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Los afectos en la vida escolar

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  • La educación de los afectos tiene un modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel, de materias curriculares; en los contextos formales o informales… Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

Una ‘buena educación’ permite no sólo acceder al conocimiento. Debe permitir también significarlo éticamente, gozarlo y compartirlo.

No siempre se ha entendido de esta manera.  Se ha asociado a erudición, elocuencia, ‘buenas formas’, dominio técnico, gestión estratégica… Todo ellos aprendizajes necesarios, pero que no agotan el concepto. Podríamos afirmar, sin temor a esquivarnos, que “a los adultos que trucaron los motores de Volkswagen no les faltaba competencia lectora, ni matemática, ni científica. Probablemente, de todo ello andaban bien sobrados. Lo que les faltaba era, pura y sencillamente, ética.” (Guadalupe Jover y otros, 2020) y nosotros añadimos… ‘empatía’.

La vida escolar y el ejercicio de la docencia no se entienden sin los afectos

Es difícil imaginar que la educación en las instituciones de enseñanza pueda desplegarse en un clima relacional ‘afectivamente neutral’. No es posible una relación educativa sin un escenario emocional de acogida, simpatía, dignidad y empoderamiento; alejada de toda humillación.

La experiencia de vida escolar así lo pone en evidencia. Costaría encontrar un estudiante que calificara su vida escolar de ‘emocionalmente neutral’. El debate no está, por tanto, en la existencia o no de los afectos en las relaciones educativas, sino en si el componente emocional debe ser objeto o no de educación formal. Curioso cuestionamiento para unas instituciones que tradicionalmente no desdeñan trabajar los afectos desde la vertiente más represiva, la disciplinaria.

“Yo estoy aquí para enseñar, no para educar…” es una expresión frecuente entre algunos docentes, apoyados en corrientes de opinión contrarias al cambio de los procedimientos de enseñanza. “Para educar, ya están los padres”, apostillan también algunas familias. Quizá no sea fácil apreciar que la aplicación a la vida escolar de estas afirmaciones que, por reiteradas, escapan a una consideración en profundidad, inhabilitaría al docente para el ejercicio de su profesión. Obstaculizaría la vinculación afectiva de deseo con el conocimiento; se haría difícil despertar en el estudiante las ansias de aprender.

Una educación plena necesita del ‘deseo por conocer’

Las conclusiones de la investigación educativa coinciden con nuestras propias vivencias, al considerar que, sin curiosidad, sin deseo de aprender, es difícil abrirse al estudio de la realidad y de nosotros mismos.

Tradicionalmente, para tratar de despertar ese interés, hemos utilizado —y lo continuamos haciendo— la presión externa, el miedo a la sanción… cuando todos sabemos que el miedo no promueve aprendizajes en profundidad. El deseo surge de una vivencia emocional positiva con el objeto de estudio, con las personas que lo orientan y con las que lo compartimos. Con “la pandemia nos (…) estamos dando cuenta de lo que deberíamos haber sabido todo el tiempo: que (la presión) no puede crear un camino hacia un aprendizaje poderoso, que las relaciones son fundamentales para el aprendizaje, que los intereses de los estudiantes deben estimularse y ellos mismos deben ser reconocidos.” (Jal Mehta, 2020)

Despertar y apoyar el deseo de conocer practicando una relación basada en el temor y en el miedo es, para algunos, sinónimo de ‘mantenerse neutral’, permanecer en el plano cognitivo, en el de la razón. Curiosa cirugía ésta, que se pretende entronizar.

La crítica que hacemos a esta posición no aboga, sin embargo, por la cosificación disciplinaria de la educación de los afectos. Nos referimos a un tratamiento más cultural, transversal e incorporado ‘con naturalidad’ en la vida escolar. Tendría que ver con crear escenarios educativos democráticos, favorables al estudio indagatorio y riguroso, donde poner en juego acciones de cuidado y atención a los afectos que surgen en las relaciones de enseñanza y aprendizaje. Supone considerar el conocimiento en toda su complejidad cognitiva, emocional y social; significar el aprendizaje en su entorno vital y favorecerlo en un marco ético y empático de actuación.

La tradición escolar no juega a favor

Los sistemas escolares nacen en plena revolución industrial, a mediados del siglo XIX, en respuesta a la enorme demanda de mano de obra ‘cualificada’. Se necesita un aparato institucional (disciplinario, en términos foucaultianos) para ‘formar’ a los operarios disciplinados y obedientes de esta industria.

Además de enseñar a leer, escribir y las cuatro reglas aritméticas había que trabajar determinadas rutinas comportamentales relacionadas con respetar horarios, mantener la uniformidad de las respuestas, ‘ser funcionales’ en una cadena de producción, acatar las consignas procedimentales y las jerarquías organizativas y sociales… La aceptación o, digámoslo claro, la sumisión a un orden económicamente rentable, que genera beneficios; sobre todo para un sector de la sociedad. En este marco escolar era preciso legitimar un clima afectivo de obediencia, de temerosa evitación de la sanción y de la posible expulsión del prometido paraíso laboral, abierto solo para los estudiantes ‘más educados’.

Los más ‘negacionistas’ de la educación de los afectos defienden que los profesionales de la enseñanza deben centrarse en la instrucción, en impartir ‘doctrina’, en reforzar los comportamientos más adaptados mediante buenas calificaciones, y sancionar otros que pudiesen resultar conflictivos, aquellos que alteran la premisa de la eficacia y rentabilidad de los aprendizajes, para el mejor y más ‘adecuado’ desempeño laboral. Este era, y de alguna forma sigue siendo, el comportamiento primordial exigido al aparato escolar y demandado incluso por algunas familias y el propio alumnado.

