Trabajo comunitario entre mujeres, vital para la autonomía

Por: UAM

 

El empoderamiento es un concepto que se fundamenta en la capacidad de las mujeres para autodeterminarse, para tomar decisiones significativas sobre sus propias vidas y las de sus comunidades; implica un cambio en las relaciones de poder y permite que tengan un papel activo y decisivo en el desarrollo social, económico, político y cultural, aseguró la doctora Aleida Azamar Alonso, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La actividad congregó a personas que han acompañado propuestas de modelos productivos alternativos que fomentan el empoderamiento de las mujeres en comunidades indígenas, campesinas y rurales, cuyas condiciones históricas han sido muy difíciles debido a las carencias, el trabajo no remunerado y/o no reconocido y la falta de oportunidades.

En México, dijo la investigadora, el panorama laboral para la población femenina es complejo y desafiante; está caracterizado por una notable desigualdad de género y, a pesar de los avances significativos de incorporación que han tenido a diversos sectores económicos, aún persisten brechas importantes que limitan su plena participación y desarrollo profesional.

De hecho, la tasa de cooperación de ellas es considerablemente más baja que la masculina; sólo 40 por ciento de ellas puede acceder a un empleo formal, mientras que en el informal la cifra es de 54 por ciento. La disparidad salarial es otro indicador de este fenómeno, lo que afecta la independencia económica femenina.

Su empoderamiento económico es crucial para equilibrar las relaciones de poder dentro del hogar y la sociedad, y les permite tomar decisiones sustanciales para mejorar su posición social y política. Ejemplo de ello es el Centro de servicios comunitarios Mujeres en Lucha de San Miguel Topilejo, ubicado en una colectividad periurbana donde han creado un espacio seguro que brinda oportunidades de trabajo y de superación.

Recuperaron un sitio que estaba abandonado, un rastro, e hicieron un taller de diseño y producción textil, cuyos productos venden al gobierno de la Ciudad de México; instalaron un comedor que ofrece hasta 200 comidas para ayudar a los más necesitados, brindan servicios de asistencia social, dentistas, psicólogos; hay un taller de serigrafía, un gimnasio, un teatro que están tratando de hacer al aire libre, un pequeño huerto y captación de agua de lluvia.

Otro ejemplo es la Organización de Mujeres Masehual que se encuentra en la sierra norte de Puebla, en el cual han logrado crear canales de comercio seguro; producen shampoo, jabones miel y artesanías y también están procurando recolectar agua de lluvia.

La Cooperativa Masehual ha impulsado varios proyectos, como el Hotel Tazelotzin que es sustentable, puesto que al interior se utilizan diversas ecotecnias, desde estufas ecológicas para reducir el consumo de gas, implementación de celdas solares para reducir el consumo de energías fósiles. Además, incentivan a los huéspedes a que hagan un uso sustentable de los bienes naturales y ofrecen recorridos turísticos por la zona.

Gisela Illescas Palma, campesina, agroecóloga y feminista comunitaria, habló sobre su participación en diversos proyectos; uno es en la Alianza de Mujeres en Café de México, organización internacional dedicada a empoderar a las féminas en el sector cafetalero promoviendo su colaboración y reconocimiento en todo el mundo. También ha proyectado Vida, A.C., asociación campesina de base en Ixhuatlán del Café, Veracruz.

Vida, A.C. contribuye con familias, comunidades, redes y movimientos en busca de una soberanía alimentaria, una salud holística y una autonomía económica en armonía con la Madre Tierra, el feminismo y la agroecología.

Para el logro de una soberanía alimentaria, la organización promueve el rescate de la cocina tradicional y sus aportes al patrimonio biocultural, la promoción de los mercados campesinos y de trueque, cada año realizan la feria de la milpa para el intercambio de semillas, así como varias estrategias de diversificación de transformación artesanal de alimentos.

En lo que se refiere a la economía solidaria, desde hace 23 años han alentado los grupos en ahorro solidario, para fomentar la cultura del ahorro y ha logrado el empoderamiento económico de las mujeres. Ya se maneja una marca propia de café donde se controla desde la semilla hasta la taza en roda la cadena de valor.

Cuentan con un pequeño programa de turismo campesino que busca brindar la experiencia en el cafetal. En la parte de salud promueven círculos de autocuidado y salud emocional, y poseen con toda una línea de herbolaria. Practican la agroecología como un pilar fundamental para los cultivos del café y su diversificación.

En el evento intervino la doctora Silvia Eréndira Muñoz Ortiz, de la Universidad Iberoamericana, quien relató un paseo por los valles de Tehuacán y los centrales de Oaxaca, donde la investigación Acción Colaborativa estimula el dinamismo del patrimonio biocultural desde sus propios territorios en busca de un buen vivir, en armonía con su cosmovisión mediante modelos de empresas sociales y solidarias.

Asimismo, Aranzazú Díaz Fernández, directora de Acciones para el Desarrollo Comunitario (ADECO), A. C., presentó una serie de iniciativas para el progreso municipal, desde el proyecto de economías comunitarias hasta la experiencia de la autonomía financiera del grupo Tierra Viva, que está transformando vidas y colectividades.

Fuente de la información e imagen:  UAM

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República Dominicana: Literatura y analfabetismo

Literatura y analfabetismo

Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

 Jorge Urrutia

Los atraídos por la literatura y no solo los profesores, deberíamos preguntarnos más por el objeto de nuestro interés y su entorno. Nos preocupamos como lectores, y tal vez como enseñantes, por los libros u objetos similares, cuya función ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Los soportes de los escritos han sido y son varios y muy distintos: pieles, vegetales, tablillas, piedras, metales, papel, hasta los modernos y útiles artilugios electrónicos. El objeto que llamamos libro fue primero una aspiración y ahora una melancolía, bien en el nombre, como el “libro electrónico”, bien en esas tabletas flexibles y plegables.

