Más de 26.000 menores no acompañados han sido detenidos en la frontera de Estados Unidos en los primeros seis meses de 2016.
Unicef y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) pidieron este martes más atención y más soluciones al drama de los miles de niños no acompañados que cada año emprenden el peligroso viaje hacia Estados Unidos huyendo de la violencia y la pobreza de sus países.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) presentó un informe titulado «Sueños rotos» en el que denuncia que más de 26.000 menores no acompañados han sido detenidos en la frontera de Estados Unidos en los primeros seis meses de 2016, la mayoría de ellos provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras.
El texto también alerta que otros 16.000 menores, también no acompañados y originarios de los tres países centroamericanos, nunca lograron alcanzar EE. UU. y fueron detenidos en la frontera mexicana en el primer semestre del año.
El texto recuerda que la gran mayoría de estos niños huyen de la violencia de las maras, o pandillas callejeras, de las que son víctimas, o de una vida de pobreza sin esperanzas.
«Es muy duro pensar que esos niños -la mayoría adolescentes, pero algunos mucho menores- están haciendo ese agotador y peligroso viaje en busca de seguridad y una vida mejor», dijo, citado en el informe Justin Forsyth, director ejecutivo adjunto de Unicef.
«Este flujo de jóvenes refugiados y migrantes muestra la crucial importancia de lidiar con la violencia y las condiciones socioeconómicas en sus países de origen», agregó.
El informe destaca que el 63 % de los hondureños, el 60 % de los guatemaltecos y el 32 % de los salvadoreños viven por debajo del nivel de la pobreza.
Asimismo, recuerda que El Salvador tiene el mayor índice de asesinatos del mundo, 103 por 100.000 habitantes; Honduras tiene un índice de 57 homicidios por 100.000 habitantes; y Guatemala 30 por 100.000 habitantes.
«El riesgo de que estos niños no acompañados sean secuestrados, víctimas de tráfico, violación, o asesinados durante el trayecto es enorme, y el mayor problema es que el número no deja de crecer», indicó en rueda de prensa Christoph Boulierac, portavoz de Unicef.
Otras 29.700 personas que viajaban en grupos familiares, la mayoría mujeres y niños pequeños, también fueron retenidas en ese mismo periodo en la frontera de Estados Unidos.
Consultado Boulierac sobre si conocía el número aproximado de niños de estos grupos familiares, dijo desconocerlo.
«Es sorprendente que dado que hay registros diarios de muertes de inmigrantes en la ruta de Centroamérica, muchos de los cuales son adolescentes, no se le dé más importancia a este problema que es enorme», afirmó por su parte Joel Millman, portavoz de la OIM.
Según esa organización denunció hoy, al menos 200 migrantes murieron en dicha travesía en los primeros seis meses del año, una cifra que asumen que está subestimada.
La mayoría murieron al caer del tren que cruza México, conocido como «La Bestia», no obstante el porcentaje ha descendido considerablemente respecto al año anterior.
En 2015, el 60 % de los fallecidos en Centroamérica murieron en accidentes relacionados con el tren, mientras que esa cifra ha descendido este año al 37 %.
Aunque muchos también lo hacen a manos de los traficantes de personas, o en viajes a pie o en coche que son mucho menos controlados.
«Tenemos claro que la cifra de casi 200 fallecidos en el primer semestre del año no refleja la realidad y que ésta debe ser bastante mayor. Pero es muy difícil registrarlo», afirmó Millman.
Más allá del riesgo que corren durante la travesía, Unicef está especialmente preocupado por el trato que reciben estos menores no acompañados una vez retenidos.
«Por principio, Unicef es contrario a la detención de menores de edad. Todos los países deberían buscar alternativas a la retención de niños y no detenerlos en base a su simple estatus migratorio», explicitó Boulierac.
El informe recoge que si bien la mayoría de hombres adultos que son detenidos en la frontera de Estados Unidos son deportados casi inmediatamente, las madres y los niños pequeños pueden pasar meses en detención, y los menores no acompañados incluso años, porque sus casos son revisados por un tribunal de justicia.
«El problema es que el 40 % no tiene abogados. El sistema no prevé un abogado de oficio para ellos», especificó Boulierac.
El informe puntualiza que los que no tienen un abogado tienen más posibilidades de ser deportados.
Según los datos del texto, de los casos iniciados en 2015, el 40 % de los que no tenían abogado fueron deportados, comparado con sólo el 3 % de los que sí tenían representación legal.
Asimismo, el portavoz denunció el distinto trato que tienen los menores no acompañados en función de su nacionalidad, dado que si son mexicanos se les puede expulsar directamente, pero si son de otro origen tienen derecho a una vista judicial.
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/unicef-y-oim-piden-mas-atencion-drama-ninos-sin-compani-articulo-650622
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