Los científicos descubren la razón por la que en los menores el aprendizaje es más eficaz
Un nuevo estudio sugiere que los niños son capaces de captar nueva información y habilidades más rápidamente que los adultos y que la razón de ello es que los niños y los adultos muestran diferencias en un mensajero cerebral conocido como GABA, que estabiliza el material recién aprendido, según publican en la revista ‘Current Biology‘.
«Nuestros resultados demuestran que los niños en edad escolar pueden aprender más cosas en un periodo de tiempo determinado que los adultos, lo que hace que el aprendizaje sea más eficaz en los niños», afirma Takeo Watanabe, de la Universidad de Brown, en Estados Unidos.
Sus resultados mostraron que los niños tienen un rápido impulso de GABA durante el entrenamiento visual que dura después de que el entrenamiento termina. Esto contrasta notablemente con las concentraciones de GABA en los adultos, que se mantienen constantes. Los resultados sugieren que los cerebros de los niños responden al entrenamiento de una manera que les permite estabilizar más rápida y eficazmente el nuevo aprendizaje.
«Se suele suponer que los niños aprenden de forma más eficaz que los adultos, aunque el apoyo científico a esta suposición ha sido, en el mejor de los casos, escaso, y, si es cierto, los mecanismos neuronales responsables de un aprendizaje más eficaz en los niños no están claros», afirma Watanabe.
Proceso de aprendizaje
Las diferencias en el GABA eran un lugar obvio para buscar respuestas. Aunque estudios anteriores ya lo habían hecho, los investigadores observaron que el GABA en los niños sólo se había medido en un punto temporal. Tampoco se midió en un momento que tuviera una importancia especial en términos de aprendizaje.
Por ello, en el nuevo estudio se propusieron ver cómo cambian los niveles de GABA antes, durante y después del aprendizaje. También querían ver las diferencias entre niños y adultos.
El estudio examinó el aprendizaje visual en niños en edad escolar y en adultos utilizando técnicas de comportamiento y de neuroimagen de última generación. Descubrieron que el aprendizaje visual provocaba un aumento del GABA en la corteza visual de los niños, el área del cerebro que procesa la información visual. Ese aumento del GABA también persistió durante varios minutos después de terminar el entrenamiento.
Lo que vieron en los adultos a los que se les ofreció el mismo entrenamiento visual fue notablemente diferente. En los adultos, no hubo ningún cambio en el GABA.
El descubrimiento predice que el entrenamiento con elementos nuevos aumenta rápidamente la concentración de GABA en los niños y permite que el aprendizaje se estabilice rápidamente. Otros experimentos también lo corroboraron.
«En experimentos conductuales posteriores, descubrimos que, efectivamente, los niños estabilizaban los nuevos aprendizajes mucho más rápidamente que los adultos, lo que concuerda con la creencia común de que los niños superan a los adultos en su capacidad de aprendizaje -explica Sebastian M. Frank, ahora en la Universidad de Ratisbona (Alemania)-. Nuestros resultados apuntan, por tanto, a que el GABA es un elemento clave para que el aprendizaje sea eficiente en los niños«.
Función cerebral
Los resultados sugieren que los niños pueden adquirir nuevos conocimientos y habilidades más rápidamente que los adultos, dicen. Esto debería animar aún más a profesores y padres a dar a los niños muchas oportunidades de adquirir nuevas habilidades, ya sea aprender las tablas de multiplicar o montar en bicicleta.
Los resultados también pueden cambiar la concepción de los neurocientíficos sobre la madurez del cerebro de los niños.
«Nuestros resultados implican que los niños muestran un procesamiento inhibitorio y GABAérgico muy eficiente a pesar de los fallos inhibitorios que se han observado en otros ámbitos como el control cognitivo o la atención –afirma Frank-. Esto implica que el procesamiento GABAérgico implicado en diferentes aspectos de la función cognitiva podría madurar a diferentes velocidades».
«Aunque los cerebros de los niños aún no han madurado del todo y muchas de sus funciones conductuales y cognitivas no son tan eficientes como en los adultos, los niños no son, en general, superados en sus capacidades por los adultos -añade Watanabe-. Al contrario, los niños son, al menos en algunos ámbitos como el aprendizaje visual, superiores en sus capacidades a los adultos».
Los investigadores dicen que estas diferencias en los ritmos de maduración entre regiones y funciones cerebrales deberían examinarse en detalle en futuros estudios. También quieren explorar las respuestas del GABA en otros tipos de aprendizaje, como la lectura y la escritura.
Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es