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Lola Cabrillana: “El profesorado no está impartiendo la historia y la cultura gitana dentro de su currículum, como marca la ley”

Por: Lucía García López

Publicada en www.educaciontrespuntocero.com

En las aulas españolas, como en la sociedad, se siguen dando conflictos racistas a diario. Así lo cree Lola Cabrillana, maestra de Infantil, escritora y tuitera. Hemos hablado con ella sobre cómo educar en el respeto y la tolerancia.

La maestra de Educación infantil Lola Cabrillana cuenta en su perfil de Twitter (@de_infantil) con casi 40.000 seguidores, un espacio en el que reflexiona y reivindica la importancia de construir una sociedad en la que el racismo y la intolerancia desaparezcan. Además, esta docente y escritora difunde en el aula la importancia de valores como el respeto, la empatía y la tolerancia, para que sus pequeños estudiantes -que aún no tienen prejuicios- puedan conocer desde edades tempranas qué es el racismo y por qué no debe tener lugar en la sociedad.

Cabrillana vive en Málaga y es de origen gitano, un pueblo que ha sufrido y sigue sufriendo el racismo y el ‘antigitanismo’ prácticamente a diario. Acaba de publicar su última novela, ‘La maestra gitana’ (Grijalbo Narrativa), en la que narra una historia protagonizada por una valiente profesora que lucha contra los prejuicios que hay en su entorno laboral por su origen étnico y por conseguir que las jóvenes gitanas continúen formándose y no dejen de lado sus estudios. Con él pretende también repasar la historia y la cultura de su pueblo desde una mirada positiva.

Hemos hablado con ella sobre el papel del racismo en las aulas españolas y cómo los docentes, pero también las familias, deben trabajar para educar a estudiantes críticos y empáticos.

La Maestra Gitana Lola Cabrillana

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Pregunta: ¿Sigue habiendo racismo en las aulas españolas?

R: Hay racismo en la sociedad española, por lo tanto en las aulas también. Pero estoy convencida que los docentes de este país no son permisivos al respecto y trabajan duro para combatirlo.

P: ¿Ha sufrido situaciones racistas en su entorno laboral por ser gitana? 

R: No he recibido nunca situaciones racistas en mi entorno laboral por la sencilla razón de que físicamente no encajo en lo que se espera de una mujer gitana. Pero sí he vivido en primera persona comentarios despectivos hacía mi pueblo, teniendo que expresar, siempre con educación, mi punto de vista.

P: ¿Por qué decidió escribir ‘La Maestra gitana’? ¿Ha recibido comentarios racistas por publicar este libro?

R: Escribí ‘La maestra gitana’ con el objetivo de mostrar la historia y la cultura del pueblo gitano desde otra mirada; una mirada respetuosa que mostrase la realidad que nunca se ve y que está distorsionada por programas de televisión guionizados. He recibido numerosos ataques racistas, en su mayoría de forma anónima, la mayoría de las veces amenazando con reseñas negativas para frenar el éxito del libro.

P: ¿Cree que en los currículos y materiales didácticos actuales se abordan suficientemente este tipo de problemas?

R: Creo que el profesorado no está impartiendo la historia y la cultura gitana dentro de su currículum, como marca la ley. Hay un material a su disposición excelente que no está siendo utilizado por la mayoría de los docentes.

P: ¿Qué se puede hacer desde las aulas para educar en la tolerancia y el respeto a los demás?

R: Creo que es muy importante educar en valores, aprender a respetar las diferencias y, sobre todo, disfrutar de la diversidad que hay en nuestras aulas. A veces no es cuestión de integrar, es mucho más favorable asimilar para enriquecernos.

«Es evidente que todas las manifestaciones de oído son modelos que se deberían evitar. Creo que si nuestros jóvenes tienen empatía y una forma de resolver los conflictos sin violencia, son menos influenciables por este tipo de actuaciones. El trabajo para que esto ocurra debe de empezar en las familias»

Lola Cabrillana

P: El reciente caso del futbolista Vinicius ha puesto sobre la mesa que el racismo sigue presente en muchos ámbitos como el deporte. ¿Cree que este tipo de actitudes entre aficionados puede influenciar en los comportamientos de seguidores más jóvenes?

R: Es evidente que todas las manifestaciones de oído son modelos que se deberían evitar. Creo que si nuestros jóvenes tienen empatía y una forma de resolver los conflictos sin violencia, son menos influenciables por este tipo de actuaciones. El trabajo para que esto ocurra debe de empezar en las familias.

