Cristina Cantero: «Deberían hacerse iniciativas de formación en información para no caer en la desinformación»

La propagación de noticias falsas es un problema grave que afecta a la sociedad. Plataformas tecnológicas y empresas del sector tratan de aportar soluciones para prevenir las fake news. Cristina Cantero, directora de reputación y crisis de ATREVIA, considera fundamental formar a la población desde la juventud para que sepa gestionar la información que recibe.

Cada día recibimos a diario bulos y noticias falsas a través del móvil y de las redes sociales. El volumen de fake news es muy grande, por lo que debemos tomar precauciones para no ser cómplices. Cantero cree que es fundamental conocer nuevas herramientas que nos permitan detectar las informaciones falsas y poder reaccionar de forma más rápida. Además, desde ATREVIA, se ha elaborado un protocolo anti-fake con el propósito de ayudar a empresas y marcas a frenar la avalancha de informaciones y noticias falsas.

¿Considera las fake news una nueva pandemia?

Sí, sobre todo, por la velocidad a la que se propagan. Los bulos se disparan en cuestión de minutos y dañan la reputación de una marca y deja huella. Uno de los principales problemas es la huella digital que dejan estos bulos o informaciones falsas.

¿Es posible prevenirse ante las fake news?

Se ofrecen estrategias tecnológicas, los algoritmos, pero los grandes difusores de fake news no son bots, hay personas detrás. Hay crisis globales y políticas donde puede haber una estrategia detrás y que sí pueda haber bots. Pero hablo de las fake que leemos a diario. Debería haber más educación en las escuelas para que las generaciones vayan creciendo, inclusive programas formativos en otros canales de mayores audiencias. Habría que señalar al que miente y hacer ese tema educacional para que no escuchemos al primero que pasa por Internet solo por tener muchos seguidores. Debemos ser más críticos y contrastar, porque hay muchos fines, y apelar a la responsabilidad. Las plataformas tecnológicas lo intentan, pero hay una responsabilidad individual de desconfiar de toda información que nos llega. Deberían hacerse iniciativas de formación en información y desinformación para no caer en ella.

“Cuando el río suena, agua lleva. El problema es que ahora puede que el río no lleve agua»

¿Cómo se trabaja desde ATREVIA para parar las fake news?

Tenemos distintas metodologías, algunas son de prevención, otras de gestión de crisis y otras de recuperación de la confianza o de posicionamiento. Nosotros podríamos ser el dique de contención de cualquier fake tanto en prevención como de contención. Hacemos asesoramiento y el acompañamiento para evitar que esto se propague o se disemine en los distintos canales. Antes a las críticas no se les daba importancia, porque la compañía se veía con potestad para desmontarlo. Hoy en día estos bulos suben a escala. La prensa tiene que apoyarnos y tratar de rectificar cuando sean hagan eco de un fake. En España tenemos un mal dicho que dice: “Cuando el río suena, agua lleva”. El problema es que ahora puede que el río no lleve agua y que verdaderamente nos pase factura. Es tremendamente peligroso lo que estamos viviendo en estos días.

¿Cuál es el protocolo a seguir cuando detectan una noticia falsa?

Los protocolos son distintos cuando tienes que reaccionar ante un medio de comunicación que cuando reaccionas ante una red social. La red social tiene su formato y su lenguaje propio y, sobre todo, hay que saber cuándo pronunciarse para que no se produzca ese efecto streisand. Luego hay otra parte que es poner las redes sociales, es decir, si la crítica se está produciendo en Facebook, no debo poner un comunicado en el resto de redes sociales, porque estoy dando pábulo a se difumine más.

¿Cómo valora el papel de los/as periodistas en esta crisis del coronavirus?

La prensa tiene un papel muy relevante en todo esto y no deben dejarse llevar por el clickbait. Creo que se tiene que empezar a recuperar esa diferenciación que había más antes entre lo que era una noticia, una publicación, un publirreportaje o una información. Ahora está todo muy entremezclado y es más difícil diseminar todo esto y da a confusión. Y, sobre todo, las verificaciones, porque es más beneficioso perder una noticia no contrastada que entrar en una noticia completamente falsa y que luego pueda tener graves consecuencias. La profesión se está viendo sometida a unos excesos de rapidez.

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/cristina-cantero-deberian-hacerse-iniciativas-de-formacion-en-informacion-para-no-caer-en-la-desinformacion/

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Marta Pellico: “La alfabetización mediática también debería incluirse en el currículo escolar”

Por Alejandra Avendaño/AikaEducacion

En el marco del webinar “El periodismo de calidad en la era de la desinformación”, organizado por la Unesco y la Universidad Autónoma de Barcelona, Marta Pellico, directora de ICmedia, nos habló sobre el impacto del coronavirus en el consumo televisivo y la distribución de información y desinformación en medios. Para la también abogada es necesario introducir la alfabetización mediática en la educación básica e incluir un etiquetado según tipo de contenido audiovisual para que el usuario tenga una real libertad de elección, algo que están impulsando en línea con proyectos de la Unión Europea desde la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de los Medios, cuya finalidad es alentar la calidad de los contenidos en los medios audiovisuales.

En tiempos de coronavirus y bulos, ¿cómo han respondido los medios de comunicación a estos retos y cómo han desempeñado su labor informativa?

Ha sido complicado dar una respuesta global a esta situación. Creo que los medios de comunicación han intentado responder lo mejor posible. Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, todos hemos percibido la desinformación y de hecho todos hemos recibido información dudosa. También hemos visto que algunos medios de información han respondido a la situación con información rigurosa y otros que, quizás debido al sesgo político e ideológico, les ha sido más difícil hacerlo. Esto ha permitido que el usuario vea, desde su perspectiva, el nivel de responsabilidad de unos medios frente a otros.

El contexto del coronavirus ha expuesto varias carencias en la sociedad, como la necesidad de impulsar la alfabetización mediática en las audiencias, ¿a qué actores les corresponde más este trabajo y cómo lo han desempeñado?

El riesgo de la desinformación existe desde que el hombre se comunica. Solo que actualmente con el internet, tiene mayor alcance. En esta crisis, se pone de manifiesto una vez más la importancia que tiene la alfabetización mediática. Desde iCMedia, llevamos más de diez años trabajando este tema, poniendo el foco en dos ejes de actuación, que son el derecho del usuario a recibir información adecuada y el derecho que tienen a la formación, en especial, en el caso de los menores.

Esta es la línea en la que debemos seguir trabajando los agentes u organizaciones sociales para incidir en la alfabetización mediática como tema clave en el currículo escolar. Si ya se incluyen temáticas como la educación vial, la seguridad en internet y el desarrollo del pensamiento crítico también deberían formar parte de ese currículo. En iCMedia ya llevamos tiempo impulsando este proyecto con algunos centros escolares que se preocupan por la alfabetización mediática, aunque son escasos. Lamentablemente, el impacto que tenemos las organizaciones que carecemos de recursos, como es nuestro caso, no llega a toda la comunidad escolar.

Según su perspectiva, ¿qué fuentes de información están priorizando las audiencias en la actualidad y qué tipo de contenidos están consumiendo?

Depende de la audiencia. Si es una audiencia adulta, o concienciada de la importancia de la información, los datos nos dicen que hay una vuelta al consumo de la televisión tradicional. Si hablamos de los más jóvenes, evidentemente su medio de información son las redes sociales y sus informadores los influencers. Lamentablemente hemos observado que muchos de estos canales de influencers carecen de formación o conciencia de responsabilidad y que su audiencia tampoco es consciente de esta falta de información. En iCmedia consideramos fundamental mejorar en esta área y estamos trabajando en varios proyectos europeos que impulsan la responsabilidad de los canales de influencers como fuentes de información veraz.

El consumo de contenidos camina desde una televisión con horarios y temas fijos a un estilo tipo Netflix, con la información disponible en todo momento, ¿esto contribuye a un consumo democrático o genera un impacto negativo en las audiencias?

La televisión tradicional (TDT) permite desde luego un consumo universal. Yo creo que esa es la fortaleza de esta televisión en España, el que todos podemos acceder a ella. Por otro lado, aunque las nuevas vías de consumo audiovisual son cada vez más populares y sus índices de suscripción reflejan un crecimiento exponencial, la democratización y universalidad de la televisión tradicional no se puede comparar con las plataformas de streaming. En España, a diferencia de otros países, siempre hemos tenido acceso a la TDT y estamos acostumbrados a la televisión gratuita y universal. En los últimos años con la llegada de otras plataformas de consumo, la percepción de la audiencia está cambiando, porque consideran que éstas emiten contenidos de mayor calidad. En cualquier caso, creo que ambos sistemas van a convivir. La TDT no puede desaparecer, debe encontrar sus fortalezas y potenciarlas. Por ejemplo, durante la crisis del coronavirus, la audiencia ha buscado información en la televisión tradicional. Quizás, esto pone sobre la mesa que el crecimiento del consumo de la televisión tradicional tiene que ir por la vía de la información de calidad.

Y en cuanto al uso de algoritmos y recomendaciones según perfil, ¿esto contribuye a un consumo democrático o solo genera una visión sesgada en las audiencias?

Efectivamente, uno de los resultados que se están viendo con el desarrollo de la inteligencia artificial, es que el uso de los algoritmos de parte de las plataformas, les permite conocer nuestros usos de consumo y recomendarnos siempre contenidos que nos gustan. Es el riesgo que se corre. Creo que al trabajar con la inteligencia artificial se debe evitar incurrir en estos sesgos y esa es una de las recomendaciones que hemos trabajado a la Comisión Europea en torno al desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Es fundamental tener la posibilidad de disponer de muchas opciones y de una información adecuada para poder elegir libremente.

Se ha dicho que la televisión es principalmente para entretenimiento, ¿cómo lo ve Usted y qué sugerencias plantea para mejorar la calidad de los contenidos audiovisuales?

Según la BBC, las funciones de la televisión son informar, formar y entretener. Informar está claro, porque necesitamos un periodismo de calidad para estar bien informados. Obviamente, formar también es una de las funciones de la televisión y no podemos olvidar que está incluida en nuestro sistema regulatorio. Y cómo no entretener, porque al final es lo que también buscamos en la televisión. Creemos que debe haber una variedad de formatos televisivos, porque los usuarios somos muy distintos, pero también debemos tener una información adecuada sobre tales formatos. Esto es lo que nosotros llamamos “etiquetado”. Al igual que los consumidores nos informamos con las etiquetas de los alimentos y decidimos si consumirlos o no, los contenidos audiovisuales deben informar a qué público se dirigen, de qué edades, el tema que tratan y si muestran contenidos positivos o de riesgo. De esta manera, el usuario podrá decidir si quiere consumirlo, cuándo y con quién. Es importante tener diversidad y creatividad de formatos, pero siempre con la información adecuada. Esta es la única forma de que el usuario tome decisiones libres.

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/entrevistas/marta-pellico-si-la-educacion-vial-es-incluida-en-el-curriculo-escolar-la-alfabetizacion-mediatica-es-un-tema-clave/

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