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Es necesaria una labor comunitaria para poner fin al trabajo infantil

Por: Peace Okebugwu

Publicada en www.ilo.org

Mientras crecí en Makurdi, en el estado de Benue (Nigeria), era habitual ver a niños trabajando. Siempre he soñado con combatir esa lacra tan arraigada en nuestra sociedad.

Me comprometí a luchar contra el trabajo infantil porque este constituía una amenaza para los niños de mi entorno. He conocido a niños que han sido abusados sexualmente, maltratados físicamente y privados de una educación y una infancia feliz. Es muy doloroso para mí.Durante mi estancia en la universidad, organizaba clases para niños que vivían en aldeas cercanas, ya que la mayoría de ellos no iban a la escuela. Mi objetivo era demostrar a sus padres la utilidad de la educación y suscitar en los niños el interés por la escuela.
Peace Okebugwu, trabajadora de una ONG, sostiene un cartel que dice "#Apruebe la ley sobre derechos infantiles en Bauchi", rodeada de alumnas con pañuelos azules y uniforme. Algunos niños descansan sentados en el suelo. Cabaña escolar rudimentaria.

Esta foto se tomó en una escuela secundaria estatal en el marco de mi proyecto sobre la Ley sobre derechos infantiles en el estado de Bauchi.

© Okebugwu Peace/Itodo Samuel

Los niños suelen trabajar con su familia en instalaciones agrícolas cercanas, o venden productos en las calles, en paradas de autobuses y gasolineras. Venden agua, leche de soja y galletas. Si proceden de familias de agricultores, pueden vender sus productos, por ejemplo, cacahuetes o maíz.En el campus de mi universidad veía a niños que trabajaban hasta las 11 de la noche y se quedaban dormidos cerca del pasillo de los estudiantes. Algunos alumnos se compadecían de esos niños, y otros lo aceptaban como algo normal.Tras licenciarme, me di cuenta de que quería hacer algo al respecto. Fui a campos de desplazados para impartir formación a adolescentes sobre salud sexual y reproductiva, y otros temas. Mis hermanos y mi padre me ayudaron.

Posteriormente, mi pasión por ayudar a mi comunidad fue cada vez mayor.

Durante mi año de servicio en el programa National Youth Service Corps, en el Estado de Bauchi, en la región nororiental de Nigeria, constaté que en dicho estado se registraba una de las tasas más altas de casos de abuso sexual, trabajo y matrimonio infantil.
A raíz de ello, puse en marcha una campaña para fomentar la aprobación de la Ley sobre derechos infantiles, que actualmente es objeto de estudio.

No resultó sencillo: las partes interesadas no siempre estaban accesibles, y mi equipo necesitaba promover su labor entre el público. También afrontamos retos financieros, pues tuvimos que desplazarnos mucho.

Pero seguí adelante. Al ayudar a un niño, tengo la impresión de vivir mi sueño y siento la necesidad de hacer más.

Mis padres siempre me alentaron a centrar mi interés y a cumplir mis sueños, sin importar los retos que tuviera por delante. Ese impulso es el que me permite movilizar a los jóvenes contra el trabajo infantil. Peace OkebugwuJefe de proyecto

Al ser la tercera hija en una familia de cinco hijos, supe lo que es no poder satisfacer todas las necesidades. Ello me instó a superarme. Mis padres siempre me alentaron a alcanzar mis sueños, sin importar los retos que tuviera por delante. También tengo hermanos que me apoyan, en particular mi hermana mayor, con la que comparto objetivos.

Ese impulso me permite movilizar a los jóvenes contra el trabajo infantil. Les pido que participen en debates sobre nuestro objetivo común, y trabajamos de consuno para facilitar nuestra visión.

Actualmente trabajo con la fundación Beulah Future Leaders, ONG cuya sede se encuentra en el estado de Kaduna y se ocupa de problemas que afectan a niñas y mujeres. Colaboramos directamente con nuestros beneficiarios, y empoderamos a niños, adolescentes y jóvenes a través de la educación. Mejoramos su acceso a la información y a servicios en materia de derechos y salud sexual y reproductiva.

Con nuestro enfoque práctico comunitario, colaboramos con los más marginados, en particular niñas, mujeres y personas con VIH. Nuestro objetivo es erradicar el trabajo infantil, la violencia de género y el maltrato infantil mediante campañas de concienciación, intercambio de conocimientos, capacitación y programas de calidad.

Entre mis actividades encaminadas a la erradicación del trabajo infantil cabe destacar la organización de clases en comunidades rurales para niños que no van a la escuela, la colaboración con organizaciones y particulares en actividades de sensibilización y la organización de servicios de desarrollo comunitario.

Las demás personas pueden colaborar en la lucha contra el trabajo infantil en actividades de aumento de la concienciación, voluntariado y financiación de proyectos cuyo objetivo sea erradicar el trabajo infantil. También pueden elaborar carteles o escribir en periódicos locales.

Es importante colaborar con otras personas en campañas de sensibilización. Y conviene entablar contacto con jóvenes en escuelas y promotores de grupos comunitarios dispuestos a colaborar en acciones contra el trabajo infantil.

Este año se celebra el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil. ¡Colabore!

Fuente e Imagen: https://voices.ilo.org/es-es/stories/es-necesaria-una-labor-comunitaria-para-poner-fin-al-trabajo-infantil

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Manifestaciones multitudinarias contra la violencia machista en todo el estado

Por: Tercera Información

  • El hallazgo tras semanas de búsqueda, de los restos de Olivia, asesinada por su padre en Tenerife, y el asesinato de la menos Rocío Caíz a manos de su novio en Sevilla, han generado una oleada de repulsa contra la violencia machista.

El hallazgo del cuerpo sin vida de Olivia, la mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife y el asesinato de Rocío Caíz en Sevilla han generado una oleada de repulsa en toda España contra la lacra de la violencia de machista. Manifestaciones multitudinarias se han dado en las principales localidades del país para reclamar medidas eficaces contra la violencia.