P: Las redes sociales son también un canal en donde proliferan este tipo de comentarios y de situaciones que a menudo acaban en casos de bullying. ¿Cómo se puede concienciar al alumnado sobre su uso correcto?

R: Vuelvo a utilizar la palabra ‘empatía’. Faltan actuaciones donde el alumnado se ponga en la piel del otro. En una sociedad donde lo importante es el ‘like’, tenemos que educar para que sean críticos y que no todo valga para conseguirlo. Y esto tiene que ser un trabajo conjunto con las familias.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/lola-cabrillana-gitana/

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¿Cómo podemos fomentar la inclusión y la tolerancia entre los más pequeños?

Por: ABC

Cinco actividades para enseñar a los niños el valor de la diversidad.

Educar en la diversidad es uno de los mejores antídotos para evitar la discriminación en el entorno de niños y adolescentes. Desgraciadamente, en la actualidad, lejos de disminuir los casos de acoso escolar o bullying, con la pandemia y las nuevas tecnologías, están aumentando.

Por este motivo, sigue siendo imprescindible, e incluso más importante que nunca, que, como padres y educadores, enseñemos a los niños la realidad de la diversidad y la importancia de la inclusión. Así mismo, si estos aprendizajes comienzan prácticamente desde la cuna, podremos formar a niños con menos prejuicios , más tolerantes y de mente abierta.

Para ello, desde The English Montessori School , TEMS, nos dan algunas ideas de actividades que podemos hacer con niños para fomentar la inclusión y el respeto frente a todo aquello que puedan percibir como ‘ diferente’ :

1. ¿El mundo es igual en todas partes? Todas las actividades que ayuden a nuestros hijos a comprender que vivimos en un mundo grande y diverso les abrirán la mente en gran medida. A través de juegos con mapas, libros, presentaciones o dibujos, podemos mostrarles cuál amplio es el mundo y qué gran diversidad de culturas, costumbres, comidas, vestimentas, creencias, fauna y la flora, entre otras muchas cosas, habitan en él. Con ello, además de ampliar su conocimiento y sus metas, podremos despertar su curiosidad por descubrir otros lugares, aprender idiomas y relacionarse con personas diferentes.

2. ¿Por qué somos iguales, pero a la vez tan distintos? Existen muchos juegos que pueden ayudar a los niños a comprender que somos diferentes y a la vez iguales por dentro. Por ejemplo, a través naranjas, limones o manzanas podemos hacer que el niño/os memorice una de las piezas de fruta, después mezclarlas con el resto y hacer que la identifique. ¡Seguro que lo consigue! Por último, pelamos varios ejemplares de la misma fruta y, de este modo, verá que, por dentro, son realmente iguales.

3. ¿Dónde están nuestras diferencias? También hay muchos juegos y actividades que pueden ayudar a los niños a comprender que, aunque podemos tener más o menos diferencias, también muchas cosas en común. Por ejemplo, podemos jugar a un «quién es quién» o «quién soy yo». A través de papeles con características y gustos concretos o preguntas cuya respuesta sea sí y no, pueden intentar adivinar quién les han asignado ser o ver cuán amplia variedad de diferencias hay entre nuestros conocidos y seres queridos y, cómo, precisamente, nos unen y diferencian.

4. ¿Cuál es tu historia? Para comprender las diferencias en el mundo, también es importante que los niños entiendan que no solo las personas somos diversas, sino que las circunstancias y contextos que nos envuelven también lo son y, esto, precisamente, puede determinar nuestro camino. Para comenzar a enseñarles esto, podemos utilizar fotografías de familiares u objetos del pasado e ir indagando en las diferentes historias de cada uno de ellos.

5. ¿Cómo reaccionarías si…? Los supuestos, ejemplos, casos reales, fábulas o metáforas sencillas son muy buenas herramientas de aprendizaje en los niños. Una frase tan sencilla y repetida como la de “no hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti” puede ser un gran pilar para la comprensión de la empatía y el respeto en los niños.

Para transmitir estos valores, podemos apoyarnos en cuentos y en historias. Además, es beneficioso establecer con ellos una serie de normas de actitud que se deben cumplir.

