Se trata de un movimiento masivo, en el que después de 60 años el continente vuelve a ser partícipe del cuidado de la fauna, ¿en qué consiste?
No es un secreto que la vida animal se encuentra en peligro, pues la acción directa del ser humano y los cambios en el medio ambiente están generando que ciertas especies lleguen a su exilio total.
Es vista de la problemática de la fauna, nació el proyecto Rewild Zambezi (Revive Zambezi, en español) el cual tiene como objetivo trasladar a una cuantiosa cantidad de animales a una zona protegida, por lo que ha sido comparado con la narración bíblica del arca de Noé.
En imágenes quedó consignado el momento en el que pequeños elefantes son levantados por una grúa para ser trasportados a un recinto ubicado al norte de Zimbabue, en África. En total, serán más de 2.000 animales salvajes que tendrán la oportunidad de vivir en un nuevo hogar, alejados de las sequías que se han venido presentando en el mundo y haciéndole frente a impactos derivados por el cambio climático y la caza furtiva.
El proyecto tiene una proyección para trasladar a 400 elefantes, 2000 impalas, 70 jirafas, 50 búfalos, 50 ñus, 50 cebras, 50 antílopes, diez leones, perros salvajes, entre otros seres que habitan los ecosistemas africanos de Save Valley Conservancy de Zimbabue.
Se trata de un movimiento masivo, en el que después de 60 años Zimbabue vuelve a ser partícipe del cuidado de la fauna, puesto que a finales de la década de los cincuenta se efectuó una operación llamada Operación Noé, la cual trasladó y rescató a miles de animales tras la edificación de una predominante represa hidroeléctrica en el río Zambezi, conocida como el lago Kariba.
No obstante, lamentablemente, en esta ocasión la consecuencia es contraria y la movilización de los animales es por falta del recurso acuático; el ecosistema ha quedado en ruina con la sequía, explica Tinashe Farawo, portavoz de la Autoridad de Manejo de Vida Silvestre y Parques Nacionales de Zimbabue.
El plan de conservación de la vida de animales en África tiene contemplado trasladarlos a un trío de áreas de conservación en el norte: Sapi, Matusadonha y Chizarira. En efecto, se tuvo que solicitar los permisos pertinentes para empezar con la humana acción.
“Estamos haciendo esto para aliviar la presión. Durante años hemos luchado contra la caza furtiva y justo cuando estamos ganando esa guerra, el cambio climático se ha convertido en la mayor amenaza para nuestra vida silvestre”, cuenta Farawo a The Associated Press (AP).
“Muchos de nuestros parques se están superpoblando y hay poca agua o comida. Los animales terminan destruyendo su propio hábitat, se convierten en un peligro para sí mismos e invaden los asentamientos humanos vecinos en busca de alimento, lo que genera un conflicto incesante”, agrega el protector de la vida silvestre.
Una de las advertencias que hacen los expertos es que, a causa de las lluvias por debajo del promedio e infraestructuras, animales como rinocerontes, jirafas y antílopes se están viendo gravemente amenazados por falta de alimentos en el entorno.
Con todo lo anterior, el colectivo masivo del proyecto relacionado con la historia del arca de Noé da muestra de que la humanidad no está perdida, aunque hay estragos que son irreversibles por la inconsciencia y el consumo masivo de recursos.
Revive Zambezi cuenta con el apoyo de Great Plains, la Autoridad de Manejo de Vida Silvestre y Parques Nacionales de Zimbabue, expertos locales, el Centro de Ciencias Forenses Ambientales de la Universidad de Washington-Seattle y el Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford.