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Qué es el control coercitivo y por qué se volvió una asignatura obligatoria en las escuelas de Reino Unido

Europa/Reino Unido/Noviembre 2020/elnacional.com

Para crear conciencia sobre todas las formas de abuso, el gobierno británico hizo obligatoria la “educación para las relaciones” en las escuelas, que entró en vigor en septiembre de 2020

El pasado mes de septiembre, el gobierno británico volvió obligatorio el aprendizaje sobre control coercitivo en la escuela.

La diferencia entre una relación sana y una abusiva no siempre es obvia, especialmente cuando el impacto duradero no es tan visible como una cicatriz, pero puede ser igual de dañino.

Cuando Sarah* tenía casi 16 años, comenzó a acercarse a un chico en su clase, llamado Zach. Después de hablar durante unas semanas, él la invitó a ir a un concierto.

Al principio estaba nerviosa porque no estaba acostumbrada a salir sola, así que preguntó si sus amigos también podían ir.

“Quiero que estemos nosotros solos”, recuerda que le dijo. “Esta es una oportunidad única para que estemos juntos”.

A Sarah realmente le estaba empezando a gustar Zach y como él siguió invitándola a hacer cosas, solo ellos dos, ella sabía que él sentía lo mismo.

Así que, aunque tenía miedo de caminar sola de noche, estaba dispuesta a pasar tiempo con él.

Unos meses después eran oficialmente pareja.

Antes de ir juntos a una fiesta, Sarah se estaba probando ropa y él le dijo: “eso es demasiado revelador”. Confiando en la opinión de Zach, Sarah optó por un vestido diferente.

Cuando Sarah hablaba con otros chicos en su clase, Zach comenzó a decir que estaba tratando de ponerlo celoso. “¿Por qué sino estarías hablando con él?”

Ver el patrón de abuso por sí mismo puede ser increíblemente difícil y, en algunos casos, casi imposible / Foto GETTY IMAGES

Ella estaba segura de que era una charla inocente, pero tal vez él tenía razón si eso le hacía sentir así, pensó.

Zach comenzó a experimentar con drogas, tomando drogas de clase A con regularidad.

Entonces Sarah le dijo que estaba preocupada por él. “Deja de ser tan controladora”, le respondió.

Cada vez que ella hablaba del tema, Zach la acusaba de tratar de controlarlo.

Una noche buscó en Google: “¿Soy una persona controladora?”

Cuanto más tiempo pasaba Sarah con Zach, menos veía a sus amigos. Zach dijo que eso era normal al comienzo de una nueva relación. “De todos modos, no me gustaban tus amigos”, señaló.

Los resultados de sus exámenes de preparatoria llegaron rápidamente. Zach obtuvo dos A y una B, Sarah obtuvo una A y dos B.

“Sabes, eso se esperaba”, indicó él.

Sarah ingresó a la universidad que había elegido, mientras que Zach decidió volver a tomar algunos exámenes.

“No te vayas, ¿por qué querrías dejarme aquí?”, le preguntó.

Él insistía cada vez más para que Sarah no fuera a la universidad, y le decía que no tenía sentido que fuera.

“Es una pérdida de dinero. Yo voy a ser el sostén de la familia, no podría vivir conmigo mismo de otra manera”, le decía.

La autonomía y autoconfianza de las víctimas de control coercitivo se desvanece / Foto GETTY IMAGES

Sarah, que ahora tiene 23 años, dice que los primeros años de su relación “no fueron malos”.

“Lo que quiero decir es que el principio no fue tan malo como lo que pasó después”.

¿Qué es el control coercitivo?

El control coercitivo a menudo no se puede limitar a un evento en una relación, sino que es la acumulación de palabras, comportamientos y amenazas que humillan, aíslan y controlan a las víctimas, dejándolas sin libertad y con muy poco de “ellos mismos”.

Las víctimas describen haber experimentado abuso emocional a medida que su sentido de autoconfianza y autonomía era desmembrado, hasta que la única ‘normalidad’ que conocen es el abusador.

