laboral por convenio colectivo ha pasado prácticamente desapercibida en 2020, en plena extensión del teletrabajo, algo que deja muy clara la poca sensibilización del ámbito empresarial al respecto y sus inexplicables reticencias a acometer colectivamente este aspecto laboral”, dice UGT, que advierte de que no va a quedarse de brazos cruzados.

“Las empresas se empeñan en ignorar sus obligaciones legales”, lamenta UGT. Según el sindicato, a pesar de que durante el año pasado se multiplicó por tres el volumen de teletrabajo, el número de personas trabajadoras amparadas por un convenio que regule esta modalidad descendió un 2%, con respecto a 2019. De los 16,2 millones de personas asalariadas, indica, solo 143.432 están bajo convenios colectivos que regulen el teletrabajo.

Fuente e imagen: elsaltodiario

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El tecnoestrés: la otra amenaza que llegó con el coronavirus

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Depende de todos nosotros el que las TICs se conviertan en una segunda pandemia o en instrumentos para la defensa de la salud física y emocional.

Se pueden contar por miles las víctimas anónimas de los  efectos psicosociales negativos derivados de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). El confinamiento, el teletrabajo, el teleaprendizaje y las restricciones asociadas al  coronavirus han disparado y exacerbado la actividad digital generando en muchos casos inquietud, miedo, tensión, cansancio, ansiedad y un rechazo psicológico y emocional que evita seguir aprendiendo o utilizando estas tecnologías.

Si bien es cierto que la hiperconexión digital no es algo nuevo, fue con la llegada del coronavirus cuando el mundo por necesidad se tornó más virtual que nunca, manejando dispositivos digitales para trabajar, estudiar, comprar, entretenerse, comunicarse con la familia, con los amigos y realizar gestiones personales. empresariales e institucionales.

La pandemia ha obligado a las personas  a pasar mucho tiempo en contacto con las TICs (computador, celular, tabletas, agenda electrónica, robots y otras), produciendo un tipo de estrés tecnológico denominado “tecnoestrés”,conocido además como “tecnofatiga”, “tecnopresión” y “tecnoansiedad”.

El origen del concepto “tecnoestrés” se debe al psiquiatra norteamericano Craig Brod, quien en 1984 investigó las consecuencias que tenía el uso excesivo de la computadora en los trabajadores y publicó el libro “Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution”.

El autor considera el tecnoestrés como “una enfermedad moderna de adaptación causada por la incapacidad de afrontar las nuevas tecnologías relacionadas con el uso de la computadora de manera saludable”que, además, viene a sumarse a otras patologías propias de la pandemia.

En 1997, Weil y Rosen lo redefinieron como “cualquier impacto negativo de las actitudes, los pensamientos, los comportamientos o la fisiología causada directa o indirectamente por la tecnología”. Estos autores consideran que la creciente necesidad de tecnología crea dependencia, así como que el uso de la tecnología genera sobrecarga mental y dificultades para recordar, pensar con claridad y descansar debido a la sobreestimulación que se recibe. (Weil M., & Rosen, L. D. “Technostress: Coping with technology @work, @home, @play”.New York. John Wiley & Sons).

En 2008, Wang, K., Shu, Q., & Tu, K., definen el tecnoestrés como “inquietud, miedo, tensión y ansiedad cuando se aprende y se utilizan tecnologías relacionadas con el uso de la computadora de manera directa o indirecta, y que en última instancia finaliza con un rechazo psicológico y emocional que evita seguir aprendiendo o utilizando dichas tecnologías”. Las personas que lo experimentan tienen niveles altos de ansiedad y se sienten más fatigados con respecto al uso de las TICs.

En el ámbito laboral público y privado el teletrabajo aumenta el tecnoestrés, lo cual  afecta a empleados, empresas  e instituciones y puede tener serias repercusiones  en la economía. Esta amenaza se convierte en un nuevo riesgo laboral que puede incidir negativamente en la satisfacción y el bienestar de los empleados y en la productividad de la empresa.

Las empresas deben identificar a tiempo las alertas de tecnoestrés en el ambiente de trabajo y garantizar a los empleados el acceso a servicios profesionales del área de la psicología para reducir y controlar los efectos los efectos del mismo, reduciendo así los riesgos físicos  y emocionales generados por el tecnoestrés. Así como realizar cambios organizacionales para prevenir el mismo en el ambiente laboral.

Se requiere además una respuesta urgente para enfrentar el tecnoestrés. Esto conducirá a una reforma del Código de Trabajo, a fin de que se establezcan los  derechos del trabajador  para realizar el teletrabajo con los menores riesgos de daño a su salud física y emocional.

No menos importante resulta el considerar el tecnoestrés en el ámbito educativo. Para  que la adopción de  las TICs en el sistema educativo sea efectivo no sólo se requiere la adquisición de tecnología, sino que es imprescindible que los profesores y estudiantes reciban información y formación para hacer uso correcto de las TICs y verlas no solamente como herramientas tecnológicas, sino pedagógicas también.

El tecnoestrés puede estar presente en cualquier momento del ámbito escolar, ya sea por la falta de utilización o por el excesivo uso de la tecnología. Debido a ello resulta conveniente el conocimiento acerca del mismo, teniendo en cuenta las medidas preventivas necesarias a nivel institucional enfocadas al factor humano responsable de impartir una enseñanza de calidad a los estudiantes.

En todo caso, no se trata de satanizar, ni glorificar a las TICs. De lo que se trata es de propiciar políticas públicas orientadas a los empresarios, a los directivos educativos, maestros estudiantes y padres, donde las TICs, en balance con las otras formas de actividad humana, produzcan bienestar, fomenten salud, productividad, aprendizaje, armonía, creatividad, empatía y solidaridad desde la empresa, la familia, la escuela y la comunidad.

Depende de todos nosotros el que las TICs se conviertan en una segunda pandemia o en instrumentos para la defensa de la salud física y emocional. En “escuela democrática del saber” a la que podamos acceder todos. En donde el conocimiento, más que un medio para saber, sea un instrumento para convivir. ¡Más allá de la pandemia y el tecnoestrés!

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/el-tecnoestres-la-otra-amenaza-que-llego-con-el-coronavirus-8925830.html

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