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Nuevo proceso de admisión con una admisión inconclusa

 Abelardo Carro Nava

Como bien sabemos, a partir de la aprobación de la mal llamada reforma educativa de 2013, las disposiciones legales y normativas para el ingreso al Servicio Profesional Docente cambiaron sustancialmente. Los exámenes de ingreso, conjuntamente con el cumplimiento de ciertos requisitos, fueron algunos de los aspectos que los aspirantes tendrían que realizar para que accedieran y ocuparan un lugar dentro del Sistema Educativo Nacional (SEN). De ahí que, como también sabemos, una vez que los participantes pasaban los filtros establecidos por la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD) y, desde luego, si es que los resultados les eran favorables de acuerdo a las listas de prelación y las vacantes disponibles, éstos ingresaban al magisterio de manera provisional, por lo cual se les otorgaba un nombramiento con un código 89 “Alta por Tiempo Fijo, por Ingreso al Servicio Profesional Docente”.

Ahora bien, después de cierto tiempo (que variaba entre los 6 meses a un año, aproximadamente), muchos de estos maestros y maestras tuvieron que realizar un examen de diagnóstico para que pudieran cambiar el código 89 por un FU “Alta Definitiva por Ingreso, SPD”; esto no significaba que ya tenían en sus manos una Alta Definitiva, puesto que la misma ley estipulaba que al término de dos años los recién ingresados al SEN, tendrían que realizar otro examen para que les fuera otorgado el código FV “Alta definitiva por ingreso y evaluación, Servicio Profesional Docente” que, en sentido estricto, no era otra cosa más que lo que muchos conocemos como código 10 “Alta definitiva”.

Todo lo anterior se realizaba con fundamento en lo que se conoció como “Disposiciones en materia del Servicio Profesional Docente” que emitió la CNSPD (CNDSP, 2017) y, de los cuales, hay que señalarlo, las entidades federativas lo aplicaban bajo su propia interpretación y, por tal motivo, muchas de los nombramientos que se dieron durante este sexenio variaron en cuanto a su temporalidad (aplicaciones de exámenes diagnóstico y de los dos años) y características de los formatos de dichos nombramientos. En fin.

Con la aprobación de la reforma a la reforma educativa de 2013, este esquema cambió un poco.

Por principio de cuentas vale la pena recordar, que las leyes y normas relativas a los procesos de admisión se modificaron, siendo lo más significativo, el hecho de la preferencia que tendrían los egresados de las Escuelas Normales, de la Universidad Pedagógica Nacional y los Centros de Actualización del Magisterio para ocupar un lugar en el SEN.

Ahora, sobre los requisitos y demás cuestiones que los aspirantes a ocupar una plaza deberían atender, de acuerdo a las convocatorias que la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) ha emitido hasta el momento, no han cambiado mucho que digamos; la realización del registro previo cumplimientos de ciertos requisitos, el haber tomado un curso sobre la Nueva Escuela Mexicana y la aplicación de un instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes docentes, son los aspectos que hemos visto, de manera particular, el año pasado.

Y es precisamente esta última cuestión, lo que me lleva a escribir estas líneas porque, como se sabe, el proceso de admisión del año pasado no se completó o quedó inconcluso dada la imposibilidad, por parte de la USICAMM, de realizar la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes (examen) a todos los que participaron en este proceso; esto, por la declaración de contingencia sanitaria decretada por el Gobierno Mexicano generada por la pandemia que ya conocemos; sin embargo, dos etapas sí se llevaron a cabo y, conforme a ello, se otorgaron nombramientos “provisionales o temporales”. Asunto poco fácil de entender porque, mientras la federación ha puesto y dispuesto “ciertas normas” en la emisión de nombramientos a los participantes que obtuvieron un resultado favorable y que les permitió acceder a éste, en las entidades federativas, dichos nombramientos tienen sus propias particularidades, más en el ámbito de la Descripción del código que de éste mismo. Me explico.

Por la imposibilidad de aplicar el instrumento de valoración ya referido, más o menos en mayo del año pasado, la USICAMM emitió un comunicado mediante el cual informaba que los procesos de admisión, promoción y reconocimiento quedarían suspendidos por la contingencia sanitaria y que, por tal razón, ésta se encontraba analizando las actividades del calendario anual de esos procesos de selección; hecho que generó reacciones diversas entre los participantes. Quiero pensar que, por tal razón, y por la obvia disponibilidad de vacantes en los estados, se entregaron nombramientos con ¿código 99?, esto siempre y cuando se cumpliera con lo estipulado en los “Criterios excepcionales para el proceso de selección para la admisión en educación básica, ciclo escolar 2020-2021” (USICAMM, 2020) que la USICAMM emitió, repito, hace un año por las condiciones sanitarias del país, dejando obviamente, pendiente la aplicación del instrumento de valoración en comento.

¿Por qué un código 99 y no uno 95 “Alta provisional”? La respuesta seguramente se encuentra en la USICAMM, sin embargo, al igual que otros colegas lo han pensado y afirmado, supongo que este código es un “número identificador” que se le asignó a todos aquellos que participaron en el proceso que no ha concluido. ¿Está fuera de toda norma la emisión de este código? Al no encontrarse como tal en los “Lineamientos administrativos para dar cumplimiento al artículo segundo transitorio del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3º, 31º y 73º constitucionales”, publicados en el diario oficial de la federación el 15 de mayo, mi respuesta es afirmativa, es decir, este código está fuera de toda norma dado que no se tiene un sustento legal que lo fundamente más que, muy probablemente, la decisión que tomó la USICAMM y que, desde mi perspectiva, afecta a cientos de maestras y maestros que en próximas semanas, verán concluida la vigencia del nombramiento otorgado hace un año.

Este código 99, supongo, puede ser definido como “Alta Provisional”, si es que se tuviera el catalogo o un documento que estableciera los nuevos nombramientos con sus respectivos códigos y descripciones, sin embargo, poco se conoce sobre este tema, aún y cuando este gobierno ha pugnado, desde su inicio, por la “transparencia”. Esto lo digo porque es obvio que al reformar las leyes y dejar sin efecto las disposiciones reglamentarias de la reforma educativa de 2013, tendrían que haberse emitido otras que sustenten los nombramientos, códigos y descripciones a partir de la reforma de 2019 pero, insisto, poco se sabe de ello. Ojalá la USICAMM de a conocer estas disposiciones para que haya mayor claridad y transparencia, principalmente, para los interesados.

Y bueno, todo este asunto se complica en demasía porque, si usted revisa los documentos (formatos) que elaboraron las Secretarías de Educación de las diferentes entidades federativas y que contienen los nombramientos, códigos y descripciones que les fueron entregados a los participantes una vez que obtuvieron un lugar provisional en el magisterio, la cosa no está para creerse puesto que, en estos estados, se emitieron una serie de nombramientos con una variación de códigos y descripciones, aun y cuando la USICAMM diera a conocer que a todos ellos debería asignárseles un código 99; no obstante, en algunos casos el formato con el código 95 no se cambió o se canjeó por parte de los interesados o por cuenta de las áreas responsables del proceso y, por tales razones, aunque se encuentran prestando sus servicios profesionales en alguna zona escolar, el hecho de que en próximas fechas se inicié otro proceso de admisión podría generarles dificultades que, líneas más adelante explico, porque es importante ejemplificar algunas de las inconsistencias que he podido observar en algunos de los profesores que tienen en su formato un código 95 o 99 con descripciones diferentes, situación que puede ser susceptible de variadas interpretaciones al momento de que se tenga que aplicar el instrumento de valoración ampliamente referido, por ejemplo, a un profesor le otorgaron un nombramiento con código 95 “Alta provisional” y la autoridad local no lo ha cambiado por uno 99, a otro le dieron un nombramiento con código 99 pero “En vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, a otro, un nombramiento con código 99 “Alta provisional”¸ a uno más, un nombramiento con código 99 “Tiempo fijo”, etc.