Todos esos objetos y sistemas han exigido una preparación previa por parte del lector: el aprendizaje de unos signos, de su equivalencia fónica o conceptual, el aprendizaje de la dirección de lectura, también el de la verticalidad u horizontalidad de su sucesión sobre el plano, la comprensión por qué se distribuye lo escrito en referencia a la página…

Llegar a alcanzar esos conocimientos y su práctica nos parece sencillo, incluso obvio, a los letrados y, sin embargo, han tenido que transcurrir siglos y, poblando los siglos, generaciones y generaciones de seres humanos que han buscado cómo transcribir el pensamiento para llegar a fijarlo. Es decir: conocer que todo hoy tendrá un mañana y que el saber es acumulativo dentro de la especie. Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Con esta última frase —estimados y siempre voluntariosos lectores— habrán entendido por qué, al principio de la columna, me referí a los atraídos por la literatura y no por la lengua. Los lingüistas se preocupan por el pasado y el presente del lenguaje. El futuro no va con ellos. Cualquiera sabe si el capricho creará una palabra, si algún extranjero o viajante de paso pondrá otra de moda, si una epidemia hará perder los incisivos y los hablantes serán incapaces de pronunciar la “f” inicial de palabra. Los lingüistas registran, analizan y explican, no promueven. En cambio los literatos, en sus distintas funciones (de escritura, de lectura, de explicación), descomponen el mundo y planean, incluso construyen, uno nuevo.

Volvamos al aprendizaje. Tener que saber algo implica necesariamente separar a quienes no lo saben. Tener que saber algo previo para obtener y conocer una información, significa que quienes no poseen esos conocimientos necesarios carecen de posibilidad de acceder a la información. Si para leer hay que saber leer, quienes no saben leer son incapaces de hacerlo. Me dirá alguno que estoy descubriendo el Mediterráneo y ese mar lleva ya unos cuantos años entre Algeciras y Estambul. Incluso estaba antes de que existieran una y otra.

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¿Pero los escritores o los profesores de literatura tenemos presente esta conclusión mía, digna de Pero Grullo, de que quien no sabe leer no puede leer? Cuando hablamos de, por ejemplo, Enriquillo, de Manuel de Jesús Galván, y de su influencia en la conformación sentimental de la nación dominicana, pensamos en cuántas personas podían leer la novela en 1882? Entonces, la tasa de analfabetismo en la República se acercaba al 80%. ¿Nos preocupamos los enseñantes de literatura de tenerlo en cuenta y, en consecuencia, de saber si existía un hábito de lectura colectiva suficientemente desarrollado como para sustituir en algo la lectura individual? Y esto puede decirse de todos los países. Precisamente la República Dominicana ha llevado a cabo campañas muy intensas de eliminación del analfabetismo. ¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Jorge Urrutia en Acento.com.do

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/literatura-y-analfabetismo-9319398.html

 

 

 

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Bella Flor de Pukara, espacio en resistencia de quechuas y aymaras

Por: Oscar Olivera

 

Manifiesto

TU NOMBRE LO DICE TODO, BELLAS LAS NUBES, BELLO EL CIELO QUE TE ILUMINA, DE DÍA Y DE NOCHE, BELLOS LOS CERROS QUE TE PROTEGEN, BELLA LA FORTALEZA QUE ES MUESTRA DE RESISTENCIA Y DIGNIDAD, BELLO EL RIO QUE ALIMENTA NUESTROS CAMPOS, QUE NOS CALMA LA SED Y LA MENTE, BELLAS LAS PLANTAS Y ANIMALES, BELLAS LAS FLORES DE DURAZNOS Y TUNAS, BELLO EL MOLINO DE PIEDRA, BELLA LA GENTE DEL PUEBLO, BELLA FLOR, NOMBRE DE MUJER

Hoy 5 de noviembre del 2022, Mujeres y hombres, ancianos y ancianas , niñas y niños, jóvenes, residentes y ausentes, pero presentes, nos reunimos en nuestro territorio, alrededor del Muju Huasi, del Molino, del Dique levantado en el Mojon Toqo, nuestro pozo de agua para consumo humano y riego, junto a nuestros campos de cultivo y nuestras piedras, que para nuestros abuelos y abuelas y para nosotros sus nietos y nietas, todos ellos son seres vivos, porque están cobijadas y protegidas por nuestra Madre Tierra, nuestra Pachamama.

Hoy decidimos dar este soplo de aliento, en este camino que empezamos a recorrer, con mas fuerza, aquel 13 de marzo del 2021, reunidos sobre el puente de nuestro hermano, el río Jatun Mayu.

Un soplo de nuestro Ajayu, que debe convertirse en un viento huracanado contra la adversidad, el miedo, el olvido, la indiferencia, la resignación, el individualismo, el consumismo, para reconstruir nuestra COMUNIDAD, volviendo a poner en nuestros pensamientos, en nuestras palabras y nuestras acciones, la solidaridad, la reciprocidad, el respeto, la generosidad, la transparencia, el AYNI, con el instrumento del trabajo comunitario, el abrazo, el sudor y la chicha como medios de compartir nuestras alegrías y esperanzas.

