Page 90 of 111
1 88 89 90 91 92 111

¿Es los Andes una universidad pública?

Por: Julián de Zubiria

Los expertos de diferentes universidades convencieron a Gina Parody de que Ser Pilo Paga era la solución al problema de la calidad y la cobertura de la educación superior en Colombia.

Cuando Andrés Oppenheimer le preguntó a la presidenta de Finlandia cómo habían hecho para pasar de ser un país agrícola, que sólo exportaba madera, a exportadores de alta tecnología, ella le respondió de manera directa y clara: “El secreto es muy sencillo y se puede resumir en tres palabras: educación, educación y educación”. Cuando viajó a Corea, encontró una respuesta semejante que explica por qué ese país, que tenía un PIB per cápita cinco veces inferior al colombiano en 1960, hoy tiene uno cuatro veces superior al nuestro. Corea del Sur es uno de los países que más invierte en educación, ciencia e investigación.

En Colombia ha pasado exactamente lo contrario. A pesar de que hemos contado con profundos balances y recomendaciones y con dos Planes Decenales, la educación sigue careciendo de políticas de Estado, de presupuesto y de apoyo político y social. La guerra y la corrupción le quitaron los recursos. No hemos contado con grandes movilizaciones ciudadanas que exijan invertir primero en educación, segundo en educación y tercero, en educación, como han hecho los países de mayor crecimiento y desarrollo en los últimos 50 años. Hemos desaprovechado las grandes oportunidades que hemos tenido para construir la política pública de largo aliento que garantice el derecho y la calidad de la educación.

Es este el contexto en el que la exministra Gina Parody lanzó el programa Ser Pilo Paga (SPP), sin discutirlo previamente con la comunidad académica, sin un debate con investigadores, rectores, pedagogos y la sociedad como un todo; ni siquiera hacía parte de la plataforma programática del gobierno que la eligió. Sencillamente, los expertos de la Universidad de los Andes la convencieron de que esa era la solución al problema de la calidad y la cobertura de la educación superior en Colombia. Y lo hizo público con bombos y platillos, en una de las campañas publicitarias más costosas que hemos tenido en educación. Para colmo, el presidente Juan Manuel Santos, sin hacer la más mínima evaluación de su impacto, ha salido a todos los medios a decir que quiere convertir al programa en política de Estado.

¡Qué irresponsabilidad! ¿Qué pasaría, por ejemplo, si algunos miles de “pilos” abandonan las carreras que eligieron? ¿Pagarán las cifras impagables que les fueron dadas en calidad de “créditos condonables”? ¿Qué ocurriría si se encontrara que, como irresponsablemente suele pasar en Colombia, este programa no tiene reservas a futuro porque salió mucho más caro de lo previsto? ¿Es necesario recordar que, como era previsible para todos menos para sus diseñadores, los “pilos” eligieron las carreras y universidades más costosas?

Así mismo, las universidades de élite han salido a defender el programa a capa y espada. Ellas, que son las principales beneficiadas al recibir el 85% de los recursos del Estado y de los “pilos”, han aplaudido la decisión de convertir SPP en política pública, pues estamos ante un mercado potencial de 10.000 jóvenes y un billón de pesos que anualmente ingresarían a la educación superior. Las universidades aplauden sin que se conozca ni un solo estudio serio de análisis hecho por expertos independientes. ¡Qué irresponsabilidad!

Por eso estamos como estamos en educación. Los intereses particulares han impedido construir una política pública de largo aliento y de seguimiento e investigación que ayude a hacer los ajustes cuando sean indispensables. Esto pasa porque en Colombia la política pública educativa no se construye de manera transparente, ni consensuada, ni pública. No hay interlocución, como sí la hay para definir las relaciones internacionales o la política económica.

Desde hace un tiempo las principales decisiones de política educativa se están tomando en consenso con la universidad más costosa del país. Ellos, que no han tenido un solo egresado de su recién creada facultad. Ellos que no han participado en la historia de la reflexión pedagógica colombiana, ni cuentan con publicaciones en el campo, ni han impulsado innovaciones, ni construido equipos de investigación pedagógica. Ellos están incidiendo en las principales decisiones de política pública educativa. Por ello no es raro que hayan diseñado Ser Pilo Paga y los Derechos Básicos de Aprendizaje, dos de los mayores errores en política pública educativa en las últimas décadas.

En estas circunstancias el rector de los Andes, Pablo Navas, salió a decir que, a pesar de ser la universidad más costosa y en la que se ha educado parte de la élite de este país, en realidad era la más “pública” de todas. (Tal vez le entendimos mal y lo que quiso decir fue que era la universidad que más incide en la política pública. Y en eso sí tendría toda la razón). Basó su argumento en que el 35% de los nuevos estudiantes reciben créditos condonables por el Programa SPP y que es la tercera universidad por número de estudiantes “pilos” recibidos (1.869), pero la que más dinero recibe por ellos. La pregunta es si eso la convierte en una universidad pública.