En lo que va de año, 17 mujeres y dos menores han sido víctimas de asesinatos machistas, elevando a 1095 víctimas mortales desde el año 200. 39 menores han sido asesinados por sus padres o las parejas o exparejas de sus madres desde 2013 en lo que se conoce como «violencia vicaria», aquella que se comete para hacer daño a una tercera persona, quitando la vida a los hijos de una mujer, lo cual la condena de por vida. En esas estadísticas aún no figuran la pequeña Olivia ni la menor de 17 años asesinada en Sevilla, Rocío Caíz.

En las multitudinarias movilizaciones, se han escuchado los gritos de “ni una menos”, “no estamos solas”, “faltan Anna y Olivia”. En  Sevilla, la movilización comenzó hacia las nueve y media de la tarde en la Plaza Nueva, donde una gran concentración reclamó un sonoro «¡Basta ya!».

En Santa Cruz de Tenerife, conmocionada por los sucesos, la manifestación comenzó a las 19:30 horas en la Plaza de la Candelaria. El crimen de las pequeñas de Tenerife a manos de su padre, y su forma de intentar esconder los cuerpos para no ser encontrados jamás, tenía la intención de provocar un gran sufrimiento en su expareja Beatriz, que permanecería el resto de su vida sin saber si sus hijas seguirían vivas o no.

En Madrid, la protesta se dio cita en la céntrica Puerta del Sol, donde, a pesar de la lluvia, miles de personas acudieron a mostrar su repulsa contra los asesinatos. Durante la concentración, la madre de una víctima de violencia machista leyó un emotivo comunicado denunciando la persistencia de esta lacra insoportable en la sociedad.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/12/06/2021/manifestaciones-multitudinarias-contra-la-violencia-machista-en-todo-el-estado/

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¿Por qué no abrimos las escuelas?

Por: Rafael de Hoyos

Los niños latinoamericanos son los que más días de clases presenciales han perdido desde que comenzó la pandemia. Con datos de la Unesco hasta el 30 de abril de 2021, los estudiantes en América Latina (AL) han perdido 217 días de clases presenciales, más de un ciclo escolar completo y 92 días más de lo que perdió el estudiante promedio en otras regiones del mundo. Como punto de comparación, en el Medio Oriente y África del Norte se han perdido 167 días; en África subsahariana, 116; en Asia, 107; en Europa, 93; y en Estados Unidos y Canadá, 46. En este ensayo trato de explicar, hasta donde me lo permiten los datos, lo que está detrás del largo cierre de escuelas en la región. Aunque hay algunos factores que nos ayudan a entenderlo, éstos no son suficientes para dar cuenta de la falta de prioridad que se les ha dado a las escuelas en el proceso de reapertura. Podría haber elementos subyacentes, difíciles de medir, como la falta de convicción de que la educación es un mecanismo de movilidad social, que pudieran explicar el injustificado cierre de escuelas durante tanto tiempo en AL.

A más de un año del comienzo de la pandemia, tenemos suficiente información para afirmar que, si se siguen protocolos sencillos, los riesgos sanitarios asociados a la reapertura de escuelas son relativamente bajos. Hoy también tenemos evidencia que comprueba lo que era obvio desde el comienzo de la pandemia: cerrar las escuelas disminuye los aprendizajes de los estudiantes. Al no tener un dispositivo con acceso a internet y padres con escolaridad suficiente, la pérdida de aprendizajes —con respecto al escenario en donde las escuelas permanecen abiertas— es mucho mayor entre los estudiantes en situación de pobreza. Las niñas y los niños en condición de pobreza no sólo han pasado más de un año sin adquirir aprendizajes curriculares, sin escuelas, muchos perdieron la ingesta calórica más importante del día a través de la comida escolar y para algunas y algunos el cierre de escuelas significó la falta de un espacio seguro, libre de la violencia, la negligencia y el maltrato que viven en su hogar.1 Esta información debería ser suficiente para que la autoridad educativa y la sociedad en su conjunto hicieran todo lo que estuviera a su alcance para reabrir las escuelas y, de no haber condiciones para hacerlo, se aseguraran de que las escuelas fueran las primeras en reabrir cuando el contexto lo permitiera.

A pesar de los altísimos costos económicos y sociales, de lo injusto que es empeñar el futuro de los niños más pobres al excluirlos del aprendizaje, las escuelas siguen cerradas en muchos países de AL. Todavía más difícil de entender es que, como sucede en México, otros sectores de mucho menor importancia para el bienestar futuro como restaurantes, bares, gimnasios y hasta estadios de futbol hayan abierto antes que los sistemas educativos. Estos sectores abrieron sin necesidad de demostrar que los riesgos sanitarios de su reapertura eran menores a los beneficios sociales, algo que sí es demostrable en el caso de las escuelas. Si debemos abrir o no las escuelas dejó de ser relevante, la verdadera interrogante es: ¿por qué no hemos abierto? ¿Qué características o condiciones nos ayudan a entender la decisión de mantener cerradas las escuelas en AL por un periodo mucho mayor al del resto del mundo?

