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El mecanismo de dominación y otros mitos en el amor romántico

Por: Diana Hernández Gómez

Nuestra forma de amar es sincrética. Así lo propone Marcela Lagarde y de los Ríos, quien describe nuestras ideas sobre el amor como un conjunto de creencias provenientes de diferentes épocas. Pero, a pesar de la distancia y el tiempo entre ellas, muchas de estas construcciones sobre el amor tienen algo en común: su manera de funcionar como mecanismo de dominación en contra de las mujeres. Y, entre todos estos mecanismos, la idea del amor romántico es uno de los más vigentes.

Tal como explica Marcela Lagarde en Claves feministas para la negociación en el amor (Siglo XXI Editores, 2022), el amor romántico tiene sus raíces en la época en la que la sociedad burguesa comenzó a consolidarse. Con el surgimiento de esta clase social llegó también la necesidad de instaurar modelos familiares que respondieran a los intereses de quienes la conformaban.

Así nacieron ideas alrededor del amor que, entre otras cosas, reducían a la mujer a ser parte de la propiedad privada de los hombres. Como tales, las mujeres no tienen autonomía económica y dependen completamente de su supuesto dueño. Además de esto, el amor romántico recluye a las mujeres al espacio doméstico para que jueguen su rol de madre-esposas, el cual se postula como la única vía de realización para nosotras.

Es cierto que estas ideas han sido abandonadas poco a poco en nuestra sociedad. No obstante, y siguiendo lo que postula Lagarde y de los Ríos, esto no quiere decir que hayan desaparecido por completo. Lo que pasa es que siguen ocultas detrás de una serie de mitos que aún circulan y que nos apartan de formas de amar con libertad y respeto.

Los nueve mitos del amor romántico que podemos deconstruir

En su ensayo “Mecanismos en la construcción del amor romántico”, la maestra en Psicología Verceli Melina Flores Fonseca se basa en diversos autores y autoras para caracterizar nueve mitos sobre el amor romántico. El primero de ellos es el de la media naranja, el cual tiene que ver con la idea de que cada pareja está predestinada a encontrarse. El no hacerlo, por lo tanto, supone una vida de desgracia en la cual nunca se encontrará al amor ideal.

Otro mito es el del emparejamiento. Este mito, como el anterior, supone que el amor monogámico (y, además, heterosexual) es el único modelo de amor al que debemos aspirar, dejando de lado otros modos de relacionarnos afectivamente como las relaciones abiertas o entre parejas del mismo sexo.

A este otro mito se une también el de la exclusividad, según el cual no es posible sentir atracción o afectos por más de una persona. Tal como señala Flores Fonseca, esto da pie al mito de la fidelidad. Entre líneas, este mito oculta la idea de que todas las necesidades afectivas y sexuales que tenemos a lo largo de toda la vida pueden satisfacerse perfectamente con una sola persona.

Otro mito alrededor del amor romántico es el del matrimonio, el cual está ligado con el de la fidelidad y la pasión eterna. Fotografía: Pexels

Cuando esto no sucede, los celos (y los riesgos que conllevan) pueden entrar a escena. Éstos son, quizás, el ejemplo más transparente de que el amor romántico es un amor posesivo y subordinante. Pese al mito de que los celos son muestras de cariño, es un hecho que considerar a una persona como una posesión propia puede desencadenar expresiones de violencia que van desde aislar a una pareja hasta terminar con su vida.

Otros dos mitos del amor romántico caracterizados por Verceli Melina Flores son el de la omnipotencia y el de la pasión eterna. El primero se encuentra resumido en la frase “el amor lo puede todo”, misma que puede convertirse en una forma de solapar maltratos y violencias a costa de un amor que, tal vez, ni siquiera es correspondido.

Por su parte, el mito de la pasión eterna proclama la idea de que la pasión y el enamoramiento que sentimos en los primeros meses de relación perdurarán con la misma intensidad a lo largo del tiempo. De acuerdo con la psicóloga Flores Fonseca, este mito está estrechamente vinculado con el del matrimonio como la consumación máxima del amor.

Justamente, el mito del matrimonio propone que las parejas unidas bajo un contrato social (y, además, religioso) son el modelo a alcanzar en el mundo amoroso. En dicho modelo, las relaciones conservan la misma intensidad permanentemente, mientras que el disfrute erótico y sexual queda en segundo término, sobre todo al hablar de matrimonios realizados frente a alguna autoridad religiosa.

Por último, la psicóloga mexicana habla sobre el mito del libre albedrío. Con ello, la especialista se refiere a la creencia de que nuestros sentimientos amorosos son exclusivamente subjetivos, dejando de lado los factores sociales y culturales que pueden influir en nuestras decisiones al elegir con quién compartir nuestros afectos y nuestra sexualidad.

Es muy importante tener esto último en cuenta, ya que hacernos conscientes de ello puede ayudarnos a deconstruir cada uno de los mitos enlistados arriba.

Por un amor libre y seguro

Las consecuencias de la interiorización del amor romántico son múltiples y tienen diferentes niveles de incidencia en nuestras vidas. Una de ellas puede ser la angustia de preguntarnos permanentemente si amamos y somos amadas tomando como referencia las ideas impuestas sobre el amor. Otra, la decepción y la pérdida de nosotras mismas al intentar amoldarnos a dichas imposiciones.

