SINALOA MEXICO ¿Infancia inocente? Niños sinaloenses normalizan la violencia

América del NOrte/México/

Los programas de televisión y los videojuegos han hechos que los menores se familiaricen cada vez más con la violencia, aceptando como normal lo que ocurre a su alrededor

La exposición a la violencia extrema o al sexo cada vez a más temprana edad ha hecho que niños y niñas respondan con reacciones violentas ante otros estímulos, percibiendo como normales los eventos violentos que ocurren a su alrededor.

Asimismo, la vulnerabilidad de los menores en los hogares hace que entre más actos de violencia vean, más indiferencia tengan hacia ellos. «Sin duda, la naturalización [sic] de la violencia o la pérdida de la capacidad de asombro en torno a los hechos violentos y la exposición a la violencia es un tema preocupante, sobre todo porque involucra cada vez a los más jóvenes», resaltó Juan Antonio Fernández Velázquez, doctor en Historia de la Violencia en entrevista para el periódico EL DEBATE.

Los acontecimientos violentos a su alrededor, sumado el acceso a la violencia por medio videojuegos, programas de televisión o internet, han influido en los jóvenes para perder el asombro ante hechos violentos que suceden en la vida real.

Entornos violentos
El entorno violento en los espacios escolares —lo cual Fernández Velázquez destaca que es más común en Estados Unidos por la mayor exposición que se tiene de los jóvenes al uso de armas de fuego— se ha recrudecido en México.

Habló sobre el caso del estudiante que se suicidó el día de ayer: «En el caso de Monterrey, es verdaderamente preocupante que un joven haya hecho este tipo de actos en público (suicidarse)», destacando que ya el solo hecho de quitarse la vida es algo difícil, a eso se aumenta que lo hizo en el campus en el horario de clases, exponiéndose él y al acto frente a un público.

«La exposición de la violencia a través no solamente de los videojuegos, sino a través de los videos que circulan, por ejemplo en redes sociales, ha sido un material atractivo en los jóvenes, precisamente porque estos han perdido entonces la capacidad de asombro en torno a las actividades de ocio que complementan las actividades de la vida cotidiana», agregó.

Añadió también que la exposición a hechos violentos es cada vez más común entre jóvenes, y se manifiesta en los medios virtuales, haciendo que haya una cotidianidad de la violencia en todos los sectores.

Ver los actos de violencia como normales, pero ajenos, es una opción; sin embargo, también puede ser —en estados como Sinaloa, donde la incidencia delictiva es alta— que desde pequeños vivan la violencia en su entorno y se perciba como normal:

La violencia no es algo normal, es parte del acontecer cotidiano, pero no es normal
La violencia tiene como antecedente una anomia, una patología social que debe ser atacada de raíz. ¿Cuál es la raíz? Tal vez problemas escolares o problemas familiares u otro tipo de cuestiones psicológicas», indicó el experto en violencia.

Por último, el investigador resaltó que la sociedad debe preocuparse cuando los jóvenes pierdan la capacidad de asombro y vean los contenidos de violencia en redes sociales y en su entorno como algo lúdico o como ocio:

Eso es lo que verdaderamente preocupa, y es lo que hay que atender. Para la psicóloga Ana Ruiz, la violencia se vuelve cada vez más normal. Considera que los videojuegos con contenido violento influyen en el comportamiento de los menores, pero también sirven para descargar la violencia que se vive cada día.

En cambio, los contenidos en redes sociales y los medios de comunicación con noticias en relación con hechos violentos es algo que considera que ha propiciado aún más este fenómeno, sumado a un descuido involuntario por parte de los padres y las madres de familia que trabajan para darles a sus hijos e hijas lo que necesiten, descuido que permite que los menores usen su tiempo de ocio para navegar en internet y ver estos contenidos sin control parental.

También resalta que cada vez más a temprana edad están teniendo acceso a tabletas, celulares, computadoras y demás artefactos en los que el contenido violento se expone, sin una guía que les pueda decir que eso está mal o separar la realidad de lo virtual.
Ruiz, así como Fernández, coinciden en que en el estado de Sinaloa la violencia se ha convertido en una característica de la entidad:

«Nosotros ya no nos alarmamos en cuestiones de violencia porque crecemos en ese ambiente, y de hecho lo llegamos a decir», expuso la psicóloga, refiriéndose a frases como «yo sé que si están disparando, me tengo que agachar», las cuales —señala— se han vuelto parte de las conversaciones o los pensamientos de personas que viven en entornos violentos, como el nuestro.