Los Andes es una excelente universidad. En las pruebas Saber Pro suele obtener uno de los mejores resultados y lo mismo puede decirse de la calidad de la formación brindada. También alcanza el cuarto lugar entre las universidades que más grupos de investigación tienen registrados ante Colciencias. Aun así, decir que es la mejor es claramente equivocado, ya que no existe manera para validar dicha información, salvo las pruebas Saber Pro que tienen en cuenta tan solo algunas pocas de las competencias esenciales en la vida. Para evaluar una universidad habría que considerar muchas y más diversas variables: valor agregado, aporte a la sociedad, innovación, liderazgo, formación ética, convivencia, cultura ciudadana; pero muy especialmente, sus egresados.

No debería haber duda de que es equivocado que los “pilos” se desplacen desde municipios lejanos hasta las grandes capitales; es inequitativo que mientras las universidades públicas se caen a pedazos, los Andes, la Javeriana y la Salle concentren a la mayoría de ellos. Pero lo inaudito es que debido a que están tomando el dinero público y algunos de los mejores alumnos de condiciones socioeconómicas muy bajas, ahora se declaren “públicas”.

En Colombia hay una guerra contra la educación pública: una guerra de recursos y una guerra mediática. En múltiples medios de comunicación se dice una y otra vez que la educación pública es “costosa y mala”, que los egresados se vuelven guerrilleros, que los jóvenes viven echando piedra y haciendo paros. También hay una guerra económica que se expresa en que el Estado tiene una deuda pendiente de 11,5 billones de pesos con la educación pública.

Es cierto que en las públicas de verdad es débil la evaluación de docentes y procesos; también lo es que los politiqueros tienen injerencia indebida en algunas regiones. Pero, contrario a lo que se dice, las públicas agregan más valor que las privadas según recientes estudios del Banco de la República. Eso quiere decir que impactan en mayor medida el desarrollo del pensamiento, la convivencia y la lectura, de lo que hacen las privadas. Contrario a lo que se dice, las tres universidades con más grupos de investigación reconocidos por Colciencias son la Nacional, la de Antioquia y la del Valle. Contrario a lo que se dice, en las últimas pruebas Saber Pro de 2017, la Nacional ocupó el primer lugar en seis de los diez programas evaluados. Contrario a lo que se dice, los grupos de matoneo virtual han tomado más fuerza en algunas universidades de élite que en las universidades públicas.

La mejor educación en el mundo la tienen los colegios y universidades públicas. Pública es la educación en Finlandia, como también lo es en China o en Corea del Sur. Todos los países del norte de Europa saben que una educación pública de calidad es la mejor inversión posible para consolidar el desarrollo integral y sostenible de una sociedad. Ellos aprendieron que la única opción para consolidar la democracia es fortalecer la educación pública de calidad. Por ello, invierten en ella; y al hacerlo, construyen un futuro integral y sostenido para todos.

Las universidades privadas certificadas han cumplido un excelente papel en la formación de profesionales en el país, pero no deben quitarles los recursos ni los alumnos a las públicas. Lo que tenemos que hacer es consolidar nuevas universidades regionales, como recientemente hizo Ecuador. Universidades que deben estar alejadas de los políticos regionales como garantía de calidad y deben atender a la población, sin tener que trasladarla hasta las grandes ciudades, cambiando con ello de manera radical y equivocada su contexto y sus formas de vida. Sólo así la inversión en educación se articulará a mediano plazo a los procesos de desarrollo regional. Para consolidar la paz, hay que fortalecer las regiones y la educación pública. Si reestructuramos programas como Ser Pilo Paga, podemos a ayudar a consolidarla.

Recientemente el presidente prometió equiparar los “pilos” en las públicas y las privadas. ¿Desde cuándo la política pública consiste en “equiparar” el apoyo a los dos tipos de universidades? La sociedad debe exigir que, sin excepción vayan a las públicas los próximos 10.000 “pilos”. Al hacerlo, aprovecharemos este programa para fortalecer y no para debilitar las universidades públicas. Las privadas recibieron la mayor parte de los primeros 30.000 “pilos”. Ahora la sociedad debe exigirles que asuman una parte de la matrícula, como pasa en todos los países del mundo en el que funcionan programas similares. Se llama cofinanciación. Colombia es el único país del mundo en el que el Estado paga el 100% de las matrículas y las privadas de élite nada. Por eso se declaran públicas. ¡Qué descaro!