El cierre de escuelas más prolongado en AL pudiera explicarse por un mayor impacto de la pandemia en la región, o bien porque los sistemas de salud tenían condiciones precarias para enfrentar el virus. Si éste fuera el caso, la intensidad de la pandemia —medida por el número de muertos por covid-19 por cada 100 000 habitantes— y el nivel de ingreso per cápita —el cual está altamente asociado a la capacidad de los sistemas de salud— deberían estar correlacionados con el número de días que las escuelas han permanecido cerradas. Utilizando información a nivel internacional, incluyendo casi todos los países del mundo, la figura 1 muestra que la pérdida de días de clases en cada país está correlacionada de manera positiva con la intensidad de la pandemia (medida por el desafortunado número de muertes por covid-19) y de forma negativa con los recursos para hacerle frente —medidos por el producto interno bruto (PIB) per cápita—. Quizá lo más relevante es que, con excepción de Chile, Perú y Uruguay, el número de días con escuelas cerradas en AL es mayor a lo que esperaríamos dado el número de muertes por covid-19 y el nivel de PIB per cápita y en la región.2

Cierre de escuelas, muertes por covid-19 y PIB per cápita

Otras dos variables pudieran ayudarnos a explicar el cierre de escuelas en AL. Si los sistemas educativos en la región no garantizan aprendizajes básicos a un porcentaje significativo de la población estudiantil, el cierre de escuelas podría ser visto como un costo menor para tratar de mitigar la propagación del virus. Por otro lado, la participación laboral de la mujer debería jugar un papel importante en el cierre o reapertura de las escuelas. En AL, el cuidado de los hijos mientras las escuelas han estado cerradas ha sido injustamente mayor para las madres trabajadoras, quienes han reducido su participación laboral.3 Por esta razón, en países con más participación laboral de la mujer se esperaría una mayor presión social por reabrir las escuelas.

¿Se pueden explicar los 92 días adicionales que han permanecido cerradas las escuelas en AL por diferencias, entre nuestra región y el resto del mundo, en muertes por covid-19 (por cada 100 000 habitantes), PIB per cápita, aprendizajes medidos por pruebas estandarizadas internacionales como PISA y participación laboral de la mujer? Para responder a esta pregunta, incluimos estas cuatro variables en un solo modelo estadístico en donde la variable a explicar son días con escuelas cerradas.4 Los resultados muestran que los cuatro factores (aprendizajes, muertes por covid-19, participación de la mujer y PIB per cápita) explican 15 de los 92 días adicionales que las escuelas han permanecido cerradas en AL. Otra forma de interpretar estos resultados es que las escuelas han permanecido cerradas 77 días en exceso o por encima de lo que se esperaría considerando los factores ya mencionados. Claramente que estos resultados son sólo asociaciones que no implican una relación causal y podría haber otras variables relevantes que no estoy tomando en cuenta, pero lo que muestran los datos es que los días de clases presenciales que se han perdido en México y el resto de AL están muy por encima de lo que ha sucedido en otras regiones del mundo, aun tomando en cuenta diferencias en factores relevantes en la decisión de abrir o mantener las escuelas cerradas.

El cierre de escuelas en exceso en AL tiene implicaciones que podrían ir más allá de sus terribles impactos económicos y sociales, pudiera ser una manifestación de un problema estructural que no se irá con la pandemia. Si entre las familias en AL la educación no se percibe como la vía para alcanzar un mayor bienestar futuro, poco harán para exigir rendición de cuentas a la autoridad educativa y demandar los cambios necesarios para garantizar aprendizajes para todos.

Una baja valoración de la educación entre las familias en AL, sobre todo aquéllas en pobreza, no es del todo sorprendente cuando la mayoría de ellas recibe una educación de baja calidad que no garantiza aprendizajes y, por lo tanto, no produce movilidad social. La falta de movilidad social puede hacer que la percepción del costo de mantener las escuelas cerradas y la pérdida de aprendizajes asociada a ésta sea menor que los riesgos sanitarios. Sin un sistema educativo que promueva la movilidad social no hay exigencia ciudadana para priorizar a las escuelas en el proceso de reapertura, no hay una demanda por llevar a cabo un plan de recuperación de los aprendizajes. Pero tampoco hay el apoyo social necesario para emprender reformas educativas complejas que atenten contra intereses de grupos de poder. Visto desde esta perspectiva, no resulta sorprendente que el cierre de escuelas más prolongado se haya dado en la región más desigual del mundo.

El proceso de reapertura durante la pandemia ha revelado nuestras verdaderas preferencias y la educación parece no ocupar los primeros lugares.5 Cambiar nuestras prioridades no será sencillo porque están insertas en un juego perverso de endogeneidad: para hacer de la educación una verdadera prioridad ésta debe mejorar su calidad; pero para mejorar su calidad, la educación tiene que ser una prioridad para la sociedad. Este ciclo se rompe con una autoridad educativa comprometida con los aprendizajes, priorizando a los más pobres. En México está claro que la construcción de un sistema educativo que genere aprendizajes no está dentro de las prioridades del gobierno federal, pero hay otras 32 oportunidades para que la autoridad educativa actúe con responsabilidad y haga del sistema educativo un motor de la movilidad social.

Rafael de Hoyos
Profesor de Economía de la Educación en el ITAM y socio fundador de Xaber


1 Para un resumen de la evidencia internacional sobre los riesgos sanitarios asociados al regreso a clases y los costos de mantener las escuelas cerradas ver: De Hoyos, R., y Saavedra, J. “Es hora de volver a aprender”, Banco Mundial, 24 de marzo de 2021.

2 Excluimos a Nicaragua del análisis por tratarse de un caso atípico en donde el gobierno nacional tomó la decisión de no cerrar escuelas.

3 Bergallo, P.; Mangini, M.; Magnelli, M., y Bercovich, S. “The impacts of COVID-19 on women’s economic autonomy in Latin America and the Caribbean”, UNDP LAC C19 PDS, núm. 25, 2021.

4 Se estimó una regresión lineal en donde la variable dependiente es el número de días con escuelas cerradas y las variables independientes incluyen cuatro factores (participación laboral de la mujer, aprendizajes, muertes por covid-19 y PIB per cápita) más una variable-indicador (dummy) para los países de AL, la cual captura el cierre de escuelas en exceso.