Sin perder el propósito, aunque enmascarando su puesta en escena, se encuentra hoy en su máximo esplendor un discurso revisionista, a nuestro juicio igualmente espurio. Nos referimos a un conjunto de referencias prácticas que apoyan explícitamente la incorporación de los afectos, pero con propósitos contrarios al pleno desarrollo personal. Apuestan por trabajar los afectos en el ámbito escolar, a beneficio, esta vez, de la ‘formación’ de operarios para la nueva revolución, en este caso, la tecnológica.

Plantean como objetivo la capacidad de ‘gestionar las emociones’ para adaptarse, con ‘menor sufrimiento’, a la arbitraria e interesada modificación de los desempeños laborales, a la obsolescencia del puesto de trabajo y que se asuma ‘con resiliencia’ la penuria, por ejemplo, de los contratos-basura… Se implantan técnicas de liderazgo estratégico conducentes ‘al éxito’ (sin plantearse el bienestar emocional y la justicia social), técnicas de colaboración para el desarrollo de procesos de producción de ‘bajo coste’ (sin margen para cuestionar el sentido de la tarea que se quiere ‘optimizar’) … y un largo etcétera, conocido por todos.

Al defender el desarrollo pleno de las personas hablamos de un enfoque transformador y crítico de la educación de los afectos. Queremos trascender los requerimientos productivos, mercantiles, de consumo, de compra y venta… a los que se quiere reducir la tarea docente.

¿Quiénes deciden qué afectos deben ser promovidos y cuáles ignorados?

Las argumentaciones anteriores pretenden ayudar a reflexionar en torno a la necesidad de reconocer y trabajar los afectos en las actividades relacionales y de estudio. La pregunta que nos surge ahora es ¿Quiénes deciden qué afectos, orientación y versión de éstos deben ser trabajados desde las escuelas?

Esta cuestión es importante, porque el contenido de la respuesta, sus consideraciones y validación, configuran el modelo de persona que se defiende. No es una decisión neutral. El marco cultural dominante es quien ejerce mayor presión para orientar la respuesta y relega a un según plano la reflexión sobre la medida en que la respuesta supone un avance o no a la formación, éticamente considerada, del buen ciudadano.

De ahí la necesidad de la construcción colectiva de la respuesta, en cada contexto particular, dentro un marco común de definición y sentido de la educación de los afectos, orientado hacia el bien común y la protección de los más débiles, sin concesiones a la injusticia. Presidido por los enunciados de las convenciones internacionales de derechos comunes, la constitución y las leyes educativas, pero significado y validado colectivamente en cada realidad escolar, en cada escenario de aprendizaje.

Una cuestión clave de este proceso sería decidir qué se considera ‘apropiado’ en la expresión de los afectos. Por ejemplo, ¿se admite, o no, mostrar enojo y cuestionar la autoridad?…

Otras preguntas colectivas podrían ser… ¿A favor de quiénes se establece una determinada orientación de los ‘buenos’ afectos y a expensas de quiénes otros? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de considerar ‘apropiados’ determinados comportamientos para aquellos que sufren las decisiones de injusticia social?…  “La noción de afecto tiene las connotaciones de intensidad y dinamismo que alimentan las fuerzas de la sociabilidad. No se puede pensar fuera de las complejidades, reconfiguraciones y rearticulaciones del poder.” (Athena Athanasiou y otros, 2009, p.6)

En la educación de los afectos consideramos por tanto que “la tarea principal no es enseñar a los jóvenes cómo deben sentirse, sino permitirles entender por qué sienten determinadas emociones en un contexto social y político en particular; por qué, quizás, no se supone que se sientan de otra manera; y cómo imaginar de manera crítica otras condiciones en las que podrían darse alternativas muy diferentes.”(Michalinos Zembylas, 2019, p.20)

La educación de los afectos, a nuestro juicio, tiene más que ver con generar condiciones de posibilidad. Configurar marcos de relaciones de enseñanza- aprendizaje que propicien la construcción de personalidades analíticas que cuestionan las normas culturales e históricas sobre las que se han construido las emociones, cómo se expresan, quiénes pueden y logran expresarlas, y bajo qué circunstancias.

Resistirse al sometimiento y crear nuevos escenarios de aprendizaje

Entonces ¿Cómo crear los mencionados escenarios y promover esas condiciones de posibilidad? ¿Qué hacer para configurar entornos en los que sea posible entender la resistencia emocional de los estudiantes, reconocer la insolidaridad afectiva dominante y contribuir a su paulatina transformación?

Mientras la pedagogía de los afectos estudia las referencias culturales, históricas, de poder… la práctica educativa necesita para su desarrollo de muchas más referencias y condiciones estructurales. La educación de los afectos desde una óptica explicativa y transformativa tendrá más posibilidades en un sistema educativo que plantea un currículo abierto, que permite y facilita su desarrollo ajustado a cada realidad. Con un profesorado, que se comporta como ‘intelectual crítico’, acorde con el pensamiento de Giroux, que problematiza el supuesto de que las escuelas son vehículos de democracia y movilidad social, sensible a la diferencia y a la desigualdad, conocedor de las relaciones de poder dentro y fuera de las instituciones educativas y de su vinculación con los “regímenes emocionales” establecidos y legitimados.

