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Argentina: Las 20 aplicaciones más utilizadas en educación a nivel mundial

Argentina / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Infobae

Un nuevo ranking del «Center for Learning and Performance Technologies» divulgó las herramientas de aprendizaje más recurrentes

La educación va hacia un camino inexorable de tecnología en las aulas. Incluso hoy se discute más la concepción de aula que la de la propia tecnología. Computadoras, tablets, smartphones, incluso videojuegos al servicio del aprendizaje. Así lo demostró el ranking publicado por el Center for Learning and Performance Technologies en el que participaron más de 2 mil expertos educativos de 52 países. En sus listados no aparecen pizarrones, tizas ni útiles escolares.

La reformulación de la escuela tiene como principales estandartes aplicaciones y plataformas digitales. La mayoría, muy conocidas. Las dos primeras se dedican a la creación y al procesamiento de textos: Google Docs y Word. A ellas le siguen PowerPoint, el instrumento de confección de presentaciones, y Youtube, pocas veces relacionada a educación.

Google, Excel, Wikipedia, Prezi, Twitter continúan la lista. La primera aparición que llama la atención es Kahoot en el décimo puesto. Kahoot se creó en 2013 en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y apunta a cambiar la experiencia de aprendizaje. Apuesta por la educación a través del juego en línea y ya tiene más de 50 millones de usuarios mensuales activos y se utiliza en más de 180 países.

En el ranking continúan WordPress, dedicada a la gestión de contenidos, FacebookDropbox, capaz de almacenar archivos en línea, WhatsAppOneNote, que funciona como un bloc de notas digital.

Audacity emerge en el escalafón 16. Creada en 1999 por dos investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon, Pensilvania, permite grabar, editar y convertir archivos de audio. Luego, sigue Moodle, un software de código abierto lanzado en 2002 que ayuda a los profesores a crear cursos en línea y entornos amenos de aprendizaje virtual.

(Getty Images)

(Getty Images)

Otra aplicación no tan conocida en Argentina, pero de impacto a nivel mundial es Padlet. Simula ser un pizarrón virtual en el que se puede incorporar, además de texto, archivos de imágenes y videos. A nivel pedagógico, se presenta como una síntesis útil de, por ejemplo, una clase o materia en la que todos los alumnos pueden colaborar.

En la decimonovena posición está Canva, una herramienta lanzada en 2012 para el diseño de contenido web variado: posters, infografías, carteles, gráficos de calidad en forma sencilla. Al final del top 20, está Google Académico, enfocado en la búsqueda de textos escolares y universitarios.

Fuente de la Noticia:

https://www.infobae.com/educacion/2017/11/02/las-20-aplicaciones-mas-utilizadas-en-educacion-a-nivel-mundial/

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ACNUR: Esquema de educación en línea les da un grado de esperanza a los estudiantes refugiados

ACNUR / 1 de octubre de 2017 / Autor: Charlie Dunmore / Fuente: ACNUR

Con el apoyo de la Universidad de Ginebra, el proyecto InZone pone a disposición cursos de grado para quienes ven la universidad fuera de su alcance.

La guerra puso un abrupto fin a los esfuerzos de Qusai para convertirse en un abogado. Había estado en el primer año de un curso de Derecho en la Universidad en Dara’a cuando la violencia estalló en la ciudad meridional de Siria en el inicio del conflicto civil del país en 2011.

En 2013, él y su familia huyeron a Jordania y terminaron en el remoto campamento de refugiados de Azraq. Allí, la esperanza de Qusai de convertirse en abogado parecía evaporarse.

Desesperado por continuar estudiando, él se inscribió en cada clase informal que pudo encontrar- inglés, computación, e incluso reparación de teléfonos celulares. Sin poder cubrir los costos o asegurar una visa para estudiar en un tercer país, la idea de concluir sus estudios continuaba lejos de su alcance.

Fue entonces cuando oyó hablar de una iniciativa llamada InZone, respaldada por la Universidad de Ginebra y que ofrecía un curso de historia a nivel de grado diseñado por la Universidad de Princeton en los Estados Unidos.

“Había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”.

“Yo no había pensado en estudiar historia, pero había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”, dijo Qusai.