5 Con el movimiento Padres Organizados, la ciudad de Buenos Aires es una excepción en la región.

Fuente e Imagen: https://www.nexos.com.mx/?p=56391

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Feminicidio, abuso sexual y venta para matrimonios forzados, violencias que viven niñas en México

Por: Aline Espinosa Gutierrez

El año pasado, del total de casos de feminicidio ocurridos en el país, 11.6 por ciento (112) correspondió a niñas de 0 a 17 años de edad, también se registraron 114 mil denuncias por abuso sexual hacia niñas y 5 mil mujeres fueron desaparecidas, de las cuales 88 por ciento tenían entre 14 y 17 años de edad, informaron integrantes de organizaciones civiles durante el conversatorio “Violencia contra las niñas”, realizado con motivo al “Día Naranja”, el cual se conmemora el 25 de cada mes a fin de generar, concientizar y trabajar por la prevención de la violencia contra mujeres y niñas.

La académica de la Universidad de Sonora, Amelia Iruretagoyena Quiroz; la psicóloga y fundadora del Instituto de Estudios Transgeneracionales, Raquel Schlosser; y la abogada especialistas en derecho de las mujeres  y una de las fundadoras de “Nosotras Tenemos Otros datos”, Patricia Olamendi Torres agregaron que en lo que va del 2021 se han registrados 3 casos de feminicidio infantil: el de Wendy Yoselin Ricardo Sevilla de 16 años en el Estado de México; el de Maricela Escorza Salinas de 16 años de origen otomí ocurrido en la Ciudad de México; y el de Nicole Santos Palafox de 7 años, en Hidalgo, en tanto que alrededor de 23 mil niñas siguen siendo víctimas en Guerrero de la práctica conocida como “venta de menores” con fines de matrimonio forzado o de explotación sexual, problemática que data desde hace mucho en el país.

Cada una de estas niñas, agregaron, no podrá tomar decisiones propias, no tendrá oportunidades laborales ni escolares, comenzará una vida sexual más temprana y se verá obligada a vivir con sus agresores, lo que refleja que México siga siendo considerado como uno de los primeros países con más embarazos en niñas y adolescentes y que una de cada 10 menores de edad hayan reportado sufrir algún tipo de violencia sexual antes de cumplir los10 años de edad.

Resaltaron que la violencia sexual es la que más afecta a las niñas cuando se encuentran sin protección alguna o las agreden en condiciones de indefensión. Estos casos en particular se suscitan en los entornos familiares, los agresores se valen del lazo familiar o de la cercanía con los padres para violentar a las niñas y utilizan el miedo y el sentimiento de afecto para que ellas no denuncien, por lo que el sistema psíquico de la niña se hiere de gravedad.

Este tipo de violencia, dijeron, tergiversa la forma en que las niñas conciben su sexualidad, rompe sus vínculos de confianza con sus familiares y las personas, activan un factor de sobrevivencia en ellas, pues se mantienen alerta en todo momento del peligro que las acecha, tratan de adivinar las necesidades de sus agresores y se someten a los deseos de estos a fin de no salir heridas y permanecer con vida. Todo esto repercute en la estabilidad emocional y salud de las niñas, muchas de ellas desarrollan síndromes psicológicos que prevalecen en toda su vida.

Datos citados por la panelistas registraron que de 2015 a 2018 hubo 194 casos de feminicidio de niñas y adolescentes, 3 mil 44 casos de corrupción contra menores de edad, 671 homicidios dolosos de menores de edad, 12 mil 545 lesiones dolosas contra menores de edad, 201 casos de tráfico de personas menores de edad, cifras que prevén, son mayores, ya que en el país no existe un registro específico de delitos contra niñas y adolescentes y no todos los delitos son denunciados.

En cuanto a la violencia familiar y en las escuelas, 6 de cada 10 niñas entre uno y 14 años de edad declararon haber sido víctimas de algún método violento de disciplina y una de cada 2 niñas dijo haber sufrido de agresiones psicológicas en sus hogares en 2019. Reprocharon que el castigo corporal, las agresiones verbales y otras humillaciones sean consideradas como “normales” y aceptadas tanto en las familias como en las escuelas cuando no debería ser así.

Todas las niñas, niños y adolescentes, dijeron, merecen vivir una vida libre de violencia y contar con espacios seguros. Este grave panorama en el que se encuentran los derechos de las niñas evidencian el desinterés de las autoridades mexicanas en cumplir con la Convención sobre los Derechos del Niño o con lo estipulado en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los cuales reconocen los tipos de violencia contra ellos.

Exigieron que el Estado mexicano separe los Derechos Humanos de las niñas y adolescentes, de los de las mujeres, con el fin de reconocer las dificultades específicas que las menores de edad enfrentan, además, desarrolle medidas especiales para proteger a las niñas, cuide el principio del interés superior de la menor de edad y adopte una mayor diligencia en todo su actuar.

Asimismo, solicitaron que la práctica conocida como “venta de menores” sea erradicada,  que se cree un sistema de recopilación de datos que sólo se enfoque en documentar  los delitos contra las niñas y adolescentes, y se dé apoyo económico y reparación del daño a las y los menores de edad que quedan huérfanos por el asesinato violento de sus madres.

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Soraya Calvo: «La educación sexual no es ideología»

  • Charlamos con Soraya Calvo, maestra, pedagoga, sexóloga y doctora en Equidad e Innovación Educativa por la Universidad de Oviedo, acerca de las enormes carencias de la educación sexual que reciben niñas, niños y jóvenes en las aulas españolas y la importancia de subsanarlas para favorecer relaciones sexuales y afectivas saludables.

En una etapa más que convulsa desde el punto de vista político, donde los discursos abiertamente racistas, sexistas y homófobos ganan terreno y llegan, incluso, a campar a sus anchas en las instituciones, es cada vez más palpable el retroceso en materia de libertad educativa. Asistimos pues impasibles a cómo la educación sexual es denostada, desprestigiada y tachada poco menos que de perversión. Soraya Calvo es, además de maestra, pedagoga y sexóloga, doctora en Equidad e Innovación en Educación por la Universidad de Oviedo y defiende, sin pelos en la lengua, la necesidad de un mayor peso de la educación sexual, tanto en colegios como en institutos, al considerarla una herramienta fundamental para el correcto desarrollo de niños y adolescentes.

