Los docentes no pueden dejar pasar una broma xenófoba.

Los maestros valoran de manera positiva el desempeño de los alumnos inmigrantes. Un equipo de investigación de la UCC preparó material para tratar en las aulas, la diversidad cultural y los prejuicios. Entrevista con Eduardo Bologna.

América del sur/Argentina/Autor: Mariana Otero.Fuente:http://www.lavoz.com.ar/

En las primeras entrevistas con docentes hallamos una mirada muy positiva hacia los alumnos que pertenecen a comunidades boliviana o peruana, en cuanto a la valoración de la escuela, respeto a normas”, dice Eduardo Bologna, director de un equipo de investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba, que trabajó sobre diversidad e inmigración.

Bologna explica que los docentes encuentran muchas oportunidades para tratar el tema de la inmigración en clase y realizar aportes que permitan reducir los prejuicios hacia los extranjeros. “Los docentes no pueden dejar pasar una broma xenófoba”, apunta.

La investigación, realizada por Bologna, Miriam Abascal, Angel Robledo, María Guillermina Martínez y Marianna Galli, culminó con la elaboración de un material de divulgación científica denominado “Más diversidad, menos prejuicios. Revisando nuestras creencias sobre los extranjeros y los inmigrantes”, que se realizó en el marco del Programa de Transferencia de Resultados de Investigación y Comunicación pública de la Ciencia de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba.

El documento fue confeccionado por el Programa de investigación, docencia y proyección social bajo el título Inclusión educativa: la mirada desde las aulas de la Facultad de Educación de la UCC y entregado al Ministerio de Educación de la Provincia para que se utilice en las escuelas, a través de actividades prácticas.

En una entrevista realizada por la UCC, Bologna explica que los inmigrantes no constituyen en Córdoba una categoría homogénea.

– ¿Cómo se dan las relaciones entre los inmigrantes y los cordobeses en la escuela? ¿Cuál es el panorama en nuestra provincia en relación a este tema?

– Los inmigrantes no constituyen en Córdoba, una categoría homogénea, en nuestro estudio hemos puesto la atención en quienes vienen de Bolivia y Perú o son hijos de personas nacidas en esos países. Como en toda cuidad receptora de inmigrantes, la inserción sucede de manera segmentada, es decir, que muchos de quienes llegan, en los primeros tiempos se asientan en zonas periféricas de la ciudad y se ocupan de tareas, en general mal remuneradas. Es decir que tienden a incorporarse a los segmentos más desfavorecidos de la sociedad receptora. Nuestra mirada estuvo puesta en la escuela y los docentes, porque es el ámbito de socialización inicial de los niños inmigrantes o hijos de inmigrantes. En las primeras entrevistas con docentes hallamos una mirada muy positiva hacia los alumnos que pertenecen a comunidades boliviana o peruana, en cuanto a la valoración de la escuela, respeto a normas, etcétera. Por eso quisimos saber en qué medida las creencias que son comunes acerca del posible efecto negativo de las migraciones, estaban también presentes entre los docentes de escuelas primarias. Esto es importante, porque estos son agentes de alto impacto en la reproducción de las actitudes xenófobas: si un docente deja pasar o minimiza una broma xenófoba, es mucho lo que transmite al resto de los alumnos. El docente encuentra muchas oportunidades para tratar el tema en clase y aportar a reducir los prejuicios hacia los extranjeros que están presentes en diferente grado todas las sociedades receptoras de migración.

– ¿Qué fenómenos sociales han encontrado al respecto o de qué hipótesis parten?

– La valoración positiva que los docentes mostraron hacia los migrantes generó la pregunta sobre si sus actitudes hacia la migración serian diferentes a las de la población general.

La investigación

– ¿Cómo se desarrolló la investigación?

– Se hicieron entrevistas exploratorias a docentes y directivos de escuelas primarias de la ciudad de Córdoba y luego se diseñó y aplicó una escala para evaluar creencias que son frecuentes en la población general. El resultado mostró pocas diferencias cuando se tratan temas generales, como el impacto sobre servicios públicos o el mercado de trabajo, pero especificidades al tratar temas escolares, propiamente del aula. A partir de ello, pareció que nuestra expectativa de los docentes como agentes de cambio respecto de los prejuicios no se estaría cumpliendo. Así, propusimos como respuesta a una convocatoria de la Secretaria de Ciencia y Técnica de la Provincia de Córdoba, la elaboración de un material para uso en el aula que sirviera a que diferentes espacios curriculares pudieran tratar el tema de la migración, con el objetivo de conocer mejor el fenómeno y, sobre todo, ponerlo en discusión.

