Colombia: Universitarios aplican proyecto pedagógico para reducir conflictos en Transmilenio

América del Sur/Colombia/elespectador.com

A través de un modelo pedagógico-comunicacional, aplicado durante siete meses por un equipo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se logró que en el 57 % de los casos asociados con conflictos ciudadanos en este sistema, las personas modificaran sus formas de relacionarse.

El modelo pedagógico forma parte de un proyecto en consorcio entre TransMilenio y la UNAL, en el que participaron las facultades de Artes, de Ingeniería y de Derecho para desarrollar esquemas de intervención basados en la mediación social, pedagogía y estadística. Archivo El Espectador

Un equipo de cerca de 120 mediadores distribuidos en 15 estaciones de Transmilenio realizaron la intervención. Una primera fase consistió en una observación participante que permitió hacer un diagnóstico de las situaciones de conflicto que se presentan entre los usuarios del sistema de transporte.

Según explicó el profesor Édgar Ardila, director de la Escuela de Justicia Comunitaria de la UNAL, tales situaciones serían propiciadas por un problema estructural del sistema, en el que hay muy poco espacio frente a la demanda. A ello se suma la falta de reconocimiento y apropiación del sistema como un espacio importante en el que los ciudadanos pasan alrededor de un 10 % de sus vidas.

El modelo pedagógico forma parte de un proyecto en consorcio entre TransMilenio y la UNAL, en el que participaron las facultades de Artes, de Ingeniería y de Derecho para desarrollar esquemas de intervención basados en la mediación social, pedagogía y estadística, con el fin de intervenir en el fenómeno de la evasión y generar nuevo conocimiento para el manejo social de conflictos.

“Registramos todos los conflictos y fuimos creando un banco de datos que nos condujo a establecer 27 situaciones tipo, sobre las que actuamos estableciendo para cada una modalidades y protocolos de intervención”, explicó el profesor Ardila.

Construcción de identidad

“El propósito era propiciar la construcción de una identidad que ha sido sumamente esquiva en la ciudad en general pero más en TransMilenio, porque la gente siente que es un espacio completamente transitorio”, comenta el profesor Ardila, y agrega que aunque se cree que las personas no se vuelven a cruzar con las mismas personas en su trayectos, esto sí sucede muy a menudo.

A partir de ahí se generaron momentos pedagógicos, como por ejemplo la regulacion de las filas de abordaje de los articulados y alimentadores, actividad que permitió identificar y apropiar normas de convivencia y cultura ciudadana, ya que se convirtió en un contexto comunicativo entre el equipo de mediadores y las personas que esperan. Esto propició el intercambio de indicaciones de autocuidado, respeto mutuo y del aporte a la convivencia de la ciudad.

“Es el entendimiento de que la convivencia en alta medida son normas de relacionamiento que por supuesto tienen que ver con la ley, con el Código de Policía, con el reglamento de TransMilenio, pero también con las normas de cortesía y de convivencia”, asegura el profesor Ardila.

Las filas, caso exitoso

La regulación de las filas demostró ser un caso de éxito en la intervención que no está consignada en la ley pero que es una norma importante. En el portal de Las Américas, donde se había registrado la mayor cantidad de situaciones de conflicto y de riñas, también se lograron cambios con la implementación de las filas para abordar.

Tal intervención se dio en tres momentos: primero, los cuatro mediadores de la estación motivaron a los usuarios a hacer la fila durante un mes, con la intención de que sintieran que la norma era para su beneficio, mientras que en una segunda fase se identifica que aunque las personas aún no hacen la fila por iniciativa propia, sí lo hacen cuando identifican la presencia de los mediadores.

“Ese ejercicio pedagógico se produce en cinco minutos que tenemos para una catedra, lo que pasa es que se repite todos los días”, manifiesta el docente.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/universitarios-aplican-proyecto-pedagogico-para-reducir-conflictos-en-transmilenio-articulo-865037

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México: Cómo la colaboración global de las Universidades puede beneficiar a las comunidades locales

América del Norte/México/universityworldnews.com

América Latina y sus principales universidades se encuentran en un punto de inflexión, uno que podría (y debería) marcar el comienzo de una nueva era de colaboración internacional en formas que beneficien a las comunidades locales mediante la identificación de desafíos y la entrega de soluciones. 