En consecuencia, bien haría el USICAMM en aclarar todo este asunto porque, con el comunicado que emitió en su página hace unos días, en cuanto a que ésta determinará las fechas para aplicar los instrumentos de valoración de conocimiento y aptitudes al personal docente o técnico docente al que se le haya asignado una plaza vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo ha generado, de nueva cuenta, reacciones diversas. Ciertamente, se entiende que las listas de prelación (y los criterios de valoración para la admisión del año pasado) fueron un indicador para el otorgamiento de vacantes definitivas o temporales, sin embargo, como bien sabemos, en las entidades los documentos que se emiten difieren dada la interpretación que las autoridades educativas hacen de éstos. Es decir, si a un profesor o profesora se le entregó “por error” un nombramiento con código 99 “Alta Provisional” cuando tuvo que haber obtenido un código 99 “En vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, ¿deberá ser considerado para la aplicación del instrumento de valoración y no para el nuevo proceso de admisión?

Bien valdría la pena que antes de emitir otra convocatoria para el proceso de admisión para este año, se trabaje en lo que aún se tiene pendiente del año pasado y, sobre todo, se ponga un orden en cuanto a la emisión de nombramientos en las entidades. A muchos profesores el tiempo los está alcanzando, dada la vigencia de la emisión de sus nombramientos y, sería favorable, que todas estas dudas las disipara la USICAMM para que tuvieran una seguridad en cuanto a dos cuestiones: la aplicación del instrumento de valoración, si es que fue otorgado un nombramiento con código 99 “En vacancia definitiva con nombramiento por tiempo fijo”, o bien, la realización de todo el proceso de admisión dado su nombramiento de carácter temporal. En cualesquiera de los casos, ojo, el que el profesor responda su instrumento de valoración o el que realice otra vez el proceso de admisión, no significa que vaya a obtener un código 10 que, en términos sencillos significa: “Alta definitiva” porque, para como están las cosas y dado el deficiente trabajo que viene realizando la USICAMM, podría esperarse cualquier cosa. Menudo problema tiene en sus manos esta Unidad administrativa.

Desde mi perspectiva, como desde hace años viene sucediendo cuando se “definió” la aplicación de un examen para el ingreso al magisterio, los afectados, por toda esta serie de irregularidades faltas de orden y transparencia, son los maestros y, principalmente, los alumnos, quienes poco saben si contarán en las próximas semanas con el maestro que les estuvo dando clases, o si es que estos últimos serán recontratados bajo el mismo esquema  y con las mismas irregularidades en la emisión de sus respectivos nombramientos.

Referencias:

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/nuevo-proceso-de-admision-con-una-admision-inconclusa/

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La Promoción Horizontal: entre esperanza e incertidumbre magisterial

Por: Erick Juárez Pineda

La Promoción Horizontal, un estímulo donde los profesores y directivos pueden acceder a un aumento de salario sin que esto implique un cambio de funciones, fue una de las promesas más esperadas por el gremio desde que se echó a andar la Reforma Educativa del presidente López Obrador.

El discurso de revalorización del magisterio y las promesas hechas desde la campaña del 2018, mantenían la esperanza de poder acceder a mejores condiciones de vida, sin embargo, esto no se veía llegar.

Al principio del sexenio, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) se dijo lista para echar a andar este programa de incentivos, sin embargo, no existían reglas de operación ni marco jurídico y, lo más importante, tampoco había autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para llevarlo a cabo.

Dos años después al fin han salido los lineamientos que lo regirán, sin embargo, aún no hay certeza de dónde se obtendrán los recursos para operarlo y, como lo marca la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la definición exacta de los elementos multifactoriales que ahí se describen.

De manera general, la Promoción Horizontal está dirigida a personal con funciones docente, técnico docente, asesoría técnica pedagógica, dirección y supervisión quienes tengan un mínimo de dos años de servicios ininterrumpidos con nombramiento definitivo, los cuales, deberán completar dos etapas de evaluación donde se tomarán en cuenta los siguientes elementos: antigüedad, reconocimiento al buen desempeño, grado académico, desarrollo profesional,  conocimientos y aptitudes, autoevaluación y una exposición de la práctica educativa.

El Programa constará de 8 niveles de estímulo de carácter económico, cuya permanencia mínima es de 4 años en cada uno, los cuales, tendrán una aumento desde 35% hasta 205%. Para los trabajadores que se encuentren en zonas de alta marginación o pobreza, los aumentos serán desde 41% hasta 247%.

Pero, ¿de dónde se obtendrán los recursos? La misma ley señala que el Programa operará con el presupuesto del Programa de Carrera Magisterial, de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica y otros recursos que se asignen al Programa conforme a la disponibilidad presupuestaria.

En un principio se pensaría que este dinero estaría etiquetado desde el Presupuesto de Egresos de la Federación, sin embargo, estos no se han considerado dentro de las partidas presupuestales sino de programas de incentivos que bajan a través del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) del Ramo 33, que para este año fue de más de 408 millones de pesos, el cual, es el mismo presupuesto del año pasado, por lo que no se consideró un aumento para ello.

Incluso, aún no se sabe a ciencia cierta cuánto será el dinero destinado para el programa, cuál será el techo presupuestal ni de dónde se sacarán los recursos para fortalecer al FONE.

Lo curioso, es que este programa sale a la luz justamente en año electoral y aunque la Ley marca que la USICAMM emite los lineamientos y coordina de manera general, son los gobiernos de los estados los encargados de operarlo y ejecutarlo, lo que da un margen para que este pueda ser utilizado con fines políticos y electorales. No sería la primera vez que sucede.

Lamentablemente, la promesa de volver a darle un gran valor a las maestras y los maestros, aún no termina de nacer. No se alcanzan a distinguir los piés ni la cabeza. Ni siquiera sabemos si de verdad existe. Sería conveniente, entonces, pensar en una “mal llamada revalorización del magisterio”.

* Periodista especializado en temas educativos. Director editorial de Educación Futura.

Twitter: @elErickJuarez

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-promocion-horizontal-entre-esperanza-e-incertidumbre-magisterial/

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La agenda educativa de Delfina Gómez

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

De acuerdo con el boletín No. 15 de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el actual secretario, Esteban Moctezuma Barragán, y la próxima titular de la dependencia, Delfina Gómez Álvarez, “encabezaron la primera Conversación Magisterial del año, con más de 8 mil Supervisoras y Supervisores de 16 estados de la República.” (1) Acerca de ese importante evento masivo y virtual, comparto algunas observaciones y preguntas que podrían integrarse a la conversación.

En primer lugar, sería interesante conocer una o varias crónica(s) del evento por parte de las y los participantes, que forman parte de lo que llamo el sujeto principal de la gestión educativa de la escuela pública: Me refiero a las supervisoras y los supervisores de la educación básica que, por lo demás, constituyen la parte más importante del sistema educativo, junto con las y los docentes, para poner en práctica la transformación escolar desde una perspectiva democratizadora, es decir, no elitista, sino “desde abajo”.

En segundo lugar, lo dicho ahí, en especial, en la voz de la próxima secretaria de educación federal, la Mtra. Delfina Gómez, resulta de interés para delinear su agenda educativa, debido a que en la reunión estuvieron presentes directivos escolares (de zona) de 16 entidades federativas. (2)

Durante la reunión virtual, las autoridades educativas recordaron que “el regreso a clases presenciales será seguro y gradual, y sólo se producirá mientras exista la certeza de que el semáforo epidemiológico verde se mantendrá…”.

En alguna de sus participaciones, sin dar a conocer la fuente informativa ni la organización que realizó el estudio, Moctezuma Barragán dijo que “…de las mediciones que se tienen entre 10 diferentes profesiones, la labor docente ocupa el primer lugar entre la sociedad mexicana, contrario a lo que ocurría en 2018, cuando prevalencia una campaña de desprestigio hacia el sector.”

“La pandemia, dijo, nos obligó a la programación, al desarrollo y transmisión de cerca de 5 mil programas de televisión y a implementar la reingeniería de toda la Secretaría, en tan solo semanas, para desarrollar contenidos por radio e internet, y a la entrega de cuadernillos de trabajo en las comunidades con mayores índices de rezago.”

Al respecto, pregunto:

¿Por qué la SEP no se ha dado a la tarea de llevar a cabo una cruzada nacional para promover la lectura y la escritura, en esta coyuntura de contingencia como la que hoy vivimos, en vez de apostarle, casi por completo, a la TV, internet y la radio?

¿Acaso, el hecho de dejar en un lugar marginal a los hábitos de lectura y escritura, ha sido una línea adecuada de políticas públicas educativas?

El mensaje implícito que han querido dar nuestras autoridades educativas, a través de las diferentes versiones del programa “Aprende en casa”, es que los procesos de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes habrían de ser, esencialmente, frente a un aparato de TV, una computadora (o cualquier otro dispositivo electrónico), y hasta el final, el libro.

Pero ¿De qué tamaño y cuál es el contenido de la agenda educativa de la próxima titular de la SEP? ¿Es una agenda delgada, ligera, o todo lo contrario? ¿Será una agenda voluminosa y cargada de pendientes o sólo de bolsillo?

Los cuatro ejes de políticas educativas de la era Delfina Gómez

Todo parece indicar que, por lo señalado en el boletín de referencia y de manera esquemática, su agenda educativa se reduce a cuatro puntos:

I. La formación continua para maestras y maestros en servicio

“En este sentido, indicó que uno de los ejes en los que se trabajará, es precisamente el de las maestras y los maestros, ya que algo que le preocupa mucho al Presidente es la situación del magisterio y lo que se ha fortalecido a través de la actualización, capacitación y formación.”

II. Contenidos para la enseñanza y los aprendizajes

“Otro eje rector –dice el boletín en cuestión- son los contenidos, abundó Gómez Álvarez, ya que es algo que, como práctica docente, se tiene que atender conforme a la situación que se está viviendo de pandemia; por lo que la dinámica pedagógica, la práctica educativa, tiene que irse adaptando y adecuando de acuerdo a lo que se está viviendo.”

III. Infraestructura educativa

“Un tercer factor, señaló, es la infraestructura, un reto que se tiene, que si bien a través del programa de La Escuela es Nuestra se trabaja para mejorar las condiciones de las escuelas, como es la falta de agua, también tiene que ser algo que vaya acorde a las necesidades de lo que se está viviendo actualmente.”

Finalmente, Gómez Álvarez se refirió a los becarios, que es un tema que también se tiene que trabajar con las universidades y con las instituciones de nivel medio superior, puntualizó.

Lamentablemente, en la agenda educativa de la Maestra Delfina Gómez no aparecen, no al menos en la lista de las prioridades que tiene trazado en su cuaderno, las políticas públicas que se seguirán, desde la SEP, a partir del marco legal vigente y el Programa Sectorial de este sexenio, acerca de la formación inicial de maestras y maestros (es decir, la “transformación y fortalecimiento” de las Escuelas Normales, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización del Magisterio); ni veo tampoco un pronunciamiento claro y contundente, en el orden de las prioridades, acerca de la formación profesional y continua de las figuras directivas y los respectivos equipos técnicos (no sólo me refiero a supervisoras y supervisores, sino también a asesoras y asesores técnicos).

Precisa y paradójicamente con quienes se reunió, en formato virtual, apenas hace unos días.

No está por demás mencionar otros cinco puntos ausentes en la agenda educativa de la futura titular de la SEP:

1) ¿Cómo se atenderán los graves problemas del rezago educativo? (Personas mayores de 15 años que no han iniciado ninguna escolarización o que no han concluido la educación básica)

2) ¿Cómo se enfrentará el problema grave de la falta de cobertura educativa en educación preescolar y media superior?

3) ¿Qué medidas se tomarán de inmediato para atender a las y los docentes que no han recibido sus pagos de acuerdo con la ley?

4) ¿Cómo se destrabará el dique burocrático que se ha instalado en la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM)

5) ¿Qué orientaciones o directrices nacionales y regionales (y por subsistemas) prevé la SEP con respecto al nuevo marco normativo federal en el ámbito de la Educación Superior?

Esto, sólo por mencionar algunos de los diez o veinte puntos principales y urgentes por atender desde la cabeza del sector educativo nacional y que, por el momento, no se ven plasmados en la agenda de la maestra.

Fuentes consultadas o notas:

(1) Boletín SEP no. 15: “Encabezan Esteban Moctezuma Barragán y Delfina Gómez Álvarez la primera Conversación Magisterial del 2021”, publicado el 20 de enero, 2021.

(2) Estuvieron presentes, a distancia, “supervisoras y supervisores de Baja California Sur, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y del Estado de México, así como autoridades educativas de todos los niveles”.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-agenda-educativa-de-delfina-gomez/

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La promoción horizontal de la USICAMM. Malas noticias para los maestros

 Abelardo Carro Nava

Desde la década de los noventa, cuando el auge por lograr la tan anhelada y prometida “calidad” educativa estaba en todo su esplendor dado el proceso “modernizador” que, supuestamente había impulsado Miguel de la Madrid Hurtado en el país, el gobierno Salinista, conjuntamente con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en manos de Elba Esther Gordillo, vendieron la idea al magisterio mexicano de que, a través de un estímulo o incentivo que se vería reflejado en su salario se conseguiría este propósito, pero, además, se estaría dando un paso importante en la revalorización del magisterio. Hecho que, como sabemos, quedó plasmado en el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB).

De esta idea nació lo que muchos colegas conocemos como el Programa de Carrera Magisterial (PCM), cuyos propósitos consistían en estimular la calidad de la educación y establecer un medio claro de mejoramiento profesional, material y de la condición social del maestro por lo que, de esta forma, se estableció un mecanismo de promoción horizontal para el personal docente frente a grupo que enseñara en los ciclos de la educación básica con la intención de que esos profesores pudieran acceder, si es que así lo decidían, dentro de la misma función, a niveles salariales superiores con base en su preparación académica, la atención a los cursos de actualización, su desempeño profesional y su antigüedad en el servicio y en los niveles de la propia carrera magisterial (DOF, 1992).

Ahora bien, esa promoción horizontal estaba integrada por cinco niveles de estímulo denominados “A”, “B”, “C”, “D” y “E”, y que los profesores podrían lograr, siempre y cuando de manera voluntaria, se evaluaran conforme a los lineamientos establecidos para este objetivo. Los factores de evaluación, y su respectivo puntaje específico en cada una de las vertientes en las que podrían participar, eran: a) aprovechamiento escolar, b) formación continua, c) actividades cocurriculares, d) preparación profesional, e) antigüedad, f) gestión escolar, g) y apoyo educativo. El puntaje máximo (en cada vertiente) no rebasaba los 100 puntos, pero se destaca que el factor aprovechamiento escolar, consistente en el conjunto de logros de aprendizaje obtenidos por los alumnos en un grado o asignatura en un ciclo escolar, de acuerdo a los planes y programas de estudios oficiales vigentes, recibían el mayor puntaje.