Fuente: https://www.debate.com.mx/sinaloa/ninos-ven-violencia-normal-normalizan-asesinatos-cadaveres-crimenes-20180911-0026.html

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Brasil: Criminalización del aborto, una batalla contra los cuerpos y las existencias de las mujeres.

Por: virginiabolten.com.ar/  Vanessa Dourado/24-11-2017

La batalla dada contra los cuerpos de las mujeres cis y hombres trans es una de las más importantes en este espacio-tiempo bajo lo que llamamos “democracia”. En un sistema de control y opresión el cual mira a los ovarios para su reproducción y mantenimiento. En el sistema donde lo que importa es la reproducción de la riqueza en una lógica mercantil, lxs cuerpos que subvierten a los mandatos deben ser controlados, apropiados y se debe naturalizar la violación como forma de disputa de poder frente a la amenaza de desestabilización.

El derecho a decidir sobre el propio cuerpo esté reconocido por la Organización de las Naciones Unidas. La Declaración Universal de los Derechos Sexuales trata de la autonomía, integridad y seguridad del cuerpo sexual “involucra la habilidad de tomar decisiones autónomas sobre la vida sexual de unx dentro de un contexto de la propia ética personal y social. También incluye el control y el placer de nuestros cuerpos libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo”. Sin embargo, la batalla por ascender a la categoría de humana aún es una realidad para las mujeres, siempre vigilantes acerca de sus derechos y del cuestionamiento de los mismos –aún más en momento de crisis. Las evidencias están en los sistemáticos intentos de criminalizar los cuerpos y las existencias a través de los aparatos estatales, atravesados por la moral religiosa.

La ética social en las civilizaciones occidentales es una mera ilusión. La mezcla entre Estado y religión, la profundización de la desigualdad y de feminización de la pobreza, la imposición de leyes basadas en códigos morales y colonizadores son las bases de sostén del sistema que además de genocida es hipócrita.

El recrudecimiento de las acciones en contra la liberación de las mujeres (todas ellas), es una respuesta al levantamiento feminista por lo cual venimos pasando en este siglo. Frente al miedo del empoderamiento de las mujeres y la imposibilidad de dar los debates sobre las estructuras que someten a las mujeres a través del sistema heteropatriarcal, la respuesta es más violencia. No es sólo para demostrar poder, sino también para desmantelar los logros obtenidos en décadas de lucha.

En Brasil, el último 8 de noviembre, el proyecto de ley 181/2011 que trata de cambiar dos artículos de la constitución del país para definir que la vida empieza desde la concepción –a partir de la fecundación– fue aprobado por 18 votos a favor y 1 en contra. Todos los votos a favor fueron de varones, el único en contra fue de la Diputada Erika Kokay (PT-DF). El proyecto fue presentado por el diputado Jorge Tadeu Mudalen (DEM) y es articulado con la bancada evangelista en la Cámara Baja. Con la modificación en el texto, los casos de interrupción del embarazo proveniente de violación, anencefalia y riesgo de muerte para la mujer –que hoy son permitidos por ley– pasan a ser prohibidos y considerados delitos.

En defensa de la vida –argumento utilizado por los defensores del proyecto– los legisladores ignoran los números de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que revelan que cada dos días una mujer muere en consecuencia de abortos clandestinos en el país. Las mujeres pobres y negras son las que más mueren ya que no disponen de recursos para realizar el procedimiento de interrupción del embarazo en condiciones mínimamente seguras. Los mismos diputados que votaron en contra la despenalización del aborto en casos extremos, también impulsan la campaña de la baja de edad de imputabilidad penal. Caracterizando una nítida criminalización de la pobreza y racismo institucional.

Mientras crece la representación de las camadas conservadoras en los espacios de poder institucionales, también crece el número de feministas ocupando las calles, las redes y las universidades. El movimiento llamado “Primavera de las Mujeres Brasileras”, que ocurrió en 2015, fue lo más importante de la historia feminista del país y sigue poniendo el debate sobre el derecho de las mujeres como eje fundamental a fin de visibilizar las violencias cotidianas en un país que es el quinto más violento del mundo para las mujeres.

Vanessa Dourado es escritora y feminista latino-americana.

*Fuente: virginiabolten.com.ar/mujeres-genero/criminalizacion-del-aborto-una-batalla-los-cuerpos-las-existencias-las-mujeres/

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