Los líderes de educación superior tienen la obligación de desempeñar un papel de liderazgo como impulsores del progreso económico y social en sus regiones y estamos viendo cada vez más que las universidades en México y en América Latina toman este compromiso con seriedad. 

Como ha declarado Francisco Marmolejo, el principal especialista en educación terciaria del Banco Mundial, es crucial que en momentos de tensión e intolerancia, las universidades desempeñen un papel decisivo y autorizado en los asuntos que afectan a la sociedad.

Este artículo es parte de una serie sobre liderazgo transformador publicada por University World News en asociación con la Fundación Mastercard . University World News es el único responsable del contenido editorial.

En el noroeste de México, específicamente en Baja California, hemos visto cómo estas soluciones cobran vida a través del desarrollo económico, nuevas oportunidades para la colaboración internacional y un mayor acceso a la educación superior. 

Desarrollo económico Las universidades están desempeñando cada vez más un papel central como centros para (y motores de) desarrollo económico. Esto se está convirtiendo lentamente en una realidad en América Latina, pero ciertamente es cierto en la región de la frontera mexicana de Baja California, donde la Universidad CETYS sigue siendo un componente crítico del crecimiento regional.

De 2010 a 2016, el producto interno bruto de Baja California solo creció en más de un 25%, a US $ 33.6 mil millones. Como socios de la industria local y multinacional, las universidades como CETYS proporcionan talento y capital intelectual que es fundamental para ese crecimiento a largo plazo. 

Básicamente, esto significa crear un currículo ágil que responda a las necesidades económicas actuales y futuras, al tiempo que proporciona un papel de liderazgo en el desarrollo y la transferencia de tecnología. 

Tenga en cuenta que los ex alumnos de CETYS representan casi el 40% de los líderes de la industria en Baja California. Y los grupos industriales en otras partes de México también ejemplifican esta forma de colaboración entre la industria, el gobierno y la educación superior, incluidos Querétaro y El Bajío. 

Implicaciones del mundo real

Además de las implicaciones para el desarrollo económico inmediato ya corto plazo, las universidades también desempeñan un papel clave en la respuesta a los desafíos a largo plazo con implicaciones en el mundo real para la sociedad y las personas. 

Vemos esto con una serie de instituciones con sede en Estados Unidos que han vuelto a imaginar sus modelos de financiamiento de investigación para priorizar iniciativas dirigidas a abordar los desafíos de la sociedad. 

En la Universidad de California, Los Ángeles, su programa Grand Challenges se centra en un enfoque multifacético para crear un Los Ángeles más sostenible desde el punto de vista ambiental , al tiempo que aborda la depresión en Los Ángeles a través de un lente sistemático de salud pública. 

Mientras tanto, la Universidad de Indiana, en el medio oeste de Estados Unidos, se enfoca en equipar al estado para que se convierta enmás resistente frente al cambio climático, al tiempo que se enfrenta a los peligros de la adicción a las drogas y los opioides . 

En Baja California, nuestros centros de excelencia desempeñan un papel similar en el sentido de que reúnen a líderes de la industria, del gobierno y académicos para desarrollar soluciones reales a problemas regionales. Esto incluye desde programas de posgrado especializados acelerados desarrollados en colaboración con la industria hasta esfuerzos de investigación relacionados con vehículos autónomos o nuevas formas de medir la fatiga mental.

Por supuesto, la integración de la resolución de problemas en la cultura universitaria nos invita a reclutar asesores y expertos externos para brindar asesoría que pueda canalizar iniciativas universitarias, ayudando a los líderes de educación superior a anticipar obstáculos y enfocando la investigación y las iniciativas programáticas para abordarlas. 

Esto puede incluir los esfuerzos de los estudiantes orientados a cultivar conjuntos de habilidades específicas y puede tomar la forma de una empresa de investigación más deliberada. 

El impacto de la colaboración transfronteriza

Estas iniciativas centradas en el futuro son particularmente críticas en medio de las tensiones políticas en curso con respecto a la frontera entre México y Estados Unidos. Al priorizar las oportunidades para la colaboración internacional, podemos reforzar el sentido de unidad y asociación que históricamente ha sido un sello distintivo de la educación superior.