Por lo que respecta a los niveles de promoción, se especificaba que éstos eran consecutivos y seriados, es decir, los docentes solo podrían acceder a un nivel inmediato superior por periodo de promoción, previo cumplimiento con la permanencia establecida. Por ello, si un maestro se encontraba ubicado en una Zona Urbana o Rural, debía permanecer en el nivel “A” 3 años, nivel “B” 3 años, nivel “C” 4 años, nivel “D” 4 años y nivel “E” indefinidamente. Pero, si se encontraba en una Zona de Bajo Desarrollo, los docentes deberían de permanecer en cada nivel un periodo de 2 años.

Como se sabe, con el paso de los años este programa se corrompió; quiero pensar que esto sucedió por la gran injerencia y participación que tenía el SNTE en los procesos de evaluación a partir de que, en muchas entidades federativas y en la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), las estructuras educativas oficiales fueron cooptadas por esta organización sindical, pero también, porque el mismo gobierno no tuvo la capacidad de transparentar estos procesos y, mucho menos, de fortalecer la formación continua del profesorado mexicano. No obstante, lo anterior, mantengo firme la postura que he fijado desde hace tiempo con relación a que este programa, tal cual inició, tenía bondades que propiciaron la constante capacitación, actualización y profesionalización del magisterio. Claro, habría que checar los estudios que se han hecho sobre ello para entrar en otro tipo de diálogo, pero, desde mi experiencia, considero y sostengo esa postura que en diversos momentos y en diversos foros he expuesto.

Con la llegada de Peña Nieto a la Presidencia, y con la serie de “reformas estructurales” que, derivado del Pacto por México se aprobaron en las “Cámaras de Representantes”, el PCM desapareció y se vino un tremendo desaguisado. La Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la SEP, se encargaron de “enrarecer” todo un proceso que, probablemente, perseguiría una mejora en la calidad de la educación que se brinda en México, así como también, un probable estímulo para los diversos actores que serían evaluados en su desempeño, pero también, para la obtención de un incentivo. La consigna fue clara, y ya sabemos de qué manera se desarrolló la evaluación del desempeño docente y, por consiguiente, la de los incentivos. Aún en varios estados de la República Mexicana se mantienen serios litigios para que les sea concedido el pago que les corresponde por haber obtenido el nivel K1.

Y bueno, una de las características que tuvo lo que se denominó Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica durante el gobierno peñaniestista, fue aquella clasificación que tanto lastimó al magisterio: “idóneo y no idóneo” y que, en términos sencillos, no significó otra cosa más que el establecimiento de una serie de factores para la evaluación de los maestros y maestras denominados: a) no suficiente, b) suficiente, c) destacado, e d) incremento (ascenso en el programa en la función).

De esta forma, este “programa” contaba de 7 niveles de incentivos de carácter económico cuya vigencia era de hasta 4 años para cada uno y, según se dijo, se otorgaban de manera objetiva, equitativa y transparente, con irrestricto respeto a la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) y al programa (SEP, 2015). Cabe mencionar que, en este “programa”, no había variación en cuanto al tiempo (4 años) que debería permanecer el docente una vez que obtuviera uno de los niveles señalados, no así en cuanto a los porcentajes de los incentivos que podía alcanzar un profesor puesto que mientras unos podían lograr 180% con relación a su salario, otros (ubicados en zonas de alta pobreza y alejadas de zonas urbanas), podrían alcanzar hasta un 222%.

Y bueno, para cerrar este punto, resta mencionar que el instrumento de evaluación (examen al profesor), fue el rubro que determinaba si es que el profesor se promovía o, por el contrario, recibiría el acompañamiento mediante algo que denominaron “tutoría”. Esto, sin soslayar la elaboración de un proyecto de enseñanza o de gestión (según fuera el caso) del que, poco o nada se sabe en cuanto a la retroalimentación que le pudieron hacer al profesor evaluado.

En fin, como dije: todo un tremendo caos y desaguisado.

Con el triunfo en las urnas de López Obrador, y su respectiva llegada a la Presidencia, se retomó aquella anhelada y prometida revalorización del magisterio. Consecuentemente, en las mismas “Cámaras de Representantes” se aprobó la reforma a la reforma educativa del 2013 y, como parece obvio, las leyes secundarias que de ella emanaron. Surgió la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM), así como también, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) encargada, entre otras cosas, de desarrollar un programa de estímulos e incentivos que favorecieran el desempeño eficiente del servicio educativo para que, de esta forma, se contribuyera al reconocimiento escolar y social de la dignidad magisterial. Y bueno, después de algún tiempo en el que nada se sabía de este programa, recientemente la USICAMM lanzó el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, una copia mal hecha, o bien, una continuidad del Programa de Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica implementado por el gobierno de Peña Nieto. Irrisoriamente, aunque la reforma educativa del 2013 fue cancelada, en los hechos, en el gobierno de López Obrador persisten muchos programas que su antecesor impulsó a través de sus Secretarios de Educación, Y es que mire usted, si hace un ejercicio comparativo, particularmente del que nos ocupa, podrá coincidir conmigo en varios rubros.

Comienzo por sus propósitos. Según del documento dado a conocer hace unos días se señala que, entre otros, este programa tiene la intención de mejorar las condiciones económicas, profesionales y sociales de las maestras y maestros a través del reconocimiento del personal docente… por su compromiso, responsabilidad y profesionalismo en la realización de la tarea educativa (USICAMM, 2021); algo así se señalaba en el del 2015, ya que éste se proponía mejorar las condiciones de vida y la valoración social de los participantes de la promoción en la función por incentivos que demuestren calidad en la prestación de sus servicios, compromiso en el desempeño de su labor educativa y vocación magisterial (SEP, 2015). En fin.

Por lo que respecta a la tabla de elementos multifactoriales que considera la promoción horizontal en este programa, se contempla: a) antigüedad, b) reconocimiento al buen desempeño, c) grado académico, d) desarrollo profesional, e) instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes, f) autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales y práctica educativa y entrevista por el colectivo docente. La suma de puntajes que pudieran obtenerse de la valoración al docente participante da un total de 330 puntos. Destaca que el elemento denominado instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes reciba 120 puntos y la autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales 80 puntos. Dato curioso porque, si usted lee con detenimiento el documento que he referido, el primero rubro corresponde prácticamente a un examen de opción múltiple y, el segundo, a la elaboración de un proyecto de enseñanza, mismos que fueron aplicados durante el gobierno de Peña Nieto. Claro, hay mínimas diferencias, pero, su esencia, se mantiene. ¿Acaso no se ha ido la CNSPD de la USICAMM?,

Por lo que se refiere a los niveles del estímulo de carácter económico, este programa contiene 8, cuya permanencia mínima es de 4 años cada uno aplicables conforme a la normatividad vigente, es decir, al igual que en el PCM se señalaba que los niveles de promoción eran consecutivos y seriados, en éste para la promoción al segundo nivel y subsecuentes, los participantes deberán cubrir, al igual que se hizo en el programa del sexenio anterior, 4 años de permanencia en cada nivel y los demás requisitos. Ahora, el porcentaje específico para cada nivel varia conforme a éste puesto que, en un primer momento, se señala que se podrá alcanzar un máximo de 205%, con relación al salario, mientras que en las zonas de alta pobreza y marginación (esquema similar al aplicable durante el peñismo) se podría alcanzar un 247%. Esto, de conformidad con la DISPONIBILIDAD PRESUPUESTARIA y en términos de las disposiciones presupuestarias aplicables. Sí, leyó usted bien, este programa está sujeto a esa disponibilidad presupuestaria lo cual significa que, en caso de que los resultados sean favorables para un participante en el proceso, éste será colocado en una lista, denominémosla de prelación y, si las condiciones presupuestales lo permiten, podría ser beneficiado con el estímulo, pero, si no hubiera esas condiciones, simplemente no se le asignaría el mismo. ¿Menudo embrollo no cree?, ¿hablamos de una revalorización del magisterio?