En Chile los estudiantes han copado las calles para exigir el sagrado cumplimiento de su derecho a la educación. La presidenta Bachellet se ha comprometido a garantizarlo para el 50% de los estudiantes. Si no lo cumple, no culminará su gobierno. En Colombia hemos armado una enorme campaña publicitaria para promover un pequeño y costoso programa que sólo atiende al 2% de los estudiantes graduados de la educación media (de allí que tendrá un impacto marginal en cobertura), pero que gasta en ellos lo mismo que en los otros 650.000 estudiantes que asisten a todas las universidades públicas del país.

Invito a los estudiantes colombianos a que se tomen las calles para defender su derecho a estudiar, el cual se encuentra hoy amenazado por una política que disimuladamente está privatizando la educación superior. Incluso, les propongo a los estudiantes de los Andes que encabecen estas marchas. Quien quita que la Mane los deje hablar como voceros principales de las universidades “públicas” del país. Al fin y al cabo, el rector está convencido de que volvió “pública” la universidad de los Andes. Me temo que muy pocos compartirán sus ideas; el problema es que esa engañosa tesis la comparten quienes quieren debilitar la educación pública en el país.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/universidad-de-los-andes-es-publica-julian-de-zubiria/524019

Comparte este contenido:

España: Contemplar la educación como una inversión a largo plazo

España / 03 de mayo de 2017 / Fuente: http://cincodias.elpais.com/

Aumentar el gasto no mejora por sí solo la calidad de la enseñanza, pero recortarlo tampoco ayuda

Pese a que Cristóbal Montoro defendía la semana pasada que el gasto público previsto para el cuatrienio 2017-2020 – detallado en el Programa de Estabilidad que el Gobierno ha remitido a Bruselas–crecerá en las partidas sociales, el análisis en profundidad de esas cifras arroja un resultado diferente. Efectivamente, el gasto crece ligeramente en términos absolutos, pero se reduce cuando el cálculo se realiza en relación al PIB nominal previsto por el Gobierno para esos ejercicios. Según ese análisis, que es el que permite comparar con otros ejercicios y con otros países, el gasto público hasta 2020 se reducirá en diversas áreas sociales, especialmente en educación y en sanidad. En el primer caso, la caída llevará el presupuesto para la enseñanza a su nivel más bajo de los últimos 20 años.

El cumplimiento del objetivo de estabilidad pactado con Bruselas sigue siendo una prioridad indiscutible para España, de la cual depende, entre otras cosas, que el coste de financiación de la economía se mantenga en términos razonables. Ello obliga a seguir sacrificando y optimizando el gasto público, una experiencia dolorosa que ciudadanos y empresas españolas han vivido de forma directa en los últimos años. Pero una vez asumida esa premisa, se entra en el terreno de la prioridades y las decisiones políticas. Aumentar el gasto en educación no asegura por sí solo –y en España hay experiencia en este terreno– una mejora de la calidad de la enseñanza, pero recortar esa partida tampoco ayudará a alcanzar ese objetivo. Existen pocas dudas sobre el valor estratégico de la educación para el futuro de un país, por lo que es necesario abordar esta cuestión desde el punto de vista de la eficacia y la optimización del gasto, destinando recursos suficientes y administrándolos con eficiencia.

Al igual que ocurre en áreas como la de la investigación y el desarrollo, el gasto en educación debe plantearse como una inversión prioritaria, cuyo valor estratégico es fundamental en un mundo globalizado y altamente competitivo. Se trata de una carrera de fondo que exige superar miopías y coyunturas políticas y mirar directamente al futuro.

Fuente noticia: http://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/05/02/midinero/1493743996_847492.html

Comparte este contenido:

Dos universidades mozambiqueñas quieren prohibir las faldas cortas y las trenzas

África/Mozambique/22 Abril 2017/Autor:Dércio Tsandzana/Fuente: Global voices

Dos universidades públicas mozambiqueñas en la ciudad de Beira provocaron acalorado debate en medios sociales cuando anunciaron un nuevo reglamento de vestir para sus estudiantes y profesores.

La lista de prendas y peinados prohibidos para hombres incluyen pelo largo, trenzas, rastas y pantalones cortos. Para las mujeres, ahora está prohibido usar faldas cortas, pantalones apretados, transparencias y “blusas que muestren el brasier”. Las sandalias de playa están prohibidas para ambos sexos.

Zenaida Machado, investigadora de Human Rights Watch para Mozambique, fotografió y difundió en Twitter el comunicado de UniZambeze, con fecha 28 de marzo:

View image on Twitter

University in northern Mozambique bans students with dreadlocks, sandals, shorts and tight dresses.
Oh lord… now I’ve seen it all.🙄🙄🙄👀

Universidad en el norte de Mozambique prohíbe a los estudiantes que usen rastas, sandalias de playa, pantalones cortos y vestidos apretados.
Oh, Dios… ahora lo he visto todo.