Vemos esto a través de la creciente adopción de estándares de unificación y acreditación de calidad. Más de 40 instituciones extranjeras tienen acreditación institucional de los EE. UU., 10 de las ubicadas en América Latina. 

Programáticamente, las nuevas alianzas pueden crear escenarios ‘ganar-ganar’ que ayudan a fomentar la innovación y el desarrollo. A través de la subvención ‘100,000 Strong in the Americas’, la Universidad de Texas en El Paso y la Universidad CETYS hicieron que los estudiantes aplicaran su experiencia en ingeniería a los desafíos ambientales en Guadalupe Valley, una región vinícola de renombre mundial en Baja California. 

En su esencia, las instituciones de educación superior son idóneas para convertirse en centros de participación de expertos globales en el mundo académico y en la industria. Pero cumplir con esta misión exige que incluyamos su enfoque en nuestros esfuerzos de planificación. 

Acceso a la educación

Finalmente, como incubadoras de desarrollo regional, las universidades deben comprender que existen para capacitar a los individuos en sus comunidades mediante la creación de un camino más equitativo hacia la educación superior. Las mismas personas a las que apoyan las universidades son los agentes de cambio de nuestras respectivas regiones. 

Para CETYS, eso significa que más del 80% de nuestros estudiantes reciben becas, y casi el 65% de los estudiantes provienen de familias de ingresos bajos o moderados. Y si queremos continuar cumpliendo con nuestra misión, este compromiso de acceso no solo debe ser un pilar de nuestro enfoque estratégico, sino que debe evolucionar, ayudado por las ideas y el asesoramiento de nuestros socios internacionales.

Buscamos iniciativas como la Global Attainment and Inclusion Network, respaldada por el American Council on Education y Lumina Foundation, para ayudar a las instituciones como la nuestra a considerar no solo el acceso sino también el logro de formas cada vez más equitativas e inclusivas. 

Sabemos que un énfasis en la equidad tiene implicaciones claras sobre cómo cultivamos la inclusión y la diversidad y cumplimos uno de los objetivos educativos más universales: fomentar comunidades cívicas que también son económicamente prósperas. 

Fernando León García es presidente de la Universidad CETYS, México.

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La ciencia y el pensamiento crítico de la academia

Autor: Gustavo Zelaya

El campus parece una realidad colmada de excelencias académicas, de importantes investigaciones científicas, organiza congresos sobre cómo organizar congresos, obtiene certificaciones internacionales, exige revisiones periódicas del plan operativo, sofisticados desarrollos curriculares con énfasis en las competencias, terminología sobre didáctica de asignaturas que no tocan lo esencial del asunto, pero es la moda y lo importante es adherirse a ella; tiene innecesarias entidades de vinculación universidad-sociedad como si nunca ha existido tal cuestión; muestra gran entusiasmo por ofrecer clases y carreras en línea ignorando experiencias internacionales; instala congresos pedagógicos de profundo nivel teórico en donde presentan la palabra INNOVACION como el más actual y logrado concepto educativo; nos llenan de auditorías sobre bienes nacionales; una reforma que destaca por la avanzada infraestructura, espacios climatizados con el solemne aspecto de las antesalas de bancos y catedrales renacentistas, pero con oficinas y escritorios vacíos; las novedades arquitectónicas están físicamente cerca de las aulas pero alejadas de la realidad en que conviven estudiantes y profesores, cuando entre estos y sólo entre ellos, se establece la relación fundamental dentro de la universidad. Lo demás es derivado y auxiliar de esa relación.

Las nuevas estructuras parecen de Dubái pero los auténticos espacios académicos nos ponen la realidad del tercer mundo en la cara; nos dicen que la precariedad de la enseñanza universitaria es cotidiana y que la reforma algo ha de ser. Además, el centro del conocimiento superior se encuentra totalmente en silencio frente a las circunstancias hondureñas. Claramente lo han dicho sus autoridades: el aumento al combustible, el alza a la canasta básica, el desempleo, las amenazas a la educación pública, la corrupción de los funcionarios y las protestas estudiantiles por esos temas no son asuntos que competen a la academia.