¿Qué entendemos por “educación sexual”?

Lo primero de todo, es necesario comprender a qué nos referimos con “sexual”. Sexual no es solamente genital, no nos referimos en exclusiva a las prácticas eróticas. Nos referimos a todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la sexualidad: lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto, la autoestima… Es mucho más que lo puramente erótico.

Durante muchos años se ha empleado el término de “educación afectivo-sexual” para que la palabra parezca menos fuerte. Una especie de eufemismo. De forma que la sociedad comprende y asume que lo sexual se relaciona con la penetración, con el coito… Pero, insisto, “sexual” no es sinónimo de “genital”. Se puede hacer educación sexual sin hablar de coito en ningún momento.

¿Desde cuándo se imparte educación sexual en los centros educativos españoles?

La educación sexual, como tal, lleva en el currículo desde los años 90. Como contenido curricular, se implementa de la mano de la LOGSE de un modo transversal, es decir, que se debe abordar desde todas las áreas. Con las diferentes legislaciones que se han desarrollado hasta la actualidad ha sufrido algunos cambios pero, en síntesis, se ha mantenido. Otra cosa es si se lleva o no a la práctica…

¿A qué te refieres con eso de “si se lleva o no a la práctica”?

La principal dificultad es que, al ser transversal, la educación sexual no es evaluable. Además, se supone que se debe trabajar desde todas las asignaturas. Pero lo cierto es que no hay procedimientos e indicaciones claras y concretas hacia el profesorado acerca de dónde y cómo trabajarlo, lo que va a provocar que el hecho de que se imparta o no educación sexual de una forma adecuada en los colegios e institutos quede en manos de los propios docentes. Es decir, al no estar incorporada dentro de una asignatura específica, buena parte del profesorado no la incluye dentro de sus programaciones de aula. Esto es un problema, porque provoca que haya centros en los que se trabaje en profundidad y otros en los que no.

Otra cuestión problemática es que, en muchos casos, se cede la responsabilidad de impartir estos contenidos a entidades externas al centro. Aunque hay colegios e institutos que disponen de sus propios programas, los menos, en la mayoría de los casos se acude a distintas asociaciones, a organizaciones dependientes de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, e, incluso, a entidades privadas. Esto es otro problema, porque hay centros educativos con mayor capacidad para financiar estos servicios y otros que tienen menos.

¿Quién es el destinatario de la educación sexual?

Son contenidos que, de acuerdo con el currículo, deberían abordarse en toda la educación obligatoria. Es decir, desde la educación primaria y, por supuesto, con un foco importante en secundaria. En la práctica, se aborda en la ESO, sobre todo en los cursos superiores. Es lógico que se ponga el foco en secundaria, puesto que es cuando se comienza a pensar y hablar de relaciones eróticas, a mantener este tipo de encuentros con otras personas, a tener las primeras relaciones con penetración, y, por consiguiente, surgen dudas al respecto de todo lo que tiene que ver con la erótica.

No obstante, la sexualidad comienza en el momento en que nacemos e implica aspectos tales como la identificación de la propia identidad, la forma en que me relaciono con mis iguales en la guardería y en educación infantil… Es posible hacer educación sexual desde los primeros años de escolarización: el conocimiento del cuerpo, los estereotipos de género, los roles que se atribuyen a la identidad, cuestiones sobre orientación sexual… Por ejemplo, es ya en la etapa de primaria cuando comienzan a surgir distintas cuestiones relacionadas con la identidad. Esto también es educación sexual, al igual que hablar de homofobia, de transfobia… Lógicamente, debe ir graduándose en función del momento experiencial de las personas.

No podemos pedir a los docentes que aborden cuestiones de educación sexual con sus alumnos si no están formados para ello

Mencionas una gran cantidad de contenidos que se podrían abordar en educación sexual. No obstante, ¿se trabajan todos estos aspectos en la práctica?

En el currículo hay contenidos que se pueden relacionar con todos estos aspectos que he mencionado y que se pueden trabajar en distintas asignaturas. Pero, como te decía, no hay una pauta clara…

A nivel internacional, organizaciones como la Unesco o la OMS plantean programas e indicaciones acerca de cómo trabajar la educación sexual desde la etapa de infantil. Estas entidades, sin embargo, no tienen capacidad de legislar. España, como estado integrado en ellas, sí tiene capacidad jurídica para hacerlo. De hecho, lo tiene muy fácil para incorporar estas cuestiones dentro de su política educativa. Y no lo está haciendo.

Al no estar articulado legalmente de manera explícita en el currículo, como mencionaba al principio, depende del grado de implicación de los profesores y de los programas que existan en los diferentes centros. No hay un marco teórico que permita determinar cuáles son los contenidos que se deben abordar con respecto a la educación sexual en el contexto educativo español. Existen, eso sí, muchísimos programas externos que establecen qué contenidos abordar y cómo hacerlo. Pero todo va a depender de cada centro. Es, en definitiva, un problema de equidad: hay centros en los que se trabaja muy bien porque los profesores y los equipos directivos están muy involucrados y otros en los que ocurre todo lo contrario.

Por tus palabras, imagino que se podría hacer mucho más al respecto…

¡Pues claro! ¡Se podría hacer todo! Ahora mismo se está haciendo lo mínimo. Se está plantando una semilla en uno de cada ocho centros.

Además de una cuestión de política educativa, también se trata de una cuestión de formación del profesorado. En la mayoría de los planes docentes que regulan la formación que reciben los maestros y las maestras, además, por supuesto, de los profesores de secundaria y bachillerato, no hay asignaturas que trabajen la cuestión de la educación sexual. En alguna universidad sí, pero es la excepción. Esto es una dificultad añadida, porque no es posible pedir que se aborde en la escuela un contenido que ni siquiera el profesorado ha visto mientras se formaba para ejercer como tal.