La matrícula en la educación terciaria ha aumentado a nivel mundial, llegando a un 36 por ciento en 2016, comparado con un 34 por ciento un año anterior; sin embargo, para el 99 por ciento de los refugiados, el acceso a la universidad o a otras formas de educación superior continúan fuera de alcance.

La demanda claramente está allí: en 2016, más de 4.300 refugiados recibieron becas DAFI, el programa de educación superior provisto por la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, y apoyado por Alemania, para recibir educación terciaria en 37 países de acogida, un aumento del 90 por ciento en comparación con 2015. Sin embargo, para decenas de miles más, la matrícula, la distancia y la dificultad para completar la educación secundaria los mantienen fuera de la educación superior.

InZone demuestra cómo la educación superior puede estar disponible para quienes normalmente no tendrían acceso. La iniciativa, que se estableció primero en el campamento de refugiados en Kakuma en 2010, llegó a Azraq en septiembre de 2016 con el curso de historia dado por Princeton.

Ahora otra institución estadounidense, Purdue University, está dando un curso de ingeniería. Las sesiones presenciales se llevan a cabo en un laboratorio de cómputo financiado por ACNUR y gestionado por la ONG CARE International.

“Estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande”.

James Casey, un candidato doctoral en historia siria moderna en Princeton, fue uno de los tutores en línea para el curso impartido en Azraq. Él dice que, a diferencia de un curso normal en línea o por correspondencia, donde los índices de retención son bajos, el enfoque de InZone es promover la interacción regular entre los tutores y los estudiantes, ya sea en línea, cara a cara o por medio de las redes sociales. Esta es la forma de mantenerlos “comprometidos y en el camino”, dijo él.

Los tutores y profesores de los cursos intentan visitar a los estudiantes en el campamento al inicio y al final del término, en el primer caso para llevar a cabo los exámenes de selección e introducir a los seleccionados al curso, y al final para supervisar el taller y los exámenes finales del curso.

Además del laboratorio de computación, los estudiantes utilizan dispositivos móviles para estudiar y tener acceso a los materiales en un dispositivo USB cuando el internet no está disponible. Los grupos de tutores usan el servicio de mensajería instantánea de Whatsapp para permitir la comunicación entre estudiantes y profesores cuando la conectividad es limitada.

El curso mantuvo a Qusai intelectualmente estimulando y le dio esperanza. “Estudiar con una de las mejores universidades y estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande, no solo como una cifra en un campamento de refugiados”, dijo él.

El curso también le dio una nueva perspectiva. “Aprendimos cómo los países de Europa se reconstruyeron después de la Segunda Guerra Mundial, y eso me da la esperanza de hacer lo mismo en Siria”.

Fuente de la Noticia:

http://www.acnur.org/noticias/noticia/esquema-de-educacion-en-linea-les-da-un-grado-de-esperanza-a-los-estudiantes-refugiados/

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¿Cómo gestionar mejor los WhatsApp escolares? 3 efectos secundarios y 7 recomendaciones para evitarlos

Por: Liliana Arroyo

Los grupos de WhatsApp de madres y padres del colegio pueden ser una buena herramienta, pero es importante pactar el qué, el para qué, el cuándo y el cómo del grupo.

Desde hace un tiempo hacia aquí al olor a lápices nuevos, a libros recién forrados y agendas por estrenar les acompaña la versión digital de los corrillos de padres, madres y demás familiares en la puerta del colegio: los grupos de WhatsApp. Los hay de muchos tipos y con dinámicas diferentes, y aunque ya llevan un tiempo con nosotros, nos falta aún aprender un poco de convivencia digital. La mayoría expresan un estado de ánimo general de amor-odio hacia esos grupos que pudiendo ser útiles, a veces pueden llegar a ser molestos o, incluso, contraproducentes. Por ello hoy nos dedicamos a los efectos secundarios no deseados y planteamos algunas recomendaciones para utilizar y convivir en los grupos de forma razonable durante todo el curso.