Estas y otras muchas actividades con niños orientadas a hacerles comprender que podemos tener diferentes capacidades, colores de piel, gustos, cultura, etc. les ayudarán a comprender que vivimos en un mundo diverso y que, en cualquier caso, eso es un valor añadido y debe prevalecer el respeto.

En este sentido, además, debemos tener siempre presente que lo más importante es que seamos un buen ejemplo. Por ello, debemos tener cuidado con nuestras palabras, evitar prejuicios y ser cuidadosos al elegir los libros, dibujos o películas que podrán consumir nuestros hijos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-podemos-fomentar-inclusion-y-tolerancia-202207110158_noticia.html
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Opinión | Ética y orgullo: ¿por qué la tolerancia ya no funciona?

Por: Sofía García-Bullé

Tolerar es una cosa, reconocer el derecho de existir en paz para todas las personas es otra. Necesitamos la segunda.

La tolerancia ha sido un valor clave en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ. Muchos de los que somos mayores de 30 años recordamos una época en la que se podía discriminar a los miembros de una empresa por transicionar, que personas homosexuales podían ser atacadas o asesinadas impunemente, reprimidas y violentadas por la policía. Fue este último tipo de agresión legitimada lo que impulsó la creación del movimiento que le ha conseguido a la comunidad LGBTQ una vía a la tolerancia y un inicio hacia la aceptación.

Los cambios sociales impulsados por este movimiento son invaluables, le permitieron a millones de personas diversas vivir una realidad con protecciones legales y dieron la base para tener presencia en espacios privados, públicos y laborales. Reflexionar durante el mes del orgullo también es recordar y agradecer esto, pero sin dejar de lado que si bien estos logros son muy valiosos, muchos de estos se consolidaron hace décadas y hace falta moverse a una siguiente fase de progreso, la tolerancia es obsoleta y la aceptación ya va tarde.

Para muchas personas, especialmente el público heteronormado, ambos términos son intercambiables, significan casi lo mismo. Pero para quien vive siendo tolerade, la diferencia es enorme. La tolerancia parte de la necesidad de coexistir con aquello con lo que no estamos de acuerdo, que no nos gusta, este aspecto no tiene que cambiar para ejercer la tolerancia, la cual solo requiere de una capacidad de aguante, pero no de aceptación. Lo anterior implica ramificaciones enormes en la dinámica de poder entre los que toleran y las que son tolerades. Pero para explicar esto a fondo, conviene empezar por nociones simples.

El A-B-C de la convivencia justa

La tolerancia no es un valor negativo en sí mismo, de hecho es bastante útil, para ayudarnos a formar resistencia a situaciones adversas, pero no para definir reglas de coexistencia con personas que son diferentes. Pediaa.com, un sitio/blog que se dedica a explicar conceptos y las diferencias entre ellos, ofrece una gráfica que pone muy claro la diferencia entre ambos valores.

La tolerancia, de acuerdo con la autora Hasa, colaboradora de este sitio, es la disposición para soportar la existencia de opiniones contrarias a las nuestras. La aceptación, es la adopción de una idea que en primera instancia no encaja con nuestra forma de pensar, pero que admitimos sin protesta, sin tratar de cambiarla o eliminarla. Lo primordial de entender aquí es que bajo este contexto estamos hablando ya sea tolerar o aceptar personas, no ideas. Esto hace toda la diferencia.

El efecto real de ser tolerade

Cuando hablamos de personas, la tolerancia se vuelve un asunto complicado. Una solución que pudo haber servido para una época en la que ni siquiera estaba validada la existencia de las personas LGBTQ, pero hoy se queda corta. La posición tolerante es muy cómoda, no se tiene que llegar a un reconocimiento, a un acuerdo ni a una aceptación, solo se tiene que soportar la existencia de personas de orientación e identidades distintas. Esto es fácil para quienes ejercen la tolerancia, ya que la gestionan como un ejercicio de poder.

“La idea de la tolerancia tiene connotaciones paternalistas. La tolerancia se da por una persona superior a otra inferior, a quien se le hace el favor de tolerársele. No es una relación entre iguales. Además, como quien tenía el privilegio se ha ‘rebajado’”, se ha puesto al nivel de la oprimida, tiene cierta superioridad moral”, explica Deva Mar Escobedo, estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid en una un artículo para el diario El Salto.