El repunte tecnológico se nota en oficios on line generados desde gabinetes en donde se ordena ahorrar papel, marcadores y tinta, con copias triplicadas que desdicen del ahorro indicado. Todo eso parece mera banalidad pero cuando los oficios se convierten en peticiones para proceder judicialmente contra estudiantes que reclaman derechos, el asunto cambia. Y la academia se vuelve parte de la seguridad del Estado. Pero hace suyas y divulga las buenas nuevas de los tiempos de la globalización y la internacionalización. Y, por supuesto, no explica los fundamentos ni consecuencias de esas primicias. Se asumen porque sí o porque ocultos pares externos lo proponen. Es muy curioso que a certificadores, pares y similares les llamen gurús en vez de científicos, aceptando tácitamente que esos “conocimientos” son parecidos a sofismas y pseudoteorías.

Siendo parte de los aparatos ideológicos del Estado, los representantes de la autoridad universitaria, proponen la globalización como proceso natural que debe ser aceptado o terminamos aplastados por ella. No dicen que existen zonas puntuales en donde anidan las grandes corporaciones, zonas que pueden ser físicas o extenderse virtualmente desde páginas web y redes sociales; allí concurren grupos financieros encargados de hacer circular capitales provenientes de la explotación del trabajo humano, del tráfico de armas, drogas y personas; también acaparan el poder político y hacen mucho mayor la diferencia entre riqueza y pobreza. Incluso, dentro de los lugares que concentran las ganancias y riquezas de la globalización las desigualdades también se presentan con dureza en forma de desempleo, exclusión social, desprecio a los migrantes y frágiles políticas públicas que intentan disminuir las diferencias. Basta comparar Detroit con Viena. Tegucigalpa y Choloma no admiten comparación con otras ciudades. Tal vez con Puerto Príncipe o Mogadiscio.

Uno de los impactos de ese movimiento del sistema puede verse en los capitales inyectados a los países atrasados que transforman personas en migrantes forzados, que pone inversión en la industria extractiva hasta fomentar atentados contra las culturas tradicionales, más desigualdad, desplazamiento de la población y represión contra quien se oponga a esa situación. En la educación y en los trabajos se exige ser competitivo y los salarios se deprimen cada día. De estas cosas no se ocupa la autoridad universitaria, tal vez crean que no son asuntos académicos. Pero, a tono con supuestas exigencias mundiales y de la mítica sociedad del conocimiento, cada año instala solemnes congresos de investigación científica con importantes ponencias locales e internacionales; en este año fueron centenares; una minúscula muestra es la siguiente:

  • La memoria colectiva del pueblo hondureño en la letra C del diccionario de americanismos (2010).
  • La publicación de artículos científicos y registro de patentes en la UNAH; procedencia, procesos e impacto.
  • El ranqueo de la UNAH según SCIMAGO.
  • Flora y fauna en el aeropuerto internacional Juan Manuel Gálvez, Roatán.
  • Sentido de la vida.
  • Innovación en la gestión curricular de la UNAH.
  • Primera fase: el burnout laboral como factor determinante en el desempeño universitario en Francisco Morazán HN, periodo 2018-2019.
  • Análisis de frecuencia de entidades nombradas en periódicos digitales de Honduras en los años 2009-2016.

Parecen ponencias curiosas e intrigantes, con ellas sabemos que hay esperanzas para generar más ciencia y pensamiento crítico desde la Aldea de Suyapa. Son bases para grandes desarrollos científicos y educativos nacionales, para el país en donde la clase política se ha desentendido de estas cuestiones.

Desde 1883 cuando el Estado hondureño toma rasgos modernos, hasta inicios de la década de 1980, los códigos, la educación, las políticas de desarrollo, las instituciones, los registros aduaneros y sanitarios, tenían un relativo sentido nacional y los gobernantes parecían trabajar para el bien común.

Después de algo más de un siglo y con el gobierno de Callejas Romero y subsiguientes se perfeccionan las políticas entreguistas de los recursos, se efectúan algunas privatizaciones y en empresas estatales, en sectores del Estado se pone a los peores administradores, a verdaderos saqueadores extraídos de la clientela política para demostrar que el Estado no tiene capacidad de gerenciar y provocan quiebras financieras, pidiendo a gritos técnicos y expertos de la empresa privada que sabrán salvar el dinero público y hacerlo eficiente gracias a las manos de gerentes calificados. Desde Callejas hacia adelante los que gobiernan imponen ajustes estructurales, se apegan a las fracasadas recetas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, reducen políticas de beneficio social, crean alianzas que son menos públicas y más privadas a favor de inversores foráneos y locales, concesionan ríos, bosques, playas y cualquier bien común e imponen el trabajo tercerizado. El impacto es tan severo que la idea de representatividad se pulveriza, la institucionalidad queda fracturada y las personas ven al Estado como objeto extraño y agresor que no interpreta sus intereses.