La naturaleza del control coercitivo significa que poder ver el patrón de abuso por sí mismo puede ser increíblemente difícil y, en algunos casos, casi imposible.

Entonces, ¿cómo sabes cuándo los celosos y los pegajosos se vuelven controladores y coercitivos? ¿Y cuándo se convierte eso en un delito?

“Dijo que podía romperme el cuello si quisiera”

Para crear conciencia sobre todas las formas de abuso, el gobierno británico hizo obligatoria la “educación para las relaciones” en las escuelas, que entró en vigor en septiembre de 2020.

El plan de estudios incluye enseñar a los estudiantes a identificar el abuso financiero, emocional y físico en las relaciones de adolescentes y adultos.

Sarah dice que esto es algo que le hubiera gustado saber antes de su relación con Zach.

Para ella, “eres hermosa” pronto se convirtió en “tienes suerte de que esté contigo porque nadie más te iba a querer”.

El impacto duradero del control coercitivo no es tan visible como una cicatriz o un hematoma / Foto GETTY IMAGES

Levantarse de la cama y vestirse requería una aprobación detallada de Zach sobre el atuendo.

“Realmente me convenció de que estaba mal que no le mostrara lo que iba a vestir”.

Y no volvió a ver a sus amigos después de que su novio les enviara un mensaje en secreto diciendo: “Por cierto, Sarah te odia y habla de ti a tus espaldas”.

Zach solía decir que no tenía dinero para comer ni para vivir, por lo que Sarah dice que constantemente le enviaba grandes sumas de dinero. Pero agrega que después la castigaba.

“Lo estás haciendo para hacerme sentir mal conmigo mismo”, le decía.

En la universidad, si quería salir por la noche, Zach le indicaba que no podía ir y le repetía que si lo hacía “un extraño la violaría y drogaría” y que le causaría a él demasiada preocupación e insomnio.

Si ella salía, lo cual era raro, se veía abrumada con mensajes y llamadas preguntando dónde estaba y qué estaba haciendo.

“Empecé a notar que mi vida estaba realmente restringida en la universidad”, recuerda Sarah.

“Sentí que no podía unirme a actividades ni hacer amigos. Me di cuenta de que mis compañeros de piso pensaban que [nuestra relación] era extraña, porque siempre le pedía permiso, pero pensé que era normal”.

“Él me convenció de que era normal”.

Antes de que Sarah se diera cuenta, los desprecios que le dolían se convirtieron en temores por su seguridad.

El momento que más recuerda fue cuando Zach la visitó en la universidad.

Ella le había pagado para que fuera a verla y habían pasado el día juntos. Estaba acurrucada con Zach en la cama.

Entonces él le dijo: “Podría romperte el cuello ahora, si quisiera”.

El abuso continúa muchas veces después del término de la relación / Foto GETTY IMAGES

Sarah cuenta que la presión para hacer lo que él quería se filtró en las partes íntimas de su relación.

“Él hablaba mucho sobre la pornografía bastante gráfica y abusiva que veía”.

“Tú no lo harías en el dormitorio, así que tengo que conseguirlo en otro lado”, le decía.

Sarah temió por su vida en más de una ocasión.

Enojado, Zach aventaba sillas, rompía cosas y la amenazaba como si fuera tan normal como besarla.

“Si extendía la mano y lo tocaba para tratar de calmarlo, me empujaba”, recuerda Sarah.

“No quería verlo más. Le tenía miedo”.

Fue en su tercer año de universidad, cuando sus momentos de “libertad” se estaban agotando, cuando Sarah sintió que dejar a Zach era una opción.

El momento que, dice, se destaca, fue cuando su compañera de casa la sentó y le dijo que estaba realmente preocupada de que esa relación controladora arruinara su vida.

“Era muy infeliz y no me daba cuenta. Una relación no debería hacerte dudar de ti misma todos los días”.

“Realmente pensé: ‘¿Quiero esto por el resto de mi vida?’”

Desafortunadamente, al igual que muchas relaciones abusivas, el abuso no paró cuando se acabó la relación.

¿Qué dice la ley en Reino Unido?