La educación de los afectos necesita docentes que construyen su desarrollo profesional con el resto de colegas, afrontando colegiadamente las dificultades que plantean las relaciones de enseñanza-aprendizaje. Profesionales que comprenden el significado emocional del estudio, ponen en práctica un estilo investigativo de enseñanza y aprendizaje, son rigurosos y minuciosos en la detección de las barreras al estudio y capaces de abordar la enseñanza de cuestiones importantes.

Instituciones escolares que fomentan del deseo por conocer, donde los estudiantes aprenden a ser sujetos conscientes de su realidad y aprenden las habilidades necesarias para configurar y vivir verdaderas democracias. “En lugar de considerarlas extensiones del lugar de trabajo, o como instituciones de vanguardia en la batalla de los mercados internacionales y de la competencia extranjera.” (Henry Giroux, 2002, p.34)

Escuelas que no se consideran únicas depositarías del conocimiento y del modo ‘adecuado’ de conducir las relaciones sociales y los consiguientes flujos emocionales. Se definen como un nodo de formación que, junto al resto de agentes socio-educativos, son capaces de colaborar para construir, en su relación con los más jóvenes, proyectos formativos de barrio, ciudad….

Sin olvidar, además, el valor que en la educación de los afectos tiene el modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel o de niveles, de materias curriculares; en los contextos formales y académicos o informales. Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

(*) Esta reflexión es fruto de la participación en el debate colectivo mantenido a lo largo del 2020 en el Grupo de Trabajo online ‘Darnos aire’. Educación y laboratorios ciudadanos. Medialab-Prado

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2021/11/08/%e2%80%aflos-afectos-en-la-vida-escolar/

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Gaokao, cómo es el decisivo y agotador examen para el que los jóvenes chinos estudian más de 12 horas diarias durante años

Cada año China entra en dos días de suspenso: millones de jóvenes en todo el país se juegan destino.

Este 7 y 8 de julio 10,7 millones de estudiantes de secundaria tomarán el gaokao, el examen con el que el sistema educativo chino decide quién logra un cupo para ir a la universidad.

Los adolescentes chinos se preparan durante años para la prueba, estudiando en promedio al menos 12 horas al día y con una fuerte presión sobre ellos.

Gran parte de su vida escolar se enfoca en estudiar para el examen y, para muchos, obtener un buen puntaje es la única manera de ascender en la escala social.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionQuienes toman el gaokao deben someterse a estrictas medidas de seguridad. (Lianyungang, China, 2018).

«En sus mentes es como ir a la guerra», según le explica a BBC Mundo Xueqin Jiang, educador e investigador de la Iniciativa Global de Innovación Educativa de la Universidad de Harvard.

“Los profesores les dicen que es un asunto de vida o muerte”, dice Jiang.

“Desde el momento en que tu hijo nace, comienzas a pensar en cómo puedes conseguir que logre el máximo desempeño en el gaokao”.

Los días previos al examen los estudiantes se reúnen en multitudes y entonan cantos de batalla que les suben la moral: “¡Vamos a lograr la victoria, vamos a derrotar al gaokao!”.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionEl «gaokao» es decisivo en la vida de un estudiante chino. (Hengshui, China, 2018).

El día de la prueba los familiares salen a las calles para desearle suerte a sus hijos y las autoridades hacen lo posible para evitar que algún estudiante cometa fraude.

Las medidas de seguridad incluyen cámaras de vigilancia, sistemas de posicionamiento global y drones.

En 2016, las autoridades chinas anunciaron que aquellas personas involucradas en intentos de fraude podrían enfrentar penas de cárcel.

Cuando llega la hora cero todo queda en silencio, la consigna es que nada distraiga a los alumnos que se enfrentan a la prueba de sus vidas.

Se cierran vías, se suspenden obras de construcción cerca de las escuelas, se dispone un transporte especial para los estudiantes y los equipos médicos se ponen en alerta.

Policía en Pekín durante el gaokao.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl día del examen se cierran calles para facilitar la llegada de los estudiantes y se amplían los dispositivos policiales. (Pekín, 7 de junio de 2020).

Este año, a ese protocolo, se le suman las precauciones para reducir al máximo el riesgo de contagio de covid-19 entre los millones de adolescentes que tomarán el examen.

¿En qué consiste el gaokao, que algunos consideran “el examen más difícil del mundo” y por qué hay voces que critican su existencia?

Un examen muy competitivo

La palabra gaokao se puede traducir como “examen de ingreso a la educación superior”.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionLas familias hacen todo lo que pueden para que a sus hijos les vaya bien en el «gaokao». (Shenyang, China, 2018).

En China se comenzó a implementar este tipo de examen estandarizado en 1952, pero se suspendió entre 1966 y 1976, durante la Revolución Cultural de Mao Zedong.

Desde 1977, el gaokao se ha presentado como prácticamente la única manera en la que un joven de escasos recursos, especialmente de las áreas rurales, puede tener un mejor futuro.

Cada región del país tiene su propia versión del examen, pero en general, la prueba incluye preguntas de chino, matemáticas y un idioma extranjero.

Además, el candidato elige otros temas como historia, política, geografía, biología, física o química.

También, según cada región, el examen puede durar entre 2 y 4 días.

“No es necesariamente difícil, es más bien muy competitivo”, le dice a BBC Mundo Yong Zhao, profesor en la escuela de Educación de la Universidad de Kansas y autor del libro «Quién teme al gran dragón malo: por qué China tiene el mejor (y peor) sistema educativo del mundo».

Padres esperando a hijos en el gaokao.Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl día del examen, las familias salen a la calle a animar a los estudiantes. (Pekín, 7 de junio 2020).