La perspectiva tolerante, casi siempre pertenece al grupo social dominante. Su visión se establece como la indiscutiblemente correcta y simplemente permite la existencia de contrapuntos, los cuales validan de acuerdo a su criterio. Bajo un esquema de tolerancia, quien tolera tiene el poder de decidir qué tan importantes son las opiniones y las necesidades de la persona que es tolerada, puede elegir no escuchar, descartar, pedir que no se arme un escándalo o se dispare un conflicto poniendo la carga de éste completamente sobre el otro. Porque desde su posición de poder, son quienes generan y regulan la normalidad. Son “los campeones de a realidad” para decirlo en forma simple, y las personas que no nos ajustamos a esa normalidad somos “los retadores”.

La confrontación en una dinámica así es inevitable, a menos que la persona tolerada aprenda a vivir bajo este desbalance, las consecuencias de este compromiso pueden ser profundas e imborrables. Aún si para muchos la tolerancia les significó no perder a su familia, un techo sobre sus cabezas o un trabajo, no quiere decir que la tolerancia no tenga un costo alto para las personas LGBTQ.

“Vivir en un lugar donde solamente existe tolerancia pero no aceptación, es como estar en una cámara de privación de sentidos. No te matará pero sí tendrá un efecto agotador”. Brynn Tannehill, punta de lanza del activismo para la comunidad trans, ensayista y miembro del comité de Trans United Fund resume tan solo en dos líneas la experiencia de la tolerancia, del lado de a quien se le somete a esta. Una vez aterrizada esta idea, ¿ya podemos entender por qué la tolerancia no funciona? ¿Por qué es fácil vivir cuando la usamos pero difícil cuando alguien la usa sobre nosotres? Tras exponer las implicaciones de la tolerancia, la aceptación es un imperativo ético.

Las personas fuera de la heteronorma existen, eso no es algo a lo que aplique la tolerancia dado que seguirán existiendo independientemente de si las personas heteronormadas están de acuerdo o no con esta existencia. La tolerancia no es necesaria, lo que es urgente es el criterio y el sentido humano para entender que las identidades y orientaciones diversas son tan válidas e inocuas como las heteronormadas. Esto es lo que implica la aceptación, dejar de decir “puedo soportar que una persona viva con una orientación o identidad de género distinta” y empezar a decir “está bien que lo haga”.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Democracia y dictadura

Por: Miguel Guerrero

Las dictaduras y los gobiernos autoritarios son más fáciles de sostener que una democracia auténtica. Sólo necesitan valerse de la fuerza y de la intimidación para mantenerse y luego el miedo los hace una costumbre. Esa ha sido la historia siempre. La hemos vivido una y otra vez en esta nación, en la que sus fundadores, los que se entregaron a la causa de la redención del pueblo dominicano, terminaron en el cadalso o murieron en medio de una pobreza atroz en el exilio, olvidados de aquellos que habían contraído con ellos una deuda de gratitud impagable.

La democracia, en cambio, requiere de una construcción basada en la tolerancia y la paciencia. No se edifica de un tirón como las dictaduras. Es una cultura. Los gobernantes democráticos están obligados por las constituciones y las leyes y están moral y legalmente forzados a respetarlas y hacerlas cumplir, por encima de sus simpatías y compromisos personales o de logias.

La dictadura y el autoritarismo son monolíticos. Tienen una sola finalidad y se alcanzan por el sometimiento. La democracia exige comprensión y en ella los gobiernos están sometidos a la autoridad del pueblo, al que deben servir. En la dictadura la fuerza se ejerce para doblegar voluntades y erigir fortunas ilícitas y famas tan frágiles como efímeras. En la democracia el legado es moral y permanente. No se mide en función de obras materiales que casi siempre tienden a acelerar perversos e ilegítimos procesos de acumulación. Se la estima en la medida en que construye el futuro en un clima de respeto y convivencia.

La dictadura adquiere modalidades adaptables al tiempo y las circunstancias y suele ser engañosa vistiéndose con un ropaje de mentiras y simulación. La democracia es auténtica e indivisible. No se practica a medias. El gobernante autoritario acumula poderes para provecho propio. El demócrata trabaja para preservar los derechos de sus compatriotas.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8806210-democracia-y-dictadura-2/

Imagen: https://pixabay.com/vectors/demonstration-show-me-demonstrate-2137450/

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Cómo sobrevivir a un largo encierro con tus padres

Por: Jaume Funes

En los últimos días y semanas, nos hemos centrado en el mundo adulto. Ya es hora de hablar de las y los adolescentes sobre la situación que viven… y darles algunos consejos o pautas para llevarla lo mejor posible.