Vale la pena entender estos grupos como comunidades, espacios de interacción colectiva que, en función de quién esté incluido, la naturaleza que tenga y quién lo lidere, funcionará de una forma u otra. Y, como cualquier comunidad, se necesitan algunas líneas comunes de convivencia. Los grupos escolares de WhatsApp se pueden dividir en dos tipos: los primeros suelen abrirse como canal de comunicación oficial entre el centro y las familias. Suelen liderarlos los educadores (profesores, directores, coordinadores, entrenadores…). Los segundos y los más interesantes para hoy, son aquellos en los que sólo participan familiares. Empiezan como un canal ágil, rápido e informal y pueden terminar en grupos cansinos, sobresaturados y con faltas de respeto.

3 efectos secundarios

  1. El primero de los efectos secundarios es la rumorología y el caldo de cultivo que amplifica los malos entendidos y da vueltas al problema sin terminar de resolverlo. Imaginemos que hay algún problema con algún profesor o alguna asignatura en concreto: ¿tiene sentido que aquellos problemas de la escuela se queden cociendo en los grupos sin que lleguen a dialogarse con las partes implicadas? Probablemente no. Porque además, abre la puerta al segundo efecto colateral.
  2. Interpretaciones y triples lecturas: la comunicación en directo y presencial nos permite comprender el mensaje en su complejidad, esto es, captamos lo que se dice pero también el cómo, en qué contexto y con qué emoción nos hablan. En WhatsApp, por muchos emoticonos o aclaraciones que pongamos, los malos entendidos y el malestar innecesarios acaban siendo más abundantes de lo que desearíamos. Los audios pueden solucionar eso, pero restan agilidad y discreción a los mensajes escritos. Hasta aquí, podríamos decir que son cuestiones comunicativas, pero hay un efecto secundario silencioso y preocupante a la vez:
  3. Es muy común que los adultos se conviertan en agenda y los salvavidas de los hijos. Por ejemplo, cuando la circular de la próxima excursión no ha llegado donde tenía que llegar y por tanto no sabemos si hay que llevar comida o la hora de salida, o bien cuando se dejan el libro en el cajón o la taquilla pero pueden hacer los deberes gracias a las fotos de alta resolución que circulan para los despistados. También existe la versión post-entreno en la que los padres intentan localizar los calcetines perdidos.

Podríamos considerarlo la versión digitalizada de cogerles la mochila para que no la carguen. Ahí estamos evitando que se hagan responsables de mirar su agenda de tareas, de organizarse, de decidir qué deben llevarse y cuándo. En definitiva, les lanzamos un mensaje de “sois peques, no podéis” pero sobre todo, les impedimos que experimenten las consecuencias de sus actos y les arrebatamos la oportunidad de aprender de ello.

7 recomendaciones

A continuación proponemos algunas recomendaciones para cuidar esa convivencia digital en los grupos de WhatsApp escolares, pero extensibles a cualquier grupo de virtual que tenga por objetivo ser un canal de comunicación informativo, práctico y multitudinario.

  1. Comentar previamente la necesidad de crear un grupo, acordando qué personas incluir. Informar antes y pedirles permiso para añadirlos.
  2. Consensuar y explicitar al inicio la finalidad del grupo (p. ej. “avisos cole”, o “Equipo de hockey”), etc. Suele ir bien un mensaje inicial donde conste para qué sirve el grupo.
  3. Usar el canal estrictamente para los temas acordados y no aprovecharlos para volcar informaciones de forma masiva (evitar reenviar cadenas, memes…).
  4. Abrir grupos temáticos cuando surja la necesidad con las personas interesadas únicamente. Por ejemplo para hablar de los regalos a profesores u organizar la salida de familias, o un canal exclusivo para bromistas.
  5. Responder sólo cuando sea necesario, con la máxima brevedad y evitando añadir informaciones superfluas.
  6. Limitar la circulación de fotografías de los menores (a no ser que se tenga consentimiento expreso de todos). Por ejemplo en los festivales de final de curso, excursiones, etc.
  7. Consensuar unos horarios de uso del grupo, para evitar el bombardeo constante de notificaciones.
En definitiva, ¿la clave? Pactar y negociar con los integrantes del grupo el qué, el para qué, el cuándo y el cómo. El consenso es la única manera de favorecer un sentido común compartido y corresponsabilizar a los que forman parte en su mantenimiento.
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Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/20/como-gestionar-mejor-los-whatsapp-escolares-3-efectos-secundarios-y-7-recomendaciones-para-evitarlos/
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