Expuesto todo lo anterior resta mencionar que, una vez más, estamos ante un gobierno y una SEP que, en términos concretos, no sabe qué hacer para cumplir con sus respectivas funciones. Por un lado, el discurso pomposo que señala que todo ha cambiado y que ha comenzado una transformación del país, se derrumba cuando en los hechos se observa una continuidad entre gobiernos que poco o nada beneficia al magisterio. Si en verdad se pretende lanzar un programa que motive al profesorado a participar para su mejora profesional y económica, debería de iniciarse con un esquema de formación continua que verdaderamente fortalezca el quehacer docente. En todo caso, no estaría nada mal revisar los factores de evaluación o elementos multifactoriales para ajustarlos a la realidad que se vive en el terreno docente. No es posible que, al igual que en el sexenio anterior, un examen de opción múltiple esté mejor ponderado que el desarrollo profesional o los grados académicos, pero bueno, esa es otra historia. Lo que si tengo claro es que, en la SEP, el fantasma de Aurelio Nuño sigue presente.

Con negritas:

No sé si usted recuerde, pero con Peña Nieto el proceso de evaluación fue un caos porque, curiosamente, jamás se hizo público el procedimiento bajo el cual eran evaluados los maestros. Es decir, qué se evaluaba, cómo se evaluaba, quién evaluaba y quién evaluaba a los evaluadores, entre otras cuestiones, fue una gran incógnita. Creo, estamos ante la antesala de un nuevo desaguisado, pero, espero equivocarme, peor que el anterior.

Al tiempo.

Referencias:

DOF. (1992) Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/b490561c-5c33-4254-ad1c-aad33765928a/07104.pdf

SEP. (2015). Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/appsite/VBReglamento_final_2015.pdf

SEP. (2021). Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: http://file-system.uscmm.gob.mx/2021-2022/compilacion/EB/Programa_promocion_horizontal_niveles_EB_2021.pdf

Cuadro comparativo de los distintos programas: PCM, PPFI y PPHNI

Carrera magisterial Promoción en Función por Incentivos CNSPD Promoción por Niveles USICAMM
Aprovechamiento escolar No suficiente Antigüedad
Formación continua Suficiente Reconocimiento al buen desempeño
Actividades cocurriculares Destacado Grado académico
Preparación profesional Incremento (ascenso en el Programa en la Función) Desarrollo profesional
Antigüedad Instrumento de evaluación
Gestión escolar Instrumento de valoración de recursos personales y práctica
Apoyo educativo Entrevista por el colectivo docente

Fuente: Elaboración propia

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-promocion-horizontal-de-la-usicamm-malas-noticias-para-los-maestros/

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La @USICAMM_OFICIAL, Hogwarts y la promoción horizontal

Por: Anel Guadalupe Montero Díaz

“En el liderazgo, un gramo de ejemplo es equiparable a kilos de consejos”

John C Maxwell


A propósito de la publicación en la página oficial de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) del Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, han sido publicados algunos artículos académicos que describen los programas institucionales de mejora salarial desde Carrera Magisterial, pasando por la promoción en la función hasta las reglas de la actual administración

Al margen de la descripción detallada y academicista, llama la atención las apresuradas conclusiones y adjetivos con los que algunos articulistas se atreven a calificar un sistema de mejora u otro, sin descartar la agenda ni la ideología que constituye la huella de quienes escribimos: desde dónde hablamos, por qué lo hacemos y a quiénes van dirigidas nuestras reflexiones.

No es un dato menor que en la Reforma Educativa de 2013 las comunidades académicas también tuvieron su propia lucha en la búsqueda incesante por el poder, el reconocimiento y el aplauso: Unos afirmaban que la evaluación que proponía el extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) estaba equivocada, porque la que ellos proponían era mejor. Otros, citando a Benedetti, Freire y Neruda y reciclando analogías sudamericanas sobre el sistema educativo, enarbolaron la bandera de la justicia magisterial en sus propios términos, incapaces (por ego o por agenda) de reconocer el enorme trabajo, aportaciones y sacrificio de sus colegas académicos que, a diferencia de éstos, no les importó exponer sus carreras y prestigio en aras de un verdadero avance en el campo educativo para alumnos y maestros.

La narrativa que estos académicos buscaron imponer (curiosamente alineada con los discursos de “líderes” disidentes y ortodoxos) sigue tratando de consolidarse hasta la fecha, por lo que se sugiere al lector ser cuidadoso con todas las posturas, incluso con la de quien esto escribe, porque como se dice coloquialmente: “cada uno habla de la feria como le fue en ella”

Y es precisamente mi experiencia lo que pretendo compartir en este artículo para poder establecer una distancia sana y necesaria con las opiniones académicas que afirman que Carrera Magisterial “se corrompió” como si hubiera sido un proceso mágico producto de un primer viernes de marzo en Catemaco y que el SNTE fue el absoluto responsable, siendo la SEP “cooptada” por los primeros. Es una narrativa reiterada, pero incompleta ¿por agenda o por miopía? Eso es lo que valdría aclarar.

En su momento, Elba Esther Gordillo señaló que ella no tenía injerencia en la nómina de los Estados, por lo que los operadores políticos de los Gobernadores eran incrustados en las nóminas magisteriales que otorgaron estímulos económicos como Carrera Magisterial a discreción para beneficio de operadores políticos leales a sus fines y propósitos. Eso explicaría cómo la gran mayoría de los programas creados para perseguir objetivos encomiables, como abatir el rezago, mejorar el salario o la tan mentada “revalorización magisterial” en realidad funcionaban como caja chica de los virreyes estatales.

Carrera magisterial y la casa de Slytherin. Un testimonio

En 2014, quien esto escribe tenía 14 años de antigüedad en el servicio docente y Carrera Magisterial siempre fue una fuente de frustración constante: cuando no me quitaban puntos (porque sí), la aclaración no procedía (porque sí) o, como en la penúltima etapa, la aclaración procedía a destiempo (ese tipo de frustración fue nuevo). Hasta ese momento, no había logrado ni siquiera promocionarme en la letra A, de un sistema que abarcó hasta la E con sus respectivas mejoras salariales.

Las únicas reglas claras que pude observar durante el tiempo que duró Carrera magisterial fueron las de la prestidigitación como un arte que la Secretaría de Educación en Veracruz perfeccionaba en cada etapa, porque en cuestión de dineros y puntajes, la magia siempre ocupó un papel preponderante.

Y para muestra un botón: En la penúltima etapa de Carrera Magisterial, los Asesores Técnico Pedagógicos en Veracruz tuvimos evaluación nula en el rubro de Aprovechamiento Escolar, a pesar de que los lineamientos eran muy claros al respecto, pero en esta Entidad no pasa nada y al mismo tiempo, todo puede pasar. La cábala educativa jarocha es así hasta la fecha, qué duda cabe.

La discrecionalidad del programa se reveló justo en el momento en el que procedió el reclamo y el factor Aprovechamiento Escolar tenía un puntaje de 16.66 de 30 y nadie supo por qué, de dónde salió el numerito o qué fue lo que contó al final. Los misterios de la magia negra debido a la influencia de la casa de Slytherin tampoco se pueden descartar del todo.

En fin, después de tantos años, pude lograr la promoción en la letra A (el sistema de Carrera Magisterial abarcó hasta la letra E), por lo que puedo decir con base en mi propia experiencia que fue una real pesadilla que por ningún motivo extrañé y que creía superada hasta la semana pasada.

Cabe mencionar que también conocí docentes y directivos extraordinarios con el beneficio máximo en este sistema de promoción, pero no hay estudios serios sobre qué fue realmente lo que pasó en Carrera Magisterial, amén de la corrupción y es que por lo menos en este caso sí es válido el axioma de que tienes que vivirlo para contarlo (si es que sobrevives, claro).