Se informó que la Universidad Pedagógica difundió un reglamento de vestir similar, que también fue fotografiado y difundido en Twitter, pero agregó prohibiciones a los cigarrillos y la cerveza:

View image on Twitter

Follow

Tomás Queface @tomqueface

A Universidade Pedagógica na #Beira acaba de publicar uma lista de itens proibidos no Campus universitário

La Universidad Pedagógica en Beira ha publicado una lista de artículos prohibidos en el campus de la universidad.

No es la primera vez que ocurre un debate así en Mozambique. En marzo de 2016, el Ministerio de Educación y Desarrollo Humano aprobó una resolución que prohíbe las faldas cortas en colegios de secundaria públicos. La decisión causó protestas en la capital, Maputo, y provocó tensiones diplomáticas con España cuando una activista española fue arrestada en una manifestación y luego deportadas por las autoridades.

Como la vez anterior, muchos recurrieron a los medios sociales para expresar su descontento con la decisión.

Mauro Steinmay, artista de pelo largo, sostuvo que en el caso de las universidades, los alumnos no son niños y no deben aceptar estas imposiciones:

  • Traducción
  • Cita original

«Creo que no debemos preocuparnos por esas universidades que quieren prohibir las rastas y no sé qué más. Si los alumnos siguen esas reglas, es porque no tienen el valor de imponer sus derechos humanos, y merecen la universidad donde estudian. Es su problema. No hay niños estudiando en las universidades.»

En una publicación ampliamente difundida, el investigador Benedito Memidji sostuvo que los reglamentos de vestir datan del gobierno socialista de la época de la Guerra Fría. Su publicación, difundida por el periodista Rafael Ricardo Machaela, analiza episodios similares en 1979, de los que se enteró mientras buscaba en los archivos nacionales. Esto incluía un discurso del entonces presidente Samora Machel donde condenaba las falsas cortas y “exhort[aba] al pueblo a combatir estas modas”:

  • Traducción
  • Cita original

«La decisión de la Universidad Pedagógica de imponer reglamentos de vestir en el campus –y también las llamadas maxifaldas en colegios de primaria y secundaria– tiene su origen el puritanismo moral que caracterizó la experiencia socialista en Mozambique. En ese tiempo, alcanzó proporciones aberrantes. Las reglas de la Universidad Pedagógica no pueden reproducir los efectos que ese puritanismo tuvo hace años, pero debemos estar alertas. Muchos pagaron un alto precio por estos intentos del estado de control la forma en que las personas se visten o dejan de vestirse. No estoy a favor de la indecencia, pero soy amante de la libertad por encima de todo.»

Titos Cau dio una opinión distinta, y enfatizó que la decisión de la Universidad Pedagógica se basa en tradiciones culturales y debería recibir apoyo:

  • Traducción
  • Cita original

«Por lo que sé, la necesidad de un reglamento del vestir se basa en tradiciones culturales, espirituales y cosmológicas africanas, no en la experiencia socialista posterior a la independencia. En nuestra tradición, la rodilla de la mujer es sagrada y no debe quedar expuesta públicamente. El rigor en el vestir es importante porque “dice” quién somos. La ropa es la extensión de la carne que viste nuestro espíritu. El rector de la Universidad Pedagógica tiene razón y hay que apoyarlo…»

Fatima Mimbire es investigadora del Centro de Integridad Pública, grupo local de defensa contra la corrupción y se opone al reglamento:

  • Traducción
  • Cita original

«Es ahí donde dicen que la universidad es el lugar de la democracia. Es el lugar de discusión de ideas por excelencia… donde comenzamos a preocuparnos por la la forma como visten las personas, sinceramente, creo que perdemos el foco o no tenemos nada más importante de qué preocuparnos. Nuestro país se hunde porque los “iluminados” se esfuerzan para arrojar la poca luz que tenemos. Honestamente, necesitamos un nuevo sistema.»

Bitone Viage, catedrático que estudia ciencia política en Brasil, planteó algunas preguntas sobre estas medidas:

  • Traducción
  • Cita original

«[…] Obviamente la Universidad Pedagógica como institución que capacita profesores debe asegurar que los alumnos y los profesores en esta institución se guíen por una conducta moral y estéticamente aceptada en nuestra sociedad.

Pero la pregunta que no se calla es: ¿de qué sirve la decencia sin producción e inclusión? ¿De qué sirve tener un profesor bien vestido, mientras aumentan las tendencias de mala enseñanza educativa?»