La formación para la educación sexual en nuestro país se limita a másteres muy específicos en sexología o a cursos muy concretos de alguna entidad, ya sea pública o privada. Es, de nuevo, un problema de equidad. Si planteamos que la educación debe ser igual para todo el mundo y que debe plantear unos principios mínimos de actuación para toda la población, no tiene ningún sentido que esto se trabaje en unos lugares sí y en otros no.

Si un profesor no se siente lo suficientemente seguro para abordar esto en el aula y, además, el currículo no lo exige, es muy fácil que se obvie. Son, sin duda, los dos pilares fundamentales que subsanar para limar las carencias de la educación sexual y que esta se integre de manera definitiva en el sistema público. Si esto no es así, estaremos fallando a los principios de equidad y justicia social.

¿A qué retos se enfrenta la educación sexual?

Para mí, el principal es evitar la violencia de género. Otras cuestiones como la prevención de infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados a través de la promoción en el uso de métodos anticonceptivos, por supuesto, también se deben trabajar en la escuela porque existe poca concienciación social al respecto. Menos, incluso, que antes. No obstante, quizá se vinculen más a la educación para la salud que a la educación sexual. En cualquier caso, el principal reto sería, sin ninguna duda, combatir la violencia machista. Para ello se debe fomentar la construcción de relaciones equilibradas entre las personas. De esta forma, descenderá el número de situaciones relacionadas con la violencia de género..

¿Es necesaria, por tanto, una educación sexual, con perspectiva de género?

¡Por supuesto! Tan necesaria que no entiendo la existencia de la educación sexual sin perspectiva de género. Para mí, la educación sexual debería tener una perspectiva de género de base. Si no la tiene, estaremos haciendo otra cosa, pero no educación sexual.

Sin una adecuada educación sexual estamos fallando

a los pilares de la equidad y la justicia social

¿En qué medida puede contribuir la educación sexual a paliar aspectos negativos o “riesgos” en las relaciones de pareja como pueden ser los celos, el control, la falta de interés, empatía e implicación o, en los casos más extremos, la violencia física y psicológica?

La educación sexual sería un agente más trabajando en pro de evitar este tipo de desequilibrios de comunicación y relacionales, que son cotidianos y que, en muchos casos, tendemos a normalizar. Solo así es posible alcanzar relaciones conscientes. Hablo de “relaciones conscientes” porque muchas veces se usan los conceptos de “relación sana” o “relación tóxica” y estos no son del todo preciosos. Al menos, a mí no me lo parecen, en la medida en que todos y todas somos tóxicos en alguna ocasión, fruto del contexto social y mediático en el que nos hemos desarrollado. Por supuesto, también contribuiría a poner fin a estos casos más graves de violencia, tanto física como psicológica.

Es cierto, la educación sexual plantearía una base importante. Pero no es la panacea. Debemos tener siempre presente que el sistema educativo no es, en muchos casos, lo más significativo. Sobre todo, en el caso de gente joven. Tendemos a hablar de lo que se puede hacer en el aula como algo mágico, casi milagroso, pero no es así. La escuela hace lo que puede, pero tiene un límite espacial, temporal y contextual muy concreto. Hay otros muchos agentes que influyen. Por ejemplo, discursos políticos que, en los últimos tiempos, defienden abiertamente la xenofobia, la homofobia… Y que calan entre la población.

También los medios de comunicación y otros productos mediáticos como películas, series, influencers o youtubers son claves formativas no formales que pueden modelar los comportamientos y actitudes de las personas jóvenes y también adultas. Se habla mucho de los mitos del amor romántico y de las películas antiguas de Disney, pero también se reproducen actitudes y comportamientos que son del todo negativos en productos relativamente más modernos. Se me ocurre, por mucho que nos guste a todos, la serie Friends y la relación que mantienen Rachel y Ross. Sin embargo, lo normalizamos y nos parece hasta gracioso. También en la música. Se critica mucho el reggaetón, y con razón, pero el metal o el rock clásico hacen lo mismo. Estos géneros también incluyen componentes machistas al tratar a la mujer como un juguete.

Se trata, en definitiva, de una cuestión cultural. Es por ello que necesitamos que todos los citados sean agentes positivos y contribuyan a construir relaciones saludables. Poco podemos hacer desde la escuela si no hay un verdadero compromiso por parte de toda la sociedad.

¿Son tan comunes este tipo de actitudes y comportamientos en las relaciones de pareja, sobre todo, entre los más jóvenes?

¡Por supuesto! Tan comunes como que aprendemos a relacionarnos así. Y no solo se manifiestan entre la gente joven. Está muy de moda atribuir estos aspectos negativos que comentas a relaciones adolescentes, pero lo cierto es que también se reproducen en relaciones entre jóvenes y, por supuesto, en la edad adulta. Es, por desgracia, algo común a toda la población.

Se trata de una consecuencia más del sistema capitalista en el que vivimos. En Modernidad líquida, Bauman aborda la cuestión de las relaciones y del amor exponiendo cómo las relaciones interpersonales en el mundo actual se van encadenando una tras otra de forma consumista. Es lo que llama “el consumo de las personas”. Un claro ejemplo de esto es una herramienta muy de moda entre los jóvenes y los adolescentes como Tinder. Una herramienta que, por si misma, puede ser positiva y que, sin embargo, favorece una ilusión de existencia casi infinita de personas con las que poder establecer relaciones esporádicas, sin necesidad de involucrarte a nivel emocional. Relaciones superficiales. De usar y tirar. Relaciones de consumo. Es la idea capitalista de la competencia, de aspirar siempre a algo mejor porque siempre hay algo mejor.

Del mismo modo, los celos, el control o la violencia no solamente operan en relaciones de pareja, sino en la práctica totalidad de las relaciones de la vida: con la familia, con los amigos, en el trabajo… Por ello, quizás más que educación sexual, la actuación de la escuela a este respecto debería llamarse “educación comunicacional”.

¿Quién ejerce, por norma, este tipo de comportamientos y actitudes negativas en las relaciones de pareja?