La Reforma Educativa 2013. De cuando Voldemort se disfrazó de Dumbledore

Afirmar que la Reforma Educativa de 2013 fue “un tremendo caos y desaguisado” es un directo insulto a la inteligencia magisterial, un intento burdo de manipular la realidad y un asalto a la narrativa presente de una tensión entre académicos que participan en una lucha hegemónica dentro del campo educativo.

Personalmente, considero que es una falta de respeto a las mujeres que participamos en los procesos de promoción con reglas claras y de manera digna. Lo tomo como un insulto personal, porque las historias de acoso, discriminación y difamación en México en contra de las mujeres profesionales es real y cuando surgen leyes e Institutos autónomos encargados de hacer valer el trabajo docente de calidad por encima de género, agenda política, sindical o personal, es lícito afirmar que todo aquel que atente contra ellos atenta contra las mujeres maestras profesionales en México.

Antes de la Reforma Educativa de 2013 ¿cómo accedían las mujeres maestras a los puestos clave dentro de la estructura educativa? ¿cuántas Jefas de Sector -por ejemplo- había en el estado de Veracruz, férreamente controlado por líderes sindicales que mandaban mientras las mujeres operaban porque ese era su lugar?

Antes de la Reforma Educativa de 2013 ¿cómo accedían los jóvenes sin recursos pero con estudios, de las comunidades alejadas al sistema educativo nacional? ¿cómo obtenían su plaza? La Reforma de 2013 les dio oportunidad de ser maestros a quienes hoy la critican, haciendo el caldo gordo a quienes siempre los consideraron carne de cañón y fuente de riquezas al margen de la ley y al amparo de puestos clave en la Secretaría de Educación.

Y no es que la RE2013 haya sido perfecta. Lejos de eso, pero era perfectible. Hoy se pueden aprovechar -por ejemplo- las figuras de los evaluadores certificados por el INEE, quitando los términos “idóneo” y “no idóneo” de las evaluaciones, desarticulando el resultado con la permanencia como se hizo en esta administración, pero la narrativa que se quiere imponer desde una parte de la academia y la política es peligrosamente sectaria y polarizante porque es falsa. Así de simple.

La evaluación de desempeño en la administración pasada sí respondía a los reclamos de pertinencia social, se realizaban con base en el análisis del contexto con herramientas pertinentes y clara reglas de juego.

Hoy baste ver la discrecionalidad con la que opera el USICAMM, el viacrucis que hacen pasar a los muchachos de nuevo ingreso y las injusticias a las que se ven sometidas sus familias en el proceso al haber apostado por la carrera docente como un vehículo de movilidad social también para sus hijos.

En la coyuntura sexenal, aparecieron cuentas anónimas en twitter que operaban como “observadoras” del proceso docente. Con una aceitada logística, una cara amable y carismática enviaba documentación y narrativas en contra del INEE a figuras docentes, periodísticas y académicas clave en las redes sociales, aunque en su cuenta personal (hábilmente) podía manifestar lo contrario ¿quién patrocinó esa logística? ¿quiénes construyeron esa narrativa?¿cuántos académicos (y quiénes) participaron en este ataque desde las redes al INEE? Es evidente que muchos fueron los beneficiados con la desaparición del Instituto, excepto los verdaderos maestros y maestras que luchan día a día con realidades difíciles en contextos ídem.

El proceso de promoción horizontal, y la nueva escuela de Hogwarts

El colegio Hogwarts, de magia y hechicería tiene una nueva sucursal: el USICAMM. Tan discrecional como el sombrero seleccionador, los profesores que participen en estos procesos no sabrán exactamente cuál será la decisión del caprichoso personaje, aunque en su defensa hay que decir que siempre toma en cuenta los deseos del participante

¿Un maestro que esté al tanto de cómo la USICAMM ha manejado los procesos de ingreso al servicio educativo tendrá confianza en que sus puntajes son justos, transparentes y procederá el trámite conforme a derecho? Exacto.

Amén del tiempo que tomará llegar a la cúspide de la pirámide promocional, hay que agregar el viacrucis que estos procesos hacen pasar a quienes no tienen padrinos, “conectes” políticos ni alianzas sindicales. Ni Sísifo se atrevió a tanto.

Y es que de acuerdo a las disposiciones administrativas establecidas en el capítulo III, vigésima “El programa operará con el presupuesto del Programa de Carrera Magisterial, del Programa de Promoción en la función por Incentivos en Educación Básica y recursos que se asignen al programa, conforme a la disponibilidad presupuestaria y en términos de las disposiciones presupuestarias aplicables”

Es decir, aparte de vigilar las reglas del proceso, se deberá acompañar con lupa el camino y asignación de los dineros destinados para tal fin en una administración donde la austeridad se la piden a los maestros, no a los funcionarios que despachan a discrecionalidad en la Secretaría, pero esa es otra historia.

¿Usted qué opina, estimado lector?

Fuente e imagen: https://profelandia.com/la-usicamm-hogwarts-y-la-promocion-horizontal/

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Y cuando desperté, Nuño y la CNSPD todavía estaban ahí…

Por:  Abelardo Carro Nava

Y es que tal parece que, aquel mal sueño, producto de la mal llamada reforma educativa del 2013 que vivió el magisterio mexicano con Aurelio Nuño y la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSDPD), no ha terminado. Esto, porque como bien sabemos, en días pasados la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), dio a conocer los resultados del proceso de selección de admisión para el ciclo escolar 2020-2021; sin embargo, a través de las redes sociales, en estos días, hemos sido testigos de la serie de “anomalías” que presentó la “evaluación” de los aspirantes a ocupar una plaza docente. Una valoración que, bien a bien, no acaba de entenderse porque, irrisoriamente, aunque la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM) estipula, en su artículo 39º numeral V, los elementos multifactoriales que se tomarán en cuenta como parte de ese proceso de admisión consistentes en: a) un sistema que permita apreciar los conocimientos y aptitudes necesarios del aspirante para lograr el aprendizaje y desarrollo de los educandos, considerando su contexto local y regional de la prestación de los servicios educativos; b) la formación docente pedagógica; c) la acreditación de estudios mínimos de licenciatura; d) el promedio general de carrera; e) los cursos extracurriculares con reconocimiento de validez oficial; f) los programas de movilidad académica; g) dominio de la lengua distinta a la propia, o; h) la experiencia docente (DOF, 2019); la verdad de las cosas, es que se desconocen los “criterios” que tomaron los “evaluadores” para valorar, entre otras cuestiones, los documentos que fueron entregados a las instancias correspondientes.

¿Por qué egresados de una misma escuela normal tuvieron puntajes diferentes entre sí si, en los hechos, la constancia que les acredita el rubro de experiencia docente tendría que haber obtenido el mismo puntaje puesto que, como tal, fue emitida siguiendo un mismo criterio?, ¿cuál fue el criterio con el que se determinó que, a esos egresados, de esas normales, tuvieran variaciones significativas?, ¿por qué la disparidad en esos puntajes? Preguntas que, desde luego, generaron un “torrencial” de inquietudes que, hasta el momento en que cierro estas líneas, la USICAMM no ha clarificado mediante un comunicado oficial o, al menos, a través de su community manager que, debo decirlo, responde los comentarios que se le vienen en gana en esas redes sociales, como la de twitter, por ejemplo. ¿No es clara la afectación que este proceso generó en los aspirantes a una plaza docente al valorar inadecuadamente el rubro que refiero? Esto es así porque, si bien es cierto que hace unos meses se lanzó una convocatoria nacional base para el proceso de selección en comento, misma que se replicó en cada una de las entidades de nuestro país y, mediante las cuales, se estipularon los “requisitos” que los aspirantes tendrían que cumplir para ingresar al Sistema Educativo Mexicano (SEM), ¿por qué esa “evaluación” tuvo resultados diversos y poco objetivos o faltos de transparencia?, ¿dónde queda, precisamente, esa transparencia a la que alude el artículo 39 de la LGSCMM?, ¿los fallos u omisiones en tal proceso son responsabilidad directa de los aspirantes cuando éstos entregaron sus documentos y fueron recibidos por las instancias correspondientes?