En reacción al asunto, Edson Agostinho Sangue Sangue consideró la universidad como un lugar donde convergen muchas realidades culturales y donde no debería haber imposición de normas:

  • Traducción
  • Cita original

«Cuando alguien ingresa a educación superior se le ve como alguien que ya está seguro de que sus actitudes van a tener consecuencias rápidamente, sean negativas o positivas. Una universidad es un océano de culturas mezcladas, y cada uno tendrá su educación, sus principios, su cultura, sus tradiciones. Una universidad es un campo que forma mentes pensantes, inteligentes y la forma como trata al prójimo, independientemente de su apariencia o forma de ser. Las personas inteligentes no discriminan…»

Traducción: Gabriela García Calderón Orbe

Fuente: https://es.globalvoices.org/2017/04/19/dos-universidades-mozambiquenas-quieren-prohibir-las-faldas-cortas-y-las-trenzas/

Comparte este contenido:

Chile: Dificultades en reforma a la educación superior

América del Sur/Chile/15 Abril 2017/Fuente: Entorno Inteligente

Dos noticias tienen en alerta a los actores de la educación superior. En primer lugar, la posibilidad que a partir del próximo año la gratuidad cubra hasta aquellos alumnos provenientes de familias del 60% más vulnerable, ha levantado preocupación entre los rectores adscritos al programa por las dificultades financieras que ello significaría para sus instituciones. Por otra parte, el trabajo prelegislativo del gobierno para destrabar la reforma a la educación superior -que suma varios meses sin avances en el Congreso- inquieta a quienes ven cómo el Ejecutivo avanza en acuerdos con un grupo de instituciones interesadas, las universidades estatales, en lugar de diseñar una política sin privilegios y que potencie la calidad de los proyectos educativos.

Los recursos que se entregan por concepto de gratuidad son típicamente menores a los que los alumnos más vulnerables aportaban, fundamentalmente, vía becas y créditos previos a la instalación de esta política. Para hacerla viable, el Estado además entregó ciertos fondos adicionales a las instituciones que se adscribieron al sistema. Sin embargo, el total de recursos no fue suficiente y ha generado déficits en gran parte de las instituciones. Paradójicamente, en su propuesta de reforma el gobierno exige a las universidades involucrarse más decididamente en investigación y en vincularse con sus comunidades, pero bajo un sistema de gratuidad dichos ámbitos, que enriquecen la experiencia educativa de los estudiantes y que no es posible de desvincular de la docencia en instituciones complejas, difícilmente podrán ser costeados.

Así, instituciones que siendo parte de la gratuidad no reciben aportes basales -todas aquellas que no pertenecen al Cruch- no tienen mayores opciones de financiar estas áreas, situación que previo a la gratuidad no significaba mayor problema, ya que la libertad de aranceles y el sistema de ayudas estudiantiles equilibraban adecuadamente la necesidad de recursos con el apoyo a aquellos alumnos que lo requerían. Ese equilibrio se extravió, tal como lo muestra el hecho que los rectores de las universidades Diego Portales y Alberto Hurtado hayan adelantado que revisarán su participación en el programa.

Por su parte, las gestiones del gobierno para destrabar la reforma ante los rectores de los planteles estatales- una ley que iría en su propio beneficio-, es poco presentable. La experiencia de los rectores de las universidades estatales es necesaria como insumo para las iniciativas que prepara el Ejecutivo, siendo su voz y planteamientos importantes para asegurar un buen diseño de las propuestas y que sean posibles de implementar. Sin embargo, que los mencionados rectores estén diseñando lo que será el marco regulatorio que luego les será aplicable, como parece estar sucediendo, es tan grave como que un subgrupo de las AFP estuviera redactando y poniendo condiciones en el debate acerca de la reforma de todo el sistema de pensiones.

Las dificultades que ha tenido la tramitación de la reforma a la educación superior y la implementación de la gratuidad son el reflejo de una política que no solo no cuenta con los necesarios respaldos políticos ni técnicos, sino que ha generado problemas financieros que repercuten directamente en la formación de los alumnos. Ello, unido a un proyecto de ley hecho a la medida de las universidades estatales, hacen dudar que valga la pena que el gobierno insista en aprobar esta reforma durante los meses de mandato que le restan.

Disponible en la url: http://www.entornointeligente.com/articulo/9839169/CHILE-Dificultades-en-reforma-a-la-educacion-superior-07042017

Comparte este contenido:

«Universidades deben entender que son parte de la lucha de clases» Entrevista a Marilena Chauí

América del Sur/Brasil/15 Abril 2017/Autora: Fania Rodrigues/Fuente: Brasil de fato

Profesora de la Universidad de São Paulo (USP) y crítica asidua del modelo capitalista, la filósofa Marilena Chauí fue recibida esta semana por una verdadera multitud de jóvenes de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro (UERJ). Auditorio lleno, gente sentada en el piso y las escaleras, la puerta obstruida por espectadores y la entrada de la universidad igualmente repleta, con alumnos que asistían a la conferencia en una transmisión en vivo, hecha por la TV UERJ. Así fue recibida Marilena, que habló sobre la crisis en las universidades públicas brasileñas.