Querido y desconocido adolecente (o joven si lo prefieres):

Estos días, a menudo, he tenido que hablar y escribir para ayudar a los padres y madres a aguantaros. Sin embargo, hoy he pensado que no era justo, que también debía hablar y escribir considerando tu punto de vista, tus sentimientos, tus felicidades e infelicidades, tus rabias.

Seguro que una de las primeras cosas que has aprendido estos días es el sentido de la extraña palabra “confinamiento”. Es una expresión de los mayores que viene de cuando la tierra no tenia fin, un final conocido, y los aventureros se iban a descubrir mundo. Los poderosos, las naciones de entonces, ponían límites a las entradas y salidas y “confinaban” para impedir la circulación de peligros y enemigos (hoy prohibirán, ya prohíben, por ejemplo, Instagram).

Estos días, de golpe, nos han hecho saber que este mundo global en el que todo está en comunicación se reduce a tu casa (o, si tienes esa suerte, a tu habitación). Hasta ahora, cuando llevamos poco más de una semana encerrados, si el wifi que tienes es potente, no le has encontrado demasiados inconvenientes. Sólo uno muy importante: pasar 24 horas cada día al lado de tus padres (sin poder “salir”, huir, solo estar bajo su control).

Me temo que las tensiones se van acumulando. Acabo de preguntar a un chico al que intento ayudar a orientarse en la vida cómo le va a su saco de boxeo que tiene colgado en la terraza y me ha respondido esto: “Está fatal… ya le estoy dando sin guantes”.

Supongo que también te das cuenta de que no eres el único en esta situación, de que las personas que están a tu lado también se ponen “histéricas”, están a punto de explotar, especialmente si tú enciendes la mecha. Aunque, siendo honesto, la verdad es que tú y ellas vivís la mayor parte del día felizmente en paz.

Como me temo que esto va para largo, he pensado que te podía vender una “guía de supervivencia”. Por eso, me he puesto a escribir una lista de argumentos para construir y mantener una relación civilizada y razonable con tus padres (que, cuando nadie te ve o te escucha, puedes reconocer que los quieres y los necesitas):