En la sociedad en la que vivimos existe, en general, violencia. Eso es así. Lo que no quita para que la cuestión del patriarcado, la idea preconcebida de la masculinidad y la exigencia de esta sea lo que provoca, en la mayoría de las situaciones, la violencia. Lo verdaderamente violento, lo que reproduce y perpetúa las dinámicas machistas en las relaciones interpersonales, incluidas, por supuesto, las relaciones de pareja, como mencionaba, es el proceso de masculinidad tan característico del patriarcado.

Al margen de esto, evidentemente, pueden producirse episodios violentos entre las personas en general. La violencia supera la dicotomía hombre-mujer. Pero el problema estructural, que va más allá de las relaciones de pareja para afectar a todas las relaciones humanas, es la de género: la masculinidad operada en torno a los hombres contra lo «no masculino». Es esta la que da lugar a asesinatos.

¿Son más comunes estos comportamientos en la actualidad o es que simplemente antes se normalizaban y ni siquiera se veían como algo negativo?

Las investigaciones sobre este tema ponen el foco en que ahora estos comportamientos son más explícitos y, por ende, más comunes. Personalmente creo que no es que sean más comunes en la actualidad, sino que ahora se detectan, por suerte, más rápido. Esto debería dejarnos un sabor agridulce en la boca. Por un lado, hemos progresado en cuanto a la detección. Es decir, la gente los detecta más rápidamente, se les da visibilidad, las mujeres que lo sufren pueden hablar de ello y denunciarlo con mayor facilidad… Sin embargo, esto también nos da a entender que parece que no avanzamos, que la situación no mejora, que esta pesadilla no se acaba… Se detecta más y más rápido, sí, pero sigue existiendo de forma bastante explícita. Lo que da a entender que no se está trabajando bien porque las mujeres seguimos muriendo a manos de nuestras parejas.

No hay datos ni estadísticas que nos indiquen que se haya producido un incremento ni una disminución de este tipo de comportamientos porque los estudios al respecto son actuales. No se puede saber a ciencia cierta cuántos casos de violencia machista se registraban hace 40 años, cuando no estaba reconocido socialmente, cuando no se hablaba de ello, cuando se convivía con ello como algo normal y  no se denunciaba…

No se puede entender la educación sexual sin perspectiva de género

¿Se están generando cánones y pautas de comportamiento a nivel sexual en jóvenes a través de aspectos como la pornografía? ¿Guardan relación con estas violencias de las que hablábamos?

La pornografía no es algo nuevo. Hay niños de primaria que ya consumen pornografía. Nos puede gustar más o menos, pero creo que la pornografía va a seguir estando ahí. Los adolescentes, sobre todo, van a seguir consumiéndola y no vale de nada ignorarla, hacer como que no existe o, incluso, prohibirla. Se trata de trabajar en torno a ella. Es decir, hacer ver a los niños y a las niñas que lo que ahí se ve es mentira, que es una ficción, una producción, un montaje como puede ser cualquier película de superhéroes. Su objetivo no es educar, sino vender. De ahí que sea fundamental trabajar con ella y desmontarla como un producto que, por muchas cuestiones, no es ético. Se trata de saber qué conocen los alumnos sobre sexualidad a través de la pornografía, cuáles son las ideas que han adquirido a través de su consumo y, a partir de ahí, ponerlas en tela de juicio para que sean ellos mismos quienes las terminen cuestionando y rechazando.

¿Y qué papel juegan las redes sociales a este respecto? ¿Cómo se podría trabajar la educación sexual a través de ellas?

Con las redes sociales pasa algo parecido a lo que comentábamos al hablar de pornografía. Son algo que está ahí. Es inevitable que los niños y adolescentes las usen porque son un medio de comunicación significativo. Son herramientas de acercamiento, de encuentro, de disfrute y de vivencia común. El gran problema aquí es cómo gestionarlas para que se haga un uso adecuado de ellas. Si conseguimos esto, son muy útiles. Sirven para charlar con amigos, quedar, leer, jugar, ligar, informarse… Pero claro, también puede hacerse un mal uso de ellas: propagar rumores, acosar… Por este motivo se hace tan necesaria una educación mediática que, por supuesto, debe ir estrechamente ligada a la educación sexual, ya que ambas abordan contenidos comunes como lo afectivo, lo emocional, las relaciones de pareja, el autoconcepto o la autoestima entre muchos otros. Las cuestiones relativas a las nuevas tecnologías, la comunicación y todo lo que tiene que ver con la sexualidad requieren un enfoque multidisciplinar para ser trabajadas y entendidas de un modo adecuado.

¿Se está produciendo una “puritanización” de la educación sexual en los últimos años? ¿Se trataban antes con mayor libertad estos temas en la escuela?

No solamente se está produciendo esa “puritanización” de la que hablas sino que, además, hay cada vez más miedo como consecuencia de determinadas políticas que estamos viendo últimamente en el contexto político español. Parece que hoy se puede hacer un discurso político contra los derechos humanos, pero no se puede hablar de sexualidad en el aula. Me parece una incoherencia absoluta.

El otro día estaba trabajando con mis alumnos y alumnas sobre este tema y veíamos cómo en los años 90 había guías super actualizadas, super interesante y basadas en cuestiones totalmente científicas que, ahora mismo, no se podrían publicar. ¡Hace ya más de 30 años de esto! Es muy grave.

Además, es muy perverso. Cada vez se muestra más el cuerpo como un elemento de consumo. No hace falta más que ver redes sociales como Instagram o TikTok para darse cuenta de ello. Parece que se puede usar el cuerpo para el consumo, pero no para ser trabajado desde una perspectiva educativa.