El amor romántico también puede desencadenar violencia física, verbal y psicológica contra nosotras al querer mantenernos subordinadas, casadas, recluidas en nuestro papel de madre-esposas abnegadas. Y, en el peor de los casos, puede desencadenar violencia feminicida contra aquellas que salgan del molde diseñado por la sociedad.

De ahí la importancia de profundizar en nuestros afectos, pero, sobre todo, en lo que nos han dicho acerca de cómo debemos sentirlos y demostrarlos. Haciendo una reflexión profunda podremos arropar aquello con lo que nos sintamos seguras y desechar eso que solo busca atarnos y encasillarnos en roles que no estamos dispuestas a jugar.

No hay una fórmula exacta para amarnos y amar a los demás. Pero, si duele, lastima y nos hace sufrir, podemos estar seguras de que eso no es amor: amor es sentirnos respetadas, protegidas y admiradas.

Fuente de la información e imagen:  CIMAC Noticias

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Las orientaciones sexuales disidentes no son una enfermedad

Por: Fabiola Méndez

Ilustración: Andrés Otero

En el país, en pleno siglo XXI, hay lugares que realizan estrategias que tienen como único objetivo convertir a una persona a determinada orientación sexual por medio del uso de métodos de violencia física, psicológica o sexual.

Por lo general, se efectúan sobre individuos que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexualidad y son llamadas terapias de conversión o ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género).

De acuerdo con Tania Esmeralda Rocha Sánchez, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología, ese tipo de terapias no tendrían que ser nombradas de esa manera, “porque no hay nada que curar”, aseguró la universitaria.

Desde hace más de cinco décadas, los principales organismos e instituciones que trabajan la salud mental argumentaron que la homosexualidad no es un trastorno o padecimiento y, por lo tanto, no es algo que se tenga que curar o cambiar en las personas. Tampoco es una enfermedad de salud mental.

En ese sentido, la especialista en temas de género y diversidad sexual explicó que este tipo de prácticas son realizadas por profesionales de la salud que desafortunadamente no tienen una actualización en torno al tema, o por quienes se encuentran dentro del ámbito religioso, y muchas veces recomendados por familiares o amigos quienes, de manera engañosa, incurren incluso en cuestiones de secuestro, aislamiento de las personas y, por supuesto, actos de tortura.

Lo más grave es que esas acciones violentas quedan impunes o pasan por el secretismo, el silenciamiento e incluso la amenaza a los individuos que lo viven.

Situación histórica

Hoy en día, estas prácticas ya tienen nombre, pero históricamente siempre han existido. Por ejemplo, durante las guerras mundiales y en los campos nazis, había procesos parecidos, en los que sobre todo a hombres homosexuales se les sometía a una serie de actos de violencia o de tortura, específicamente bajo la idea de regular una cuestión hormonal, considerando que era la causa de la homosexualidad.

“Es posible que tengan mucho tiempo de existir; sin embargo, hoy en día se han hecho visibles, porque cada vez se rompe más el silencio, y en la medida en la que diferentes grupos desde el activismo, la academia, y, por supuesto, la gente que lo ha vivido ha levantado la voz para detenerlo, se ha nombrado. Se ha podido reconocer, se ha podido visibilizar e inclusive señalar que constituyen actos de violencia”, detalló Rocha Sánchez.

Asimismo, explicó que a través del tiempo ha habido un proceso de homofobia histórica y se ha pasado de considerar la homosexualidad como un delito a un pecado y una enfermedad. Con los avances científicos se intenta dar a conocer de manera sistemática que ni la homosexualidad ni el tema de las identidades trans o las expresiones de género no binarias constituyen, como tal, un problema de salud mental. “En todo caso aquellos padecimientos o malestares de carácter mental o emocional que las personas LGBTIQ+ llegan a experimentar, pues son más bien resultado de un entorno hostil, violento, de rechazo, de discriminación y de prejuicio, pero no per se de la orientación ni de la identidad o de cómo se expresa al mundo dicha identidad”, aclaró.

El daño causado a las víctimas con este tipo de prácticas es muy variable, porque en algunos casos los individuos son expuestos desde su infancia a estos procesos de tortura, pero sin duda existe una repercusión. “Las violencias sexuales correctivas suelen emplearse mucho más en la adolescencia con las chicas lesbianas o bisexuales. Muchas veces por parte de alguien conocido o familiar, lo cual, además de ser una violación a la propia persona constituye también una cuestión de impacto psicológico brutal, porque en el fondo, todas estas acciones van abonando a que las personas LGBTIQ+ lleguen a vivirse como fuera de lo normativo, con una homofobia o transfobia interiorizada, que muchas veces puede derivar en procesos de depresión o ideación suicida”.

Han dejado de considerarse problemas de salud mental.

Prohibidas en 10 países

En el mundo, sólo 10 naciones han prohibido las terapias de conversión por el daño emocional, físico y la afectación a los derechos humanos de quienes son sometidos a estas prácticas.

En nuestro país, el pasado 11 de octubre de 2022 el Senado aprobó la prohibición de las terapias de conversión sexual con una pena de hasta 12 años de cárcel a quien las realice. El proyecto fue enviado a la Cámara de Diputados para su análisis y votación.