Jiang coincide con la visión de Zhao y explica que el examen “no es difícil en términos de contenido”.

“Es estresante y tiene mucha presión porque no está basado en cómo te va, sino en cómo te va respecto a tus compañeros de clase”, explica Jiang.

El gaokao se basa mayormente en recordar conocimiento y aplicarlo en la resolución de problemas, según explica Jiang.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionEn algunos lugares se dispone un transporte exclusivo para los estudianes que tomarán el examen. (Dayangshu, China, 2019).

¿Es «el examen más difícil del mundo»?

Los estudiantes que se someten al gaokao soportan altos niveles de presión.

“Solo el 10% de una clase logrará ir a una universidad top, y si no logras, se te considera un fracaso, de ahí viene la presión”, explica Jiang.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionEn 2019, en la ciudad de Neijiang, se dispusieron 1.300 autos para el transporte gratuito de estudiantes los días del «gaokao». (Neijiang, China, 2019).

Ese alto nivel de competencia hace que haya quien lo considere “el examen más difícil del mundo”, según explica Alex Beard, educador y autor del libro «Otras formas de aprender».

“Imagina cada año millones de estudiantes compitiendo en este examen”, le dice Beard a BBC Mundo.

Beard menciona, por ejemplo, que un estudiante de 15 años en Shanghái está en promedio tres años más avanzado en matemáticas que uno de Europa; y año y medio más avanzado en ciencia.

El educador explica que el examen es una buena manera de medir el nivel de conocimiento de los estudiante del país, pero lo hace de manera muy limitada.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionA las fueras de los lugares donde se realiza el examen, los padres esperan ansiosos la salida de sus hijos. (Hengshui, China, 2018).

«En realidad no están aprendiendo conocimiento para pensar de manera crítica o creativa, están aprendiendo conocimiento para responder preguntas del examen», dice Beard refiriéndose a los estudiantes que se preparan para el gaokao.

“En China todo el sistema educativo está diseñado para preparar a los estudiantes para que respondan preguntas del examen, en vez de prepararlos para que sean individuos íntegros que tengan un conjunto amplio de conocimiento, habilidades y aptitudes”.

Zhao piensa de manera similar, «todo el mundo está estudiando para este examen y no tienen la oportunidad de explorar otras cosas, que son quizás más importantes para la vida, como la creatividad, o el pensamiento crítico».

Filas de estudiantes para acceder al examen en Pekín.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionUn estudiante chino puede pasar más de 12 horas diarias preparándose para el «gaokao».

Preparándose para la batalla

Según explica Jiang, en China los niños tienen la presión de sobresalir desde que están en el preescolar.

“No ves a tus compañeros como tus amigos, los ves como tus competidores”, dice el educador.

En el país, es normal que un estudiante que se prepara para el gaokao estudie 12 o 13 horas al día, primero en la escuela y luego instituciones privadas intensivas, donde aprenden lecciones de cursos superiores.

“Todos los chicos lo hacen, todos son forzados a hacerlo, si no lo haces te quedas atrás”, dice Jiang.

gaokaoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionLos días previos al examen, los estudiantes participan en manifestaciones motivacionales para enfrentar con entusiasmo el «gaokao». (Mianyang, China, 2019).

Las escuelas privadas intensivas son un negocio que en China mueve unos US$100.000 millones al año, según explica Beard.

Así, entre la escuela y las clases privadas, los jóvenes prácticamente no hacen más que prepararse para el gaokao.

“Para un chico de 15 o 16 años, básicamente todo se trata de sentarse en un salón de clases y responder preguntas de examen”, dice Jiang.

Y la preparación no solo involucra al estudiante.

“Toda la familia está en función de garantizar que su hijo tenga la mejor experiencia”, apunta Zhao. “Y con eso no me refiero a que disfruten la experiencia, sino a que no se distraigan”.

gaoakoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionEl examen se monitorea con cámaras de seguridad. (Taiyuan, China, 2017).

«Todo gira en torno al examen, y eso es un problema para cualquier sistema educativo», dice Zhao.

Tanto a Zhao como Jiang coinciden en que la intensa preparación para el gaokao priva a los jóvenes de vivir otras experiencias y de prepararse para otro tipo de retos que encontrarán en la vida.

«No estoy seguro de que este examen prepare a los estudiantes para el futuro que van a enfrentar», considera Zhao. «Es un desperdicio de talento».

Una oportunidad de escalar

A pesar de lo agotador y exigente, el gaokao se ve como un prueba justa y transparente.

En China se tiene la percepción de que muchas cosas son corruptas, pero no el gaokao, apunta Zhao.

“No estoy seguro de que eso sea cierto, pero la gente lo ve como algo cierto”.

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Image captionPara los estudiantes chinos el «gaokao» es como ir al a guerra. (Hengshui, China, 2018).

Jiang, por su parte, va más allá, y considera que el examen se utiliza como una herramienta de control por parte del Estado.

“El gaokao tiene la función de mostrar que en China existe la meritocracia”, dice Jiang.

“Mientras las personas crean que el gaokao es justo, la gente está dispuesta a obedecer al sistema”.

gaoakoDerechos de autor de la imagenGETTY
Image captionEl «gaokao» puede definir la vida de los estudiantes. (Yangzhou, China, 2019).

Jiang también menciona que en el país hay voces que llaman a que se reforme el examen y que las familias más adineradas prefieren que sus hijos vayan al exterior y de paso se ahorren pasar por el gaokao.