Ahora bien, tengo claro que, a partir de la contingencia sanitaria declarada en marzo de este año, una de las etapas “importantes” en este proceso de selección se vio modificada, me refiero a la de la aplicación de instrumentos de valoración de conocimientos y aptitudes; y que, con ello, solamente se tomó en cuenta para la emisión de resultados: el promedio general de carrera de cada uno de los aspirantes, los cursos extracurriculares con reconocimiento de validez oficial, los programas de movilidad académica, la experiencia docente, el curso de habilidades docentes para la nueva escuela mexicana y, en su caso, el nivel de CENNI, para los aspirantes a impartir la materia de inglés; sin embargo, y aunque sabemos de la existencia de una fórmula para que, en caso de existir alguna duda por parte de los interesados, mediante su aplicación, ésta pueda disiparse; en los hechos, la incertidumbre reina por completo el escenario puesto que, como lo he dicho, no son claros los “criterios” que emplearon los evaluadores para valorar, por ejemplo, una constancia emitida por una escuela normal en los mismo términos.

Ahora bien, ya que hablamos de las escuelas normales, resulta inconcebible que, los responsables de este proceso de “valoración”, no hayan tenido el menor cuidado (ya no digamos el conocimiento) para verificar si una normal era pública o particular; esto, porque como también fuimos testigos, en el Estado de Puebla, la Escuela Normal Instituto Jaime Torres Bodet (por ejemplo), fue “confundida” con una particular cuando en realidad es pública. Obviamente, este pequeño error, se detectó una vez que los resultados se dieron a conocer pero, desde mi punto de vista, lo que verdaderamente fue lamentable es que se hayan “bajado” los resultados de la página que los diera a conocer para, horas más tarde, se volvieran a “subir” sin que, repito, se haya ofrecido una disculpa pública a los interesados. ¿Se imagina usted lo que pasó por la cabeza de un aspirante que, en la lista inicial, apareció en el lugar 10 y, después de que volvieran a “subir” los resultados, éste observó que el suyo se había modificado para encontrase en el lugar 20?, ¿dónde quedó la seriedad en los procesos?

Y es que precisamente este proceso, desde la aprobación y aplicación de la mal llamada reforma educativa en 2013, ha sido ampliamente cuestionado. Para quienes tenemos un poquito de mayor tiempo en el magisterio, seguramente recodaremos la serie de inquietudes que se le plantearon al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y a la CNSPD; esto, porque como bien se sabe, mientras uno se encargaba de diseñar los instrumentos de valoración, el otro, los aplicaba; hecho que generó toda una serie de reacciones que, en su mayoría, se tradujeron en un sentido rechazo porque tal evaluación no aseguraba, así como lo planteaba Aurelio Nuño, “el ingreso de los mejores maestros” porque, como también sabemos, un examen no valora otras cualidades que los docentes ponen, o pondrían en juego, al momento de estar frente a un grupo de alumnos.

Sí, tengo claro la serie de corruptelas existentes para ingresar al magisterio antes de la entrada en vigor de la mal llamada reforma educativa, sin embargo, éstas no se acabaron durante el sexenio pañanietista, aún y cuando se dijo que se pondría fin a tales cuestiones. Sí, tengo claro que, durante ese periodo, la meritocracia fue el estandarte que llevo al ex Secretario de Educación a asegurar que cualquiera podía ser maestro, sin embargo, como bien sabemos, esto no sucede así porque, por donde se vea, las instituciones formadoras de docentes, por excelencia, tienen asignada esta función y, por ende, capitalizan sus esfuerzos y capacidades para formar a los futuros maestros y maestras de México. Sí, tengo claro que, después de la aprobación de la LGSCMM, quedó establecida la preferencia que tienen estas instituciones para que sus egresados ingresen al magisterio, sin embargo, desde mi perspectiva, no tendría por qué habérsele asignado dicha preferencia porque, como he dicho, su naturaleza las lleva a formar docentes con los conocimientos necesarios para ejercer su función dadas las exigencias locales, nacionales y globales. Sí, tengo claro que las instituciones formadoras de docentes adolecen de múltiples cuestiones, pero éstas, no son directamente atribuidas a ellas puesto que, al depender del estado, su ejercicio tiene como base lo que el mismo estado el brinda.

Finalmente, quisiera comentar sobre un asunto que, desde hace ya un buen tiempo he venido señalando en diversos espacios: la transparencia en las vacantes, y las vacantes que se estipulan en las convocatorias que se emiten para concursar por un lugar en el magisterio. Un tema del que poco se habla y, si se habla, recientemente, se alude al Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas (SATAP) pero, desafortunadamente, este sistema ni es del todo transparente ni es del todo abierto; esto es así, porque las plazas siguen siendo un extraordinario botín político en los estados.

¿Qué podemos esperar sobre los concursos de promoción para los docentes en servicio? Esos… esos concursos son otra historia, pero cuya trama pareciera que será idéntica, ¿y el SNTE?

Referencias:

DOF (30/09/2020). Ley general del sistema para la carrera de las maestras y los maestros. Recuperado de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGSCMM_300919.pdf

Fuente: https://profelandia.com/y-cuando-desperte-nuno-y-la-cnspd-todavia-estaban-ahi/

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El proceso de admisión a la docencia: el calvario para unos y otros.

 Abelardo Carro Nava

 

Ingresar a tal página, descargar cierta información, leer esa información, realizar un resumen que apoye el estudio; ingresar a otra página y realizar el mismo proceso; conformar un grupo de estudio para compartir lo que se tenga que compartir; recibir documentos, audios y videos de diversas fuentes que “dicen” algo relacionado con el proceso de admisión; recibir cualquier tipo de oferta de asesoría para aprobar el examen; y desde luego, no podía faltar, alguno que otro “vivillo” de alguna sección sindical, o de las propias Secretarías de Educación, que aseguran tener contactos para que, el o los interesados, accedan a una plaza en el magisterio.

Sí, lo descrito en el párrafo anterior, enuncian algunas cuestiones que los aspirantes a participar en el proceso de selección para la admisión a la docencia, viven y han vivido, desde el momento en que se tomó la decisión de contar con un mecanismo que asegurara el ingreso a la docencia.

Por su parte, en las instancias gubernamentales, particularmente en la Secretaría de Educación Pública (SEP) y en la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), sucede otro proceso que, por obvias razones, se traslada a las entidades federativas por lo que dicho proceso está, o debe estar, fincado en las leyes, normas, lineamientos y reglamentos que hayan sido construidos y aprobados para tal efecto; me refiero, específicamente, a lo relacionado con la emisión de lineamientos, convocatorias y mecanismos de transparencia, que “aseguren” la selección de los aspirantes a ocupar un lugar en el magisterio.

No obstante, lo anterior, diversas problemáticas se han presentado en esos dos escenarios que brevemente he descrito. Asunto que, como he dicho, no es nuevo; en su momento, la Coordinación del Servicio Profesional Docente (CNSPD), padecía los estragos ocasionados por una reforma que no acabó de aterrizar lo que la ley mandataba y que, desde mi perspectiva, hoy día, prevalecen y se han agudizado por la contingencia sanitaria. Me explico.

