12 Noviembre 2017/Fuente: dw/Autor:Mirra Banchón (VT)
Córdoba: estudiantes rescatan víctimas de trata. Madrid: estudiantes acompañan a refugiados, futuros becarios. Bruselas: universidades latinoamericanas y europeas buscan aliarse por la responsabildad social.
«Se nos acercó una organización de la sociedad civil que trabaja el tema de la trata de personas. En el rescate de las víctimas. Necesitaban gente formada. Fue un desafío enorme. Pusimos la universidad a disposición de la sociedad», cuenta a DW María Cecilia Conci, de la Universidad de Villa María en Córdoba.
Crearon, entonces, una formación específica para rescatar a las víctimas de la esclavitud sexual o laboral; también proyectos concretos «para los estudiantes que voluntariamente quisieran sumarse para trabajar sobre el terreno en su rescate, en recuperar su tejido emocional y reinsertarlas en la sociedad», explica. El problema no es sólo argentino: muchas de las víctimas vienen de un Paraguay, cuyas estructuras sociales aceptan tácitamente esta esclavitud.
Al igual que Villa María, otros representantes de 34 universidades se encuentran en Bruselas durante dos días, para poner rostros, casos, territorios a la responsabilidad social, localmente. Por otro lado, «también, a nivel global, nos esforzamos por alianzas estratégicas con universidades y organizaciones de la sociedad civil», sigue Conci.
El encuentro en Bruselas
Así, financiados por un proyecto Erasmus, en Bruselas se trata de tejer redes, por un lado, entre los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (hasta 2030 hambre cero, educación de calidad y alianzas para lograr los objetivos) y, por otro, con las directrices europeas que, entre otras, para su programa Horizonte 2020 de investigación e innovación priorizará «no una investigación estéril sino con poder transformador».
También con el concepto de responsabilidad social territorial que maneja la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation).
¿Qué es responsabilidad social?
«La responsabilidad social es un término acuñado por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y luego por el sector empresarial. Se limita a la gestión de impactos. Es medir el niveles de fuerza, positiva o negativa, que una acción ha generado», explica a DW Humberto Grimaldo, coordinador general del Centro Regional de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe de la UNESCO (United Nations Scientific and Cultural Organisation).
«Por el contario», sigue Grimaldo, «lo que pretendemos como UNESCO es que las universidades aporten a la transformación de los territorios. En este momento, en América Latina y el Caribe el voluntariado social no llega al 2% de la población estudiantil. Estamos viendo que las universidades piensan, reflexionan, investigan, con magníficos estudios. Pero si no transforma, es una universidad vacía», apunta Grimaldo.
No son todas. «Nuestra universidad es muy pequeñita pero el impacto que ha tenido el proyecto Integra, no sólo en España, es tremendo. Hemos sido la primera universidad europea en traer a refugiados, becados completamente para recibir un programa de formación», cuenta a DW Ignacio Sel Trujillo, director del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad Camilo José Cela, de Madrid. «Nuestros jóvenes no deben vivir al margen de los conflictos del mundo», añade.
En el marco de su programa, estudiantes europeos se encargan durante un año de acompañar emocionalmente y apoyar en lengua y cultura, a una decena de refugiados con ambición de seguir una carrera universitaria. Y finalmente aportar a la sociedad de acogida.
Pero son sólo 10 los que recibirán una beca para formarse; son decenas de miles los que han llegado a territorio europeo. «Son diez, sí», replica Sel y concluye: «Pero alzamos la voz para que se replique como iniciativa en el resto de los países europeos».
Fuente de la noticia: http://www.dw.com/es/eusrdays-si-no-transforma-la-universidad-es-una-instituci%C3%B3n-vac%C3%ADa/a-41335609
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