Desde el año pasado, la UERJ enfrenta graves problemas de falta de recursos y hasta hoy las clases no volvieron de forma integral. Mientras tanto, según una nota del Fórum de Directores de las unidades académicas de la universidad, publicada el día 29 de marzo, la universidad no está parada. “Se encuentra funcionando, en muchas de sus actividades de investigación, de enseñanza y de extensión. Respecto al atendimiento a la salud, el Hospital Universitario Pedro Ernesto (HUPE) y la Policlínica Piquet Carneiro (PPC) continúan atendiendo a la población en esfuerzo redoblado”. La nota informa que persisten las dificultades con falta de limpieza, recolección de basura y manutención, en todos los campus de la UERJ, pero que “el Rectorado, juntamente con el Fórum de Directores decidimos establecer como objetivo que deseamos iniciar las clases, integralmente, lo más rápido posible”.

Para Marilena, los problemas de la UERJ van mucho mas allá de la relación con el gobierno del estado de Rio de Janeiro. “La crisis en las universidades es resultado del avance neoliberal y de la entrada de la iniciativa privada internacional en el mercado brasileño”, afirmó la filósofa durante la conferencia.

Para ella, el modelo de universidad pública comenzó a entrar en crisis ya en la dictadura militar, cuando las bases curriculares fueron reformuladas. “Las universidades se tornaron funcionales, puramente técnicas, para la formación de profesionales calificados. En la década de los 80 pasaron a desempeñar un papel más ligado a la lógica del mercado, dirigida a resultados y productividad. Después, ya en la década de 90 y años 2000, pasó a ser una universidad operacional, replegada sobre si misma, centrada en la producción de artículos, informes y en las evaluaciones externas”, relata la académica.

La profesora dice que la universidad precisa salir de esa “burbuja” y entender que es parte de la lucha de clases. Pero, que ese cambio exige un camino arduo y largo.

Brasil de Fato – ¿Cuál es el camino para pensar una solución al problema de la instrumentalización de las universidades, que ahora trabajan solo en la lógica del mercado, priorizando eficiencia y resultados?

Marilena Chauí – Ese camino comienza con la enseñanza básica y con la enseñanza media. Es preciso retomar la idea de la formación en lugar de la información, de la crítica en lugar de la repetición. Los medios de comunicación y la velocidad del internet llevan a las personas a considerarse informadas y con capacidad crítica. Sin percibir que si están «informadas» es porque no tienen formación, no tienen espíritu crítico. En verdad ellas están en contra o a favor de alguna cosa, pero sin dar las razones por las cuales están a favor o en contra.

Brasil de Fato – ¿Es posible para nosotros comenzar ese cambio en el actual escenario político y con el actual gobierno?

Marilena Chauí – Sí. Es y demanda un trabajo lento. La experiencia que tenemos de la época de la dictadura y la experiencia que el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Terra (MST) tiene en su trayectoria, por ejemplo, nos muestran que es un trabajo cotidiano, que lleva la hojita al hormiguero. Entonces si nosotros tuviéramos la expectativa de una solución en un corto espacio de tiempo no cambiaremos. Tenemos que pensar que es un trabajo de largo plazo que nos involucra a cada uno de nosotros durante mucho tiempo y de diferentes maneras. Exige paciencia histórica.

Brasil de Fato – Comenzamos la semana con la noticia del fin del programa federal de becas internacionales Ciencia Sin Fronteras. También está ese proyecto del gobierno Temer de cobrar mensualidades en cursos de posgrado y la Universidad Estatal de Rio de Janeiro en decadencia. ¿Cuál es análisis que la señora hace de ese desmonte de las universidades públicas?

Marilena Chauí – El desmonte está ligado a la adopción de la perspectiva neoliberal. El Estado ve a las universidades como empresas, donde tiene que haber competición y productividad. A partir de ahí se abandonó la idea de derechos sociales, que no está ligada al lucro, pero a la construcción del propio país y a la consolidación de la democracia. Lo que tenemos es un desmonte de la escuela democrática, en todos los niveles, pero que exige de nosotros aquello que los brasileños saben hacer que es el trabajo de resistencia. Nosotros vamos vencer otra vez.

Brasil de Fato – Ya para terminar, ¿cuál es el papel de la universidad en la lucha de clases?