En ese sistema de contradicciones la universidad pretende acreditarse, edita publicaciones de buen nivel que se esconden en bodegas, bajo las mesas, se arrinconan y por misteriosos designios burocráticos no salen a luz pública. Fantasmales entidades evaluadoras exigen investigaciones y documentos indexados y apegados a una especie de santo grial que llaman APA, como algo incomparable al que sujetarse para estar en los umbrales de la moda mundial o se corre peligro de no salir en la foto. Y eso si es delicado, necesario, para supuestos investigadores científicos, y se la creen, tan comprometidos con la academia que tiene escritos sometidos al fetiche, perdón al APA, sin lectores ni editores. Es algo similar cuando desde el Estado se pregona que Moody’s ha certificado el buen manejo de las cuentas nacionales y sólo los funcionarios aceptan religiosamente tal cuestión.

El peligro que se sigue corriendo es que con la sabia e impuesta certificación internacional y estandarización del currículo universitario, de esa falsa neutralidad,  de todos sus resultados en forma de ponencias, conferencias, coloquios, grados y postgrados,  todo el mar y sus conchas, la vanidosa y supuesta academia seguirá siendo una entidad acrítica, temerosa del debate, fiel a la triunfal tonada de Shakira: ciega, sorda y muda, para felicidad de los grupos en el poder.

Fuente: https://criterio.hn/2018/08/11/la-ciencia-y-el-pensamiento-critico-de-la-academia/

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Cuba: ICOM 2017. El diálogo de las universidades con las sociedades

Centro América/Cuba/18 Noviembre 2017/Fuente: Prensa Latina
Para el profesor de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República de Uruguay Gabriel Kaplún una sus mayores preocupaciones hoy es cómo formar tales instituciones en diálogo con las sociedades.

Necesitamos que las universidades se integren para que no terminemos generando algo así como zombies universitarios, gente que pasa por la vida con su propia sintonía sin sintonizar con el mundo, expresó en entrevista con Prensa Latina.

Representante nacional de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación, Kaplún participa en el IX Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la Información y la Comunicación (ICOM), que desde el 13 hasta el 17 de noviembre reúne en La Habana a más de 600 delegados de 20 países.

Me está gustando mucho el congreso, había venido hace dos años y vuelvo a percibir, más que la primera vez, un espacio muy rico, porque los cubanos han tenido una capacidad de mirar mucho más allá de la isla, afirmó.

A veces ‘desde afuera se puede pensar que la ciencias sociales y en particular el campo de la información y la comunicación por ser este un país bloqueado, haya quedado aislado y no es así, al contrario’, subrayó.

Quizás -dijo el también miembro de la International Association for Media and Communication Research- uno de los espacios donde mejor se puede acceder a los más ricos y más actuales debates sobre el campo de la información y la comunicación es en ICOM.

Aquí han tenido una ‘gran capacidad para convocar a voces muy distintas y para además pensarlas desde Cuba de un modo muy creativo y muy crítico’, acotó Kaplún al añadir que percibe ‘una riqueza de miradas y una actualidad muy grande sobre este tema’.

El profesor Kaplún trabaja fundamentalmente los temas relacionados con la educación, la comunicación educativa y educacional.

Ha publicado ¿Educar ya fue?: culturas juveniles y educación y ¿Qué radios para qué comunidades?: las radios comunitarias uruguayas después de la legalización, entre otros libros.

La cita, en el capitalino Palacio de Convenciones, concluirá el próximo viernes, para entonces se habrán escuchado unas 340 ponencias y múltiples intervenciones de personalidades en los paneles y mesas redondas previstos.

ICOM se realiza cada dos años y lo organiza la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=131822&SEO=icom-2017-el-dialogo-de-las-universidades-con-las-sociedades
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