Zhao, por ejemplo, es uno de los que piensa que el gaokao no se debería conservar, pero «mucha gente piensa que el gaokao es la única cosa justa y que por eso deben conservarlo«.

«Es lo único que les permite mirar hacia arriba«, concluye.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-53288680

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El miedo y la ira en la vida escolar

Por: Miguel Ángel Rodríguez

Hace una par de semanas me invitaron a charlar con un nutrido grupo de profesoras y profesores de educación básica de Huauchinango, Izúcar de Matamoros y San Martín Texmelucan, Puebla. Las charlas fueron parte de la inauguración del Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE) que pretende “…promover la intervención pedagógica en las aulas y escuelas, de carácter formativo y preventivo con apoyo de materiales educativos, orientada a que las/os alumnas/os reconozcan su propia valía; aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás; a expresar y regular sus emociones; a establecer acuerdos y reglas, así como a manejar y resolver conflictos de manera asertiva.”

En fin, preparé un par de exposiciones, una sobre la educación básica como derecho social fundamental y otra sobre qué son los valores en el tiempo, para las diferentes culturas, en un mundo globalizado, con un presidente norteamericano que proclama la supremacía biológica de los blancos, los White Anglo-Saxon Protestant  (WASP) e infecta de miedo, ira, culpa (que se atribuye a los otros) y envidia a la sociedad estadounidense –lo dice Martha C. Nussbaum.

Tenía sentido, pues muchos poblanos de esas regiones tienen familiares viviendo, desde hace mucho tiempo, en Estados Unidos y algunos sintieron en carne viva, incluso, el estigma del inmigrante en tierras más allá del Río Bravo.

Sin la pretensión de ser alarmista, con la celebrada filósofa de la justicia poética, con Nussbaum, me pregunto aquí, después de mis charlas, si algunos de esos sentimientos del ser humano, que retratan nuestra vulnerabilidad, se encuentran presentes en la vida pública nacional y de qué manera pueden afectar la consolidación de un proyecto democrático de nación. Me refiero con énfasis a la particularidad histórica del gremio: ¿cuál es el sentimiento, la emoción que prevalece, traspasa la epidermis y se instala como conciencia de finitud, en este momento, en una buena parte del magisterio nacional…?

Quiero hablar, siguiendo a Nusbbaum, de La monarquía del miedo, de la ira que cobija y alimenta secretamente, de la manipulación que los poderes fácticos y los poderes públicos pueden hacer, ¿están haciendo?, de tales emociones entre la ciudadanía de nuestras sociedades globalizadas. Es la ira que nace del miedo permanente a una muerte violenta, de la impotencia frente a la impunidad, de no encontrar responsables y, en consecuencia, de culpabilizarnos todos, unos a otros, sin mejores resultados que la ruptura de los lazos de  fraternidad.

Siempre resulta refrescante sentir la presencia, los estados emotivos, las disposiciones afectivas que despliegan los profesores y las profesoras de México antes de decidir, frecuentemente en escenarios escolares adversos, como el de la violencia, ¿qué hacer…? ¿qué fundamentos pedagógicos elegir para la formación, para la educación de los seres humanos, ahí, en las aulas…?

Son los protagonistas del proceso educativo, son las fuentes originarias del cuidado del ser humano. Mucho tiempo estuve ciego para intuirlo, para comprenderlo. Y era lo más próximo, lo más cercano.

Expuse un esbozo histórico de los derechos humanos hasta el momento de concebir a la educación como uno de los cuatro derechos sociales fundamentales, como un derecho que es la base, el impulso anímico para conquistar otros derechos, una condición sine qua non para abrir otras, mejores posibilidades de habitar el mundo –todo sazonado con alguna dosis risueña de escepticismo, de realismo pesimista propio de la edad.

Hablé del Estado legislativo de derecho y del Estado constitucional de derecho, de la impostergable necesidad de hacer efectivos, para que sean válidos, los derechos de las niñas y niños de México a una mejor educación, que incluye el derecho a tener escuelas completas, con infraestructura suficientemente satisfactoria para potenciar las capacidades y habilidades de las profesoras, profesores y estudiantes, particularmente en las comunidades indígenas. Es ahí donde la inequidad social clava sus garras desde la Colonia.

No es una novedad, en muchas regiones indígenas aún pervive el Estado paleoliberal, el de “la indiferencia jurídica de las diferencias”, a cuya organización estatal no le interesa garantizar la existencia de las diferencias y, en el mejor de los casos, son incluidas solo en calidad de excluidas. Son espacios en los que la organización estatal revela sobredosis seculares de xenofobia (rechazo a los extranjeros) y aporofobia (rechazo a los pobres –lo llama Adela Cortina).

Las cifras del INEE son devastadoras, pues el escenario que nos presentan de los pueblos indígenas originarios ilustran muy vivamente, o, mejor dicho, con una luz mortecina, las tristes condiciones de existencia de los estudiantes y la deficiente infraestructura de las escuelas 
indígenas de México.

Al terminar las respectivas exposiciones se abrió una pequeña ronda de preguntas y respuestas. Esperaba poner sobre la mesa que Puebla es uno de los estados con mayores índices de discriminación, creo que si lo dije, no me acuerdo bien, en todo caso llevaba indicadores actualizados…pero los caminos de la vida no son como yo pensaba, como los imaginaba, no son como yo creía, porque el magisterio tenía su propia agenda y, sin cortapisas, la extendió sobre la mesa.