  1. A los padres y madres les suelo explicar que no hace falta que se peleen contigo por todo. A ti te tengo que decir que, aunque necesitas hacerlo porque ahora te sientes diferente, tienes que negociar cuántas batallas están dispuestos a aguantar (tú sabes muy bien que la mayoría de las veces son batallitas sin importancia real). Puedes pedir tolerancia, pero vigila. Tu madre y tu padre también tienen sentimientos y les haces daño.
  2. Como te decía, si tienes la suerte de tener habitación para ti, deja claro que es tu espacio. Pero deja entrar a ratos (al menos el aire) y sal para compartir una parte de tu vida. Además de estar confinado, no te recluyas en una celda.
  3. De tanto en tanto, sorprende a tu madre o a tu padre preguntándoles cómo les va la vida, la de ahora y la que tenían fuera (es posible que antes estuviesen tan ocupados que, como no os veíais demasiado, no tengas ni idea de lo que es importante en sus vidas).
  4. No se me ocurrirá decirte que no vivas entre pantallas. Gracias a internet y a tu móvil puedes descubrir cada día que la vida sigue. Tan solo te sugiero que te pares en algún momento a hacer balance de todo lo que vas viviendo en la pantalla (cuánto tiempo conectado con los amigos, cuánto buscando información, cuánto escuchando música, cuánto con las series, cuánto leyendo, creando, escribiendo…). Así, cuando te digan aquello de “todo el día con la pantalla perdiendo el tiempo”, podrás tener argumentos para la respuesta.
  5. Supongo que has comprobado de qué manera el encierro va poniendo un poco “neuras” a los adultos. Se ponen hiperactivos para no pensar. No te pido que te ralles, pero cuando estás tranquilo o tranquila en tu habitación, dedica un poco de tiempo a descubrir cómo te sientes, qué vives, qué te emociona. Como siempre afirmas que los mayores no pueden entender lo que vives tú, ahora tienes la ocasión para tratar de aclararte y descubrir los líos que tienes por dentro.
  6. Estoy convencido de que no echas de menos el instituto (bueno…la vida del instituto sí). En cualquier caso, lo peor que te puede pasar es que pasen los días sin saber más. Destina tiempo a descubrir y aprender y creo que te iría bien preguntarte cada noche: “¿Qué he aprendido, descubierto, hoy?”. Si miras lo que mucha gente va difundiendo estos días en las redes, puedes comprobar que no suelen tener mucha idea de lo que hablan, se lo creen todo, no saben cómo funciona el cuerpo humano, confunden los sistemas políticos, no imaginan un mundo más justo, etc., etc. Estar encerrado no puede convertirte en analfabeto social ni en un pasota de la ciencia que se guía por el horóscopo. No te conformes con hacer (o no hacer) pasivamente los deberes que te han enviado por internet. Molesta un poco a tus profes (todas y todos tienen alguna manera de ser localizados y entrar en contacto) para que se preocupen por ti y por tus compañeros y compañeras. Habla con tus colegas de todo lo que ahora descubrís solos y luego podréis explicar a los que os enseñan.
  7. A pesar de todo, tienes a los amigos y amigas bastante cerca. No estáis juntos, pero hacéis vida juntos. Ahora, puedes comprobar cuánto los necesitas y cuánto te necesitan ellos y ellas a ti. Si el encierro te cogió en la fase de los besos y los abrazos, la intensidad del amor y de la añoranza tendrá que ser virtual, pero no se va a romper. No todos tus amigos y amigas tienen las pequeñas comodidades que tú tienes y su wifi o sus datos del móvil son pobres. Nada te impide pensar en cómo ayudar a un amigo.
  8. Tener que vivir inevitablemente juntos, a pesar del cariño, comporta ponerse de acuerdo en cómo vivir. Seguro que tu madre (o tu padre) desde el primer día ha querido repartir las responsabilidades de la casa. Lo que probablemente quiere tu padre (o tu madre) es que todo el mundo tenga su horario. A ti siempre te ha molestado que esté previsto lo que hay que hacer en cada momento. No tienes opción. Tu vida pasa ahora por acordar, pactar y recordar que la convivencia será fruto del acuerdo. Reclama opinar y participar, pero olvida por unas semanas tu tendencia a escaquearte y no desgastes más a tus padres haciendo que te lo tenga que repetir todo varias veces.
  9. No tienes clase ni de sociales ni de historia ni de biología ni… pero seguro que has descubierto lo que significa vivir en un mundo global, sin fronteras posibles, desigual, injusto… También has comprobado que no sueles tener ese miedo especial que parecen sentir algunos adultos. Sin embargo, has descubierto lo que quiere decir vivir entre riesgos, qué significa aprender a protegerse (recuérdalo cuando te dé por llevar una vida algo loca).
  10. Pienso y deseo que pronto podrás salir de la “prisión” y que la vida volverá a ser genial. Cuando llegue ese momento ya volverá ser tu vida sola. Habrás descubierto qué puedes ser tú y que has de ir decidiendo cómo crees que podría ser. Recordarás lo necesarios que son los amigos y amigas. Te sentirás seguro de nuevo porque has podido sentir que tienes una madre, un padre (pesados) siempre cerca.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/30/como-sobrevivir-a-un-largo-encierro-con-tus-padres/

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El 49% cree que los padres deberían ser los principales decisores sobre los contenidos educativos

El 49% cree que los padres deberían ser los principales decisores sobre los contenidos educativos

El 93% cree que el Estado debe garantizar que la Educación refleje la pluralidad de opiniones de la sociedad, mismo porcentaje que los que están de acuerdo con que el Estado promueva la igualdad, la tolerancia, la democracia y la integración de todos los colectivos. Además, un 73% cree que los colegios deben determinar con los padres qué contenidos adicionales se deben impartir. Y un 93% ve como una obligación de los centros informar a los padres sobre los contenidos.

En las últimas semanas hemos asistido a un encarnizado debate sobre la propuesta de Vox en Murcia para la aplicación del pin parental en las escuelas públicas. Numerosos expertos en Educación, políticos y tertulianos de todo tipo han vertido sus opiniones sobre este controvertido tema en redes sociales y medios de comunicación, tanto a favor como en contra de este veto. Pero ¿qué opinan los ciudadanos sobre esto?

Ipsos ha realizado una consulta a más de 500 adultos españoles desde los 18 años. Ante la cuestión sobre quién deberían asumir las principales decisiones sobre los contenidos de la educación de los menores, un 49% se muestra a favor de que sean los padres los

que sean más decisivos en este aspecto, mientras que un 21% cree que debería ser el Estado, y un 30% se sitúa en lugar intermedio o todavía no tiene una opinión formada al respecto.