Como bien sabemos, en el mes de febrero se publicaron las convocatorias para el proceso de selección de admisión a la docencia para el ciclo escolar 2020-2021 (en lo sucesivo me referiré, particularmente, a lo que ocurre en educación básica). Esto, luego de que la USICAMM, hubiese emitido la convocatoria base para tal encomienda. De esta forma, y para tal propósito, en dicha convocatoria se dieron a conocer las plazas vacantes en cada una de las entidades federativas por lo que, si usted revisa algunas de esas convocatorias, encontrará que los números de plazas vacantes difieren considerablemente entre las diferentes entidades de la República Mexicana; mientras en algunos estados se encuentran disponibles 3 plazas (Tlaxcala), en otros, los números reflejan una cantidad mayor a las 900 (Puebla). Asunto que, como bien sabemos, responde al registro de vacancias por parte de las dependencias gubernamentales, de los procesos de jubilación, renuncia o cese. Sin embargo, un hecho que deseo subrayar sobre este aspecto es que, por ejemplo, si usted ingresa la página de la USICAMM, pulsa el ícono “Transparencia”, luego accede al recuadro denominado “Consulta de Plazas Vacantes del Sistema Abierto y Transparente de Asignación de Plazas (SATAP), selecciona lo que los recuadros solicitan (entidad, ciclo escolar, proceso, tipo de concurso, tipo de educación, nivel educativo, tipo de servicio o asignatura) y, para finalizar, le da la opción buscar, notará que, de inmediato, aparece una leyenda que a la letra dice: “No se encontró vacancia, no hay vacancias para los filtros proporcionados”. Consecuentemente esto nos lleva a pensar, que ese ejercicio de transparencia no es del todo transparente porque, si no me equivoco, las plazas vacantes que aparecen en las convocatorias siguen bajo esta concepción, el de vacantes, puesto que no se han ocupado aún y cuando el proceso esté en curso. ¿Por qué existe esta contradicción? Sería bueno que las autoridades educativas lo explicaran porque, de hecho, como ya he dado cuenta en una entrega anterior en este y otros espacios en el mes pasado (https://profelandia.com/la-transparencia-en-la-asignacion-de-las-plazas-en-la-4t/), las inconsistencias en esa transparencia (para este y el anterior proceso de admisión 2019-2020) son, valga la expresión, una constante. ¿Por qué abrir un espacio de transparencia que no transparenta mucho que digamos?

Ahora bien, por lo que respecta a las fechas en las que se realizarían el registro de aspirantes, el curso de habilidades docentes para la Nueva Escuela Mexicana y la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes docentes puedo decir que, las dos primeras ya se han realizado, con todas sus vicisitudes, con todas sus complejidades, pero ya se han llevado a cabo; el problema como tal radica en el tercer aspecto que señalo, el de la aplicación del instrumento de valoración porque, como ya señalaba, la contingencia sanitaria llevo al USICAMM, a emitir un comunicado, primero, en la página de dicha Unidad el 11 de mayo (https://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/index.html) y en el que se refiere la suspensión de los procesos de admisión, promoción y reconocimiento y, en segundo lugar, a través de diversas redes sociales, por ejemplo vía Facebook, el día 15 de mayo: “La Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, se encuentra analizando las actividades del Calendario anual de los procesos de selección para la admisión, promoción y reconocimiento del sistema para la carrera de las Maestras y los Maestro 2020, en su oportunidad de conformidad con las condiciones sanitarias, se informará lo conducente” (https://www.facebook.com/USICAMM/photos/a.1764993977096992/2547101858886196/?type=3&theater). Como seguramente podremos imaginar, estos comunicados generaron diversas reacciones entre los aspirantes del proceso de admisión. Por un lado, se entiende que la contingencia sanitaria por el Covid-19, de alguna u otra forma, vino a alterar ciertos procesos administrativos pero, por otro lado, no se entiende que, hasta el momento en que cierro estas líneas, no exista mayor información sobre tal cuestión, aún y cuando el titular de esta dependencia, Francisco Cartas, en conferencia del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma (https://www.youtube.com/watch?v=mCMMCZA_O5w), y posteriormente, con integrantes de la Cámara de Diputados (https://www.youtube.com/watch?v=H_7s8kybaw4), haya tenido la oportunidad de aclarar las cosas, ampliando dicha información, con relación al proceso que comento. Como seguramente usted supone, la incertidumbre reina por el momento puesto que, aunque no se ha emitido un comunicado oficial sobre las fechas de aplicación del instrumento y la forma en que sería aplicado, todo hace pensar que esa aplicación sería “en línea”, asunto que ha generado una serie de suspicacias que, prácticamente, son y serán interminables, hasta que no se emitan los criterios para tal cuestión. Menudo problema en que se encuentra la USICAMM y la propia SEP.

Ahora bien, lo que sí es un hecho, es que ya se han publicado las guías para el proceso de selección de admisión ciclo escolar 2020-2021; no obstante, en tales guías, existen otras inconsistencias puesto que, en su contenido, en alguno de sus apartados se indica que, para valorar la función docente en el servicio público se deberá considerar como fuente de consulta los Aprendizajes Clave para la Educación Integral (2017) (http://file-system.uscmm.gob.mx/2020-2021/Guias/Guia_proceso_de_seleccion_admision.pdf) pero, en otros, como la guía de estudio para la educación primaria, se refiere al Programa de estudios 2011 (http://file-system.uscmm.gob.mx/2020-2021/compilacion/guias/eb/Educacion_Primaria.pdf). Entonces, ¿bajo qué referentes se realizará la valoración?, ¿por qué dos guías?, ¿por qué, de nueva cuenta, la ambigüedad o contradicción? Ciertamente habrá quien alguien me diga que cada guía tiene un propósito específico, y puede ser cierto, sin embargo, ¿no sería pertinente tener un solo documento? Caray, ¿por qué burocratizar un proceso de valoración que, se supone, valora los conocimientos y aptitudes?, ¿será que lo que se valora es el proceso de búsqueda de esa información y no la adquisición y comprensión del contenido referido en ambos programas?

Bien se dice que prometer no empobrece, y hay algo de razón en ello; sin embargo, fueron muchas las promesas que se realizaron durante la campaña del Presidente López Obrador mismas que, como he dicho en reiteradas ocasiones, se han cumplido parcialmente.

Una de ellas, precisamente encontró sentido en lo que en su momento la CNSPD realizaba conforme a las “funciones” que le fueron conferidas y que, como bien se sabe, se cuestionaron en demasía hasta que dejo de existir dicha Coordinación. No obstante, tal parece que esas mismas circunstancias/problemáticas prevalecen en el Sistema Educativo Mexicano, lo cual nos hace pensar seriamente en la tan prometida transformación a la que constantemente alude el lopezobradorismo. ¿Realmente mucho ha cambiado para que todo siga igual?, ¿por qué no dar ese salto hacia la transparencia tan necesaria y prometida?, ¿por qué no avanzar hacia otros escenarios que posibiliten la resolución de problemas que, desde hace muchos años, aquejan a todo el sistema?, ¿no es ese el sentido de una profunda cuarta transformación?, ¿por qué complejizar lo complejo?, ¿por qué no realizar un trabajo, desde la SEP y la USICAMM, que asegure la fiabilidad de los procesos simplificándolos pero sin perder de vista lo mandatado por las leyes?, ¿por qué no se ha ido esa percepción que asegura la vigencia de una corrupción en todo el Sistema?

Luego entonces, cierro con otra pregunta que me parece fundamental para comprender todo esto: ¿realmente dejó de operar la CNSPD o solamente cambió de nombre y de titular?

Al tiempo.

Fuente: https://profelandia.com/el-proceso-de-admision-a-la-docencia-el-calvario-para-unos-y-otros/

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