Había una constante en las tres ciudades y era la memoria reciente del Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, la del asesinato de una maestra a manos de uno de sus alumnos de once años de edad, quien, a sangre fría, casi a quemarropa, disparó sobre ella y, después, en el delirio del juego, descargó el arma inclemente contra otro profesor y cinco estudiantes que estaban en el patio, antes de voltear la pistola homicida hacia sí mismo, antes de suicidarse. Replicaba, al parecer, la masacre perpetrada por dos estudiantes de la secundaria de Columbine, en Colorado, en Estados Unidos, la tragedia más grande que registra la historia de la educación secundaria en aquel país.

Vinieron, pues, los cuestionamientos. Elegí para ilustrar mi propósito los dos siguientes:

Maestra de Izúcar:  ¿Qué nos recomienda usted, qué hacer frente a la amenaza de que se repita la tragedia del Colegio Miguel de Cervantes de Torreón, Coahuila…?, ¿Se debe regresar al plan de mochila sana y segura?


Maestra de San Martín: Si ya se canceló el programa operativo mochila segura, ¿quién nos va garantizar que mañana, dios no lo quiera, se presente una situación similar…?

Las interrogantes hicieron que el auditorio se removiera inquieto, nervioso, sobre sus asientos, un rumor fue subiendo de tono hasta convertirse en coro cuando las profesoras soltaron como oscuros enigmas sus preguntas. Me quedé paralizado, podía responder, con datos estadísticos e información de política educativa comparada, por el estado de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales, pero nunca me preparé para responder la pregunta crucial: la pregunta por el derecho a la vida.

Eran cuestionamientos sobre los fundamentos del pacto social en México, sobre la validez y legitimidad del contrato social, porque el miedo, según recuerdo de Thomas Hobbes, es el origen que posibilita saltar del Estado de Naturaleza al Estado civil, pero no cualquier miedo sino el miedo a una muerte violenta, ahí reside el secreto del pacto de sujeción y de la primera forma del Estado moderno. El pueblo cede parte de sus libertades al poder soberano, para que lo libre de una muerte violenta. ¿Qué pasa cuando el Estado no garantiza ese derecho efectivamente…?

Lo que los docentes estaban desocultando era una disposición afectiva, un estado emotivo primario, de conservación y afirmación de la vida, de incertidumbre frente a la ausencia de un Estado, no parecían tener la certeza de que el Rey de los soberbios, el Leviatán, pudiera someter a las fuerzas del mal. 
El desasosiego de las profesoras y profesores era la expresión del miedo al que están diariamente sometidas las escuelas y las aulas -el sistema educativo en su totalidad-, pues viven temerosas por la alta probabilidad de ser víctimas de la violencia impune.

El tema que ellas estaban introduciendo era la cúspide del derecho internacional: el derecho a una vida digna.

Una vez que me repuse del sorpresivo giro que tomaron las circunstancias traté de responder que el derecho a la intimidad personal y familiar se considera inalienable, intransferible e imprescriptible, que es un principio sagrado de los filósofos liberales, pues está relacionado con la protección a la dignidad de los seres humanos. La conquista del derecho a la intimidad –continué- nos había llevado muchos siglos, tuvieron que pasar muchas inquisiciones, muchos tribunales de la fe y muchos crímenes de odio para su coronación como principio fundamental de las libertades y derechos humanos.

En esa intimidad se incuba la semilla de la libertad de conciencia, la libertad de expresión, la libertad de crítica. Y concluí que por todo ello no podíamos olvidar, abandonar, el derecho a la intimidad de los estudiantes.

En suma, que no me parecía una buena política escolar atentar contra la intimidad que, como la correspondencia, atesoran las mochilas del estudiantado. Que equivaldría a invertir el principio básico del derecho que reza que “todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario” por el de “todos somos culpables mientras no se demuestre la inocencia”.

Les comenté que en la intimidad de la casa, quizá, las madres y los padres de familia pudieran revisar las mochilas de los menores de edad antes de que fuesen a la escuela. Sentí que mis argumentos racionales y razonables resultaban muy endebles, débiles para calmar las acusadas expresiones de temor.

A regañadientes, podría decirse, las profesoras y profesores aceptaron mis argumentos, reconocían la lógica y el contenido, pero mis razones no calmaban sus miedos, sus enojos, sus malestares contra el sistema, contra el escenario de violencia impune que impera en sus regiones.

Pude sentir el miedo a una muerte violenta en las escuelas, flotando, intoxicando el ambiente. En ese contexto un profesor de Izúcar de Matamoros, un maestro mayor que no vio más que viento en mis palabras, demagogia –debe haber pensado-, tomó decidido la palabra para fijar su posición. Era un tono enérgico, mostraba un sentimiento de enojo contenido, porque su voz lindaba con el grito cuando me dijo que mi manera de pensar era muy irresponsable, porque los dejaba inermes a ellos, a los profesores. Pude percibir que yo era la representación, en ese momento, de la ausencia de responsables de la probabilidad de la violencia escolar en las escuelas. Volví a pensar con Nussbaum que el miedo socava la fraternidad de la vida escolar.

Y es que el miedo extremo nos conduce a dar palos de ciego, buscamos y no encontramos quiénes son, bien a bien, los responsables de la descomposición social por la que atraviesa México. En el sistema educativo ocurre lo mismo cuando se habla de la catástrofe estridente, los medios suelen arremeter contra la dignidad del magisterio de manera infame, los padres y madres de familia se levantan igual contra las autoridades educativas que contra los maestros. Mientras el magisterio responsabiliza a los padres y a los directivos, los sindicatos de maestros responsabilizan a las autoridades educativas y, desde luego, la acusación tiene un oscuro camino de regreso.