Celebramos también hoy la llegada, a nuestro pueblo, de hermanos y hermanas de otras partes del mundo, bienvenidos hermanas de Italia, de EE.UU. y damos la bienvenida, de manera especial a nuestro hermano Emigdio Ballón quien hizo posible que la solidaridad de nuestros hermanos del norte llegue hasta aquí, no sólo para construir el Muju Huasi, refaccionar el Molino y el par de invernaderos, sino ante todo para construir los puentes de hermandad y cariño que tanta falta hace a esta humanidad.

El compromiso de todos y todas las que estamos aquí, es la promesa hecha a nuestros abuelos, a nuestras madres de jamás abandonar nuestro pueblo, jamás renunciar a nuestra identidad, de sentirnos orgullosos del color de nuestra piel, de nuestra lengua, de nuestra cultura, de nuestros nombres y apellidos.

El Muju Huasi, el río, el pozo de agua, el molino, como símbolos de los bienes comunes que debemos compartir con generosidad y alegría con otras comunidades y recoger también de ellas su experiencia, su sabiduría y sus tesoros que en muchas partes se encuentran escondidos.

Que el Muju Huasi de Bella Flor de Pukara sea el espacio que articule, que una, que congregue a nuestras comunidades hermanas, no solo del Valle Alto, sino de Kochapampa, de Bolivia y de los pueblos dignos y valientes del mundo que quieren una vida comunitaria y de convivencia de armonía y cariño con la Pachamama.

Este esforzado trabajo expresado en horas, días, semanas y meses de los hombres y mujeres presentes aquí, hoy, también nos ha mostrado la necesidad de establecer puentes entre el campo y la ciudad, para reconocernos como diferentes pero iguales, en nuestras angustias y nuestros sueños, para vernos como un arcoíris de colores en armonía y complementariedad.

En estas semanas hemos demostrado que, con un pequeño apoyo de solidaridad es posible recuperar nuestra capacidad de hacer las cosas por nosotros mismos, por nosotras mismas, de que es posible seguir caminando sin mendigar, caminando juntos, recuperando nuestra capacidad de soñar, de decidir y de hablar, porque otro mundo lo construimos acá, en nuestra comunidad.

¡¡HOY REFUNDAMOS NUESTRO PUEBLO, NUESTRA COMUNIDAD!!

Que se escriba en el libro de actas, en nuestra sangre y en nuestros corazones.

Jallalla, Bella Flor de Pukara

Jallalla Anzaldo

Jallalla Comunidades indígenas, campesinas y citadinas

Bella Flor de Pukara noviembre 5 del 2022

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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Colombia: Mujeres decididas a ser algo más que amas de casa

América del sur/Colombia/04 enero 2020/El país

Historias de emprendedoras del Chocó colombiano que han hecho realidad sus sueños de autonomía

Durante décadas, los chocoanos han vivido mirando al mar. En él se encuentran su pasado, su presente y las oportunidades de su futuro en forma de pesca y turismo sostenibles. Una realidad en la que el papel de la mujer es cada vez más importante.

Con la ayuda de ONG y líderes locales, mujeres de diferentes localidades del departamento del Chocó, en Colombia, están tomando la iniciativa y formándose para emprender. Juntas han aprendido a organizarse y a sacar partido a los infinitos recursos que ofrecen sus tierras, en un lugar donde la selva se mezcla con las aguas del Pacífico.

Entre sus objetivos está impulsar el desarrollo de sus comunidades y avanzar en el empoderamiento femenino. Estas son las historias de varias colombianas que, de la mano de su comunidad, están cambiando la realidad en la que viven y cumpliendo sus sueños de independencia y autonomía.

Chachita y la promesa del turismo

En la costa de Nuquí se encuentra La Posada de Chachita, una cabaña con vistas al océano escondida entre los manglares. Chachita es el nombre con el que se conoce a Ruthnibet Martínez Caizamo, una líder comunitaria que está detrás del proyecto Posadas Nativas Corredor Turístico Arutepa.

Chachita tiene una red con varios alojamientos. El sendero por los manglares que conduce a una de ellas lo hizo junto a su familia. “A hombro”. Detrás de tanto trabajo hay un objetivo: el de formar una red de establecimientos por todo el Chocó que funcionen como empresas responsables con la comunidad y la naturaleza y mediante las que los nativos puedan valerse por sí mismos.

“Queremos fomentar un turismo sostenible manteniendo la autenticidad de los habitantes locales. Si nosotros no empoderamos a las comunidades, este turismo lo desarrollará otro y se llevará toda la riqueza que tenemos”, explica. “Pero una golondrina no hace el verano, hace falta que estemos todos”.

Esta líder comunitaria denuncia la falta de medios, pero cree que con el esfuerzo colectivo y mediante la organización podrán lograr sus objetivos. “Otras comunidades están soñando, soy un ejemplo a seguir para ellas. Aquí no hay que esperar a que a uno le den la cuchara: si usted le pide cucharas a una institución, no le dan nada. Piensan que es haragán. Pero si usted pide como empresa plataformas para desarrollarse, servicios para mejorar la calidad como la energía o la conectividad, infraestructuras… Eso sí que se apoya”.

A unos kilómetros de sus posadas, siguiendo la costa hacia el sur, en el corregimiento de Partadó, una asociación formada por seis mujeres y tres hombres participa en la red impulsada por Chachita. Han conseguido atraer a viajeros interesados en un tipo de turismo diferente: les abren las puertas de sus casas, les ofrecen su misma comida y les invitan a participar en su día a día.

“Esto empezó por una amiga que tuvo un sueño, el de renovar las casas de nuestros padres”, cuenta Clara Inés Perea, miembro de la asociación. “Con esta idea empezamos a reunirnos y a hacer talleres de capacitación para organizarnos”.

Uno de los atractivos principales de las posadas nativas son las Noches de Vichera. “Contamos chistes y cuentos, comemos y bailamos alrededor de una fogata en la noche. Se trata de una tradición muy antigua, de nuestros abuelos y tatarabuelos”, añade. “Nos ha servido mucho porque ahora nos vienen a visitar. Estábamos abandonaditos, no existíamos”. Ofrecen, también, sus mermeladas tradicionales, que han llegado a venderse en restaurantes como el afamado Leo de Bogotá.

Aunque insisten en que estas actividades son las que han realizado toda la vida, en realidad han ido más allá. De la mano de Cachita, diferentes organizaciones locales han recibido formación para profesionalizar su actividad. “Hemos organizado talleres de danza y de música para aprender a tocar los tambores y hasta el joropo”, explica Betsaida Mosquera, otra de las mujeres pertenecientes a la asociación.

“Ellas han venido realizando un ejercicio de fortalecimiento, para ofrecer sus servicios como una empresa”, señala Luis Alberto Angulo, miembro de Riscales, una de las organizaciones que buscan capacitar a los habitantes de la región. “Es un avance muy significativo en una zona que fue azotada durante años por la violencia”.

Dora y el valor del mar

El mar es el principal sustento de los habitantes del Chocó. Cada día, los pescadores salen al océano cargados con sus equipos de pesca tradicional (los mismos que han usado durante generaciones) para hacerse con su manutención y con el género que luego enviarán a otras regiones de Colombia. Se trata de una actividad en la que juegan un papel fundamental, de nuevo, las mujeres.

“En Cabo Marzo tenemos una excelente pescadora, se llama Dora. Es tremendísima en la mar. Pesca, maneja los motores y los arregla mejor que muchos mecánicos, le hace a todo. Tiene un equipo de trabajo con tres lanchas y 15 hombres a su cargo. Trabaja de sol a sol”, cuenta Carmen Yaneth Asprilla Martínez, trabajadora de la pesquera La Merluza, en Bahía Solano.

Cabo Marzo quedó prácticamente deshabitado en los años 2000 por el conflicto entre la guerrilla y los paramilitares. Ahora, este corregimiento del municipio de Juradó se ha recuperado y cuenta con un campamento en el que trabajadores como Dora y Carmen Yaneth pasan temporadas de entre 20 días y un mes, pescando y recogiendo el fruto en centros de acopio, facilitados por organizaciones como la Fundación MarViva.

“Llevo 24 años yendo allá. La primera vez a los 15 años, muy jovencita. Empecé yendo a cocinar, después como monitora y heladora, y ahora a veces salgo a faenar, aunque normalmente recibo el pescado”, explica Carmen Yaneth. Ella es la encargada de mantener la cadena de frío para que las capturas lleguen a la pesquera en buenas condiciones y se envíen a restaurantes como WOK y Takami, en las principales ciudades colombianas, y a supermercados de la cadena Éxito.

Yaneth Asprilla Martínez, trabajadora de la pesquera La Merluza, en Bahía Solano.
Yaneth Asprilla Martínez, trabajadora de la pesquera La Merluza, en Bahía Solano. JUAN F. SAMANIEGO

Muy unida al trabajo de los pescadores del Chocó y a gran parte de los planes de mejora que se llevan a cabo en la región está Lorena Marmolejo Hurtado, coordinadora local de pesca responsable de la Fundación MarViva. Su trabajo consiste en que a los trabajadores de los proyectos no les falten nunca recursos, ideas o motivación.

“Empezamos con cuatro iniciativas y ahora tenemos muchas nuevas”, explica la coordinadora local de MarViva. “Toda la comunidad está muy agradecida por el trabajo realizado. Han aprendido a cuidar el pescado, comercializarlo y proteger los recursos naturales. A ser responsables para que nuestros hijos puedan conservar el recurso de la pesca en el futuro”.

Aminta y los números de la gastronomía

Uno de los proyectos en los que participó Lorena Marmolejo fue la creación del restaurante Asociación Afroinnovadora Productos del Mar, que une los dos grandes sustentos de la región para las próximas décadas: el turismo y el mar.

Un total de 11 mujeres del corregimiento de El Valle, en el municipio de Bahía Solano, son las protagonistas que han hecho realidad este restaurante, en el que se ofrecen productos locales cocinados de forma tanto tradicional como creativa. Así, en su menú pueden encontrarse desde tortas de pescado hasta sushi, carpaccio o ceviche. Una manera de mantener viva la gastronomía del Chocó (un lugar en el que la mayoría desayunan, comen y cenan pescado) con un valor añadido para los turistas.

Detrás de este proyecto común hay más de dos años de trabajo, formación y esfuerzo. Se han organizado talleres para aprender de cocina, comunicación, buenas prácticas, trabajo en equipo, sostenibilidad y un largo etcétera. Todo con el objetivo de formar un proyecto consolidado que pueda sostenerse y generar ingresos.

En El Valle, para muchas familias la economía es prácticamente de subsistencia. “Yo soy ama de casa y mi esposo es agricultor. Vivimos de la tierra, cultivamos arroz y plátano y criamos pollitos allí en la granja”, describe Aminta Córdoba, la tesorera del grupo. “Nos da para el sustento de la familia, pero es difícil comercializar la cosecha. Por eso queremos organizarnos bien y tener un grupo bien consolidado, que se pueda sostener”.