Marilena Chauí – El papel de la universidad es ser parte de la lucha de clases. La universidad no puede ser apenas un lugar que reflexiona sobre la lucha de clases. Ella tiene que comprender que es parte de esa disputa, sea por su alumnado, por la división entre sus profesores, por el papel de las administraciones y burocracias, que operan muchas veces a favor de la clase dominante. Somos parte de la lucha de clases y estamos obligados, como institución de enseñanza, a entender ese papel que desempeñamos en la sociedad.

Fuente: https://www.brasildefato.com.br/2017/04/06/marilena-chaui-universidades-deben-entender-que-son-parte-de-la-lucha-de-clases/

Comparte este contenido:

Reino Unido: Hungary’s assault on academic freedom is a threat to European principles

 Europa /Reino Unido/Abril del 2017/Noticias/https://theconversation.com/

Tens of thousands of people recently demonstrated in the Hungarian capital of Budapest against attempts by their government to close the Central European University (CEU).

This was the second large-scale demonstration in Budapest in as many weeks – with protesters turning out en masse to challenge recent amendments to the national law on higher education that have been adopted by the Hungarian parliament.

As a university, CEU has a dual identity, and offers degrees accredited in both the US and Hungary. But the latest amendments make the university’s continued operation in Hungary virtually impossible. This is because the bill would require CEU to operate under a binding international agreement and to provide higher education programmes in its country of origin – the US – all within a very short time-frame.

At the time of writing, the legislation is on the desk of the Hungarian president for signature or referral to the Constitutional Court. Signature of the law would mean that the legislative changes would come into force, requiring a binding international agreement to be signed within six months of the publication of the law.

Referral to the Constitutional Court – a move which many of the protesters were calling for at the demonstration in Budapest – would mean that the law could be scrutinised for its legality and constitutionality.

Campaign against liberalism

CEU is a privately funded university with more than 1,400 students from more than 100 countries, that offers degrees accredited in both the US and Hungary. It is ranked among the top 200 universities in the world in eight disciplines. It excels in political science and international studies.

It has had its home in Budapest for more than 25 years, and is part of the life of the city. That CEU was founded after the fall of communism to promote democracy makes the current move against it all the more reprehensible.

The university, ably led by the rector Michael Ignatieff – a former Canadian politician and internationally renowned academic – has mobilised an impressive campaign for supporteSTADO DE dERECHO.

Michael Ignatieff, rector of the Central European University. Reuters.

The response has been huge – with leading academic institutions in Hungary and around the world, as well as governments, politicians and individuals condemning the moves by the Hungarian government. The hash-tag #IStandWithCEU has also been trending on Twitter.

Freedom to teach

This outpouring of support underscores the importance placed in institutions that promote education and critical thinking.

Academic freedom is also a prized European value, and countries across Europe rightfully take pride in the quality of their universities and support their development.

The freedom of universities to teach, research, and publish is fundamental to a free and open society. Article 13 of the Charter of Fundamental Rights of the European Union provides that:

The arts and scientific research shall be free of constraint. Academic freedom shall be respected.

The need for such explicit protection of academic freedom is clear: universities and academics have long been targeted by autocrats because of the threat that free and critical thinking poses to their continued existence. And for an attack of this nature to take place within the EU should be cause for concern across Europe.

This is because the precedent it would set puts all academic freedom at risk. It is also a stark reminder of the need for constant vigilance to safeguard European democracies.

Targeting European values

While CEU has said that it will take all legal steps available to it to challenge the Hungarian law, this is not just a legal fight.

This move to shut an independent university poses a fundamental question as to the extent to which European values can be ignored by an EU member state. Rule of law is supposed to be central to the operation of member states – and targeting freedom of expression through the closure of academic institutions runs directly counter to this.

Threat to academic freedom and European values. Reuters

This is not the only recent move by the Hungarian Government that potentially contradicts the rule of law. In October, a major national newspaper – Népszabadság – closed alleging government pressure. And the government has also recently targeted civil society with the proposed introduction of restrictive legislation justified by national security concerns and the need for additional transparency.

There also doesn’t seem to be much understanding within Hungary as to why the threatened closure of CEU is causing such outrage. Just a few days ago, in response to the protests and influx of letters in support of CEU, the Hungarian government spokesman called the situation a “storm of political hype” that was part of a “political circus”.

The European Commission has said it will discuss the situation in Hungary – and this is an important opportunity to reinforce fundamental EU principles.

But for now, individuals, institutions and governments in the UK, and across Europe, need to take note of what is happening in Hungary, and take action to make the closure of CEU a red line that cannot be crossed.