– ¿Quiénes estuvieron involucrados?

– En el estudio se trabajó con docentes de escuelas primarias de gestión provincial, municipal y privada, de la ciudad de Córdoba. Primero con entrevistas exploratorias y luego se tomó una muestra de escuelas de cada uno de los tres niveles y se aplicaron los cuestionarios que evalúan la preeminencia de diferentes creencias sobre las migraciones, en general, y sobre los migrantes e hijos de migrantes en la escuela.

– En el material que confeccionaron, ¿cómo y desde que enfoque se trabaja el tema de la diversidad y los prejuicios?

– El principal objetivo es poner en relieve, en un lenguaje accesible, al nivel primario que nuestro país en general y la ciudad de Córdoba en particular, se componen en gran medida por descendientes de inmigrantes europeos, que llegaron en condiciones difíciles y que las condiciones de recepción se parecían a las que hoy enfrentan los migrantes que llegan desde países cercanos.

– ¿A quién está destinado?

– Se espera que pueda usarse en las aulas, como contenido transversal.

– ¿Qué resultados se pretenden conseguir?

– Mejorar el conocimiento que hay sobre las migraciones en Córdoba, tanto las históricas como las que suceden en la actualidad y, por esa vía contribuir a reducir el prejuicio que tiende a estar presente.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/blogs/voces/los-docentes-no-pueden-dejar-pasar-una-broma-xenofoba

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¿Sirve para algo la escuela?

Blanca Heredia

Pocos (de los que van) saben ya, bien a bien, para qué sirve ir a la escuela. 

Básicamente, porque, para la inmensa mayoría, la escuela no sirve para obtener los saberes y habilidades para “hacerla” en la vida. Además, lo que es, representa y ofrece tampoco parece servir ya para adquirir una identidad que sea reconocible o valiosa socialmente. 

Los indicadores más obvios del desastre educativo actual en el caso mexicano son los puntajes en pruebas estandarizadas de logro escolar. 

Los indicios más importantes son, con todo, las altas tasas de deserción de secundaria en adelante y de subempleo de los egresados de media superior y superior, así como lo magro del ingreso mensual promedio que percibe el grueso de dichos egresados en el mercado laboral. 

Destacan, como condicionantes de estos resultados desalentadores los siguientes. Padres de familia con poco tiempo y energía para atender a sus hijos y ocuparse de su desempeño escolar, dadas las largas horas que les consume el poder cubrir el costo básico de vivienda y alimentación. Maestros, en su mayoría, motivados y responsables, pero dotados con bajos niveles de formación y muy escasos recursos para impulsar el desarrollo de sus alumnos. Funcionarios encargados de gestionar la administración y llegada de los servicios educativos a los niños y los jóvenes de México, para quienes la tarea de hacerlo adecuadamente es casi imposible dada su formación promedio y las circunstancias materiales, institucionales y políticas que enfrentan. Y, finalmente, números importantes de alumnos obligados por sus padres a ir a la escuela, quienes, a partir de principios o mediados de la secundaria, o dejan de asistir o se limitan a hacer acto de presencia en las aulas. Básicamente, porque la escuela no les dice ni les da nada.

Todas las anteriores son condicionantes próximas del lamentable estado que guarda la educación en el país. Las causas de fondo de esta situación, sin embargo, son, fundamentalmente cuatro. Primero, una sociedad cada vez más fuerte y rígidamente estratificada en la que el mérito y el esfuerzo no valen para (casi) nada. Segundo, una economía que no produce empleos dignos y formales en cantidad suficiente para hacer frente a la demanda de estos. Tercero, un modelo educativo que no corresponde ya ni con las realidades de México ni con las del mundo. Y, cuarto, la falta de interés de la sociedad y el gobierno de México para construir una visión capaz de reemplazar (en sus arrastres y efectos) la visión de Vasconcelos. En breve, la ausencia de una visión y ambición capaz de inyectarle frescura y fuerza al objetivo nacional de educar. 