A Aminta Córdoba la eligieron como tesorera sus compañeras por su lucidez y su buena cabeza para los números. El grupo cuenta también con una vocal, una secretaria, una vicepresidenta y un presidente, Martín Mosquera, que les ha apoyado durante el proceso de creación del proyecto.

Los planes van más allá de montar el restaurante en El Valle. “La idea es que podamos fortalecer el mercado local y después salir de acá y tener restaurantes en Medellín, una ciudad con mucha más gente donde va a haber comercio durante todo el año”, explica Martín Mosquera. “Lo interesante es que podamos mostrar todo el proceso del trabajo, desde que se captura hasta que llega a la mesa. Cómo trabaja el pescador, a qué hora se levanta, cuáles son sus herramientas o cómo lo captura”.

Para el grupo de mujeres, el restaurante es la materialización de un objetivo común en el que han volcado todas sus expectativas y su ilusión. “Pertenecer a un equipo era uno de mis sueños, y yo sentí que tenía la oportunidad junto a mis hermanas, compañeras, de hacer que este grupo saliera adelante”, reflexiona Fansieni Palacios, otra de las integrantes.

Y dice en voz alta algo que comparten muchas de sus compañeras, protagonistas de estas historias: “Es importante para una, también como mujer, empoderarse para no ser nomás ama de casa, sino demostrar lo que una siente y quiere”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/23/planeta_futuro/1577111233_427134.html

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Bolivia: Educación en Casa prevé beneficiar a mil discapacitados

América del Sur/Bolivia/Octubre de 2016/Autor: Wlson Aguilar/Fuente: La Prensa.com

El Gobierno puso en marcha el programa de Educación Sociocomunitaria en Casa para personas con discapacidad que prevé tener más de mil beneficiarios hasta el 2018. El vicepresidente Álvaro García Linera señaló que los profesores que participen de esta actividad ya no harán el año de provincia, pero además, compensarán un año del escalafón lo que permitirá mejorar sus ingresos.

El proyecto se aplicará a personas con discapacidad grave o muy grave, en su primera etapa se inicia con una población de 90 en todo el país, es decir, 10 por departamento, para lo que se habilitó a 45 maestros, mismos que deberán hacerse cargo de dos estudiantes cada uno. La formación está organizada en tres grupos: educación primaria/educación regular; educación alternativa/personas mayores de 18 años y educación especial/personas con discapacidad grave, muy grave.

En esta primera etapa, 45 maestros son voluntarios (…) y nosotros a través del decreto reconociendo los beneficios de reducción en los años de provincia y otros aspectos vinculados al escalafón”, sostuvo el ministro de Educación, Roberto Aguilar.

Reconoció el papel actual que cumplen los centros de educación especial, las unidades de educación inclusiva, y los centros integrales que albergan actualmente a 19.592 personas con discapacidades pero que no llegan a todos los que necesitan.

“Son 136  centros de educación especial, 1.507 maestros y maestras que se han incorporado o desarrollan su labor en estos centros de educación especial”, dijo.

García Linera, dijo que los profesores “valientes y abnegados” que apoyen a la formación en casa de las personas con discapacidad grave o muy grave, compensarán su año de provincia y subirán un año en el escalafón.

Adelantó que los beneficiarios del programa recibirán computadoras y se les instalará Internet, de manera gratuita. En tanto, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, adelantó que el Gobierno habilitará vehículos para transportar a los profesores a las casas de los estudiantes.

LABOR SOCIAL Y SERVICIO MILITAR

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, planteó que el servicio militar obligatorio se vincule con la labor social, es decir, un servicio militar alternativo para que jóvenes voluntarios coadyuven en proyectos educativos y de otra índole a favor de las personas con discapacidad. Es decir, que la población que vaya al cuartel dedique una mayor parte de su servicio para este sector, explicó.

“Tenemos que armar un ejército de voluntarios para que apoyen, con el compromiso revolucionario, a todas las personas con discapacidad, para aliviar el peso que soporta cada una de las familias”, dijo a tiempo de indicar que esta propuesta no es nueva, debido a que se aplica en otros países del mundo. Manifestó que el tema se abordará con las Fuerzas Armadas para efectivizar la propuesta y espera que entre en vigencia a la brevedad.

Fuente: http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/bolivia/20161015/educacion-en-casa-preve-beneficiar-a-mil_81638_143158.html

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10 mujeres que cambian el mundo

Santo Domingo/21 de junio de 2016/ Fuente: Listin diario

Ernestina, Luisa, María Isabel, Marike, Marilí, Milena, Petra, Santa Teresa, Solange e Ylsa Margarita son los nombres de las 10 escogidas dentro del premio del Banco BHD León.

Nada detiene a Ernestina, Luisa, María Isabel, Marike, Marilí, Milena, Petra, Santa Teresa, Solange e Ylsa Margarita. Ellas arriesgan el todo por el todo. Vencen el miedo de enfrentar los límites y los obstáculos y toman el camino correcto que avanza hacia una meta común: un mundo mejor para todos en el que las buenas ideas se vuelven realidades que transforman positivamente las circunstancias de las personas.

Ellas son las 10 finalistas de la segunda edición del Premio Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD León y ejemplifican la clave infalible del triunfo humano, el que está vinculado a un pensamiento de bienestar colectivo que se consigue a través del potencial y el talento de las personas que se atreven a actuar apegadas a sus valores.

Estas diez mujeres son así. Ellas hacen el cambio para la sociedad dominicana y tienen en común un compromiso social, moral y ético con sus comunidades, más allá de sus propios intereses, logrando con sus acciones un aporte positivo al bienestar del país.

Ellas fueron seleccionadas entre 137 postulaciones por su perfil, su contribución, su compromiso y la sostenibilidad de sus obras a través de aspectos medibles.

Ellas son las finalistas de este año en la premiación que constituye el componente social de la Estrategia de Género Mujer que la entidad ejecuta. Este reconocimiento se realiza con el objetivo de promover y reconocer iniciativas llevadas a cabo por mujeres que están transformando la sociedad dominicana al generar cambios positivos en sus comunidades.

10 MUJERES QUE CAMBIAN  EL MUNDO, 10 MUJERES QUE SE ATREVEN
ERNESTINA GRULLON

Se atrevió a defender el derecho a la educación sin discriminación. “Los niños y jóvenes especiales solo necesitan una oportunidad. Prepararlos para la vida y conseguir que sean respetados es mi compromiso con la sociedad. Ese es mi deber”.

ï Área de trabajo: Acción Social / Educación.

ï Iniciativa: Centro de Educación Especial San Lorenzo.

ï Provincia: Santo Domingo.

A sus 90 años, sus condiciones físicas son excepcionales y dirige con voluntad y pasión una escuela a la que asisten 610 niños y jóvenes especiales. Ella les ofrece la oportunidad de alfabetizarse para que puedan regresar al sistema regular de educación o aprender un oficio con el que puedan insertarse como entes productivos en la sociedad.

Lleva 71 años de servicio como maestra. Es fundadora y directora en ejercicio del Centro de Educación Especial San Lorenzo, ubicado en Los Mina, donde acoge gratuitamente a sus alumnos con discapacidad mental y retraso en el aprendizaje. Los orientan para que puedan desarrollar habilidades u oficios y disminuir sus limitaciones para la inserción social. El Centro tiene 40 años de labor, ha beneficiado a unos 5,000 niños y jóvenes y alrededor de 2,200 se han graduado. Es además presidenta de la Asociación de Técnicos, Profesores y Padres de Educación Especial.

 MARÍA ISABEL BALBUENA
Se atrevió a cambiar el paradigma de que el trabajo del campo es de los hombres.

“Yo solo represento la voz de tantas heroínas que no tienen voz propia”.

ï Área de trabajo: Emprendimiento.

ï Iniciativa: Federación de Caficultores de la Región Sur (FEDECARES).

ï Provincia: San Cristóbal.

Ella es una “gestora de sueños” que cambia y transforma las realidades de muchas mujeres en el campo. Su labor ha sido referenciada como una liberación de la miseria y de la discriminación al género femenino que sufrían algunas mujeres productoras de café en sus comunidades.

María Isabel es la presidenta de la Asociación Dominicana de Mujeres en Café y encargada de la comercialización en la Federación de Caficultores de la Región Sur (Fedecares).

Desde hace 9 años impulsa el mejoramiento de las condiciones de vida de mujeres marginadas mediante capacitación, promoción, comercialización y fortalecimiento empresarial al crear fondos rotarios.

El modelo de comercialización de café que ella promueve se sustenta en la producción de café cultivado y cosechado exclusivamente por mujeres en las comunidades de Polo, Los Cacaos, Hondo Valle y Elías Piña. Ella es la responsable de la colocación del primer lote de café de origen dominicano producido por mujeres en el mercado de Estados Unidos. María Isabel es vista como una mujer que ama lo que hace, como un pilar en las comunidades de mujeres que puso en sus manos la decisión de administrar ellas mismas los recursos que producen. Les dio algo que no tenían: seguridad en sí mismas. LUISA SUÁREZ NÚóEZ

Se atrevió a amar al prójimo por encima de sí misma. “Servir a la vida. Trabajar para la educación.

Servir y trabajar para vivir mejor, no para morir lentamente”.

ï Área de trabajo: Educación.

ï Iniciativa: Alfabetización y educación, desarrollo de actividades económicas y creación de una cooperativa para las mujeres de la región Norte.

ï Provincia: Sánchez Ramírez.

Su consagración como religiosa de la congregación Hijas de Jesús es el motor que impulsa su trabajo social, el cual ella describe como “educativo”; sin embargo, quienes dan testimonio de su misión, dicen que ella se mezcla entre las personas de la comunidad y cambia sus visiones sobre la vida, transformando sus pensamientos.

Luisa dirige 87 organizaciones femeninas en zonas rurales y barrios marginados de la región Norte que se dedican a alfabetizar a los miembros de la comunidad y a impulsar el emprendimiento de las mujeres, promoviendo la activación de las microfinanzas. Ha facilitado y gestionado la capacitación técnica a cerca de 150 mujeres para el desarrollo de pequeñas empresas en la comunidad.

Apuesta a la educación como la única vía de desarrollo para las personas y por eso ejecuta programas de alfabetización y formación para jóvenes y adultos que no han tenido la oportunidad de ir a la escuela. Es fundadora de la Cooperativa de Producción y Trabajo Uniendo Esfuerzos, a la cual pertenecen 862 mujeres y 90 hombres. La entidad maneja una cartera de crédito de RD$7.7 millones. Creó la fábrica Candiver, que hoy cuenta con 14 diferentes productos de belleza, limpieza y medicina externa y cuya actividad económica ha impulsado el desarrollo de la comunidad al emplear mujeres.

 MARIKE RUNNEBOOM DE PEÑA
Se atrevió a eliminar las fronteras para transformar la vida de la comunidad. “Los pequeños productores alimentan el mundo.

Hay que invertir en sus programas de comercio justo”.