Sin embargo, cuando se trata de cuestiones concretas, los encuestados muestran un mayor consenso a la hora de otorgar un papel protagonista al Gobierno en la Educación. Así, el 93% cree que el Estado debe garantizar que la Educación refleje la pluralidad de opiniones de la sociedad. Otro 93% está de acuerdo con que el Estado promueva la igualdad, la tolerancia, la democracia y la integración de todos los colectivos (inmigrantes, homosexuales…). Un 76% también cree que el Estado debe garantizar la libertad de elección sobre los contenidos que reciben sus hijos. Otro 87% se muestra a favor de que el Estado fije unos contenidos éticos y morales mínimos en la Educación. El 90% cree que el Estado debe asegurar que todas las comunidades autónomas impartan los mismos contenidos. Y un 98% está convencido de que el Estado debe asegurar que todos los niños tengan acceso a una Educación pública de calidad.

Un 76% cree que el Estado debe garantizar la libertad de elección sobre los contenidos que reciben sus hijos

Qué papel debe adoptar los colegios

Sobre el rol que deben jugar los colegios en la Educación también se observa bastante acuerdo entre los encuestados. Así, el 95% piensa que estos centros deben asegurar el mismo contenido para todos. Un 90% también cree que deben ceñirse al programa docente marcado, así como su obligación de informar a los padres sobre los contenidos de toda actividad en el centro (93%). Un 89% afirman que los colegios deben planificar las actividades del centro de acuerdo a la opinión de la comunidad educativa, así como su deber de ofrecer una Educación amplia y diversa incluyendo todos los puntos de vista aunque no esté de acuerdo con la opinión de los padres (81%).

Otro 73% cree que los colegios deben determinar con los padres qué contenidos adicionales se deben impartir en los colegios.

Violencia de género y sexualidad

Sobre las diferentes temáticas que protagonizan este debate nacional hay diferencias claras entre los que votan a uno u otro partido. Mientras que los votantes de Unidas Podemos están más a favor de la impartición de contenidos sobre violencia de género, sexualidad y autodeterminación, los de Vox son más partidarios de incluir temas sobre la defensa nacional y la religión católica. Por su parte, los simpatizantes de Ciudadanos son los que más reclaman contenidos relacionados con el terrorismo.

Un 90% también cree que deben ceñirse al programa docente marcado, así como su obligación de informar a los padres sobre los contenidos de toda actividad en el centro (93%)

Como conclusión, esta consulta pone de relieve que la mayor responsabilidad sobre la Educación de los niños recae en los padres, pero que el Estado debe crear un marco de referencia que sea adaptado por cada colegio. Y, en cuanto al veto parental, se percibe como una medida innecesaria y muy mediatizada, aunque hay unanimidad a la hora de valorar como normal que los padres quieran tener información sobre las materias y charlas que se van a impartir en el centro, independientemente de la temática.

El papel de las redes sociales en este debate

Los principales canales donde se ha desarrollado este debate son las diferentes redes sociales y medios digitales. Las primeras menciones a este tema se localizan justo antes de las últimas elecciones del 10 de noviembre, aunque es enero cuando eclosiona y se multiplican por 10 las publicaciones sobre este tema, que llegan a alcanzar las 42.000 menciones en lo que llevamos de mes. Los picos más altos se sitúan entre el 17 y 18 de enero, con más de 6.500 menciones al día, cuando surgió la polémica tras aprobarse la medida en Murcia por propuesta de Vox y con el beneplácito de Ciudadanos para lograr aprobar los presupuestos de dicha Comunidad. Este aumento se mantuvo durante cinco días tras el anuncio del gobierno de recurrir esta medida por vía judicial.

La red social que ha capitalizado esta discusión es Twitter, que concentra el 55% de opiniones sobre este tema, seguido de los foros (25%), entre los que Forocoches se lleva la práctica totalidad (96%).

En cuanto a los medios digitales, este análisis concluye que existe una total polarización en sus menciones al veto parental, teniendo el mismo peso las negativas y las positivas, independientemente del medio observado.

Fuente de la Información: https://www.magisnet.com/2020/01/el-49-cree-que-los-padres-deberian-ser-los-principales-decisores-sobre-los-contenidos-educativos/

 

 

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