Otro ejemplo son las campañas que se hacían en la televisión de los 90. “Póntelo, pónselo” tuvo una repercusión enorme y consiguió grandes éxitos con respecto a la gestión de la salud sexual. Ahora parece que mostrar o dar un condón en clase es poco menos que invitar al alumno a que mantenga relaciones sexuales automáticamente. Esto no funciona así. La educación sexual debería hablar sin ningún tipo de pudor de estas cuestiones porque no estamos hablando de ideología. Muchas veces se trata de cuestionar la educación sexual aludiendo a que es ideología o moral, con el tema del pin parental, por ejemplo, y no es así. Se basa en elementos científicos y tiene una base empírica igual que cualquier otro ámbito del conocimiento.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/05/13/soraya-calvo-la-educacion-sexual-no-es-ideologia/

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Argentina reportó más de 280 casos de femicidios en 2020

Por: Tercera Información

De las 247 causas judiciales por femicidios en el 2020, tan solo cuatro alcanzaron sentencias, mientras que 32 fueron archivadas y 209 continúan en proceso judicial.

Al menos 287 femicidios fueron reportado en Argentina a lo largo del 2020,  lo que representa que cada 35 horas una mujer fue víctima de algún tipo de violencia o amenaza.

De acuerdo al informe publicado por el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia, del total de femicidios, 251 mujeres fueron asesinadas de manera directa y seis casos fueron travesticidio o transfemicidio.

Según los datos, el 84 por ciento de las víctimas tenían un vínculo con su asesino, mientras que casi el 80 por ciento de los casos fueron en el marco  de violencia doméstica.

También se conoció que mujeres embarazadas, migrantes, indígenas, y varias en situación de calle y o con discapacidad estuvieron entre los casos de femicidios que dejaron al menos 230 menores de edad huérfanos a causa de esos crímenes.

De las 247 causas judiciales abiertas por femicidios en el 2020, tan solo cuatro alcanzaron sentencias, mientras que 32 fueron archivadas por diversos motivos y 209 continúan en proceso judicial.

El informe reveló que las provincias donde se reportaron más femicidios fueron Jujuy, en primer lugar, seguida de Tucumán, Chaco, Salta, Misiones, Santa Fe y Corrientes.

Las cifras del colectivo Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), durante el 2021 han ocurrido más de 115 casos de violencia de género, 74 femicidios, femicidios vinculados y asesinatos de trans, 22 muertes violentas asociadas al género y 109 intentos de asesinato.

Pese a las varias medidas implementadas por el Gobierno y las fuertes campañas de concientización, los femicidios siguen golpeando con fuerza al país suramericano.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/30/05/2021/argentina-reporto-mas-de-280-casos-de-femicidios-en-2020/
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México: En Chiapas los balazos antes que los abrazos como política represiva

América del Norte/México/31-05-2021/Autor(a) y Fuente: OVE/Escuela Normal Rural Mactumactzá Fecsm

A trece días de la brutal represión y abusos sexuales contra las y los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México el pasado 18 de marzo del presente año, estudiantes y familias mientras se manifestaban a las afueras de su institución, vuelve el gobierno del estado con base a su política de hostigamiento y represión. Hoy por la mañana disparan gases lacrimógeno y balas de goma contra las y los estudiantes, familias, niñas y niños, personas de la tercera edad a las afuera y dentro de esta institución.

En las redes sociales circulan videos y fotografías indignantes sobre la represión y hostigamiento que sufren las y los estudiantes de la escuela Normal Rural Mactumactzá, se observan niñas y niños llorando, desmayados a casusa de los gases lacrimógenos y disparos con balas de goma por la policía estatal.

Se observan también, tanquetas y efectivos policiales fuertemente equipados contra civiles entre ellas niñas, niños, personas de la tercera edad, mujeres de pueblos originarios. Asimismo, niñas y niños poniéndose leche en la cara para subsanar las consecuencias del gas lacrimógeno.

Responsabilizan al gobierno del estado y al gobernador Rutilio Escandón Cadenas por las consecuencias que pudieran sucederles a estas personas.

“¡ya basta de tanta represión!, ¡ya basta de tantas injusticias en el estado de Chiapas!, ¡ya no queremos más desaparecidos!, ¡vienen los policías a provocar y hostigar a las y los muchachos!” son algunas voces que se escuchan y que notablemente quieren callarles con base a la represión.

“¿Podrá acaso el Gobernador de Chiapas pedir paz y tranquilidad, cuando es él, quien realiza las violencias y provoca el caos social en el estado? Cientos de balas fueron disparadas el día de hoy sin piedad.

¡Pedir un examen presencial no es un delito!

¡Liberación sin condiciones a los 95 compañeros normalistas y desplazados detenidos!”, afirman.

Otras voces que denuncian, egresados de esta institución comentan: «Estoy acá en mi normal y nos han reprimido a todos cruelmente por dos horas. El gobierno ha abusando de su poder con tanques, bombas y helicópteros sin piedad. A mi lado escucho los gritos y llantos de los niños tristes, inocentes y sin poder defenderse. Veo a las señoras indígenas sosteniendo una botella de coca para protegerse del gas y por sus ojos corren sus lágrimas y las veo tristes. Los jóvenes y señoritas defendiéndose porque sino lo hacen serán presos del poder. Cuanta injusticia en el Estado de Chiapas. Cuanto abuso de poder. Egresados de Mactu, los invitamos a actuar contundentemente el día de mañana. MIENTRAS LA POBREZA EXISTA, LAS NORMALES RURALES TENDRÁN RAZÓN DE SER.»

Antes que dialogar y antes que abrazar, en Chiapas, el posicionamiento político del gobierno del estado está clara: reprimir, hostigar y encarcelar a inocentes estudiantes, familias, niñas y niños.

¿Dónde está la comisión Estatal de los Derechos Humanos? ¿Dónde está la Comisión Nacional de los Derechos Humanos?

Ver videos:

https://fb.watch/5Q_MuGs0V3/

https://fb.watch/5R0s-xFsIj/

https://fb.watch/5R0jSZrQOf/

https://fb.watch/5R0ncJCo7h/

Fuente e Imagen: OVE/Escuela Normal Rural Mactumactzá Fecsm

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