Lo que Tania Rocha celebró, aunque aclaró que es únicamente una iniciativa dentro de muchas más que tienen que existir para que sumen a reiterar y hacer saber, a quienes quizá no se han dado a la tarea de actualizarse o de conocer más acerca del tema, que no se está hablando de cuestiones curables, y que por el contrario, estas acciones pueden ocasionar problemas muy serios de salud mental y emocional en quienes lo viven, e incluso llegar, en muchos casos, hasta el suicidio ante el rechazo y la constante violencia a la que pueden ser expuestas las personas.

La investigadora recomendó la guía Nada que curar, elaborada por la Facultad de Psicología de la UNAM en colaboración con otras instituciones y asociaciones civiles y disponible de manera gratuita para que las familias tengan más información y elementos para no dejarse persuadir o engañar por quienes quieren hacer ECOSIG, y a la vez para tener herramientas que permitan apoyar a las personas LGBTIQ+, “que puedan vivir desde un lugar mucho más pacífico, prometedor, de aceptación de sus propias vivencias”.

Consulta la guía Nada que curar: (https://www.unodc.org/documents/mexicoandcentralamerica/2020/Mexic/Nada_que_curar_2020.pdf).

Fuente de la información:  Gaceta UNAM

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México: Una de cada cinco personas sufrió violencia física en esta pandemia

Por: Sofía Villafuerte Guillén

Muchas familias han vivido un aumento de la violencia durante el confinamiento por la COVID-19. Así lo muestra una investigación realizada por el Dr. Raúl Alcázar Olán, académico del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla, durante los meses del verano de este año.

De acuerdo con lo recabado en una encuesta, el 89.5 por ciento de los participantes afirmó haber sido víctima de violencia psicológica por parte de un familiar enojado, generalmente el cónyuge. Asimismo, el 94.4 por ciento de las mujeres y el 91.6 por ciento de los hombres han ejercido, estando enojados, algún tipo de violencia psicológica hacia algún familiar durante estos más 16 meses de pandemia.

Alcázar Olán, doctor en Psicología, desarrolló una investigación sobre el enojo y la violencia familiar durante la pandemia por COVID-19, en el estado de Puebla, con el apoyo del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (CONCYTEP), y con la colaboración de alumnos y de la docente Graciela Isabel Wilson Corral.

Este trabajo, que incluyó propuestas para la creación de políticas públicas que contribuyan a reducir el problema, reveló que durante la pandemia una de cada cinco personas ha sido víctima de violencia física por parte de algún familiar enojado, especialmente la pareja.

Asimismo, la investigación realizada durante este verano, la cual incluyó una muestra de 665 adultos, da a conocer que en la pandemia el 33.5 por ciento ejerce violencia física contra algún familiar, la mayoría de las veces hacia la pareja, aunque también hacia los hijos.

Alcázar Olán, integrante del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, subraya que el enojo excesivo, entre otros factores, es un elemento que aumenta las reacciones violentas, especialmente las de carácter psicológico. En consecuencia, afirma, el manejo emocional se vuelve indispensable para disminuir dichos episodios de violencia.

De acuerdo con el especialista y creador de la Escala de Pensamientos de Enojo ─reconocida por la American Psychological Association (APA)─, si bien no se trata de un problema nuevo, muchas familias han padecido un aumento de la violencia a partir de una serie de causas derivadas del confinamiento por COVID-19.

“Si bien los gobiernos federal y estatal han realizado esfuerzos para combatir la violencia familiar, mediante programas que buscan remediar el problema o sancionarlo, no hay, o son pocas, las iniciativas para la prevención”, recalcó el académico de la IBERO Puebla.

El especialista de la Universidad jesuita de Puebla asegura que existe más información estadística sobre la violencia hacia las mujeres que hacia los hombres. Sin embargo, varios estudios señalan que la violencia más recurrente está en las relaciones de pareja, en la cual hombres y mujeres han ejercido varios tipos de violencia hacia su cónyuge.

Como parte de la investigación realizada se trabajó en propuestas para una política pública que busque reducir el problema del enojo excesivo y la violencia familiar, entre las que destacan: implementar de medidas preventivas para fomentar el autocontrol del enojo y el cuidado mutuo en las relaciones familiares.

Así como también concientizar a la población sobre el problema mediante diversas actividades y medios; aumentar la participación de la sociedad civilcomo promotores de la lucha contra la violencia familiar, y reconocer los daños del enojo excesivo y la violencia familiar.

Las investigaciones Enojo excesivo y violencia familiar: Informe para maestros y padres de familia y Enojo excesivo y violencia familiar: hacia una propuesta de política pública en el Estado de Puebla fueron realizadas en colaboración con la profesora de la IBERO Puebla, Graciela Isabel Wilson Corral, y los alumnos de Psicología Gabriela Bermúdez Cruz, Jenifer Azuleni Martínez de la Cruz y Pedro Rivera Martínez. Estos informes serán publicados como libros en los próximos meses.

Fuente de la información e imagen:  IBERO Puebla

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Estados Unidos: ¡Indignante! Directora de escuela golpea con una tabla a niña por dañar una computadora en Florida

América del Norte/Estados Unidos/07-05-2021/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

El hecho ha causado opiniones encontradas, pues la niña fue castigada frente a la madre, quien explicó las razones por las que no intervino y mejor optó por grabar el caso.

La madre de la niña de seis años, una inmigrante latina, grabó el momento en que su hija era castigada por la directora de una escuela en Florida, Estados Unidos. Video de carácter no comercial: https://www.youtube.com/watch?v=UQWPGpWFhWY.

Las autoridades de Florida, Estados Unidos, investigan el brutal castigo que se le impuesto a una estudiantes de 6 años en una escuela de Clewiston en presencia de su madre, una inmigrante latina que grabó el hecho, informó la agencia EFE el 3 de mayo.

En las imágenes que se han difundido en medios locales se ve a dos mujeres, una sujetando a la menor de edad y la otra golpeándola en los glúteos al menos 3 veces con una tabla de madera, mientras la niña grita, llora y suplica que no la golpeen.

Melissa Carter, la directora de la Escuela Primaria Central en Clewiston, y la secretaria del centro educativo, Cecilia Self, enfrentan una investigación por presuntamente administrar castigo corporal, informó el canal local WINK News.

La rectoría de esta escuela del sur de Florida, en el condado Hendry, había llamado a la madre de la estudiante argumentando que dañó una computadora y debía pagar 50 dólares.

Tras la paliza ocurrida el 13 de abril, Carter le exige a la niña que no se vuelva a repetir el incidente y que se disculpe con su mamá: “Comportándote y cuidando las cosas, no sigas estropeando las cosas”, le advierte.

“¿Esto va a volver a ocurrir?, le pregunta a la estudiante la otra persona que acompaña a la directora. “No”, le responde la pequeña en medio del llanto.

El video generó indignación en las redes sociales, donde se generaron diversas opiniones, entre las que cuestionaban el actuar de la progenitora de no defender a su hija y otras que se mostraron de acuerdo con el castigo escolar.

Según la madre de la alumna, cuando ella llegó a la escuela, le mencionaron la posibilidad del castigo, pero dijo que debido a la barrera del idioma no entendía el proceso. Ella temía represalias por su estatus migratorio, detallan medios estadounidenses.

Sin saber qué estaba pasando vio golpear “con odio” a su hija y señaló que no sabía qué hacer, porque pensó que si se rehusaba iría a la cárcel, por eso afirmó que prefirió grabar para tener pruebas al denunciar el hecho y que el resto de padres se enteraran qué sucedía en ese centro escolar. Aunque reconoció que fue un sacrificio ver cómo lastimaban a su pequeña.

“El odio con el que le dio a mi hija, yo nunca le pegué a mi hija como ella la golpeó”, expresó entre lágrimas a WINK News.

Ahora la mujer de origen latino señaló que velará porque se haga justicia en el caso de su hija tras la impotencia que enfrentó por no poder defenderla cuando era castigada por las autoridades escolares.

En Florida, algunos distritos escolares permiten el castigo corporal, pero el condado de Hendry, donde ocurrió el incidente, no es uno de ellos.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/internacional/directora-escuela-golpea-tabla-nina-estudiante-florida/834390/2021/

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España: Retrato de la violencia contra las mujeres desde 2015: un 68% la cometen las parejas o exparejas y la sexual creció un 72%

El Ministerio del Interior ha presentado este miércoles datos detallados sobre los hechos denunciados por violencia contra las mujeres que, por primera vez, abarcan la que se da también fuera del ámbito de la pareja o expareja. En total, han sido 601.416 las infracciones registradas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde 2015 hasta 2019, divididos en violencia física, psicológica, sexual y económica. En la inmensa mayoría, un 68%, el agresor era la pareja o expareja de la mujer, constituyendo casos de violencia de género. El resto, casi uno de cada cuatro casos, han sido cometidos por otros familiares (violencia doméstica, que engloba el 12%) u otro tipo de personas como amigos, vecinos, compañeros de trabajo, desconocidos… Una categoría esta última en la que destacan especialmente los ataques contra la libertad sexual.

Son algunas de las conclusiones del estudio Informe sobre Violencia contra la Mujer 2015-2019, elaborado por el Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad y dado conocer a las puertas del 8M con el objetivo de «visibilizar un concepto más amplio de la violencia contra la mujer», tal y como señala el Convenio de Estambul, ratificado por España en 2014. La base estadística está formada por los llamados «hechos denunciados», que no necesariamente se corresponden con personas ni con denuncias porque en una misma puede haber varias víctimas y varios hechos, han explicado fuentes del ministerio.

La mayor parte de las infracciones violentas contra las mujeres puestas en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en este periodo, en concreto un 51% del total, se corresponden con la violencia psicológica, que abarca desde las amenazas a las coacciones o al trato degradante. Le sigue la violencia física (cuatro de cada diez hechos denunciados), la violencia sexual (7%) y la económica (3%). Todas, salvo esta última, han crecido en los últimos años, sobre todo la sexual, que ha escalado un 72% al pasar de los 6.692 hechos denunciados de 2015 a los 11.525 de 2019. La psicológica también ha experimentado un ascenso del 11%.

Sin embargo, las conclusiones más detalladas se arrojan a partir del análisis concreto de las tipologías y cómo se reparte cada una de ellas en las categorías estudiadas: en la violencia de género, en la violencia doméstica –cometida en el ámbito familiar por alguien que no es ni la pareja o expareja de la víctima– o en otro tipo de relación.

Las menores, víctimas en el 40% de ataques sexuales

La mayor parte de hechos englobados como violencia física, psicológica y económica han sido cometidos por parejas o exparejas de las víctimas, con porcentajes que van del 71% al 75%. Sin embargo, en la violencia sexual, es justo al revés: el 86% de los ataques a la libertad sexual denunciados por mujeres han sido cometidos por agresores fuera de este marco, o bien otros familiares (un 9%), o amigos, conocidos, vecinos, desconocidos…Casi la mitad, el 48%, han sido cometidos en viviendas o anexos. Destaca en este sentido, la escasez de denuncias de violencia sexual en el ámbito de la violencia de género –solo un 5%–, a pesar de que suele ir acompañada de ella, según señalan víctimas, expertas y organizaciones.

Otra de las conclusiones que resaltan es que en las agresiones sexuales, el grupo de edad más representado es el de las chicas menores, que fueron víctimas en un 40% de los hechos denunciados desde 2015. Sobre todo, son abusos sexuales –que según el Código Penal actual, no requiere violencia ni intimidación– y que constituyen el 53,5% de los casos. En la tipología de agresiones sexuales, con o sin penetración, destacan las mujeres de 18 a 30 años.

El estudio arroja una cifra que contradice los estudios de prevalencia realizados hasta ahora en lo que respecta a menores y violencia sexual: según las denuncias, el 80% se da fuera del ámbito familiar (ni violencia de género ni violencia doméstica), mientras que habitualmente se señala el círculo más cercano de la víctima como el más frecuente. Un estudio reciente de la Fundación Anar, que analizó 6.000 casos de abusos sexuales a la infancia desde 2008, concluyó que más de la mitad, el 58,8%, fueron cometidos por un miembro de la familia del niño o niña. Las diferencias, apuntan fuentes del Ministerio del Interior, pueden deberse, por un lado, a que en este caso las víctimas son únicamente chicas, por otro lado, a la procedencia de los datos. «Los nuestros se basan en denuncias y hechos conocidos por las policías. El origen es diferente y de ahí pueden llegarse a conclusiones distintas», señalan.

Fuente: https://rebelion.org/retrato-de-la-violencia-contra-las-mujeres-desde-2015-un-68-la-cometen-las-parejas-o-exparejas-y-la-sexual-crecio-un-72/

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México: Cada hora, una mujer pidió ayuda por violencia de género: RNR

En los últimos dos meses de 2020, cada hora una mujer pidió apoyo a la Red Nacional de Refugios (RNR) ante una situación de violencia y riesgo, de las cuales cuatro de cada 100 mujeres reportaron intentos de feminicidio, informó la campaña #DistanciaSeguraySinViolencias.

En un balance final de la campaña, en la que también participó el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), la Red precisó que fueron atendidas 11 mil 132 mujeres con sus hijos, de las cuales 75 por ciento «fueron agredidas por sus parejas o ex parejas».

La RNR agregó que los hijos de mujeres víctimas de violencias familiares también habían sufrido diversos tipos de agresiones entre ellas, entre las que destacan violencia física (27.94 por ciento), psicológica (28.36 por ciento), patrimonial (21.24 por ciento), trata infantil (16.50 por ciento) y sexual (5.65 por ciento).

Por otra parte, las organizaciones que impulsaron la campaña detallaron que del 3 de septiembre de 2020 al 28 de febrero de 2021 acompañaron a  530 mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencias, a través de asesorías gratuitas vía telefónica.

De las víctimas, las principales formas de violencia que sufrieron fueron violencia psicológica, violencia sexual, violencia física y violencia económica.

Señalaron que los resultados de la campaña demuestran la urgencia de que las autoridades impulsen acciones que puedan inhibir la prevalencia de la violencia de género, «promoviendo políticas públicas intersectoriales con perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad».

A continuación el comunicado completo:

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), la Red Nacional de Refugios A.C. (RNR) y Católicas por el Derecho a Decidir A.C. (CDD) presentaron una radiografía de las violencias contra las mujeres luego de la campaña #DistanciaSeguraySinViolencias ¡Por una nueva normalidad sin violencias!

Durante la campaña, que inició el 3 de septiembre de 2020 y concluyó el 28 de febrero de 2021, se acompañó a  530 mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencias, a través de asesorías gratuitas vía telefónica.

Los tipos de violencias que fueron atendidos son: violencia psicológica, principalmente cometida por parte de la pareja de la víctima o por una persona de su ámbito familiar, asimismo se pudo identificar que las mujeres son violentadas por agresores no identificados y en cuarto lugar por funcionarias/os de escuelas.

Destacaron además que en los casos de violencia sexual está es perpetrada principalmente por familiares, pero también por personas desconocidas, tanto en el ámbito familiar como en el espacio laboral.

También fueron acompañados casos de violencia física, los cuales en su mayoría se cometieron por parte de la pareja, por otros  familiares y por personas  desconocidas en el espacio público.

De la misma forma, en el periodo de duración de la campaña fueron asesorados y documentados casos de violencia económica, ejercida principalmente por  las  parejas, otros familiares y  por instituciones públicas.

Si bien en la mayoría de los casos de violencia atendidos las agresiones  fueron cometidas por parte de  las parejas o personas conocidas de la víctima, también fueron atendidos diversos casos de desaparición de mujeres, niñas y adolescentes, así como casos de feminicidio por desconocidos, lo que evidencia que la violencia comunitaria prevalece a pesar de la pandemia por Covid19.

Las edades de las mujeres, niñas y adolescentes que fueron acompañadas osciló entre 1 año y los 76 años de edad, lo que da cuenta de que las violencias ocurren en diferentes momentos del ciclo de vida de las mujeres. Aún así, la mayor parte de la población atendida se encuentra en el rango de los 30 a los 40 años de edad.

De las 530 mujeres, niñas y adolescentes asesoradas, el 11% se identifica como perteneciente a un pueblo originario y 7.74% habla alguna lengua indígena.

Los estados en donde se ubican las mujeres atendidas fueron: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Estado de México ,Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán, es decir, en 22 distintas entidades de la República. Jalisco, Chiapas y Aguascalientes fueron los estados en donde se atendieron a más mujeres.

Las mujeres en situación de violencias acompañadas en el marco de la Campaña #DistanciaSeguraySinViolencias se ubican en poblaciones urbanas (3,755 casos), semiurbanas (85 casos) y en zonas rurales (70 casos).

De las mujeres acompañadas 24.29%, se dedican a las actividades del hogar; 22.22% se dedican a actividades profesionales; 19.96% se dedican al comercio; 14.88% son estudiantes; 0.38% se dedican a la agricultura, entre otras actividades.

De acuerdo con los registros de atención, 211 mujeres refirieron haber acudido a otras instancias o instituciones. Al menos el 57.79% de ellas, señaló que en dichas instancias se sintió escuchada pero no se resolvió satisfactoriamente su problema, en tanto que el 33.67% manifestó que no fue escuchada ni atendida. Solo 8.54% estimó que fue escuchada y la situación que la llevó a solicitar la atención se resolvió satisfactoriamente.

El análisis de las asesorías brindadas, nos permite reconocer la prevalencia de las diversas formas de violencias contra las mujeres, así como la diversidad de actores que agreden a las mujeres, niñas y adolescentes en México.

Aunado a las asesorías gratuitas vía telefónica realizadas a 530 mujeres, niñas y adolescentes, la Red Nacional de Refugios, a través de sus más de 75 espacios de protección, redes sociales y líneas telefónicas, atendió a 11,132 mujeres con sus hijas e hijos, en donde el 75% de las víctimas fueron agredidas por sus parejas o ex parejas.

Como reflejo de la impunidad, el machismo y falta de acceso a la justicia, el 27% de los agresores de las mujeres que solicitaron apoyo a la RNR tenían antecedentes penales, 29% usaban armas de fuego y el 14% contaba con vínculos militares o políticos.

En los últimos dos meses de 2020, cada hora una mujer se comunicó a la RNR para pedir apoyo ante una situación de violencias y riesgo, de las cuales 4 de cada 100 mujeres reportaron intentos de feminicidio.

El incremento de las violencias de género en los hogares también es una problemática que afecta a las infancias, en los espacios de protección de la RNR se detectó que las hijas e hijos de mujeres víctimas de violencias familiares también habían sufrido diversos tipos de agresiones entre ellas: física con un 27.94%, psicológica con 28.36%, patrimonial con 21.24%, trata infantil con 16.50% y sexual con 5.65%.

Estos hallazgos generan información valiosa para que las autoridades impulsen de manera urgente y coordinada, acciones que puedan inhibir la prevalencia de la violencia de género, promoviendo políticas públicas intersectoriales con perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad.

Si bien la campaña #DistanciaSeguraySinViolencias -realizada con el apoyo del Fondo Canadá para Iniciativas Locales y la Unión Europea- concluyó este 28 de febrero, la labor como defensoras de los derechos humanos y como organizaciones de la sociedad civil, continuará en exigencia de una vida libre de violencia para las mujeres, niñas y adolescentes en México.

Atentamente,

Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF)

Red Nacional de Refugios A.C. (RNR)

Católicas por el Derecho a Decidir A.C

Fuente e imagen:  https://desinformemonos.org/cada-hora-una-mujer-pidio-ayuda-por-violencia-de-genero-rnr/

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Qué es el control coercitivo y por qué se volvió una asignatura obligatoria en las escuelas de Reino Unido

Europa/Reino Unido/Noviembre 2020/elnacional.com

Para crear conciencia sobre todas las formas de abuso, el gobierno británico hizo obligatoria la “educación para las relaciones” en las escuelas, que entró en vigor en septiembre de 2020

El pasado mes de septiembre, el gobierno británico volvió obligatorio el aprendizaje sobre control coercitivo en la escuela.

La diferencia entre una relación sana y una abusiva no siempre es obvia, especialmente cuando el impacto duradero no es tan visible como una cicatriz, pero puede ser igual de dañino.

Cuando Sarah* tenía casi 16 años, comenzó a acercarse a un chico en su clase, llamado Zach. Después de hablar durante unas semanas, él la invitó a ir a un concierto.

Al principio estaba nerviosa porque no estaba acostumbrada a salir sola, así que preguntó si sus amigos también podían ir.

“Quiero que estemos nosotros solos”, recuerda que le dijo. “Esta es una oportunidad única para que estemos juntos”.

A Sarah realmente le estaba empezando a gustar Zach y como él siguió invitándola a hacer cosas, solo ellos dos, ella sabía que él sentía lo mismo.

Así que, aunque tenía miedo de caminar sola de noche, estaba dispuesta a pasar tiempo con él.

Unos meses después eran oficialmente pareja.

Antes de ir juntos a una fiesta, Sarah se estaba probando ropa y él le dijo: “eso es demasiado revelador”. Confiando en la opinión de Zach, Sarah optó por un vestido diferente.

Cuando Sarah hablaba con otros chicos en su clase, Zach comenzó a decir que estaba tratando de ponerlo celoso. “¿Por qué sino estarías hablando con él?”

Ver el patrón de abuso por sí mismo puede ser increíblemente difícil y, en algunos casos, casi imposible / Foto GETTY IMAGES

Ella estaba segura de que era una charla inocente, pero tal vez él tenía razón si eso le hacía sentir así, pensó.

Zach comenzó a experimentar con drogas, tomando drogas de clase A con regularidad.

Entonces Sarah le dijo que estaba preocupada por él. “Deja de ser tan controladora”, le respondió.

Cada vez que ella hablaba del tema, Zach la acusaba de tratar de controlarlo.

Una noche buscó en Google: “¿Soy una persona controladora?”

Cuanto más tiempo pasaba Sarah con Zach, menos veía a sus amigos. Zach dijo que eso era normal al comienzo de una nueva relación. “De todos modos, no me gustaban tus amigos”, señaló.

Los resultados de sus exámenes de preparatoria llegaron rápidamente. Zach obtuvo dos A y una B, Sarah obtuvo una A y dos B.

“Sabes, eso se esperaba”, indicó él.

Sarah ingresó a la universidad que había elegido, mientras que Zach decidió volver a tomar algunos exámenes.

“No te vayas, ¿por qué querrías dejarme aquí?”, le preguntó.

Él insistía cada vez más para que Sarah no fuera a la universidad, y le decía que no tenía sentido que fuera.

“Es una pérdida de dinero. Yo voy a ser el sostén de la familia, no podría vivir conmigo mismo de otra manera”, le decía.

La autonomía y autoconfianza de las víctimas de control coercitivo se desvanece / Foto GETTY IMAGES

Sarah, que ahora tiene 23 años, dice que los primeros años de su relación “no fueron malos”.

“Lo que quiero decir es que el principio no fue tan malo como lo que pasó después”.

¿Qué es el control coercitivo?

El control coercitivo a menudo no se puede limitar a un evento en una relación, sino que es la acumulación de palabras, comportamientos y amenazas que humillan, aíslan y controlan a las víctimas, dejándolas sin libertad y con muy poco de “ellos mismos”.

Las víctimas describen haber experimentado abuso emocional a medida que su sentido de autoconfianza y autonomía era desmembrado, hasta que la única ‘normalidad’ que conocen es el abusador.

La naturaleza del control coercitivo significa que poder ver el patrón de abuso por sí mismo puede ser increíblemente difícil y, en algunos casos, casi imposible.

Entonces, ¿cómo sabes cuándo los celosos y los pegajosos se vuelven controladores y coercitivos? ¿Y cuándo se convierte eso en un delito?

“Dijo que podía romperme el cuello si quisiera”

Para crear conciencia sobre todas las formas de abuso, el gobierno británico hizo obligatoria la “educación para las relaciones” en las escuelas, que entró en vigor en septiembre de 2020.

El plan de estudios incluye enseñar a los estudiantes a identificar el abuso financiero, emocional y físico en las relaciones de adolescentes y adultos.

Sarah dice que esto es algo que le hubiera gustado saber antes de su relación con Zach.

Para ella, “eres hermosa” pronto se convirtió en “tienes suerte de que esté contigo porque nadie más te iba a querer”.

El impacto duradero del control coercitivo no es tan visible como una cicatriz o un hematoma / Foto GETTY IMAGES

Levantarse de la cama y vestirse requería una aprobación detallada de Zach sobre el atuendo.

“Realmente me convenció de que estaba mal que no le mostrara lo que iba a vestir”.

Y no volvió a ver a sus amigos después de que su novio les enviara un mensaje en secreto diciendo: “Por cierto, Sarah te odia y habla de ti a tus espaldas”.

Zach solía decir que no tenía dinero para comer ni para vivir, por lo que Sarah dice que constantemente le enviaba grandes sumas de dinero. Pero agrega que después la castigaba.

“Lo estás haciendo para hacerme sentir mal conmigo mismo”, le decía.

En la universidad, si quería salir por la noche, Zach le indicaba que no podía ir y le repetía que si lo hacía “un extraño la violaría y drogaría” y que le causaría a él demasiada preocupación e insomnio.

Si ella salía, lo cual era raro, se veía abrumada con mensajes y llamadas preguntando dónde estaba y qué estaba haciendo.

“Empecé a notar que mi vida estaba realmente restringida en la universidad”, recuerda Sarah.

“Sentí que no podía unirme a actividades ni hacer amigos. Me di cuenta de que mis compañeros de piso pensaban que [nuestra relación] era extraña, porque siempre le pedía permiso, pero pensé que era normal”.

“Él me convenció de que era normal”.

Antes de que Sarah se diera cuenta, los desprecios que le dolían se convirtieron en temores por su seguridad.

El momento que más recuerda fue cuando Zach la visitó en la universidad.

Ella le había pagado para que fuera a verla y habían pasado el día juntos. Estaba acurrucada con Zach en la cama.

Entonces él le dijo: “Podría romperte el cuello ahora, si quisiera”.

El abuso continúa muchas veces después del término de la relación / Foto GETTY IMAGES

Sarah cuenta que la presión para hacer lo que él quería se filtró en las partes íntimas de su relación.

“Él hablaba mucho sobre la pornografía bastante gráfica y abusiva que veía”.

“Tú no lo harías en el dormitorio, así que tengo que conseguirlo en otro lado”, le decía.

Sarah temió por su vida en más de una ocasión.

Enojado, Zach aventaba sillas, rompía cosas y la amenazaba como si fuera tan normal como besarla.

“Si extendía la mano y lo tocaba para tratar de calmarlo, me empujaba”, recuerda Sarah.

“No quería verlo más. Le tenía miedo”.

Fue en su tercer año de universidad, cuando sus momentos de “libertad” se estaban agotando, cuando Sarah sintió que dejar a Zach era una opción.

El momento que, dice, se destaca, fue cuando su compañera de casa la sentó y le dijo que estaba realmente preocupada de que esa relación controladora arruinara su vida.

“Era muy infeliz y no me daba cuenta. Una relación no debería hacerte dudar de ti misma todos los días”.

“Realmente pensé: ‘¿Quiero esto por el resto de mi vida?’”

Desafortunadamente, al igual que muchas relaciones abusivas, el abuso no paró cuando se acabó la relación.

¿Qué dice la ley en Reino Unido?

Dos mujeres son asesinadas cada semana como resultado de la violencia doméstica en este país.

Estos casos a veces están relacionados con el control coercitivo, según la experta en criminología, la doctora Jane Monckton Smith.

El control coercitivo se volvió ilegal en 2015 bajo el delito de “comportamiento controlador o coercitivo en una relación íntima o familiar”.

El control coercitivo se volvió ilegal en 2015 en Reino Unido / Foto GETTY IMAGES

Para traspasar el límite y convertirse en un delito, el control coercitivo debe hacer temer a alguien que se utilizará la violencia en su contra al menos en dos ocasiones; o causarle una alarma o angustia grave que tenga un efecto adverso sustancial en sus actividades cotidianas habituales.

Aunque se procesa principalmente junto con otros delitos como la violencia doméstica, cada vez llegan más casos individuales a los tribunales.

La abogada Clare Ciborowska le dijo a BBC Three que está viendo cada vez más casos de control coercitivo que involucran a jóvenes de 16 años o más.

“Cuando eres joven, nadie entra en una relación esperando que sea abusiva, pero cualquiera puede encontrarse en esa posición”, explica.

“A veces, pueden comenzar a aparecer unos pequeños y sutiles signos, eso puede suceder durante un largo período de tiempo”.

“Para entonces ya estás involucrada en la relación cuando las cosas empeoran. Por eso, es importante que los jóvenes sepan qué es el control coercitivo, puedan detectar las cosas desde el principio y se sientan capaces de hablar de ello”.

En algunos casos, Ciborowska dice que el perpetrador evita la violencia física porque deja una marca obvia.

“Son bastante manipuladores y se aseguran de no cometer ningún delito físico, porque es mucho más difícil de detectar si se trata solo del aspecto del control coercitivo, aunque psicológicamente siga teniendo un efecto adverso enorme en la víctima”.

Cuando Sarah viajó para romper con Zach, estaba aterrorizada.

“Me sentía muy responsable de su vida”, señala.

Como no tenía idea de cómo tomaría él la ruptura, Sarah se lo dijo en la calle porque quería estar en público con otras personas alrededor, para que él no pudiera lastimarla.

Durante meses, después de haber roto con él, Zach continuó acosándola.

“Si no le respondía, me amenazaba con suicidarse”.

Cuando bloqueó su número, Zach apareció en la puerta de su casa. Y en otra ocasión en casa de su madre.

“Me di cuenta de que no podría escapar por completo hasta que me mudé y él ya no sabía mi dirección”.

Un año después de que se acabara esa experiencia, Sarah volvió a socializar, está en una relación feliz y, dice, está comenzando a sentirse ella misma nuevamente.

¿Estás experimentando control coercitivo?

Según una importante organización de ayuda de abuso doméstico, algunos ejemplos comunes de comportamiento coercitivo son:

  • Aislarte de tus amigos y familiares
  • Privarte de necesidades básicas, como alimentos
  • Controlar tu tiempo
  • Supervisarte a través de herramientas de comunicación en línea o software espía
  • Tomar el control de aspectos de tu vida diaria, como adónde puedes ir, a quién puedes ver, qué puedes ponerte y cuándo puedes dormir
  • Privarte del acceso a servicios de apoyo, como servicios médicos
  • Despreciarte repetidamente, como decirte que no vales nada
  • Humillarte, degradarte o deshumanizarte
  • Controlar tus finanzas
  • Amenazarte o intimidarte

Fuente e imagen: https://www.elnacional.com/bbc-news-mundo/que-es-el-control-coercitivo-y-por-que-se-volvio-una-asignatura-obligatoria-en-las-escuelas-de-reino-unido/

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