Vasconcelos lo tenía claro. Quería alfabetizar (en castellano) y enseñarles historia patria a los niños y jóvenes del país llamado “México” para hacer de ellos “mexicanos”. De ese objetivo central y de la lucidez de hacerse cargo de la realidad realmente existente se derivaba todo lo demás. Es decir: un sistema educativo entendido como fábrica productora de sujetos homogéneos y orientado a construir aparato y presencia estatal en todos los rincones del territorio del país; un proyecto dominado y organizado desde el centro; una visión que asumía como restricción, pero también como horizonte de deseo maestros con autonomía prácticamente nula. Maestros, esto es, que, al tiempo de ser líderes autorizados y reconocidos en sus comunidades, requerían prescripciones rígidas y puntales para enseñar lo que se aspiraba a enseñar. 

Aquél primer proyecto educativo nacional fue exitoso en conseguir lo que se proponía y su perdurabilidad en el tiempo no encuentra parangón en ninguna otra esfera de la acción del Estado mexicano. Dicho esto, resulta claro, hace ya mucho, que ese proyecto se agotó.

Para hacer de la educación soporte de un desarrollo incluyente y dinámico, tendríamos que haber cambiado el modelo vasconceliano por ahí de los 1970s. No lo hicimos, en buena medida por razones políticas, pero también, y, sobre todo, porque lo poquito de movilidad social ascendente que generó la gigantesca ampliación de la cobertura y la escolaridad promedio durante los años del “milagro mexicano” se vio prácticamente suspendida a partir de los años 1980s. 

Desde entonces, el privilegio terminó por devorarse lo poquito de mérito que había y que estaba anclado en la escuela. Hoy se habla desde el poder y en los medios como nunca antes del valor de la educación. El problema es que todo eso suena hueco ahí donde el origen es, casi sin excepción, destino, donde las aulas están cada vez más lejos de la realidad, y donde la escuela y los que la hacen posible carecen de las condiciones mínimas indispensables para educar, en el sentido de formar y abrir horizontes.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/sirve-para-algo-la-escuela.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/06/14/5760b86cef327.jpg

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Uruguay: Educación es la «principal barrera» para crecer como país

Uruguay/16 de Abril de 2016/El Observador

«En educación no vamos bien, vamos cada día peor. No es que simplemente en las pruebas PISA estamos mal. Los datos muestran que el sector más pobre del país tiene la distancia peor en el mundo con el sector más rico. Estamos condenando a una generación de los sectores más vulnerables», aseguró ayer a El Observador el expresidente Julio María Sanguinetti.
El exmandatario habló en la mañana de ayer, en la Casa del Partido Colorado, durante un Ateneo Libre, que puso foco en la situación de la educación del país. El economista Ignacio Munyo utilizó un informe que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) le presentó al gobierno: una «radiografía del Uruguay». La conclusión es que la principal barrera para crecer como país y converger con los países más avanzados es la educación.
El informe muestra que «Uruguay es líder. La mayor vergüenza que tiene el país es la mayor brecha de insuficiencia educativa por contexto socioeconómico del mundo», aseguró Munyo. Mientras que en Brasil es de 40,1%, en Argentina de 39,4%, los datos de Uruguay muestran que asciende a 50,7%. La regulación laboral, la inserción internacional y el peso del Estado en la economía son las otras «barreras altas».

Docentes automatizables

Al menos el 54% de los puestos de trabajo realizados por ciudadanos uruguayos son «fácilmente automatizables» en los próximos 20 años, es decir que serán mejor realizados por máquinas que por humanos.
«La formación docente tradicional, que van a dar una clase y dan una lectura que está exactamente en los libros, tiende a hacerse cada vez más fácil por máquinas», dijo a El Observador. Por esa razón considera que los docentes deben diferenciarse a través de tres características que todavía no fueron logradas por las máquinas: la capacidad creativa, la inteligencia social y la manipulación fina.
Munyo destacó que hay consenso en que existe una crisis educativa, una baja proporción de uruguayos en edad de trabajar con secundaria completa y que las estadísticas demuestran una elevada tasa de abandono y resultados académicos en declive, según evaluaciones externas.
Fuente: http://www.elobservador.com.uy/educacion-es-la-principal-barrera-crecer-como-pais-n897483
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