Fuente:

https://theconversation.com/hungarys-assault-on-academic-freedom-is-a-threat-to-european-principles-76042

Fuente Imagen :

https://lh3.googleusercontent.com/wWKNk55We2vyg0VNd8fe-ZZ_bKh-4_P8fLqNZioV2Pb3EHaESUiIku13-f6ZjYMOtGKf6Q=s85

Comparte este contenido:

Estados Unidos: Universidades de EEUU reducen matrícula por políticas de Trump

América del Norte/Estados Unidos/09 Abril 2017/Fuente: elobservador/Autor: Stephanie Saul, New York Times 

Estudiantes extranjeros temen viajar a territorio estadounidense por decisiones del gobierno

El presidente de la Universidad Estatal de Portland, Wim Wiewel, se reunió recientemente con 10 potenciales estudiantes en Hyderabad, India. Pero lo que empezó como una visita para conocerse se convirtió rápidamente más en una sesión de orientación, conforme los estudiantes expresaban temores sobre viajar a Estados Unidos este otoño.

Un estudiante, que es musulmán, dijo que a su padre le preocupaba que Estados Unidos tuviera una actitud antimusulmana, relató Wiewel. «Varios más dijeron que les inquietaba el ‘efecto Trump'», señaló en un correo electrónico.

«Diría que la retórica y las órdenes ejecutivas definitivamente están teniendo un efecto desalentador», escribió Wiewel, en referencia a los decretos migratorios del presidente Donald Trump.
Como muchas universidades en Estados Unidos, la universidad en Oregón comenzó a recibir menos solicitudes internacionales.

Casi 40% de las escuelas de educación superior está reportando una notoria reducción en el número de solicitudes de estudiantes internacionales, según un sondeo de 250 colegios y universidades, divulgado recientemente por la Asociación Estadounidense de Secretarios y Funcionarios de Admisiones.

La mayor declinación es en las solicitudes de estudiantes originarios de Medio Oriente.
Muchos funcionarios citaron las preocupaciones entre los potenciales estudiantes sobre las políticas migratorias de Trump.

Los responsables de reclutar estudiantes internacionales reportan «una gran preocupación entre los estudiantes de todo el mundo», indicó el estudio.

Las escuelas de posgrado parecen estar sintiendo los peores efectos, con casi la mitad reportando la reducción en su matrícula. «Nuestros decanos lo describen como un efecto desalentador», dijo Suzanne Ortega, presidenta del Consejo de Escuelas de Posgrado.

Las cifras están provocando ansiedad en algunos programas que dependen de los estudiantes internacionales, quienes aportan más de US$ 32.000 millones al año a la economía de Estados Unidos.

Las inscripciones internacionales en las universidades estadounidenses aumentaron durante la última década, y por primera vez excedieron el millón de estudiantes el año pasado.

Por esa razón, algunos funcionarios universitarios advirtieron que el «efecto Trump» es solo una explicación posible para las cifras de las solicitudes de este año.

Más allá de eso, muchas escuelas, incluidas la Universidad de Nueva York, la Universidad del Sur de California y la Universidad del Noreste, reportaron que sus cifras internacionales aumentaron. Pero por ejemplo, la Universidad de Purdue reportó una disminución del 1,2% en las solicitudes a la escuela de posgrado.

Distintos factores económicos pueden explicar también las declinaciones en las solicitudes de estudiantes, reflexionó Ortega.

También entra en juego la incertidumbre por el futuro del programa de visas llamado H-1B del que dependen frecuentemente los graduados internacionales para quedarse en Estados Unidos a trabajar.

Para varias escuelas de posgrado, la prohibición de viajes del gobierno de Trump, que inicialmente afectaba a siete países musulmanes, no pudo haber sido más inoportuna.

Fue anunciada a fines de enero cuando estaban cerrando las fechas límite para las solicitudes para algunos programas de posgrado, y siguió al virulento discurso anti inmigrante de Trump durante la campaña.

Las declinantes cifras de solicitudes para escuelas de posgrado se pueden ver en universidades que van desde las gigantescas «Diez Grandes» universidades públicas como la estatal de Ohio y la Universidad de Indiana, hasta programas regionales como la Estatal de Portland, una escuela de poco más de 27.000 estudiantes, que incluyen a más de 1.900 estudiantes internacionales.

En tanto, en Indiana las solicitudes para posgrado en algunos programas están registrando importantes descensos, aseguró David Zaret, vicepresidente de asuntos internacionales.

Preocupación

La vicerrectora de la división de posgrado de la Universidad de California en Irvine, Frances Leslie, confirmó que estudiantes de distintos países, y no solo aquellos provenientes de países musulmanes, siguen expresando su preocupación en viajar hacia territorio estadounidense.

Fuente de la noticia: http://www.elobservador.com.uy/universidades-eeuu-reducen-matricula-politicas-trump-n1055593

Fuente de la imagen:https://media.elobservador.com.uy/adjuntos/181/imagenes/016/052/0016052791.jpg

Comparte este contenido:
Page 90 of 111
1 88 89 90 91 92 111