En esa confusión de responsabilidades y culpabilidades no es extraño que el sentimiento de impotencia aflore en el magisterio, que el miedo a la muerte violenta sea el impulso anímico sobre el cual se monte el enojo y la ira, porque aunque queremos intervenir, participar para transformar los escenarios, no encontramos el camino, no sabemos cómo hacerlo efectivamente.

Es una ira que nace del sentimiento de la propia vulnerabilidad, del desmoronamiento de las instituciones de justicia. Los griegos y los romanos, nos recuerda Nussbaum, consideraban a la ira como un veneno mortal contra cualquier régimen democrático y los primeros declararon un guerra cultural a la ira vengativa, basta recordar las primeras líneas de la Iliada que canta la ira de Aquiles, quien termina reconciliado con su enemigo, el Rey Príamo, dejando atrás los crímenes inspirados por el deseo de venganza, por la muerte de su querido amigo Patroclo.

Y pienso que tal vez hemos reparado muy poco en la extensión que el miedo está generando en las comunidades escolares, una emoción que, combinada con la ira y la culpabilización (de los otros, los diferentes), desemboca en el asco (un pensamiento de contaminación), en los crímenes de odio, como ha sucedido contra las mujeres, indígenas, pobres, musulmanes, judíos, afrodescendientes, homosexuales, transexuales, con un largo y enlutecido  etcétera.

El PNCE es un programa preventivo de la SEP que apenas comienza, y considero que es muy pronto para decir nada; no obstante, de sus contenidos se desprende que se trata de disolver o, por lo menos disminuir, el racismo y la pigmentocracia creciente de nuestras sociedades, promover la igualdad de género, el respeto a la diversidad cultural, la diversidad sexual y la aporofobia (el rechazo a los pobres).

La propuesta pedagógica es pertinente, porque incluso recurre a técnicas básicas de meditación (budista) para calmar las emociones y los sentimientos desbordados a la hora de tomar decisiones, para evitar el sufrimiento derivado de la mente de mono, de la inconciencia y disfrute del tiempo presente por estar en el tormento del tiempo pasado y el tiempo futuro.

Sin embargo, como siempre, falta ver qué opinan los grandes capitanes de empresa de la televisión y la radio comerciales de nuestro país y de Estados Unidos, pues ellos son, en la historia real, como nos enseñó Pablo Latapí Sarre, con su programación violenta, lacrimógena, banal, racista, homófoba, sensiblera, los únicos y verdaderos criadores de las políticas culturales de las emociones entre la niñez y la juventud de México y el mundo entero.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-miedo-y-la-ira-en-la-vida-escolar/

Imagen: https://pixabay.com/photos/hiding-boy-girl-child-young-box-1209131/

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Reglamento General de Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires (PDF)

Argentina / 28 de abril de 2019 / Autor: Provincia de Buenos Aires / Fuente: SUTEBA

Es un instrumento que ordena la organización y funcionamiento de los Establecimientos Educativos.
Parte de la necesidad de prácticas educativas en la vida escolar.

El nuevo Reglamento General de Instituciones Educativas ya está disponible para que sea descargado.

Link para la descarga:

https://www.suteba.org.ar/download/reglamento-general-de-escuelas-78622.pdf

Fuente de la Reseña:

https://www.suteba.org.ar/reglamento-general-de-escuelas-9821.html

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 28 de abril de 2019: hora tras hora (24×24)

28 de abril de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 28 de abril de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – España: ‘Los 41’, un proyecto de gamificación para salvar la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306877

01:00:00 – H20 – Las redes sociales en la educación (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307140

02:00:00 – Plantean reforma integral de la educación en Paraguay

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307167

03:00:00 – El Arcón de Clío, educación más humana

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306844

04:00:00 – La libertad de cátedra en riesgo en EE.UU. por décadas de desfinanciamiento y ataques desde la derecha

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307174

05:00:00 – Agendamx: Educación en la Mira – 22 01 19 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307151

06:00:00 – Reglamento General de Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307258

07:00:00 – Los maestros y sus relaciones de poder en el aula

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306849

08:00:00 – Maestros de maestros: Jean Frederich Herbart (1776-1841) -PDF-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307254

09:00:00 – «La educación pública en México hoy» – Hugo Aboites y el Comité Estudiantil Metropolitano – #SEME (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306897

10:00:00 – Educar hacia la rebeldía

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307236

11:00:00 – Inclusión educativa o el aprender a mirar desde la perspectiva de un nosotros común

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306888

12:00:00 – Argentina: Los docentes se suman al paro del 30 de abril

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307155

13:00:00 – Slauko Dykan – Profesor alemán en Gymnasium (Pensando sobre Educación) -Video-

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307158

14:00:00 – Bolivia: Buscan bajar índice de bachilleres reprobados en las universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307239

15:00:00 – Qué puede hacer la escuela ante la violencia de género

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306885

16:00:00 – Marcela Gaete | Lanzamiento libro Pedagogía en Contextos de Encierro en América Latina (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307242

17:00:00 – Mar Romera: “La escuela del siglo XXI es la del ser y no la del saber”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307161

18:00:00 – Docentes en Youtube: ¿una nueva forma de aprender?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307233

19:00:00 – 10.000 estudiantes uruguayos se están preparando emocionalmente para los trabajos del futuro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/306857

20:00:00 – El daño de Peña a la educación, que AMLO promete reparar #ContralíneaTV

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307245

21:00:00 – “La Educación en Movimiento”: Una película sobre la educación popular en América Latina

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307164

22:00:00 – Trabajadores de la educación en Francia rechazan reformas de Macron

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307248

23:00:00 – Colombia: Historias inspiradoras de educación y transformación (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/307171

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Informe confidencial alerta de radicalización islámica en las escuelas francesas

Europa/ Francia/ 15.09.2018/ Fuente: es.rfi.fr.