Dos mujeres son asesinadas cada semana como resultado de la violencia doméstica en este país.

Estos casos a veces están relacionados con el control coercitivo, según la experta en criminología, la doctora Jane Monckton Smith.

El control coercitivo se volvió ilegal en 2015 bajo el delito de “comportamiento controlador o coercitivo en una relación íntima o familiar”.

El control coercitivo se volvió ilegal en 2015 en Reino Unido / Foto GETTY IMAGES

Para traspasar el límite y convertirse en un delito, el control coercitivo debe hacer temer a alguien que se utilizará la violencia en su contra al menos en dos ocasiones; o causarle una alarma o angustia grave que tenga un efecto adverso sustancial en sus actividades cotidianas habituales.

Aunque se procesa principalmente junto con otros delitos como la violencia doméstica, cada vez llegan más casos individuales a los tribunales.

La abogada Clare Ciborowska le dijo a BBC Three que está viendo cada vez más casos de control coercitivo que involucran a jóvenes de 16 años o más.

“Cuando eres joven, nadie entra en una relación esperando que sea abusiva, pero cualquiera puede encontrarse en esa posición”, explica.

“A veces, pueden comenzar a aparecer unos pequeños y sutiles signos, eso puede suceder durante un largo período de tiempo”.

“Para entonces ya estás involucrada en la relación cuando las cosas empeoran. Por eso, es importante que los jóvenes sepan qué es el control coercitivo, puedan detectar las cosas desde el principio y se sientan capaces de hablar de ello”.

En algunos casos, Ciborowska dice que el perpetrador evita la violencia física porque deja una marca obvia.

“Son bastante manipuladores y se aseguran de no cometer ningún delito físico, porque es mucho más difícil de detectar si se trata solo del aspecto del control coercitivo, aunque psicológicamente siga teniendo un efecto adverso enorme en la víctima”.

Cuando Sarah viajó para romper con Zach, estaba aterrorizada.

“Me sentía muy responsable de su vida”, señala.

Como no tenía idea de cómo tomaría él la ruptura, Sarah se lo dijo en la calle porque quería estar en público con otras personas alrededor, para que él no pudiera lastimarla.

Durante meses, después de haber roto con él, Zach continuó acosándola.

“Si no le respondía, me amenazaba con suicidarse”.

Cuando bloqueó su número, Zach apareció en la puerta de su casa. Y en otra ocasión en casa de su madre.

“Me di cuenta de que no podría escapar por completo hasta que me mudé y él ya no sabía mi dirección”.

Un año después de que se acabara esa experiencia, Sarah volvió a socializar, está en una relación feliz y, dice, está comenzando a sentirse ella misma nuevamente.

¿Estás experimentando control coercitivo?

Según una importante organización de ayuda de abuso doméstico, algunos ejemplos comunes de comportamiento coercitivo son:

  • Aislarte de tus amigos y familiares
  • Privarte de necesidades básicas, como alimentos
  • Controlar tu tiempo
  • Supervisarte a través de herramientas de comunicación en línea o software espía
  • Tomar el control de aspectos de tu vida diaria, como adónde puedes ir, a quién puedes ver, qué puedes ponerte y cuándo puedes dormir
  • Privarte del acceso a servicios de apoyo, como servicios médicos
  • Despreciarte repetidamente, como decirte que no vales nada
  • Humillarte, degradarte o deshumanizarte
  • Controlar tus finanzas
  • Amenazarte o intimidarte

Fuente e imagen: https://www.elnacional.com/bbc-news-mundo/que-es-el-control-coercitivo-y-por-que-se-volvio-una-asignatura-obligatoria-en-las-escuelas-de-reino-unido/

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El estúpido Pacto de Estado contra la violencia de género

El estúpido Pacto de Estado contra la violencia de género

Lidia Falcón

El estúpido Pacto de Estado contra la violencia de género

Cuando en este luctuoso comienzo del año 2020 contamos ya con 8 asesinadas por la violencia machista, observo que la reforma de la Ley de Violencia de 2004 no entra en los primeros propósitos del nuevo gobierno de izquierdas. Desde que hace más de tres años se comenzaron los trabajos parlamentarios de lo que debería ser el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, en los que participaron los 13 grupos parlamentarios de aquel momento, aconsejaron 90 expertos en sesiones que duraron 9 meses y se acabó pariendo un texto ilegible de más de 200 artículos, nada ha variado en el siniestro panorama de la vida de las mujeres maltratadas.

A los femicidios hay que añadir que el Ministerio del Interior ofrece el terrible dato de que entre enero y septiembre de 2019 se presentaron por mujeres 32 denuncias diarias por abusos y agresiones sexuales, es decir casi mil mensuales, lo que supone ratificar la hipótesis que siempre mantuvimos en el Partido Feminista de que se producen unas 15.000 violaciones anuales, contando de manera muy prudente las que no se denuncian.

150.000 son las que se presentan anualmente por maltrato, de las que únicamente se condenan el 31%, y la mayoría de las sentencias son de penas de prisión inferiores a 2 años que se canjean por servicios para la comunidad, es decir: por nada. En España una mujer maltratada sólo tiene el 6% de posibilidades de ver a su maltratador en la cárcel.

Podemos consolarnos, como los tontos, recordando que estas cifras no están muy lejos de las europeas. Una de cada tres mujeres en la UE ha sido víctima de violencia física o sexual desde los 15 años; una de cada veinte mujeres ha sido violada; más de la mitad (55 %) de las mujeres ha sufrido acoso sexual; una de cada tres mujeres ha sufrido abuso psicológico por parte de una pareja; una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por un adulto durante la infancia.

Para acabar con esta masacre, que no padece ningún otro colectivo social,  Europa, – esa mujer que, en la mitología griega fue secuestrada por Zeus- el paraíso de las libertades y de la democracia, ha aprobado lo que llaman el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como Convenio de Estambul o Convención de Estambul, que tiene por objetivo la lucha contra la violencia contra mujeres y la violencia doméstica. Se presentó en Estambul en 2011 y está en vigor en Europa desde el 1 de agosto de 2014. A 2019 ya ha sido firmado por 46 países y ratificado por 34.

Pero si en los demás países europeos sucede como en España, de poco parece que ha servido ese publicitado Convenio para frenar la masacre de mujeres. Y no puede servir porque no es más vinculante que según la voluntad de los gobiernos y legisladores que rijan cada Estado, que como ha sucedido en el nuestro, es poca. Pero además no crean que ese Convenio resuelve definitivamente la indefensión en que se encuentran las mujeres. Esa Carta Magna de la Violencia se limita a pedir que se contemplen como delito todas las formas de violencia contra la mujer: la violencia física, psicológica y sexual, incluida la violación; la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso, el aborto forzado y la esterilización forzada.

Teniendo en cuenta que todas esas actuaciones criminales de  hombres contra mujeres ya están contempladas en nuestra legislación penal, poca novedad introduce ese Convenio en la protección de nuestras víctimas, excepto en considerarlas a todas como tales, al margen de que se hallen o no relacionadas sentimentalmente con el agresor, como establece tan ridículamente la Ley Orgánica de Medidas Integrales contra la Violencia de género de 28 de diciembre de 2004. Porque desde hace 16 años en España unas víctimas son mujeres y otras son género, y únicamente estas merecen la protección del Estado, lo que resulta enormemente sospechoso en estos tiempos de la «autodeterminación de género» y otras estrafalarias definiciones que nos están haciendo desaparecer del lenguaje y del planeta donde vivimos.

Como ni la famosa ley de violencia ni la de Enjuiciamiento Criminal contemplan invertir la carga de la prueba como sucede en la legislación laboral, para que no sea la víctima la que tiene que probar la comisión del delito, que en esta figura delictiva se produce habitualmente en la privacidad del hogar, la mayoría de los procesos acaban en sobreseimiento o en absolución. Y en consecuencia, cuando el peligro de agresión o incluso de muerte es evidente, las víctimas deben huir de su casa, a veces con niños pequeños a su cargo, que tienen que dejar de asistir a la escuela, perder sus amigos y objetos queridos, para refugiarse en una Casa de Acogida. Mientras el maltratador sigue amenazando a su mujer diariamente,  e incluso pudiendo prever la policía y el juez que intentará el asesinato, continua en libertad, disfrutando de la vivienda común, asistiendo a su trabajo y siendo respetado por la comunidad. El 30% de las asesinadas tenían incluso orden de alejamiento o de protección contra su asesino. Que como se ha visto, son completamente inoperantes. En definitiva, sólo en la violencia contra la mujer se da la monstruosa injusticia de que sea la víctima la que tenga que esconderse y el verdugo campe tranquilamente  en libertad, sin amenaza alguna.

Pero en diciembre de 2016 se reunieron pomposamente, como se hace siempre en España por parte de la clase política, para anunciar que estudiarían arduamente las medidas a adoptar para acabar con la plaga del maltrato a la mujer, y así, el resultado del intenso trabajo realizado por parte de la Subcomisión creada al efecto dentro de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, así como por parte de la Ponencia creada dentro de la Comisión de Igualdad del Senado, parieron unos documentos que contenían un total de 214 medidas en el caso del Congreso y 267 en el caso del Senado a partir de los cuales se desarrolla el Pacto de Estado contra la Violencia de Género cuya aprobación culminó en diciembre de 2017 con los Acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el resto de Administraciones autonómicas y locales, entidades y organismos intervinientes en el desarrollo del mismo.

Para que ustedes se hagan una idea de la lucidez, claridad y eficacia del texto que dieron a luz los eminentes diputados, senadores, consultores, sindicatos, asociaciones y expertos, les reproduzco textualmente uno de sus artículos, el 117: «Evitar los espacios de impunidad para los maltratadores, que pueden derivarse de las disposiciones legales vigentes en relación con el derecho de dispensa de la obligación de declarar, a través de las modificaciones legales oportunas.» Y deberíamos dar un premio a quien sin ser jurista, y listo, haya entendido semejante bodrio de disposición legal, que ni siquiera lo es, puesto que el Pacto no es una ley, por lo que es preciso proceder después «a las modificaciones legales oportunas».

Si las víctimas no fueran tan desgraciadas y débiles y el Movimiento Feminista tan inútil, se habría tenido que manifestar nuestra indignación de forma contundente y eficaz ante semejante tomadura de pelo. Por el contrario, un sector de ese sumiso MF se ha mostrado muy satisfecho de semejante parto de los montes.

Pues bien, ya hemos alcanzado el 2020, ya hemos vivido expectantes y angustiadas las dos últimas legislaturas, esperando tres años que el gobierno al fin logrado con el difícil pacto de las izquierdas, se ponga a trabajar, rápida y eficazmente para erradicar la violencia contra la mujer. Y lo que estamos observando es que, de momento, las reformas anheladas de la ya caduca e ineficaz Ley de Violencia ni se proponen ni se las espera.

Mientras tanto, se asesina a dos mujeres a la semana, se viola a miles de mujeres, se maltrata a cientos de miles, y del mismo modo las denuncias se siguen archivando como las condenas son harto leves y perversamente argumentadas.

Si no cambia radicalmente tanto el criterio que han mantenido hasta ahora los legisladores como los procedimientos que han utilizado desde el derecho visigodo nuestros leguleyos, empiezo a temer que los nuevos gobierno y Parlamento y Senado seguirán la senda de sus antecesores, y se continuará engrosando la lista de maltratadas, violadas y asesinadas, con el amparo del estúpido Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Fuente de la Información: https://blogs.publico.es/lidia-falcon/2020/02/08/el-estupido-pacto-de-estado-contra-la-violencia-de-genero/

Autora: Lidia Falcón

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Perú: Alistan acciones contra la violencia hacia los menores

América del Sur/ Perú/ 23.09.2019/ Fuente: www.elperuano.pe.

80% de niños y adolescentes ha sido alguna vez víctima de violencia física o psicológica.

La violencia contra los niños y adolescentes es un espiral que muchas veces se inicia en el hogar con un jalón de orejas. La mayoría de adultos se niega a reconocer que se trata de una forma de maltrato, pues en nuestra sociedad se ha “normalizado” estos actos llamándolos “corrección”.

Se calcula que en nuestro país más del 80% de menores de edad ha sido alguna vez víctima de violencia física o psicológica en sus hogares o escuelas. Una cifra preocupante que arrojó la Encuesta Nacional de Relaciones Sociales del Perú (INEI, 2013 y 2015). (Ver infografía)

“Estas cifras son alarmantes y muestran la realidad de lo que niños, niñas y adolescentes viven de manera cotidiana. El Perú ha tenido muchos avances en relación con los derechos de la niñez. Sin embargo, las cifras que presenta son inaceptables y este es un tema de cambio cultural, de hacerlo socialmente reprochable”, señaló la representante de Unicef en el Perú, Ana de Mendoza.

Unicef explica que la normalización de la violencia es tal que es considerada una práctica válida para corregir, controlar o mostrar poder sobre los menores. Por ello, padres y cuidadores ejercen violencia sin ser cuestionados, considerando que resulta necesaria para “educar”.

“Estas falsas creencias se han transmitido y perpetuado de generación en generación, pues las personas que han sido víctimas de violencia están más propensas a ejercer violencia más adelante en sus vidas. De esta forma, se va alimentando el círculo vicioso de la violencia y su enquistamiento en la sociedad peruana”, advierte Unicef.

Plan de acción

Ante esta realidad, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, con la participación del Ministerio de Educación y Unicef Perú, inició la elaboración del Plan de Acción para eliminar la violencia contra los niños, niñas y adolescentes 2020-2030.

La titular del Mimp, Gloria Montenegro, y su par de Educación, Flor Pablo, se reunieron la semana pasada, junto con la representante de Unicef en el Perú, para definir una hoja de ruta que servirá para poner en marcha el mencionado plan.

También están convocados representantes del sector público que trabajan en la prevención y respuesta de la violencia hacia la niñez, así como funcionarios encargados de la planificación y presupuesto público. Asimismo, representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de las agencias de cooperación internacional y del sector privado.

El objetivo es que a partir del próximo año se implemente una serie de acciones definidas en el plan para erradicar el maltrato a niños y adolescentes en nuestro país con miras al bicentenario.

Compromiso asumido

Desde el 2018, el Estado peruano forma parte de la Alianza Global para poner fin a la Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes, iniciativa impulsada por las Naciones Unidas, junto con diversos países, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil. Unicef considera que el Perú es uno de los países pioneros para poner en marcha esta tarea.

Asimismo, desde el 2014, el Perú también ha formado parte del estudio Multipaís sobre los Determinantes de la Violencia a la Niñez (EDV), el cual en los últimos años ha generado un cúmulo de información basada en investigaciones sobre cuáles son los aspectos que desencadenan y favorecen la violencia en un contexto como el peruano. Esta información busca contribuir con las estrategias del país para la eliminación de la violencia en el contexto de la escuela y la familia.

Reportes

El 64% de las niñas y las adolescentes reportaron una convivencia constante con la violencia, en el caso de los niños y adolescentes varones lo hizo el 36%.

Solo el 13% de niñas y niños y 6% de adolescentes considera que los maestros tienen derecho a maltratar a los estudiantes.

Más del 35% de adolescentes experimentaron, alguna vez, una o más formas de violencia sexual con o sin contacto

Fuente de la noticia: http://www.elperuano.pe/noticia-alistan-acciones-contra-violencia-hacia-menores-83636.aspx

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Inocencia interrumpida: La realidad del matrimonio infantil en el mundo

África/Asia/16 de agosto de 2016/Fuente y autor: publimetro/Irene Ayuso Morillo

Una de cada tres niñas se casan antes de cumplir los 18 y una de cada nueve antes de los 15. Esta práctica las priva del derecho a la educación y expone su salud a peligros como embarazos y partos precoces, VIH y violencia sexual y doméstica.

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La OMS pide acabar con la violencia infantil en el mundo

TeInteresa.es/15 de julio de 2016/OMS

Mil millones de niños han sufrido violencia física, sexual o psicológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica una serie de estrategias para reducir la violencia infantil, entre las que destacan la necesidad de cumplir las leyes que limitan el acceso de niños a armas de fuego y penalizan la imposición de castigos violentos.

Protección infantil

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado una serie de estrategias para reducir la violencia infantil, entre las que destacan la necesidad de cumplir las leyes que limitan el acceso de niños a armas de fuego y penalizan la imposición de castigos violentos, así como establecer programas de educación y formación en aptitudes para la vida como, por ejemplo, estableciendo un entorno escolar seguro y mejorando la vida y las aptitudes sociales de los niños.

Se trata de unas estrategias que ya se han probado en algunos países y que han dado resultados «concretos», por lo que al aunarlas, la organización espera reducir «radicalmente» los casos de violencia contra los menores. Y es que, según un estudio publicado recientemente en‘Pediatrics’, en el último año hasta mil millones de niños han sufrido violencia física, sexual o psicológica, según un estudio publicado recientemente en Pediatrics. Además, uno de cada cuatro niños padece maltrato físico, y casi una de cada cinco niñas sufre abusos sexuales al menos una vez en su vida.

Ante esto, la OMS, a través de la iniciativa ‘Inspire’, ha subrayado la importancia de modificar, en países como Estados Unidos, India, Sudáfrica y Uganda, las creencias y los comportamientos respecto de los roles de género, y adoptar, especialmente en Colombia, Estados Unidos y el Reino Unido, medidas para eliminar los lugares conflictivos y mejorar el entorno edificado, por ejemplo las viviendas.

Asimismo, considera prioritario que Estados Unidos, Kenya, Liberia, Myanmar, Sudáfrica y Tailandia se proporcione a los padres y cuidadores capacitación en materia de crianza; que en Afganistán, Cote d’Ivoire, Estados Unidos, Sudáfrica y Uganda se produzca un reforzamiento económico y de ingresos, incluida la microfinanciación, junto con capacitación sobre normas de género; y que en muchos países europeos y en Estados Unidos se establezcan programas de tratamiento para menores infractores.

Crear entornos «seguros, estables y estimulantes»

«El conocimiento del alcance y de los daños causados por la violencia contra los niños es cada vez mayor, así como la evidencia acerca de estrategias eficaces de prevención. Ahora tenemos que utilizar ese conocimiento para trabajar de manera colectiva con el fin de crear entornos seguros, estables y estimulantes que protejan a los niños y los adolescentes frente a los daños que provoca la violencia», ha comentado el director de la OMS, Etienne Krug.

Este nuevo conjunto de estrategias, presentadas en el contexto del lanzamiento mundial de la Alianza mundial para poner fin a la violencia contra los niños, ha sido elaborado en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el UNICEF, End Violence Against Children, la OPS, el PEPFAR, Together for Girls, la UNODC, la USAID y el Banco Mundial.

La alianza tiene como objetivo reunir a gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado, investigadores y personalidades académicas para articular una voluntad política, promover soluciones, acelerar la acción y reforzar la colaboración para preveir la violencia contra los niños. La OMS es miembro fundador de la alianza, y respaldará la labor encaminada a poner en práctica las estrategias en los países.

La iniciativa también tiene como objetivo contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular la meta 16.2 consistente en «poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños», y a la aplicación de la resolución ‘WHA69.5’ de la Asamblea Mundial de la Salud sobre el «Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer la función del sistema de salud en el marco de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños en general».

Tomado de: http://www.teinteresa.es/mundo/OMS_violencia_infantil-armas_violencia_infantil-UNICEF_violencia_infantil-ninos_sufren_violencia_fisica_sexual_0_1612639085.html

Imagen: https://www.google.com/search?q=La+OMS+pide+acabar+con+la+violencia+infantil+en+el+mundo&espv=2&biw=1366&bih=623&site=webhp&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjPjpzD7vPNAhXPNx4KHbF3CFAQ_AUIBygC#imgrc=R4CglTlQ4bE-9M%3A

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