ï Área de trabajo: Emprendimiento.

ï Iniciativa: Banelino, Asociación de Pequeños Productores de Nananos.

ï Provincia: Mao

Su modelo se basa en el comercio exterior de un banano de calidad y en la inversión social de los fondos que genera esta actividad para desarrollar y mejorar a la comunidad.

Marike es creadora de Banelino, una asociación situada en la línea noroeste del país que agrupa a 300 pequeños productores de bananos ecológicos, 23% de ellos son mujeres; cuyo propósito es garantizar la competitividad agrícola y el acceso de este segmento a mercados internacionales estables en los que se desarrolla el comercio justo.

Con su apoyo, la comunidad ha logrado abrir siete escuelas, poner en ejecución 2 programas de salud en más de 15 comunidades donde se atiende a más de 10,000 pacientes y un programa de colocación universitaria para los hijos de los productores.

A través de Banelino, fundó el Instituto de Enseñanza de Niños Especiales (IDENE), que acoge a 82 alumnos y que incluye atención temprana, básica y laboral; terapias de psicomotricidad, del habla y de aprendizaje; actividades deportivas, artísticas, manualidades y cuidado del medio ambiente, entre otras. Coordina además programas de asistencia social en las comunidades de Mao y Montecristi a través del apadrinamiento de seis escuelas y de operativos médicos, entre otras acciones; así como la remodelación de 15 escuelas en varias comunidades.

MARILÍ GALLARDO DE LA ROSA
Se atrevió a regalar su talento para educar a través de la danza y de la herencia cultural.

“La creatividad es un proceso que despierta habilidades del pensamiento para reflexionar sobre nuestra conducta social y aportar soluciones a la comunidad”.

ï Área de trabajo: Acción Social /Arte / Género.

ï Iniciativa: Kalalú-Danza, centro de promoción e investigación cultural.

ï Provincia: Santo Domingo.

Quienes la conocen, dicen que se enamoró de su trabajo social, que se desarrolla hace 15 años en Los Mercedes, municipio La Victoria, comunidad formada por siete grupos sociales afrodecendientes.

Marilí ve el arte como una nueva forma de responsabilidad social para empoderar los derechos humanos entre los miembros de las comunidades del campo, que según ella es un escenario lleno de oportunidades para impulsar y promover la cultura de manera educativa y con propósito social. Ella incentiva el progreso a través de la danza, la música y los ritmos antillanos para, más que formar intérpretes del arte, formar ciudadanos que puedan aportar al desarrollo de la comunidad. Es creadora de una estructura institucional sin fines de lucro que coordina diversos proyectos artísticos de investigación y diversas expresiones de la cultura africana en República Dominicana, dirigida a niños y jóvenes de zonas marginadas, los cuales reciben educación integral, promoviendo además la construcción de liderazgo. Es artista de la danza y coreógrafa.

MILENA DE LA ALTAGRACIA CABRERA
Se atrevió a entregar su profesión a una labor social de salud y educación. “Yo quiero que este legado continúe. Yo quiero que haya vida”.

ï Área de trabajo: Salud.

ï Iniciativa: Escuela de Residencia Médica de Gastroenterología, Nutrición y Endoscopia Pediátrica en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral.

ï Provincia: Santo Domingo.

Fue la primera pediatra gastroenteróloga del país y la primera mujer en ocupar la posición de directora del Hospital Infantil Robert Reid Cabral. Milena pasa casi todas las horas del día en el hospital y sus médicos residentes y pacientes hablan de ella como la doctora sensible, cariñosa, luchadora, madre y maestra.

Es fundadora de la primera Escuela de Residencia Médica de Gastroenterología, Nutrición y Endoscopia Pediátrica en República Dominicana, Centro América y El Caribe y ha dedicado esfuerzo al mantenimiento del programa que da soporte nutricional a los niños con diversos grados de desnutrición en todo el país, además de ofrecer capacitación a las madres en aspectos de nutrición.

El Hospital del Día es otra de sus iniciativas que también se desarrolla en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral. Está dirigido a niños con cáncer.

Milena es representante en el país de la Interamerican Network of Academies of Sciencies y organizadora de cursos y seminarios en la Academia de Ciencias de República Dominicana. Ha publicado numerosos estudios e investigaciones especializados en gastroenterología pediátrica.

PETRA MARÍA SUÁREZ SUÁREZ
Se atrevió a no ser indiferente ante la necesidad social. “La comunidad se desarrolla con gente que trabaja”.

ï Área de trabajo: Acción Social / Salud.

ï Iniciativa: Programas integrales de desarrollo comunitario.

ï Provincia: La Vega.

Lideresa comunitaria que ofrece asistencia social orientada a mejorar la calidad de vida de los miembros de la comunidad de Sabana Rey y La Tina, en La Vega, a través del desarrollo de programas integrales de salud y educación.

Petra realiza trabajo social y se caracteriza por la consistencia e insistencia en el logro de las metas comunitarias. La entrega de servicios básicos, la creación de juntas de vecinos, el funcionamiento de escuelas, son algunas de las metas alcanzadas que se atribuyen a su labor. Sus 30 años de servicio a la comunidad, beneficiando a más de 30,000 personas al mejorar sus condiciones de vida y convertirlas en entes activos de su propio desarrollo, demuestran su gran compromiso y sensibilidad por las personas. Ella ha logrado la construcción de 45 viviendas y hoy construye 7 nuevas casas que se entregarán a los miembros más necesitados de la comunidad. A su labor también se debe un centro de atención permanente a enfermos de diabetes e hipertensión en las comunidades Sabana Rey, Hato Viejo, La Romera, Los Rincones y La Rosa y la atención doméstica y seguimiento médico a 40 ancianos, así como la gestión de aproximadamente 500 intervenciones quirúrgicas gratuitas.

 SANTA TERESA AGUILERA COLON
Se atrevió a superar el “no” para encontrar soluciones y riqueza en la voluntad humana.

“Dios deja a cada quien una tarea. Yo solo hago la mía”.

ï Área de trabajo: Acción Social/ Emprendimiento.

ï Iniciativa: Centro de Madres San Lorenzo y Centro para la Comercialización de Maní (La Casa del Maní).

ï Provincia: Dajabón.

En el pueblo El Rodeo, las mujeres no necesitan salir de su comunidad a trabajar en el servicio doméstico en la ciudad. Ellas trabajan en su comunidad para mejorar sus condiciones gracias a las iniciativas de esta mujer.

Santa Teresa dice que contra la pobreza y la delincuencia, solo el trabajo puede luchar. Por eso ella fundó el Centro de Madres San Lorenzo, compuesto por 23 mujeres que se reúnen semanalmente para analizar los problemas de la comunidad y poner en marcha soluciones de bienestar para todos. La creación del centro comunitario La Casa del Maní fue una solución que se planteó con el propósito de facilitar el desarrollo laboral de las mujeres de El Rodeo a través de la comercialización de maní producido por los campesinos de la misma región. Hoy esta actividad económica mantiene a 20 familias de la comunidad. Reparación de casas, compra de ganado, operativos de salud, jornadas de vacunación, formación y capacitación de los miembros de la comunidad para impulsar el emprendimiento, creación del acueducto, incorporación del octavo grado en El Rodeo, son resultados tangibles de su liderazgo. Es miembro del Consejo Municipal de Desarrollo (CMD) y apoya iniciativas del Cuerpo de Paz y de otros organismos.

 SOLANGE SOTO ENCARNACION
Se atrevió a hacerse cargo de aquellos que no tenían esperanza.

“Me identifiqué con una situación de la que nadie quiere hablar.

Yo quiero un mejor futuro para estos niños”.

ï Área de trabajo: Salud.

ï Iniciativa: Servicio VIH-SIDA en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral.

ï Provincia: Santo Domingo.

Ha dedicado 28 años de su vida profesional al cuidado, tratamiento y seguimiento de niños diagnosticados con VIH al momento de su nacimiento por contagio de la madre. Ella es médica pediatra, encargada del Servicio VIH-SIDA en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral.

Solange es pionera en el país en el tema de  VIH-sida pediátrico. Ha gestionado y participado activamente en el entrenamiento a nivel nacional de pediatras que tratan estos pacientes. Todos los pediatras en República Dominicana que trabajan con niños con VIH positivo, han sido alumnos de ella. También inició en el país el uso de medicamentos antirretrovirales en niños, con donaciones de intermediarios.

Su amor por los niños con VIH positivo no solo se manifiesta en la forma en la que ella se entrega a los pacientes y los cuida, valora y respeta, además por la manera en que aprende sobre esta enfermedad para poder brindar la asistencia médica adecuada. En su trayectoria, ha atendido alrededor de 3,000 casos de niños con VIH y posee varias publicaciones en temas de sida pediátrico.

YLSA MARGARITA GARCÍA MARTE
Se atrevió a sustituir esquemas individualistas por modelos de desarrollo colectivo.

“El bienestar solo es posible si se logra para todos. Una comunidad dispersa no logra nada”.

ï Área de trabajo: Emprendimiento.

ï Iniciativa: Mentoría para agrupaciones de mujeres en zonas rurales y creación de una fábrica de chocolate artesanal.

ï Provincia: Puerto Plata.

Ha dedicado su vida al trabajo comunitario como asesora y formadora de organizaciones de mujeres en su comunidad. Es también gestora comunitaria de programas de ayuda a productores, de cursos técnicos a través de Infotep, de operativos dentales, oftalmológicos y de medicina en general y ha canalizado obras comunitarias como el acueducto y la carretera Quebrada Honda Palmar Grande.

Ylsa Margarita o Margó, como le dicen algunos, es un ente de desarrollo y de apoyo a su comunidad y a los grupos sociales.

Durante 22 años de labor social, su soporte, su mentoría, su sensibilidad; han sido claves en los procesos de ejecución de proyectos de educación, organización comunitaria y salud. Ella sueña con que la mujer se empodere y avance para su propio desarrollo y el del país. Es presidente del Centro de Madres Ana Idalia Navarro, que agrupa mujeres que se dedican a la fabricación de chocolate artesanal a través de su micro empresa Choco Lala, que durante 21 años ha sido fuente de empleo para las mujeres de la comunidad. Esta fábrica promueve los recursos de la región beneficiando a cerca de 60 familias y destina un 5% de los beneficios de la producción de chocolate a la Organización Social del Centro de Madres Perpetuo Socorro para dar continuidad al desarrollo de obras sociales.

Fuente: http://www.listindiario.com/la-vida/2016/06/21/423872/10-mujeres-que-cambian-el-mundo

Imagen: http://www.bhdleon.com.do/wps/wcm/connect/88d226d5-4445-4592-8c62-d18f85cf9dd7/1/Finalistas+y+ganadoras++Premio+Mujeres+que+Cambian+el+Mundo.JPG?MOD=AJPERES&CACHEID=ROOTWORKSPACE88d226d5-4445-4592-8c62-d18f85cf9dd7/1

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