Niños que se niegan a dibujar figuras humanas, a escuchar música, a hacer gimnasia durante el ramadán, que presionan a compañeros que no comen comida sin certificación religiosa: son algunos de los casos que ilustran una temprana radicalización religiosa en las escuelas de Francia, según documento de los servicios de inteligencia examinado por el ministerio de Educación.

El informe realizado por los servicios de inteligencia de Francia está en el escritorio del ministro de Educación de Francia, Michel Blanquer. El texto confidencial, revelado por la radio Europe 1, describe las fricciones entre la escuela pública y la práctica del islam por parte de niños musulmanes.

Aunque el documento indica que la situación es estable, el estudio indica que existen casos cada vez más duros de repliegue religioso que impiden el normal desarrollo de la vida escolar. La nota confidencial describe casos de niños que se niegan a dibujar figuras humanas (una prohibición rigurosa para ciertos musulmanes); chicos que se tapan lo oídos para no escuchar música en la clase, varones que se oponen a darle la mano a sus compañeritas de curso o incluso de menores que rechazan muebles de color rojo, juzgados contrario a las enseñanzas del Corán, apunta Europe 1.

Uno de los principales puntos problemáticos para las autoridades escolares es el momento del almuerzo. En la región del sudeste se registran casos de niños que se niegan a sentarse junto a compañeros que coman cerdo. Además, chicos musulmanes insultan a otros de la misma religión por no comer alimentos halal (que siguen las prescripciones religiosas islámicas).

En Saint Denis, en los suburbios de París, en un viaje escolar “de unos 50 alumnos, 35 se negaron a comer una pata de pollo que les habían dado para la cena porque no era halal. No nos habían avisado, así que tuvimos que botar 35 patas de pollo y sólo se comieron las papas fritas”, cuenta Yannis Roeder, el profesor de historia del curso, citado por Europe 1 en el informe.

Otros casos señalados cuentan mencionan incidentes ligados al ayuno durante el mes del ramadán: un niña deshidratada rechaza un vaso de agua mientras el padre tampoco da la autorización porque no lo ha consultado con el imán; un equipo de fútbol de una secundaria del este de Francia que debió abandonar el campeonato nacional de fútbol de salón porque la mitad del equipo observaba el ayuno.

En tanto, en la ciudad norteña de Lille, aparecieron madres de alumnos distribuyendo volantes exigiendo la separación de varones y niñas “en nombre del Corán”.

Para Frédéric Béghin, autor de un libro sobre el laicismo (“Una oración para el colegio: los maestros frente al rompecabezas de la laicidad”) el informe pone el acento en una realidad que él ya había constatado. “En todas las escuelas de Francia, ya sea en la primaria o en el secundario, no tenemos una mayor recurrencia de estos hechos, pero sí son más precoces, más reivindicativos, más agresivos, ya se trate en la vida cotidiana en la escuela, el comedor o la enseñanza en las aulas”, recalcó en una entrevista con Le Parisien.

A la espera de una nueva estrategia frente a este fenómeno de radicalización, la Educación nacional francesa ha creado una plataforma se asistencia para ayudar a los maestros y profesores a tener un apoyo las 24 horas. Cada día, el servicio atiende unos 30 casos ligados a esta problemática.

Fuente de la noticia: http://es.rfi.fr/francia/20181010-informe-confidencial-alerta-de-radicalizacion-islamica-en-las-escuelas-francesas

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Las 20 mejores películas ambientadas en la época escolar

Redacción: El Comercio

A propósito del primer día de clases, hacemos un recuento de 20 filmes que retratan esta etapa de la vida

La temporada de colegio ha comenzado. Y el primer día de clases se convierte en una buena excusa para recordar a aquellas películas que enmarcaron su historia en la complicada e inolvidable etapa escolar.

Películas como «Volver al futuro»,»Scream» y «American Pie» son algunas de ellas. A continuación, un breve repaso en fotos y videos de 20 películas sobre la secundaria de todos los tiempos. ¿Cuál es tu favorita?

«10 COSAS QUE ODIO DE TI» (1999)

«YA NO PUEDO ESPERAR» (1998)

«FAME (1976)»

«KARATE KID» (1984)

«LAS VÍRGENES SUICIDAS» (2000)

«HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO» (2005)

«SCREAM» (1996)

«TRIUNFOS ROBADOS» (2000)

«VOLVER AL FUTURO» (1985)

«AL MAESTRO CON CARIÑO» (1967)

«AMERICAN PIE» (1999)

«GREASE» (1978)

«LA SOCIEDAD DE LOS POETAS MUERTOS» (1989)

«CARRIE» (1976)

«CHICAS PESADAS» (2004)

«NI IDEA» (1995)

«EL CLUB DE LOS CINCO» (1985)

«REBELDE SIN CAUSA» (1955)

«SE DICE DE MÍ» (2010)

«ESCUELA DE JÓVENES ASESINOS» (1988)

 

Fuente: https://elcomercio.pe/luces/cine/20-mejores-peliculas-ambientadas-epoca-escolar-144487

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